Introducción
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se define como el ascenso del contenido gástrico o gastroduodenal por arriba de la unión gastroesofágica, que causa síntomas y/o daño estructural que afectan al bienestar y la calidad de vida de los individuos que la padecen1,2.
La endoscopia gastrointestinal ha tenido una consolidación manifiesta en el ámbito de la medicina nacional e internacional3. Su desarrollo, evolución y alcances han rebasado fronteras4. Por sí sola, posee baja sensibilidad en el diagnóstico de ERGE5, aunque es de elección para determinar la presencia de complicaciones como esofagitis, estenosis o esófago de Barrett. Sus hallazgos no tienen correlación con la intensidad de las manifestaciones clínicas que presenta el paciente. Está indicada cuando existen síntomas o signos de alarma y es recomendable realizarla si el paciente requerirá tratamiento prolongado o cuando este fracasa6-8.
Según las estadísticas del uso de la endoscopia en el mercado mexicano en los próximos años (2018-2024), la creciente carga de morbilidad junto con el rápido envejecimiento de la población será un factor clave que impulsará el crecimiento en el uso de dicho procedimiento en México9. De acuerdo con los datos de las Naciones Unidas sobre el envejecimiento de la población mundial, en México la población de 60 años y más representó 13.0 millones en 2017 y se estima que alcanzará los 40 millones en 2050. La población de ancianos propensos a sufrir enfermedades crónicas únicas o múltiples aumentará la demanda para procedimientos endoscópicos, lo que incentivará el crecimiento de la industria de la endoscopia en el país4,9. Sin embargo, hasta la fecha en México no hay estudios que reporten su uso actual por síntomas de reflujo gastroesofágico en la población general.
Material y métodos
Estudio prospectivo, observacional, transversal y descriptivo en el que se aplicó una encuesta autoevaluable a 1,502 personas de ambos sexos y de más de 18 años en el periodo de julio del 2018 a mayo del 2019 en México. La encuesta fue diseñada en Google Forms, donde se incluyeron los cuestionarios Carlsson-Dent y GERD-Q (Gastroesophageal Reflux Disease Questionnaire) para conocer la prevalencia de ERGE en la muestra. A la población encuestada se le preguntó de manera directa lo siguiente: «¿Se le ha realizado alguna endoscopia por síntomas de reflujo como sensación de quemazón (agruras) detrás de su pecho; sensación de que se le regresa lo que comió o bebió a su garganta; dolor, ardor o molestia en la boca del estómago o náuseas?». De inicio se aplicó un piloto a un grupo pequeño de personas para validar las respuestas de la encuesta y posteriormente se extendió por medio de redes sociales (n = 1,247, 83%) y se repartió en escuelas, consultorios y centros de salud de Hidalgo y el Estado de México (n = 255, 17%). De las encuestas aplicadas en línea, respondieron individuos originarios de Ciudad de México (n = 653, 43.5%), Jalisco (n = 222, 14.8%), Sinaloa (n = 87, 5.8%), Veracruz (n = 71, 4.7%), Nuevo León (n = 63, 4.2%), Yucatán (n = 51, 3.4%), Querétaro (n = 48, 3.2%), Baja California Norte (n = 37, 2.5%) y Guerrero (n = 15, 1%). No hubo diferencia significativa en edad y sexo de los encuestados entre las distintas regiones. Para el cálculo de la muestra para estudio observacional, se tomó como base el censo de población y vivienda del 2018 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el cual reportó una población total en México de 123.5 millones de individuos, de los cuales se calcula que un 47% son mayores de 18 años, dando un total de 58 millones de personas. Basándonos en una prevalencia esperada de síntomas de reflujo a nivel poblacional de entre 7 y 15% de acuerdo con lo indicado en el Consenso Mexicano de Enfermedad por Reflujo1, tomamos una media del 10%; y con un riesgo de error aceptado del 5%, la muestra que debíamos tomar para un nivel de confianza mayor al 99% era de 555 individuos. Los resultados se reportaron con medidas de tendencia central, dispersión y porcentajes.
Resultados
Se aplicaron 1,502 encuestas. Del total, el 61% fueron del sexo femenino y el 39% del masculino. El promedio de edad fue de 37.24 años, en donde el 26% tenía entre 41 y 55 años y el 25% entre 18 y 25 años (Fig. 1).
Doscientos treinta individuos (37.70%) se han realizado al menos una endoscopia por síntomas de reflujo en los últimos cinco años. De los pacientes con ERGE, a 136 (22.29%) se les ha realizado endoscopia en una ocasión y a 94 (15.40%) en dos ocasiones o más. En la pregunta sobre los estudios que se han solicitado a los encuestados para diagnosticar enfermedad por reflujo, la endoscopia constituyó el 52.4% del total.
