Ante las situaciones de contingencia, los proyectos de investigación prospectivos pueden interrumpirse, lo cual reduce la productividad en investigación. Cuando los eventos se regularizan, una opción es desarrollar estudios retrospectivos, enfocados en la experiencia vivida; es frecuente contar con reportes acerca del manejo de enfermedades en condiciones de adversidad, cuyo principal valor es dar a conocer el aprendizaje adquirido.
Una estrategia para optimizar la información obtenida en los estudios retrospectivos es el enfoque a partir de los efectos, para buscar variables asociadas con un resultado en particular. En estos estudios se busca una causa probable a partir de un desenlace observado: son los estudios de casos y controles (o referentes), cuyo objetivo es buscar asociaciones y fuerza de asociaciones, y aunque no ofrecen una evidencia de causalidad, hacen posible identificar variables que después deberán evaluarse en diseños prospectivos.
A estos diseños se les critica que no trabajan con variables paramétricas y que sus mediciones no están estandarizadas; sin embargo, ofrecen una información más valiosa que la correlación existente entre variables cuya fuerza de asociación no se ha medido. Cuando esta fuerza de asociación es consistente, determina las variables con una mayor probabilidad de incidencia sobre el desenlace, cuya evaluación longitudinal revelará si tienen evidencia de causalidad.
El análisis de estos estudios valora la asociación entre variables mediante pruebas sencillas (por ejemplo, χ2) y la fuerza de la asociación mediante una razón de momios; cuando esta última indica una diferencia clínicamente significativa, los intervalos de confianza del 95% revelan si la fuerza de la asociación es consistente, a favor o contra el desenlace. Cuando existen distintas variables con una fuerza de asociación elevada y consistente, un análisis multivariado permite encontrar aquellas cuya contribución al resultado es mayor.
Un diseño de casos y controles no es suficiente para cambiar la práctica clínica, pero sus resultados aportan información relevante para planear estudios de cohortes. En enfermedades con desenlace a corto plazo, evaluación posquirúrgica o contextos de trauma, los resultados de estos diseños agregan valor, particularmente en ciclos repetitivos y con resultados desfavorables frecuentes. Podemos aprender todavía mucho sobre variables asociadas con un desenlace en múltiples áreas médico-quirúrgicas, en especial cuando los recursos para la atención (y para la investigación) son escasos. Ante escenarios restringidos, los estudios a partir de los efectos pueden mejorar las propuestas de intervención terapéutica, y contar con ellos fortalecería la toma de decisiones en todas las especialidades.