Introducción
Muy recientemente Claassen (2020) afirmó que:
Se cree ampliamente que la democracia requiere el apoyo público para sobrevivir. Sin embargo, la evidencia empírica para esta hipótesis es débil, ya que las pruebas existentes se basan en muestras transversales pequeñas y producen resultados contradictorios. El problema subyacente es que las medidas sobre el apoyo a la democracia están fragmentadas en el tiempo, el espacio y en diferentes preguntas de las encuestas (p. 118).
A partir de su estudio, que recuperó la cifra de 1,390 encuestas de opinión pública representativas a nivel nacional, recopiladas por 14 proyectos de encuestas, en 150 países y durante un período de 30 años, Claassen (2020) pudo determinar empíricamente que el apoyo público sí ayuda a la democracia a sobrevivir y que el apoyo está más fuertemente ligado a la permanencia de la democracia, que a su surgimiento.
Esta evidencia reviste especial importancia pues reivindica el valor de una variable muy utilizada en los estudios de opinión pública y fortalece el proceso interpretativo de datos basados en ella, ya sea para un país o una región.
A partir de este renovado valor que cobra el apoyo a la democracia -en términos de considerarla mejor que cualquier otra forma de gobierno aunque tenga problemas-, en el presente trabajo se aborda su análisis a partir de una nueva medida que integra indicadores de apoyo específico y difuso (basada en un análisis factorial exploratorio) y de una medida de actitudes antidemocráticas. Ambas innovaciones metodológicas se realizan a partir de datos provenientes de la ronda 2021 del Barómetro de las Américas para México y se justifican en la sección dedicada a las decisiones metodológicas. El análisis del apoyo a la democracia se realiza mediante una Regresión Ordinal. A la par se presentan resultados descriptivos que permiten establecer continuidades y discontinuidades con los datos provenientes de rondas anteriores del Barómetro de las Américas para este país. Con esta estrategia de indagación se pudo establecer que se sostiene un aumento en el apoyo difuso a la democracia mexicana a la par de un descenso en la tolerancia hacia golpes militares. A su vez, permitió constatar la relación entre el apoyo difuso a la democracia y el apoyo más específico, entre los cuales destaca la figura presidencial. Ambas dimensiones de apoyo contribuyen a la explicación de la “Democracia como única alternativa posible” junto al nivel educativo, el seguimiento de noticias y la evaluación del carácter democrático de México.
El apoyo a la democracia desde los estudios de opinión pública
En términos generales podemos asumir una noción amplia o difusa del apoyo a la democracia como el apoyo al régimen o las reglas y principios básicos por los cuales se ejerce la autoridad en un Estado (Claassen, 2020) y establecer así si la ciudadanía la considerada como la mejor forma de gobierno (Zovatto, 2002).
En términos empíricos, existe acuerdo en que la medición de este apoyo registra diversas opciones. En general se solicita a la ciudadanía encuestada que evalúe la idoneidad o conveniencia de la democracia, que compare la democracia con alguna alternativa antidemocrática o que evalúe una de estas formas antidemocráticas de gobierno. Para ello se han empleado más de 51 formas distintas de operacionalización,1 incluyendo los denominados “Churchill” ítems uno de los cuales es considerado en el Barómetro de las Américas.
A partir de la medición del apoyo hacia la democracia se puede afirmar que su descenso en Latinoamérica (LA) lleva aproximadamente una década que coincide con un proceso de desaceleración económica y la emergencia de líderes populistas en algunos países de la región (Zechmeister y Lupu, 2019).
A esto se suma el hecho de que algunos países de LA presentan problemas de criminalidad. Particularmente en México y algunos países de América Central grupos criminales transnacionales se vinculan con la corrupción, la inseguridad y la violencia (Sullivan, 2019).
De acuerdo con Castorena et al. (2020) en promedio, para LA y el Caribe, 57.7% de la ciudadanía consultada respaldaba la democracia en la ronda del Barómetro de las Américas 2018/19, un nivel similar al registrado en la ronda de 2016/17, cuando el apoyo a la democracia había registrado una caída significativa y preocupante en la región con respecto a los años anteriores.
Más allá de la discusión conceptual relativa a la distinción entre el apoyo difuso y el específico (Dalton, 2004; Norris, 2011), aquí asumimos esa distinción en clave metodológica-operacional en función de los datos analizados y de antecedentes que dan cuenta de su estrecha vinculación en Sudamérica (Katz y Levin, 2018).
