Introducción
México es un país con vínculos muy fuertes con los Estados Unidos de América (EUA) tanto por el intercambio comercial como por la recepción de inversión extranjera, es por ello que cualquier cambio coyuntural que pueda afectar esos flujos representa para México un asunto importante. Por esta razón, los eventos recientes que se han presentado en todo el mundo como la pandemia por COVID-19 en 2020, la guerra comercial desatada entre EUA y China desde 2018, así como la disrupción en las cadenas globales de valor, impactan en la relación que mantiene México con EUA.
El concepto de nearshoring se refiere a la inversión extranjera directa (IED) que busca ubicarse cerca al país de origen de esa inversión. En nuestro caso, el nearshoring se define como el movimiento de operaciones de empresas o plantas estadounidenses ubicadas alrededor del mundo, hacia territorio mexicano debido a la cercanía geográfica a sus plantas matrices. Un incremento del nearshoring en México se explicaría por el aumento de la IED estadounidense la cual, de acuerdo con la Secretaría de Economía, en 2022 alcanzó 20 mil millones de dólares, lo cual representó un incremento de 43% con respecto a 2021 y de 100% con respecto a 2020 (SE, 2023a).
La pandemia implicó no solo el cierre de fábricas en todo el mundo, sino también la disrupción en los sistemas de logísticas que retrasaron el traslado por vía marítima de mercancías entre los centros de producción, distribución y consumo. Esta problemática, desencadenada por la pandemia de COVID-19, puso en evidencia la vulnerabilidad de las cadenas globales de valor y la importancia de la posición geográfica, forzando a considerar nuevas estrategias de relocalización productiva (van Hassel et al., 2022). Para disminuir la dependencia de esas cadenas de producción y suministro, algunas corporaciones estadounidenses han emprendido cambios en sus estrategias de operación a través de la relocalización de su inversión (reshoring), ya sea regresándola al país de origen (inshoring) o a un país cercano (nearshoring). Los cortes de suministros encarecieron y retrasaron los pedidos del mercado, por lo que, la cercanía geográfica se volvió relevante. El papel de China en la economía estadounidense también ha sido un factor fundamental para explicar el nearshoring pues, desde la década del 2000 los salarios promedio chinos en las manufacturas se han incrementado mientras que los salarios mexicanos se han estancado (Garrido, 2022). En este sentido, México ofrece mayor ventaja para la inversión extranjera que busca reducir los costos laborales. Aunado al encarecimiento de la mano de obra china, la guerra comercial entre China y EUA iniciada en 2018 trajo consigo la imposición de impuestos ad-valorem de 25%, lo que se tradujo en el encarecimiento de un gran número de productos manufacturados provenientes de China, otorgándole a México la posibilidad de exportar productos más baratos al mercado estadounidense. Tan solo en el primer año de la aplicación de las sanciones comerciales, las exportaciones chinas a EUA cayeron 16% (US Census Bureau, 2023).
En este contexto, se plantea como hipótesis que la inversión nearshoring en México se explica por la creciente diferencia salarial en las manufacturas entre México y China, la cual favorece la búsqueda de un mercado con costos laborales más bajos y por la pérdida de competitividad china en el mercado de importaciones estadounidense, que le otorgan mayor ventaja comparativa al establecimiento de plantas en México. También se plantea que el confinamiento, ocasionado por la pandemia, contribuyó a incrementar el nearshoring en México pues la cercanía geográfica jugó un papel fundamental para mantener los tiempos de producción y entrega de las plantas matrices estadounidenses.
El objetivo de este trabajo es analizar si México ha sido beneficiado por el fenómeno de nearshoring y si está determinado por las sanciones comerciales impuestas por EUA a China o responde a otros factores tales como las diferencias salariales en las manufacturas entre México y China o al efecto de la pandemia por COVID-19 que deterioró el funcionamiento de las cadenas globales de valor. Para lograr el objetivo, primero se identifica a la IED procedente de EUA en México como variable proxy del nearshoring, para posteriormente mediante un modelo de vectores autorregresivos (donde todas las variables son consideradas endógenas), determinar la relación entre la participación de las importaciones chinas en EUA y la inversión nearshoring. El análisis de esta relación mediante la causalidad de tipo Granger permite determinar si el encarecimiento de los productos chinos ha ocasionado la relocalización de plantas estadounidenses en territorio mexicano. Además, se determina si el confinamiento ocasionado por la pandemia y pospandemia (periodo 2020 a 2022) explican los cambios recientes en el nearshoring. Finalmente, se determina si existe causalidad Granger de los salarios manufactureros a la inversión nearshoring ya que, el aumento del costo de la mano de obra china podría estar contribuyendo a incrementar el movimiento de este tipo de inversión a México para aprovechar los salarios más bajos. De encontrar evidencia a favor, podríamos afirmar que los cambios acontecidos recientemente a nivel global han impulsado la inversión nearshoring en México.
