INTRODUCCIÓN
Los ovinos tienen la capacidad de convertir forrajes toscos en proteína animal y producen con mayor eficiencia que los rumiantes mayores (San et al., 1998). Tradicionalmente, la región semiárida de México ubicada en la mesa norte del altiplano es reconocida por la producción de ganado ovino, principalmente con la raza Rambouillet en sistemas extensivos, y recientemente con razas de pelo como la Blackbelly, Pelibuey, Katahdin, Dorper y sus cruzas, en sistemas de producción semi-intensivos (Partida et al., 2013). El costo de producción en el sistema semi-intensivo es más elevado que en el sistema extensivo, debido a las inversiones necesarias en instalaciones, equipamiento, mano de obra y alimentación; así que estos sistemas, deben tener un alto nivel de productividad para que sean redituables económicamente. Por lo anterior, se debe enfatizar la adecuada selección de razas (paternas y maternas) y el manejo apropiado de los indicadores productivos desde el nacimiento hasta la venta de los corderos (Partida et al., 2013).
Las razas de ovinos de pelo, presentan una gran variabilidad en cuanto a genotipos y características productivas (Wildeus, 1997). En efecto, el genotipo y otras características afectan el desempeño reproductivo y productivo de la especie. En este sentido, las ventajas que presentan los ovinos de pelo son su baja estacionalidad reproductiva, mayor prolificidad (Galina et al., 1996), resistencia a parásitos (Vanimisetti et al., 2004) y la reducción de costos derivados de la producción y trasquila de la lana (Notter, 2000). No obstante, las razas de pelo son más pequeñas, de menor tasa de crecimiento, y masa muscular, comparado a las razas de ovinos de lana, y fueron desarrolladas para explotarse bajo condiciones de climas cálidos tropicales (Wildeus, 1997; Notter, 2000), donde las temperaturas invernales son menos frías que las prevalecientes en la región del Altiplano mexicano, en cuyos inviernos se registran masa de aire polar y temperaturas nocturnas menores a los 0°C (Vidal, 2005).
Sin embargo, no existen estudios en esta región que identifiquen los principales factores que influyen sobre el peso al nacer y el desarrollo de los corderos de razas de pelo en época invernal. Por lo anterior, el objetivo del presente estudio fue evaluar algunos factores como el efecto del sexo, el tipo de parto, la raza de los progenitores, la condición de retraso del crecimiento y el mes de nacimiento sobre el peso al nacimiento (PN) y crecimiento pre-destete y post-destete en corderos de pelo nacidos en época invernal en un sistema semi-intensivo de la región norte del Altiplano Mexicano.
MATERIAL Y MÉTODOS
Lugar de estudio
El presente estudio se realizó durante los meses de diciembre del año 2017 a febrero del año 2018 en el rancho San Isidro, ubicado en el municipio de Calera de Víctor Rosales, Zacatecas, México. La región pertenece al altiplano mexicano y se localiza geográficamente a 22°58'47" de latitud norte y 102°40'49" de longitud oeste. El clima es semiárido frío BSk, con temperatura media anual de 17°C, temperatura máxima media de 30°C en mayo, y temperatura mínima media de 3°C en enero, aunque se alcanzan temperaturas bajo 0°C durante el invierno (García, 1988).
Animales y mediciones
En el presente estudio se utilizaron 416 crías nacidas durante la época invernal (parto simple n = 242 crías, 58.2%; parto doble n = 135 crías, 32.4%; parto triple n = 39 crías, 9.4%). Se registró la fecha de nacimiento, el sexo (macho, hembra), la raza del padre (Dorper o Katahdin), la raza de la madre (Blackbelly, Dorper, Katahdin y Pelibuey) y el tipo de parto (sencillo, doble o triple). Además, se realizó una valoración clínica a partir de la cual se clasificó a las crías en sanos y con condición de retraso del crecimiento de acuerdo a la descripción realizada por Shelton (1964), la cual consistió en identificar a las crías con crecimiento retardado caracterizados por la presencia de pelaje hirsuto, bajo desarrollo corporal, menor vitalidad y fortaleza física; mientras que los corderos considerados como clínicamente sanos fueron aquellos que mostraron un pelaje suave, buen estado general, adecuado desarrollo corporal y vigor general. Las crías se pesaron al nacer, al destete (PD) y al momento de venta (PV) mediante báscula digital para su finalización en otras explotaciones. Los PD se ajustaron a los 75 d y el PV a los 145 d de edad. Los pesos ajustados fueron calculados como: PD a 75 d = [(peso al destete - peso al nacer) / edad al destete en días] × 75 + peso al nacer, y PV a 145 d = [(peso final - peso observado al destete) / días transcurridos del destete al pesaje final en días] × 70 + peso al destete ajustado a 75 d (Thompson, 2006).
