Introducción1
Cuando el Grupo Dizdea de WhatsApp se creó a mediados del 2019 para enseñar el zapoteco de San Bartolo Yautepec a miembros de la comunidad que viven afuera del pueblo, los miembros del grupo decidieron dividir a los participantes en tres niveles de acuerdo con su nivel de competencia: principiantes, intermedios y avanzados. Pronto se dieron cuenta de que en el grupo de los principiantes había varias personas que podían sostener una conversación fluida en zapoteco y poseían un vocabulario bastante amplio, pero se catalogaban a sí mismos como principiantes junto con los estudiantes que estaban empezando a aprender desde cero. Los organizadores del grupo se dieron cuenta de que no podían tener a hablantes competentes en el mismo nivel que los debutantes, así que tuvieron que adoptar una manera más objetiva de clasificar a los estudiantes.
Los miembros del Grupo Dizdea se encontraron con lo que Grinevald y Bert (2011) llaman “hablantes fantasma”. Éstos son los hablantes de una lengua altamente amenazada que niegan que pueden hablar su lengua debido a un profundo sentimiento de inseguridad lingüística. Es importante valorar y darles reconocimiento a estos miembros de la comunidad ya que ellos son los más jóvenes y, por lo tanto, los que tienen la mayor probabilidad de transmitir su lengua a las futuras generaciones. A estos hablantes muchas veces no se les da el reconocimiento debido en los programas de revitalización lingüística, en especial en las situaciones de desplazamiento lingüístico más avanzadas, y tampoco se les reconoce debidamente por los investigadores que visitan la comunidad para investigar y documentar la lengua amenazada.
En este artículo se comparte la experiencia adquirida a partir del proyecto de revitalización lingüística del zapoteco hablado en San Bartolo Yautepec (ISO 639-3: zpb), municipio del mismo nombre, distrito de Yautepec, estado de Oaxaca, México (a partir de ahora zapoteco de Yautepec), la cual es una lengua altamente amenazada. En la primera sección titulada Situación sociolingüística, se describen las características propias de la comunidad de habla de esta lengua y cómo éstas llevaron al desplazamiento lingüístico y al surgimiento de la inseguridad lingüística en sus hablantes. En la subsección titulada Características de las lenguas moribundas, se describe brevemente la variación y las características lingüísticas que comúnmente encontramos en las lenguas altamente amenazadas, y cómo el zapoteco de Yautepec se ajusta a estas características. Ya que en las situaciones de desplazamiento lingüístico se presentan una gran variedad de hablantes que nombramos siguiendo la tipología propuesta por Grinevald y Bert (ibidem): “hablantes fantasma”, “neo-hablantes”, “semi-hablantes”. En la subsección titulada Tipos de hablantes en una situación de desplazamiento, se hace un recuento de cada uno de ellos y su papel en el proyecto de revitalización lingüística. En la siguiente sección titulada Proyecto de revitalización, se aborda con detalle las actividades que se llevan a cabo recientemente en la comunidad diáspora de hablantes de zapoteco de Yautepec, y el papel que juega cada tipo de hablante en estas actividades.
Situación sociolingüística
El zapoteco de Yautepec es una variante de zapoteco cuya clasificación genética actualmente está en discusión, pero probablemente se trate de una variante de zapoteco central que comparte rasgos de área con el zapoteco miahuateco (Beam de Azcona 2020). Al igual que todas las lenguas zapotecas, éste pertenece al tronco otomangue de la familia de lenguas amerindias. Como se mencionó, el zapoteco de Yautepec es una lengua en riesgo de desaparecer; de acuerdo con El Índice de Lenguas Amenazadas (The Language Endangerment Index), el zapoteco de Yautepec se encuentra “Severamente Amenazado” con 20 puntos en la escala, con lo cual está a solo un punto de pasar al estatus de “Críticamente Amenazado” según esta misma escala (Lee & Van Way 2018).
Las labores de revitalización lingüística comenzaron en la comunidad desde finales de la década de 2000, como iniciativa de la propia comunidad lingüística, y las labores de documentación, en las que he podido colaborar desde un inicio, comenzaron a realizarse desde 2010 hasta la fecha. El primer trabajo que se publicó sobre esta variante es el de Rojas Torres (2014) en el que se describen sus principales características morfosintácticas; la fonología de esta lengua se describe en Covarrubias Acosta (2020). Estos dos trabajos se centran en describir la variante hablada por los hablantes que actualmente son mayores de 80 años y no se toca el tema de la variación que existe en hablantes de otros grupos de edad.
En el documental Mneéch Dizdea (Galván 2017) y en Covarrubias Acosta (2020) se aborda la historia reciente de San Bartolo Yautepec y cómo ésta llevó al desplazamiento del zapoteco de Yautepec. En resumen, el pueblo sufrió un conflicto violento en la década de 1940 al que poco tiempo después le siguió la implementación de la primera escuela primaria en la comunidad en la que se castigaba severamente el uso del zapoteco. La migración de la comunidad y a la imposición del español en la escuela son señaladas como las principales causas del desplazamiento del zapoteco de Yautepec. En este trabajo se retoma esta discusión sobre el desplazamiento del zapoteco de Yautepec, pero en lugar de centrarnos en las causas trataremos de mirar de cerca cómo es la cadena de acontecimientos lingüísticos, sociales y psicológicos que conlleva este desplazamiento lingüístico, y hablaremos de las acciones que se han llevado a cabo recientemente como parte de las labores de revitalización lingüística en la comunidad diáspora en el área metropolitana de la Ciudad de México.