I. El nearshoring en la guerra comercial de China y EUA
Algunos autores afirman que la posición geográfica de México junto a los EUA es una característica fundamental para explicar por qué es uno de los países que atraen más IED de ese país, sin embargo, la crisis de la globalización desencadenada en 2009 contribuyó a incrementar aún más los flujos de inversión a México (Garrido, 2022). Desde que China ingresó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, su participación en el comercio mundial se incrementó de manera acelerada, de tal forma que 2009 se convirtió en el principal exportador de bienes y servicios del mundo, posición que ha mantenido desde entonces (Ma, 2023).
Para EUA, China se convirtió en uno de sus principales proveedores de mercancías, de tal forma que aumentó rápidamente el déficit comercial con ese país, al pasar de 83 mil millones de dólares en 2001 a 268 mil millones en 2008, lo que representó un incremento de 223%. En 2018, el déficit comercial ya había aumentado al doble con 418 mil millones de dólares (US Census Bureau, 2023).
La llegada de Donald Trump a la presidencia de EUA (2017-2021) implicó un cambio importante en la visión que como nación tenían ante el fenómeno de la globalización y a la apertura de los mercados internacionales. La política económica de Trump priorizó la protección del mercado interno, lo que implicó para México revisar las condiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que hasta entonces estaban funcionando. Mientras que, para otros países como China implicó la aplicación de medidas más agresivas como sanciones arancelarias como respuesta a prácticas discriminatorias de comercio y de inversión que se habían identificado en una investigación elaborada a petición del gobierno federal (US Trade Representative, 2018). Publicadas por la Oficina de Representación Comercial de los EUA, en lo que se denomina “Section 301”, se identificaron productos chinos sujetos a sanciones comerciales con tarifas arancelarias de entre 10 a 25%. Estas tarifas se introdujeron progresivamente según el impacto comercial en el mercado doméstico en cuatro listas. El 6 de julio de 2018 se publicó la primera lista con productos chinos con valor de $34 mil millones de dólares. A estos productos se les impuso una tarifa de importación ad-valorem de 25%. Posteriormente se publicaron tres listas más, abarcando un mayor número de productos con diferentes tarifas arancelarias que fluctuaron entre 7.5, 10 y 15% (US Trade Representative, 2022).
México y China compiten en un número limitado de productos en el mercado de importaciones de EUA, por ejemplo, la fabricación de aparatos receptores de TV y las autopartes. La aplicación de tarifas en este sentido representó para México una ventaja inmediata al ganar participación en el mercado estadounidense por lo menos en estos subsectores de las manufacturas (Vásquez, 2022). Hasta la fecha, las importaciones de productos chinos con un valor aproximado de 335 mil millones de dólares permanecen sujetos a tarifas arancelarias. La tarifa promedio que prevalece hasta 2023 es de 19%, la cual es significativamente alta si consideramos que antes se pagaban tarifas de un solo dígito.
Las tensiones comerciales entre EUA y China han ocasionado que China pierda competitividad en el mercado estadounidense, lo que, aunado a la lejanía geográfica, el aumento de los costos de transporte marítimo y de salarios manufactureros han reducido su capacidad para atraer y retener inversión extranjera procedente de EUA. Para México esta coyuntura podría representar una oportunidad, pues ofrece las condiciones que generalmente busca la inversión extranjera.
II. Impacto de la pandemia en los flujos de inversión a México
Estudios del Banco Mundial sobre el impacto de la pandemia por COVID-19 sostienen que durante los primeros meses en que prevalecieron las mayores restricciones al movimiento de personas y mercancías, las cadenas globales de valor facilitaron el acceso a bienes esenciales, como los médicos, los alimentos, los insumos intermedios, etc. Sin embargo, conforme los cierres se fueron generalizando a los centros de trabajo y de distribución, se crearon cuellos de botella que dificultaron el funcionamiento de esas cadenas globales (Brenton et al., 2022). La transportación y distribución de insumos y mercancías fue uno de los principales problemas a los cuales se enfrentaron las grandes fábricas cuando la actividad económica se reestableció a partir del tercer trimestre de 2020.