En los 230 pacientes a quienes se realizó endoscopia, se llevaron a cabo durante los últimos cinco años un total de 365 procedimientos (1.58 endoscopias por paciente) (Tabla 1, Fig. 2).
Discusión
Tomando en cuenta que la población de sexo femenino predomina en nuestro país (51%) y siendo que los síntomas como pirosis tienden a presentarse con mayor frecuencia en el sexo femenino1,2 (a pesar de que las complicaciones de ERGE se presentan más en el sexo masculino), esperábamos mayor número de respuestas de mujeres en la encuesta, con un margen de ± 10%.
De acuerdo con las recomendaciones de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, la endoscopia no debe usarse de forma sistemática como prueba de escrutinio para ERGE por su pobre sensibilidad diagnóstica2,8,10. En nuestro estudio el 37.70% de la población encuestada con ERGE se ha realizado alguna endoscopia por síntomas de reflujo en los últimos cinco años y de este total a 136 se les ha realizado endoscopia en una ocasión y a 94 en dos ocasiones o más.
Según Schlottmann, et al., la endoscopia es frecuentemente la primera prueba realizada para confirmar la ERGE11. Y en nuestro trabajo de investigación fue el método de diagnóstico que más se utilizó entre todos los empleados por síntomas de reflujo, representando el 52.4% de total.
Un estudio en Dinamarca12 reportó que de un total de 36,292 pacientes, al 67.5% se les realizó endoscopia sin biopsias de manera inicial para diagnosticar ERGE; considerablemente mayor al 37.70% reportado en nuestro estudio. Sin embargo, en la literatura internacional se reporta un número total de procedimientos por paciente significativamente menor (1.04 endoscopias por paciente, p = 0.05) al descrito en nuestros resultados (1.58 endoscopias por paciente).
En aproximadamente el 50 al 60% de los pacientes con reflujo anormal, se ha evidenciado que no hay daño a la mucosa11,13. Por lo tanto, la Asociación Mexicana de Gastroenterología menciona una serie de indicaciones para la realización de la endoscopia digestiva alta, que son: ERGE de más de cinco años de evolución o ERGE refractaria, en pacientes con signos de alarma como disfagia, hemorragia digestiva, dolor torácico y pérdida de peso no buscada, así como en aquellos pacientes con factores de riesgo para esófago de Barret y en los casos con sospecha de esofagitis eosinofílica2. Nuestros resultados son importantes porque a pesar de estos datos, en nuestra muestra la endoscopia es el método de diagnóstico más utilizado en pacientes con síntomas de reflujo gastroesofágico, haciéndonos cuestionar si se tenían las indicaciones para su realización en todos los casos, o si en su lugar se trata de un uso excesivo en los pacientes con ERGE.
Es importante mencionar que hay un sesgo potencial por ser un estudio distribuido por redes sociales, donde posiblemente contestaron las personas con mayor acceso a estas o que tienen más síntomas; sin embargo, el título de la encuesta y los métodos de aplicación buscaron reducir dichos sesgos al mínimo. Esto abre las puertas a la realización de nuevos estudios que consideren otras variables y que busquen investigar poblaciones con menor acceso a redes sociales. También estamos conscientes de que la variación en el número de pacientes que contestaron por cada región del país puede presentar un sesgo de selección, sin embargo creemos que con el número de muestra logramos compensarlo en lo más posible. Este estudio se enfocó en el número de endoscopias realizadas; las indicaciones, los síntomas asociados o refractarios y los costos del uso de la endoscopia formarán parte de otros estudios posteriores.
Nuestro estudio tiene múltiples puntos a favor: es el primer estudio prospectivo en población general adulta mexicana que reporta el uso de la endoscopia por síntomas de reflujo gastroesofágico. Se empleó una muestra amplia que incluyó individuos de todas las zonas del país, de ambos sexos y con edades desde los 18 hasta los 72 años, reportando endoscopias/paciente/año. Nuestro estudio muestra que la endoscopia es el método más empleado en pacientes con síntomas de reflujo gastroesofágico en la población general de México. El 37.70% se ha realizado por lo menos una endoscopia por síntomas de reflujo en los últimos cinco años y esta representa el 52.4% de todos los estudios utilizados en la ERGE.
En conclusión, el uso de la endoscopia como método diagnóstico inicial en pacientes con síntomas de reflujo en México parece ser menor a lo reportado en la literatura internacional, aunque el número total de procedimientos por paciente es significativamente mayor.