En relación con el apoyo específico, una dimensión corresponde a la confianza política en las democracias contemporáneas. Respecto de ella, a menudo, el énfasis recae en las evaluaciones de desempeño cuando se trata de explicar su tendencia regional o a nivel país Esto implica asumir un enfoque de la confianza como evaluación, en el que las personas tienden a confiar en las instituciones más o menos siguiendo cálculos racionales y dependiendo de qué tan confiable perciban a cada institución en relación con sus puntos de referencia (Torcal y Christmann, 2021). Así, la disminución de la confianza política puede interpretarse como un síntoma de los déficits percibidos en el funcionamiento del proceso político y no como un efecto directo de, por ejemplo, una recesión económica. El nivel de confianza política permite así conocer cuán sensibles han sido las autoridades políticas y los y las representantes políticos(as) con las demandas de la ciudadanía para hacer frente, por ejemplo, a una crisis (Torcal, 2017).
La confianza en las instituciones gubernamentales -la confianza política- enfatiza la percepción de que el sistema político y las autoridades son responsables por los intereses y demandas del público (Reef y Knoke, 1999), es decir está condicionada por el accionar de los actores gubernamentales y sociopolíticos, por ende no constituye un rasgo estable de la persona. De allí que el modo de medirla debe posibilitar dar cuenta de esa complejidad situacional. Por ello también algunos autores sostienen que la indiferenciación entre la confianza en las instituciones políticas y las evaluaciones del desempeño del gobierno conlleva a serios problemas operacionales (Cattemberg y Moreno, 2005).
Este apoyo específico en términos de confianza en el gobierno, también se considera indispensable para una gobernabilidad democrática efectiva y legítima (Cfr. Levi y Stoker, 2000). La sensación de que “el sistema es justo para todos” se asocia positivamente con el cumplimiento voluntario de las reglas escritas y no escritas del gobierno y la administración (Peeters y Dussauge Laguna, 2021). Para Morales Mena (2015) el valor de la confianza política hacia las instituciones en una democracia reside en que facilita la cooperación, independientemente de las preferencias ideológico-partidistas de la ciudadanía. Para el mantenimiento de una democracia es indispensable que al menos una parte importante de la ciudadanía considere que las instituciones son legítimas y constituyen la forma más apropiada para regir la vida en sociedad. A la vez, posturas que defienden los pesos y contrapesos argumentan que cierto grado de desconfianza es saludable en un sistema democrático (Braithwaite y Levy, 2003). Asumir esto, sin embargo, no significa que la desconfianza en las instituciones es necesariamente un “signo de madurez política”. En todo caso este dato debe ser puesto en relación con otros para darle una correcta interpretación.
En LA la baja confianza política, de acuerdo con Peeters y Dussauge Laguna (2021), no es un fenómeno reciente, sino que tiene raíces históricas, que a menudo se remontan a legados coloniales y autoritarios. En esta región, según estos autores, podemos esperar que la ciudadanía se abstenga de participar en actividades públicas y se retiren de los intercambios con las instituciones públicas debido a su falta de confianza en el gobierno (que se ha reducido a la mitad en la última década, de un promedio de 45% en 2010 a 22% en 2018). Precisamente ellos señalan como uno de los principales obstáculos a la gobernanza en LA el carácter débil de su institucionalidad. Debilidad relativa tanto a la distribución del poder como a la implementación igualitaria o equitativa de las políticas públicas.
De modo complementario podemos observar lo que sucede con otro indicador de apoyo específico al desempeño del régimen democrático: la satisfacción con la democracia. Es otra medida de las evaluaciones que hace la ciudadanía respecto del régimen político, más específicamente de los resultados y el desempeño de las autoridades políticas del sistema al que pertenecen (Easton 1975, p. 437), por ello supone que está mediada por las interacciones con las autoridades políticas y las instituciones (Castorena, Graves y López, 2020). En LA y el Caribe el porcentaje promedio en la ronda 2018/19 del Barómetro de las Américas fue de 39.6% y su medición registró una variación entre un 26.1% en Panamá y un 59.5% en Uruguay (el único país que sobrepasó el 50%) (Castorena, Graves y López, 2020).
La contracara de esta debilidad institucional percibida y la consecuente insatisfacción con la democracia, es la tolerancia hacia acciones antidemocráticas. En LA la creencia en que los golpes ejecutivos están justificados bajo ciertas condiciones ha aumentado durante las últimas cuatro rondas del Barómetro de las Américas. En la anterior medición del Barómetro de las Américas se registró una variación en el nivel de tolerancia a los golpes ejecutivos que iba de un 9.2% en Uruguay hasta un 58,9% en Perú. A su vez, se observó que la tolerancia a los golpes ejecutivos fue menor que para los golpes militares si se da la condición de mucha delincuencia o mucha corrupción (Castorena, Graves y López, 2020).
