Introducción
La arqueología se ha apoyado en las fuentes etnohistóricas e históricas para contribuir al conocimiento de la niñez en las sociedades pretéritas (Baxter 2005; Joyce 2001; Sofaer 2006). La corriente feminista y los estudios de género desde la década de 1980 se han esforzado por visibilizar a las mujeres, la niñez y todo aquel individuo considerado minoría dentro de un grupo social (Kamp 2001; Lewis 2007; Lillehammer 2010). Esto ha generado que, paulatinamente, estudios sobre la niñez emerjan en el campo de la arqueología y, por consecuente, también en la bioarqueología.
A partir de los estudios hechos sobre la arqueología de la niñez, Lillehammer (2010) analizó la narrativa de los textos arqueológicos para observar cómo éstos abordaban el tema de la niñez. Así, identificó cuatro tipos de narrativas: 1) no centrada en la niñez, 2) aleatoria de la niñez, 3) asociada a la niñez y 4) centrada en la niñez (Lillehammer 2010: 20).
La narrativa no centrada en la niñez se explica sola, en ésta no se incluye o se invisibiliza la niñez en todo momento; la segunda narrativa considera a la niñez si solo si es parte de un contexto fortuito, en este caso, la mayoría de ellos explica cuestiones rituales como el sacrificio; la tercera narrativa busca entender e incluir a la niñez como un componente de una sociedad pretérita; finalmente, la cuarta narrativa refiere a los niños como el objetivo principal del estudio. (Lillehammer 2010: 20).
Considerando los tipos de narrativas mencionados por Lillehammer (2010), es pertinente realizar trabajos de investigación arqueológica bajo una narrativa asociada o centrada en la niñez. Para esta investigación, nosotros proponemos un análisis del tratamiento funerario entre la sociedad zapoteca de El Palmillo, durante el periodo Clásico mesoamericano (250-850 dC), que tenga como eje principal la edad biológica y permita construir interpretaciones con respecto a la edad social (Ardren 2011; Baxter 2005), de manera que nos ayudará a entender sobre la niñez zapoteca en este periodo de tiempo.
Al tomar en cuenta que, durante el periodo Clásico, El Palmillo contaba con una población aproximada mayor a los 5 000 habitantes (Feinman y Nicholas 2004: 95-96), en este trabajo contamos con una muestra de más de 100 individuos, entre niños, adolescentes y adultos, en un periodo de 600 años de historia. A pesar de ello, buscamos contribuir al conocimiento de la niñez de la sociedad zapoteca durante el periodo Clásico por medio de la respuesta a dos preguntas principales: 1) ¿existe un tratamiento funerario diferenciado entre niños y adultos zapotecos en la ciudad de El Palmillo durante el Clásico? y 2) ¿existe una diferencia en el tratamiento funerario de los niños y adultos en el periodo Clásico entre las ciudades de El Palmillo y Monte Albán?
Planteamos estas dos preguntas para entender cuáles eran las particularidades del tratamiento funerario de los individuos por edad, considerando la ubicación, posición y localización de los entierros. De este modo, podemos saber si todos los individuos, niños y adultos, eran depositados de la misma manera o hubo distinciones de acuerdo a su edad. A su vez, esto nos permite discernir semejanzas y diferencias para distinguir cuáles son propias de los niños. En el caso de la segunda pregunta, El Palmillo fue una ciudad satélite o secundaria, mientras que Monte Albán es considerada la ciudad capital zapoteca durante el mismo periodo. Por tal motivo, podemos saber si hubo diferencias al interior de la sociedad zapoteca con respecto a la niñez, y si estas disimilitudes se deben a la relevancia de las ciudades.
Finalmente, para darle sentido a nuestro trabajo, daremos un breve contexto de la arqueología de Oaxaca, el cual incluye Monte Albán y El Palmillo, así como un resumen de los estudios relacionados con el tema de la arqueología de la niñez en Oaxaca. También planteamos nuestro marco conceptual a partir de la discusión del concepto de edad, donde buscamos reflexionar sobre lo complejo que es abordar la niñez. Después, mostramos la procedencia de los materiales, así como la metodología para evaluar nuestra muestra y los dos modelos estadísticos que nos ayudarán a entender cuál era el papel de los niños zapotecos dentro de su sociedad en el periodo Clásico.
