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Análisis económico

versión On-line ISSN 2448-6655versión impresa ISSN 0185-3937

Anál. econ. vol.39 no.101 Ciudad de México may./ago. 2024  Epub 10-Sep-2024

https://doi.org/10.24275/uam/azc/dcsh/ae/2024v39n101/llamosas 

Artículos

Efectos de choques no anticipados en el ingreso al consumo en México, 2000-2016

Effects of unanticipated income shocks on consumption in Mexico, 2000-2016

Irving Llamosas-Rosas* 
http://orcid.org/0000-0003-3570-8562

Erick Rangel González** 
http://orcid.org/0000-0001-5491-309X

* Dirección General de Investigación Económica, Banco de México. Correo electrónico: illamosasr@banxico.org.mx.

** Dirección General de Investigación Económica, Banco de México. Correo electrónico: erick.rangel@banxico.org.mx.


Resumen

Se analiza el efecto de cambios no esperados del ingreso, tanto permanentes como transitorios, al consumo de los hogares mexicanos durante el periodo 2000 - 2016 siguiendo la metodología desarrollada por Blundell et al. (2008). En específico, se estima qué hipótesis es más acorde con la evidencia empírica en México: ingreso permanente, mercados completos, o aseguramiento parcial. Los resultados sugieren la presencia de aseguramiento parcial en el consumo ante choques permanentes en el ingreso a nivel nacional, aunque los resultados también son consistentes con la hipótesis de ingreso permanente. A nivel regional, los coeficientes del efecto del choque permanente en el ingreso sobre el consumo son similares al estimado a nivel nacional en las regiones norte, centro norte y centro, y de mayor magnitud en el sur, si bien con significancia estadística solo en las regiones centro norte y sur. En referencia a los choques temporales, el coeficiente del efecto del choque al ingreso sobre el consumo no resulta estadísticamente significativo a nivel nacional ni regional, lo que sugiere un suavizamiento del consumo por parte de los hogares ante cambios temporales en su ingreso.

Palabras clave: Impactos al consumo; Panel sintético; Ingreso

Clasificación JEL: D12; D31; E21

Abstract

The effect of unexpected changes in income, both permanent and transitory, on the consumption of Mexican households during the period 2000 - 2016 is analyzed following the methodology developed by Blundell et al. (2008). Specifically, it is estimated which hypothesis is more consistent with the empirical evidence in Mexico: permanent income, complete markets, or partial insurance. The results suggest the presence of partial insurance on consumption in the face of permanent income shocks at the national level, although results are also consistent with the permanent income hypothesis. At the regional level, the coefficients that measure the effect of an income permanent shock on consumption are similar to those estimated at the national level for the north, north central and central regions, and of greater magnitude in the south, although with statistical significance only in the central north and south regions. Regarding temporary shocks, the coefficient of the effect of income shocks on consumption is not statistically significant at the national or regional level, which suggests a consumption smoothing by households in the face of temporary changes in their income.

Keywords: Impacts on consumption; Synthetic panel; Income

JEL Classification: D12; D31; E21

Introducción

¿Cómo absorben las familias mexicanas diferentes choques en el ingreso? ¿Cómo se reflejan en sus patrones de consumo estos choques de naturaleza distinta? En este documento de investigación se analizan los efectos de los cambios permanentes o transitorios en el ingreso sobre el consumo. En particular, se analizan los cambios en el consumo de los hogares mexicanos ante cambios no esperados en los ingresos (permanentes y transitorios) para el caso de México durante el periodo que comprende el año 2000 al 2016. Dicho análisis se realiza tanto a nivel nacional como para cada una de las cuatro regiones del país.

El conocer el tipo de reacción que tienen los hogares ante cambios no esperados en sus ingresos es de suma importancia, ya que permitiría tener una idea de los impactos ante choques inesperados causados por siniestros naturales, eventos globales (como la pandemia provocada por el COVID-19). De cumplirse la hipótesis de ingreso permanente implicaría que los hogares mexicanos son capaces de asegurar sus niveles de consumo ante dichos impactos. Y debido a la heterogeneidad del ingreso y consumo en México, realizar el estudio a nivel regional nos permitirá ver si estos impactos se distribuyen de manera homogénea en México.

De acuerdo con la literatura basada en la hipótesis del ingreso permanente, los efectos en el consumo de los hogares ante cambios en sus ingresos, se clasifican según la naturaleza de los choques de los ingresos entre anticipados y no anticipados (Figura 1). A su vez, los cambios no anticipados en el ingreso pueden categorizarse entre choques permanentes y temporales. Por su parte, los cambios anticipados, dado que son esperados por lo general suelen dividirse entre positivos o negativos dependiendo de si se espera un incremento o una reducción de los ingresos respectivamente.

Fuente: tomada de Jappelli y Pistaferri (2017).

Figura 1 Respuesta del Consumo ante Cambios en el Ingreso 

Cuando los cambios en el ingreso son anticipados y no existen restricciones de liquidez, el consumo no debería responder debido a mecanismos de previsión que los consumidores pueden disponer para suavizar su consumo y mantenerlo constante, como el ahorro precautorio, o el uso de líneas de crédito. Sin embargo, cuando existen restricciones en los mercados de crédito (como fallas en la bancarización y de profundización financiera en los hogares, específicamente en el caso mexicano), o cuando no se cuenta con mecanismos informales de suavizamiento al consumo como la ayuda de familiares o amigos, es posible observar cambios en el consumo ante cambios anticipados en el ingreso (Jappelli y Pistaferri, 2017).

Por su parte, los choques no anticipados en el ingreso podrían tener efectos en el consumo, los cuales dependerán de las características y duración de estos (Jappelli y Pistaferri, 2010). De acuerdo con la hipótesis del ingreso permanente, los cambios en el consumo serían uno a uno con el ingreso si el choque es permanente, es decir, las familias ajustarían inmediatamente su consumo ante un choque no anticipado y permanente en su ingreso. Sin embargo, los choques transitorios no modificarían el consumo. En contraste, la hipótesis de los mercados completos establece que los choques no anticipados en el ingreso podrían no tener efecto en el consumo de existir mercados crediticios y de seguros completos, debido a que las familias cubrirían cualquier eventualidad con sus ingresos futuros. Un paso intermedio entre estas dos hipótesis es el aseguramiento parcial (no necesariamente formal, sino puede ser por medio de otros mecanismos como apoyo de familiares, transferencias gubernamentales, etc.) en donde un choque no anticipado en el ingreso permanente es cubierto de manera parcial, mientras que los choques transitorios tendrían un efecto moderado.

Siguiendo a Blundell et al. (2008) y Jappelli y Pistaferri (2017), este artículo tiene como objetivo probar distintas hipótesis sobre los impactos del consumo ante cambios no esperados en el ingreso en México; en particular la hipótesis del ingreso permanente. Dicha hipótesis establece que choques en el ingreso que se presumen por parte de las familias como permanentes, impactarán por completo al consumo, mientras que los choques temporales tendrían un efecto nulo, debido a que las familias podrían potencialmente cubrir los faltantes por medio de créditos, o préstamos ya sea formales o de familiares o amistades. También se evalúa la hipótesis de mercados completos, en la cual ni los choques permanentes ni los temporales tienen efecto en el consumo; y la hipótesis de ahorro precautorio o aseguramiento parcial, la cual establece que los hogares suavizan parte de los choques en el ingreso permanente sobre el consumo de las familias para el caso de México durante el periodo que comprende el año 2000 al 2016. Dicho análisis se realiza tanto a nivel nacional como para cada una de las 4 regiones del país.1

Para lograr dicho objetivo se emplea una descomposición estadística utilizada en el estudio de Hall y Mishkin (1982) y en Blundell et al. (2008) que permite diferenciar los choques del ingreso entre permanentes y temporales. Para ello, se dispondrá de un panel sintético basado en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) organizado por edad del jefe de familia y su nivel educativo, esto con la finalidad de contar con cohortes lo más homogéneas posibles, tanto en el ingreso como en el consumo. Asimismo, dado que en México existe una heterogeneidad importante en los patrones de ingreso y de consumos entre las distintas regiones del país, dicho análisis se replica para las regiones norte, centro norte, centro y sur. Hay que tomar en consideración que el análisis propuesto en este documento de investigación se centra en el gasto promedio de los hogares asociados a las cohortes seleccionadas por el panel dinámico y no precisamente el consumo a nivel de los hogares, debido a la imposibilidad de acceder a un panel del consumo familiar.

Para el caso de los Estados Unidos durante la década de los ochentas Blundell et al. (2008) encuentran aseguramiento parcial en los choques permanentes al ingreso. En específico, por cada 100 dólares de caída en el ingreso permanente no esperado, el consumo de no durables tiene una caída de 64 dólares; dicho aseguramiento parcial es mayor en los hogares con educación superior y cercanos al retiro, y se encuentra aseguramiento completo de los choques transitorios, excepto en hogares pobres.

Existen pocas investigaciones que estudian la relación entre el consumo y los ingresos en México. El documento de investigación de Attanasio y Skékely (1998) analiza la relación del ahorro y el gasto de los hogares en México, principalmente bajo la perspectiva de la crisis financiera de 1994. Encuentra que el ahorro está altamente concentrado en hogares con altos niveles educativos, lo cual puede implicar que están en mejor situación para suavizar reducciones en el ingreso después del retiro o suavizar choques temporales en su ingreso. El estudio de Attanasio y Skékely (2004) analiza los efectos en el consumo en los años noventa ante cambios anticipados en el ingreso laboral. Su análisis se enfoca en el impacto de cambios en el ingreso laboral ante varios rubros de consumo a nivel nacional aprovechando el choque negativo en los ingresos de 1995, concluyendo que los hogares de México trasladan los impactos del ingreso al consumo, especialmente en los bienes durables dentro del periodo de análisis. Cabe destacar que dicha aproximación metodológica tiene limitantes, pues no permite diferenciar los cambios en el ingreso temporales de los permanentes.

