INTRODUCCIÓN
Los microorganismos de montaña (MM) también llamados microorganismos benéficos, se encuentran presentes en los ecosistemas naturales poco afectados por factores antrópicos, en donde se han identificado bacterias fotosintéticas, bacterias ácido-lácticas (BAL), levaduras y actinomicetos (Campo et al., 2014;Ramírez et al., 2016), que al desarrollarse en una adecuada cantidad de materia orgánica secretan sustancias benéficas que inhiben o controlan el crecimiento de las poblaciones de microorganismos patógenos (Cóndor et al., 2007).
Los géneros Lactobacillus, Pediococcus, Leuconostoc, Enterococcus, Lactococcus y Streptococcus, producen Ácido Láctico (BAL) y se encuentran presentes en la microflora epifítica de los vegetales (Garcés et al., 2004). Por otro lado, el género Bacillus, proveniente del contenido gastrointestinal de diversas especies animales o de sus heces, es el más utilizado como probióticos y promotores del crecimiento en la producción animal (Sánchez et al., 2015). Los Bacillus spp son bacterias aerobias facultativas que fermentan un amplio rango de carbohidratos y son utilizadas para inhibir el proceso de deterioro aeróbico en ensilajes debido a que tienen la capacidad de producir sustancias fungicidas, no obstante, son menos eficaces como productores de ácido láctico y acético en comparación con las BAL (Garcés et al., 2004; Layton et al., 2011).
Por otra parte, el ensilaje es el proceso de fermentación de los carbohidratos solubles del forraje por medio de bacterias que producen ácido láctico en condiciones anaeróbicas (Garcés et al., 2004). Mediante la fermentación anaerobia controlada, se mantiene estable la composición del material ensilado durante largo tiempo a través de la acidificación del material utilizado, minimizando asi, las fermentaciones secundarias indeseables como la fermentación alcohólica, producida por las levaduras, que son un peligro de toxicidad para el ganado y la fermentación butírica producida por el género Clostridium (Garcés et al., 2004).
Para que exista una fermentación óptima y controlada es necesaria la adecuada proporción entre las bacterias lácticas y los carbohidratos solubles; se pueden emplear diferentes aditivos para inducir y optimizar el proceso fermentativo, como la melaza, la pulpa de cítricos o el maíz triturado, que proveen una fuente de azúcares solubles que la bacteria utiliza para producir ácido láctico, estabilizando así el medio (Valencia et al., 2011). El proceso de ensilaje no mejora la calidad del forraje, solo conserva su valor nutricional, como los componentes energeticos y proteicos mediante procesos de fermentación y manteniendolo estable por mucho tiempo (Villa y Hurtado, 2016).
El uso de los probióticos contribuye al equilibrio microbiano intestinal, estimulando el sistema inmunológico del animal, produciendo ácidos orgánicos, bacteriocinas y enzimas que favorecen a la absorción de los nutrientes, mejorando los parámetros productivos (Gutiérrez et al., 2014).
Mucho se ha publicado acerca de los probióticos y sus diferentes efectos, en el caso de la producción de conejos, no obstante, la garantía de éxito en conejos está dada por los resultados productivos esperados. Los conejos se caracterizan por su facilidad de manejo, rápida reproducción y la obtención de una proteína animal de calidad, que sitúa a la cunicultura en un lugar que favorece la producción a pequeña y mediana escala. La carne de conejo representa grandes ventajas, con un balance adecuado de ácidos grasos, proteína, vitaminas y minerales, bajo contenido en colesterol y sodio (Para et al., 2015).
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) los estados con mayor producción de conejos son Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Estado de México y Guanajuato. El desarrollo de la cunicultura en México se ve limitada por la falta de apoyo oficial, aunado a un manejo inadecuado de la sanidad y la nutrición, además la poca promoción de los beneficios de la carne de conejo, reflejado en un bajo consumo per cápita, de entre 38 y 134 g durante 2008 y 2009 (Armada, 2016), a pesar de las grandes ventajas desde el punto de vista nutricional (Coreno et al., 2017). El objetivo del presente trabajo fue evaluar el uso de microorganismos de montaña en ensilado de maíz como probióticos en la engorda de los conejos.