I.2.El apoyo a la democracia en México
De acuerdo con Castorena, Graves y López (2020) las mediciones recientes en LA y el Caribe basadas en los índices V-Dem15 y Freedom House, muestran que México se encuentra justo en la mitad de la distribución, superando a países centroamericanos (especialmente a los que componen el “triángulo norte”), y por debajo de la mayoría de los países del Cono Sur. En 2019 el 62.7% de la ciudadanía apoyaba la democracia como la mejor forma de gobierno, lo que ubicaba al país en el quinto puesto por debajo de Uruguay, Costa Rica y Argentina, y muy cerca del nivel de Chile. A su vez, el apoyo a la democracia se recuperó en 2019 respecto al 2016 (55.4% en 2019 y 44.8% en 2016), alcanzando niveles similares a mediciones previas a dicho año. Con este incremento, México en 2019 fue el segundo país con mayor apoyo al sistema, luego de Costa Rica (59.2%).
La satisfacción con la democracia de los/as mexicanos/as aumentó significativamente en 2019 en comparación con 2016 (46.4% y 26.5% respectivamente), aunque fue bastante menor al nivel registrado anteriormente entre 2004 y 2008.
Para 2019 un 65.8% de la ciudadanía mexicana creía que su país era una democracia.
El apoyo a los golpes militares justificados por altos niveles de corrupción era del 42.5%, registrando una disminución de 7.8 puntos porcentuales en 2019 en comparación con 2016.
Respecto de la ronda 2016, la tolerancia a los golpes militares por altos niveles de delincuencia permaneció constante (44% en 2019), manteniendo la distancia con el alto nivel que se había registrado en 2006 (63%) (Castorena, Graves y López, 2020).
Al comparar la medición 2016 con la 2019 se constata que el aumento más notable se dio en el indicador que mide la confianza en el jefe del ejecutivo nacional. La confianza en el presidente Andrés Manuel López Obrador (66,6% en 2019) era de más del doble de la confianza registrada en la medición anterior cuando ocupaba la presidencia Enrique Peña Nieto (26.3% en 2016). Además, cabe resaltar que se trató del nivel más alto de confianza en el ejecutivo nacional desde que inició su medición en 2008 (Castorena, Morton y Romero, 2020).
Más allá de este dato, el apoyo al sistema político en México se explicaba significativamente en mayor grado por la confianza en el gobierno local, luego por el tamaño del efecto de la eficacia externa, la confianza en el ejecutivo y la tolerancia política (Castorena, Morton y Romero, 2020). Los presidentes y gobiernos locales son instituciones visibles a la ciudadanía, por tanto, los niveles de confianza en estas instituciones constituyen un predictor fuerte del apoyo al sistema en general.
A su vez, la confianza en las elecciones aumentó de 2016 a 2019. Castorena, Morton y Romero (2020) interpretan ese dato recurriendo a un factor contextual: los resultados de las elecciones federales de 2019 en la que un partido de reciente creación obtuvo la presidencia y una gran parte de los escaños del Congreso. Para ellos varias de las mejoras en las mediciones para el caso México pueden estar relacionadas con un factor contextual: el momento en que se realizan las elecciones2 (más próximas a la medición) y las expectativas que generan. Por ello, establecer si se mantuvieron o no estas tendencias en la siguiente ronda es relevante en términos evaluativos.
A la par de estas tendencias alentadoras, el apoyo a los golpes ejecutivos3 también aumentó en 2019 en México respecto a 2016, alcanzando su punto más alto en la serie del Barómetro de las Américas que se realiza desde 2010. México se situaba así como el segundo país con mayor apoyo a los golpes ejecutivos con un 28,1% de respuestas positivas. A partir de los datos recopilados en 2021 podremos conocer qué sucede con esta actitud que justifica el cierre del Congreso.
Por otra parte, en 2019 entre quienes están en desacuerdo con la afirmación de que su país es una democracia (un 34% de los/as encuestados/as), el 79.4% reporta que están insatisfechos con la forma como funciona la democracia en su país. Más allá de la coherencia entre estos indicadores en este 79.4%, puede haber una diferencia entre ellos que amerita ser indagada. La insatisfacción y la evaluación como “No democracia” puede derivar tanto de altos estándares democráticos que exceden la definición minimalista asumida generalmente en los estudios de opinión pública, como de disposiciones no democráticas que tienden a percibir al accionar de gobiernos y representantes opuestos a sus preferencias como ilegítimos o autoritarios, por ende no democráticos.
Por último, la evidencia producida a partir de los datos de rondas anteriores del Barómetro de las Américas permitió establecer que el apoyo a la democracia (difuso y específico) varía en función de un conjunto de variables sociodemográficas (riqueza, educación, edad, sexo y residencia urbana/rural) y se asocia con la intención de migrar (Castorena, Graves y López, 2020; Castorena, Morton y Romero, 2020). En función de estos hallazgos se indagará si en la ronda 2021 se constata el aporte de estas (junto a otras) variables.
Metodología
Datos
Los datos provienen de la ronda 2021 del Barómetro de las Américas para México disponibles en http://datasets.americasbarometer.org/database.