El presente documento busca contribuir a la literatura para el caso mexicano analizando choques no anticipados en los ingresos tanto temporales como permanentes a nivel nacional y regional. Los resultados sugieren la presencia de aseguramiento parcial en el consumo ante choques permanentes en el ingreso a nivel nacional, aunque también son consistentes con la hipótesis de ingreso permanente. A nivel regional, los coeficientes del efecto del choque permanente en el ingreso sobre el consumo son similares al estimado a nivel nacional en las regiones norte, centro norte y centro, y de mayor magnitud en el sur, si bien con significancia estadística solo en las regiones centro norte y sur. En referencia a los choques temporales, el coeficiente del efecto del choque al ingreso sobre el consumo no resulta estadísticamente significativo a nivel nacional ni regional, lo que sugiere un suavizamiento del consumo por parte de los hogares ante cambios temporales en su ingreso. Si bien, Japelli y Pistaferri (2017) comentan el uso de pseudo datos panel en la literatura, es preciso señalar que los resultados de la presente investigación deben ser interpretados con precaución, debido a que en la construcción del panel sintético existe el potencial de ignorar el diseño muestral.2

Los resultados obtenidos en este documento de investigación ofrecen evidencia sobre los efectos que tendría en el consumo, específicamente de no durables, ante un choque no anticipado en el ingreso. Dichos resultados, en línea con la hipótesis de aseguramiento parcial, indican que gran parte de los efectos en el consumo dependen de la perspectiva que se tenga de la duración del choque en el empleo e ingresos de las familias. En otras palabras, a mayor expectativa de duración, los efectos en el consumo serán más notorios. Por el otro lado, si los impactos se perciben como temporales, los mecanismos de aseguramiento permitirán que los niveles de consumo no se vean alterados. Esto puede ayudar a entender efectos futuros, como los provocados por el “gran confinamiento del 2020” el cual es un ejemplo claro y específico de un choque no anticipado, si bien no es claro si su duración para algunos hogares será temporal y para otros más permanente.

El documento de investigación está organizado de la siguiente forma: La sección 1 contiene una revisión de literatura sobre las metodologías que analizan los impactos no anticipados del ingreso al consumo. Los datos utilizados para la estimación se describen en la sección 2. El modelo econométrico es explicado en la sección 3, mientras que los resultados se presentan en la sección 4. Finalmente, se presentan las conclusiones.

I. Revisión de literatura

Se pueden dividir en dos grupos los estudios que pretenden analizar los impactos del ingreso en el consumo de los hogares. El primero se basa en los choques anticipados del ingreso, los cuales de acuerdo a la hipótesis de ingreso permanente, no deberían tener impacto alguno en el consumo de los hogares. Para el caso mexicano destaca el estudio de Angelucci et al. (2019) para los 3,500 receptores del programa PROSPERA,3 en donde concluye que la hipótesis de ingreso permanente se mantiene para cambios anticipados en el ingreso (transferencias monetarias del programa), con cambios no significativos en alimentos irrestricto a la educación e ingreso de los entrevistados.

El segundo grupo de análisis se concentra en cambios no anticipados en el ingreso, para lo cual y de acuerdo con Japelli y Pistaferri (2017), existen tres metodologías para evaluar la forma en que el consumo responde ante dichos cambios y la respuesta en estos cambios depende de la persistencia del choque y el grado de las imperfecciones de los mercados crediticios y de seguros.

Un primer método identifica episodios en los cuales los cambios en el ingreso se registraron inesperadamente, por lo cual se hacen estudios cuasi-experimentales de cómo el consumo reacciona a dichos cambios. Los estudios que se encuentran en dicho método son Jappelli y Pistafferi (2017) y Bodkin (1959) cuyos resultados contradicen la hipótesis de ingreso permanente, ya que la propensión marginal a consumir varía de 0.7 a 0.9; Kreinin (1961), por su parte encuentra un valor más acorde a la hipótesis de ingreso permanente, con un coeficiente de 0.15; Wolpin (1982) realiza un análisis de panel utilizando choques en las condiciones atmosféricas para los hogares en zonas agrícolas, encontrando una elasticidad del ingreso permanente de 0.91 a1.02 con respecto al consumo, en línea con la hipótesis del ingreso permanente; Paxon (1993), partiendo del hecho de que el ingreso de los hogares de Tailandia depende altamente de la agricultura, analiza su efecto en el consumo, encontrando que la temporalidad de los flujos de ingresos tiene poco que ver con la temporalidad de los gastos; Gruber (1997) estudia el efecto de los programas gubernamentales de seguro de desempleo en la suavización del consumo en Estados Unidos ante despidos anticipados y no anticipados, encontrando evidencia de efectos de suavizamiento en el consumo en los no anticipados: Browning y Crossley (2001) encuentran efectos estadísticamente significativos en el suavizamiento del consumo, especialmente en familias con restricciones de liquidez; Agarwal y Quian (2014) analizan mediante datos panel el efecto del anuncio del gobierno de Singapur del “Growth Dividend Program” el cual otorgaba por una sola ocasión a 2.5 millones de ciudadanos un pago que variaba entre $78 a $702 dólares por persona. Sus estimaciones concluyen que de cada dólar recibido, se gastaron 80 centavos.

Aunado a estos artículos, revisados por Japelli y Pistaferri (2017), se encuentran los estudios de Resosudarmo et al. (2012) sobre la respuesta de los hogares pobres en Yogyakarta, Indonesia ante cambios en su ingreso, así como Angelucci et al. (2019) sobre los cambios no anticipados y negativos provenientes de choques en salud y empleo en los receptores del programa PROSPERA tienen impacto en el consumo de alimentos.

Una segunda aproximación estima el impacto de los choques combinando realizaciones y expectativas de ingreso o consumo en encuestas, en donde están disponibles datos de expectativas subjetivas. Por ejemplo, los consumidores pueden saber con antelación que estarán enfrentando un choque en sus ingresos, pero el evento no es conocido por el investigador; por lo que el choque se tomará como no anticipado, cuando realmente lo es. Para evitar ese problema, los estudios se basan en información cualitativa de los hogares y sus expectativas de ingresos. De nueva cuenta, en la revisión de literatura de Japelli y Pistaferri se encuentra el estudio de Hayashi (1985) que es uno de los primeros en realizar dicho análisis, sus resultados refuerzan la hipótesis de ingreso permanente, con alta sensibilidad del consumo a choques en el ingreso permanente.

Asimismo, Christelis et al. (2019) utilizando una encuesta de una muestra de hogares en Holanda, en la cual pregunta cuanto cambiarían su consumo ante cambios inesperados y transitorios en su ingreso, cuyos resultados van en línea con los modelos de ahorro precautorio, con distinciones entre choques positivos y negativos. Kovacs et al. (2021) utilizando la misma base de datos, analizan los efectos de la crisis financiera que provocó la “Gran Recesión” y la crisis de deuda soberana 2011-2012, concluyendo que estos últimos fueron más prolongados, lo cual explica el declive de sus ingresos.

La tercera aproximación estima la propensión marginal a consumir con respecto a choques en el ingreso empleando restricciones en las covarianzas que la teoría impone al comportamiento conjunto del crecimiento del consumo e ingreso. El primer artículo en analizar los impactos no anticipados del ingreso al consumo utilizando restricciones en las matrices de covarianza entre el ingreso y el consumo para identificar los parámetros de dichos impactos es el estudio de Hall y Mishkin (1982), el cual asume un impacto en el consumo ante choques permanentes de 1 (en línea con la hipótesis de ingreso permanente) y estima el indicador para los choques temporales, encontrando efectos en el consumo de 29% ante innovaciones en ingreso transitorio.

Por su parte, Blundell et al. (2008) analizan los efectos en el consumo en Estados Unidos utilizando el Panel Study of Income Dynamics, complementando la muestra de gastos con el Consumer Expenditure Survey, y encuentran aseguramiento parcial de los choques permanentes (con un coeficiente de 0.64 para el consumo de no durables) y aseguramiento completo en choques transitorios (con excepción de hogares pobres, con coeficiente de 0.37).

Esta aproximación ofrece ventajas frente a la metodología cuasi-experimental, ya que para usar esta última es necesario un evento generalizado de choque inesperado al ingreso,4 y la metodología basada en encuestas no es factible para el caso mexicano. Uno de los retos que tiene la aproximación de restricciones en las covarianzas es la utilización de paneles sintéticos, lo cual se abordará más adelante.

Para el caso de México, el estudio de Attanasio y Skékely (2004) es el que tiene mayor relación con el presente estudio. En él, se estudia el efecto de los choques en el ingreso laboral en México al consumo durante los años noventa. Si bien en este periodo se puede argumentar que los cambios no son esperados, la ecuación que se analiza (sensibilidad del consumo ante cambios en el ingreso laboral) se enfoca principalmente a cambios anticipados en el ingreso (a diferencia del enfoque de este documento de investigación). Sus resultados implican que las familias mexicanas tienden a reducir su consumo ante cambios temporales en los ingresos laborales.

II. Datos

En el presente documento de investigación se utilizan datos de ingresos y transferencias de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares para los años 2000, 2002, 2004, 2006, 2008, 2010, 2012, 2014 y 2016, y como indicador de consumo de las familias se emplea el gasto de alimentos y bienes no durables, siguiendo el trabajo de Blundell et al. (2008).5 A diferencia de la presente investigación, en el trabajo de Blundell fue posible construir un panel de datos de individuos basado en el PSID (Panel Study of Income Dynamics), complementando los datos de consumo de no durables (los cuales no se encuentran en el PSID) con la encuesta CEX (Consumer Expenditure Survey). En el caso de México, contamos con los datos de la ENIGH, que si bien incluyen todo tipo de gastos, no hacen posible observar al mismo individuo a lo largo del tiempo. Debido a lo anterior, abordaremos el problema utilizando paneles sintéticos (pseudo-panel). Dicha aproximación ha sido utilizada por otros autores para atender el mismo problema (Primiceri y van Rens, 2009), quienes en su estudio, construyen un panel sintético con celdas a nivel de edad de la persona de referencia (en este caso, el individuo que es propietario o renta la casa) en cohortes de 10 años para edades de 20 a 65 años, de 1980 al año 2000. Por su parte, Jappelli y Pistaferri (2010) describen el uso en la literatura de pseudo-panel6 (sintéticos) para medir los choques en el consumo utilizando dicha descomposición estadística.

En este documento se elaboró un panel sintético siguiendo la propuesta de Attanasio y Skékely (2004), y se utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH). Para ello se empleó la clasificación de edad y educación por tratarse de “grupos homogéneos” dentro del panel.7 Asimismo, se clasificó el gasto siguiendo a Blundell et al. (2008) en gastos de comida y no durables,8 Cabe mencionar que los gastos fueron normalizados por adulto equivalente (Primiceri y van Rens, 2009, Apéndice A), siguiendo la propuesta de Attanasio y Skékely (2004) (basado en el trabajo de Teruel et al., 2005). Primiceni y van Rens (2009), concluyen que el consumo de un niño de 0 a 5 años va desde 0.64 hasta 0.77 de un adulto; el de un niño de 6 a 12 años de 0.69 a 0.81; y el de un niño mayor entre 13 y 18 va desde 0.62 a 0.76.9

Con la finalidad de controlar por las características demográficas que definen al consumo, se tomó en consideración la educación del jefe de familia; número de miembros con escolaridad primaria, media y superior o mayor; la cantidad de menores a 10 años, así como el número de perceptores por familia y las horas trabajadas. Cabe destacar que si bien los promedios de cohortes propuestas en el panel sintético analizado en este documento de investigación tienen un comportamiento razonablemente similar a los promedios obtenidos con el factor de expansión de los datos de la ENIGH (ver Tabla A.6 en el Anexo) no es verificable con datos poblacionales para todos los años de la muestra.

