Los autores
Lin Shu 林紓 (8 de noviembre de 1852-9 de octubre de 1924),2 nombre de cortesía Qinnan 琴南, literato y traductor nacido en Nantai 南台, en la antigua prefectura Min 閩 (actual Fuzhou 福州, Fujian), en el seno de una familia de comerciantes con escasos recursos económicos. Ya desde los cuatro años comenzó su formación en los clásicos confucianos, que fue fundamentalmente autodidacta y dependió en gran medida de los pocos textos que conservaba su tío, así como de libros usados que el joven Lin Shu compraba con el dinero que su madre le daba para comer. Comenzó con veinte años su carrera docente en una escuela local, preparándose mientras tanto para los exámenes imperiales. No fue sino hasta los 40 años de edad que Lin Shu entró en contacto con la literatura de las dinastías Tang y Song, influencia decisiva en su posterior tarea de traductor. Con el fallecimiento de su primera esposa, en 1897, Lin Shu, aconsejado por varios amigos, inició la traducción de La Dama de las Camelias de Alejandro Dumas. La novela apareció publicada en la primavera de 1899 y constituyó una revolución literaria en todo el país. A partir de entonces, Lin Shu se convirtió en el traductor por excelencia, y llegó a publicar, se estima, 213 traducciones de obras occidentales.3 Esta cuantiosa producción literaria era fruto del esfuerzo mutuo de un grupo de amigos versados en lenguas extranjeras que traducían oralmente a la lengua vernácula o baihua 白話 estas novelas, para ser inmediatamente reescritas en lengua culta o wenyan 文言 por Lin Shu.
Desde 1906 hasta 1911 enseñó los clásicos en la Academia Imperial de Beijing, donde pretendió abordar los problemas de la modernización de China, pero con la caída de la dinastía Qing abandonó su posición académica y no volvió a enseñar sino hasta 1914. Tradicionalista consumado en lo que a la defensa de la lengua culta respecta, esto le llevó a enfrentarse en una agria polémica sobre la reforma literaria contra los ideólogos del Movimiento del 4 de Mayo, polémica en la que participaron Hu Shi 胡適, Chen Duxiu 陳獨秀, Lu Xun 魯 迅 y Cai Yuanpei 蔡元培. Estos hechos dañaron la reputación de Lin Shu pero, a pesar de ello, y ya gravemente enfermo, en 1922 todavía alcanzó a publicar varias traducciones y, al año siguiente, poco antes de su defunción, un breve escrito político, Xubian jianlun 續辨奸論 (“Continuando con la discriminación de los discursos licenciosos”), en el que denigra nuevamente el Movimiento del 4 de Mayo y las tendencias laboristas marxistas de algunos de sus miembros, fundadores del reciente Partido Comunista Chino. Cai Yuanpei (11 de enero de 1868-5 de marzo de 1940),4 político y educador nacido en Shanyin 山陰, Shaoxing 紹興, provincia de Zhejiang. Hijo de una familia de comerciantes bien asentada, disfrutó de una educación privada desde los seis años. A los 18 inició su prolífica carrera docente en una escuela privada local y ascendió rápidamente gracias a su inteligencia: en 1885 superó los exámenes provinciales y en 1892, el huishi o examen estatal, por lo que se estableció como aprendiz de compilador en la Academia Hanlin, trabajo que combinó con su actividad docente y administrativa. En 1907 viajó a Alemania, donde estudió durante tres años, en la Universidad de Leipzig, filosofía, historia y estética bajo la tutela de Karl Gotthard Lamprecht; regresó en noviembre de 1911 a Shanghái con motivo de la Revolución de Xinhai, que acabara derrocando a la dinastía Qing al año siguiente. Sirvió como ministro de Educación hasta el ascenso al poder de Yuan Shikai, con cuyo gobierno autoritario disintió. Regresó, en consecuencia, a la Universidad de Leipzig para continuar sus estudios y, poco después, viajó a Francia, donde residió hasta noviembre de 1916.
En esos momentos el acervo cultural de Cai Yuanpei superaba con creces el de cualquier intelectual de la época, habiendo aprendido japonés, alemán y francés. El sucesor de Yuan Shikai en la República le ofreció un puesto administrativo como gobernador de Zhejiang, que el intelectual rechazó, pero fue seducido finalmente ante la posibilidad de tomar las riendas de la presidencia de la Universidad de Beijing e implementar allí su política educativa liberal, permitiendo la convivencia tanto de tendencias tradicionales como de las más novedosas corrientes revolucionarias que darían lugar, primero, al Movimiento del 4 de Mayo y, unos años después, al Partido Comunista Chino. Su popularidad decayó tras el 4 de Mayo, siendo considerado un elitista que había alzado a las masas de alumnos contra el gobierno y a las estudiantes contra la familia. Su papel fue ya marginal, y se retiró finalmente a Hong Kong por problemas de salud en diciembre de 1937, donde falleció de fibromatosis abdominal tres años después.
La polémica baihua-wenyan
La polémica baihua-wenyan tiene su origen en el contexto de la popularización de la prensa escrita, introducida desde Portugal en 1822, pero no alcanzaría su apogeo sino hasta la segunda mitad del siglo XIX.5 Con ella se hace accesible al gran público toda suerte de ensayos y novelas extranjeras escritos tanto en lengua vernácula (baihua) como en lengua culta (wenyan) o semiculta e, incluso, en dialectos. Frente a esta libertad inicial por hacer uso de la variante lingüística que más convenga a la personalidad de cada autor, Hu Shi, filósofo y político influido por su maestro, el pragmático John Dewey, redactó un virulento artículo contra la escritura clásica titulado “Wenxue gailiang chuyi” 文學改良芻議 (“Discusión sobre la reforma literaria”).6 En él comenzaba exponiendo ocho puntos o bashi 八事 desde los cuales se podía reformar la literatura; entre ellos, “no imitar a los antiguos”, “no evitar palabras y expresiones coloquiales” o, el más importante para Hu Shi, “no usar los clásicos”, a la vez que proponía como modelo los diversos idiomas vernáculos “vivos” de Europa que sustituyeron lo que él denominaba “literatura muerta en latín”.