Para el presente estudio se consideró un subconjunto de los datos para México (N = 1520) en función de que algunas de las variables seleccionadas no fueron medidas en toda la muestra de la ronda 2021 (N = 2998). Se consideran los datos correspondientes a la sección “Core A” del cuestionario. A su vez, dentro de “Core A” se aplicaron versiones distintas del cuestionario, disminuyendo el tamaño de la submuestra (ver detalle en Tabla 1).
Variables seleccionadas
Se detallan en Tabla 1, a continuación mostrada.
Tipo de variable | Nombre de la variable | Transformación de variables | Construcción de variables |
---|---|---|---|
Sociodemográficas | edad (Q2) | Intervalos | |
género (Q1TB) | |||
región de México | |||
nivel educativo (EDR) | |||
etnia (ETID) | Reducción de escala de 7 a 3 | ||
Menaje de la vivienda: R3; R4; R6; R7; R15; R18N; R16 y R27. | Sumatoria | ||
Prácticas | Seguimiento de noticias (GI0N) | Inversión de codificación | |
Psicosociales | Percepción del problema más grave en México (A4) | De categoría a variable: Economía De categoría a variable: Corrupción/ Política | |
Confianza interpersonal (IT1) | Inversión de codificación | ||
Conocimiento político (CONOCIM) | Inversión de codificación | ||
JC13: golpe de Estado por los militares…mucha corrupción (N= 691)- | Recodificación: 0 y 1 | Sumatoria: Actitudes antide-mocráticas | |
JC15A cuando el país enfrenta momentos muy difíciles, se justifica que el presidente del país cierre el Congreso y gobierne sin Congreso (N = 640) | Recodificación: 0 y 1 | Sumatoria: Actitudes antidemocráticas | |
CHM1BN: sistema político mejor: Elecciones, aunque algunas personas no tengan acceso a un ingreso básico y servicios (N = 644) | Recodificación: 0 y 1 | Sumatoria: Actitudes antidemocráticas | |
CHM2BN: sistema político mejor: Libertad para expresar opiniones políticas, aunque algunas personas no tengan acceso a un ingreso básico y servicios (N = 627) | Recodificación: 0 y 1 | Sumatoria: Actitudes antidemocráticas | |
CSES6N: Tener un líder fuerte en el gobierno, incluso si ese líder no cumple del todo con las reglas para conseguir resultados | Inversión de codificación Reducción de escala de 5 a 2 | Sumatoria: Actitudes antidemocrática | |
B2: respeto por las instituciones políticas de México | Reducción de escala: de 7 a 4 puntos | *AF: Apoyo a la democracia | |
B3: DD básicos del ciudadano están bien protegidos por el sistema político mexicano | Reducción de escala: de 7 a 4 puntos | AF: Apoyo a la democracia | |
B4: orgullo de vivir bajo el sistema político mexicano | Reducción de escala: de 7 a 4 puntos | AF: Apoyo a la democracia | |
B6: se debe apoyar al sistema político mexicano | Reducción de escala: de 7 a 4 puntos | AF: Apoyo a la democracia | |
M1: gobierno actual, el trabajo que está realizando el Presidente Andrés Manuel López Obrador es… | Inversión de codificación Reducción de escala: de 5 a 4 puntos | AF: Apoyo a la democracia | |
ING4: Puede que la democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno. | Reducción de escala de 7 a 3 | ||
PN4: Satisfacción con la forma en que la democracia funciona en México | Inversión de codificación | AF: Apoyo a la democracia | |
B32: confianza en su municipio/ delegación | Reducción de escala: de 7 a 4 puntos | AF: Apoyo a la democracia | |
B47A:confianza en las elecciones en este país | Reducción de escala: de 7 a 4 puntos | AF: Apoyo a la democracia | |
ANESTG: confianza en que el gobierno nacional hace lo correcto | Inversión de codificación | AF: Apoyo a la democracia | |
DEM30: México es una democracia | Recodificación: 0 y 1 | ||
Q14: intenciones de irse a vivir o a trabajar a otro país en los próximos tres años | Recodificación: 0 y 1 |
* AF: Análisis Factorial
Construcción de variables
La literatura sobre el apoyo a la democracia, ya sea difuso o específico, cuenta con antecedentes que tratan de aportar medidas integrales que reúnen datos de dos o más variables (Alonso, Brussino y Civalero, 2018; Booth y Seligson, 2009; Castorena, Morton y Romero, 2020; Katz & Levin, 2018; Magalhães, 2014; Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2004), generalmente construyendo índices aditivos. La evidencia empírica provista por estos y otros antecedentes: a) confirma que existe una conexión importante entre una medida general de apoyo político (legitimidad política) y otros indicadores difusos y específicos de la legitimidad democrática y b) reconoce que la confianza en instituciones específicas puede expandirse hacia la confianza más difusa y, por supuesto, en sentido contrario.
