Introducción
El complejo arqueológico Chan Chan es uno de los asentamientos urbanos más importantes de la costa norte del Perú y en su época de mayor esplendor fue un centro donde se desarrollaban múltiples interacciones, tanto sociales como políticas, en el marco de una sociedad tan compleja como la chimú. Producto de este dinamismo tenemos la presencia de una amplia variedad de estructuras que al ser estudiadas en su conjunto nos revelan cómo estaba organizada la sociedad. Las primeras investigaciones arqueológicas fueron realizadas por la misión norteamericana en el Proyecto Chan Chan / Valle de Moche en 1969, dirigidas por el arqueólogo Michael E. Moseley, y estuvieron enfocadas al estudio de la organización social, política y económica en la capital chimú y se centraron en diversos temas como son la dieta, arquitectura, costumbres funerarias, clases sociales, agricultura y administración estatal (Ravines 1980; Moseley & Day 1982). Esta labor de investigación fue retomada por la Unidad Ejecutora 110 Complejo Arqueológico Chan Chan, la cual cambió su denominación a Unidad Ejecutora 006 Proyecto Especial Complejo Arqueológico Chan Chan y finalmente a Unidad Ejecutora 009 La Libertad, y se encargó de intervenir diversas áreas de la capital chimú, como la Huaca Toledo y los conjuntos amurallados Chayhuac An, Xllangchic An, Utzh An, Fechech An, Ñing An, Ñain An, Nik An y Chol An (Seminario 2010; Peña Aranda 2013; Rodas 2013; Soberón 2013; Dávalos 2014; Gamarra 2016, 2017, 2018). Producto de estas intervenciones fue posible comprender nuevos aspectos de esta sociedad, como son las técnicas constructivas (Meneses 2018), la reocupación posterior al abandono que sufrió la urbe (Castillo 2018), la clausura de los conjuntos amurallados (Rodas 2013; Seminario 2010), la presencia de eventos enso (Correa & Dávalos 2015) y la administración de los depósitos en las áreas de almacenamiento (Correa-Trigoso et al. 2019).
También se investigaron otros asentamientos chimú con presencia de depósitos, como son los centros administrativos provinciales, los cuales comparten características arquitectónicas similares como la disposición en hileras, ambientes sin decoración y de diversos tamaños. En Manchán se registran un total de 49 depósitos, con tamaños que varían entre pequeños, medianos y grandes. Para Farfán el número de depósitos es menor (42) y solo se registran dos formas: pequeños y medianos. Los depósitos en estos centros secundarios fueron construidos con adobes y mortero, almacenaron bienes comestibles y de élite y eran resguardados por audiencias (Mackey 1987).
El presente artículo es el resultado de las excavaciones en el área de almacenamiento en el Conjunto Amurallado Ñain An, en Chan Chan, como parte del desarrollo del “Proyecto de investigación, conservación y puesta en valor del área de depósitos central del Conjunto Amurallado Ñain An (Ex Palacio Bandelier), Complejo Arqueológico Chan Chan” realizadas en tres temporadas durante los años 2013 al 2015. El proyecto se propuso determinar el sistema de almacenamiento utilizado por el gobernante chimú, así como el papel que desempeñó en la política estatal de control social en el conjunto amurallado Ñain An.