Lin Shu respondió inmediatamente a Hu Shi en “Lun guwen zhi bu yi fei” 論古文之不宜廢 (“Discusión sobre lo inadecuado de eliminar la lengua clásica”),7 donde afirma que “sin embargo, hay bajo el cielo los llamados artistas, que todavía siguen con su estilo de lengua clásica [...] también siguen especialmente a los europeos al no eliminar el latín”. Lin Shu se está refiriendo aquí al hecho de que muchos europeos conservan el latín a pesar de escribir también en lenguas vernáculas, al igual que muchos doctos literatos chinos. No obstante, esta argumentación se ve inmediatamente debilitada al no saber aducir sino una razón sentimental para la preservación de las lenguas clásicas: “Reconozco que hay una razón, pero no puedo expresar el porqué”. Hu Shi aprovecharía esta afirmación para acusar a Lin Shu de padecer la “enfermedad de los antiguos”,8 y criticar uno a uno todos sus puntos en una comunicación posterior en el mismo periódico.
Al año siguiente, Hu Shi actualizaría su teoría de los “bashi” de la reforma literaria en un nuevo artículo, “Jianshe de wenxue geming lun” 建設的文學革命論 (“Discusión sobre una revolución literaria constructiva”),9 donde además de atacar al latín como lengua muerta incapaz de producir una literatura viva, reivindica la utilización de una lengua fundamentada en los textos vernáculos Shuihu zhuan 水滸傳 (Al margen del río), Xi you ji 西遊記 (Viaje al oeste), Rulin waishi 儒林外史 (Historia del bosque de los letrados) y Hong lou meng 紅樓夢 (El sueño del pabellón rojo).
Hay que resaltar que lo que Lin Shu pedía desde el principio no era la exclusión de la lengua vernácula del ámbito literario, sino la no eliminación de la lengua culta que, históricamente, servía de patrón a la lengua vernácula (su primera publicación, de hecho, había sido una colección de poemas en baihua a favor de los derechos educativos de la mujer y la industrialización de China).10 La crítica de Hu Shi y los asociados de Xin qingnian también se había lanzado contra el estilo literario de la época y, en concreto, contra las traducciones de Lin Shu, tomado como modelo de asimilación de temas e ideas occidentales al escribir libros licenciosos en lengua clásica y apoyar subrepticiamente, acusaban los revolucionarios, el régimen de Yuan Shikai.11 Como respuesta a todos estos ataques, Lin Shu sintetiza una breve sátira titulada Jingsheng 荊生 (“El señor Jing”),12 en la que varios personajes que representan a los adalides de la nueva literatura, Chen Duxiu, Hu Shi y Qian Xuantong 錢 玄同, confraternizan como hermanos de sangre para derrocar a Confucio y la cultura tradicional. A ésta seguirá inmediatamente una segunda sátira, Yaomeng 妖夢 (“Pesadilla”), en la que incluye, junto a Chen Duxiu y Hu Shi, a Cai Yuanpei, hasta el momento neutral en la polémica, todos ellos fundando una Academia de Lengua Vernácula y vilipendiando la tradición confuciana. Lin Shu, que en ese mismo momento pretendía ponerse en contacto con Cai Yuanpei -tras haber recibido una comunicación suya- para pedirle que cesase en su empeño de incluir revolucionarios en la Universidad de Beijing, intentó detener la publicación de la historia, pero el editor, sin embargo, parece haber ignorado sus advertencias y el texto se publicó tal cual,13 de tal forma que tanto Yaomeng como la que aparecería publicada el mismo día en Gongyan bao no hicieron sino ocasionar más problemas a Lin Shu. Esto se vio agravado por la amplia cobertura que recibió la réplica que Cai Yuanpei tres días después, incluida, para vergüenza de Lin Shu, la carta original que éste había presentado en Gongyan bao. La respuesta de Lin Shu no se hizo esperar, en forma de breve comunicación, excusándose por el malentendido pero manteniéndose firme en sus planteamientos, e intentando conciliar posturas y deshacer entuertos. No obstante, la polémica saltó a las páginas de otras publicaciones revolucionarias, que reprodujeron citaciones selectivas de la respuesta de Lin Shu para mayor escarnio de éste.14
El literato todavía alcanzaría a redactar un nuevo texto contra la imposición de la lengua vernácula, “Lun guwen baihua zhi xiang xiaochang” 論古文白話之相消長 (“Discusión sobre el mutuo crecimiento y declive de la lengua clásica y la lengua vernácula”),15 donde defiende la dependencia del baihua respecto al wenyan. En agosto del mismo año, ya concluida la polémica, Cai Yuanpei comentaría al respecto:
[...] la universidad debe reunir los grandes clásicos e incluir las enseñanzas de todos los especialistas [...] Mas China nunca ha tenido la costumbre del librepensamiento, favoreciendo siempre la tendencia propia y oprimiendo la ajena, discriminando con obstinación, deleitándose excesivamente en ridiculizar sus palabras, por lo que ante la carta inquisitoria de Lin Qinnan, Jiemin [Cai Yuanpei] dio una respuesta razonada.16
Si bien los autores modernos han realizado, en líneas generales, una valoración negativa de la postura de Lin Shu frente a la reforma literaria china,17 lo cierto es que el conservadurismo del literato no buscaba sino la convivencia entre ambos modos de hacer literatura, como bien demuestran sus numerosas publicaciones en baihua. Tal vez el hecho más destacado -y profético- fuera que el 12 de enero de 1920, tan sólo unos meses después de concluir la polémica, el ministro de Educación impuso la enseñanza en lengua vernácula en todo el país, ante la mirada indiferente de Cai Yuanpei, autoproclamado adalid de la libertad de cátedra y entonces presidente de la mayor institución educativa de China.
Los textos
Presentamos aquí la traducción de los tres textos inéditos en su versión íntegra, realizada a partir de los documentos originales que componen la correspondencia entre Lin Shu y Cai Yuanpei:18
• Lin Shu, “Lin Qinnan Zhi Cai Heqing shu” 林琴南致蔡 鶴卿書 (“Misiva remitida a Cai Heqing por Lin Qinnan”), Gongyan bao 公言報, 18 de marzo de 1919, p. 6.
La carta de Lin Shu fue publicada a continuación de una larga crítica titulada “Qing kan Beijing xuejie sichao bianqian zhi jinzhuang” 請看北京學界思潮變遷之近狀 (“Por favor observen el reciente estado de los cambios en las tendencias de pensamiento del mundo académico de Beijing”).19 La misiva aparecería reproducida junto a la réplica de Cai Yuanpei en sus diversas publicaciones y, posteriormente, en Wei Lu wenji, san ji 畏廬文集, 三集, de Lin Shu,20 con el título de “Da daxuetang xiaozhang Cai Heqing Taishi shu” 答大學堂校長蔡鶴卿太史書 (“Misiva de respuesta al presidente de la Universidad Imperial, el gran académico Cai Heqing”).
