Introducción
Las enfermedades de origen infeccioso y no infeccioso tienen un impacto negativo en los sistemas de producción bovina, ya que afectan de forma significativa la eficiencia reproductiva del hato. Entre los padecimientos más comunes que afectan al aparato reproductor, se encuentran: la retención placentaria, metritis, endometritis, piometra, reabsorciones embrionarias, aborto, anestro, repetición de estro e infertilidad. Estas enfermedades son favorecidas por diferentes factores predisponentes, entre los que se encuentran los relacionados con la higiene, durante y después del parto (Sheldon et al., 2004; Credille et al., 2014), debido a que durante este tiempo el canal genital está temporalmente abierto (Martins y Borges, 2011) y las bacterias que normalmente habitan la región perianal y vulvar, pueden ascender y causar infección (Fernández et al., 2006).
Los problemas reproductivos infecciosos en el ganado bovino son la causa principal de eliminación de vacas, propiciando pérdidas económicas en la producción animal (Orrego et al., 2003), por lo que la temprana y correcta detección del patógeno específico involucrado en las infecciones del tracto reproductor, es esencial para prevenir problemas reproductivos (Fernández et al., 2006; Galvão, 2012).
Por lo anterior el objetivo del presente estudio fue determinar la presencia e identificación de microorganismos bacterianos en útero y su posible relación como causa de eliminación de vacas sacrificadas en rastro.
Material y Métodos
El presente estudio se realizó en el laboratorio de Anatomía y Necropsias, así como en el laboratorio de Investigación de Bacteriología del Área Académica de Medicina Veterinaria y Zootecnia, en el Instituto de Ciencias Agropecuarias (ICAp), Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Se obtuvieron 32 úteros de hembras bovinas, sacrificadas en el rastro municipal de Tulancingo; los úteros se transportaron en bolsas de plástico en forma individual dentro de una hielera a temperatura ambiente, entre 15 y 25°C, hasta el laboratorio de Anatomía y Necropsias. Posteriormente se realizó la desinfección externa del cuerpo del útero con cloruro de benzalconio y se introdujeron 50 ml de solución salina estéril en el lumen uterino, mediante una aguja hipodérmica conectada a una jeringa de 10 ml; se aplicó masaje y finalmente se recuperó la mayor cantidad de líquido posible. Las muestras obtenidas fueron depositadas en tubos Falcon de 15 ml y se centrifugaron a 3500 rpm durante 10 minutos; después fue separado el precipitado y se colocó en tubos nuevos numerados para realizar el cultivo.
Los precipitados fueron sembrados en Agar Sangre y Agar McConkey, para observar el crecimiento y características morfológicas de las colonias bacterianas; posteriormente se les realizó una tinción de Gram para diferenciar a las bacterias en dos grupos (Gram positivas y Gram negativas), observando su morfología. A las colonias identificadas como Cocos Gram positivos, se les realizaron las pruebas bioquímicas de Catalasa, Cultivo en agar sal y manitol y coagulasa; mientras que a las identificadas como Bacilos Gram negativos, se les realizaron las pruebas IMViC, para realizar la identificación del género y la especie bacteriana. Las frecuencias obtenidas de los grupos anteriormente mencionados fueron analizados con el PROC FREQ (SAS, 1982), mediante la prueba de (2 , a una significancia de 0.05.
Resultados
Aislamiento de bacterias Gram negativas y Gram positivas
Las 32 muestras uterinas presentaron aislamiento bacteriano, y la tinción de Gram mostró que 18 de estas muestras (56.25%), correspondieron a cocos Gram positivos y 14 muestras (43.75%) a bacilos Gram negativo; sin diferencias entre grupos (P>0.05).