MATERIAL Y MÉTODOS
El presente estudio se realizó en la Sede Salvatierra de la Universidad de Guanajuato, ubicada en Salvatierra, Guanajuato, México (20°12'45.51"N, 100°52'30.09"O, a 1,749 msnm) (Google Earth, s.f). El experimento fue realizado con conejos híbridos de la raza california de 30 días de edad y peso similar. Cada uno fue alojado en jaulas individuales provistas de bebedero y comedero. El experimento tuvo una duración de cuatro semanas.
Preparación del ensilado de maíz con microorganismos de montaña
Los microorganismos de montaña en ensilado de maíz (MME) se obtuvieron de un proceso realizado en tres etapas, las dos primeras de manera sólida anaerobia y la tercera de forma líquida y aerobia. Durante la etapa uno, se recolectaron los microorganismos de montaña (MM) mediante la hojarasca de un sitio ecológico con poca afectación antrópica ubicado cerca de la Ciudad de Salvatierra Guanajuato y se le incorporó 10% de harina de maíz, 5% de melaza, reservándolo por 30 días en un recipiente de plástico con capacidad de 20 litros y la tapa se selló de manera que no entrara oxígeno.
Durante la segunda etapa se tomó producto resultado del proceso anterior y se mezcló con la misma cantidad de ensilado de maíz, además de 10% de harina de maíz y 5% de melaza, lo que se guardó durante 30 días, de manera anaerobia. Finalmente, la tercera etapa consistió en tomar 500 g del producto resultado de la etapa 2 y se envolvió en una manta y se colocó en un recipiente de 20 litros que contenía agua no clorada adicionada con el 1% de melaza y durante 72 horas se proporcionó aireación para posteriormente guardarse en recipientes de plástico.
Recuento de microorganismos totales
Para determinar el número de microorganismos totales presentes en la fase líquida de los MME a las 24, 48 y 72 h, se tomaron muestras de 100 μL y se realizaron diluciones seriadas. Posteriormente, en cajas Petri que contenían medio sólido agar dextrosa papa, se inocularon 100 μL de las diluciones 1:100000 y 1:1000000 (cada uno de los procedimientos antes mencionados se realizó por triplicado). Las cajas inoculadas se incubaron en una estufa de cultivo marca TerbafMR a 30°C durante 48 h, transcurrido el tiempo de incubación, se contaron las colonias en cada una de las cajas y se calcularon las unidades formadoras de colonias por mililitro (UFC /mL).
Tratamientos
Los tratamientos fueron aplicados a 20 conejos híbridos de la raza california de 30 días de edad, los cuales se distribuyeron aleatoriamente en dos grupos. Los conejos fueron alimentados con una dieta suplementada con 107 UFC/ mL de MME en el agua de bebida y alimento comercial (T1). El tratamiento dos (T2), que fungió como control, consistió en una dieta convencional sin suplemento probiótico (MME) en el agua de bebida y alimento comercial. En ambos tratamientos, el alimento y el agua se proporcionaron ad libitum. Diariamente se cambió el agua de bebida que no consumían. El consumo de alimento se calculó con la siguiente formula:
Donde:
Ac=Alimento consumido Ao=Alimento ofrecido Ar=Alimento rechazado
Se registró el incremento de peso semanal de los conejos realizando el pesaje al inicio de la prueba y durante cuatro semanas, calculando la diferencia entre el peso vivo actual y el peso vivo de la semana anterior.
Se determinó el índice de conversión alimenticia (IC) mediante la siguiente fórmula:
Donde:
IC= Índice de conversión alimenticia
ACS = Alimento consumido semanal (kg)
GPS = Ganancia de peso semanal (Kg)
Los datos obtenidos de ganancia de peso y conversión alimenticia fueron expresados como la media ± la desviación estándar, además se realizó un análisis de varianza (ANOVA) utilizando el programa Statgraphics Centurión (Statgraphics.Net, 2021).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El número de microorganismos totales presentes en la fase líquida de MME expresado en UFC/ mL se muestran en la tabla 1. Los resultados muestran un incremento en el número de microorganismos a medida que transcurre el tiempo, obteniendo un recuento total de 9 X 107 UFC/ mL en un periodo de 72 horas.