• Cai Yuanpei, “Zhi ‘Gongyan bao’ han bing da Lin Qinnan jun han” 致 <公言報> 函並答林琴南君函 (“Carta a Gongyan bao y carta de respuesta al Sr. Lin Qinnan”), Beijing daxue rikan 北京大學日刊, núm. 338, 21 de marzo de 1919, pp. 1-6.
La respuesta inicial de Cai Yuanpei fue publicada junto a la misiva original de Lin Shu y tres documentos anexos: una carta de Zhao Timeng 趙體孟 con motivo de una breve biografía del político de la dinastía Ming, Liu Yingqiu 劉應 秋; su “‘Beijing daxue yuekan’ fakanci” <北京大學月刊> 發刊詞 (“Introducción inaugural a la Publicación mensual de la Universidad de Beijing),21 y el texto completo contra la Universidad de Beijing que precedía a la misiva de Lin Shu.22 Todos ellos fueron ampliamente difundidos y aparecieron inmediatamente republicados en Xin jiaoyu 新教 育 (bajo el título conjunto de “Beijing daxue xinjiu sichao hentu shilu” 北京大學新舊思潮衝突實錄),23Gongyan bao (1 de abril de 1919, paginación desconocida)24 y Xin chao 新潮, acompañados nuevamente de la misiva original de Lin Shu (pp. 724 y ss.).25 La edición de Xin jiaoyu sería republicada, acompañada de varios textos de Chen Duxiu, Hu Shi y otros revolucionarios, en la edición de Wang Shidong, Xin wenxue pinglun 新文學評論.26
• Lin Shu, “Lin Qinnan zai da Cai Heqing shu” 林琴南再 答蔡鶴卿書 (“Lin Qinnan responde de nuevo la misiva de Cai Heqing”), Gongyan bao, 24 de marzo de 1919.
La breve disculpa de Lin Shu ha permanecido prácticamente desconocida salvo por las citas selectivas realizadas por Chen Duxiu bajo el seudónimo Zhi Yan en “Lin Qinnan hen ke peifu”.27 Esta carta estaba precedida por unas líneas del editor del periódico en las que criticaba a Cai Yuanpei, bajo el título “Beijing xuejie sichao bianqian xianzhuang zai zhi” 北京學界思潮變遷現狀再誌 (“Señalando de nuevo el actual estado de los cambios en las tendencias de pensamiento del mundo académico de Beijing”). La misiva apareció al día siguiente en Dagong bao.28
Dado lo conciso del estilo clásico, nuestra traducción intenta conservar parte de la pomposidad del original sin perder por ello inteligibilidad. Las notas a pie de página pretenden facilitar la lectura contextualizando los textos dentro de la polémica baihua-wenyan y las múltiples referencias intertextuales, sin entrar a valorar la validez de las afirmaciones de ambos literatos.
Lin Shu “Zhi Cai Heqing shu” 致蔡鶴卿書
(18 de marzo de 1919)
“Misiva remitida a Cai Heqing”29
Distinguido gran académico, Sr. Heqing:
Separado de usted más de diez años, en 1912 nos encontramos en una ocasión,30 habiendo pasado ocho rápidos años sin comunicación alguna, por lo que con la presente le ofrezco disculpas. Ahora con respeto le presento esta misiva, con unas palabras sobre los escritos póstumos del Sr. Liu Yingqiu31 de la anterior dinastía. Sus libros no conocieron publicación,32 siendo imposible participar del honor de leerlos. ¿Podría pedirle a su excelencia Zhao que redactase una breve nota biográfica para mí, con la que escribirle cuidadosamente un epílogo de vuelta? ¡Ay! La corte de la dinastía Ming daba importancia a la integridad moral, por lo que cuando la nación cayó invadida muchos fueron los que se sacrificaron, mas que Xia Feng, Li Zhou, Ting Lin, Yang Yuan, Erqu,33 todos ellos ancianos, se salvaran sin excepción de la pena capital, que no muriesen, fue una suerte.
Su excelencia defiende la nueva enseñanza, por lo que también muestra preocupación por aquellos funcionarios que son empecinados defensores de la dinastía Qing, siéndole lo suficientemente obvio que las enseñanzas clásicas se encuentran en una situación precaria, pero aún no se han interrumpido. Deseo sinceramente que su excelencia, por ello, las preserve y aprecie. ¡Sería un gran alivio!
En cualquier caso, deposito especialmente mis esperanzas en usted. La universidad es un ejemplo de integridad para todo el país y en ella se preservan las cinco virtudes. Recientemente, muchos son los que se reúnen fuera para calumniarlas, noticias que su excelencia sin duda habrá escuchado; aun yo llegué a desconfiar. Tal vez haya personas viles y mezquinas, que producen discursos radicales y, sin conocer el modo de salvar el mundo, especulan sobre las habilidades de los demás y difunden argumentos con los que pretenden remediar las deficiencias, para ganarse la confianza de la gente. Si se concentran los esfuerzos en oponerse a las prácticas habituales, exagerando a través de discursos infundados, entonces sucederá como “si se colocase una sopa envenenada, que a su lado habrá un ratón ulcerado; o si se prendiese una antorcha para iluminar la noche, que bajo ella habrá amontonados insectos muertos”.34 ¿Por qué? Por ansiar el goce y arrimarse al calor, fallan al medir sus capacidades, por lo que no hay uno solo que no perezca.
Ahora que el corazón de los hombres está corrupto, ya en un tiempo en el que no hay remedio, aún más sus exageradas y extravagantes disertaciones serán utilizadas para provocar a las masas, por lo que si los jóvenes, en su mayor parte, carecen de educación, esto beneficiará a los difamadores: aquéllos se volcarán a la agitación masiva y se convertirán en un rebaño de seguidores de éstos, mientras el destino de China pende de un hilo. En el ocaso final de los Qing, los que estaban indignados con la situación de su tiempo35 decían constantemente: “Eliminemos los exámenes imperiales, detengamos las cualificaciones gubernamentales, abandonemos los ensayos de ocho secciones, cortemos las trenzas, recuperemos los pies naturales, expulsemos a los manchús, acabemos con el despotismo, renovemos la armada, así China se fortalecerá”.36 Hoy hemos alcanzado todo esto, ¿mas dónde está esa fortaleza?
