Introducción
En Latinoamérica existe una creencia popular arraigada en la sociedad: tradicionalmente se considera que entre más clara es la piel de un individuo, mayor es su estatus socioeconómico (Navarrete, 2016; Telles, 2014). En consecuencia, una característica física como el color de piel puede detonar tratos diferenciados entre individuos, de otra manera, homólogos (Ñopo, Chong y Moro, 2009). La situación en México no es diferente, pues evidencia reciente por parte de la economía y otras ciencias sociales señala serias desventajas para individuos con determinadas características físicas; por ejemplo, individuos con tonos de piel oscuros tienen un nivel educativo inferior, trabajan en ocupaciones que requieren menos calificaciones, reciben salarios por hora menores, reportan estados de salud más precarios, tienen un acceso más restringido a servicios públicos y reciben menores ofertas de trabajo, en comparación con sus contrapartes de piel clara (Altamirano y Trejo, 2016; Arceo y Campos, 2014; Flores y Telles, 2012; Telles, 2004 y 2014; Villarreal, 2010). De la misma manera, existe evidencia de que el grado de movilidad social en México está relacionado con el tono de la piel. Los individuos con tonos de piel más claros se mueven más fácilmente de las posiciones inferiores a las superiores en los estratos sociales y tienen más probabilidades de permanecer en las posiciones superiores (Campos y Medina, 2017). Más aún, en términos de percepción de la discriminación, según la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS, 2011), 18% de los encuestados consideró que sus derechos civiles han sido violados alguna vez debido a su color de piel, 30% cree que existe un trato desigual para los individuos con tonos de piel más oscuros y, para aquellos entrevistados en búsqueda de un empleo sin haber obtenido alguno, 33% cree que la falta de ofertas se relaciona con su apariencia.
Una posible explicación de estos resultados son, sin duda, las prácticas explícitas de discriminación en entornos laborales, escolares y en la convivencia cotidiana. Sin embargo, una alternativa que no ha sido explorada en México, pero que ha sido clave para justificar diferencias similares en países desarrollados, indica que el esfuerzo y las aspiraciones individuales pueden ser afectados de manera negativa por el entorno y por la identidad social. Cuando las personas piensan y toman decisiones, generalmente usan categorías, identidades y estereotipos provenientes de su entorno social (Kahneman, 2011; Steele, 2011). Algunos modelos mentales son útiles, tales como las normas que implícitamente permiten la convivencia cotidiana, otros pueden contribuir a la transmisión intergeneracional de la pobreza (Banco Mundial, 2015). Investigación previa muestra que las personas pertenecientes a grupos desfavorecidos tienden a subestimar sus habilidades y empeoran en situaciones sociales cuando se les recuerda una característica distintiva de su grupo (Guyon y Huillery, 2014; Hoff y Pandey, 2006 y 2014). Dado que colores de piel oscuros son vinculados con una serie de desventajas sociales, en este trabajo tomamos como hipótesis que éste podría ser el caso para México, por lo que diseñamos un experimento de campo para probarlo. Analizamos, específicamente, si evidenciar una característica física, como el tono de piel, puede afectar las aspiraciones y el esfuerzo individual.
Investigación reciente en el campo de la economía y de la psicología ha demostrado que situaciones de desventaja social pueden generar una manera particular de interpretar el mundo y nuestro papel en él (Banco Mundial, 2015). Una explicación ignorada en México es la posibilidad de que las personas con ciertas características físicas puedan tener expectativas y aspiraciones menores no sólo por su nivel socioeconómico, sino por un conjunto de rasgos físicos a los que, tradicionalmente, se les atribuye un conjunto negativo de valores y cualidades (Feagin y McKinney, 2002; Oehmichen, 2006). Por ejemplo, un individuo con tez muy morena en una sociedad que valora la piel clara puede inclinarse por realizar menos esfuerzo y ajustar así sus aspiraciones a futuro. Si este tipo de marcos existe e impide a ciertos grupos aprovechar las oportunidades económicas y educativas, entonces también podría minar las oportunidades de escapar de la pobreza, debido a un déficit de aspiraciones y esfuerzo. En efecto, existe evidencia contundente que sugiere una fuerte asociación entre desventajas sociales -incluida la pobreza- y bajas aspiraciones a futuro (Appadurai, 2004; Ray, 2006; Duflo, 2012; Haushofer y Fehr, 2014). Este resultado es negativo para la eficiencia económica y la movilidad social.