Asimismo, se regionalizó la República Mexicana en cuatro grupos siguiendo la siguiente división: el norte incluye Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas; el centro norte considera Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas; el centro lo integran la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala; y el sur, Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

Estadística Descriptiva

El panel sintético se constituye de 60 individuos característicos en celdas a nivel de grupo de edad y educación. Para los diferentes grupos de edad, se construyeron diez celdas según la fecha de nacimiento de los jefes de familia entre 1941 a 1945 hasta los nacidos entre 1986 a 1990, los cuales tenían entre 25 a 30 años al momento del levantamiento de la ENIGH 2016. En el caso de los distintos grupos educativos, se seleccionó a las familias cuyo jefe de familia tuviese uno de los siete segmentos educativos10 en los cuales se dividió la muestra (sin instrucción, de 1 a 4 años de escolaridad, de 5 a 6 años, secundaria terminada, 1er o 2do año de preparatoria, preparatoria terminada, superior o más). Por ejemplo, en la ENIGH 2016, el cohorte con jefe de familia con grado de 5to y 6to de primaria nacidos entre 1971 y 1975, dispone de 1612 hogares (ver Tabla 1).

Tabla 1 Tamaño de celda por cohorte y año de levantamiento de la ENIGH, 2000-2016 

Año de
levantamiento
ENIGH
Sin instrucción
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
2000 62 81 127 127 155 153 171
2002 40 117 181 228 209 261 331 325
2004 54 73 111 135 192 213 264 306
2006 12 66 74 133 129 210 214 321 277
2008 20 91 113 141 211 215 274 309 212
2010 45 99 103 130 166 203 260 269 73
2012 4 16 23 24 36 65 81 74 83
2014 18 36 49 59 74 87 129 141 92
2016 66 111 222 204 297 413 525 611

Año de
levantamiento
ENIGH
de 1 a 4 años (Primaria)
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
2000 73 133 200 248 274 299 260
2002 47 132 242 343 399 436 514 378
2004 132 211 313 352 408 464 476 450
2006 24 185 253 316 358 430 452 461 381
2008 75 260 320 441 453 593 630 709 393
2010 144 272 316 338 420 511 514 508 111
2012 10 62 89 97 139 147 173 156 138
2014 43 105 181 195 244 285 297 318 153
2016 219 372 626 752 890 1066 1321 1387

Año de
levantamiento
ENIGH
5to y 6to año de primaria
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-1990 1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-1960 1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
2000 176 273 314 307 264 227 165
2002 123 349 467 453 540 463 360 291
2004 253 454 539 560 610 505 453 351
2006 45 429 524 555 536 546 448 363 279
2008 181 515 705 734 713 762 651 537 254
2010 351 506 619 620 625 624 491 386 90
2012 33 130 162 231 190 177 194 149 104
2014 131 245 365 442 413 375 380 324 125
2016 666 1014 1545 1612 1617 1537 1592 1270

Año de
levantamiento
ENIGH
Secundaria
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
2000 60 69 60 42 35 11 16
2002 29 84 125 102 67 63 41 21
2004 78 158 164 116 78 77 60 32
2006 9 101 134 137 95 86 60 39 24
2008 65 126 189 195 143 105 81 68 24
2010 97 115 162 150 112 98 73 57 9
2012 15 36 39 54 37 24 28 16 8
2014 51 60 76 111 92 67 43 33 19
2016 269 276 306 383 337 253 201 125    

Año de
levantamiento
ENIGH
1ro y 2do de preparatoria
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
2000 272 307 255 173 134 86 58
2002 135 488 598 448 295 238 153 81
2004 358 695 688 494 350 278 171 113
2006 57 493 594 585 406 290 206 141 72
2008 332 745 958 828 624 461 309 198 83
2010 515 681 877 706 527 362 266 151 25
2012 66 214 243 274 241 165 105 82 47
2014 309 491 646 702 539 361 267 174 53
2016 1809 2239 2747 2676 2099 1379 1003 600    

Año de
levantamiento
ENIGH
Preparatoria
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
2000 101 151 187 135 117 75 55
2002 2 8 19 18 20 22 17 9
2004 234 427 479 502 331 185 131 74
2006 63 305 388 428 398 282 140 112 75
2008 255 478 529 637 539 442 204 138 56
2010 379 421 474 482 420 329 173 100 9
2012 40 124 141 159 139 117 84 42 19
2014 238 379 419 418 392 287 180 86 25
2016 1250 1380 1414 1357 1300 926 609 334    

Año de
levantamiento
ENIGH
Superior
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
2000 146 192 211 170 105 60 44
2002 113 452 558 630 482 323 224 122
2004 270 540 628 724 588 445 341 233
2006 44 295 421 547 578 505 369 238 145
2008 179 469 641 729 804 693 511 355 146
2010 282 433 618 641 694 569 435 285 47
2012 28 123 122 155 151 159 144 108 65
2014 151 293 384 448 415 401 280 207 72
2016 1018 1347 1469 1469 1351 1245 1060 712

Nota: Las celdas sombreadas representan aquellas con más de 30 observaciones.

Fuente: elaboración Propia con datos de INEGI-ENIGH 2000-2016.

Cabe señalar que se cuenta con un panel no balanceado, y que se utilizan para el análisis solamente las celdas con más de 30 observaciones para evitar cualquier sesgo en los promedios de los ingresos y el consumo de las celdas al utilizar celdas con pocas observaciones.11

Dentro de las limitantes de utilizar el panel sintético, se debe señalar que estamos capturando los efectos entre las cohortes, y cualquier cambio en la varianza intra-cohorte no puede ser capturado por el modelo. Asimismo, y para ver si las cohortes del panel sintético corresponden en promedio a los datos del levantamiento, en el Cuadro A6 se muestra la estadística descriptiva de las cohortes para el panel sintético y para los datos de la ENIGH con factores de expansión, utilizando las mismas definiciones de cohorte del panel sintético.

En la Figura 2, se puede observar una primera aproximación de los cambios totales en el ingreso y el consumo para los distintos levantamientos de la ENIGH basándonos en el panel sintético. Dado que las varianzas del consumo y del ingreso presentan distintos niveles, se utilizan dos escalas distintas en cada gráfica, en el eje izquierdo se miden los cambios en la varianza del ingreso en tanto que el eje derecho se presentan las del consumo.

Fuente: elaboración propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Figura 2 Comportamiento de la varianza del ingreso y el consumo, para el panel sintético, nacional y regional, 2000-2016 

Los resultados indican que, en México para el periodo 2000-2016, dichas medidas de desigualdad siguen patrones muy similares a nivel nacional, lo que contrasta con el caso de Estados Unidos (Blundell et al., 2008) entre 1980-1992, donde se aprecia que la varianza del ingreso aumenta en mayor medida que la varianza del consumo a partir de la mitad de la década de los ochenta. Es preciso señalar que la varianza del consumo aumenta en los levantamientos posteriores a recesiones, como la de 2001 (capturada en el levantamiento de 2002),12 se reduce substancialmente hacia el 2008, y vuelve a subir tras la crisis financiera (capturada en el levantamiento de 2010 y 2012, al parecer menos intensa, pero de mayor duración). Cabe destacar que, al dividir la muestra a nivel regional, se exhibe cierto grado de heterogeneidad; siendo la región norte del país, la que muestra un comportamiento más distinto.

Con relación a las características sociodemográficas que influyen en el ingreso y gasto de los hogares, se analizan en este documento de investigación el promedio del número de integrantes del hogar con menos de 10 años, para el periodo 2000-2016 en cada uno de los cohortes (Tabla 2), el promedio por cohorte del número de perceptores por hogar (Tabla 3), el número de horas trabajadas promedio por cohorte (Tabla 4), la educación del cónyuge (Tabla 5), la proporción de hogares urbanos, y de hogares cuyo jefe de familia tiene acceso a la seguridad social (Tablas 6 y 7). La educación del conyugue está medida por años de escolaridad; la definición de hogar urbano está determinado por el tamaño de la localidad (más de 2 mil 500 habitantes); para la variable de acceso a la seguridad social, se determinó por el acceso a servicios de salud como prestación laboral (v.gr. IMSS).

Tabla 2 Número de integrantes del hogar con menos de 10 años de edad promedio por cohorte de edad y educativo, 2000-2016 

Cohorte educativo:
educación del jefe
de familia
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
Sin Instrucción 2.17 2.08 2.15 1.84 1.60 1.25 1.14 0.96 0.85 0.69
Primaria 1-4 1.77 2.09 1.90 1.79 1.55 1.20 1.03 0.79 0.64 0.55
Primaria 5-6 1.82 1.80 1.79 1.68 1.36 1.04 0.78 0.63 0.55 0.47
Secundaria 2.13 1.79 1.71 1.40 1.25 0.91 0.72 0.46 0.48 0.29
Preparatoria 1-2 1.73 1.66 1.55 1.42 1.18 0.87 0.60 0.55 0.48 0.43
Preparatoria 1.41 1.38 1.20 1.10 1.02 0.77 0.54 0.42 0.34 0.22
Superior 0.87 0.91 1.07 1.15 1.05 0.74 0.50 0.35 0.31 0.27
Menor número de integrantes menores a 10 años Mayor número de integrantes menores a 10 años

Fuente: elaboración propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

La Tabla 2 presenta el número promedio de integrantes con menos de 10 años dentro de cada hogar promedio para el periodo completo de análisis. Como es de esperarse, el promedio de los integrantes del hogar con menos de 10 años en los cohortes más jóvenes y con menor instrucción es más elevado que en los cohortes con mayores niveles educativos y que cuentan con edades más avanzadas en relación al resto.

Por su parte, la Tabla 3 muestra el número promedio de perceptores del hogar en cada cohorte para el periodo 2000-2016. Se puede observar que el mayor número se concentra entre los grupos de edad 1 y 2 (aquellos nacidos entre 1981 y 1990) y en los grupos con grado de instrucción primaria o menor, disminuyendo gradualmente a mayor edad y educación del jefe de familia.

Tabla 3 Número de perceptores por hogar promedio por cohorte de edad y educativo, 2000-2016 

Cohorte educativo:
educación del jefe
de familia
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
Sin Instrucción 3.04 2.69 2.49 2.25 2.24 2.24 2.40 2.36 2.25 2.05
Primaria 1-4 2.47 2.70 2.29 2.24 2.28 2.31 2.31 2.21 2.08 1.97
Primaria 5-6 2.65 2.49 2.29 2.18 2.15 2.18 2.15 2.11 2.07 1.90
Secundaria 2.80 2.50 2.25 2.11 2.18 2.04 2.01 2.00 1.87 1.61
Preparatoria 1-2 2.44 2.28 2.14 2.05 2.02 2.07 1.95 2.02 2.00 1.85
Preparatoria 2.08 2.03 1.89 1.93 1.94 1.89 1.88 1.98 1.79 1.61
Superior 1.35 1.53 1.70 1.83 1.88 1.85 1.84 1.79 1.79 1.65
Menor número de perceptores Mayor número de perceptores

Fuente: elaboración propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

El número de horas trabajadas por perceptor y por hogar, en cada uno de los cohortes promedio durante 2000 a 2016 se presenta en la Tabla 4. Podemos destacar un alto número de horas trabajadas entre el cohorte con nivel de instrucción del jefe de familia con grado superior y jóvenes (primer grupo de edad) con 54.23 horas a la semana promedio, seguido por un segundo conjunto de cohortes que obtienen su máximo en el grupo de edad 7 (nacidos entre 1956 a 1960).