Alimentación y alojamiento
Las hembras fueron alimentadas en pastoreo diurno (pradera compuesta de rye grass anual (Lolium multiflorum Lam.), rye grass perenne (Lolium perenne), pasto bromo (Bromus willdenowii cv. Matua), festuca (Festuca arundinacea), orchard potomac (Dactylis glomerata), con encierro nocturno y suplementación a base de rastrojo de maíz, ensilado de maíz, heno de alfalfa y avena, recibiendo 300 a 350 g/d de alimento comercial (13% PC y 3.4 Mcal EM/kg de MS) en el último tercio de gestación e inicio de la lactancia. Las hembras al parto fueron alojadas en corraletas techadas donde se mantuvieron junto a sus crías durante la primera semana de vida. Las crías se pesaron al nacer y se identificaron dentro de las primeras 24 h de vida. Posteriormente, las crías salieron a pastorear con sus madres durante cuatro a seis horas al día, con un suplemento de iniciación “creep feeding” (20% PC y 2.9 Mcal EM/kg de MS) por la tarde. El destete se realizó a los 75 d (dos meses y medio de edad), y a partir de esta etapa las crías fueron engordadas con 65% de alimento comercial (16% PC y 3.4 Mcal EM/kg de MS) y 35 % de una mezcla de heno de alfalfa y avena o rastrojo molido de maíz hasta que fueron enviados al mercado con un peso promedio de 34.9±0.4 kg. Los animales tuvieron libre acceso a agua fresca y a una mezcla de sales minerales en el corral.
Análisis estadístico
El análisis estadístico de los datos se realizó con el procedimiento GLM del paquete estadístico SAS (SAS Institute, Cary N.C., U.S.A.) versión 9.1. El modelo estadístico inicial incluyó los efectos principales e interacciones, aunque debido a que las interacciones entre efectos simples no fueron significativas, en el modelo reducido solo se incluyeron los efectos fijos de sexo de la cría (macho, hembra), tipo de parto (sencillo, múltiple), raza materna (Blackbelly, Dorper, Katahdin, Pelibuey), raza paterna (Dorper, Katahdin), valoración clínica (con o sin retraso del crecimiento) y mes de nacimiento (diciembre, enero, febrero). Las diferencias entre medias se establecieron mediante prueba de Tukey (P < 0.05).
RESULTADOS
El sexo de las crías afectó (P < 0.05) todas las características evaluadas. Los machos fueron más pesados (P < 0.05) que las hembras al nacimiento (4.0 vs. 3.6 kg), al destete (19.0 vs. 16.0 kg) y a los 145 d de edad (36.0 vs. 29.0 kg). Además, mostraron una mayor (P < 0.05) GDP pre-destete (194 vs. 169 g), GDP post-destete (246 vs. 181 g) y GDP promedio (219 vs. 175 g). Los machos ganaron 4.5 kg más peso (P < 0.05) que las hembras entre los 75 y los 145 d de edad (Cuadro 1).
Sexo del cordero | Tipode parto | |||
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Característica | Macho (n=160) | Hembra (n=256) | Sencillo (n=242) | Multiple (n=174) |
Peso corporal, kg | ||||
Al nacimiento | 4.0±0.09a | 3.6±0.06b | 4.0±0.06a | 3.5±0.08b |
Al destete ajustado a 75d | 19±0.4a | 16±0.2b | 18±0.4a | 16±0.2b |
Ajustado a 145d | 36±0.6a | 29±0.4b | 32±0.5a | 31±0.5a |
Ganancia diaria de peso g/d | ||||
Pre-destete (0 a 75d) | 194±6a | 169±3b | 188±5a | 165±3b |
Post-destete (75 a 145d) | 246±5a | 181±3b | 202±4b | 213±5a |
Promedio(0 a 145d) | 219±4a | 175±3b | 195±3a | 188±3b |
a ,b Literales diferentes entre columnas indican diferencias significativas (P<0.05).
