INTRODUCCIÓN
Los perros con enfermedad del tracto urinario inferior suelen tener asociados factores predisponentes como anomalías anatómicas, neoplasia, pólipos, urolitos, pielonefritis, prostatitis, ureterocele y remanente de uraco, enfermedades endocrinas e inmunosupresión (Visser et al., 2020). Los tumores vesicales representan el 2 % de los cánceres en perros, y el 90 % de ellos son tumores malignos y epiteliales. Entre las neoplasias epiteliales primarias de la vejiga urinaria, el carcinoma de células transicionales representa entre el 75 y el 90 % en perros (Rasteiro et al., 2022). Pueden provocar la obstrucción parcial o total de los uréteres y la uretra, y entre el 50 y el 90 por ciento de ellos pueden metastatizar en pulmones, ganglios linfáticos, riñones, hígado y próstata, aunque a veces también en huesos u ojos (Martins-Leal et al., 2012). En humanos, es frecuente la formación de coágulos en la vejiga (Xu et al., 2020). La hematuria es la presencia de tres o más glóbulos rojos en un campo de análisis de orina. Se produce como consecuencia de otras anomalías del tracto urinario inferior como infecciones del tracto, urolitiasis, traumatismos, alteraciones del parénquima renal, neoplasiass lesiones uretrales, tratamientos de hiperplasia prostática, tumores vesicales, nefrolitos y cistitis secundaria a radioterapia (Moloney et al., 2014). Los perros presentan clínica como disuria, hematuria, estrangulamientos, polaquiuria e incontinencia. En caso de obstrucción del tracto urinario, puede desarrollarse una lesión renal aguda, y el paciente puede sufrir anorexia y vómitos recurrentes, con niveles séricos elevados de creatinina, urea, fósforo y actividad CK (Dunaevich et al., 2020). El diagnóstico se basa en los hallazgos del examen físico, los signos clínicos y las pruebas diagnósticas como el análisis de orina y el urocultivo bacteriológico. Para reducir el riesgo de siembra neoplásica, la orina puede obtenerse mediante micción o cateterismo en lugar de cistocentesis (Fulkerson & Knapp, 2015). Una ecografía, una citología realizada por cistoscopia y/o muestra de orina, una cistotomía para biopsia excisional o el análisis histopatológico de la muestra, pueden ayudar a descartar la presencia de una neoplasia de vejiga (Harriman et al., 2016). Existe un amplio debate sobre el diagnóstico cuando se observan masas vesicales mediante ecografía. Comúnmente, la presencia de una neoplasia maligna supone un pronóstico desfavorable para el paciente. En medicina veterinaria, el análisis histopatológico antes de decidir la siguiente fase del tratamiento es esencial. En este estudio, informamos de un caso clínico de un perro con presencia de hematuria recurrente con la formación de una masa vesical que no necesariamente tiene un origen neoplásico.
Reporte de caso
Se examinó clínicamente a un perro macho de raza mixta de 7 años de edad. El propietario informó de hematuria, oliguria y disuria y garrapatas hace unos meses. Se realizó un examen clínico y una ecografía abdominal. Los hallazgos revelaron una estructura hiperecogénica, que rodeaba el interior de la vejiga, sin presencia de sombra acústica en el trígono vesical. El tamaño de la masa ocupaba el 80 % del lumen vesical. No había movilidad de la masa en el momento de la exploración ecográfica (Figura 1). Se realizó hemograma completo, bioquímica sérica y gravedad específica de la orina (Tabla 1).
Valor | Intervalo de referencia1 | |
---|---|---|
Glóbulos rojos,, x106/µL | 3.6 | 3.3 - 7.8 |
Hemoglobina, g/dL | 70.2 | 120 - 180 |
Hematocrito, % | 21.4 | 37.0 - 55.0 |
Glóbulos blancos,, x103/µL | 6.1 | 6.0 - 17.0 |
Plaquetas, x103/µL | 162.0 | 200 - 500 |
Nitrógeno ureico en sangre, mg/dL | 40.77 | 10 - 24 |
Creatinina, mg/dL | 2.03 | 0.7 - 1.2 |
Peso específico de la orina | 1.050 | 1.001 - 1.060 |
El perfil hematológico de la paciente reveló anemia normocítica hipocrómica, con trombocitopenia. Los hallazgos bioquímicos séricos significativos y la gravedad específica de la orina fueron azotemia post-renal, coincidiendo con lesión renal aguda. El frotis de sangre periférica mostró mórulas en los linfocitos y confirmó la infección por Ehrlichia. Antes de la cirugía, se estabilizó al perro con doxiciclina (10 mg/kg BID dos veces al día durante 4 semanas). Se realizó una cistectomía para explorar y extraer la masa localizada en la luz de la vejiga. Se utilizó un protocolo preanestésico consistente en buprenorfina 0,02 mg/kg IV, meloxicam 0,2 mg/kg IV, ketamina 3 mg/kg IV, xilacina 2 mg/kg IV, propofol 3 mg/kg IV para la inducción. La anestesia se mantuvo con isoflurano al 2 % durante toda la intervención. Se realizó una incisión en la parte medial de la vejiga y se observó una masa ovalada de 25 cm de diámetro, de bordes irregulares, no adherida al tejido vesical y con aspecto de sangre coagulada (Figura 2).