En un censo comunitario realizado en 2013 en convenio con el INALI, se reportaron 152 hablantes de zapoteco de Yautepec, todos mayores de 65 años, los cuales en la actualidad serían mayores de 70 años. Sin embargo, durante las labores de revitalización lingüística llevadas a cabo recientemente a través del grupo de WhatsApp Grupo Dizdea SBY desde mediados de 2019, en el cual he podido participar como colaboradora desde noviembre de 2019 hasta la fecha, se ha hecho evidente la existencia de hablantes más jóvenes en condición de “hablante fantasma”, muchos de ellos menores de 60 años, los cuales evidentemente no se reportaron como hablantes en el censo comunitario de 2013. Dentro del Grupo Dizdea SBY, los mismos miembros de la comunidad realizaron una separación por niveles de aprendizaje de la lengua en principiantes, intermedios y avanzados. Ellos mismos se dieron cuenta de que muchos de los que se habían autonombrado principiantes en un inicio poseían suficiente competencia lingüística como para sostener una conversación en zapoteco, por lo que se tuvo que modificar su nivel, y eventualmente muchos de ellos adquirieron papeles importantes dentro del proyecto de revitalización. Esta problemática de caracterizar adecuadamente a los hablantes surge inevitablemente en todas las lenguas amenazadas de acuerdo con (Grinevald & Bert 2011) y para enfrentarla debemos mirar cada caso individualmente para conocer la historia de vida de estas personas y así poder valorarlas adecuadamente.
Características de las lenguas moribundas
El desplazamiento de una lengua minoritaria se da de forma simultánea a un proceso de cambio lingüístico acelerado. Este cambio acelerado casi siempre va acompañado de actitudes negativas hacia la variante innovadora y, de hecho, estas actitudes pueden contribuir a que, en una situación de bilingüismo, los hablantes jóvenes abandonen la variante innovadora en favor de la lengua dominante.
En la literatura se ha reportado que las lenguas “moribundas”, o altamente amenazadas, presentan mayor variación que las lenguas con mayor vitalidad y dicha variación no necesariamente se correlaciona con variables sociales tales como clase económica, sexo, etcétera (Palosaari y Campbell 2011; Wolfram 2004). Estos autores reportan también que en las lenguas “moribundas” se pueden observar cambios lingüísticos en las generaciones más jóvenes, los cuales ocurren de forma mucho más acelerada que en una lengua con mayor vitalidad. Estos cambios típicamente incluyen pérdida del elemento marcado en oposiciones fonológicas y morfológicas. De acuerdo con Thomason (2018) todos los cambios lingüísticos que se presentan en las lenguas amenazadas en realidad son los mismos tipos de cambios que se presentan en cualquier situación de cambio inducido por el contacto lingüístico, aunque según esta misma autora, las lenguas amenazadas suelen presentar lo que llama ‘erosión estructural’ o desgaste, en el cual las estructuras lingüísticas siempre tienden a simplificarse.
El zapoteco de Yautepec posee todas las características propias de las lenguas “moribundas”, aunque éstas se diferencian poco de las que se podrían presentar en cualquier lengua que está sufriendo un proceso de cambio lingüístico muy acelerado y se argumenta que ambas cosas: el cambio lingüístico acelerado y el desplazamiento lingüístico, suceden simultáneamente en el zapoteco de Yautepec, y que existe una relación estrecha entre ambos. Las características que enlistan Palosaari y Campbell (2011) y Thomason (2018) como propias de las lenguas “moribundas” o en obsolescencia, parecen seguir la idea implícita de que existe un decaimiento en la lengua amenazada, el cual conlleva la simplificación de varias estructuras lingüísticas producto de una adquisición incompleta; los autores hacen referencia a hablantes ‘imperfectos’ o ‘semi-hablantes’ y se les compara con los hablantes competentes. Basándome en la experiencia de trabajo con el zapoteco de Yautepec, sostengo que las características que se observan en esta lengua en realidad son características propias de cualquier lengua que sufre un cambio lingüístico acelerado, y este cambio se puede observar de forma gradual en el zapoteco de Yautepec a través de varias generaciones de hablantes competentes hasta llegar a la última generación de “Hablantes Fantasma”. En el Cuadro 1 se presentan los inventarios segmentales de cuatro hablantes competentes de zapoteco de Yautepec con sus respectivas edades.
Tiburcio M.S. (80+) | Marina S.M. (67) | Fausto J.C. (60) | Micaela J.J. (58) | ||||||||||||||||
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p | t | tʃ | k | kʷ | p | t | tʃ | k | kʷ | p | t | tʃ | k | kʷ | p | t | tʃ | k | kʷ |
b | d | dʒ | ɡ | b | d | dʒ | ɡ | b | d | ɡ | b | d | ɡ | ||||||
s | ʂ | h | s | ʂ | h | fʷ | s | ʃ | h | hʷ | s | ʃ | h | fʷ | |||||
z | ʐ | ʒ | |||||||||||||||||
m | n | ŋʷ | m | n | ɲ | ŋʷ | m | n | ɲ | ŋʷ | m | n | ɲ | ||||||
l | r | l | r | l | r | l | r | ||||||||||||
i | u | i | u | i | u | i | u | ||||||||||||
e | o | e | o | e | o | e | o | ||||||||||||
æ | a | æ | a | æ | a | a |
Los cuatro inventarios que se comparan fueron elegidos por ser representativos y ello no descarta que existan otros hablantes con inventarios distintos a los que se muestran. En la extrema izquierda tenemos el inventario más conservador que comparten los hablantes mayores de 80 años igual al que se describe en Covarrubias (2020), los otros tres inventarios que se comparan se obtuvieron a partir del estudio del habla de tres participantes de las labores de revitalización del Grupo Dizdea. En dicho cuadro se presentan únicamente los m-fonemas según la definición de Kiparsky (2018), es decir, en estos inventarios no se muestran diferencias de duración en los segmentos que son predecibles según el acento o la posición silábica, ni se presenta la diferencia entre deslices /j, w/ y vocales altas /i, u/ ya que éstas dependen de la posición silábica. Los segmentos lenis están indicados en color azul. Cabe mencionar que, por falta de espacio, no se presentan todos los datos relacionados con los inventarios segmentales y propiedades fonológicas de las variantes innovadoras del zapoteco de Yautepec, los cuales merecen un estudio aparte. Sin embargo, es pertinente mencionar que no es posible realizar un estudio de cambio aparente en una lengua que se encuentra en situación de desplazamiento lingüístico avanzado, como el zapoteco de Yautepec, por dos razones: no será posible levantar una cantidad suficiente de datos como lo demanda la metodología original de Labov (1963), y muchos de los hablantes competentes de la lengua minoritaria se encuentran en condición de hablantes fantasma por lo que no estarían dispuestos a contestar una encuesta sociolingüística.