Identificación de bacterias
A las 18 muestras identificadas como cocos Gram positivos se les realizó la prueba de catalasa, dando resultado positivo; por lo tanto, se identificó de manera preliminar al género Staphylococcus spp; posteriormente se realizó la prueba de coagulasa, dando resultados negativos, e identificando como Staphylococcus coagulasa negativo (SCN), sin diferencias significativas (P>0.05). Después se realizó la prueba de agar sal y manitol, dando como resultado 27.78% de Staphylococus que fermentan manitol, sin diferencias entre los que no fermentan (72.22%; P>0.05).
Asimismo, a partir de las 14 muestras identificadas como bacilos Gram negativos, se realizaron las pruebas IMViC para enterobacterias, mostrando 5 aislados preliminares de esta familia, sin diferencias significativas entre grupos (P>0.05; cuadro 1).
Total de bacterias aisladas de útero de vacas sacrificadas en rastro
El total de las bacterias aisladas se muestran en el cuadro 2, donde Staphylococcus SCN, posiblemente especie epidermidis (manitol +) fue la bacteria aislada con mayor frecuencia (40.62%; P<0.05), con respecto a los demás grupos, que fue de 15.62% para Staphylococcus SCN posiblemente especie arlettae (manitol -), 15.62% a Salmonella spp, 12.5% a E.coli, 9.37% a Hafnia alvei, 3.12% a Klebsiella spp y 3.12% a Kluyvera ascorbata.
Microorganismo | Numero de aislamientos | Porcentaje |
---|---|---|
Staphylococcus epidermidis | 13 | 40.62a |
Staphylococcus arlettae | 5 | 15.62b |
Salmonella entérica | 5 | 15.62 b |
Escherichia coli | 4 | 12.50 b |
Hafnia alvei | 3 | 9.37 b |
Klebsiella sp. Enterobacter sp. | 1 | 3.12 b |
Kluyvera ascorbata | 1 | 3.12 b |
abLiterales distintas en una misma columna indican diferencia (P<0.05)
Discusión
La mayor frecuencia de aislamientos bacterianos de la presente investigación fue para el género Staphylococcus coagulasa negativo (SCN), sugiriendo la especie epidermidis (manitol +) y arlettae (manitol -). El género Staphyloccocus se encuentran de forma natural en la piel de vacas adultas y novillas; sin embargo, también han sido aislados en el interior de los pezones, la vagina, el pelaje y las fosas nasales, considerándolos como microorganismos oportunistas, cuyo protagonismo como patógeno ha ido en aumento (Boscan et al., 2010; Pyörälä y Taponen, 2009). Durante el parto y el puerperio el tracto genital de la hembra está expuesto al medio, y permite que bacterias que normalmente habitan la región perineal y vulvar, asciendan y causen infecciones; sin embargo, microorganismos como Staphylococcus spp han sido aislados en vacas clínicamente sanas en distintas etapas del ciclo estral, como se reportó en un estudio realizado por Fernández et al. (2006), quienes obtuvieron un 17% de frecuencia de aislamiento para estos microorganismos a partir de muestras uterinas. En este mismo estudio Staphylococcus spp, se relacionó con problemas reproductivos e infertilidad, al ser reportado con un 47 % de aislamiento en vacas con problemas de fertilidad. Estos resultados se asemejan a lo obtenido en el presente estudio donde se posiciona a los SCN como los principales microorganismos encontrados con el 56.25% del total de los aislamientos.
Por lo tanto, estos microorganismos que son considerados como parte de la microbiota normal del útero y tienen el carácter de oportunistas (Fernández et al., 2006), pueden llegar a asociarse con otras bacterias al favorecer su desarrollo e infección del útero (Werner et al., 2012).
En el presente estudio no se pudo afirmar con certeza que las vacas a quienes pertenecían los úteros presentaban problemas reproductivos y de fertilidad, ya que las muestras fueron de úteros procedentes de vacas sacrificadas en rastro, y la causa de su eliminación fue desconocida. Sin embargo, se ha reportado que Staphyloccocus (SCN) puede estar presente en vacas con infección uterina (metritis o endometritis; Fernández et al., 2006), la cual pudo llevar al fracaso en la fertilidad; siendo la probable causa de su eliminación, al haber representado la mayor frecuencia (56.25%), con respecto a los demás aislamientos del presente estudio.
