Introducción
Maḥmūd Darwīš (1941-2008) nació en la pequeña villa palestina de al-Birwah, la cual se localizaba al oeste de Galilea, a unos cuantos kilómetros del puerto de ’Akka (San Juan de Acre). Sin lugar a dudas, este poeta es una de las figuras más relevantes de la poesía y la literatura contemporáneas de Palestina. Un autor aclamado dentro y fuera del mundo árabe, que influyó significativamente en la instauración de la identidad de Palestina luego del establecimiento del Estado de Israel (Saith, 2005; Yeshurun, 2012, pp. 46-70). Asimismo, es un referente sin igual para el estudio de la literatura árabe moderna y uno de los escritores árabes más traducidos de la actualidad, al menos a veinte idiomas. Su trabajo fue mundialmente reconocido con numerosos galardones, entre los que destacan el Lenin Peace Prize de la Unión Soviética en 1983, el grado de commandeur de la Ordre des Arts et des Lettres de Francia en 1997, el Lannan Cultural Freedom Prize de Estados Unidos en 2001, y el Premio Príncipe Claus de Holanda en 2004 (Mahmoud Darwish Foundation and Museum, 2008a).
La obra de Darwīš es multifacética y extensa; la componen alrededor de treinta volúmenes de poesía y ocho libros en prosa. Tiene su origen en la Nakbah (la Catástrofe, término utilizado para nombrar el desplazamiento masivo de palestinos ocurrido en 1948), un evento histórico sin precedentes para la sociedad palestina, en el cual la villa natal de Darwīš fue desalojada y, posteriormente, erradicada. Ante estos hechos, Darwīš y su familia se resguardaron en el sur de Líbano; al cabo de un año regresaron a Galilea, donde continuó su exilio y vivieron de nuevo como refugiados (Darwish, 2001b, pp. 9-14; Flapan, 1987; Yeshurun, 2012, p. 49). Por ende, Palestina representa en su obra una metáfora del hogar; un lugar adonde Darwīš dirige su lenguaje y que lleva la consigna político-social de salvaguardar la historia y la memoria colectiva de una nación cuyos habitantes transitaron de exilio en exilio.
Fragopoulos (2009, p. 1) señala que “Palestina fue el mapa que Darwīš llevó consigo adondequiera que fue; existe no únicamente como un sueño, sino también en su lenguaje, en sus poemas y en su cuerpo”. Por su parte, Ghannam y El-Zein (2009, pp. 5-22) argumentan cómo la tierra (Palestina) y el poema permanecen unidos en la poesía de Darwīš. En esencia, Darwīš transmite en su obra un estado de exilio permanente del cual se desprende una búsqueda por establecer su nación, tanto geográfica como imaginariamente, en sus palabras: “Estaré libre de Palestina, cuando Palestina sea libre” (en Shehadeh, 2002).
Las distintas incursiones literarias y las innovaciones poéticas emprendidas por Darwīš permiten identificar tres periodos en su obra (Said, 1994, p. 114; Joudah, 2009). Su primer poemario, titulado ’Aṣāfīr bilā ’Ağniḥah [Pájaros sin alas], se publicó en 1960. En aquel entonces, Darwīš contaba con escasos 20 años de edad. En esta etapa inicial sus poemas manifiestan la influencia de los movimientos sociales palestinos de la época y su activismo político, por lo que se le conoció como “el Poeta de la Resistencia Palestina”1 (Darwish, 2001a; Prieto, 2003; Mahmoud Darwish Foundation and Museum, 2008a). Sin emargo, la censura de Israel en torno a sus poemas, los diversos arrestos y su aspiración a crear una poesía moderna, llevaron a Darwīš a emplear recursos poéticos menos directos, como el mito y los símbolos, incluida una mayor abstracción, sin dejar de lado sus orígenes palestinos (Prieto, 2012, p. 10). El rumbo que emprendió con estos cambios abrió paso a un segundo periodo en su obra.
A principios de la década de 1990, Darwīš comenzó el proyecto de una epopeya lírica basada en la multiplicidad histórica de los orígenes culturales palestinos (Prieto, 2003). En 1993 renunció a su posición en el Comité Ejecutivo Central de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), debido a su inconformidad con los pactos establecidos entre la OLP e Israel que sentaron las bases para los Acuerdos de Oslo2 (Shatz, 2002). A esta separación le siguió un distanciamiento político en el que se vislumbra el comienzo del último periodo (Said, 1994, p. 113; Antoon, 2002, p. 74; Joudah, 2009, pp. 7-12). En 1995, tras casi veinte años de vivir en el exilio, Israel le permitió volver a Palestina, y eligió establecerse en Amán, Jordania, una ciudad apacible para continuar su labor y que, por su cercanía con Palestina, le permitía realizar visitas frecuentes a Ramala, Cisjordania (Shatz, 2002; Mahmoud Darwish Foundation and Museum, 2008a).
Darwīš padecía enfermedades cardiacas, y en 1995 experimentó una complicación, aunque el percance pasó casi inadvertido para el poeta, tanto física como emocionalmente. Cuatro años más tarde sufrió un segundo episodio cardiaco, más intenso, que dejó una profunda huella en sus obras posteriores3 (Darwish, 2005; Joudah, 2009; Khoury, 2009, p. 25; Williams, 2012, p. 34). Lo cierto es que en sus trabajos del último periodo sobresalen los temas autobiográficos y de “compromiso con los demás”, asuntos que invitan a reflexionar sobre las circunstancias de los desfavorecidos (Darwish, 2005), en un tono existencialista marcado tanto por sus experiencias fatales como por las tensiones en torno a Palestina.