La urbe chimú: Chan Chan
El Complejo Arqueológico Chan Chan se encuentra ubicado en la costa norte del Perú. Se ubica en el departamento La Libertad, provincia de Trujillo, distrito de Huanchaco (Figura 1). Fue la capital del imperio chimú, cronológicamente se ubica en el periodo Intermedio tardío (siglos IX y XV) e interrumpió su desarrollo por la conquista inca que sufrió alrededor del año 1470 dC (Ravines 1980; Moore & Mackey 2008). En su distribución espacial y configuración arquitectónica se distinguen dos zonas, la periférica de carácter rural y la de carácter urbano, esta última en un área nuclear de 6 km2 compuesta por 10 Conjuntos Amurallados, antes denominados palacios (Paredes 2010). Según la cronología relativa propuesta por Kolata (1980), los conjuntos amurallados se agrupan de la siguiente manera: a) Fase Temprana o Inicial: Chayhuac An (ex Chayhuac), Xllangchic An (ex Uhle), Utzh An (ex Gran Chimú), b) fase Transicional o Media: Tsuts An (ex Tello), Fechec An (ex Laberinto), Ñing An (ex Velarde); y c) fase Tardía o Imperial: Fochic an (ex Squier), Ñain An (ex Bandelier), Nik An (ex Tschudi) y Chol An (ex Rivero). Estos espacios tienen muchas características formales en común como patio principal, patios secundarios, área de depósitos, corredores, audiencias y plataformas funerarias (Campana 2006, 2012).
Ñain an y su sector de almacenamiento
Este conjunto amurallado se ubica en la parte central y en la margen este del área nuclear del complejo arqueológico Chan Chan. Su principal vano de acceso se ubica en el norte, e internamente muestra una división tripartita mediante muros bajos y en tres porciones regulares. En el sector norte destaca un patio de grandes dimensiones con cuatro accesos que conducen a las diferentes áreas del conjunto, que están conformados por patios secundarios, audiencias, depósitos y un huachaque (poza de agua de grandes dimensiones). En la parte central se ubican la plataforma funeraria, dos huachaques, un segundo patio de dimensiones considerables y un área de almacenamiento (donde se realizó la investigación). El sector sur carece de arquitectura visible en superficie y se encuentra asociado con un huachaque.
El área de almacenamiento se encuentra distribuidoa en forma de “L” y se divide en siete zonas: tres presentan dos bloques de depósitos, otras tres cuentan con tres bloques de depósitos y una zona se encuentra conformada por las audiencias, plataforma y el acceso principal al área. En estas zonas se registran nueve patios orientados de norte a sur, que se conectan con las demás áreas mediante accesos y corredores. En esta área de almacenamiento se realizaron 21 unidades de excavación y mediante los resultados fue posible responder a las interrogantes planteadas con la finalidad de aproximarnos a la concepción que tuvo el poblador chimú para este espacio de almacenamiento (Figura 2).
Resultados
Producto de las excavaciones se logró determinar que en el área de almacenamiento de Ñain An se registran los siguientes ambientes (Figura 3): cuenta con 84 depósitos elaborados con adobes (algunos presentaron rellenos de piedra), que se organizan en hileras, alrededor de un patio y están separados en siete secciones. Los depósitos son ortogonales, con una cubierta a un agua y presentan un vano de acceso con umbral alto. A pesar de mostrar algunas variaciones en cuanto a las dimensiones, se logró determinar tres formas (cuadrangular, rectangular y pequeña). Según lo registrado en los depósitos excavados, cada forma presenta características particulares en relación con la altura del umbral, la capacidad y el área de almacenaje (Cuadro 1 y Figura 4). Los corredores tienen dimensiones variadas y sirven como áreas de circulación para interconectar los depósitos con los patios.