En función de estos antecedentes se optó por establecer si era factible un Análisis Factorial Exploratorio. En Tabla 1 se detallan las variables seleccionadas para este procedimiento.
Por otra parte, se consideró pertinente abordar un conjunto de variables dicotómicas que proveen datos actitudinales y que no fueron distribuidas homogéneamente en la sub muestra seleccionada correspondiente a la sección “A” del cuestionario (N= 1520). En Tabla 1 se identifican las variables seleccionadas y el número de casos de cada variable. Así, se pudo obtener una aproximación a dichas actitudes para el total de los casos seleccionados. A este conjunto de datos se sumó la variable ordinal CSES6N: “Tener un líder fuerte en el gobierno, incluso si ese líder no cumple del todo con las reglas para conseguir resultados”. A partir de este procedimiento se construyó la variable “Actitudes antidemocráticas” (ver Tabla 1).
Análisis de datos
Se efectuó un primer análisis mediante SPSS 25.0 (IBM-SPSS-Statistics©) para describir las diferentes variables, calculando sus frecuencias, porcentajes y medidas de tendencia central con el fin de valorar las puntuaciones obtenidas en la muestra. En una segunda etapa y a efectos de establecer la estructura interna del Apoyo a la democracia, se procedió a realizar un análisis factorial exploratorio (AFE) utilizando el software FACTOR versión 10.8.04 WIN32. Se determinó la confiabilidad del instrumento calculando el coeficiente Omega de Mc Donald mediante R versión 4.0.0.
En tercer término se procedió a implementar un Análisis de Regresión Ordinal o modelo universal polinómico (PLUM), mediante SPSS 25.0 (IBM-SPSS-Statistics©) considerando como variable dependiente a ING4 que capta el apoyo más difuso a la democracia. Cuando la variable respuesta es ordinal -como en este caso-, el análisis de los datos mediante la regresión logística multinomial omitiría información importante correspondiente a la naturaleza ordinal de la variable respuesta. El modelo de regresión ordinal no requiere normalidad de las variables, homocedasticidad ni incorrelación de los residuos. Se recurrió al modelo de Odds, uno de los más usados por su fácil interpretación y por su similitud con los modelos para respuesta binaria y multinomial (Quispe Flores, 2016). Modelo válido precaisamente bajo el cumplimiento del supuesto de proporcionalidad de los odds (supuesto de regresión paralela) probado mediante el test de Wald, de lo contrario los resultados obtenidos podrían ser incorrectos o incompletos (Sasidharan y Menendez, 2014).
Resultados
Caracterización de la muestra: principales tendencias
Se describen los resultados correspondientes a la muestra de la ronda 2021 (N= 2998) en comparación con el subconjunto de datos seleccionados (N = 1520).
Región del país. La diferencia entre ambas muestras oscila entre un 0.9% y un 2,2%. En la submuestra (N = 1520) tienen un mayor porcentaje las regiones Centro y Sur en comparación con la muestra general.
El problema más grave de México. Coinciden en los tres primeros problemas según sus frecuencias, no así en su orden. En ambas muestras el problema más frecuente fue Coronavirus/pandemia/Covid-19: 19,4% (N = 1520) y 19,3% (N = 2998). En la submuestra siguen en orden descendente: “Economía, problemas con, crisis de” con un 16,5% y “Delincuencia, crimen” con un 16,3%. En muestra general siguen “Delincuencia, crimen” con un 17,8% y “Economía, problemas con, crisis de” con 16,2%
Al transformar algunas categorías en variables dicotómicas se registró que un 11% percibe como principal problema a la Corrupción -Mal gobierno o La política/ Los políticos. Y un 25,4% considera que el problema prioritario era la Economía - Desempleo o Inflación.