En consecuencia, se presentó una nueva solución: había que derrocar con gozo a Confucio y a Mencio y eliminar las relaciones y las virtudes. ¡Infamia! Esto sería cual si, en el caso de un infante demacrado, en vez de buscar a un buen médico, se responsabilizase a ambos padres por tener una enfermedad oculta y, repudiándolos, el infante alcanzase a robustecerse en un día. ¿Tiene esto sentido? Los países extranjeros desconocen a Confucio y a Mencio pero veneran la benevolencia, se apoyan en la justicia, mantienen su palabra, valoran el conocimiento, observan los rituales, no tienen nada que contradiga la senda de estas cinco virtudes y, además, las asisten con coraje. No entiendo los idiomas occidentales, pero en los 133 escritos que he traducido a lo largo de 19 años, con un total de doce millones de palabras, realmente no he visto palabras que violen las cinco virtudes. ¿Cómo es que los sabios actuales fabrican tales discursos traicionando la familia y calumniando las relaciones? ¿Obtuvieron esto de los occidentales? ¿O han sido instruidos por otros?
Su excelencia apoya en su corazón la nacionalidad de los Han, cuando estaba en Hangzhou sobrevivió a muchas penurias y junto a su esposa soportó grandes penalidades,37 mas, bravo caballero, su objetivo no cambió. Cuando su excelencia marchó, Chen Shutong38 y yo nos apenamos por su partida al no haber tenido ocasión de despedirnos. Al igual que Shen y Wu39 diferían en intereses, cada uno convencido de su rectitud, así hoy su excelencia se esfuerza en hacer lo mejor por la República, mientras yo soy todavía un candidato a los exámenes imperiales de los Qing:40 nuestra amistad sigue firme, no podemos tratarnos como el hielo y las brasas de carbón, incompatibles; por ello, le entrego humildemente esta misiva, apremiándole enérgicamente en lo que respecta al prólogo y al epílogo del Sr. Liu para mostrarle que, tanto en el ocaso de los Ming como en el de los Qing, había partidarios de ambas dinastías. La voluntad de todos ellos no puede serles usurpada.
Me acerco ya a los 70 y, durante los pasados treinta años, una buena posición y un glorioso nombre han sido para mí como mugre; sintiéndome hoy tan envejecido, me aferro todavía a mis humildes principios y hasta la muerte no los cambiaré. Hace unos años, Liang Rengong defendió la doctrina de la Revolución de Ma y Ban;41 al oírlo no pude evitar estallar en carcajadas. Rengong no es un inepto, ¿por qué inventar semejantes palabras con las que adular al público? Los libros de Ma y Ban, ¿cuántos lectores tienen? Más que una revolución es una autorrevolución, ¿por qué se empeña Rengong en hacer un esfuerzo tan enorme? Si se dice que las lenguas muertas obstruyen el avance del conocimiento, entonces que la ciencia no utilice la lengua clásica y así la lengua clásica tampoco obstruirá la ciencia.42 El inglés Dickens denunció repetidamente las lenguas griega y latina romana como muertas,43 mas todavía subsisten, y si Dickens, que goza de una excelente reputación, ciertamente no puede acabar con lo antiguo por motivos egoístas, menos aún nuestros compatriotas. ¿O es que acaso hay alguno que pueda compararse con Dickens?
Deben recordarse los principios que rigen el mundo, no pueden eliminarse las virtudes a conveniencia ni pueden falsificarse para obtener rápidos beneficios. Si Boyi y Shuqi44 hubieran nacido hoy, en modo alguno hubieran cambiado para beneficiarse. Confucio era “el sabio tempestivo”45 y su época era la del feudalismo jingtian, por lo que Confucio tuvo que volver incorruptible ese feudalismo.46 Si su época hubiese sido la de los submarinos y los aviones, Confucio habría hecho que submarinos y aviones no mataran irracionalmente,47 por esto es llamado “sabio tempestivo”. El tempestivo no se opone a su época. Cuando Ling, del estado de Wei, preguntó sobre tácticas militares, Confucio se marchó; cuando Chen Heng cometió magnicidio, Confucio lo condenó.48 En lo que a usar o no las armas respecta, también lo resolvió muy adecuadamente según el momento. Hoy bien se diría que, en lo que atañe a la debilidad del mundo, el más débil es el de Confucio, en cuyo caso, en lo que a la fuerza del mundo respecta, no hay nadie más fuerte que Wilhelm, quien, arrinconado en el pequeño Berlín y resistiendo frente a todo un planeta, fracasó sin remedio en sus ataques. Sin duda es un héroe de todos los tiempos. Además, en cuanto a sus logros en cultura y sus éxitos militares, tanto en ciencia como en negocios y hasta en tecnología, en todos ellos él era el primero en Europa. ¿Por qué entonces se exilió a Holanda tan descorazonado?49 Si se nos dice que en las victorias y las derrotas no puede hablarse de héroes, ¿por qué entonces puede imputársele a Confucio toda esa debilidad acumulada? El mismo libro de Zhuang Zhou es donde más se rechaza a Confucio; sin embargo, el capítulo “La Sociedad Humana” también se afana en reverenciar a Confucio.50 La así llamada “Sociedad Humana” no puede establecerse abandonando a las personas, por lo que, cuando Yan Hui y Zi Gao, duque de She, desafiaron a Confucio con preguntas, era para ilustrar los principios de cómo interrelacionarse con la gente;51 por lo que Zhuang Zhou tampoco ha refutado irracionalmente a Confucio. Así pues, los eruditos contemporáneos, no tan elocuentes como hace más de mil años lo fuera Zhuang Zhou, atacan a Confucio como lo hiciera Huan Tui,52 pero miles de años más tarde. Cuán ridículo es esto.
Además, en el mundo, sólo si uno posee conocimiento y ética verdaderos podrá establecer un método propio para ser seguido inseparablemente por la gente. Si se abandonan por completo los antiguos textos, utilizándose el lenguaje coloquial como escritura, entonces los idiomas hablados por todos aquellos que se ocupan en actividades humildes y errabundas53 se considerarán provistos de gramática, a diferencia de los gorjeos agramaticales de los hombres de Fujian y Guangzhou, por lo que, entonces, cualquier vendedor ambulante de Beijing y Tianjin podrá hacer de profesor. Si se afirma que Al margen del río o El pabellón rojo son todos ellos los cánones de la lengua vernácula y que bastan como libros de enseñanza,54 sin saber que el modo de dicción de Al margen del río debe mucho a la Compilación esencial de Jintuo, de Yue Ke,55 o que El pabellón rojo tampoco posee el estilo literario de una única persona, así, esos autores podrán ser considerados hombres de inmensa erudición. Resumiendo, sin haber estudiado en profundidad una gran cantidad de volúmenes literarios no puede escribirse en lengua clásica ni tampoco puede escribirse en lengua vernácula.