Tiburcio M.S. (80) | Marina S.M. (67) | Fausto C.J. (60) | |||
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HAB.venir=3CER | [ndjæ̰ːɫ45ʐi5] /ndjǽʔǽl=ʐí/ | > | [ndjæˀæ̰ð45ʂi5] /ndjǽʔǽd=ʂí/ | > | [ndjæ̰ːθ4ʃi5] /ndjǽːʔd=ʃí/ |
HAB.venir=1s | [ndjæːḻ2na45] /ndjæ̌ːlʔ=ná/ | [ndjæːḻ2na45] /ndjæ̌ːlʔ=ná/ | [ndjææ̰̆ːθ34na5] /ndjæ̌ːʔd=ná/ |
[+anterior] | [-anterior] | ||||||
[-coronal] | [+coronal] | [-coronal] | |||||
[-redondeado] | [+redondeado] | ||||||
[-res] | [-aprox] | [+cons] | p | t | t͡ʃ | k | kʷ |
b | d | ɡ | |||||
s | ʃ | h | fʷ | ||||
[+res] | m | n | ɲ | ||||
[+aprox] | l | r | |||||
[-cons] | i | u | |||||
e | o | ||||||
a |
Pese a las diferencias aparentemente marcadas que vemos entre los inventarios del Cuadro 1, todos los idiolectos estudiados son inteligibles entre sí, aunque los hablantes son conscientes de las diferencias que hay y existen actitudes negativas de los hablantes mayores de edad hacia el habla de la siguiente generación. Todos los cambios que se dieron a nivel segmental en el habla de los jóvenes llevaron a una aparente simplificación del inventario fonológico por distintos caminos, pero siguen la tendencia general de la pérdida del elemento lenis (marcado) en las oposiciones fortis-lenis, y conducen al inventario a adoptar más y más semejanzas con el del español. Cuando hay una situación de contacto lingüístico es muy común que haya préstamos léxicos y, conforme entran más préstamos a la lengua en cuestión, comienzan a entrar también procesos y otras características fonológicas (Sankoff 2004).
Todas estas características no se deben interpretar como producto de un decaimiento o una adquisición incompleta, ya que los sistemas que se comparan pertenecen a idiolectos de hablantes competentes que vivieron en la comunidad de habla al menos hasta la adolescencia (16 a 17 años). En lugar de ello, estas diferencias deben ser interpretadas como producto de un proceso de cambio que se inició desde varias generaciones atrás. Este cambio lingüístico ha simplificado muchas estructuras lingüísticas, pero también ha provocado la complejización de otras como sucede con el sistema tonal, producto de un cambio en la distribución de la duración de los segmentos vocálicos, el cual se aborda a continuación.
La característica más notable de las variantes innovadoras de zapoteco de Yautepec es la distribución de la duración de los segmentos vocálicos. En la variante conservadora de esta lengua, al igual que en muchas otras lenguas zapotecas, la duración de los segmentos vocálicos es predecible por el tipo de consonante en coda: si tenemos una consonante fortis, el núcleo vocálico será breve, y si tenemos una consonante lenis, el núcleo será largo (Arellanes Arellanes 2009; Chávez-Peón Herrero 2010; Covarrubias Acosta 2020; Hernández Luna 2019). Esta característica no se presenta en algunas variantes de zapoteco más innovadoras como el zapoteco Coateco (Beam de Azcona 2004).
En las Figuras 2 y 3 vamos a estudiar el habla de Micaela Jiménez Jiménez de 58 años, cuyo inventario segmental ya se mostró en la extrema derecha del Cuadro 1. Más adelante, en la subsección titulada “hablantes fantasma”, se aborda la historia de vida de Micaela con mayor profundidad y se muestra cómo tuvo una adquisición completa de la lengua. En la Figura 2 tenemos un par análogo de /t/ y /d/ en coda en el que se observa la duración semejante de los núcleos vocálicos. Se midió la duración del núcleo vocálico y la rima en cuatro realizaciones de cada caso y se encontró que el núcleo de nit ‘agua’ representa 47% de la duración total de la rima mientras que el de níd ‘mazorca’ representa 51%, por lo que se sostiene que no existe una diferencia significativa de duración entre ambos condicionada por el tipo de consonante en coda.
El contraste entre vocales largas y cortas en la variante conservadora de zapoteco de Yautepec es predecible, sin embargo, el hecho de que este contraste no se presente en el habla de Micaela tiene una repercusión importante en la prosodia de la lengua, ya que esto eliminó el contexto que condicionaba la aparición del alótono alto descendente que se encontraba en distribución complementaria con el alótono alto nivel en vocales largas y cortas respectivamente. En el habla de Micaela encontramos ambos patrones tonales: alto descendente y alto nivel, que se ilustran en la Figura 3.
Sin embargo, ya que en ambos casos tenemos una vocal larga, no hay un contexto que condicione la aparición de uno u otro alótono, por lo que se argumenta que ambos se encuentran a nivel subyacente. Como resultado tenemos que el habla de Micaela presenta un sistema tonal más complejo que la variante conservadora, pues posee cuatro patrones tonales a nivel subyacente: alto, bajo, alto descendente y ascendente, mientras que la variante conservadora posee solo tres: alto, bajo y ascendente. Contrario a la afirmación de los autores Palosaari y Campbell (2011) y Thomason (2018) acerca de que los cambios lingüísticos en las lenguas ‘moribundas’ solo producen un ‘decaimiento’ o ‘erosión’ en las estructuras lingüísticas, la complejización del sistema tonal en la variante innovadora del zapoteco de Yautepec en realidad nos muestra que estos cambios no necesariamente llevan a una simplificación de las estructuras, en este caso, del sistema tonal de la lengua.