En el ámbito académico, específicamente, Guyon y Huillery (2014) demuestran que los estudiantes que pertenecen a poblaciones de bajos ingresos en Francia tienen aspiraciones académicas y de empleo más bajas que los estudiantes con más recursos que exhiben el mismo grado de logros académicos. Hoff y Pandey (2014) mostraron que revelar la posición social de los estudiantes durante una prueba estandarizada creó una brecha de rendimiento significativa entre sujetos de clase baja y alta. Cuando no se reveló ninguna clase social, los sujetos de ambos extremos se desempeñaron sin distinción. Afridi, Li y Ren (2015) replican esta metodología para mostrar el impacto de la identidad social -sistema de registro de hogares (hukou) de China, que favorece a los residentes urbanos y discrimina a los residentes rurales en la asignación de recursos- en el desempeño cognitivo de los individuos. Sus resultados demuestran que revelar la identidad hukou de los individuos reduce de manera significativa el desempeño de los estudiantes rurales frente a los urbanos.
México resulta un país interesante para estudiar la relación entre estereotipos por tono de piel y aspiraciones futuras, pues, aunque actualmente los mexicanos se declaren como mestizos, también expresan cotidianamente preferencias por tonos de piel claros y fenotipos europeos y reconocen la existencia de discriminación directa contra minorías raciales (Aguilar, 2011; Telles y Bailey, 2013). La hipótesis en este trabajo es que la identidad social por tono de piel puede afectar las aspiraciones futuras y el esfuerzo en pruebas cognitivas. Por tanto, para mostrar evidencia empírica de dicha hipótesis, implementamos un diseño experimental similar al de Hoff y Pandey (2014) y Afridi, Li y Ren (2015). Analizamos, tal como la literatura internacional previa, si es que los estereotipos por color de piel afectan el desempeño en actividades cognitivas relacionadas con el rendimiento académico. Sin embargo, avanzamos en esta literatura al incluir el efecto de los estereotipos en las aspiraciones a futuro.
El experimento de campo fue implementado en escuelas secundarias públicas en la Ciudad de México. Participaron 1092 alumnos de los tres grados de secundaria -de 12 a 16 años de edad-. Solicitamos a cada alumno resolver un cuestionario diseñado para evaluar capacidades cognitivas bajo incentivos y un cuestionario sobre sus aspiraciones a futuro; sólo aquellos alumnos con desempeño superior a un rango específico podían participar en un esquema de recompensas. Cada grado tenía al menos cuatro grupos, por lo que a cada grupo se le asignó una intervención distinta (aleatorización entre grupos dentro de cada escuela-grado). La intervención consistía en manipular la información que recibía cada uno antes de comenzar a resolver la prueba. De manera específica motivábamos la autoevaluación del tono de piel de cada uno y generábamos un estímulo mostrando imágenes referentes a figuras públicas (políticos, empresarios y gente en los medios) con tez clara o blanca en México. El grupo de control resolvió directamente la prueba sin recibir ninguna información antes de la prueba. El primer grupo de tratamiento recibió sólo una hoja con 12 fotografías de figuras públicas. El segundo grupo de tratamiento recibió sólo una hoja con una paleta de colores para autoevaluar el tono de piel y tomar consciencia de su identidad social. Finalmente, el tercer grupo de tratamiento recibió la hoja de fotografías de figuras públicas y la paleta de colores para autoevaluarse (en ese orden). La hipótesis principal es que mientras más notorio sea el propio tono de piel y su asociación con resultados futuros (hoja de fotografías, tratamiento 3), mayor será el efecto negativo en aspiraciones y en esfuerzo.
Nuestros resultados indican la presencia de un efecto de tratamiento negativo principalmente en las aspiraciones futuras de los participantes. Los estudiantes del grupo de tratamiento 3, que trata la identificación social por tono de piel y su posible relación con resultados de vida, obtienen un peor desempeño en la prueba de habilidades cognitivas (0.16 desviaciones estándar) y en las aspiraciones futuras (0.26 desviaciones estándar), comparados con los estudiantes en el grupo de control. Este efecto proviene principalmente de las mujeres (0.22 para la prueba cognitiva y 0.31 sobre las aspiraciones futuras), evidencia de que ellas son más sensibles a la identidad social y a estereotipos. Sin embargo, el resultado para habilidades cognitivas es estimado de manera imprecisa y no es estadísticamente significativo a 5%. Adicionalmente, los resultados sugieren que los grados académicos que determinan el efecto negativo son segundo y tercero. Este hecho indica que los efectos de la identidad social sobre el color de piel pudieran comenzar a ser notados entre los 13 y 15 años de edad.