Si se cambiase el lenguaje de los antiguos eruditos por la lengua vernácula, entonces los discursos [yan-shuo] también deberían serlo. Según el Shuowen, este “yan, es una gran corriente” y tiene también el significado de extender o ensanchar algo.56 Según la convención, de lo corto se desarrolla lo largo; uno no puede servirse de las virtudes de los clásicos para mejorar las carencias de la lengua vernácula. Además, al hacer estudiar a la gente los clásicos, ¿deberían estudiar los libros originales?, ¿o se basarán en unas pocas palabras de los profesores como si éstos fuesen los antiguos eruditos? Si se leen los libros originales no puede eliminarse entonces completamente la lengua clásica. Además, de los clásicos todavía tenemos la enseñanza a través del Shuowen. El estudio del Shuowen no es el de un libro vulgar, pues sirve como referencia a la escritura de sello grande clásica y como testimonio de las inscripciones en campanas y trípodes. ¿Acaso se piensa convertir la gran escritura de sello en lengua vernácula? Si las inscripciones en escritura de gran sello se mezclasen con la lengua vernácula, esto sería como que las mujeres de las dinastías Han y Tang, Yan y Huan, intimasen con mujeres del campo, o como usar los antiguos zu y dou de los Shang y Zhou para reunirse a beber con campesinos,57 ¿acaso es esto lo adecuado?
Yo soy de Fujian, un sureño con una lengua difícil de entender,58 así que también deseo usar el idioma de la Planicie Central; ¿acaso sería adecuado evitar instruirme en éste y seguir siendo poco más que un sureño de lengua ininteligible? Proteger la existencia de la quintaesencia de la cultura china enseñando el Shuowen es lo adecuado; tomar el Shuowen como a un invitado y la lengua vernácula como anfitrión no lo es.
Además, han aparecido recientemente los así denominados nuevos moralistas, que denuncian a padres y madres que dicen que de éstos hemos surgido por lujuria, no por amor.59 Cuando vi tales palabras en la obra de Suiyuan pensé que su postura no concuerda con los principios morales y acusé a Yuan Mei60 de herético, pero resulta que, inesperadamente, utilizan sus ideas para enseñarlas. Un hombre bruto y sin moral: no merece la pena comentarlo; mejor dejarlo como ejemplo. Otros dicen: Wu Zhao fue una reina sabia, Zhuo Wenjun fue una belleza célebre. Esto no es más que picotear entre las salpicaduras de saliva de Li Zhuowu. Zhuowu poseía el comportamiento de una bestia salvaje,61 por lo que profirió estas palabras; Li Mutang también recogió tales salpicaduras de saliva, reverenciando a Yan Song62 como un ministro leal. Deberíamos preguntarnos hoy si la reputación de estos dos Li es algo a lo que los estudiantes deban aspirar. Ambos han perecido, convertidos en polvo, ¿para qué molestarse en seguir discutiendo? ¡Deplorable!
Los círculos intelectuales son, en general, un ejemplo, y deben ser iluminados y de entendimiento comprensivo y mantenerse en una posición neutral para que su liderazgo sea sin defectos. Si se apoyan en la fuerza de sus posiciones y llevan a cabo tan extrañas y oscuras enseñanzas, serían entonces como Mahoma convirtiendo con la mano derecha y portando la espada en la izquierda. Sólo así podrían realizar sus aspiraciones. Hoy, todos los ancianos del país confían hijos y hermanos menores a su excelencia, deseando que lo que su excelencia haga sea proteger con cuidado las costumbres. Además, el país está impotente, frente a nuestros ojos resucitan los conflictos de los fuertes fanzhen,63 convirtiéndose en una guerra como la que sucedió en América entre los estados del norte y del sur.64 Su excelencia fue elegido por los eruditos sureños, por lo que debería esforzarse al máximo hasta conseguir un juego justo65 y hacer que en la vida de las personas haya paz; para que, entonces, con su personalidad íntegra e incorruptible,66 reúna a intelectuales de todo tipo. Eso espero para su excelencia de todo corazón.
Tras recibir esta carta no es necesario que la responda; aguardaré tranquila y plácidamente buenas noticias sobre la rectificación del curso de la nación, pues si no incluso los viejos heréticos serían dichosos. Mis palabras, tan absurdas como rotundas, son indignas de su atención.
Le saluda con una reverencia, Lin Shu.
Cai Yuanpei “Zhi ‘Gongyan bao’ han bing da
Lin Qinnan jun han” 致公言報函並答林琴南君函
(21 de marzo de 1919)
“Carta a Gongyan bao y carta
de respuesta al Sr. Lin Qinnan”
Distinguido periodista del Gongyan bao:
He leído su periódico del día 18 del presente mes, donde se encuentra el artículo “Por favor observen el reciente estado de los cambios en las tendencias de pensamiento del mundo académico de Beijing”,67 en cuyo interior se adjunta una misiva remitida a su humilde servidor por el señor Lin Qinnan. Aunque la misiva original decía: “no es necesario que la responda”, con la intención de que este humilde servidor muestre la verdadera situación de la Universidad de Beijing, no puedo sino corregir sus errores. Le he respondido copiando escrupulosamente la misiva del señor Lin y remitiéndosela; por favor, publíquela tal cual. Además, como la afirmación de su periódico, que “Chen, Hu y otros rechazan con absoluto desprecio los antiguos valores morales, reprueban las relaciones y virtudes y difaman a Confucio y a Mencio”,68 se basa en gran medida, precisamente, en la misiva del señor Lin, este humilde servidor también clarifica esto en la respuesta a la misiva del señor Lin. Sobre que “la opinión de que se defiende la eliminación de la lengua nacional a través de adopción de las letras afrancesadas como lengua nacional”,69 ¿en qué se basa para afirmar esto? Sean tan amables de contestar a lo siguiente.
A la atención del señor Qinnan:
En el Gongyan bao del día 8 del presente mes pude leer su carta donde solicita una nota biográfica del señor Liu Yingqiu. Recuerdo que la primera ocasión en que le envié la misiva, le remití una copia del original del señor Zhao, por lo que, temiendo que no haya llegado a poder leerla usted, vuelvo a incluir una copia. Me sentiría muy afortunado si asumiese la carga de esas palabras.70
Que en su misiva, con sinceras palabras y punzante preocupación, lamente profundamente que muchos sean los que se han reunido fuera para calumniar a la Universidad de Beijing es algo que me conmueve. Mas esas calumnias, definitivamente, no son ciertas y, si usted ama la universidad, debería rectificar esto. Hoy usted fundamenta su discurso en las calumnias de esos conciliábulos e, incluso, aumenta sus reproches contra ellas: así la gente ingenua creerá aún más tales calumnias; ¿acaso es tal el verdadero significado de su amor por la universidad? En realidad, sus críticas se reducen a dos puntos: primero, “derrocar a Confucio y a Mencio y eliminar las relaciones y las virtudes”; segundo, “abandonar los antiguos textos, utilizándose el lenguaje coloquial como escritura”. Discutámoslos por separado.