Tabla 4 Número de horas trabajadas por perceptor y por hogar promedio por cohorte de edad y educativo, 2000-2016 

Cohorte educativo:
educación del jefe
de familia
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
Sin Instrucción 18.47 21.68 26.22 29.44 35.17 38.83 38.45 40.60 40.46 39.30
Primaria 1-4 25.89 22.60 29.08 32.56 36.27 40.73 42.80 43.78 42.79 41.89
Primaria 5-6 22.77 25.95 28.31 33.10 38.80 42.45 46.01 46.44 43.70 42.15
Secundaria 22.57 27.72 28.83 35.19 37.82 46.35 47.95 46.97 43.72 42.72
Preparatoria 1-2 27.19 28.22 32.15 35.28 40.22 43.40 46.68 45.35 43.32 41.60
Preparatoria 35.62 34.77 33.93 36.07 39.29 42.74 44.41 40.77 42.72 42.68
Superior 54.23 45.27 41.26 37.84 38.32 40.38 42.94 43.36 42.64 38.96
Menor número de horas trabajadas Mayor número de perceptores

Fuente: elaboración propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

En la Tabla 5 se presenta la educación del cónyuge en cada uno de los cohortes promedio durante 2000 a 2016. Aquí se destaca la relación lineal que tiene con la edad (cónyuge en cohortes más jóvenes tienden a tener mayor educación) y con la educación del jefe(a) de familia (a mayor educación del jefe(a) de familia, mayor educación de la pareja).

Tabla 5 Años de educación del cónyuge promedio por cohorte de edad y educativo, 2000-2016 

Cohorte educativo:
educación del jefe
de familia
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
Sin Instrucción 5.88 3.60 3.11 3.10 2.77 2.46 1.77 1.54 1.13 0.85
Primaria 1-4 6.20 4.73 4.54 4.01 3.86 3.46 2.94 2.66 2.40 1.98
Primaria 5-6 6.94 6.00 5.66 5.35 5.03 4.65 4.29 3.99 3.56 3.38
Secundaria 6.56 7.10 6.45 6.65 6.27 5.85 5.59 5.30 4.43 4.81
Preparatoria 1-2 7.62 7.55 7.45 7.25 6.92 6.55 6.07 5.64 5.20 5.07
Preparatoria 8.91 8.85 7.81 8.69 9.87 9.78 9.00 8.92 9.32 7.49
Superior 9.94 9.57 10.73 11.08 10.49 10.17 9.80 9.90 9.02 8.97
Menor número de escolaridad en años Mayor número de escolaridad en años

Fuente: elaboración propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Para la proporción de hogares promedio que vive en localidades urbanas de acuerdo con la ENIGH (Tabla 6), se puede observar una clara división por el nivel de educación del jefe(a) de familia, concentrándose en localidades urbanas los cohortes con mayor educación y mayor edad.

Tabla 6 Proporción de hogares urbanos por cohorte de edad y educativo, 2000-2016 

Cohorte educativo:
educación del jefe
de familia
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
Sin Instrucción 53% 39% 43% 43% 46% 47% 48% 47% 49% 51%
Primaria 1-4 45% 48% 45% 45% 49% 51% 52% 54% 58% 62%
Primaria 5-6 44% 50% 53% 56% 59% 65% 72% 75% 81% 83%
Secundaria 61% 69% 71% 78% 74% 83% 83% 86% 86% 93%
Preparatoria 1-2 57% 67% 73% 75% 77% 81% 83% 85% 91% 90%
Preparatoria 75% 82% 86% 89% 88% 91% 91% 92% 95% 94%
Superior 89% 91% 92% 92% 92% 93% 94% 95% 95% 95%
Menor proporción de hogares en localidades urbanas Mayor número de escolaridad en años

Fuente: elaboración propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Para el acceso a los servicios de seguridad social para el jefe de familia (Tabla 7), se puede observar una clara concentración en los cohortes con mayor nivel educativo y jóvenes, con porcentajes superiores al 60% para los que ostentan algún grado de educación universitaria. En contraste, los grados de informalidad están concentrados en cohortes con mayor edad y menor educación.

Tabla 7 Hogares cuyo jefe de familia tiene acceso a la Seguridad Social. Proporción promedio por cohorte de edad y educativo, 2000-2016 

Cohorte educativo:
educación del jefe
de familia
Cohorte de edad: año de nacimiento del jefe de familia
1986-
1990
1981-
1985
1976-
1980
1971-
1975
1966-
1970
1961-
1965
1956-
1960
1951-
1955
1946-
1950
1941-
1945
Sin Instrucción 7% 6% 8% 7% 7% 7% 6% 7% 5% 5%
Primaria 1-4 9% 13% 11% 13% 13% 13% 12% 12% 10% 9%
Primaria 5-6 20% 19% 21% 21% 21% 23% 22% 20% 17% 15%
Secundaria 23% 22% 29% 33% 30% 30% 29% 23% 18% 14%
Preparatoria 1-2 29% 37% 41% 40% 39% 39% 37% 32% 25% 23%
Preparatoria 51% 49% 50% 51% 53% 53% 49% 40% 37% 29%
Superior 61% 62% 61% 59% 61% 57% 51% 42% 35% 26%
Menor proporción de hogares con seguridad social Mayor proporción de hogares con seguridad social

Fuente: elaboración propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

III. Metodología

Friedman (1957) desarrolló la teoría del ingreso permanente, la cual establece que las familias tendrán un consumo permanente a un nivel consistente con las expectativas de ingreso futuro. Básicamente, propone dividir el ingreso futuro como la suma de dos componentes: uno permanente y otro transitorio; el componente permanente se interpreta como “el efecto de aquellos factores que determinan su valor capital o riqueza”, mientras que el componente transitorio se interpreta como “aquellos factores que son probablemente etiquetados como accidentales”. De la misma forma que el ingreso, divide el consumo futuro como la suma de un componente permanente y otro transitorio.

Siguiendo el modelo presentado por Blundell et al. (2008), el cual tomamos para esta aplicación al caso mexicano, y que a su vez está basado en el modelo propuesto por Hall y Mishkin (1982) se descompone el ingreso en dos componentes: una parte idiosincrática, dependiente de las características demográficas de los hogares, y otra que corresponde al ingreso permanente.

lnYi,t=Zi,t'φt+Pi,t+vi,t (1)

donde t es tiempo (o la indexación del levantamiento de la encuesta ENIGH, que se encuentra entre 2000 y 2016, por lo que t[1,9]); i es el hogar (o cohorte en un panel sintético); Z es una matriz de variables demográficas que influyen en el ingreso: número de menores de 10 años en el hogar, cantidad de perceptores por hogar, si el hogar se encuentra en una localidad urbana o rural, educación formal del esposo(a), si el jefe de familia tiene acceso a seguridad social, y efectos fijos por cohorte y año de levantamiento; y P denota ingreso permanente. Dicho ingreso permanente sigue un proceso de caminata aleatoria sin deriva expresado de la siguiente forma:

Pi,t=Pi,t-1+ζi,t (2)

donde ζi,t corresponde a los choques permanentes al ingreso (el coeficiente del rezago del ingreso permanente se supone igual a uno). Es decir, un choque en un momento arbitrario t1, donde t1[1,9]; modificaría definitivamente el nivel del ingreso permanente a partir de dicho punto. Se asume también que los choques permanentes al ingreso ζi,t, no están correlacionados serialmente.

Adicionalmente, se asume que el componente transitorio vi,t del ingreso sigue un proceso de media móvil MA(q)

vi,t=j=0qθjεi,t-j

donde ε corresponde a un ruido blanco. Si el proceso es un MA(q), cualquier covarianza donde s>q, debe ser igual a cero, es decir, para un MA(1), una autocovarianza en el ingreso entre vi,t,vi,t+2 debe ser no significativa.

Por lo tanto, si se define el logaritmo del ingreso no explicado (yi,t ) como aquel neto de sus efectos sociodemográficos yi,t=lnYi,t-Zi,t'φt, tendríamos que su crecimiento estaría explicado por sus choques permanentes y los transitorios:

Δyi,t= ζi,t+Δvi,t (3)

Cabe destacar que de acuerdo con Hall y Mishkin (1982), una característica clave del modelo es la hipótesis de que los hogares conocen, de manera separada, los dos componentes estocásticos del ingreso.

Por su parte, el cambio en el logaritmo del consumo se asume se comporta de la siguiente forma (Jappelli y Pistaferri, 2017):

lnCit=Zi,t'λ+αEt-1lnYit+ϕtζi,t+ψtεi,t+ξi,t

donde Zi,t son las características sociodemográficas que afectan al consumo, Et-1lnYit son los cambios esperados en el ingreso (que asumiremos no afectan a los cambios en el consumo),13 ζi,t es el choque al ingreso permanente, εi,t representa el choque transitorio, y ξi,t es el error de aproximación (que puede incluir el error de medición).

De la misma forma que el ingreso, definiendo ci,t como el logaritmo del consumo que no es explicado por sus características sociodemográficas (ci,t=lnCi,t-Zi,t'λ) y asumiendo que α=0, la transmisión de los choques no anticipados del ingreso al consumo estaría determinada por la siguiente relación:

Δci,t=ϕtζi,t+ψtεi,t+ξi,t (4)

De tal forma que el choque permanente al ingreso se relaciona al consumo vía ϕ, el cual puede variar por tiempo e individuo o cohorte; mientras que el choque transitorio al ingreso se relaciona por medio de ψ; y las innovaciones en el consumo independientes del ingreso estarán medidos por ξi,t.

Así, el modelo permite probar distintas hipótesis. i) ingreso permanente, la cual establece que choques en el ingreso permanente impactarán el consumo (ϕt=1), mientras que los choques temporales no tendrán efecto alguno (ψt=0), ya que las familias podrán suavizar el consumo ante cambios temporales en el ingreso; ii) mercados completos (aseguramiento completo de choques en el ingreso) sería el caso donde ϕt=ψt=0, y mercados sin aseguramiento en los choques (permanentes o temporales) en el ingreso que podría probarse mediante la restricción ϕt=ψt=1; iii) ahorro precautorio (o aseguramiento parcial), que permite a las familias asegurar los choques permanentes mediante el ahorro, lo cual permite parámetros menores que la teoría del ingreso permanente, por lo que 0<ϕt<1, con un impacto moderado o nulo para los choques temporales (ψt).