Monte Albán y El Palmillo
Oaxaca se localiza al sur de México, es una región mesoamericana ampliamente estudiada por arqueólogos y antropólogos mexicanos y extranjeros debido a su gran diversidad cultural (Caso 1932, 1947, 1969; Marcus y Flannery 1996; Robles 2001; Saville 1899). Primordialmente se ha estudiado el valle de Oaxaca por sus características orográficas que trazan tres subvalles (Tlacolula, Etla y Zimatlán); en la intersección de éstos se encuentra Monte Albán, la ciudad-capital zapoteca que fue fundada desde el Formativo tardío continuando con una ocupación hasta el Clásico tardío (circa 500 aC-850 dC).
Durante el Clásico temprano (circa 250-500 dC), Monte Albán se caracterizó por la construcción monumental que sobresalía del resto de las ciudades satélite zapotecas tanto en escala como en diversidad (Blanton et al. 1979). Desde su fundación (500 aC) y a lo largo de su historia, Monte Albán fungió como la capital zapoteca durante 1 300 años (Marcus y Flannery 1996). Su arquitectura monumental se agrupó en lugares centrales que en general consisten en plazas, templos y otros edificios públicos. Dicha arquitectura fue diseminada a lo largo del valle de Oaxaca. A su vez, Monte Albán ejemplificó la simetría, el orden y el mensaje vertical transmitido por la gente que tenía poder dentro de la comunidad en general (Marcus 2009). Para el Clásico tardío (circa 500-850 dC), la ciudad empezó a perder su hegemonía hasta su gradual abandono (Feinman y Nicholas 2016; Kowalewski 2001, 2003; Winter 2003). Fuera de Monte Albán, en la región del valle de Oaxaca, la mayor parte de la población del periodo Clásico residía en asentamientos en forma de terrazas en las montañas (Kowalewski et al. 2006), donde la cooperación intracomunitaria e interdependencia se incrementó y se convirtió en un punto esencial para la longevidad de la comunidad (Feinman y Nicholas 2012).
El Palmillo fue una ciudad satélite localizada en el este del valle de Tlacolula. Su ubicación sigue siendo, a la fecha, un lugar que comunica al valle de Tlacolula con el istmo de Tehuantepec. Si bien El Palmillo fue ocupado desde el Formativo tardío, el crecimiento de la ciudad se dio durante el Clásico temprano y tuvo la mayor densidad demográfica durante el Clásico tardío (Feinman y Nicholas 2004: 95-96). El Palmillo fue una ciudad construida entre un área rocosa en la cima de la montaña; pese a que tiene espacios públicos con características similares a la antigua ciudad de Monte Albán, sus dimensiones son más pequeñas. En el sitio se han encontrado grandes cantidades de malacates y herramientas de hueso para tejer, esto como prueba de la producción de fibra y el tejido como una actividad económica muy importante (Feinman y Nicholas 2009: 161). También hay pruebas de la producción y reducción de herramientas de piedra así como de la elaboración de cerámica. A partir de la investigación arqueológica llevada a cabo en El Palmillo, se puede decir que la producción especializada destinada al intercambio era descentralizada, de modo que las áreas residenciales controlaban este trabajo (Feinman y Nicholas 2009: 163).
En 10 temporadas de campo, Gary Feinman y Linda Nicholas realizaron excavaciones extensivas en 8 residencias, sin embargo, son 7 donde se encontraron los contextos funerarios. El objetivo de su proyecto fue entender las unidades domésticas de diferentes estratos sociales para entender la organización social, los modos de producción y las estrategias de subsistencia de los antiguos habitantes de El Palmillo (Feinman y Nicholas, 2009). Para ello, fue necesario hacer un estudio de corte transversal, en el cual se pudiesen estudiar y observar los cambios por estratificación social y a través del tiempo. De modo que se exploraron las Terrazas 1162, 1163, y 1147/1148 en la parte baja del sitio; las Terrazas 925 y 507 en la parte media y la Terraza 335, Estructura 35 y Plataforma 11 en la parte de arriba (Feinman y Nicholas 2009). La Tabla 1 muestra la distribución y variedad de materiales encontrados en estas terrazas, así como el tamaño de las casas y las ofrendas encontradas.