El cierre de plantas y las dificultades en la logística, debido a la pandemia, ocasionaron que algunos países tuvieran que reevaluar la efectividad de mantener la inversión lejos de los centros de producción y consumo. Para EUA, esta situación impactó en el retorno de la inversión de empresas manufactureras. Algunos autores sostienen que la pandemia fue uno de los elementos que intensificó la reestructuración de las cadenas globales de producción pues, aunque la globalización empezó un proceso de desaceleración a partir de la crisis mundial de 2009, la pandemia obligó a reevaluar de manera abrupta las decisiones de localización favoreciendo el reshoring y nearshoring (Pietrobelli y Seri, 2023).
De acuerdo con Ehrig et al. (2022), en años recientes EUA ha regresado inversión extranjera ubicada en países donde antes aprovecharon los bajos costos laborales, el acceso a los mercados y las tecnologías, etc., pero que dejaron de ofrecer tales ventajas. Ellos calcularon un índice reshoring, que mide la participación de la IED de EUA en 14 países de Asia para determinar si existe un retorno de la inversión a su matriz. Según el indicador, el índice se redujo de 2016 a 2018, es decir la inversión ubicada en Asia retornó a EUA, y siguió reduciéndose para el siguiente año con la guerra comercial con China. Sin embargo, durante la pandemia y pospandemia (2020 y 2021) el índice de reshoring fue negativo lo que se interpreta como una reducción en el retorno de la inversión al país. A pesar de ello, Ehrig et al. (2022) sostienen que existe una alta posibilidad de que siga retornando la inversión a EUA, ya que la reconfiguración de las cadenas globales le está dando mayor valor a la sustentabilidad y resiliencia de las cadenas globales que a los costos bajos de producción. Esto significa que, en condiciones extraordinarias como lo fue la pandemia, los países que dependían de las cadenas globales de valor, han tenido que reevaluar la importancia de los factores tradicionales que explican la existencia de esas cadenas de producción, distribución y venta.
Las estrictas medidas tomadas para reducir los contagios de COVID-19 en China ocasionaron que se generaran, además de cierres de plantas de producción, retrasos en el despacho de bienes manufacturados, sobre todo durante el segundo y tercer trimestre de 2020. Aunado a ello, los precios del transporte de contenedores se incrementaron por la disrupción en los sistemas de logística en los puertos de embarque. Por ejemplo, el índice de fletes de contenedores de Shanghái, que mide los costos del flete marítimo desde China a las 13 rutas más importantes alrededor del mundo, aumentó durante la pandemia, al pasar de 852 puntos en mayo de 2020 a 3 095 puntos en mayo de 2021, y siguió aumentando en los meses de pos pandemia hasta alcanzar un tope de 5 094.3 puntos en enero de 2022 (Container News, 2023). Para los meses siguientes, conforme la economía mundial se ajustó a los tiempos de espera y al suministro de mercancías, el índice comenzó a descender.
Esta situación de incertidumbre que se vivió durante los meses de pandemia y pos pandemia en los puertos de despacho puso en evidencia las desventajas de depender de proveedores lejanos como China. Fue evidente que los proveedores restringieron el flujo de mercancías de manera abrupta y la distancia geográfica se convirtió en un factor limitante para cumplir con las operaciones de producción y venta.
III. La composición de la IED en México
La IED en México proviene principalmente de EUA, esto se debe a que desde la apertura comercial que inició el presidente Miguel de la Madrid (1982-1988), México ofreció las condiciones ideales de cercanía geográfica y bajos costos laborales para que las plantas estadounidenses se establecieran aquí. En 2022, datos oficiales indican que la inversión extranjera en México cuya procedencia es de EUA alcanzó un monto igual a 20 mil millones de dólares, el cual fue 43% mayor al de 2021 y 100% mayor al de 2020 (SE, 2023). Estas cifras son sobresalientes considerando que en estos años prevalecieron condiciones difíciles por la actividad económica a nivel mundial debido a la pandemia.
Los flujos de inversión extranjera reciente podrían ser resultado de factores externos a México que resultan evidentes para el conjunto del sector empresarial. En 2022, el Banco de México realizó una encuesta a empresarios mexicanos sobre cómo percibían la reconfiguración reciente de las cadenas globales de valor y las ventajas que México podría ofrecer ante el fenómeno de nearshoring. Las respuestas que ofrecieron sobre el aumento reciente de inversión extranjera en México mostró que 49.3% de ellos lo atribuyeron al aumento de las tensiones comerciales de EUA con China, 49% a las reglas de origen del nuevo tratado comercial y 33.3% a la pandemia (Banco de México, 2022). Estas respuestas, aunque no son representativas, dan indicios que México se encuentra en un momento favorable al ofrecer al sector empresarial condiciones de competencia ventajosas frente a otros competidores.