En lo que respecta al primer punto, examinemos primeramente dos cosas: (A) Los profesores de la Universidad de Beijing, ¿en alguna ocasión han enseñado a los alumnos a “derrocar a Confucio y a Mencio y eliminar las relaciones y las virtudes”? (B) ¿Ha habido algún profesor de la Universidad de Beijing que haya publicado en alguna ocasión, fuera de la escuela, las palabras “derrocar a Confucio y a Mencio y eliminar las relaciones y las virtudes”?
Examinemos primero el dicho: “derrocar a Confucio y a Mencio”. Los materiales de enseñanza de la universidad que tratan sobre Confucio y Mencio son sólo los relacionados con la historia de la filosofía china dentro de la especialidad de filosofía. Ya se ha publicado el Sumario de historia de la filosofía china antigua del señor Hu Shizhi;71 por favor, examínelo detenidamente, ¿realmente contiene esas palabras, “derrocar a Confucio y a Mencio”? Más importante aún, tenemos la publicación de discursos como los del señor Cui Huaijin, Registros con los que justificar las Analectas y Renovación de los Anales de Primavera y Otoño.72 En la Sociedad para la Investigación Filosófica73 tenemos al señor Liang Shuming, quien formuló el problema de las “diferencias y similitudes entre Confucio y Mencio”,74 y al señor Hu Moqing, quien formuló el problema de la “Investigación sobre la ética de Confucio”;75 muchos son pues los que respetan a Confucio, ¿cómo podrían decir que se derroque a Confucio?
Si los profesores de la universidad, fuera de las instituciones educativas, publican libremente sus ideas, no tienen relación alguna con aquéllas, por lo que el asunto puede dejarse al margen sin más comentarios. Pero queriéndose examinar esto con mayor detenimiento, trátense entonces los contenidos de la revista Nueva Juventud,76 en la que ocasionalmente hay críticas a las doctrinas de Confucio, mas también la Asociación Confuciana y otros que, a expensas de las doctrinas de Confucio, publican ataques a los que siguen las nuevas doctrinas, quienes en un principio no se habían enfrentado directamente a Confucio.77 ¿Acaso no es como usted dice?
Su época era la del feudalismo jingtian, por lo que Confucio tuvo que volver incorruptible ese feudalismo. Si su época hubiese sido la de los submarinos y los aviones, Confucio habría hecho que submarinos y aviones no mataran irracionalmente, por esto es llamado ‘sabio tempestivo’. El tempestivo no se opone a su época. Cuando Ling, del estado de Wei, preguntó sobre tácticas militares,78 Confucio se marchó; cuando Chen Heng cometió magnicidio, Confucio lo condenó. En lo que a usar o no las armas respecta, también eligió adecuadamente el momento.
Si en nuestros días nos apegáramos estrictamente a las doctrinas de Confucio, regresaríamos al sistema feudal fengjian, cambiaríamos por carros de combate los submarinos y los aviones; he oído que los rusos han matado al emperador, los alemanes han desterrado al suyo,79 por lo que nos lanzaríamos sobre ellos en una guerra justa. ¿Acaso no es ignorar el significado de “tempestividad” lo que hacen los que ofenden a Confucio, precisamente lo que nosotros debemos denunciar?
Lo siguiente por examinar es el dicho: “eliminar las relaciones y las virtudes”: que las virtudes son cinco -benevolencia, justicia, ritualidad, conocimiento y sinceridad- usted ya lo ha dicho. Las relaciones también son cinco: entre soberano y súbdito, padre e hijo, hermano mayor y menor, marido y esposa, y entre amigo y amigo. De ellas, la primera relación, entre gobernante y súbdito, no es conveniente para la República China; podemos no discutirla. De las restantes, entre padre e hijo hay afecto familiar; entre hermano mayor y menor hay amistad mutua (o, como se dice, entre mayor y menor existe jerarquía); entre marido y esposa hay separación de funciones; entre amigo y amigo hay sinceridad; en los libros de texto con los que, en la escuela, se cultiva la moral se detallan todas estas palabras, por lo que los estudios de ética de la universidad no están muy relacionados con esto. Pero nunca se ha enseñado a los alumnos que padres e hijos se comporten como extraños, que hermanos mayores y menores se cuestionen mutuamente, que marido y esposa no separen sus funciones o que los amigos no sean sinceros. En la universidad todavía no hay alumnas, por lo que los que se preocupan de tales cosas tienden a inclinarse hacia los principios morales de los varones. En los últimos años, fuera de las clases, se ha organizado una Sociedad para el Avance de la Moral80 en la que se promueve fundamentalmente no visitar prostitutas ni tener concubinas. Promover que no se visiten prostitutas no es en modo alguno contrario a los principios morales de la Antigüedad. Sobre el no tener concubinas, las doctrinas de Confucio y Mencio son particularmente estrictas. En lo que respecta a las cinco virtudes, su ética habla de amabilidad, habla de libertad, habla de respetar la jerarquía y de amonestar el engaño, además de todas las ciencias, necesarias para el avance del conocimiento. ¿Acaso hay razón alguna para acabar con ellos?
¿Y si se dice que los profesores de la universidad, en alguna ocasión, fuera de las instituciones educativas han publicado algún contenido ideológico sobre “eliminar las relaciones y las virtudes”? En tal caso estaría bien preguntarse, ¿quién es ese profesor? ¿En qué libro, en qué revista se defiende que padres e hijos se comporten como extraños, que hermanos mayores y menores se cuestionen mutuamente, que maridos y esposas no separen sus funciones y que los amigos no sean sinceros? ¿En qué libro, en qué revista se defiende negar la benevolencia, la justicia, la sabiduría, la sinceridad y la ritualidad?81 Lo que usted ha citado, que “denuncian a padres y madres que dicen que de éstos hemos surgido por lujuria, no por amor”, dice que es de la obra de Suiyuan. Recuerdo la “Biografía de Kong Rong” de Crónica de Han Posterior: Lu Cui presenta un falso memorial ante el emperador con el que acusar a Rong de que
[...] antes, junto con el plebeyo Mi Heng, se habían entregado a habladurías desenfrenadas, diciendo: ‘El hijo del padre, ¿de qué afecto surge? En su origen, no es más que una expresión de su lujuria; ¿Cuál es la relación entre el hijo y su madre? Es, por ejemplo, como depositar un objeto dentro de una vasija: al sacarlo, los dos quedan separados.82
Kong Rong y Mi Heng no perdieron por ello su reputación, ¿y qué fue después de Lu Cui?83 ¿Puede usted señalar quién es ese profesor? ¿En qué libro, en qué revista se publican las palabras de Lu Cui o Suiyuan y además con un sentido de total aprobación? Tampoco he oído de profesor alguno que adore a Li Zhi y esos otros y desee recoger las salpicaduras de su saliva. Sobre lo así dicho, “Wu Zhao fue una reina sabia, Zhuo Wenjun fue una belleza virtuosa”,84 ¿quién ha utilizado estas palabras como lema para movilizar a las masas? ¿Puede usted aportar alguna prueba?