Cabe destacar que no es posible estimar la ecuación 4 de manera directa debido a que el modelo está sub identificado: ψt no es conocida; la varianza del choque transitorio Varεt y el error de medición en el ingreso Var(Δvt) no pueden ser identificados de manera separada (Jappelli y Pistaferri, 2017). Por lo anterior, la identificación del modelo con datos panel de ingreso y consumo, basados en las ecuaciones 3 y 4 debe ser aproximada con una serie de restricciones de las varianzas del crecimiento neto de los ingresos y los consumos y sus respectivas covarianzas.

Las restricciones de varianzas y covarianzas14 son:

Varyt=Varζt+VarΔvt (5)

Covyt,yt+s=Covvt,vt+s (6)

Varct=ϕt2Varζt+ψt2Varεt+Varξt (7)

CovΔct,Δyt=ϕtVarζt+ψtVarεt (8)

CovΔct,Δyt+s=ψtCovεt,Δvt+s (9)

donde t denota periodo temporal,15 y s son incrementos por periodo tales que s1,T-t; la varianza del ingreso (5) y su covarianza inter temporal (6) provienen de la ecuación del ingreso (3); la varianza del consumo (7) y las covarianzas del consumo e ingreso (8 y 9) provienen de la ecuación (4), en donde la covarianza inter temporal del consumo debe ser cero, debido a que se asume que el consumo sigue un proceso de martingala.16

Para las estimaciones de las Tablas 8 - 13, se realizan los siguientes pasos: i) se toman los residuales de la regresión entre el logaritmo del ingreso y sus variables sociodemográficas, la cual sería y^i,t. Lo mismo con la ecuación de consumo, para la construcción de c^i,t; ii) A dichos estimadores se estimarán sus varianzas y covarianzas por mínima distancia (básicamente utilizando mínimos cuadrados ordinarios para cada año) para conocer su composición, en la Tabla 8 se muestran los resultados de las covarianzas del ingreso y el consumo, que corresponderían a los resultados de las restricciones expresadas en las ecuaciones 5, 6 y 7, mientras que en la Tabla 9 se muestran los resultados de las covarianzas entre el ingreso y el consumo, que corresponden a los resultados de las restricciones expresadas en las ecuaciones 8 y 9; iii) Así, a manera de ejemplo, si se encuentra una covarianza significativa entre el ingreso y el consumo esto implicaría, de acuerdo con la ecuación (8) ϕtVarζt+ψtVarεt>0, y una covarianza no significativa de orden uno, de acuerdo con la ecuación (9) de ψtCovεt,Δvt+s=0, por lo que se podría inferir la posibilidad de que exista evidencia de un choque permanente, y que el choque transitorio no sea distinto estadísticamente de cero.

Si bien dichas estimaciones nos pueden dar una noción del sentido de dichos coeficientes, no es posible dar de manera categórica el valor del parámetro ϕt y ψt (el coeficiente del impacto del choque permanente y transitorio, respectivamente). Para poder identificarlos propiamente, se debe resolver el sistema mediante mínima distancia diagonalmente ponderada. En esta investigación seguimos el procedimiento descrito por Blundell et al. (2008) en su Apéndice C.17 En tanto que la inferencia (matriz de varianzas y covarianzas) se obtiene por el Jacobiano de la minimización numérica de DWMD.18 Dichos resultados se muestran en la Tabla 14.

IV. Resultados

Debido a que es necesario trabajar con la parte no determinística del ingreso y el consumo, se remueven los impactos de las características sociodemográficas de las distintas cohortes estimando los errores de la regresión de los ingresos y el consumo de no durables con respecto a las características sociodemográficas y variables dicotómicas de cohorte (año de nacimiento y educación del jefe de familia),19 estas nuevas variables (los errores respectivos a la ecuación de ingreso y de consumo) capturan los cambios no explicados por los elementos determinísticos.

Con esta variable (que se denomina en la ecuación 3 y 4 ci,t y yi,t para el consumo y el ingreso, respectivamente) se estiman las matrices de auto covarianza del ingreso y del consumo a nivel nacional y regional para diferentes rezagos (Tabla 8). Este paso es necesario para determinar la naturaleza del comportamiento del ingreso y el consumo en el tiempo. Se pueden observar dos puntos máximos en la varianza del ingreso, el primero en el año 2004 y el segundo en 2014, para luego descender para el levantamiento de la ENIGH del 2016. La auto covarianza del ingreso es significativa para los años 2006 y 2012, aunado a que las auto covarianzas de mayor grado (un rezago o más) pierden significancia estadística, siendo sólo estadísticamente distinto de cero el año 2008 y 2012.

Tabla 8 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Ingreso y el Consumo no explicado (ecuaciones 3 y 4). Nivel Nacional 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Ingreso
Año Var(yt) Cov(yt+1,yt) Cov(yt+2,yt)
2002 0.012***
(0.002)
0.002
(0.003)
-0.000
(0.001)
2004 0.031***
(0.008)
-0.003
(0.002)
-0.000
(0.002)
2006 0.005***
(0.002)
-0.003***
(0.001)
0.001
(0.001)
2008 0.005***
(0.001)
-0.001
(0.001)
-0.002*
(0.001)
2010 0.004***
(0.001)
-0.001*
(0.001)
-0.000
(0.001)
2012 0.008***
(0.002)
-0.005***
(0.002)
0.002**
(0.001)
2014 0.010***
(0.002)
-0.000
(0.001)
2016 0.008***
(0.002)
Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo
Año Var(ct) Cov(ct+1,ct) Cov(ct+2,ct)
2002 0.011***
(0.003)
0.002
(0.002)
-0.001
(0.001)
2004 0.022***
(0.006)
-0.001
(0.002)
-0.004*
(0.002)
2006 0.008***
(0.002)
-0.004***
(0.001)
-0.001
(0.001)
2008 0.012***
(0.002)
-0.001
(0.001)
-0.002
(0.001)
2010 0.006***
(0.001)
-0.003**
(0.001)
-0.002**
(0.001)
2012 0.006***
(0.001)
-0.003***
(0.001)
-0.001
(0.001)
2014 0.010***
(0.002)
0.002
(0.001)
2016 0.012***
(0.002)
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.
Estimación de la Matriz de auto covarianzas de la ecuación 3 y 4.
Las variables ct y yt corresponden al incremento del consumo e ingreso no explicado por variables sociodemográficas, respectivamente.

Fuente: estimaciones propias con datos del INEGI.

En el caso de la matriz de auto covarianzas en el crecimiento del consumo no explicado, se puede observar un aumento hacia el 2004, y últimamente hacia el 2016. De la misma forma que el ingreso a nivel nacional por cohorte, la autocorrelación del consumo con su primer rezago es estadísticamente distinta de cero, mientras que los rezagos de orden dos o mayor no muestran ser significativos con excepción del año 2004, y 2010.20 Es interesante destacar que las caídas en la varianza del consumo capturadas en la Figura 2 se muestran con auto covarianzas negativas (y significativas en 2010) para los tres levantamientos posteriores al 2008.21

En la Tabla 9, se muestra la asociación del crecimiento del ingreso no explicado y el crecimiento del consumo. La covarianza entre el crecimiento no explicado del consumo y el ingreso en tiempo t es estadísticamente significativa, lo cual implica de acuerdo con la ecuación 8 que ϕVarζt+ψVarvt>0. Esta relación alcanzó un máximo en 2004 para luego descender al 2012 y ha mostrado recuperación hacia el año 2016. Asimismo, se observa que la covarianza del crecimiento del consumo no explicado y el crecimiento del ingreso no explicado a un periodo futuro es significativa para 2014. Esta covarianza, de acuerdo con Blundell et al. (2008) representa el aseguramiento que las familias o cohortes muestran ante choques transitorios, en otras palabras, una covarianza igual a cero entre el crecimiento del ingreso no explicado futuro (a un periodo) y el crecimiento del consumo no explicado implica que las familias cubren dichos choques temporales.

Tabla 9 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Consumo y el Ingreso no explicado (ecuaciones 3 y 4). Nivel Nacional 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo-Ingreso
Año Var(yt,ct) Cov(yt+1,ct) Cov(yt,ct+1)
2002 0.065**
(0.027)
-0.036
(0.031)
-0.045
(0.027)
2004 0.109***
(0.038)
-0.019
(0.014)
-0.010
(0.011)
2006 0.022**
(0.011)
-0.007
(0.007)
-0.005
(0.006)
2008 0.039
(0.025)
0.001
(0.008)
-0.010
(0.014)
2010 0.037**
(0.015)
-0.009
(0.011)
-0.011
(0.007)
2012 0.014**
(0.007)
-0.008
(0.010)
-0.016*
(0.008)
2014 0.037***
(0.012)
-0.048*
(0.027)
-0.036***
(0.013)
2016 0.079**
(0.038)
Test Cov(yt+1,ct)=0 para toda t p-value < 0.1%
Test Cov(yt+2,ct)=0 para toda t p-value 39%
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.
Estimación de la matriz de auto covarianzas basado en las ecuaciones 3 y 4.
Las variables ct y yt corresponden al incremento del consumo e ingreso no explicado por variables sociodemográficas, respectivamente.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Combinando los resultados de las ecuaciones 8 y 9 tenemos que ϕVarζt+ψVarvt>0 y ψCovεt, vt+s=0. Lo anterior sugiere que hay indicios de que choques inesperados en el ingreso permanente pueden incidir en el crecimiento del consumo, y que no hay evidencia clara de que existan cambios en el consumo no explicado ante choques temporales en el ingreso,22 sin embargo, es necesario estimar ambos coeficientes para tener un resultado más preciso.

En la tercera columna de la Tabla 9, se muestran las covarianzas entre el crecimiento del consumo no explicado e incrementos pasados en el ingreso no explicado. Con excepción del año 2012 y 2014, los coeficientes no muestran ser estadísticamente diferentes de cero.

En lo que se refiere al análisis regional, para la región norte podemos observar que la varianza en el crecimiento tanto del ingreso como del consumo se ha mantenido constante (Ver Tabla A.1, en el Anexo). Para el análisis de los componentes temporal y permanente, se encuentran resultados similares a los del nivel nacional, aunque en este caso la evidencia es más débil, debido a que un año no es significativo en 2014 en la covarianza contemporánea del ingreso y consumo (primera columna de la Tabla 10).