La ventaja que mantenía China en el mercado estadounidense (antes de 2018) se debilitó con la imposición de tarifas al hacer inmediatamente más competitivos a los productos mexicanos. Sin embargo, las cifras sugieren que China está incrementando su inversión en México rápidamente para aprovechar la cercanía geográfica con EUA. Aunque la IED china mantiene una importancia relativa mucho menor con respecto a la de EUA, en 2022 entraron 611 millones de dólares, su crecimiento es más acelerado. Por ejemplo, entre 2017 y 2022, la IED china tuvo una tasa de crecimiento igual a 52% promedio anual mientras que la de EUA fue de solo 9.6%. La entrada de flujos de inversión china se acrecentó sobre todo en los últimos años (2018-2022), lo que podría ser resultado de estrategias vinculadas a la localización geográfica que ofrece México para poder acceder al mercado estadounidense pero también a las ventajas que ofrece el tratado comercial de Norteamérica.
En la Figura 1 se muestra la trayectoria de los flujos de IED en México de China y EUA, donde la parte sombreada resalta las mayores fluctuaciones que ocurrieron entre 2021 y 2022. Aunque la inversión de EUA es superior a la de China en términos absolutos, ambas alcanzaron niveles récord en estos años. Las caídas de inversión registradas en 2023 se deben a que solo se reportan los primeros dos trimestres del año.
El aumento de la inversión china en México podría estar vinculada al incremento de los aranceles impuestos por EUA desde 2018 y que impactó significativamente en la participación de los productos chinos en el mercado estadounidense. Estas sanciones se mantienen hasta la fecha. Algunos productos fueron eliminados de las listas de aranceles impuestos desde 2018, esto debido a las controversias interpuestas por las compañías estadounidenses que dependían de insumos chinos y para los cuales no había proveedores alternos. Sin embargo, las exenciones a los impuestos compensatorios son limitadas por lo cual que es posible que, en los próximos años, la participación de los productos chinos en el mercado siga reduciéndose.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, la IED china en México ha aumentado en general, pero se concentra en la Ciudad de México y en algunos estados de la frontera norte. De 2006 a 2020 no presentó fluctuaciones significativas, a pesar de la existencia ya de las sanciones comerciales de EUA y de los efectos por la pandemia de COVID-19 que redujo el comercio internacional entre los países. Es hasta 2021 cuando la IED de China incrementa considerablemente sus montos en cuatro estados mexicanos: Chihuahua (173.6 millones de dólares), Ciudad de México (120.2 millones) y en menor medida Jalisco y Nuevo León (SE, 2023a). Del norte mexicano, Chihuahua es el estado que más se ha beneficiado de la inversión china en los últimos años, ya que recibió recursos para la fabricación de computadoras con 204 millones de dólares en 2021 y 71 millones en 2022 (SE, 2023a).
A lo largo del periodo 2006-2013, es notable que la principal actividad económica donde invierte China es en la industria manufacturera con un monto total de $1 393 millones de dólares (y que representan 56.2% del total de la IED) sin embargo, en los últimos años también han destinado inversiones a las actividades del sector terciario. De las manufacturas, el subsector que recibió mayor inversión en 2021 fue la fabricación de equipo de computación, con 218 millones de dólares. Además de las manufacturas, la IED se dirige a la generación y distribución de energía eléctrica. En cuanto a las actividades terciarias, China invierte en los servicios profesionales, científicos y técnicos con un total de 206.9 millones de dólares, los cuales empezaron a tener relevancia a partir de 2019 (SE, 2023b).
Se puede afirmar que el interés de la inversión china en México se concentra en industrias y estados donde se sabe que los bienes exportados tienen como destino a los EUA (equipos de computación), son productos manufacturados que integran la lista de bienes con sanciones arancelarias desde 2018, y forman parte de las cadenas de oferta que han mostrado distorsiones (Torres y Jayashankar, 2023). Esta estrategia de inversión también podría estar relacionada con el hecho de que los países en desarrollo que más se han beneficiado del nearshoring (como México) son aquellos que están vinculados con las cadenas globales con China (Freund et al., 2023).
Por otro lado, la IED procedente de EUA ha mantenido un flujo de inversión sin fluctuaciones importantes a lo largo del periodo 2006-2021, pues en las estadísticas no se perciben cambios abruptos en los últimos años, a excepción de 2022 que es cuando se ha intensificado el nearshoring. En la Tabla 1 se presentan datos de la Secretaría de Economía sobre la distribución de la IED estadounidense por sector a dos dígitos y que permite apreciar el tipo de actividades económicas que reciben mayor inversión extranjera. Se observa que, durante todo el periodo, el principal destino de la inversión estadounidense en México han sido las manufacturas (sectores 31-33 del SCIAN) con más de 50% del monto total, seguido por los servicios financieros y de seguros (sector 52) con 11.3% (SE, 2023b).