De acuerdo con Sankoff (2004) la variación puede ser el resultado del contacto lingüístico, y las comunidades bilingües y multilingües suelen presentar variación de forma mucho más extensiva que la que encontramos en comunidades monolingües. Sin embargo, en nuestro país, al igual que en muchos lugares del mundo, existen muchas comunidades bilingües que han logrado mantener la vitalidad de una lengua minoritaria frente a otra mayoritaria de forma estable a lo largo de muchos años, por lo que el hecho de que exista una comunidad bilingüe con una lengua minoritaria conviviendo con una mayoritaria no es suficiente para explicar el desplazamiento lingüístico. El desplazamiento lingüístico que sufrió el zapoteco de Yautepec se dio de forma acelerada en unas cuantas generaciones, y este proceso se disparó en un momento específico de la historia de este pueblo en el momento en el que la comunidad de hablantes cambió de ser una red social fuerte y pequeña para convertirse en una red social más grande y débil ( J. Milroy y Milroy 1985; L. Milroy 2004). Este concepto de red social se refiere a todas las relaciones que tienen entre sí los miembros de una comunidad: entre más tiempo pasen juntos, compartan más intimidad y servicios recíprocos, más fuerte será el vínculo entre las personas. Las migraciones y la movilidad social en general favorecen la desaparición de estas redes sociales pequeñas y fuertes, y comienzan a formarse redes sociales más grandes y débiles, ya que, al alejarse de su comunidad de origen, las personas empiezan a relacionarse con más y más personas en las ciudades y los vínculos con su comunidad original se debilitan al pasar menos tiempo juntos. Según los autores mencionados, una red social débil favorece y facilita el cambio lingüístico mientras que las redes sociales fuertes y pequeñas permiten el mantenimiento lingüístico, ya que las innovaciones lingüísticas que se producen constantemente en las comunidades de habla tienen mayor oportunidad de difundirse en una comunidad grande y con muchos vínculos débiles. Así mismo, para que una innovación lingüística tenga éxito y se difunda en toda la red social, ésta tiene que estar asociada de alguna manera al prestigio, ya sea de forma abierta o encubierta.
En el caso del zapoteco de Yautepec, la mayor movilidad social que se empezó a presentar en el pueblo a partir de la década de 1940 disparó un proceso de cambio lingüístico acelerado en el propio zapoteco, el cual se dio a la par de que la comunidad adoptó el español como segunda lengua. Como suele suceder en las situaciones de cambio lingüístico, las variantes innovadoras, producto de estos cambios, son percibidas de forma negativa por miembros de la comunidad: “Muchos cambios lingüísticos son percibidos como un deterioro, como pérdida de estándares, normas y valores”2 (Burridge y Bergs 2017: 22). La generación de hablantes de zapoteco más jóvenes que heredó la variante innovadora, producto de este cambio lingüístico, se encontró inmersa en una comunidad bilingüe con fuertes actitudes negativas hacia su variante innovadora, no solo por tratarse de la lengua minoritaria sino también por ser la variante innovadora de esta lengua minoritaria, distinta del habla de sus padres y abuelos. Al mismo tiempo, los hablantes se encontraron en una situación en la que el español era la única lengua de acceso a la educación, a la ley y el empleo fuera de su comunidad. Estas actitudes negativas y la condición del español como lengua dominante los orillaron a sentir inseguridad lingüística hacia el zapoteco y utilizar exclusivamente el español a partir de la adolescencia.
Tipos de hablantes en una situación de desplazamiento
Como lo han indicado Grinevald y Bert (2011), las lenguas en desplazamiento tienen una mayor variedad de hablantes que las lenguas con más vitalidad. Es importante clasificarlos con el fin de establecer el tipo de actividades que vamos a poder realizar con ellos en los proyectos de revitalización y documentación lingüística. Esta clasificación puede cambiar conforme va avanzando el proyecto o de acuerdo con cada actividad. En el caso del zapoteco de Yautepec, la mayor parte de las actividades que se realizan tiene que ver con la revitalización de la lengua, pero también se realizan varias actividades de documentación a la par. A continuación, presento una clasificación de los hablantes dentro del Grupo Dizdea de acuerdo con los criterios de Grinevald y Bert (2011) y de acuerdo con los criterios establecidos dentro del propio grupo.
Hablantes fluidos
Los “hablantes fluidos”, o hablantes tradicionales, son aquellos que poseen una amplia competencia lingüística en la lengua, se reconocen y son reconocidos por otras personas como hablantes de la lengua. Dentro del Grupo Dizdea a los “hablantes fluidos” se les dio el nivel de ‘expertos’. Puede darse el caso de que, en una situación de desplazamiento lingüístico, haya personas que se reconozcan a sí mismas como hablantes de la lengua sin poder hablarla fluidamente; esta situación nunca se presentó en el zapoteco de Yautepec. En el caso del zapoteco de Yautepec, los “hablantes fluidos” suelen ser las personas mayores de 65 años; aunque, como lo veremos, también hay hablantes competentes de menor edad. Algunos de los “Hablantes Fluidos” del zapoteco de Yautepec viven fuera de San Bartolo, algunos de ellos se fueron del pueblo desde la adolescencia y otros siendo mayores. En un inicio, los “hablantes fluidos” suelen tener actitudes conservadoras hacia la variante que ellos hablan, y por lo general no reconocen las variantes habladas por los más jóvenes como correctas o válidas.
Es común que, en los proyectos de revitalización lingüística, los “hablantes fluidos” son los que dirigen las actividades de revitalización en un inicio, como sucedió con el zapoteco de Yautepec. Pero si hay muchas personas interesadas en el proyecto éste puede tornarse una carga de trabajo excesiva para ellos. Por esta razón es importante repartir el trabajo con los hablantes más jóvenes, que en un inicio del proyecto se encuentran en condición de “hablantes fantasmas” y suelen ser mucho más numerosos que los “hablantes fluidos”.
Una tarea muy importante que debemos llevar a cabo con los “hablantes fluidos” es cambiar su actitud hacia la variante innovadora hablada por los más jóvenes. No debemos esperar que este cambio de actitud se dé de un día para otro, y no necesariamente se va a dar del todo. Podemos pedirles que no corrijan tanto a los más jóvenes a menos que digan algo ininteligible, y explicarles que es más importante generarles confianza en hablar que corregirles.