Categoría | 1162 | 1163 | 1147/1148 | 925 | 507 | 335 | Est. 35 | Pl. 11 |
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Cantidad de huesos de animal | 1965 | 1221 | 1297 | 2041 | 3400 | 6935 | 5595 | 2859 |
Proporción de obsidiana en los complejos de piedras | 1.9% | 4.2% | 2.1% | 7.1% | 9.3% | 8.9% | 10% | 20.8% |
Cantidad de ornamentos de hueso | 2 | 4 | 0 | 13 | 10 | 20 | 8 | 12 |
Cantidad de ornamentos de piedra | 0 | 3 | 2 | 9 | 19 | 13 | 14 | 21 |
Cantidad de ornamentos de concha | 15 | 11 | 10 | 10 | 18 | 28 | 15 | 7 |
Vasijas de cerámica por individuo enterrado (n) | .25 (4) | .75 (16) | .69 (13) | 1.65 (20) | 1.43 (28) | 1.94 (17) | 0 (0) | 7.78 (9) |
Cantidad de dientes con mutilación dentaria | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 6 | 0 | 0 |
Tamaño del conjunto residencial más grande (m2) | 54 | 153 | 126 | 107.5 | 138 | 312.8 | 430.2 | 664 |
Tamaño del patio más grande (m2) | - | 20.3 | 21 | 21.6 | 27.6 | 72.3 | 46.2 | 68.6 |
Monte Albán y El Palmillo fueron ciudades contemporáneas, sin embargo, su dinámica es distinta; aunque ambas ciudades tuvieron su apogeo durante el Clásico temprano, es Monte Albán la que paulatinamente fue abandonada durante el Clásico tardío y perdió su poder como la capital del Estado zapoteca. Mientras, El Palmillo, a pesar de ser una ciudad satélite, sigue creciendo durante el Clásico tardío y su ocupación continúa hasta el Postclásico temprano (Feinman y Nicholas 2004).
Arqueología de la niñez en Oaxaca
En Oaxaca, como en otras regiones mesoamericanas, pocos trabajos han abordado estudios sobre la niñez. El primer acercamiento de esta índole fue realizado en Monte Albán bajo una narrativa asociada con la niñez, donde González Licón y Márquez Morfín (1990) señalaron que hay una exclusión relativa de niños en los depósitos primarios al interior de las tumbas debido a que los individuos solo podrían incrementar su estatus dentro de la sociedad a través del tiempo y su esfuerzo (1990: 77). Sin embargo, una revisión reciente con una narrativa más centrada en los niños, Márquez Morfín y González Licón (2018) encontraron dos características diferentes entre niños y adultos; la primera es que los niños también eran depositados con una ostentosa y variada ofrenda cuando ellos eran hijos de familias de un linaje de la élite; a su vez, algunos de estos niños fueron encontrados al interior de las tumbas. Por otro lado, los niños que no pertenecían a este tipo de linaje, eran enterrados en fosas bajo el piso de los cuartos y los patios (Márquez y González 2018: 76). Con base en estos resultados, los autores interpretan que la edad tiene una relación con el lugar de entierro; conforme los niños crecen y se desarrollan, los sitios donde son depositados después de su muerte se vinculan fuertemente con la dinámica de la comunidad, lo que podría implicar que éstos eran ya considerados miembros de su comunidad (Márquez y González 2018: 76).
Por otro lado, a partir de una narrativa aleatoria, Winter y colaboradores sugieren que los entierros de los niños no ocurren en el mismo espacio que el de los adultos dentro de la casa (Martínez et al. 2014; Winter et al. 1996), esto indica que los niños y adolescentes, al no alcanzar una madurez biológica y social que les permita contribuir con su sociedad, recibieron un tratamiento marcadamente diferenciado de los adultos (Winter et al. 1996: 239).
Debido a ambas propuestas, en el 2017, al pensar en una narrativa asociada, realizamos un estudio para entender el tratamiento funerario diferenciado entre niños y adultos en el valle de Oaxaca (Higelin et al. 2017). A partir de 175 individuos localizados en 15 unidades domésticas de 5 sitios arqueológicos considerados ciudades satélites, observamos que los niños no fueron depositados de forma primaria al interior de las tumbas, a excepción de aquellos encontrados en ollas al interior de las Tumbas 27 y 28 de Lambityeco. Esto nos hizo pensar que el tratamiento funerario en Monte Albán se distingue del resto de las ciudades satélite. A su vez, nos percatamos que tanto niños, adolescentes y adultos eran enterrados dentro de la unidad doméstica, concluyendo que la postura de Winter y colaboradores tenía que ser revisada, teniendo una semejanza más clara con lo observado por González Licón y Márquez Morfín (1990) (Higelin et al. 2017: 249).