Sector/b | 2006 | 2010 | 2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | 2023* |
Total periodo |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Total | 14,013 | 10,291 | 15,550 | 11,496 | 12,851 | 10,170 | 14,319 | 20,417 | 12,370 | 233,950 |
11 Agricultura, pesca y caza | -4 | 82 | 146 | -20 | 74 | 42 | 190 | 35 | -28 | 988 |
21 Minería | 53 | -225 | 547 | 230 | 909 | -271 | 1,852 | 390 | 487 | 5,996 |
22 Generación y distribución de electricidad, agua y gas natural | 26 | 5 | 62 | 396 | 188 | 185 | 118 | 121 | 76 | 3,163 |
23 Construcción | 190 | 134 | 362 | 307 | 51 | 159 | -3 | 276 | -34 | 4,251 |
31-33 Industrias manufactureras | 7,515 | 5,217 | 9,235 | 6,492 | 5,974 | 4,508 | 6,262 | 7,116 | 6,435 | 118,075 |
43 Comercio al por mayor | 208 | 259 | 756 | 1,058 | 1,239 | 363 | 610 | 547 | 256 | 9,296 |
46 Comercio al por menor | 332 | 2,322 | 1,086 | 943 | 766 | 627 | 690 | 593 | 281 | 16,801 |
48-49 Transporte y almacenamiento | 59 | 313 | 1,202 | 619 | 345 | 485 | 1,899 | 3,105 | 224 | 12,501 |
51 Información en medios masivos | 707 | 423 | 254 | 573 | 1,165 | 710 | -18 | 5,347 | 210 | 12,246 |
52 Servicios financieros y de seguros | 2,278 | 508 | 683 | 108 | 1,146 | 2,321 | 1,039 | 1,622 | 3,504 | 26,479 |
53 Servicios inmobiliarios | 1,029 | 324 | 368 | 52 | 156 | 177 | 140 | 94 | 26 | 6,500 |
54 Servicios profesionales | 135 | 52 | 131 | 71 | 155 | 189 | 144 | -24 | 170 | 2,142 |
55 Corporativos | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | C | 0 | 0 |
56 Servicios de apoyo a negocios | 237 | 156 | 102 | 74 | 75 | 50 | 151 | 46 | 64 | 1,916 |
61 Servicios educativos 62 Servicios de salud | 1 2 | 5 0 | C 2 | C 0 | C 11 | C -1 | C 0 | C 5 | C 0 | 243 100 |
71 Servicios de esparcimiento | 0 | 42 | 2 | 8 | -35 | 0 | -31 | 14 | C | 281 |
72 Servicios de alojamiento, alimentos y bebidas | 1,239 | 655 | 600 | 562 | 633 | 587 | 1,252 | 1,149 | 686 | 12,547 |
81 Otros servicios exc. gubernamentales | 7 | 18 | 13 | 22 | 0 | 38 | 25 | -18 | 2 | 424 |
/a se refiere a los primeros dos trimestres del año. /b se basa en el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN). C se refiere a dato confidencial para proteger la identidad de la empresa. |
Fuente: Secretaría de Economía (SE, 2023b).
Dentro de la industria manufacturera, en el periodo de 2006 a 2023, el subsector que ha recibido la mayor cantidad de IED fue la fabricación de equipo de transporte con 26% del total de la industria, seguido por la industria química con 16% y la fabricación de maquinaria y equipo con 9%. Por lo tanto, es muy probable que una proporción importante de la inversión de nearshoring se destine a las manufacturas, sobre todo aquellas que forman parte de las cadenas globales de valor. La fabricación de manufacturas para la industria automotriz, la electrónica y la mecánica conforman también los principales productos exportados por México, por lo cual estas actividades se encuentran vinculadas estrechamente con los mercados internacionales.
Los cambios recientes ocurridos en China afectan indirectamente la competitividad de México como atrayente de IED. Desde su ingreso a la OMC, China logró penetrar los mercados internacionales con exportaciones baratas gracias al mantenimiento de su moneda, el renminbi, subvaluada (Mercurio y Leung, 2009). Esto generó que los productos chinos se abarataran con respecto a los productos de otros países y, por lo tanto, aumentara la demanda internacional.