Como zona previa a los almacenes hay dos audiencias, que son estructuras en forma de “U” con 6 hornacinas cada uno (Figura 5). La primera audiencia se ubica como un punto de control para acceder al área de almacenamiento, para esto es necesario recorrer dos rampas ubicadas al oeste del ambiente. Luego de ingresar por un acceso, al este de la audiencia 1, es posible llegar a un patio con nueve hornacinas y desde este punto se accede a cuatro áreas diferentes: 1) por el este a la segunda audiencia, 2) por el norte a un corredor que se conecta con las rampas de acceso a la plataforma central, 3) por el sur de la segunda audiencia es posible acceder mediante un ingreso indirecto a un ambiente que funcionaría como un espacio complementario de la audiencia, 4) por el noreste se ingresa a un área con cuatro depósitos pequeños (Figura 6). En las audiencias se registraron improntas circulares con un diámetro aproximado de 0.18 m y restos de postes de madera, que funcionaron como columnas para la cubierta que protegía el ambiente. No se estableció con exactitud si la cubierta sobresalía de los muros laterales o cuál era la inclinación que presentaba; pero al considerar el desgaste horizontal que presentaron los muros, la altura conservada y el buen estado de preservación de los enlucidos es posible inferir que la cubierta no presentó caída y sobresalía del muro, con la finalidad de proteger la estructura de las afectaciones durante los eventos pluviales. La plataforma central es una estructura con dimensiones de 25 m de largo por 9.10 m de ancho y una altura conservada de 4.46 m. En la cima presenta dos espacios rectangulares, en donde se registraron dos restos de hornacinas y cuatro postes de madera que posiblemente soportaron una cubierta. Al norte, asociado con el corredor y acceso al área de almacenamiento, se registraron 12 restos de postes de madera, de los cuales seis estuvieron revestidos con barro. Considerando la simetría presente en las construcciones chimú (Campana 2012), posiblemente sumaron en total 16 columnas revestidas de barro, ocho a cada lado del acceso. Asimismo, se registraron fragmentos de relieves en el corredor asociado con el frontis norte de la plataforma, por tal motivo es posible establecer que la plataforma central presentó decoración mural en la cima, pero por las actividades de saqueo que sufrió no fue posible registrar un relieve intacto.
La elaboración de esta estructura se realizó mediante bloques constructivos, celdas de relleno, reutilización de estructuras preexistentes y adobes reutilizados (Figura 7). La plataforma central se erigió durante el tercer momento constructivo, juntamente con los depósitos pequeños, la segunda audiencia, el ambiente complementario y las rampas de acceso. Durante el primer y el segundo momento constructivo se elaboraron los depósitos y la primera audiencia. No fue posible determinar cómo se articularon las estructuras durante las dos primeras etapas constructivas, pero en el último momento se registra la elaboración de muros que bloqueaban accesos para redirigir el tránsito de los individuos dentro del área de almacenaje desde el nuevo punto principal que sería la plataforma central.
Discusión
En el conjunto amurallado Ñain An es posible reconocer que existe una estrecha relación entre cuatro tipos de ambientes: audiencia, corredor, patio y depósito. El rol de la audiencia se discutirá posteriormente, pero es preciso mencionar que este ambiente rige como primer punto para acceder a los depósitos, luego los corredores y patios se articulan con la finalidad generar un acceso vigilado a cada uno de los depósitos. Por la distribución es posible interpretar que esta organización espacial fue premeditada desde el momento de construir, y tuvieron especial cuidado en los puntos de acceso para tener el control de los almacenes y de las personas que ingresaban.
Los depósitos en esta área de almacenamiento fueron de tres tipos: cuadrangulares, rectangulares y pequeños, con una superficie aproximada total de 1095.12 m2 y y una capacidad de 1066.95 m3, esto representa una gran fuente de recursos que podían ser resguardados en estos ambientes para su uso posterior. Se considera como área de almacenaje la extensión de superficie dentro de los depósitos donde es posible colocar algún tipo de bien que se requiera resguardar; en cambio, el volumen de almacenaje corresponde al espacio disponible en los depósitos para ser ocupado por los recursos almacenados, particularmente el acopio de granos (Correa-Trigoso et al. 2019), como lo evidenció la presencia de almidón de maíz en el piso de los depósitos en el conjunto amurallado Utzh An (Castillo 2018). En la capital chimú la población consumía el maíz (Zea mays) y el frijol (Phaseoulus sp.), como parte de la dieta (Pozorski 1980a, 1982; Correa-Trigoso et al. en prensa), el primero para preparar alimentos como la chicha, una bebida consumida en abundancia por el poblador costeño prehispánico (Cieza [1550] 2005).