Consideramos que la muestra del trabajo de 2017 era pequeña para poder hacer inferencias respecto a lo que sucedía en toda la región del valle de Oaxaca, debido a que los esqueletos de El Palmillo conformaban más de 60% de la muestra. De la misma forma, el hecho de analizar cinco sitios hacía más complejo precisar el contexto social de todos estos individuos; y si bien nos ayudó a entender las diferencias entre las ciudades satélite con respecto a Monte Albán a gran escala, para tener datos más detallados se requiere una comparación entre dos sitios. Por ello, en este trabajo optamos por refinar el análisis utilizando solo los esqueletos de El Palmillo, observar la distribución de los entierros de niños, adolescentes y adultos dentro de las unidades domésticas y en diferentes estratos sociales de acuerdo con su procedencia y compararlos con lo publicado en Monte Albán.
Concepto de edad
La edad es un concepto relacionado con el tiempo, en este sentido es que radica su complejidad. El paso del tiempo en los humanos se ve reflejado en distintos niveles, entre los que destacan: biológico, cronológico, social, civil y psicológico; el reto para los estudios bioarqueológicos es encontrar indicadores que evalúen todas estas dimensiones. En el análisis osteológico pretendemos estimar la edad biológica que corresponde al estado de maduración de los sujetos, para ello se observan el desarrollo dental o el cierre de las epífisis; pero los estudios en sociedades contemporáneas han demostrado la variación existente entre la edad cronológica y la edad biológica, además de que esta edad biológica depende de los indicadores que utilizamos para evaluar el estado de desarrollo. La experiencia de los sujetos en relación con las variables biológicas nos lleva a pensar en la edad psicológica que desde cierta perspectiva se relaciona con los roles y la dependencia del sujeto (Lewis 2007).
Para sociedades pretéritas mesoamericanas, el asunto de la edad se complica aún más si pensamos que, además de los roles que el individuo decide asumir, hay otros que están dados por la sociedad según el periodo de vida en el que se encuentra el sujeto; los tiempos respecto a estos periodos están condicionados por la sociedad y, por supuesto, la cultura (Ardren 2008), por ello se habla de una edad social. Al mismo tiempo, las instituciones confieren obligaciones y derechos diferenciales (Black et al. 2010; Joyce 2001), lo que constituye una edad denominada civil (Buchet et al. 2004). Otro problema a resolver es la diferencia entre la edad individual y la colectiva cuando se estima a partir del esqueleto, una discusión aún no resulte por la paleodemografía (Buchet et al. 2004). De lo anterior, hay que destacar que cada tipo de edad requiere de diferentes fuentes de información.
Es aquí donde surgen inquietudes sobre a qué edad los niños eran considerados parte de su sociedad para los zapotecos, particularmente para los antiguos habitantes de El Palmillo, y qué implicaba para los individuos en el quehacer cotidiano, es decir en su vida y muerte. Estas son las preguntas que están en el fondo de esta investigación y que aún estamos lejos de responder, pero guían este primer acercamiento. Para hablar del papel de los niños es fundamental compararlo con las otras etapas de la vida como referentes, es por ello que en este trabajo no podemos dejar de lado los otros grupos como parte de este análisis.
Materiales y método
Como se ha mencionado con anterioridad, los materiales arqueológicos provienen de 7 residencias de la antigua ciudad de El Palmillo. En la primera parte de este trabajo se realizó el análisis osteológico de más de 100 individuos; en el Cuadro 2 se especifican los métodos utilizados para estimar sexo y edad en adultos y no adultos. Posteriormente, en el análisis estadístico se observaron proporciones y aplicamos la Prueba Chi2 para observar diferencias significativas entre las variables y los grupos de etapas de la vida, lo que contribuyó a seleccionar las variables que utilizamos en el análisis de conglomerados, de las cuales se especifica el número de casos por variable (Cuadro 2). Es importante señalar que en el análisis estadístico solo se consideraron los individuos que debido a su estado de conservación permitieron tener una información más completa.