Neo-hablantes
Los “neo-hablantes” son los adultos o niños que están aprendiendo la lengua en desplazamiento como segunda lengua. En las labores de revitalización que tienen lugar en la actualidad dentro del Grupo Dizdea se trabaja principalmente con adultos. Dentro de este grupo, los “neo-hablantes” se clasifican como ‘principiantes’ o ‘intermedios’ según su nivel actual de aprendizaje. Por lo general, se trata de personas de la comunidad que en un inicio tienen muy poca o ninguna competencia lingüística en el zapoteco de Yautepec, y que tienen una actitud muy positiva hacia esta lengua. Para poder aprender una segunda lengua se necesitan recursos como gramáticas pedagógicas y una metodología de enseñanza bastante sólida. Esto solo es posible si la lengua en cuestión está bien documentada, y es por ello que la labor de revitalización se debe llevar a cabo a la par de las labores de documentación. La formación de “neo-hablantes” no es el único fin del proyecto, también se pone atención a los “semi-hablantes”.
Semi-hablantes
Los “semi-hablantes” son personas que tuvieron una adquisición incompleta o interrumpida de la lengua. La interrupción se tuvo que dar durante la infancia, entre los 3 y 8 años (O’Grady 2018). En el caso de los “semi-hablantes”del zapoteco de Yautepec hay personas de distintas edades, algunos mayores de 60 años que salieron de la comunidad siendo muy pequeños, y otros más jóvenes que estuvieron más tiempo en la comunidad, pero tuvieron poco contacto con la lengua porque ya casi no se utilizaba dentro de su familia. Los “semi-hablantes” suelen sufrir inseguridad lingüística al igual que los “hablantes fantasma”, y pueden tener distintos niveles de competencia lingüística. Y, de hecho, a veces es difícil trazar una línea entre los “semi-hablantes” y los “hablantes fantasma” competentes. Dentro del Grupo Dizdea, los “Semi-Hablantes” entran dentro del nivel ‘intermedio’, y el aprendizaje que llevan a cabo se asemeja al que tienen los “Neo-Hablantes”, ya que están aprendiendo el zapoteco como segunda lengua.
Hablantes fantasma
Los “hablantes fantasma” son personas que tuvieron una adquisición completa de su lengua, es decir, que estuvieron inmersos en la comunidad de hablantes hasta poco antes de la edad adulta, entre 16 y 17 años, pero sufrieron un clima de acoso y discriminación lingüística que los llevó a sufrir inseguridad por hablar su lengua. Otros hablantes o miembros de la comunidad pueden o no reconocerlos como hablantes, pero ellos no se reconocen a sí mismos como hablantes. Estas personas suelen decir que entienden, pero no hablan bien la lengua. Como vimos en la sección anterior, estos hablantes son los que poseen la variante más innovadora de la lengua minoritaria, por lo que constantemente han sufrido actitudes negativas de otros hablantes mayores de edad por el uso de esta variante. Los otros hablantes generalmente expresan estas actitudes diciendo que no lo pronuncian bien, o haciendo correcciones específicas a lo que dicen. Si no reconocemos la competencia lingüística de estos hablantes, podemos estar perpetrando las mismas actitudes negativas que los llevaron a convertirse en “hablantes fantasma”, y a que abandonaran el uso de su lengua por inseguridad. Para poder identificar al “hablante fantasma”, debemos prestar especial atención a su historia de vida, así como a las contradicciones que se pueden presentar en su discurso como, por ejemplo, una misma persona nos puede contar que nunca habló en la lengua con sus papás, pero después nos cuenta que platica en la lengua con sus hermanos.
Cabe mencionar que cada hablante es único y cada uno tiene una historia distinta. Algunos quizás han sufrido más acoso lingüístico que otros, y pueden tener actitudes tanto positivas como negativas hacia su lengua independientemente de su condición, y aunque lleguen a adoptar una actitud positiva hacia su lengua, muy difícilmente podrán dejar de sentir inseguridad lingüística. Como lo mencionamos en la introducción, los “hablantes fantasma” se hicieron patentes desde que comenzó el Grupo Dizdea, pues ellos se clasificaban a sí mismos como ‘principiantes’. Después de adoptar un método de colocación más objetivo, estas personas quedaron como ‘avanzados’ o ‘intermedios’. Muchas de las actividades del Grupo Dizdea están enfocadas en generar más confianza en estos hablantes mediante el habla y la escritura. Asimismo, con el paso del tiempo estas personas han asumido varios roles de enseñanza con los “semi-hablantes” y “neo-hablantes”, y así asistir a los hablantes mayores de edad en el proyecto de revitalización. Es probable que, en el futuro, estas personas asuman los roles más importantes.
Aunque esta situación no se presentó en el zapoteco de Yautepec, cabe mencionar que en las situaciones de desplazamiento lingüístico es muy común que nos encontremos con la figura de los o el “último hablante” auto atribuida, la cual suele ir acompañada de la denigración o minimización de otros posibles hablantes de la lengua por actitudes de purismo lingüístico, por lo que los “hablantes fantasma” pueden pasar fácilmente desapercibidos para el investigador que viene de fuera de la comunidad. Los o el “último hablante” es una figura política y debe ser tomada con precaución en los proyectos de revitalización, pues puede estar perpetrando las actitudes negativas que llevaron a los “hablantes fantasma” a abandonar su lengua y a la larga resultar contraproducente para la vitalidad de la lengua.