En general, los resultados fortalecen la hipótesis que señala que la identidad social y los estereotipos de color de piel afectan las aspiraciones y el desempeño de los jóvenes en México. Sin embargo, es importante señalar que las conclusiones presentadas aquí deben ser empleadas con cautela. Primero, los resultados citados son estadísticamente significativos a 10%. Para obtener un efecto significativo a 5% en una comparación de medias simple, se requieren 1500 estudiantes en cada tratamiento (considerando un efecto de 0.10 desviaciones estándar). Para este estudio no conocíamos a priori la magnitud del efecto, ya que no existe un estudio similar en el país. No obstante, futuras investigaciones pueden tomar estos resultados como referencia. Segundo, nuestra muestra parece indicar que los impactos son negativos desde segundo grado de secundaria. Sin embargo, es necesario extender esta investigación a primaria y bachillerato para corroborar si la identidad social se vuelve relevante a partir de la secundaria y también si el efecto se vuelve más negativo conforme la edad avanza. Por último, en este estudio no hemos sido capaces de incluir información sobre variables familiares e individuales por motivos de privacidad de los participantes. Los resultados y las conclusiones aquí presentados podrían beneficiarse al incluir este tipo de variables. No obstante, dado que el análisis proviene de un experimento controlado y aplicado de manera aleatoria dentro de la misma escuela-grado, esperaríamos que estas condiciones se encuentren balanceadas y que la inclusión de dicha información no modifique sustancialmente los efectos reportados.
En términos de política pública, este artículo indica que las diferencias en resultados de vida y movilidad social observados entre individuos con diferentes tonos de piel (todo lo demás constante) no sólo se deben a discriminación a lo largo del ciclo de vida, sino también a los estereotipos sobre el tipo de persona que puede tener éxito. El estereotipo por color de piel es favorable para tonos de piel más claros. Por tanto, es importante que diferentes niveles de la sociedad mexicana jueguen un papel más activo en la erradicación de dichos estereotipos. Para modificar una norma social, las instituciones juegan un papel fundamental. En este sentido, el Estado, la familia, las autoridades educativas y otros actores deben involucrarse activamente. Para comenzar, es relevante que la política de medios del gobierno incluya individuos representativos de la población mexicana. El Estado y el sector privado podrían impulsar medidas para que la publicidad represente de los diferentes tonos de piel -esto no ocurre actualmente-. Asimismo, las escuelas deben poner especial atención al acoso escolar relacionado con el tono de piel.
I. Formato experimental
El objetivo de este experimento es determinar si el rendimiento cognitivo de los estudiantes y sus aspiraciones sobre el futuro son afectados cuando se hace manifiesto su tono de piel. La hipótesis de este trabajo propone que la existencia de mapas mentales y estereotipos puede disminuir el esfuerzo y aspiraciones individuales de manera subjetiva. El experimento consistía en resolver un cuestionario de habilidades cognitivas estandarizado mientras variábamos la información que recibía cada alumno antes de comenzar a resolver la prueba.
1 Cuestionario estandarizado de habilidades cognitivas
El experimento fue realizado utilizando pluma y papel en aulas de tres escuelas secundarias públicas de la Ciudad de México.1 Cada escuela tenía al menos cuatro grupos por grado. La aleatorización se realizó al nivel de escuela-grado, donde cada grupo fue elegido al azar para recibir una intervención o ser parte del grupo control. En cada aula había alrededor de 25 estudiantes sentados en pupitres individuales. Desde que el experimentador entraba a la sala se prohibía la comunicación entre alumnos. Antes de comenzar cualquier tarea el experimentador se presentaba cordialmente como un investigador académico con el propósito de aplicar una prueba rutinaria y sin ningún efecto en las evaluaciones oficiales de los alumnos. Más adelante, se explicaba detalladamente el contenido de la prueba, el límite de tiempo para resolverla y el esquema de recompensas diseñado para incentivar a los estudiantes.2
La prueba cognitiva estaba compuesta por dos secciones; cada sección tenía un tiempo límite de 10 minutos cronometrados por el experimentador. La instrucción era resolver el mayor número de reactivos posibles dentro del tiempo especificado. La primera sección consistía en una prueba corta de 20 matrices progresivas de Raven, comúnmente empleadas para medir la inteligencia fluida (la habilidad para resolver problemas previamente desconocidos, detectar patrones y usar el razonamiento lógico general). En la prueba los sujetos debían completar una imagen con la pieza adecuada, escogiendo una opción de un conjunto de patrones posibles; la puntuación de la sección consistía en el número de respuestas correctas. Esta prueba es uno de los módulos de la cuarta edición de la escala de inteligencia de Wechsler para Adultos (WAIS-IV, 2008) y es una de las pruebas de inteligencia más ampliamente utilizadas (Jensen, 1998). La segunda sección estaba compuesta de 15 laberintos, con la misma dificultad, obtenidos mediante un generador especializado.3 La tarea consistía en encontrar un camino a través del laberinto sin cruzar las líneas sólidas. El experimentador explicaba las reglas usando un laberinto de muestra de dificultad similar al utilizado en el experimento. Esta prueba es comúnmente empleada en diversos diseños experimentales por su falta de complicación técnica (Afridi, Li y Ren, 2015; Gneezy, Niederle y Rustichini, 2003; Hoff y Pandey, 2006). La puntuación total del cuestionario estandarizado es la suma de aciertos en cada sección.