La masa fue extirpada sin incidencias, conservada en formol al 10 % y posteriormente enviada a examen histopatológico. El informe microscópico reveló eritrocitos y células inflamatorias polimorfonucleares: neutrófilos y células mononucleares como macrófagos, mezclados con hebras de fibrina en un grado moderado compatible con un coágulo sanguíneo en la luz de la vejiga (Figura 3).
La paciente volvió para que le retiraran los puntos de la herida quirúrgica 10 días después. No se observó hematuria. El tratamiento con doxiciclina continuó durante 30 días, así como el tratamiento del dolor con tramadol 3 mg/kg durante 8 días y meloxicam 0,1 mg/kg durante 4 días. El perro volvió para revisión seis meses después sin hallazgos patológicos en la ecografía. El análisis de orina no mostró cambios patológicos aparentes. El análisis bioquímico de la sangre mostró concentraciones normales de creatinina, BUN y urea. No había evidencias de azotemia post-renal. Doctores en Medicina Veterinaria especialistas en cirugía animal realizaron la cirugía y los procedimientos cumpliendo con las regulaciones animales promulgadas por las leyes mexicanas. El caso clínico tuvo lugar en el Hospital de Pequeños Animales - Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia - Universidad Veracruzana, localizado en el este de México a 19°11' N y 96°08' W.
DISCUSIÓN
El diagnóstico de un coágulo de sangre en el lumen de la vejiga se estableció con el informe del examen histopatológico. Lo anterior describe que puede estar relacionado con la cistitis hemorrágica estéril que ocurre en animales tratados por enfermedades neoplásicas/inmunológicas como el uso de drogas antineoplásicas como la ciclofosfamida por ejemplo, que causa úlceras de la mucosa, hemorragia y edema. El coágulo también puede ser secundario a la presencia de urolitiasis o carcinoma de células transicionales (Nunura & Navarro, 2004). Nuestra paciente no tenía tratamiento neoplásico previo ni hallazgos de urolitiasis, cristales y células neoplásicas, pero existía la sospecha de enfermedad por rickettsias. A la inspección quirúrgica, los tejidos eran homogéneos y sin presencia de masas en el interior de la vejiga. Childress et al. (2011)indicaron que el uso de la cistografía es útil para la detección de un proceso de masa vesical. La ecografía abdominal desarrollada en nuestra paciente fue útil para decidirnos por una cistectomía exploradora. Los tumores encontrados en la vejiga son generalmente reportados como malignos en un 90 % (Rasteiro et al., 2022), sin embargo la paciente se encontraba dentro del otro 10 %, mejorando el pronóstico de la paciente.
Se utilizó meloxicam como pre-medicación a pesar de la lesión renal aguda de la paciente. De Santis et al. (2022) indicaron que los analgésicos no esteroideos podían utilizarse en pacientes con enfermedad renal no crónica. Nuestro paciente tenía una densidad urinaria de 1,050, lo que sugería una azotemia postrenal debido a un coágulo que obstruía la salida de la orina. Zhao et al. (2022), en ratones con lesión renal aguda inducida, descubrieron que el meloxicam inhibía las citocinas inflamatorias y la apoptosis celular en el riñón.
El coágulo en el lumen de la vejiga del perro podría ser inducido por la rickettsiosis debido a la anemia, trombocitopenia y trastornos de la coagulación (Chochlios et al., 2019; Rodríguez-Alarcón et al., 2020). La infección por rickettsias en las alforjas asociadas a perros en México tropical es frecuente (Boria-Gamboa et al., 2019).
Se concluye que no todas las masas observadas en la luz vesical de los perros son urolitos o neoplasias de origen maligno. Los pacientes con hematuria, disuria y oliguria, es necesario desarrollar estudios de gabinete para un tratamiento médico y quirúrgico exitoso, y un buen resultado para el bienestar del paciente.
CONFLICTOS DE INTERESES
Todos los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.