Para entender mejor cómo podemos reconocer a un hablante fantasma, veamos la historia de vida de un hablante de zapoteco de Yautepec: la señora Micaela Jiménez Jiménez de 58 años cuyo inventario segmental presentamos en el Cuadro 1. Como se mencionó anteriormente, ni ella ni ningún hablante de su edad se declararon hablantes de zapoteco en el censo comunitario de 2013 ya que en este censo se reportó que solo los mayores de 65 años (en la actualidad serían mayores de 70 años) son hablantes de zapoteco. Micaela vivió en San Bartolo Yautepec hasta los 16 años inmersa en una comunidad bilingüe en la que todas las personas mayores que ella se comunicaban en zapoteco, pero la mayoría con actitudes profundamente negativas hacia esta lengua. La madre de Micaela, la finada señora Celia Jiménez López, nunca adoptó actitudes negativas hacia el zapoteco y siempre les habló a sus hijos en esta lengua. En sus últimos años de vida, la señora Celia formó parte del Comité Preservando el Dialecto de San Bartolo Yautepec, que se conformaría también como Asociación Civil, y se convirtió en activista por su lengua. Ella asistía constantemente a la escuela primaria y el Nido de Lengua3 para enseñarle zapoteco a los niños. Según la opinión de la señora Celia, Micaela puede hablar el zapoteco mejor que sus demás hermanos. Considerando la edad hasta la cual la señora Micaela permaneció en el pueblo y las condiciones que describe que vivió en su infancia, son suficientes para que se haya dado una adquisición de la lengua. Así mismo, ella relata que en la actualidad continuamente platica en zapoteco con sus hermanos por teléfono, y las características lingüísticas que se han observado en su idiolecto de zapoteco son más similares a las de otras personas de su misma edad que a las de su madre, lo cual es un indicador de que ella ha tenido interacciones constantes en esta lengua con personas de su misma edad a lo largo de su vida.
Ahora bien, veamos algunas de las contradicciones que hay en su discurso: las dos frases que se presentan a continuación en (1) y (2) fueron extraídas del discurso que dio en marzo de 2020 cuando se integró por primera vez al Grupo Dizdea de WhatsApp. Lo primero que se debe notar es que el discurso fue totalmente hablado en zapoteco. Sin embargo, en el discurso dice ‘nosotros ninguno podemos hablarlo’ refiriéndose a que ni ella ni sus hermanos pueden hablar el zapoteco, y más adelante dice ‘me gusta hablarlo’ refiriéndose al zapoteco también.
(1) Nú nitóobnú nagaálda ini’nú yá. | |||||
[ˈnuˑ45 | ni2ˈtoˑb52nuˑ45 | na2ˈɣaˑl23daj34ˈnḭˑ21nu4ˈjaˑ45] | |||
nú | ni-tôb=nú | nà=găl=d | i-nìʔ=nú=í | ||
1EXCL NEG-uno=1EXCL | NEG=poder=NEG | pot-hablar=1EXCL=3iNAN | |||
‘Nosotros ninguno podemos hablarlo.’ |
(2) Ná nchaneélado’ná ini’ná yá. | |||
[ˈnaˑ45 | nt͡ʃa2ˈneˑ23la42ˈdo̰ˑ21naj2ˈnḭ̰ˑ21na4ˈjaˑ45] | =í | |
ná | nt͡ʃ-ně-ladòʔ=ná | i-nìʔ=ná | |
1SG | HAB-cuidar-corazón=1SG | POT-hablar=1SG | =3INAN gusta hablarlo’ |
La señora Micaela, al igual que muchas otras personas de la comunidad de su misma edad, admite que puede entender, pero no puede hablar el zapoteco. Sin embargo, como lo demuestra su historia de vida y las propias interacciones en zapoteco que ella realiza, se demuestra que ella es hablante competente de esta lengua. Es muy importante reconocer a los “hablantes fantasma”, como la señora Micaela, en los proyectos de revitalización lingüística ya que ellos son los que tienen la mayor probabilidad de transmitir su lengua a las futuras generaciones, aunque también es importante tener en cuenta que un hablante inseguro es un hablante incapaz de transmitir su lengua, por lo que el trabajo de revitalización debe ir enfocado también en revertir estas actitudes de inseguridad. Para poder llevar esto a cabo, debemos tener en cuenta que nadie nace con inseguridad, la inseguridad se aprende del entorno en el que se vive, principalmente durante la adolescencia, y la toma de consciencia es el primer paso para comenzar a trabajar en ella. Entre más temprano detectemos estas actitudes en los hablantes de lenguas minoritarias, será más factible revertir el proceso de pérdida de estas lenguas.
Proyecto de revitalización
Como se mencionó en la sección anterior, el proyecto de revitalización del zapoteco de Yautepec tuvo un primer gran momento con el Nido de Lengua construido en San Bartolo Yautepec en 2012. Las actividades se llevaron a cabo intermitentemente a lo largo de 2013 y 2014 con niños de la comunidad. Con este proyecto no se logró que ningún niño consiguiera una adquisición completa del zapoteco, pero, de manera anecdótica, conocemos a algunos de los jóvenes que participaron siendo niños en el Nido de Lengua y actualmente poseen cierto conocimiento de la pronunciación de la lengua, incluyendo los tonos y contrastes de fonación, lo cual los coloca en muy buena posición para continuar aprendiendo el zapoteco como segunda lengua si así lo desean.
Después del Nido de Lengua, el proyecto de revitalización tuvo un resurgimiento con la creación del Grupo Dizdea de WhatsApp a mediados de 2019. El plan original era realizar reuniones presenciales en la Ciudad de México o área conurbada, pero éstas no se llevaron a cabo como se esperaba a causa de la pandemia de coronavirus, por lo que el grupo de WhatsApp recibió la atención prioritaria. Trabajar muchas de estas actividades a distancia no es la manera idónea; para muchas actividades es irremplazable la interacción en persona, aquellas que podrían realizarse en unas horas en persona pueden tardar un día entero para llevarse a cabo a distancia. Sin embargo, esta interacción constante ha dado frutos, pues, desde mediados de 2019 y a lo largo de todo el 2020, se ha mantenido muy consistentemente cada semana del año. Ha permitido que personas de la comunidad que se encuentran diseminadas en el área conurbada de la Ciudad de México, así como otras ciudades de México, puedan interactuar entre sí. La mayoría de las actividades van encami-nadas a trabajar con adultos y han ido cambiando a lo largo del tiempo con base en prueba y error. A continuación, voy a presentar un listado de las principales actividades que se han estado llevando a cabo en el Grupo Dizdea. Primero, las actividades que se llevan a cabo con los ‘intermedios’ y ‘avanzados’, que corresponden a los “hablantes fantasma”, “semi-hablantes” así como los “neo-hablantes” que ya han realizado un progreso significativo en su aprendizaje. Estas actividades están encaminadas a practicar la fluidez del habla y la escritura de la lengua. Esto es de vital importancia para darles seguridad a los hablantes inseguros, y los productos de este trabajo son de gran valor para la documentación de la lengua.