China también logró penetrar los mercados internacionales por las diferencias salariales con sus principales competidores que le permitían ofrecer productos con mayor ventaja comparativa. Algunos de los productos que se fabricaban en China tenían como su principal insumo el trabajo manual, por lo cual, contar con salarios bajos, era un incentivo para las empresas extranjeras que buscaban reducir los costos laborales.
Desde 2002, cuando China empieza a intercambiar comercio con el resto del mundo, los salarios pagados a la mano de obra china manufacturera (menos de un dólar promedio diario) estaban muy por debajo de los salarios pagados en México (4 dólares promedio diario) (Garrido, 2022). Sin embargo, la apertura comercial también implicó alcanzar altas tasas de crecimiento económico en China, lo que mejoró el ingreso per cápita de su población. Por ello, a partir de 2009 los salarios promedio en China comenzaron a incrementarse de tal forma que, en 2012 por primera vez, superan a los salarios pagados en México (Torres, 2023). Dado que los flujos de inversión extranjera y el comercio internacional dependen de los costos bajos de producción, el mejoramiento de los salarios chinos irónicamente redujo su competitividad con respecto a otros países, así como la demanda de sus exportaciones. Huang et al. (2021) encontraron que el aumento de los salarios disminuyó las exportaciones chinas principalmente de los bienes que utilizaban intensivamente el trabajo no calificado, además impactó a las exportaciones realizadas por las empresas extranjeras que habían aprovechado el insumo laboral en su estrategia de localización.
Considerando que las diferencias salariales en las manufacturas entre México y China podría ser un factor que estuviera contribuyendo a incrementar los flujos de inversión extranjera a México, se calcularon los salarios promedio pagados por hora en las manufacturas de México y China utilizando datos del INEGI (2023) y del National Bureau of Statistics de China publicados a través de Trading Economics (2023). La Figura 2 muestra la trayectoria de ambas variables cotizadas en dólares americanos, pagados en promedio por hora en la industria manufacturera a lo largo del periodo 2006 a 2022.
En la Figura 2 se observa que, en 2006 China pagaba menos de un dólar por hora a un trabajador, lo cual sin duda contribuyó para alcanzar la posición de principal exportador mundial de mercancías, así como atrayente de IED. Sin embargo, de manera sostenida los salarios chinos manufactureros han aumentado a lo largo de estos años, alcanzando los 7 dólares por hora en el primer trimestre de 2022. Parte de este aumento en el costo de la mano de obra se debe a las intervenciones del Banco Central de China en la determinación del tipo de cambio yuan-dólar, ya que cuando finaliza el régimen de tipo de cambio fijo en julio de 2005, debido a las presiones internacionales por prácticas desleales de comercio, el yuan se revalúa frente al dólar (1.5% y luego 8.6% en 2008), ocasionando que el valor de las exportaciones y por lo tanto los salarios aumentaran (Vásquez y Calderón, 2017). El aumento de los salarios chinos también se explica por el crecimiento económico que China ha tenido en las últimas décadas, por ejemplo entre 1980 a 2010 la tasa promedio de crecimiento fue de 10% y de 8% entre 2011 a 2014 (Liu, 2015), ocasionando que mejoraran los ingresos de la población y por lo tanto aumentara la demanda de mano de obra, sobre todo de los trabajadores calificados de la industria y construcción, que es donde se tuvieron los aumentos más altos de salarios (Rozelle et al., 2020).
En el caso de México, de 2006 a 2022, los salarios manufactureros han permanecido estancados, fluctuando de 2 a 3.5 dólares por hora. Al final, el resultado es que, el crecimiento económico de China logró incrementar los salarios de sus trabajadores, mientras que en México permanecieron sin fluctuaciones significativas. En 2012, por primera vez los salarios manufactureros promedio en México fueron menores a los de China. Los cambios en la economía china impactaron de manera indirecta a México al ocasionar que, a partir de 2012, la mano de obra mexicana ofrezca mayor ventaja comparativa en términos de costos de producción para las empresas que ocupan intensamente el insumo trabajo. Hasta 2021 la brecha salarial entre estos dos países se mantenía creciente, sin embargo, a partir de 2022 se vislumbra un aumento de los salarios en México debido a las reformas laborales implementadas por el gobierno que aumentaron los salarios mínimos (CONASAMI, 2023).
Desde que China superó a México en 2012, el diferencial de salarios se ha incrementado a favor de México. La IED manufacturera establecida en los países en desarrollo se concentra en actividades de ensamblaje donde la mano de obra sigue siendo un insumo determinante para mantener la competitividad. El diferencial de salarios es un elemento importante a considerar para comprender por qué se estaría favoreciendo la localización de las plantas estadounidenses en México.