Los depósitos se construyeron con cubiertas que recaían sobre los muros laterales y presentaban una inclinación de un agua, teniendo como punto de caída los corredores presentes en la parte posterior de cada ambiente. El vano de acceso con umbral elevado fue un elemento arquitectónico construido para proteger la parte interna de los depósitos de cualquier evento medioambiental (lluvias, arenamiento, etcétera) y de agentes externos (alimañas) que podrían haber ingresado a deteriorar los materiales almacenados. El umbral alto en los vanos de acceso es una característica distintiva de los depósitos presentes en la capital chimú, cuya recurrencia se puede observar en otras áreas de almacenamiento (Day 1980; Peña Aranda 2013; Dávalos 2014, 2015; Castillo 2018).
Es posible reconocer tres diferentes momentos constructivos durante la administración chimú del el área de almacenamiento y los cambios estuvieron vinculados con las necesidades de las élites e impulsados posiblemente por variaciones económicas. Los dos primeros momentos constructivos estuvieron ligados a la construcción de depósitos para el almacenaje del excedente económico, utilizando para este fin materiales nuevos o de primer orden. Durante el tercer momento constructivo ocurre una reorganización del espacio y se emplean recursos de segundo orden (adobes reutilizados y estructuras preexistentes). La modificación del espacio arquitectónico tuvo como resultado la clausura de accesos que sirvieron para direccionar y controlar el tránsito de las personas cuando ingresaban al sector de almacenamiento. Esta variación estuvo vinculada con la construcción de la plataforma central y la audiencia 2, esta última relacionada con labores administrativas en los conjuntos amurallados (Andrews 1980). Según la distribución espacial, la audiencia 2 servía como punto del control para acceder a la plataforma central, y su última etapa de uso fue el eje principal de todo el sector de almacenamiento en el conjunto amurallado. Es posible identificar una jerarquización de los espacios arquitectónicos, donde el de menor rango sería la audiencia 1, a la cual un número elevado de individuos podía tener acceso con solo transitar el corredor de ingreso al área de almacenamiento. Luego de este ambiente, se tiene a la audiencia 2, para acceder a la cual era necesario transitar por un corredor estrecho y un acceso angosto que sirvió a manera de filtro al reducir el número de individuos que podían ingresar a esta área. Hasta este nivel solo entraban los que realizaban actividades de control administrativo en el sector de almacenamiento y los encargados de dirigir las ceremonias realizadas en la plataforma central.
En Ñain An hay dos plataformas, una funeraria y la otra administrativa, hasta el momento es el primer conjunto amurallado donde se evidencia este comportamiento, posiblemente con las excavaciones que se llevan a cabo en la actualidad se logre registrar en otras zonas de la capital chimú este mismo patrón. En la plataforma funeraria, la población desarrollaba ceremonias de carácter privado y actividades asociadas con la memoria del gobernante enterrado, como lo determinado en Las Avispas (Pozorski 1980b) y en Nik An (Cornejo & Vásquez 2001). Posiblemente existieron festividades de culto a los ancestros y eran fechas de mucha importancia para la sociedad (Day 1980; Uceda 1997), motivo por el cual el ancestro (antiguo gobernante) era trasladado desde su mausoleo hasta los patios amplios donde se reunía una gran cantidad de personas, las cuales eran dirigidas desde la plataforma administrativa. Para acceder a la plataforma central se transitaba por tres rampas ubicadas al oeste de la estructura. Aquí el nivel de jerarquía y restricción era muy alto y solo accedían los miembros más elevados encargados del culto estatal. Al norte se localizaba un patio de grandes dimensiones, 87.43 m de largo por 60.14 m de ancho; una rampa conectaba estas dos áreas y generaba un vínculo en línea recta entre un área pública (patio) y una estructura elevada (plataforma central), la cual se puede ver claramente desde la parte baja ya que desde el piso del patio hasta la plataforma hay aproximadamente 6 metros de diferencia.