El tipo de parto afectó (P < 0.05) el crecimiento de las crías. Las crías de parto sencillo obtuvieron mayor (P < 0.05) PN (4.0 vs. 3.5 kg), al destete (18 vs. 16 kg) y a los 145 d de edad (32 vs. 31 kg), además de una mayor (P < 0.05) GDP pre-destete (188 vs. 165 g) y GDP promedio (195 g vs. 188 g) que las crías provenientes de partos múltiples. Sin embargo, las crías de parto múltiple compensaron el menor crecimiento previo y obtuvieron una mayor (P < 0.05) GDP post-destete (213 g vs. 202 g), alcanzando así una mayor (P<0.05) ganancia de peso entre los 75 a los 145 d de edad (15 vs.14 kg) en comparación a las crías de parto sencillo (Cuadro 1).
La raza de la madre afectó (P<0.05) las características de peso corporal y GDP pre- y post-destete (Cuadro 2). En cuanto al PN, las crías de madres Pelibuey (4.0 kg) y Dorper (3.9 kg) fueron más pesados (P<0.05) en comparación con las crías de hembras Katahdin (3.7 kg), mientras que los corderos de madre Blackbelly obtuvieron el menor (P>0.05) peso (3.0 kg). El PD ajustado a 75 d fue mayor (P<0.05) para los corderos de ovejas de las razas Dorper y Katahdin (18 kg y 17 kg, respectivamente), seguido de los corderos de madre Pelibuey (16 kg) y Blackbelly (15 kg). Por su parte, el PV ajustado a 145 d fue similar (P>0.05) entre los corderos de madres de raza Dorper, Katahdin y Pelibuey (32, 32 y 31 kg), y menor (P<0.05) en los corderos de raza materna Blackbelly (28 kg).
Raza materna | Raza paterna | |||||
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Característica | Blackbelly (n = 36) | Dorper (n = 240) | Katahdin (n = 104) | Pelibuey (n = 36) | Dorper (n = 172) | Katahdin (n = 244) |
Peso corporal (kg) | ||||||
Al nacimiento | 3.0 ± 0.13c | 3.9 ± 0.07a | 3.7 ± 0.09b | 4.0 ± 0.11a | 3.8 ± 0.08a | 3.8 ± 0.07a |
Al destete ajustado a 75 d | 15 ± 0.5b | 18 ± 0.4a | 17 ± 0.3a | 16 ± 0.3b | 17 ± 0.3a | 17 ± 0.3a |
Ajustado a 145 d | 28 ± 1.1b | 32 ± 0.5a | 32 ± 0.6a | 31 ± 0.8a | 32 ± 0.5a | 31 ± 0.5b |
Ganancia diaria de peso (g/d) | ||||||
Pre-destete (0 a 75 d) | 164 ± 6b | 187 ± 5a | 171 ± 5b | 167 ± 5b | 180 ± 4a | 177 ± 4a |
Post-destete (75 a 145 d) | 182 ±11b | 213 ± 4a | 219 ± 6a | 214 ± 10a | 212 ± 5a | 202 ± 4b |
Promedio (0 a 145 d) | 173 ± 8c | 198 ± 3a | 194 ± 4a | 189 ± 6b | 196 ± 3a | 189 ± 3b |
a,b,c Literales diferentes entre columnas indican diferencias significativas (P<0.05).
La GDP pre-destete (0 a 75 d de edad) fue mayor (P < 0.05) en los corderos de madres Dorper (187 g) y similar entre las razas Katahdin (171 g), Pelibuey (167 g) y Blackbelly (164 g). Sin embargo, la GDP post-destete (75 a 145 d de edad) fue mayor (P<0.05) en las crías de madre Katahdin (219 g), Pelibuey (214 g) y Dorper (198 g) en relación a las crías de madres Blackbelly (173 g). Además, la GDP promedio (0 a 145 d de edad) fue mayor (P < 0.05) en los corderos de madre Dorper (198 gr), Katahdin (194 g) y Pelibuey (185 g), en relación a las crías de madres Blackbelly (173 g).