En lo que respecta al segundo punto, examinaremos primeramente tres cosas: (A) ¿Ha abandonado ya la Universidad de Beijing la lengua clásica para hacer un uso especial de la lengua vernácula? (B) ¿La lengua vernácula puede realmente expresar el sentido de los antiguos textos? (C) La escritura en lengua vernácula que promueven unos pocos profesores de la universidad, ¿es idéntica al “idioma hablado por todos aquellos que se ocupan en actividades humildes y errabundas”?
Examínese primero: “¿Ha abandonado ya completamente la Universidad de Beijing la lengua clásica para hacer un uso especial de la lengua vernácula?”. En los cursos preparatorios de la universidad hay clases de escritura china cuyos libros, Escritura con ejemplos y Escritura de aprendizaje,85 se basan en la lengua clásica. Cada mes, la escritura que se practica es la clásica. En los cursos universitarios hay historia de la literatura china, historia de la literatura occidental, literatura china clásica, literatura medieval, literatura moderna, además de incluir, en los cursos universitarios y en los cursos preparatorios, filología, cuya compilación de materiales de enseñanza está impresa toda ella en lengua clásica. Tenemos el Diario de la Universidad de Beijing,86 cuyo contenido se hace mayoritariamente en lengua clásica. Puede señalarse que únicamente se ha realizado en lengua vernácula el Sumario de historia de la filosofía china antigua de Hu Shizhi,87 en cuyo interior, al citar textos clásicos, la mayoría siguen el texto original y no están todos en lengua vernácula.
Examínese a continuación: “¿La lengua vernácula puede realmente expresar el sentido de los antiguos textos?”. Los materiales de enseñanza que han editado los profesores de la universidad se rigen todos por la lengua clásica. Y, después de subir a la tribuna, definitivamente no pueden recitar de memoria los materiales de enseñanza y así, de soslayo, cumplir con su deber, sino que deben apoyarse en sus conferencias en la lengua vernácula. ¿Acaso las palabras de las conferencias deben todas editarse en lengua clásica para que sean admisibles? Nosotros leímos de jóvenes la Recopilación de anotaciones a los Cuatro Libros y los Comentarios anotados a los Trece Clásicos,88 y si los maestros no los hubiesen explicado en lengua vernácula sino que los hubiesen transmitido como las ediciones en lengua clásica de las recopilaciones de anotaciones o de los comentarios anotados, ¿cómo podrían haberlos entendidos los de mi generación? Si dice que la lengua vernácula no es suficiente para explicar el Shuowen, los libros antiguos y las inscripciones en campanas y trípodes, entonces, ¿acaso al subir a la tribuna, cuando tengamos que recitar de memoria los textos de Estudio completo del Shuowen jiezi del Sr. Xu, Han jian del Sr. Guo o Interpretaciones de campanas y trípodes del Sr. Xue89 o al editar los materiales de enseñanza, ha de ser en esta lengua clásica para que sean admisibles, no pudiendo explicarlos en lengua vernácula?
Examínese ahora: “La escritura en lengua vernácula que promueven unos pocos profesores de la universidad, ¿es idéntica al ‘idioma hablado por todos aquellos que se ocupan en actividades humildes y errabundas’?”. Aunque la lengua vernácula y la clásica no son iguales en forma, su contenido es idéntico. Discursos sobre evolución natural, El espíritu de las leyes, La riqueza de las naciones,90 todos ellos, su original, está en lengua vernácula, mas el Sr. Yan Youling los tradujo a lengua clásica. Dumas hijo, Dickens, Haggard,91 etcétera, las novelas de estos autores están todas en lengua vernácula, mas usted las ha traducido a lengua clásica. ¿Acaso puede usted decir que sus traducciones y las del Sr. Yan son superiores a los originales? Si tal contenido fuera superficial, entonces los exámenes utilizados por la escuela para realizar el registro, así como los argumentos expuestos en los diarios corrientes, serían sumamente indignos de ser ni siquiera hojeados. ¿Acaso estarían mejor en lengua vernácula? Además, no son sólo los que se ocupan en actividades humildes y errabundas: si los nobles absolutamente iletrados de la dinastía Qing hablaran un bello dialecto de Beijing, como el de Baoyu o Daiyu en El sueño del pabellón rojo,92 ¿acaso tendrían más valor sus palabras? Los novelistas que lean con atención Al margen del río y El sueño del pabellón rojo, ¿pueden utilizar para sus conferencias de ciencia y filosofía libros como Secuela de Al margen del río, Soñando de nuevo en el pabellón rojo,93 etcétera? Usted dice que “los autores podrán ser todos ellos considerados hombres de inmensa erudición; resumiendo, sin haber estudiado en profundidad una gran cantidad de volúmenes literarios no puede escribirse en lengua clásica ni tampoco puede escribirse en lengua vernácula”. Tiene usted toda la razón. Entre los profesores de la Universidad de Beijing aptos para escribir literatura en lengua vernácula tenemos a los señores Hu Shizhi, Qian Xuantong y Zhou Qimeng.94 ¿Cómo podría usted demostrar que no tienen una inmensa erudición, que no pueden escribir ensayos clásicos o que sólo disimulan tras la lengua vernácula sus deficiencias literarias? El Sr. Hu, que desciende de una familia letrada, aunque sus viejas obras en lengua clásica no son numerosas, no obstante, si tomamos como ejemplo su Sumario de historia de la filosofía china, podemos constatar cómo su comprensión de los textos antiguos no está en modo alguno por detrás de los estudiosos de las eras de Qianlong y Jiaqing de la dinastía Qing.95 Todos los materiales de enseñanza de caracteres y los estudios comprensivos en literatura científica realizados por el Sr. Qian están en palabras clásicas de gran elegancia. La traducción del Sr. Zhou de Novelas extranjeras,96 de gran abstrusidad estilística, no hay estudioso superficial que pueda comprenderla. Así pues, ¿cómo es usted indulgente con los autores de Al margen del río y El pabellón rojo, mas severo con nuestros actuales señores Hu, Qian y Zhou?