Lista de palabras - Se les da a los participantes una lista de cinco a diez palabras en zapoteco. Cada participante deberá hacer una oración simple con cada palabra. En un primer momento, los participantes solamente comparten sus oraciones mediante audios de WhatsApp. Se anima a los participantes a que compartan también la escritura. Para trabajar con la escritura, alguien que esté más familiarizado con ésta escribe todas las frases que dijo alguno de los participantes y comparte la escritura. De esta forma, el participante puede ver cómo se escriben las oraciones que produjo y se puede ir familiarizando con la escritura.
Traducción de oraciones - Se les da a los participantes varias oraciones sencillas en español que tienen que traducir a zapoteco. Los participantes escriben y leen las frases en zapoteco en voz alta.
Tema de escritura - Se les da a los participantes un tema sobre el cual escribir. Algunos temas que se han utilizado incluyen: descripción de sí mismos, descripción del lugar donde viven, o narración de una historia relacionada con alguna entidad que todos conozcan como el santo patrono del pueblo. Cada participante escribe y lee en voz alta una media cuartilla en zapoteco de lo que escribió con relación al tema. La actividad se ajusta al nivel de competencia de cada participante: los que tienen menor competencia pueden hacer frases u oraciones sueltas sobre el tema y los que tienen mayor competencia elaboran un texto más largo. Todos pueden escuchar y leer los textos más largos que se elaboran.
Día de conversación - Un día a la semana se dedica a tener conversaciones exclusivamente en zapoteco por medio de audios de WhatsApp. Se hace una plática espontánea con interacciones breves entre todos los miembros que puedan o quieran participar.
Ejercicios de comprensión - Se les da a los participantes el video breve de un hablante mayor de edad hablando de algún tema en zapoteco. Los participantes deben explicar de qué trata el video o traducir a español lo que dice. Opcionalmente pueden transcribir lo que dice.
Día para resolver dudas - Un día a la semana se dedica a plantear dudas sobre qué significa o cómo se utiliza alguna palabra.
Otras actividades del grupo están encaminadas a las personas que no tienen ningún conocimiento de zapoteco, es decir en la formación de “Neo-Hablantes”, y son bastante similares a las que vemos en cualquier curso de segunda lengua. Para poder realizar estas actividades se requiere haber investigado y documentado cada tema. Esta investigación muchas veces se va dando sobre la marcha con asesoría de los lingüistas que participan en el proyecto, y todos los textos y oraciones que elaboran los hablantes competentes en las actividades que listamos anteriormente son muy útiles en esta labor de documentación y muchas veces sirven de base para la elaboración de estos ejercicios. Estas actividades incluyen:
Ejercicios de pronunciación - Para aprender todos los fonemas, tonos y contrastes de fonación de la lengua, se les pide a los participantes que graben audios de WhatsApp pronunciando varias palabras y se corrige su pronunciación. La forma más efectiva de aprender la pronunciación es enfocándose en una oposición fonológica a la vez. Para aprender los tonos y fonación son muy útiles los cuestionarios interactivos enfocados en aprender una sola oposición a la vez. Uno de estos cuestionarios para aprender el contraste entre voz modal y voz laringizada se puede consultar en el Código 1 a continuación:
Código 1. Cuestionario interactivo para aprender la laringización en dizdea
Ejercicios de comprensión auditiva - Se les da a los participantes un texto transcrito en zapoteco al cual le faltan algunas palabras. Se les proporciona una grabación del texto y los participantes deben rellenar las palabras faltantes.
Cuestionarios interactivos para memorizar léxico. En estos cuestionarios se relacionan imágenes y audios de cada palabra, y se trata de evitar el uso del español. En el Código 2 a continuación puede consultar uno de estos cuestionarios.
Código 2. Cuestionario interactivo para aprender léxico relacionado con plantas silvestres.
Ejercicios de gramática - Estos ejercicios van acompañados de una exposición sobre el tema elaborada de forma pedagógica. El ejercicio se deja al principio del día y los participantes comparten las respuestas con el grupo. Al final del día se proporcionan las respuestas correctas y se da retroalimentación a cada participante. A continuación, mostramos un ejemplo de uno de estos ejercicios sobre la negación. En este ejercicio se emplean oraciones muy simples; todos los verbos están conjugados en aspecto habitual y no se proporciona su traducción al español. En las instrucciones se trata de evitar el uso de terminología lingüística innecesaria. Se espera que los aprendices de nivel ‘intermedio’ conozcan la traducción o la sepan buscar en el diccionario. En esta tarea vamos a convertir una frase afirmativa en una frase negativa. La primera está resuelta a modo de ejemplo. Para convertir una frase que está en habitual en negación tenemos que hacer dos cambios: quitamos el Nlla- y ponemos Nar- al inicio, y después del verbo tenemos que agregar -da (a veces sólo -d). La negación en dizdea se marca en dos lugares al mismo tiempo.
También se realizan las siguientes actividades para incluir más personas y darle mayor difusión al proyecto:
Día para los niños - Un día a la semana se dedica a practicar la pronunciación de algunas palabras con niños. Se les da la lista de palabras escrita y la pronunciación en un audio de WhatsApp y los niños deben enviar un audio.
Realización de videos - En algunas fechas especiales se realizan videos colaborativos con el fin de darle difusión al trabajo que se realiza en el Grupo Dizdea. Los participantes envían un video breve grabado con alguna parte de un discurso o canción, y todos se editan juntos. También se han realizado videos que se han publicado en las redes sociales del INAH como el titulado “La importancia de hablar dizdea” cuyo fin principal es atraer miembros de la comunidad al proyecto de revitalización.
También se incluyen actividades dirigidas a la documentación del Diccionario Dizdea (Grupo Dizdea 2020) en las que todos los integrantes participan.
Aprender a usar el diccionario - Se les da a los participantes una lista de palabras para encontrar en el diccionario. Los participantes cuentan con ayuda de un video para aprender a utilizar el sitio web del diccionario.