Después aplicamos el análisis de conglomerados, el cual consiste en agrupar elementos en grupos homogéneos en función de las similitudes que hay entre ellos (Hair et al. 1999). En otras palabras, en lugar de clasificar los datos de forma arbitraria, los casos se agrupan según su similitud tomando como referente las variables: posición, orientación, procedencia, ubicación, cronología, edad mínima, etapa de la vida y población mayor de 12 años de la unidad. Este análisis se hizo en el software estadístico minitab versión 18, utilizando el método euclidiano; es importante destacar que para estos modelos decidimos usar la edad mínima, lo que tuvo como ventaja que teníamos más números de casos y los cortes que vemos en los grupos son dados por la misma muestra. La desventaja es que puede haber una subestimación de la edad, por lo que principalmente en el caso de los adultos estos rangos podrían variar mucho.
Resultados
Se realizaron tablas cruzadas y se observó que había diferencias significativas por grupos de etapas de la vida solo en la posición (en todos los niveles) y en la ubicación (parcialmente). También en este análisis hallamos un sesgo en las temporalidades, la muestra está conformada mayoritariamente por individuos adultos para el periodo Clásico tardío, mientras los otros grupos de edad se ubican principalmente en el Clásico temprano; este aspecto es importante a considerar en las interpretaciones.
En el modelo 1 (Figura 3) se pudieron analizar cincuenta y nueve casos, ya que no tenemos la misma información para cada uno de los individuos. Las variables que se usaron fueron: posición, procedencia, cronología, edad mínima y ubicación al interior de la unidad doméstica; creamos otra variable a partir de las frecuencias que indica dónde no se encontraron estos individuos.
El grupo 1 está conformado por diez individuos de entre 30 y 35 años correspondiente a los adultos; éstos están extendidos en 70%, proceden de la parte baja o media en 90% porque la mayoría de la muestra proviene de estos lugares. Particularmente en esta división de grupos de edad, la distribución en estas áreas es más homogénea, la mayoría (70%) son del Clásico tardío, se ubicaron en las escaleras, cuartos, en el exterior de las unidades habitacionales, en las estructuras asociadas a las tumbas y en las tumbas; en donde no se encontraron fue en los muros.
El grupo 2 tiene cuatro individuos de entre 38 y 45 años; en este caso los adultos mayores, tres de ellos extendidos, proceden de la parte media y baja de la ciudad y abarcan todo el periodo Clásico; se encontraron en los cuartos, el exterior de las unidades habitacionales, patios y tumbas; en donde no se hallaron fue en las escaleras, muros y las estructuras de las tumbas.
El grupo 3 se compone de veintiún individuos de entre 12 y 24 años, podríamos decir adolescentes y adultos jóvenes; alrededor de 80% estuvieron extendidos, provienen de la parte media y baja principalmente, abarcan todo el periodo Clásico y fueron hallados en los patios, las tumbas y las estructuras de las tumbas. No se encontraron en las escaleras y los cuartos. Cabe destacar que este es el grupo donde algunos de los esqueletos fueron encontrados en la parte alta de El Palmillo.
Finalmente, el grupo 4 incluye a los individuos de 0 a 10 años: más de 70% estuvieron flexionados, 92% estaba en la parte media y baja, abarcan todo el periodo Clásico y se encontraron en cuartos, muros de la terraza, exterior de las unidades habitacionales y patios. No se hallaron en las escaleras, tumbas y muros de las estructuras de las unidades habitacionales.
En términos generales, este modelo nos indica que hay diferencias entre adultos y no adultos, además de que es claro que la posición parece importante en esta división; cabe mencionar que hay un sesgo por periodo de tiempo ya que la mayoría de los niños son del periodo Clásico temprano, mientras que la mayoría de los adultos son parte del Clásico tardío.
Para el modelo 2 (Figura 4) utilizamos casi las mismas variables, pero omitimos la variable posición, por ello ganamos número de casos para su análisis. En este modelo, el grupo 1 se conformó por cuarenta y tres individuos de entre 21 y 30 años (adultos), procedentes de la parte más alta y media.
En El Palmillo, 77% de los individuos del Clásico tardío fueron localizados en todos los lugares de las unidades habitacionales.
El grupo 2 lo conforman seis individuos con un rango de edad entre 12 y 18 años (los adolescentes), en su mayoría son del Clásico tardío (67%), éstos se encontraron en el muro de la terraza, en las estructuras relacionadas con las tumbas y los patios, mientras no se hallaron casos en las escaleras, cuartos, exterior, el muro de la estructura de la unidad doméstica o en las tumbas.