Tabla 10 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Consumo y el Ingreso no explicado (ecuaciones 3 y 4). Región Norte 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo-Ingreso
Año Var(yt,ct) Cov(yt+1,ct) Cov(yt,ct+1)
2002 0.015**
(0.006)
-0.002
(0.003)
0.006
(0.006)
2004 0.017***
(0.004)
0.002
(0.004)
0.006
(0.005)
2006 0.009*
(0.005)
-0.009**
(0.004)
-0.006
(0.004)
2008 0.009**
(0.004)
0.001
(0.002)
0.001
(0.002)
2010 0.007***
(0.002)
-0.002
(0.002)
-0.003
(0.002)
2012 0.006**
(0.003)
-0.006
(0.004)
-0.003
(0.003)
2014 0.001
(0.003)
0.003
(0.003)
0.002
(0.001)
2016 0.006**
(0.002)
Test Cov(yt+1,ct)=0 para toda t p-value 25%
Test Cov(yt+2,ct)=0 para toda t p-value 27%
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.
Estimación de la matriz de auto covarianzas basado en las ecuaciones 3 y 4.
Las variables ct y yt corresponden al incremento del consumo e ingreso no explicado por variables sociodemográficas, respectivamente.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Para la región centro norte, y centro (Tablas 11 y 12) la varianza del ingreso y del consumo se incrementa en el 2004 y hacia el 2014, para luego disminuir, lo mismo para la región sur (Tabla 13) que alcanza su primer máximo en 2006, aunque no es significativo. Las covarianzas contemporáneas del incremento del ingreso y consumo no explicado, son estadísticamente significativas (primera columna). En la región centro norte, la covarianza del crecimiento del ingreso futuro con el crecimiento del consumo no explicado (segunda columna) no es significativa con excepción del año 2004, con resultados mixtos para la región centro y sur con cifras significativas para distintos años. En la Tabla A.2. se presentan las matrices de covarianzas para el crecimiento del ingreso-consumo de la Región Centro Norte. Lo anterior apunta a que los choques temporales son cubiertos por las familias en las regiones norte y centro norte, con resultados no concluyentes para las otras regiones. Por su parte, para los choques permanentes existen indicios de posibles impactos al consumo para todas las regiones.

Tabla 11 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Consumo y el Ingreso no explicado (ecuaciones 3 y 4). Región Centro Norte 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo-Ingreso
Año Var(yt,ct) Cov(yt+1, ct) Cov(yt,ct+1)
2002 0.008*
(0.004)
0.000
(0.004)
-0.002
(0.002)
2004 0.015***
(0.003)
-0.004*
(0.002)
-0.000
(0.003)
2006 0.005**
(0.002)
-0.002
(0.001)
-0.001
(0.001)
2008 0.004**
(0.002)
0.001
(0.002)
-0.001
(0.001)
2010 0.004**
(0.002)
-0.002
(0.001)
-0.001
(0.002)
2012 0.006**
(0.002)
-0.000
(0.002)
-0.007**
(0.003)
2014 0.009***
(0.003)
-0.002
(0.002)
-0.002
(0.002)
2016 0.006***
(0.002)
Test Cov(yt+1,ct)=0 para toda t p-value 73%
Test Cov(yt+2,ct)=0 para toda t p-value 60%
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.
Estimación de la matriz de auto covarianzas basado en las ecuaciones 3 y 4.
Las variables ct y yt corresponden al incremento del consumo e ingreso no explicado por variables sociodemográficas, respectivamente.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Tabla 12 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Consumo y el Ingreso no explicado (ecuaciones 3 y 4). Región Centro 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo-Ingreso
Año Var(yt,ct) Cov(yt+1, ct) Cov(yt,ct+1)
2002 0.017***
(0.004)
-0.006*
(0.003)
-0.007
(0.005)
2004 0.043**
(0.017)
-0.003
(0.003)
-0.001
(0.004)
2006 0.005***
(0.001)
-0.003***
(0.001)
-0.001
(0.002)
2008 0.007***
(0.002)
0.001
(0.002)
-0.002*
(0.001)
2010 0.004***
(0.001)
-0.001
(0.001)
-0.003**
(0.001)
2012 0.005
(0.003)
-0.007**
(0.004)
-0.005
(0.004)
2014 0.009***
(0.003)
-0.002*
(0.001)
-0.002
(0.002)
2016 0.006***
(0.002)
Test Cov(yt+1,ct)=0 para toda t p-value 23%
Test Cov(yt+2,ct)=0 para toda t p-value 57%
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.
Estimación de la matriz de auto covarianzas basado en las ecuaciones 3 y 4.
Las variablesct y yt corresponden al incremento del consumo e ingreso no explicado por variables sociodemográficas, respectivamente.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Tabla 13 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Consumo y el Ingreso no explicado (ecuaciones 3 y 4). Región Sur 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo-Ingreso
Año Var(yt,ct) Cov(yt+1, ct) Cov(yt,ct+1)
2002 0.008***
(0.002)
0.005*
(0.003)
0.002
(0.002)
2004 0.013***
(0.004)
-0.003*
(0.002)
-0.001
(0.003)
2006 0.017
(0.011)
-0.008**
(0.003)
-0.004
(0.004)
2008 0.009***
(0.003)
-0.007**
(0.003)
-0.004**
(0.002)
2010 0.008***
(0.002)
0.001
(0.002)
-0.003*
(0.002)
2012 0.006**
(0.003)
-0.008**
(0.003)
-0.011***
(0.003)
2014 0.012***
(0.003)
-0.001
(0.002)
-0.001
(0.002)
2016 0.006**
(0.002)
Test Cov(yt+1,ct)=0 para toda t p-value 7%
Test Cov(yt+2,ct)=0 para toda t p-value 38%
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.
Estimación de la matriz de auto covarianzas basado en las ecuaciones 3 y 4.
Las variables ct y yt corresponden al incremento del consumo e ingreso no explicado por variables sociodemográficas, respectivamente.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Adicionalmente, en las Tablas A.3 y A.4 se incluyen las matrices de covarianzas para el crecimiento del ingreso-consumo de las regiones centro y sur, respectivamente.

Resultados formales de los coeficientes de aseguramiento de los choques del ingreso al consumo

A diferencia de Blundell et al. (2008) y por limitaciones de la base de datos, asumiremos que los coeficientes de aseguramiento del consumo ante choques en el ingreso permanente (ϕ) y para choques en el ingreso transitorio (ψ) son constantes a lo largo del periodo de estudio.23 Como se mencionó, esta metodología nos permite probar si la hipótesis del ingreso permanente ϕ=1, y ψ=0 se cumple, o la de mercados completos ϕ=0, y ψ=0, o la de ahorro precautorio, con un coeficiente 0<ϕ<1.

En la Tabla 14 se muestran los resultados para ambos coeficientes a nivel nacional y para cada una de las regiones, el coeficiente del impacto del consumo debido a choques permanentes en el ingreso (ϕ) resultó significativo con un coeficiente de 0.68, es decir, ante una reducción (aumento) del 10% en el ingreso permanente, el consumo se reduciría (incrementaría) en un 6.8%. Por su parte, el resultado para los choques transitorios no es significativo a nivel nacional ni para ninguna de las regiones, lo anterior va en línea con los resultados del análisis de las covarianzas entre los crecimientos de los choques no explicados del ingreso y el consumo realizado en las Tablas 8 y 9. Cabe señalar que dicho coeficiente sugiere un aseguramiento parcial del consumo ante choques permanentes en el ingreso y es similar al estimado para Estados Unidos por Blundell et al. (2008), quienes obtienen un coeficiente de 0.64. Dicho resultado pudiera parecer sorprendente dado que la economía mexicana cuenta con un menor nivel de desarrollo económico. Sin embargo, esto no implica que los hogares utilicen los mismos medios para hacer frente a un choque permanente en su ingreso, o que los hogares en los dos países cuenten con los mismos niveles de ingreso y de consumo. En específico, los hogares en economías más avanzadas tienden a emplear mecanismos formales (con acceso al sistema financiero), mientras que en países en vías de desarrollo algunos hogares no tienen acceso al sistema financiero y pueden recurrir a medios informales (familiares, amistades, etc.).

Tabla 14 Estimación de los coeficientes de los choques permanente y transitorio (ecuación 4) por mínima distancia 

Parámetro Nacional Norte Centro Norte Centro Sur
ϕ
Choque permanente
0.679**
(0.298)
0.675
(1.032)
0.792**
(0.337)
0.750
(0.912)
0.917**
(0.448)
ψ
Choque transitorio
0.0874
(0.233)
-0.115
(0.300)
-0.201
(0.222)
0.217
(0.202)
-0.220
(0.152)
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.
Estimación utilizando la metodología basada en Blundell et al. (2008) Apéndice C.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2000-2016.

Así los resultados a nivel nacional sugieren que las cohortes mexicanas estudiadas en este documento aseguran parcialmente los choques no esperados en el ingreso permanente, ya que el coeficiente es menor a uno, pero estadísticamente diferente de cero. Asimismo, las estimaciones indican que el consumo no registra cambios ante choques temporales no esperados en los ingresos. Dichos resultados son consistentes con la hipótesis de ahorro precautorio, en otras palabras, al enfrentar mercados incompletos, las familias no pueden diversificar los impactos, por lo que se ven forzadas a un aseguramiento ad-hoc (ahorro para imprevistos, red familiar o de amistades, o acceso a créditos). No obstante, las estimaciones no descartan la hipótesis del ingreso permanente a nivel nacional, debido a que ϕ=1 cae dentro del intervalo de confianza del 95 por ciento, así como ψ=0.

Dichos impactos permanentes pueden tener efectos, tanto positivos como negativos en la movilidad en el ingreso. Krebs et al. (2019) estiman que gran parte de la movilidad convergente (convergencia en los ingresos de individuos con las mismas características) se debe a choques transitorios en el ingreso, que en nuestro caso son absorbidos de manera inter-temporal por el consumo.

A nivel regional, se estiman coeficientes con niveles similares a los del nivel nacional para los choques permanentes en el ingreso en las regiones norte, centro norte y centro, y de mayor magnitud en el sur, si bien con significancia estadística solo en las regiones centro norte y sur.24 En referencia a los choques temporales, el coeficiente no resulta estadísticamente significativo en ninguna de las regiones, lo que sugiere que los hogares son capaces de suavizar su consumo ante cambios temporales en su ingreso.

Conclusiones

En el presente documento de investigación, se analizaron los efectos de choques inesperados en el ingreso de los hogares sobre el consumo de bienes no durables, tanto temporales como permanentes, a nivel nacional y para cada una de las regiones de México. Los resultados de la investigación arrojan que a nivel nacional existe un impacto parcial en el consumo de las familias ante choques permanentes en el ingreso estadísticamente significativo (ϕ = 67.9%). Es decir, por cada 100 pesos de impacto en el ingreso permanente, las familias mexicanas ajustan su consumo en 67.9 pesos durante el periodo de análisis. Por su parte, el coeficiente de los choques transitorios en el ingreso ψ no es estadísticamente significativo, lo que podría sugerir que las familias en México son capaces de suavizar dichos impactos.