Actividades de elicitación - Dos días al mes se realiza elicitación por campos semánticos para recabar más entradas para el diccionario utilizando el Rapid Word Collection Questionnare publicado por el Instituto Lingüístico de Verano (2012). Esto no descarta que otros días de la semana se puedan modificar o agregar entradas al diccionario.
Reflexiones finales
El sistema económico y político en el que viven los hablantes de una lengua minoritaria conspira en todo momento para impedir que su lengua se transmita a las siguientes generaciones. Luchar contra esta tendencia es una labor titánica y casi siempre es imposible ganar. Pero no por ello los hablantes deben afrontar esta situación inconscientemente y sin dignidad. Si se quedan inmersos en la inseguridad la lengua ciertamente morirá. Es por ello por lo que en las labores de revitalización de lenguas amenazadas no solo es importante realizar esfuerzos para crear nuevos hablantes, sino que en ningún momento se deben dejar de lado a los “hablantes fantasma” pues muchos de ellos tienen buenas posibilidades de trabajar en su inseguridad lingüística y convertirse después en transmisores de su lengua. Y de la misma forma, en las lenguas minoritarias que tienen mayor vitalidad, se debe prestar especial atención a los primeros síntomas de aparición de la inseguridad lingüística en adolescentes o adultos jóvenes. Si se logran identificar a tiempo, estas actitudes de inseguridad se podrían revertir más fácilmente ya que, entre más tiempo pase, se vuelve más difícil cambiar estas actitudes, y la falta de práctica de la lengua minoritaria puede causar pérdida de fluidez en el habla, lo cual a la larga causa que la inseguridad se agudice aún más. Los esfuerzos realizados para revertir estas actitudes de inseguridad lingüística deben ir enfocados en galvanizar los lazos afectivos entre miembros de la comunidad y favorecer la empatía. Como lo vimos en la primera sección, la pérdida de vínculos sociales fuertes es el principal factor que propicia que se dispare el cambio lingüístico, por lo que cualquier labor de revitalización y mantenimiento lingüístico debe ir encaminada también a crear lazos más fuertes entre los miembros de la comunidad. A continuación, se resume una lista de acciones concretas que se pueden tomar para revertir la inseguridad lingüística dentro de un proyecto de revitalización:
Identificar a los “hablantes fantasma” mediante su historia de vida. Como se ilustró con la historia de la señora Micaela, nosotros conocemos hasta qué edad estuvo inmersa en una comunidad bilingüe conviviendo con hablantes de la lengua y sabemos que éste fue suficiente tiempo para que se diera una adquisición. También sabemos de su competencia comunicativa en el zapoteco por las opiniones de otras personas de la comunidad sobre ella.
Identificar las actitudes de los “hablantes fantasma” hacia su lengua. Si tienen una actitud negativa, difícilmente se podrá trabajar sobre su inseguridad. Es vital que tengan una actitud positiva y deseos de poder hablar su lengua.
Darle un ambiente de seguridad a los “hablantes fantasma”. En un primer momento rodeándolos de otros de su misma edad con actitudes positivas hacia su lengua. Podemos apelar, por ejemplo, a los deseos de estas personas por “aprender” a hablar su lengua.
Convencer a los hablantes mayores de edad de no corregir a los hablantes jóvenes a menos de que digan algo por completo ininteligible, es decir, que no se entienda nada, y que los animen en lugar de corregirlos.
Hacer ejercicios que promuevan la fluidez en los hablantes inseguros. No forzarlos a hablar en un primer momento sino animarlos a avanzar poco a poco. Podemos comenzar pronunciando palabras en aislamiento. Luego, hacer frases sencillas a partir de esas palabras. Una vez que dominan las frases sencillas, después de varios días, pedirles que hagan una narración. Otro ejercicio que se puede hacer es pedirles que reporten lo que dice un hablante mayor en una grabación. En estos ejercicios se debe enfatizar que la comunicación y la fluidez son lo más importante y deben dejar de lado si les parece que hablan ‘bien’ o ‘mal’.
Después debe venir una labor de convencimiento hacia todos los miembros de la comunidad de que la lengua cambió y nunca volverá a ser la misma que hablaban sus abuelos. Si la idea parece ser muy radical para ser aceptada por la comunidad, debemos empezar a plantearla poco a poco, con una persona a la vez.
Hay que darle reconocimiento a la variante innovadora de los jóvenes mediante algún discurso importante, uso en situaciones de habla formal, la escritura, elaboración de videos con narraciones, etcétera.
Apoyar moralmente a los jóvenes si llegan a recibir actitudes negativas por parte de miembros de su comunidad.
Para que los esfuerzos de revitalización lingüística trasciendan y tengan un impacto sobre la comunidad, éstos deben venir y ser gestados por miembros de la misma comunidad (Hinton 2018). La desintegración social que sufren muchas comunidades puede desmotivar mucho a los miembros de éstas para revitalizar su lengua, por lo que es importante que los esfuerzos de revitalización vayan enfocados en crear convivencia, organizar reuniones y fomentar el contacto entre los miembros que viven lejos de la comunidad. Es importante también que estos esfuerzos de revitalización estén bien informados y dirigidos para no copiar prácticas discriminatorias y de hipercorrección de la lengua dominante y poder reconocer adecuadamente a los “hablantes fantasma” e integrarlos dentro de estos esfuerzos.
Y finalmente, como investigadores, tanto de fuera como de la propia comunidad, debemos reconocer que todo el trabajo que realizamos en las comunidades tiene un impacto político sobre la misma. Aun cuando no hayan surgido esfuerzos de revitalización lingüística desde la propia comunidad, el hecho de que haya un investigador documentando la lengua puede motivar que se empiece a dar interés desde la comunidad para revitalizarla (Hinton 2011). Es muy común que, en la documentación lingüística o investigación, se deje de lado al “hablantes fantasma” al no reconocerlo como un hablante competente ya que muestra demasiada inseguridad para hablar o para realizar juicios de gramaticalidad, y con ello tristemente se dejan de lado un sinfín de oportunidades de revitalización e investigación de variantes innovadoras. Al centrar la investigación en los auto denominados “últimos hablantes”, sin quererlo, validamos las actitudes de purismo lingüístico que han acallado a los auténticos últimos hablantes de las lenguas amenazadas.