Variable | N = 1520 | N = 2998 |
---|---|---|
Edad | Media = 41.2 ds 15.393 | Media = 41.5 ds 15.41 |
Género | 53% Masculino | 52% Masculino |
Nivel educativo: Secundaria/ Media Superior/ Bachillerato | 46.8% | 47.2% |
Nivel educativo: Universitaria, superior no
universitaria o técnico universitario |
38% | 37% |
Etnia Mestiza | 55.2% | 54.6% |
Etnia Blanca | 18.6% | 19.8% |
Menaje de la vivienda | Media = 5.73 | Media =5.61 |
Seguimiento de noticias | 49.7% Diariamente 38.7% Algunas veces por semana | 48.2% Diariamente 39% Algunas veces por semana |
Confianza interpersonal | 39% Algo confiable | 39.7% Algo confiable |
Conocimiento político | 53% Ni alto Ni bajo 26% Alto | 53.7% Ni alto Ni bajo 24.8 Alto |
México es una democracia | 68.5% Sí | |
Intención de migrar | 26.9% Sí | |
Variable dependiente: Puede que la
democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno |
67.5% entre 5 y 7 puntos | 65.3% entre 5 y 7 puntos |
Al considerar las variables construidas para este estudio se observa que el Apoyo a la democracia más centrado en la figura del Ejecutivo Nacional (Factor 1) tiende a ser alto, un 35.4% puntúa entre 9 y 12 puntos y un 27.1% puntúa entre 7 y 8 puntos. Por otra parte, el Apoyo a la democracia a nivel de sistema e instituciones distintas al Ejecutivo Nacional registra un 55% con puntajes más altos (entre 17 y 24 puntos). Y en relación con la variable Actitudes antidemocráticas se observa que un 62.6% registra algún tipo de ellas. El modo correspondió al valor cero, es decir a la categoría sin actitudes antidemocráticas. Un 10.5% solo apoya la posibilidad de un Líder fuerte (CSES6N). Un 18.2% apoya sólo la falta de elecciones o de libre expresión, un 12.8% % apoya algún tipo de golpe ya sea militar o del ejecutivo. Un 6.8% apoyaría la emergencia de un Líder fuerte junto a la falta de elecciones o libre expresión o junto a un golpe presidencial. Y un 13.4% expresa mayores actitudes antidemocráticas: apoyo a golpes junto a la falta de elecciones/libre expresión y/o junto a la emergencia de un Líder fuerte.
2. Apoyo a la democracia: Evidencia de estructura interna.
De acuerdo a las recomendaciones de Izquierdo, Olea y Abad (2014) se efectuó un análisis de la calidad métrica de los ítems, a fin de someter los más adecuados al AFE. También se siguió la recomendación de Finney y Di Stefano (2006) de recurrir a correlaciones policóricas cuando se tienen pocas categorías de respuestas categóricas (escala de 4 puntos).
Se optó por aplicar el AFE mediante el software FACTOR que permite trabajar con correlaciones policóricas cuando se sospecha que el modelo lineal puede ser inadecuado (Ferrando y Anguiano-Carrasco, 2010) y se siguió la propuesta de Lloret et al. (2017) de utilizar el método de estimación Unweighted Least Squares (ULS) y optar por la rotación PROMIN, flexible pero simple. Siguiendo la sugerencia de Ledesma et al. (2019) se optó por combinar diferentes criterios de selección de factores: Análisis Paralelo (AP), prueba de promedio parcial mínimo (MAP), índices de bondad de ajuste disponibles al utilizar correlaciones policóricas y minimización de residuos.
Se estableció que era posible el AFE mediante: a) determinante de la matriz de correlaciones significativa = 0.072421060679376; b) índice de adecuación muestral KMO = 0.83389 (good) y c) test de esfericidad de Bartlett significativo = 3464.9 (df = 45; p = 0.000010). Los 9 ítems seleccionados fueron sometidos a un AFE con las especificidades ya informadas.
Un primer análisis se realizó solicitando la extracción de dos factores que explican el 0.55% de la varianza (40% el primer factor y 15% el segundo factor). De todos modos, de acuerdo al AP basado en el AF de rango mínimo (Timmerman y Lorenzo-Seva, 2011) el número de dimensiones aconsejadas cuando se considera el percentil 95 fue uno, reteniendo los 9 ítems. Al analizar las saturaciones factoriales de los ítems con un criterio mayor a .35 (Costello y Osborne, 2005) se constató que los 9 ítems lo cumplían.
El índice McDonald›s Omega registró un valor de .82 considerado adecuado teniendo en cuenta los criterios de Ventura-León y Caycho-Rodríguez (2017) respecto a la magnitud de la confiabilidad.
Variable | Factor 1
Apoyo al Poder Ejecutivo |
Factor 2
Apoyo al sistema y otras instituciones |
---|---|---|
ANESTG: confianza en que el gobierno nacional hace lo correcto | 1.073 | |
M1: gobierno actual, el trabajo que está
realizando el Presidente Andrés Manuel López Obrador es… |
1.045 | |
PN4: Satisfacción
con la forma en que la democracia funciona en México |
0.512 | |
Confianza Política (B47A):confianza en las elecciones en este país | 0.756 | |
Confianza Política (B32): confianza en su municipio/delegación | 0.739 | |
B3: DD básicos del ciudadano están bien
protegidos por el sistema político mexicano |
0.649 | |
B2: respeto por las instituciones políticas de México | 0.586 | |
B6: se debe apoyar al sistema político mexicano | 0.530 | |
B4: orgullo de vivir bajo el sistema político mexicano | 0.518 |
* Rotated loading matrix
Inter-Factors Correlation = 0.688
Apoyo difuso a la democracia: variables asociadas
En función de la naturaleza ordinal de la variable respuesta - Apoyo difuso a la democracia- se procedió a aplicar un Análisis de Regresión Ordinal. Por tratarse de una variable categórica de tres categorías (Bajo - Medio - Alto) se recurre a una transformación de las categorías en variables dummy (n-1) con el objetivo de facilitar la interpretación del modelo.