En lo que respecta a mi posición en la universidad, me atengo a dos principios:
En lo que atañe a la enseñanza, adoptamos la práctica habitual de diversas universidades del mundo, el principio del “librepensamiento”,97 asumiendo el integralismo, lo cual no es muy contrario a lo que usted dice, “iluminados y de entendimiento comprensivo”. Sin importar cuál sea el tipo de escuela de pensamiento, si sus enseñanzas son razonables y sus ideas están fundamentadas y no han tenido la desdicha de ser eliminadas a través de la selección natural,98 aunque se contradigan entre ellas, se les permitirá desarrollarse libremente. Estas ideas ya se expusieron en la introducción inaugural a nuestra Publicación mensual, cuya copia adjunto para que la vea.99
Sobre los profesores, los éxitos académicos son lo primordial. La enseñanza en la institución tiene como límite el no oponerse al primer principio. Fuera de la institución se les permite hablar y obrar libremente sin que esta institución intervenga jamás, pues tampoco podemos asumir tal responsabilidad. Por ejemplo, el restauracionismo100 ha sido abolido por la República, y hay profesores en esta institución que siguen teniendo su trenza y abogan por la Restauración, pero enseñan literatura inglesa que nada tiene que ver con la política y, por lo tanto, se les permite esto. Sobre los patrocinadores de la Sociedad para la Preparación de la Paz, la opinión pública los tiene por criminales, pero esta institución tiene entre sus profesores a algunos de ellos,101 enseñando literatura clásica, que nada tiene que ver con la política y, por lo tanto, se les permite esto. Asuntos como la prostitución, las apuestas, el tomar concubinas, etcétera, están prohibidos por la Sociedad para el Avance de la Moral de esta institución, si bien hay entre los profesores algunos que disfrutan componiendo versos de contenido erótico, teniendo aventuras románticas con concubinas y prostitutas,102 o apostando como pasatiempo; si no afecta la calidad de su trabajo ni induce a los estudiantes a degenerarse con tales cosas, entonces se les permite esto por ahora. Los intelectuales de valía son muy difíciles de hallar; si se les pidiese ser perfectos entonces sería casi imposible que esta institución se estableciese. Además, entre lo público y lo privado hay desde luego una separación natural. Por ejemplo, usted ha traducido novelas como La dama de las camelias, Joan Haste, Beatrice,103 etcétera, y también ha enseñado lengua clásica y ética en muchas instituciones educativas; si alguien lo calumniase por enseñar literatura conforme al modo de expresión de tales novelas, o por ilustrar la ética mediante los ejemplos de esas obras de tomar prostitutas, cometer adulterios o pelearse por mujeres casadas, ¿no sería risible? Entonces, una escuela reformista, aunque difunda ocasionalmente discursos radicales, si éstos no incumben a las clases de la universidad, ¿por qué forzosamente atribuir su responsabilidad a nuestra institución educativa?
He aquí mi respuesta. Deseándole una fructífera producción literaria,
18 de marzo del octavo año [de la República], Cai Yuanpei, con respeto.104
Lin Shu “Lin Qinnan zai da Cai Heqing shu”
林琴南再答蔡鶴卿書 (24 de marzo de 1919)
“Lin Qinnan responde la misiva de Cai Heqing”
Distinguido Sr. Heqing:
Leyendo el diario de la universidad ha llegado hasta mí su respuesta y me siento profundamente agradecido. Aunque dejé la universidad hace nueve años, deseaba enormemente que la dirigiese una persona adecuada. Es una alegría que su excelencia haya recibido la presidencia, realmente bueno. Mas, en los últimos años, malos rumores han llenado mis oídos, hasta tal punto que se ha hecho difícil de soportar, por lo que en la misiva enviada he realizado unas recomendaciones algo impulsivas.105 De la respuesta recibida puede observarse que su excelencia jamás ha abandonado su objetivo de venerar lo sacro e iluminar las relaciones humanas. ¿Qué más puedo decir? Lo que le pido es que conserve el legado ortodoxo de Confucio. En su misiva habla de respetar a Confucio. Además, defiendo las relaciones humanas y las virtudes constantes. En su carta dice que no hay que contrariarlas. Y también lucho por que la lengua clásica no sea eliminada. En su respuesta dice que sigue utilizándose la lengua clásica. Mi corazón está satisfecho, mis deseos se han cumplido, me siento tan ufano que no me queda nada que decir.
En lo que respecta a aquellos rumores sin fundamento, tal vez los he tomado por ciertos, prestándoles demasiada atención; afortunadamente, su excelencia me ha disculpado. Pero todavía hay algo que decir sobre la lengua vernácula: recientemente he redactado “Ensayos de Li Sou” (véase el periódico Xin shen)106 y también he compilado los “Nuevos poemas burocráticos en lengua vernácula” (enviados al periódico Gongyan),107 ambos destinados a lanzar un ataque contra los hombres que se comportan como bestias salvajes, mas no van dirigidos a los catedráticos de la universidad. Su excelencia no debe dudar de esto. Hemos mantenido relaciones amistosas con su excelencia durante veinte años, incluso en la adversidad usted no cambió su conducta: yo también proclamaré sus ideas hasta la muerte. Aquellos que traicionan lo sacro y tergiversan las relaciones humanas, tolerarlos corrompería la universidad. Dedicaré mis últimos años a defender los principios tradicionales con todas mis fuerzas y no pararé hasta torcer la lengua y dejar sin palabras a los difamadores, ¡hasta que esos perros rabiosos no dejen de ladrar! Yo tengo una mente simple y poco talento, mas viendo la magnanimidad y generosidad de su excelencia, receptivo a ideas de diversa naturaleza, ¡admito que hay entre ambos una gran diferencia!
En esta fría primavera le saludo humildemente, deseándole que se cuide bien.
Lin Shu, con una reverencia.
Abreviaturas
SBCK Sibu congkan 四部叢刊, Shanghái, Shangwu yinshu, 1935.
SKQS Siku quanshu 四庫全書, 1 500 vols., Taipéi, Shangwu yinshu, 1983-1986; Xuxiu Siku quanshu 續修四庫全書, 1 200 vols., Jinan, Qi Lu, 1994-.