El abastecimiento de recursos para las ceremonias realizadas en estos espacios públicos era una importante responsabilidad del gobernante, como lo indica el cronista Cieza de León
…Cada señor en su valle tenía sus aposentos grandes, con muchos pilares de adobes y grandes terrados y otros portales, cubiertos con esteras, y en el circuito desta casa había una plaza grande donde se hacían sus bailes areitos; y cuando el señor comia se juntada gran número de gente, los cuales bebían de su brebaje, hecho de maíz o de otras raíces. En estos aposentos estaban porteros que tenían cargo de guardar las puertas y ver quien entraba o salía por ellas… (Cieza [1550] 2005:175).
Por este motivo fue de crucial importancia tener acceso a grandes fuentes de productos durante las ceremonias; esta necesidad obligó al gobernante chimú ubicar la plataforma central cerca del área de almacenamiento. Por los fragmentos de frisos es posible determinar que la ornamentación presente en la plataforma central fue diversa y considerando la gran cantidad de columnas nos demuestra que esta zona presentaba amplias techumbres. La importancia de estos accesos y de las rampas son reconocidas en la cultura material chimú, tal como lo muestra la maqueta registrada en la Huaca de la Luna (Figura 8), donde se reconoce los detalles arquitectónicos presentes en un contexto similar al nuestro y se demuestra la importancia simbólica de este sector para el habitante de esta gran urbe prehispánica.
Para la última fase constructiva se logró establecer dos tipos de recorridos en el área de almacenamiento (Figura 9): 1) cruzando un patio de grandes dimensiones y luego mediante un corredor se ingresaba hasta la audiencia 1, punto en el cual se dejaban los productos. Desde este ambiente, los bienes se llevaban en dos posibles direcciones: el primer camino se asocia con una segunda audiencia que a su vez se encontraba relacionada con la plataforma. Cabe la posibilidad que en los depósitos pequeños asociados con la audiencia 2 se almacenaran los productos que se usaban en las ceremonias desarrolladas en la plataforma.
2) El segundo camino estaría vinculado con el almacenamiento de los productos en los diferentes depósitos, los cuales eran llevados desde la audiencia 1 hacia las diversas áreas por medio de un estrecho corredor que daba acceso a un patio con depósitos. Desde el patio 5 se podía tener acceso, tanto al norte como al sur a otras secciones de patios con depósitos. Por la gran dimensión del patio registrado al lado oeste es posible establecer que el corredor que conectaba los diferentes patios también fue utilizado para abastecer con productos la realización de ceremonias públicas. Comprendiendo la importancia de los depósitos, consideramos que la audiencia 1 fue el límite hasta donde lograban ingresar los que presentaban su tributo al gobernante; desde este punto de control el personal estatal a cargo, como fueron los burócratas encargados de la contabilidad y los mayordomos responsables del traslado de bienes, distribuían los productos en los depósitos (Topic 2003).
La segunda forma de ingresar al área de almacenamiento era mediante un corredor de grandes dimensiones paralelo al patio que tendría como punto final los depósitos asociados con los patios 8 y 9. Según se puede reconocer no existe una estructura que controle el acceso a estas zonas con depósitos y al no poseer otro acceso se deduce que estos ambientes no guardan una relación similar con las demás zonas de almacenaje. El corredor por el cual se ingresa conduce a la plataforma funeraria, ubicada al este del área de almacenamiento, lo cual permite considerar que en esta zona podrían haberse almacenado exclusivamente provisiones para los rituales asociados con las actividades de culto realizadas en esta estructura fúnebre (Conrad 1980; Cornejo & Vásquez 2001), en comparación con las demás zonas con depósitos que tuvieron diversos fines, como el mantenimiento de los sectores dependientes del gobernante, así como proveer de recursos las ceremonias dentro del conjunto amurallado. Por tal motivo no era necesario el resguardo de ningún punto de control (audiencia), ya que el acceso a estos espacios era restringido a personas de alta jerarquía social. Un punto de interés particular es lo concerniente a las plataformas; se conoce que dentro de los conjuntos amurallados (con excepción de Laberinto) se construían plataformas funerarias para enterrar al gobernante chimú y su parentela (Conrad 1982), que eran de forma periódica retirados de la plataforma y llevados a los patios para efectuar ceremonias dentro de los conjuntos amurallados (Briceño 2010).