Se realizó la prueba de líneas paralelas para evaluar si se verifica el supuesto de proporcionalidad de los odds. La hipótesis nula es que los odds son paralelos. Por lo tanto, el objetivo es no rechazar la hipótesis nula. En función de los resultados obtenidos (Logaritmo de la verosimilitud -2 = 1987,269; Chi-cuadrado = 6,909; gl = 6; p=,329) se asume que se cumple el supuesto.
En una primera etapa del análisis se consideraron modelos de regresión ordinal para cada uno de los dos grupos de factores (características): 1) sociodemográficas y prácticas y 2) psicosociales. A partir de ellos se identificaron variables que no integraban el modelo a pesar de haber evidenciado asociación bivariada con la variable respuesta: Edad, Conocimiento político y Menaje de la vivienda.
Posteriormente se ajustó un modelo considerando simultáneamente los dos tipos de factores. En Tabla 5 se presenta el modelo final.
Estimaciones de parámetro | Estimación | Desv. Error |
Wald | gl | Sig. | Intervalo de confianza al 95% |
||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Límite
inferior |
Límite
superior |
|||||||
Umbral | Apoyo
Democracia = 1 |
2.387 | 0.479 | 24.851 | 1 | 0.00 | 1.449 | 3.326 |
Apoyo Democracia = 2 |
3.219 | 0.482 | 44.532 | 1 | 0.00 | 2.274 | 4.165 | |
Ubicación | Nivel educativo | 0.435 | 0.092 | 22.26 | 1 | 0.00 | 0.254 | 0.615 |
Seguimiento de Noticias |
0.152 | 0.073 | 4.315 | 1 | 0.038 | 0.009 | 0.294 | |
VI Apoyo Factor 2 |
0.111 | 0.016 | 47.166 | 1 | 0.00 | 0.079 | 0.143 | |
VI Apoyo
Factor 1 |
0.122 | 0.029 | 17.92 | 1 | 0.00 | 0.065 | 0.178 | |
Actitudes
Anti- Democráticas |
- 0.064 | 0.035 | 3.369 | 1 | 0.066 | -0.132 | 0.004 | |
México es una
Democracia=0 |
- 0.645 | 0.132 | 24.039 | 1 | 0.00 | -0.903 | -0.387 | |
México es una Democracia=1 |
0a | . | 0 |
Función de enlace: Logit.
a Este parámetro está establecido en cero porque es redundante.
Ajuste del modelo: Logaritmo de la verosimilitud = 1994.178; Chi-cuadrado = 196.393; gl= 6; p= .000
Ajuste adecuado del modelo a los datos: Pearson (P): p= 0.424 y Desvianza (D): p= 1.00.
Discusiones
A partir del subconjunto de datos abordados se pudo aproximar una estimación del apoyo a la democracia en México en términos de cuántos consideran que la democracia es “la única alternativa disponible” (Linz y Stepan, 1996), incluso a pesar de graves problemas de larga data y de una situación novedosa como la pandemia por la COVID-19. A la par, se aportó una nueva medición que integra otras variables relativas al apoyo difuso y específico a la democracia, para así alcanzar un análisis más parsimonioso de la variable ING4: “Puede que la democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno”.
Para Linz y Stepan (1996) “una gran mayoría de la opinión pública” creyendo en los procedimientos e instituciones democráticas es indicativa de una consolidación democrática. Algo similar sostiene Claassen (2020) respecto del mantenimiento de las democracias.
Aunque no se cuente con un estándar preciso que permita saber si un determinado porcentaje de la ciudadanía constituye “una gran mayoría”, igualmente se puede aproximar una valoración del nivel de apoyo para el caso de México. Respecto de 2019 se evidenció un aumento de este apoyo difuso, y que fue mayor al considerar el subconjunto de los datos. En 2021 un 67.5% ve en la democracia “la única alternativa”. Otras variables también registraron aumentos relativos al apoyo a la democracia: “México es una democracia” (68.5%); “Satisfecho/a con la democracia” (49%) y “Se debe apoyar al sistema político” (64.6%). Y en relación con el Ejecutivo Nacional se observan variaciones según la variable que se analice. La aprobación del trabajo de López Obrador (M1) se mantiene en 70%, en cambio el nivel de Confianza en el presidente (B21A) desciende a 52.7%, un porcentaje similar al registrado cuando se pregunta si se confía en que el gobierno nacional hace lo correcto (ANESTG = 57.2%).