Metodología
Para lograr el objetivo que consiste en determinar si el fenómeno de nearshoring se explica por la participación de China en las importaciones estadounidenses, las diferencias salariales en las manufacturas o el efecto COVID-19, se especificó un modelo de vectores autorregresivo (VAR) para calcular la causalidad Granger (Granger, 1969). El modelo VAR expresado en su forma reducida es igual a:
donde:
Por lo tanto, en el modelo, las tres variables endógenas son la inversión nearshoring (INVUSMEX) medida a través de la IED en México procedente de EUA, la competitividad de China en el mercado estadounidense (IMCHUS), medida por la participación de productos chinos en el total de importaciones de EUA y que permitirá medir el impacto de las sanciones comerciales. Otra variable endógena es el diferencial de salarios entre México y China (DWAGES), medido como la diferencia de salarios promedio por hora pagado en dólares americanos en el sector manufacturero entre ambos países. Adicionalmente, en el modelo se incluyeron dos variables dummies que miden el impacto de dos eventos externos: una es TARIFF que mide el impacto de la aplicación de tarifas arancelarias a China que empezaron a aplicarse en el tercer trimestre de 2018 y permanecen hasta la fecha (por lo tanto, la variable toma el valor 1 cuando t = 2018T3…2022T4 o t = 0 para lo demás). Se incluye la variable dummy COVID que mide el impacto de la pandemia y postpandemia en la inversión nearshoring en México, ya que durante la crisis económica mundial se registraron altas fluctuaciones de inversión (la variable toma el valor 1 cuando t = 2020T1 …2022TA o t = 0 para lo demás).
Se aplicaron las pruebas de raíz unitaria Augmented Dickey-Fuller (ADF) y Phillips-Perron a las variables del vector
Se procedió a estimar el modelo VAR en niveles, seleccionando el número de rezagos de acuerdo a las pruebas de diagnóstico aplicadas a los residuos
donde
Con respecto a la definición de causalidad, de acuerdo con Granger,
La base de datos para estimar el modelo VEC proviene del Banco de Información Económica del INEGI (2023), de Trading Economics (2023) y de la Secretaría de Economía (2023a). Las variables fueron convertidas a logaritmos naturales para reducir la varianza, lo que es una práctica estándar en los modelos de series de tiempo. La estimación del modelo se realizó a través del programa econométrico de Eviews 10.
VI. Resultados
El modelo VEC estimado (2), que incluye a las tres variables endógenas (INVUSMEX, IMCHUS, DWAGES) más las dos dummies (TARIFF, COVID) y contiene seis rezagos. La selección de los rezagos obedece a los resultados de las pruebas de diagnóstico aplicadas a los residuales (ver Anexo A3). Debido al objetivo de este artículo, que es explicar a la inversión nearshoring, solo se reportan los coeficientes que explican a la ecuación de la variable endógena INVUSMEX, así como también, los coeficientes de la ecuación de cointegración que representan los impactos de largo plazo (ver Anexo A4).
Para determinar qué variables explican los cambios en la inversión de nearshoring es necesario determinar la significancia estadística de los coeficientes en bloque, ya que al ser un sistema en donde cada variable explicativa está rezagada seis veces, por si solo cada coeficiente no ofrece información precisa. En la Tabla 2 se presentan los resultados de la causalidad de Granger a través de las pruebas Chi-cuadrada aplicadas al bloque de coeficientes de cada variable explicativa, así como la significancia estadística de los coeficientes de las dummies.
Variables endógenas | Chi-sq | df | Prob. |
---|---|---|---|
IMCHUS | 17.86** | 6 | 0.006 |
DWAGES | 12.67* | 6 | 0.011 |
Variables exógenas | Coeficiente | Error estándar | Prob. |
TARIFF | -0.568 | 0.317 | 0.070 |
COVID | 0.436 | 0.353 | 0.250 |
Nivel de significancia ** (1%) y * (5%). Las variables son I (1) por lo que están en primeras diferencias y expresadas en logaritmos. |
Fuente: elaboración propia.
Los resultados indican que los cambios ocurridos en la participación de las importaciones chinas en el mercado estadounidense (IMCHUS) causan en el sentido Granger al nearshoring en México, ya que se rechaza la hipótesis nula de no causalidad. En 2004, China logró desplazar a México del segundo lugar como proveedor de las importaciones de EUA y después en 2009 desplazó a Canadá del primer lugar. Este auge exportador lo mantuvo positivo hasta abarcar 20% del total de las importaciones estadounidenses en los años de 2015 a 2018 (US Census Bureau, 2023). Sin embargo, desde entonces, China ha empezado a registrar una tendencia decreciente en la participación del mercado, con una caída profunda en 2019 durante la administración de Donald Trump (-16%).