Así, los resultados sugieren para el caso de México: i) la magnitud del impacto en el consumo ante choques permanentes en el ingreso es acorde a la hipótesis de aseguramiento parcial, debido a que su estimador puntual (ϕ) es menor a la unidad y el coeficiente correspondiente del impacto en el consumo ante choques transitorios en el ingreso ψ no es estadísticamente significativo; ii) la evidencia también es consistente con la hipótesis de ingreso permanente, debido a que el coeficiente del impacto en el consumo ante choques en el ingreso permanente ϕ=1 está contenido dentro del intervalo de confianza, al igual que el estimador de efectos en el consumo ante choques transitorios ψ=0; iii) se descarta la hipótesis de mercados completos (aseguramiento total), debido a que el estimador de los impactos en el consumo ante choques permanentes en el ingreso es estadísticamente distinto de cero.

A nivel regional, los coeficientes del efecto del choque permanente en el ingreso sobre el consumo son similares al estimado a nivel nacional en las regiones norte, centro norte y centro, y de mayor magnitud en el sur, si bien con significancia estadística solo en las regiones centro norte y sur. En referencia a los choques temporales, el coeficiente del efecto del choque al ingreso sobre el consumo no resulta estadísticamente significativo a nivel regional, lo que sugiere un suavizamiento del consumo por parte de los hogares ante cambios temporales en su ingreso.

En suma, estos resultados sugieren que, a nivel nacional, los hogares mexicanos ven afectado su consumo ante choques inesperados en sus ingresos permanentes, pero que suavizan su consumo ante cambios no esperados y temporales en sus ingresos. Cabe señalar que se analiza un periodo de la economía mexicana en el que, si bien se registraron variaciones en el ingreso, dichos cambios no fueron tan grandes comparados con el choque observado en los ingresos en 1995 o más recientemente en 2020 como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Aunado a lo anterior, el análisis propuesto se fortalecería con la presencia de datos longitudinales para capturar cambios en los patrones de consumo, los cuales no disponemos a la fecha de la elaboración del presente documento.

Referencias

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Anexos

Tabla A.1 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Ingreso-Consumo. Región Norte 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Ingreso
Año Var(yt) Cov(yt+1, yt) Cov(yt+2, yt)
2002 0.023**
(0.009)
-0.003
(0.005)
0.002
(0.003)
2004 0.022***
(0.005)
0.002
(0.004)
-0.004
(0.003)
2006 0.010***
(0.003)
-0.005**
(0.002)
-0.003*
(0.002)
2008 0.008***
(0.002)
0.000
(0.001)
-0.000
(0.001)
2010 0.008***
(0.002)
-0.004**
(0.002)
-0.001
(0.002)
2012 0.009***
(0.003)
-0.009***
(0.003)
0.003
(0.002)
2014 0.012***
(0.002)
-0.004*
(0.002)
2016 0.014***
(0.003)
Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo
Año Var(ct) Cov(ct+1, yt) Cov(ct+2, yt)
2002 0.023**
(0.009)
-0.003
(0.005)
0.002
(0.003)
2004 0.022***
(0.005)
0.002
(0.004)
-0.004
(0.003)
2006 0.010***
(0.003)
-0.005**
(0.002)
-0.003*
(0.002)
2008 0.008***
(0.002)
0.000
(0.001)
-0.000
(0.001)
2010 0.008***
(0.002)
-0.004**
(0.002)
-0.001
(0.002)
2012 0.009***
(0.003)
-0.009***
(0.003)
0.003
(0.002)
2014 0.012***
(0.002)
-0.004*
(0.002)
2016 0.014***
(0.003)
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2008-2016.

Tabla A.2 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Ingreso-Consumo. Región Centro Norte 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Ingreso
Año Var(yt) Cov(yt+1, yt) Cov(ct+2, yt)
2002 0.014**
(0.006)
-0.006
(0.005)
0.000
(0.002)
2004 0.022***
(0.005)
-0.008***
(0.002)
0.002
(0.002)
2006 0.009***
(0.002)
-0.005***
(0.001)
0.000
(0.002)
2008 0.010***
(0.003)
-0.001
(0.001)
-0.002
(0.002)
2010 0.008***
(0.002)
-0.005***
(0.001)
-0.002
(0.002)
2012 0.012***
(0.003)
-0.009**
(0.003)
0.003
(0.002)
2014 0.019***
(0.005)
-0.005**
(0.002)
2016 0.010***
(0.002)

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo
Año Var(yt) Cov(cy+1, yt) Cov(yt+2, yt)
2002 0.015***
(0.003)
-0.000
(0.002)
-0.004
(0.003)
2004 0.013***
(0.003)
-0.002
(0.002)
-0.001
(0.002)
2006 0.011***
(0.003)
-0.007***
(0.002)
-0.001
(0.002)
2008 0.012***
(0.002)
-0.001
(0.001)
-0.001
(0.002)
2010 0.009***
(0.002)
-0.004
(0.002)
-0.002
(0.002)
2012 0.011***
(0.003)
-0.006***
(0.002)
0.002
(0.001)
2014 0.016***
(0.003)
-0.007*
(0.003)
2016 0.011***
(0.003)
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2008-2016.

Tabla A.3 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Ingreso-Consumo. Región Centro 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Ingreso
Año Var(yt) Cov(yt+1, yt) Cov(yt+2, yt)
2002 0.035***
(0.007)
-0.010
(0.006)
-0.000
(0.004)
2004 0.056***
(0.020)
-0.007**
(0.003)
-0.001
(0.002)
2006 0.009***
(0.003)
-0.005**
(0.002)
0.001
(0.001)
2008 0.009***
(0.002)
-0.003**
(0.001)
-0.003*
(0.001)
2010 0.007***
(0.002)
-0.003*
(0.001)
0.000
(0.001)
2012 0.008***
(0.002)
-0.007**
(0.003)
0.003
(0.002)
2014 0.012***
(0.003)
-0.004**
(0.002)
2016 0.009***
(0.002)

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo
Año Var(ct) Cov(ct+1, ct) Cov(ct+2, ct)
2002 0.015***
(0.004)
-0.007**
(0.003)
0.002
(0.002)
2004 0.042***
(0.014)
-0.001
(0.003)
-0.009**
(0.004)
2006 0.006***
(0.001)
-0.003*
(0.001)
0.000
(0.001)
2008 0.016***
(0.004)
-0.001
(0.001)
-0.001
(0.002)
2010 0.005***
(0.001)
-0.003**
(0.001)
-0.002*
(0.001)
2012 0.012**
(0.005)
-0.010
(0.006)
-0.002
(0.002)
2014 0.016***
(0.005)
-0.004*
(0.002)
2016 0.012***
(0.002)
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2008-2016.

Tabla A.4 Matrices de Covarianzas para el Crecimiento del Ingreso-Consumo. Región Sur 

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Ingreso
Año Var(yt) Cov(yt+1, yt) Cov(yt+2, yt)
2002 0.012***
(0.004)
0.003
(0.003)
-0.002
(0.003)
2004 0.028***
(0.006)
-0.007***
(0.002)
0.005
(0.003)
2006 0.021**
(0.010)
-0.009**
(0.003)
0.005*
(0.002)
2008 0.017***
(0.004)
-0.010***
(0.003)
-0.002
(0.002)
2010 0.014***
(0.003)
-0.001
(0.001)
-0.002
(0.001)
2012 0.011***
(0.003)
-0.013***
(0.002)
0.002*
(0.001)
2014 0.017***
(0.003)
-0.005**
(0.002)
2016 0.011***
(0.003)

Matriz de Autocovarianzas del Crecimiento del Consumo
Año Var(ct) Cov(ct+1, ct) Cov(ct+2, ct)
2002 0.009***
(0.002)
0.001
(0.002)
-0.001
(0.002)
2004 0.016***
(0.003)
-0.002
(0.002)
-0.008**
(0.003)
2006 0.023*
(0.012)
-0.012**
(0.004)
0.003
(0.003)
2008 0.022***
(0.005)
-0.009**
(0.003)
-0.001
(0.002)
2010 0.013***
(0.003)
-0.004*
(0.002)
-0.006***
(0.002)
2012 0.011**
(0.004)
-0.011*
(0.005)
-0.002
(0.001)
2014 0.017***
(0.005)
-0.003*
(0.002)
2016 0.014***
(0.003)
Errores estándar en paréntesis. Significancia: *** al 1%; ** al 5%; * al 10%.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2008-2016.

Tabla A.5 Resultados de las Regresiones del Ingreso y el Consumo de No Durables con las Variables Demográficas Z 

ln(Ingreso hogar) ln(Consumo no durable)
Jefe de Familia tiene acceso a seguridad social 0.461***
(0.068)
0.471***
(0.062)
Hogar vive en una localidad urbana 0.279***
(0.080)
0.257***
(0.073)
Número de menores de 10 años promedio -0.042
(0.029)
-0.020
(0.027)
Número de adultos promedio 0.176***
(0.035)
0.135***
(0.032)
Número de perceptores promedio 0.051***
(0.013)
0.152***
(0.011)
Horas trabajadas por hogar promedio -0.000
(0.001)
-0.002**
(0.001)
Años de educación del cónyugue 0.016***
(0.005)
0.019***
(0.005)
Efectos Fijos Cohorte Si Si
Efectos Fijos Año Si Si
Observaciones 496 496
R2 0.972 0.958
Errores estándar en paréntesis.
*** p < 0.01, ** p < 0.05, * p < 0.1

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2008-2016.

Tabla A.6 Comparativo de Promedios por Factor de Expansión y Panel Sintético de Variables de Ingreso, Gasto No Durable, Miembros Promedio del Hogar y Número de Perceptores Promedio por Nivel Educativo y Levantamiento de ENIGH 2000-2016 