El ganado bovino Salmonella enterica serotipo Dublín, es una especie mayormente conocida de este género (O´Leary, 2014), que está adaptada a su hospedador, causando enfermedad sistémica, abortos y trastornos reproductivos, debido a su capacidad de diseminarse vía hematógena (Nielsen, 2003). En este estudio también se obtuvo un aislamiento de 15.62% de Salmonella sp., de especie desconocida; sin embargo no se pueden dejar pasar las características patogénicas de este género; y podríamos sugerir que también esté involucrado en este tipo de problemática en la reproducción.
Por su parte E. coli, se conoce que coloniza el intestino pocas horas después del nacimiento y se ha reportado como microorganismo presente en vacas con problemas reproductivos (Santos et al., 2010; Sánchez et al., 2011). En el presente estudio se obtuvo 12.5% de aislamientos para E. coli, lo que se asemeja a los resultados obtenidos por Boscán et al. (2010) quien obtuvo 11.01% de aislamientos; por su parte González et al. (2007), encontró 22.2% de aislamientos en vacas con problemas de fertilidad. A pesar de que se ha reportado a E. coli como habitante normal del cérvix y útero de vacas clínicamente sanas, este microorganismo puede convertirse en un agente oportunista altamente patógeno y de gran importancia en el desarrollo de trastornos inflamatorios en útero y responsable de fallas reproductivas en vacas infecundas (Fernández et al., 2006). Así lo demuestran los altos porcentajes de aislamientos de dicho microorganismo en muestras uterinas de vacas con problemas reproductivos, como el 36% aislado por Sánchez et al. (2011).
Por otra parte, uno de los aislamientos en el presente estudio correspondió a H. alvei una enterobacteria, que forma parte de la microbiota normal de los mamíferos y se comporta como un patógeno oportunista poco común, que puede causar infecciones nosocomiales como neumonías, meningitis, infecciones urinarias y abscesos en glúteos (Moreno, 2009). Por su parte Fernández et al. (2006), encontró la presencia de H. alvei en útero de vacas en periodo puerperal y en vacas con problemas de infertilidad, resultados que se asemejan a los obtenidos en este estudio.
En cuanto a Klebsiella spp se conoce que es una bacteria que forma parte de la microbiota uterina normal en novillas (González et al., 2007), que no causa alteraciones o problemas reproductivos (Sánchez et al., 2011). Sin embargo, Fernández et al. (2006) reportó 1.7% de aislamientos de este microorganismo en vacas con problemas de fertilidad, resultados que se asemejan a lo encontrado en la presente investigación con 3.12% de aislamientos para Klebsiella spp.
Por último, se obtuvo un aislamiento del 3.12% de K. ascorbata, lo que resulta similar al 4.2% y 6.4% de aislamientos en muestras de cérvix y útero, respectivamente, en vacas clínicamente sanas; por lo que se considera a este microorganismo como parte de la microbiota normal transitoria en el tracto reproductivo (Fernández et al., 2006).
Conclusión
Se observó que en los úteros de vacas sacrificadas en rastro habitan microorganismos bacterianos, que forma parte de la microbiota normal del útero; sin embargo estas bacterias están descritas como patógenos oportunistas, que provocan diferentes grados de infección uterina (endometritis, metritis y piometra), los cuales pudieran estar relacionados con infecciones en el tracto reproductor y efectos negativos en la fertilidad; motivando a la eliminación del animal. Por lo tanto, es importante tomar en cuenta la microbiota que habita en el tracto uterino y las situaciones de riesgo asociadas a las infecciones uterinas, que permitan minimizar las tasas de eliminación y los efectos desfavorables sobre la eficiencia reproductiva y la producción.