“El jugador de dados”
“Lā’ibu ’n-Nard”4 [“El jugador de dados”] es uno de los últimos poemas de Darwīš, muy representativo de su “último estilo”5 literario. Se publicó por primera vez en el diario al-Quds al-’Arabī [Jerusalén Árabe] el 2 de julio de 2008 (Darwish, 2008, p. 10), y luego se incluyó en un poemario póstumo (Darwish, 2009, pp. 35-56). Está escrito en verso libre y estructurado en 47 estrofas con un número variable de versos. La disposición tipográfica en los manuscritos originales, actualmente en exhibición en el Mahmud Darwish Foundation and Museum (2008b, 2008c), ubicado en Ramala, la comparten tanto la versión publicada en al-Quds al-’Arabī como la del poemario póstumo. Darwīš lo recitó durante el festival cultural de verano celebrado en el Palacio de Cultura de Ramala, del 1 al 31 de julio de 2008, acompañado por los músicos palestinos at-Tulātiyyu Ğibrān [el trío Jubran]. Fue la última presentación pública del gran poeta, semanas antes de morir tras una cirugía cardiaca en Houston, Texas, el 9 de agosto de 2008 (Farsakh, 2009, p. 101; Joudah, 2009, p. 1).
La presente traducción de “Lā‘ibu ’n-Nard” está basada en el poemario póstumo Lā ’urīdu li-hadī al-Qaṣīda ’an tantahī ad-Dīwān al-’Ahīr Maḥmūd Darwīš [No quiero que este poema termine. Último poemario de Maḥmūd Darwīš] (Darwish, 2009, pp. 35-56). Uno de los factores que despertó mi interés para traducirlo fue el título: “El jugador de dados”, atractivo y extraordinario porque relaciona la voluntad y el azar. Después, la expresión lírica y el estilo particular, así como los mensajes históricos y biográficos, motivaron mi iniciativa. Si bien hay una traducción previa de María Luisa Prieto González, publicada en 2012, la que aquí se presenta difiere tanto en la interpretación de los términos como en la modulación de las oraciones. Para realizarla, previamente traduje un número considerable de poemas cortos de Darwīš, en especial del último periodo, junto con fragmentos de este poema (Darwish, 2005 y 2009). En esta tarea fueron fundamentales la historia contemporánea de Palestina, la biografía de Darwīš y su último recital. Durante este proceso identifiqué cuatro elementos en el poema -el verso libre, la lírica épica, los rasgos del último estilo del poeta y el existencialismo- que constituyeron el marco conceptual que me permitió comprender el texto de manera estructural y general. Además, durante el proceso de traducción asumí que el poema presentaba elementos autobiográficos. Cuando concluí la traducción, reinterpreté y modulé. Elegí las expresiones y las palabras que reprodujeran más fielmente el sentido de las ideas originales conforme a la postura filosófica que identifiqué, y le otorgué prioridad a las expresiones literales que ampliaban el significado aunque añadían vocablos, especialmente en frases sin un equivalente en español. Finalmente, modifiqué la estructura de las oraciones con cambios de categorías gramaticales o inversiones de puntos de vista.
Esta traducción pretende acercar al lector el texto original con elementos que le permitan inferir o comprender, de manera amplia, la intención que Darwīš plasmó en el poema. Por ende, seguí la misma división en estrofas del texto fuente. Un aspecto favorable de esto es que permite entrever ciertos elementos rítmicos del poema, como las pausas estróficas que forman parte de su entonación propia. Se aprecia un ritmo de pensamiento6 que se establece mediante repeticiones del primer verso, o con variantes de éste, seguidas de repeticiones periódicas de oraciones afirmativas, expresiones o palabras clave al comienzo de las estrofas. Estas repeticiones aparecen alternada e irregularmente en todo el poema y producen un particular efecto estético que, aunado a la fuerza connotativa de las palabras, intensifican y disminuyen de manera gradual el tono emotivo. El poema evoca un mundo de ambientes naturales y de sentimientos expresados metafóricamente con figuras simbólicas, mitológicas y religiosas, de antiguos poetas, sucesos históricos, ciudades y lugares sagrados, animales y vegetación, con un ritmo que afirma la identidad a pesar de la agonía sugerida.
Más aun, el poema tiene un carácter reflexivo y autobiográfico, en ciertas partes desgarrador, en otras esperanzador. Con una mirada retrospectiva y mediante alusiones a acontecimien tos o metáforas sobre su figura como poeta,7 así como con reflexiones sobre su actividad poética, el amor, la vida y la existencia,8 Darwīš nos acerca a su vida y su pensamiento. Por último, más allá de una posible interpretación, un aspecto sobresaliente en el poema es su manera de representar la vida y las experiencias humanas como la voluntad de un jugador, la cual yace inmersa en las vicisitudes aleatorias del juego del destino, con lo cual se insinúa un punto de vista ontológiconihilista sobre las circunstancias de la vida y sus infinitas posibilidades. En la parte final, se manifiesta una opinión existencial sobre el encuentro con la muerte, un intrigante aspecto dentro de la vida y fuente de inspiración para poetas, filósofos y religiones.