La conquista inca originó la caída de imperio chimú (Rostworowski 1990; Ramírez 1990), lo cual condujo a que la población dejara de reconocer a sus gobernantes y tuvo como desenlace el abandono de los conjuntos amurallados. Dentro de Ñain An es posible identificar tres tipos de comportamiento en este sector de almacenamiento luego de ser abandonado. El primero está vinculado con el uso simbólico del lugar, como lo evidencia una ofrenda que contenía una vasija enterrada, mate, 33 cuentas de concha, 154 cuentas circulares líticas y una cuenta vidriada “Nueva Cádiz” (Figura 10). Este último objeto se asocia con la época colonial temprana (1532-1650 dC), también en otros contextos chimú cerca de Chan Chan se registraron cuentas similares, como en los contextos funerarios en la iglesia de Huanchaco (Rodríguez 2018). Asociados con este contexto se registraron fragmentos de Spondylus sp. sobre el piso del ambiente, así como en otro lugar ubicado al sur. El cronista Miguel Cabello de Balboa, cuando narra el arribo de Naylamp (mítico fundador de la cultura Lambayeque) a las costas norteñas menciona:
...que entre sus acompañantes (trompetero, cocinero, concubinas, cuidador de andas, etc.) tenía un personal exclusivo (llamado Fonga) encargado de “derramar” polvo de conchas marinas en la zona donde Naylamp iba a pisar (Cabello de Balboa 1951 [1586]:327).
Esto demuestra que el esparcir conchas molidas en un área determinada era un acto simbólico asociado con la sacralidad del contexto y de las actividades que se realizaba en ese espacio. La presencia de estos contextos ceremoniales indica que los pobladores que ocuparon Chan Chan realizaban estos actos simbólicos en tiempos de la Colonia (siglo XVI) y aún mantenían sus costumbres ancestrales vivas. Otro acto simbólico fue el enterramiento de individuos en puntos con jerarquía, como el acceso principal del área de almacenamiento y al oeste de la audiencia 2. Estos dos contextos funerarios se encuentran estrechamente relacionados con el patrón de enterramiento post chimú en Chan Chan, la cual ubica sus entierros cerca de áreas simbólicas, como rampas y audiencias (Andrews 1980; Campana 2010).
El segundo comportamiento se encuentra asociado con la impronta de pies humanos registrada en los pisos de algunos depósitos, demostrando que fue producida por el ingreso de agua durante un fuerte evento pluvial (fenómeno El Niño), lo cual provocó que el piso de estos ambientes se humedeciese al grado de dejar marca si se ejercía presión sobre ella. Las diferentes huellas de pies humanos se asocian con los paramentos del umbral, estos se encuentran en dos direcciones: hacia el interior y el exterior de los depósitos. La evidencia se vincula con el retiro de las cubiertas una vez abandonado el sitio. La impronta de pies fue producto de la presencia de individuos que realizaban el desmontaje de las techumbres para la reutilización de adobes y/o de las cubiertas. No es posible determinar si esta actividad se realizó de forma sistemática en un solo evento o si se ejecutó aleatoriamente sin seguir un orden, dejando unos depósitos con cubiertas y otros no, lo que es posible afirmar, es que este tipo de procedimiento fue recurrente en otros conjuntos amurallados, como Nik An (Peña Aranda 2013), Xllangchic An (Dávalos 2014, 2015), Chayhuac An (Sánchez 2016) y Utzh An (Castillo 2018).