Guo et al. (2017), al suplementar con 105, 106 y 107 UFC/ g de Bacillus subtilis la dieta de conejos, observaron un mejor rendimiento en peso con la suplementación de 106 UFC/ g. Por otra parte, Phuoc y Jamikorn (2017) suplementaron la dieta de conejos con 1X 107 UFC/ g de B. subtilis, 1X 107 UFC/ g de L. acidophilus o la combinación de ellos a una concentración de 0.5 X 107 UFC/ g, sugiriendo que la suplementación de la dieta con estos microorganismos tiene beneficios como probióticos en los conejos. En el presente trabajo se obtuvo un número total de 9 x 107 UFC/ mL, cantidad de microorganismos similares a los trabajos antes mencionados y que pueden tener un potencial probiótico al ser suministrado en agua de bebida de los conejos.
Los resultados de ganancia de peso y conversión alimenticia se presentan en la tabla 2. Estadísticamente no se observan diferencias significativas entre los dos tratamientos con respecto a la ganancia de peso; sin embargo, se puede notar que, en relación con la conversión alimenticia, existen diferencias significativas entre los tratamientos, siendo T1 el tratamiento con mayor conversión alimenticia 5.65 ± 0.6. Gutiérrez et al. (2014), alimentaron cerdos con microorganismos probióticos nativos reportando que no hubo diferencia estadística significativa en la ganancia de peso y en relación con la conversión alimenticia y que el tratamiento que tuvo el mejor perfil de conversión fue al que no se le adicionó microorganismos probióticos.
Tratamiento | Ganacia promedio de peso(kg) | Conversión alimenticia |
---|---|---|
T1 | 0.163±0.03a | 5.65±0.6a |
T2 | 0.198±0.04a | 3.76±0.6b |
De acuerdo con Villa y Hurtado (2016) los conejos alimentados con ensilajes obtienen la mayor ganancia de peso, que los animales alimentados con solo forrajes frescos, dentro de las bacterias ácido lácticas presentes en el ensilado y los MM se encuentran los géneros Lactobacillus, Streptococcus y Bifidobacterium, los cuales producen ácidos orgánicos, bacteriocinas, preservantes, vitaminas, endulzantes, aromatizantes, sabores, antioxidantes, entre otros (Parra, 2010) que contribuyen a mejorar la producción animal, en relación a parámetros de cantidad y/o composición de la leche, condición corporal, ganancia de peso vivo y desarrollo reproductivo (Phipps et al. 2000).
En las figuras 1 y 2, se pueden observar la variabilidad de los tratamientos. En la figura 1 se puede observar que la máxima ganancia de peso en T1, fue de 0.211 kg y la mínima fue de 0.135 kg, en relación con el tratamiento 2, la máxima ganancia de peso a lo largo del tiempo de evaluación fue de 0.262 kg y la mínima fue de 0.167 kg. En la figuras 2 se puede ver la variabilidad de la conversión alimenticia en los conejos tratados con y sin microrganismos de montaña. La máxima conversión alimenticia fue de 6.22 y la mínima fue de 4.8 para el tratamiento 1, mientras que para el tratamiento 2 la máxima conversión alimenticia fue de 4.2 y la mínima de 2.9.
CONCLUSIÓN
Los microorganismos de montaña obtenidos de ecosistemas poco afectados de forma antropogénica son una fuente de bacterias productoras de ácido láctico, que pueden mejorar el valor nutricional del ensilaje y ser utilizados como probióticos en al agua de bebida, incrementando el rendimiento en el proceso de engorda del conejo, con el fin estimular el desarrollo de las técnicas de cunicultura en México, y sugerir métodos de caracterización de microorganismos productores de ácido láctico.