El grupo 3 se conforma por treinta y dos individuos de entre 0 y 10 años (los niños), la mayoría provienen de la parte intermedia y el resto de la parte baja, abarcan todo el periodo Clásico y estaban en los cuartos, los muros (de la terraza), el exterior de las unidades habitacionales y los patios. No se encontró ningún niño en las escaleras, las estructuras relacionadas a las tumbas, los muros de las unidades habitacionales o las tumbas.
El grupo 4 consiste en doce individuos de entre 35 y 45 años (adultos mayores), procedentes de la parte baja e intermedia en 83%, del periodo Clásico; se encuentran en los cuartos, el exterior, estructuras relacionadas a las tumbas, patios y tumbas. No se descubrieron en escaleras y muros.
En resumen, podemos decir que individuos de todas las edades fueron encontrados en el patio; en los cuartos no fueron hallados adolescentes (es el grupo menos representado y es un comportamiento esperado). Por otra parte, las tumbas son esencialmente utilizadas para depositar a los adultos.
Discusión
Lo encontrado en El Palmillo se asemeja más a las interpretaciones de Márquez Morfín y González Licón (2018) que a las observaciones que hacen Winter y colaboradores (Martínez et al. 2014; Winter er al. 1996). Ambos modelos muestran que hubo una distribución de esqueletos de niños, adolescentes y adultos a lo largo de las unidades domésticas en los tres niveles de las terrazas: bajo, medio y alto. Si bien nos percatamos que hay lugares exclusivos para adultos como las tumbas, algo observado también en Monte Albán por González Licón y Márquez Morfín (1990), en el caso de los niños se comparten espacios como los patios y los cuartos principalmente con otros grupos de edad, es decir, que esta muestra no indica un espacio exclusivo para los niños.
Con respecto a las observaciones obtenidas en las tumbas, podría afirmarse que en Monte Albán había una estratificación más compleja dentro de la élite, reflejada en los niños enterrados con ofrendas ostentosas o depositados al interior de la tumba, tal y como lo han señalado Márquez Morfín y González Licón (2018).
Los niños de 0-10 años de El Palmillo no fueron enterrados en tumbas, pero la posición flexionada es la que predomina entre ellos, a diferencia de los adolescentes y adultos. La mayoría de los niños vienen de la parte media, es decir no tenemos una muestra más amplia para la parte más alta y baja. Este cambio en la posición de los individuos podría tener implicaciones simbólicas y sociales que permiten interpretar que después de los 10 años se considerara una etapa de distinción entre la niñez y la adultez.
La estimación de la edad que hicimos en este trabajo fue a partir de los indicadores de maduración, es decir que el análisis osteológico nos ayudó a calcular la edad biológica de los sujetos. A partir del análisis de conglomerados, incorporamos variables con implicaciones sociales relacionadas con el papel de los individuos (como posición, ubicación al interior de la unidad doméstica, etcétera), y encontramos grupos que reflejan etapas de la vida. En otras palabras, los cambios que vemos en la forma en que son depositados los sujetos entre un grupo y otro representan las transformaciones en algunos aspectos del tratamiento funerario mismos que podrían estar relacionados con la edad social.
Consideraciones finales
Este trabajo, enfocado desde la narrativa asociada, trata de centrarse en la niñez de El Palmillo a partir de los pequeños cambios que hay dentro del tratamiento funerario. Encontramos que, si bien no hay lugares exclusivos para los niños, sí hay una práctica diferencial para los distintos grupos de edad respecto a la posición y ubicación. Hay que destacar que la muestra tiene problemas en la representatividad por periodos de tiempo, es decir, hay más entierros en el Clásico tardío que en el Clásico temprano, posiblemente debido a la densidad poblacional que hubo durante este periodo de tiempo. Otro problema es que la muestra de El Palmillo se compone por una menor cantidad de la sociedad de élite, a diferencia de Monte Albán, que es lo opuesto.
Finalmente, respondiendo las dos preguntas de investigación planteadas, nos damos cuenta que existe una diferenciación en el tratamiento funerario entre niños y adultos de acuerdo con la posición, y se puede confirmar que existen disimilitudes entre la ciudad capital de Monte Albán y la ciudad satélite de El Palmillo, como ya habíamos mencionado previamente (Higelin et al. 2017: 748-749). Esto podría explicarse por el tipo de la muestra entre ambas ciudades o porque la antigua capital haya practicado un tratamiento funerario más complejo que las ciudades satélites, reflejado en la niñez al interior de la sociedad zapoteca durante el periodo Clásico.