La raza del padre no afectó (P>0.05) el PN, el PD, o la GDP pre-destete (0-75 d de edad). Los corderos de raza paterna Dorper fueron más pesados (P<0.05) a los 145 de edad (32 kg vs. 31 kg) y obtuvieron una mayor (P<0.05) GDP post-destete (212 vs. 202 g) y GDP promedio (196 vs. 190 g) que los corderos de raza paterna Katahdin (Cuadro 2).
Las crías clínicamente sanas, obtuvieron un mayor (P<0.05) PN que los corderos con retraso del crecimiento (3.9 vs. 3.4 kg), dicha diferencia también se observó al destete (18 vs. 13 kg) y a los 145 d de edad (34 vs. 21 kg). En el periodo post-destete (entre 75 a 145 d), los corderos sanos ganaron en promedio 7 kg más (P < 0.05) que los corderos con retraso del crecimiento (Cuadro 3).
Característica | Valoracion clinica | Mes de nacimiento | |||
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Clínica-mente sano (n = 332) | Retraso del crecimiento (n = 84) | Diciembre (n = 20) | Enero (n = 316) | Febrero (n = 80) | |
Peso corporal (kg) | |||||
Al nacimiento | 3.9±0.05a | 3.4±0.13b | 4.6±0.25a | 3.8±0.06b | 3.6±0.13c |
Al destete ajustado a 75 d | 18±0.3a | 13±0.2b | 16±0.3b | 16±0.2b | 20±0.8a |
Ajustado a 145 d | 34±0.3a | 21±0.5b | 30±0.7b | 31±0.4b | 35±0.9a |
Ganancia diaria de peso (g/d) | |||||
Pre-destete (0 a 75 d) | 192±3a | 124±3b | 156±4b | 169±3b | 223±11a |
Post-destete (75 a 145 d) | 227±3a | 123±5b | 192±8a | 206±4a | 212±7a |
Promedio (0 a 145 d) | 209±2a | 124±4b | 173±5b | 187±3b | 218±6a |
a,b Literales diferentes entre columnas indican diferencias significativas (P<0.05).
Por otra parte, se observó que los corderos nacidos en el mes de diciembre (4.6 kg) fueron más pesados (P<0.05) que los nacidos en enero (3.8 kg), seguidos de los nacidos en febrero (3.6 kg). Al destete y a los 145 d de edad, los corderos nacidos en diciembre y enero obtuvieron pesos similares (P<0.05), aunque los nacidos en febrero (P<0.05) fueron 4 kg más pesados. Además, los corderos nacidos en febrero tuvieron mayor (P<0.05) GDP pre-destete y GDP promedio. No se encontraron diferencias (P>0.05) en la GDP post-destete, ni (P>0.05) en el peso ajustado a 75 y 145 d de edad (Cuadro 3).
DISCUSIÓN
En correspondencia con los resultados del presente trabajo, varios autores (Carrillo y Segura, 1993; Garduño et al., 2002; Vicente-Pérez et al., 2015) han reportado previamente el mayor peso y desarrollo que presentan en general los corderos sobre las corderas. Al respecto, Bores-Quintero et al. (2002) observaron que durante la etapa post- destete la GDP de los machos superó (P<0.05) en 27 % a la GDP de hembras, mientras que De Vargas Junior et al. (2014), Schanbacher et al. (1980) y Ghafouri-Kesbi y Notter (2016) concluyen que las diferencias en el peso y desarrollo entre los corderos y corderas reflejan la diferencia en el entorno endocrino y requerimientos de nutrientes entre los sexos.
Las crías nacidos en parto simple presentaron una mayor tasa de crecimiento pre-destete con respecto a aquellos de parto múltiple, lo cual coincide con lo reportado previamente por Garduño et al. (2002), Mellado, et al. (2016) y Simeonov et al., (2014). Sin embargo, los corderos de parto múltiple compensaron el menor crecimiento previo al destete y obtuvieron una mayor GDP post-destete para terminar con un peso ajustado a 145 d similar al de los corderos nacidos en parto sencillo. Resultados similares han sido reportados por Galaviz-Rodríguez et al. (2014), y Simeonov et al 2014, y se considera que durante el periodo pre-destete, el crecimiento está determinado en buena medida por la cantidad de leche materna, sin embargo, una vez destetados los corderos de parto múltiple, consumen más alimento y crecen a un ritmo que les permite alcanzar un peso similar a los corderos de parto simple a la edad de peso al sacrificio.