El último comportamiento se encuentra relacionado con la reutilización de los espacios. La presencia de surcos y canales aledaños nos indica que dentro del conjunto amurallado se realizaron actividades agrícolas una vez abandonados los ambientes. Asimismo, se considera que el uso de estos espacios fue posterior a un periodo de lluvia, lo que se demuestra por la construcción de canales sobre una capa de sedimento o destruyendo este estrato hasta llegar al piso de los corredores. Lo registrado señala que el tiempo entre el cese de las funciones económicas-políticas de este sector de almacenamiento y la reutilización de los espacios para otros fines (agricultura) fue muy corto.
Conclusiones
Se logró determinar tres formas en los depósitos de este conjunto amurallado (cuadrangular, rectangular y pequeños) y que éstos poseían una gran capacidad de almacenaje (1066.95 m3), lo que es importante ya que este sector tuvo dos funciones: como un lugar de resguardo de todos los bienes estatales de los que el gobernante chimú disponía y como punto de abastecimiento durante las ceremonias realizadas por la élite gobernante dentro de los patios y plataformas en este conjunto amurallado.
Se establecieron tres momentos constructivos en el área de almacenamiento, los dos primeros asociados con la construcción de los depósitos y la audiencia 1, mientras que la última tuvo como principal actividad la construcción de la plataforma central (segunda plataforma en el conjunto amurallado). Estas modificaciones se relacionan con cambios sociales en la sociedad chimú, debido a que en principio se concentraron en la construcción de áreas donde resguardar los bienes del Estado, pero en su última etapa ocuparon parte de este espacio y construyeron una plataforma administrativa ya que se priorizó el control social ejercido durante el desarrollo de las ceremonias en el patio con grandes dimensiones ubicado al norte de la plataforma.
El acceso a las áreas jerárquicas, como son la plataforma central y el área de almacenamiento, estuvo resguardado por las audiencias, que vigilaban el ingreso de las personas hasta este lugar, que era el límite de los visitantes que entregaban su tributo, ya que solo el personal estatal, los encargados de las áreas (burócratas y mayordomos) podían acceder hasta los depósitos o hacia la plataforma central.
La plataforma central fue un punto de control social dentro del conjunto amurallado que funcionó de forma articulada con el patio de grandes dimensiones; aquí se reunían grandes cantidades de personas que participaban en los ritos estatales y eran abastecidas con los bienes almacenados en los depósitos adyacentes. El recuerdo de estas actividades perduró en la memoria de los habitantes de este valle ya que el cronista Pedro Cieza de León lo recogió mucho tiempo después del colapso del pueblo chimú.
El área de almacenamiento dentro del conjunto amurallado responde a la necesidad del Estado chimú de tener el control absoluto de los recursos disponibles. Los bienes almacenados no solo se usaron en las ceremonias realizadas en la plataforma central sino también para el mantenimiento de las élites, para proveer de recursos a los especialistas dependientes del Estado y de las actividades políticas oficiales. Esta es la diferencia sustancial con los depósitos que se encuentran fuera del conjunto amurallado, ya que estos últimos tienen la finalidad de satisfacer las necesidades de recursos de grupos sociales particulares.
Después del abandono del conjunto amurallado, el área de almacenamiento fue reocupada para campos agrícolas, lugar de culto ancestral y espacios funerarios, los depósitos se desmontaron para aprovechar las cubiertas, todo esto ocurrió en un periodo posterior a de la ocurrencia de un fenómeno El Niño. Los objetos registrados en la ofrenda colonial no se encuentran relacionados directamente con el contenido de los almacenes, pero sí son una prueba de que, a pesar del tiempo transcurrido, los pobladores de este valle mantenían sus rituales ancestrales vinculados con espacios simbólicos.