Los resultados permiten comprobar que la pérdida de participación china se refleja en un impacto positivo para la inversión nearshoring en México, ya que este país representa una alternativa para los inversionistas y políticos que consideran que las sanciones arancelarias (mantenidas por el actual Presidente Joe Biden) han encarecido las importaciones chinas. A nivel de política pública, existen esfuerzos de EUA para reducir la dependencia comercial con China, sobre todo en lo que se refiere a las cadenas de proveedores manufactureros que son críticas para el funcionamiento de la planta productiva del país (House of Representatives, 2023).
Las estimaciones muestran también que el diferencial de salarios en la industria manufacturera entre México y China (DWAGES) causa en el sentido Granger el aumento del nearshoring (se rechaza la hipótesis nula de no causalidad). En otras palabras, el aumento del diferencial de salarios en la industria manufacturera entre México y China contribuye a explicar el aumento de la inversión nearshoring, ya que el encarecimiento de la mano de obra china podría estar contribuyendo a que las corporaciones estadounidenses busquen países donde los costos laborales permitan mantener su rentabilidad y por lo tanto su competitividad.
Con respecto a las variables exógenas, las dummies capturan el efecto de corto plazo de eventos externos a la economía mexicana. En el caso de la guerra comercial entre EUA y China, el coeficiente de la variable TARIFF indica que no tuvo ningún impacto en la inversión en México, ya que no se pudo rechazar la hipótesis nula. Por el otro lado, la crisis mundial desencadenada por la pandemia y que es medida a través del coeficiente COVID, no resultó estadísticamente significativa. Estos resultados podrían estar relacionados con el hecho de que los eventos ocurrieron recientemente y, en el caso de la pandemia, fue un evento coyuntural de corta duración. La guerra comercial entre China y EUA sí tiene impacto sobre México, pero este no se refleja en los flujos de inversión sino en las exportaciones de aquellos productos que son sustituibles. En 2022, México se convirtió en el principal socio comercial de EUA con 16.5% del comercio de manufacturas, mientras que con China fue 12.5% y mantiene una tendencia a la baja (Torres, 2023).
En cuanto a los coeficientes de la ecuación de cointegración, no se encontró significancia estadística. Esto significa que no existen efectos de largo plazo de IMCHUS y DWAGES en la inversión nearshoring, pues no mantendrán el mismo impacto de manera permanente.
Conclusiones
México recibió importantes flujos de IED durante el periodo de pandemia y postpandemia, a pesar de las condiciones adversas a las que se han enfrentado los países por la recesión económica mundial, pero que sin embargo aceleraron los cambios de reorganización de las cadenas globales de proveedores.
Los resultados de las estimaciones confirman que la inversión nearshoring en México se explica por dos elementos importantes, uno que es la pérdida de participación de China en el mercado de importaciones de EUA, ocasionado por disputas comerciales que han encarecido los productos chinos, así como las dificultades para satisfacer la demanda de productos en tiempo y el aumento de los costos de transportación marítima, entre los más importantes. Esta pérdida de competitividad de China contribuye a explicar los cambios positivos en los flujos de inversión estadounidense a México.
También se confirma que el diferencial de salarios manufactureros con China es un determinante importante para la inversión extranjera que entra a México, ya que desde 2012 los costos de la mano de obra manufacturera en China superan a la de México, por lo cual este insumo resulta ser un incentivo para localización de la inversión nearshoring. Sin embargo, estos efectos son de corto plazo y podrían cambiar en el futuro. La apreciación del yuan frente al dólar estadounidense en 2005 y que fue resultado de la presión internacional, ocasionó no solo el encarecimiento de sus exportaciones, sino también de los salarios de la mano de obra. La búsqueda de estrategias para mantener su posición como principal exportador de manufacturas, y en represalia a la aplicación de aranceles, hizo que el gobierno chino devaluara el tipo de cambio yuan-dólar en 2019, lo que de inmediato abarató no solo sus exportaciones sino también los salarios.
Es necesarios seguir indagando sobre los determinantes del nearshoring en México, ya que existen otros elementos como el incremento en el costo de los fletes de contenedores que ha sido determinante para considerar la localización geográfica como un factor importante. La distancia entre los puntos de producción y consumo se han vuelto clave en la determinación de la localización de IED. Este trabajo aporta algunos elementos que explican el nearshoring reciente en México y ofrece insumos para explicar el posible rumbo que tome este fenómeno en el país.