Los resultados obtenidos en el presente estudio en relación a la raza materna demuestran la importancia de la elección de los vientres que constituirán la base materna en las explotaciones ovinas, ya que de esto dependerá el peso y desarrollo de los corderos, principalmente tomando en cuenta las condiciones climáticas que se presentan en esta región donde la oscilación térmica anual presenta diferencias entre las temperaturas medias en diferentes épocas del año desde 12 °C hasta más de 20 °C (FAO, 2020). Al respecto, Grepe (2001) menciona que el primer paso en la producción de ganado ovino comienza por la elección de la raza y el objetivo principal de la explotación.
En este sentido, la raza Dorper ha mostrado adaptación y mejor velocidad de crecimiento (210 a 330 g/d) bajo condiciones de pastoreo en el desierto de Sudáfrica (Cloete et al., 2000). Por su parte, la raza Katahdin desarrollada en el noreste de los Estados Unidos de América, se ha caracterizado por un buen desarrollo productivo (236 g/d) en condiciones áridas y tropicales (Burke y Apple, 2007). Adicionalmente, López-Carlos et al. (2010) realizaron un estudio en el altiplano mexicano comparando el crecimiento post- destete en ovinos de razas de pelo, en el cual reportaron que las crías de raza Dorper (238 g/d) obtuvieron una mayor GDP que las razas Katahdin (226 g/d), Pelibuey (218 g/d) y Blackbelly (188 g/d), siendo la Blackbelly la de menor desempeño productivo. Al respecto Wildeus et al. (2005) mencionan que las crías de raza Blackbelly poseen una menor GDP que los corderos de las razas Katahdin y Santa Cruz (73 g/d vs. 109 y 86 g/d, respectivamente) alimentados con dietas en base a forraje.
Los corderos de raza paterna Dorper y Katahdin presentaron PN y PD similares, en coincidencia con lo reportado por Macías-Cruz et al. (2010) quienes observaron que los cruzamientos de sementales Dorper y Katahdin con hembras Pelibuey producen crías para el abasto con tasas aceptables de crecimiento, así como buena adaptación en climas áridos. Sin embargo, la progenie de sementales Dorper obtuvieron una GDP post- destete y un PV superiores (P<0.05) en comparación con los corderos de raza paterna Katahdin, lo cual coincide con lo reportado por Macías-Cruz et al. (2010) quienes refieren que los corderos cruzados de raza paterna Dorper obtuvieron un 16 y 25% más peso por día que los de raza paterna Katahdin o Pelibuey respectivamente. En tal sentido, se asume que las razas de mayor talla poseen una mayor velocidad de crecimiento que las razas de menor talla o peso a la madurez (Owens et al., 1993). Aunque las razas conocidas como de pelo no se han evaluado tan ampliamente como las razas productoras de lana, se ha reportado que la raza Dorper posee excelentes características de crecimiento, por lo que se recomienda su uso como raza terminal, siendo competitiva inclusive al compararla con razas cárnicas de tipo lanar (Notter et al., 2000; Snowder y Duckett, 2003).
Por otro lado, en el presente estudio se observó una frecuencia del 25% de crías que presentaron la condición de retraso del crecimiento. Lo anterior, representa el primer reporte científico de que dicha condición se presenta en ovinos en México por efecto de las bajas temperaturas invernales. Sin embargo, esta condición es de gran importancia en ganado porcino y se ha reportado como una importante causa de mortalidad y baja productividad en lechones (Wu et al., 2006). La condición de crecimiento retardado ha sido revisada por Wang et al. (2017),quienes indican que puede manifestarse en todas las especies, siendo ocasionada por una combinación de factores que comienzan desde el periodo prenatal, y se le conoce como “retraso del crecimiento intrauterino”. Este problema es originado por factores genéticos, epigenéticos, de madurez materna, y ambientales como el estado nutricional de la madre, estrés, enfermedades, toxinas, etc. De acuerdo con estos autores, la restricción del crecimiento intrauterino tiene efectos negativos permanentes sobre la adaptación neonatal, la supervivencia y el crecimiento pre-destete, la eficiencia de utilización del alimento, la salud general de por vida, la composición corporal, así como el desempeño reproductivo en la vida adulta, y por lo tanto tiene importantes implicaciones en la producción animal.