En 2021 también se registra una disminución de la confianza en las elecciones, pasando del 49.3% al 42.1% en un año con elecciones para cargos federales y locales (diputados/as, gobernadores/as, ayuntamientos y alcaldías).
En conjunto estos resultados pueden indicar la relativa fortaleza de la democracia luego de una situación excepcional como la pandémica.
De todos modos, para complementar la interpretación es conveniente considerar que frente a la “gran mayoría” que apoya, debiera posicionarse un “muy bajo” o “aislado” apoyo a alternativas antidemocráticas (Linz y Stepan, 1996). En LA y el caribe, por su historia de dictaduras militares, una variable relevante es la tolerancia hacia golpes de Estado por parte de fuerzas militares. En México se registra un sostenido descenso en su porcentaje, llegando a 36.2% en 2021 (JC13).
Junto a este dato se evidencia otro de más difícil interpretación: aumenta a 30.3% la tolerancia a que el presidente del país cierre el Congreso y gobierne sin Congreso si el país enfrenta momentos muy difíciles (JC15A). A la par un 26.7% acepta “Tener un líder fuerte en el gobierno, incluso si ese líder no cumple del todo con las reglas para conseguir resultados” (CSES6N). Quizás estas actitudes refieren al margen de mayor autonomía que se otorga para gobernar con efectividad en un contexto de alto apoyo difuso y de alta aprobación al trabajo del presidente. El carácter saliente de la figura presidencial puede estar afectando la atención y evaluación hacia otros poderes estatales. A su vez, la situación pandémica puede haber operado como un caso de “momento difícil del país” que permitió testear esta posibilidad ante la inactividad del poder legislativo que recién en septiembre de 2020 autorizó la implementación de sesiones plenarias en modalidad remota (Red Latinoamericana por la Transparencia Legislativa, 2021). Inactividad que ha sido la nota dominante para la mayoría de los países latinoamericanos (Alcántara, 2020).
En tanto factor contextual la situación pandémica -percibida como principal problema del país- pudo haber propiciado que la atención recaiga sobre la gestión por parte de la figura presidencial instalando un nuevo estándar de valoración para este actor político y consecuentemente para la democracia bajo una condición de excepcionalidad.
Esta relación entre apoyo difuso y específico focalizado en la figura presidencial no es atípica. Katz y Levin (2018) reportan vínculos entre ambas dimensiones y Magalhaes (2014) registra que la percepción de la efectividad del gobierno se relaciona con mayores niveles de apoyo a la democracia, algo similar puede estar dándose actualmente en México.
Reforzando esta evidencia, se puede remarcar los resultados relativos a la estructura interna identificada al integrar otras variables que miden el apoyo a la democracia. El primer factor retiene dos variables que captan la evaluación del ejecutivo nacional junto a la medida de satisfacción con la democracia. A su vez, ambos factores correlacionan entre sí e impactan en la explicación del apoyo difuso a la democracia.
En función de estos hallazgos puede sostenerse que los distintos apoyos no provienen de fuentes diferentes y suponer que la tolerancia hacia “golpes presidenciales” no tiene las mismas bases que la dirigida a los golpes militares.
Al valorar la relación de distintas variables con el apoyo difuso hacia la democracia se constató que las actitudes antidemocráticas (entre ellas la tolerancia a golpes militares o presidenciales) estuvieron muy próximas a cumplir con el nivel de significación exigido para los parámetros (p= 0.06). El signo negativo de su coeficiente permite reconocer que a mayor nivel de este tipo de actitudes es más probable creer que la democracia “no es la única alternativa disponible”.
En igual sentido puede entenderse la percepción de que México no es una democracia. Sería más esperable que quienes así perciban lo hagan por disposiciones no democráticas, que los llevan a evaluar al accionar de gobiernos y representantes opuestos a sus preferencias políticas como ilegítimos o autoritarios, por ende, no democráticos.
En relación con las variables sociodemográficas cabe resaltar que sólo el nivel educativo contribuye a la explicación del Apoyo difuso a la democracia.
Por otra parte, el seguimiento de noticias también aporta a la explicación de este tipo de apoyo. Su contribución puede entenderse también por constituir un factor contextual. Los primeros meses de la pandemia -marzo, abril y mayo de 2020- registraron altos consumos de contenido informativo en México (Reuters Institute, 2021). Estudios complementarios podrían establecer si el seguimiento de noticias se vincula con la evaluación de la figura presidencial y su performance durante ese período crítico.
Futuras indagaciones podrán testear si el modelo aquí identificado, en función de un subconjunto de datos, es replicado en una muestra representativa de la ciudadanía mexicana y así avanzar en la comprensión del apoyo a la democracia y los factores tanto contextuales como individuales asociados a ella.