Levantamiento ENIGH Educación Jefe de Familia Promedios Utilizando Factor de Expansión Promedios Celdas Panel Sintético
Promedio Ingreso Promedio Gasto No Durable Número de miembros promedio Número de perceptores promedio Promedio Ingreso Promedio Gasto No Durable Número de miembros promedio Número de perceptores promedio
2000 Sin Instrucción 18,995 9,392 5.0 1.6 21,639 10,580 4.9 1.6
de 1 a 4 años (Primaria) 20,041 10,248 4.9 1.9 21,413 10,853 4.8 1.8
5to y 6to de primaria 26,567 12,143 4.5 1.8 29,700 13,428 4.4 1.7
Secundaria 39,610 16,321 3.9 1.6 38,582 15,211 3.9 1.6
1ro y 2do de Preparatoria 47,633 18,404 4.2 1.7 41,834 16,632 4.1 1.6
Preparatoria 79,675 27,005 3.7 1.5 89,151 28,846 3.7 1.5
Superior 67,580 23,734 3.9 1.6 74,549 25,233 3.8 1.6
2002 Sin Instrucción 17,669 8,646 4.7 1.7 18,127 8,937 5.0 1.8
de 1 a 4 años (Primaria) 21,059 9,863 4.8 1.8 22,423 10,255 5.0 1.9
5to y 6to de primaria 26,630 12,370 4.5 1.8 28,448 12,701 4.5 1.8
Secundaria 32,904 13,803 3.7 1.6 32,978 13,483 3.9 1.7
1ro y 2do de Preparatoria 38,589 14,553 3.9 1.7 39,835 15,740 4.0 1.7
Preparatoria 136,590 46,400 3.2 1.8 137,725 46,033 3.1 1.7
Superior 64,240 22,041 3.8 1.7 73,285 25,382 3.8 1.6
2004 Sin Instrucción 18,546 9,388 4.8 1.9 17,439 9,285 5.1 2.0
de 1 a 4 años (Primaria) 23,219 10,445 4.6 1.7 22,715 11,273 4.9 1.9
5to y 6to de primaria 30,188 13,641 4.3 1.7 31,488 13,660 4.6 1.8
Secundaria 28,760 13,406 3.9 1.6 30,604 14,655 4.1 1.6
1ro y 2do de Preparatoria 43,811 18,363 4.1 1.6 44,446 18,274 4.2 1.8
Preparatoria 59,166 22,073 3.8 1.6 66,445 23,964 3.7 1.6
Superior 81,288 28,927 3.5 1.5 95,118 31,452 3.4 1.5
2006 Sin Instrucción 21,040 9,834 4.7 2.0 20,115 9,764 4.7 2.0
de 1 a 4 años (Primaria) 26,265 11,885 4.6 1.9 25,793 11,510 4.6 2.0
5to y 6to de primaria 31,828 13,254 4.1 1.7 33,275 13,843 4.3 1.8
Secundaria 41,078 16,540 4.1 1.9 38,211 15,828 4.0 1.8
1ro y 2do de Preparatoria 45,513 26,066 3.9 1.7 45,797 19,302 4.0 1.7
Preparatoria 60,314 21,007 3.5 1.5 62,962 21,991 3.7 1.6
Superior 89,372 33,659 3.3 1.6 96,059 34,369 3.2 1.6
2008 Sin Instrucción 21,445 10,484 5.0 3.0 22,587 11,188 4.9 3.0
de 1 a 4 años (Primaria) 24,905 11,533 4.6 2.7 27,148 12,081 4.6 2.7
5to y 6to de primaria 35,198 12,892 4.5 2.6 35,863 13,517 4.5 2.6
Secundaria 37,856 14,059 4.1 2.6 37,287 14,639 4.1 2.4
1ro y 2do de Preparatoria 44,545 15,501 4.1 2.5 46,954 16,314 4.1 2.4
Preparatoria 62,440 18,339 3.7 2.0 66,821 19,832 3.8 2.0
Superior 94,059 24,431 3.3 1.7 104,854 26,441 3.4 1.8
2010 Sin Instrucción 19,038 9,504 5.0 3.1 19,196 9,699 4.9 3.0
de 1 a 4 años (Primaria) 23,458 10,511 4.6 2.8 24,297 11,344 4.8 2.8
5to y 6to de primaria 31,007 11,986 4.3 2.6 31,587 12,202 4.5 2.6
Secundaria 34,598 12,090 3.8 2.2 32,160 11,997 3.9 2.2
1ro y 2do de Preparatoria 39,047 14,492 4.1 2.5 39,095 14,943 4.2 2.5
Preparatoria 59,116 18,362 4.1 2.4 60,156 19,183 4.0 2.3
Superior 78,355 24,645 3.5 1.9 83,301 24,645 3.6 2.0
2012 Sin Instrucción 21,015 10,670 4.7 2.6 19,300 10,080 4.7 2.5
de 1 a 4 años (Primaria) 21,439 10,958 4.3 2.3 21,912 10,712 4.4 2.3
5to y 6to de primaria 29,438 13,200 4.4 2.4 29,594 13,755 4.6 2.4
Secundaria 63,040 25,773 4.6 2.3 52,449 23,254 4.4 2.3
1ro y 2do de Preparatoria 35,879 16,057 4.1 2.2 37,246 15,997 4.1 2.2
Preparatoria 50,435 19,992 4.0 2.1 55,956 21,837 4.2 2.2
Superior 81,410 28,751 3.8 1.9 83,108 29,068 3.8 1.9
2014 Sin Instrucción 17,610 9,496 5.0 3.0 19,464 10,537 5.0 2.9
de 1 a 4 años (Primaria) 22,384 11,215 4.7 2.6 25,202 12,073 4.7 2.6
5to y 6to de primaria 29,618 12,866 4.4 2.5 30,044 13,393 4.3 2.4
Secundaria 30,498 14,360 4.2 2.3 33,720 15,766 4.3 2.5
1ro y 2do de Preparatoria 34,629 16,081 4.1 2.3 36,799 16,342 4.2 2.4
Preparatoria 45,196 21,617 3.9 2.1 48,359 22,346 3.8 2.1
Superior 78,700 29,227 3.8 2.0 81,376 29,966 3.7 2.0
2016 Sin Instrucción 19,183 11,361 4.1 2.1 21,255 11,983 4.3 2.3
de 1 a 4 años (Primaria) 22,862 13,102 4.3 2.3 24,977 13,663 4.3 2.3
5to y 6to de primaria 27,716 13,877 4.1 2.1 29,986 14,417 4.1 2.1
Secundaria 31,944 16,037 3.8 2.0 34,234 16,591 3.8 2.0
1ro y 2do de Preparatoria 34,174 16,336 3.7 1.9 36,268 16,964 3.8 2.0
Preparatoria 49,443 21,941 3.6 2.0 50,321 21,682 3.6 1.9
Superior 76,094 30,922 3.3 1.7 76,323 30,704 3.3 1.7
2018 Sin Instrucción 19,556 11,663 4.4 2.2 22,022 12,480 4.4 2.2
de 1 a 4 años (Primaria) 22,821 12,750 4.2 2.1 24,194 13,370 4.1 2.0
5to y 6to de primaria 27,471 14,394 4.0 2.0 29,083 15,015 4.1 2.0
Secundaria 28,813 14,709 3.5 1.7 28,377 14,780 3.5 1.7
1ro y 2do de Preparatoria 32,555 16,313 3.7 1.8 33,885 16,785 3.7 1.8
Preparatoria 48,158 21,688 3.6 1.8 49,847 22,644 3.6 1.9
Superior 70,370 29,697 3.3 1.7 75,510 30,926 3.3 1.6
Se utilizaron los mismos grupos (grupo de edad y año de nacimiento del jefe de familia) para los promedios utilizando los factores de expansión para cada levantamiento de la ENIGH y los obtenidos en la construcción del Panel Sintético.

Fuente: estimación propia con datos del INEGI-ENIGH 2008-2016.

1Se utilizó la división geográfica que se utiliza en el Banco de México en sus Reportes sobre las Economías Regionales la cual divide al país en 4 regiones: norte, centro norte, centro y sur; dicha división se realiza de acuerdo a varios criterios como ubicación geográfica, estructura productiva de las entidades, condiciones socioeconómicas, y sincronización de los ciclos económicos.

2La construcción del panel sintético podría no representar de manera fidedigna la distribución poblacional del ingreso y gasto de los hogares.

3Cabe destacar que el estudio de Angelucci et al. (2019) también analiza cambios no anticipados en el ingreso al consumo de los hogares.

4Para el cual, el “gran confinamiento” sería un excelente candidato.

5Los datos de ingreso y consumo se calcularon a precios constantes de 2008

6 Jappelli y Pistaferri (2010) comentan la pertinencia del uso de datos panel (o pseudo panel) debido la necesidad de tener observaciones para varios periodos, tanto de ingreso como de consumo, aunque no necesariamente en la misma base de datos o del mismo hogar.

7Debe mencionarse que los cohortes deben capturar las diferencias idiosincráticas principales de los hogares, ya que se asumiría que el comportamiento dentro de los cohortes debe ser homogéneo. En la aproximación de panel sintético, las covarianzas entre los ingresos y consumo explicarían las diferencias entre cohortes.

8Para efectos del consumo, se siguió la misma clasificación de consumo que Blundell et al. (2008) con no durables y comida. Cabe destacar que, a diferencia de Blundell et al. (2008) donde el PSID sólo contiene información de consumo de alimentos y, por tanto, deben imputarlo a partir de la encuesta CEX; en nuestro caso la ENIGH sí proporciona suficiente información, por lo que el proceso de imputación no es necesario, aunque la limitante de no tener un panel de individuos, como se verá más adelante, nos lleva a utilizar un panel sintético. En el lado del ingreso, se calculó el ingreso total, incluyendo transferencias de gobierno y remesas.

9Para el presente estudio, se tomaron los valores medios de dichas conclusiones.

10Se excluyen a aquellos jefes de familia que no se puede determinar su nivel educativo.

11Aunque las regresiones que se realizan más adelante están ponderadas por tamaño de cada una de las celdas, se quiso restringir aquellas celdas con menos de treinta hogares en su muestra.

12El periodo de recesión duró 36 meses, de octubre de 2000 a septiembre de 2003 (Heath, 2011).

13En efecto, “modelos con mercados crediticios perfectos y utilidad cuadrática implican que el consumo no debería variar con cambios anticipados en el ingreso” (Jappelli y Pistaferri, 2017)

14En la explicación de dichas restricciones, Japelli y Pistaferry (2017) utilizan otra notación. En este documento utilizamos el listado de Japelli y Pistaferri (2017) con la notación de Blundell et al. (2008).

15Aclarando que los datos disponibles se encuentran en términos bienales, por lo que t correspondería a un periodo de cada dos años.

16Proceso estocástico que se refiere a una secuencia de variables aleatorias, donde la expectativa condicional del siguiente valor es igual al valor presente de la serie.

17Si bien los autores originalmente escribieron la rutina en GAUSS, se logró replicar sus resultados con el comando “optim” en R.

18Diagonally Weighted Minimum Distance.

19Las regresiones se ponderaron de acuerdo al tamaño de cada celda del panel sintético. Los resultados de las regresiones se muestran en la Tabla A.5, en los Anexos.

20En el Anexo se muestran las matrices de autocovarianzas para cada una de las regiones.

21Una hipótesis podría ser el cambio metodológico de la ENIGH 2008, pero los coeficientes parten de los residuales de la regresión del consumo (el consumo no explicado) los cuales incluyen variables dicotómicas por cohorte y año de levantamiento (Tabla A.5, en el Anexo). Una causa plausible pudiera ser los efectos de la crisis financiera, cuyos efectos en los hogares se sintieron en 2009, los cuales pudieron ser de una duración mayor.

22Debido a que solo 1 años muestran resultados estadísticamente distintos de cero en la Tabla 9.

23Dado que se analiza un periodo relativamente corto, dicho supuesto no es tan restrictivo.

24Los resultados a nivel regional deben tomarse con precaución, debido al número reducido de muestra de hogares por cohorte en algunas regiones.

Recibido: 07 de Noviembre de 2023; Aprobado: 29 de Febrero de 2024; Publicado: 06 de Mayo de 2024

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