En relación a las diferencias obtenidas en el peso de los corderos en el invierno, se ha demostrado que las ovejas preñadas expuestas a temperaturas ambientales bajas sufren adaptaciones metabólicas para satisfacer el aumento del gasto energético asociado con el frío, lo que conducen a movilizar grasa corporal y liberar glucosa por el hígado, la cual cruza la placenta y aumenta el suministro de glucosa al feto, estimulando la secreción de insulina y el crecimiento fetal sin riesgo aparente de cetosis clínica (Kenyon et al., 2006; Norouzian, 2015; Symonds et al., 1986; Thompson et al., 1982). Recientemente, Piquer et al. (2017), explican que la exposición de ratas preñadas a 4°C por 3 h diarias causó un aumento de los niveles de norepinefrina y corticosterona en la circulación materna, y la disminución de la capacidad placentaria para eliminar la norepinefrina del feto hacia la circulación de la madre, lo que ocasionó un aumento del peso de la placenta y del peso corporal de las crías. Las temperaturas ambientales bajo las cuales se desarrolló el presente estudio fueron más frías en diciembre (media de 10.5 °C y mínima de -9°C) que en enero (media de 11.6°C y mínima de -2°C) y febrero (media de 13.9°C y mínima de -2°C), lo cual probablemente explique por qué se obtuvieron pesos al nacimiento mayores en los corderos nacidos en el mes de diciembre.
Las condiciones ambientales adversas debido al efecto combinado de baja temperatura, precipitación y viento en la época de parición son la principal causa de mortalidad en corderos de pelo por el síndrome de inanición-exposición (Refshauge et al., 2016). Además, Mellor y Stafford (2004), mencionan que los ovinos de pelo muestran mayor susceptibilidad al enfriamiento que los ovinos de lana, haciéndolos más susceptibles a enfermedades respiratorias bajo condiciones de frío y humedad. En este sentido, Saravia y Cruz (2003) mencionan que, al bajar la temperatura del aire por debajo de la temperatura crítica mínima (10 °C) se llega al punto donde la producción de calor metabólico es insuficiente para mantener la temperatura del cuerpo y conseguir ganancias de peso en corderos. Lo anteriormente expuesto explicaría por qué los corderos nacidos en el mes de diciembre, a pesar de haber obtenido un mayor PN, posteriormente observaron una menor ganancia de peso que los corderos nacidos en enero y febrero.
Es importante considerar la raza materna, la raza paterna y el mes de nacimiento en la planeación y manejo de las explotaciones semi-intensivas con ovinos de pelo, particularmente en las condiciones climáticas y de producción de la zona norte del Altiplano Mexicano.
CONCLUSIÓN
Las crías ovinas nacidas en partos sencillos y múltiples a pesar de mostrar diferente PN, alcanzan un peso similar después del destete, y la raza de la madre determina el PN y el crecimiento de los corderos, siendo poco recomendable programar partos de hembras Blackbelly en los meses de invierno. La raza del semental (Dorper o Katahdin) no afecta el peso al nacer ni el crecimiento inicial del cordero, aunque determina el crecimiento post-destete, por lo que es recomendable el uso de la raza Dorper para mejorar el peso de venta a los 145 d de edad. Los corderos con retraso del crecimiento poseen un menor desempeño productivo que los corderos que no presentan ese retraso. Por lo que es recomendable reducir al máximo la incidencia de corderos con retraso del crecimiento. Los corderos nacidos en el mes de diciembre poseen un mayor peso al nacer, aunque posteriormente obtienen ganancias de peso inferiores a las obtenidas por los corderos nacidos en los meses de enero o febrero.
IMPLICACIÓN
Es importante considerar la raza materna, la raza paterna y el mes de nacimiento en la planeación y manejo de las explotaciones semi-intensivas con ovinos de pelo, particularmente en las condiciones climáticas y de producción de la zona norte del Altiplano Mexicano. Además, proporcionar mejores condiciones nutricionales a las hembras durante la gestación, parto y lactancia, para favorecer un mejor desarrollo de corderos y evitar la condición de retraso del crecimiento, ya que estos factores afectan de manera importante el peso al nacer y el desarrollo de los corderos antes y después del destete.