2. Tratamientos, manipulación de identidades
Para probar una relación causal entre estereotipos por tono de piel y el desempeño académico y las aspiraciones futuras, diseñamos tres tratamientos y asignamos a los 1 092 participantes, de manera aleatoria y homogénea, a uno de cuatro grupos (dentro de cada escuela-grado): el grupo de control y tres grupos referentes a los tratamientos. Todos los grupos se enfrentaron al mismo cuestionario estandarizado; sin embargo, antes de empezar el cuestionario a cada grupo -control y tratamientos- se le asignó diferente información.4
En los grupos de control los alumnos debían responder la mayor cantidad posible de reactivos del cuestionario estandarizado de habilidades cognitivas en un rango de 20 minutos sin recibir ninguna información antes del cuestionario. El tratamiento 1 consistía en pedir a los participantes observar un mosaico con 12 fotografías de personajes públicos en México con tez blanca o clara principalmente,5 marcar a aquellos personajes con quienes estaban familiarizados y contestar las preguntas: “¿Te identificas con ellos?”, “¿Por qué?” y “¿Cómo te hace sentir esto?” Inmediatamente después se pedía resolver el cuestionario estandarizado con un límite temporal de 20 minutos. El tratamiento 2 consistía en pedir a los participantes que observaran una paleta de colores (PERLA)6 durante cinco minutos, clasificaran su propio tono de piel, contestaran la pregunta “¿Cómo te hace sentir esto?” e inmediatamente después contestar el cuestionario estandarizado con límite temporal de 20 minutos. La paleta de colores tiene un rango de 1 (color de piel más claro) a 11 (color de piel más oscuro) en incrementos unitarios; por tanto, los estudiantes tenían que escribir el número de color de piel que creían más cercano al suyo. Por último, el tratamiento 3 estaba compuesto por los estímulos de los tratamientos 1 y 2. Primero se pedía a los participantes observar el mosaico de imágenes de personajes con tez blanca o clara, después observar y calificar su tono de piel y, por último, contestar el cuestionario con el mismo límite temporal. Adicionalmente, para todos los grupos, al final de la prueba estandarizada se solicitaba contestar un cuestionario anónimo con información básica y con elementos referentes a sus aspiraciones sobre el futuro, el cual es explicado en la siguiente sección.
La composición de grupos de control y tratamientos se muestran en el Cuadro 1. El número total de participantes fue de 1092 alumnos. La muestra estuvo compuesta de la siguiente manera: 34% de los participantes eran alumnos de primer grado de secundaria (entre los 12 y los 14 años de edad), 33% eran de segundo año (entre los 13 y los 15 años de edad), y 33% eran de tercer grado (entre los 14 y los 16 años de edad). Los participantes fueron homogéneamente distribuidos entre grupos de tratamiento. El grupo de control, el grupo de tratamiento 1 y el grupo de tratamiento 2 aportan, cada uno, 22% de la muestra, mientras que el número de participantes que recibieron el tratamiento 3 representa 34% de la muestra total. La muestra está equitativamente distribuida en cuestión de género: 52% de los participantes son mujeres. De la misma manera, todos los grupos (control y tratamientos) tienen características balanceadas, es decir, no existen diferencias estadísticas significativas entre los promedios de edad, número de hermanos y tono de piel autorreportado (basado no en el de la intervención sino en la pregunta aplicada a todos los estudiantes en el cuestionario al final).7
II. Estadísticas descriptivas
En esta sección describimos las características de los participantes e introducimos estadísticas descriptivas de su desempeño en las pruebas. El Cuadro 2 muestra la información autorreportada por cada participante durante la prueba. Esta información es recopilada mediante un cuestionario después de aplicarse las pruebas cognitivas y se relaciona con las expectativas y aspiraciones individuales a futuro. En específico, se realizan preguntas sobre la probabilidad de concluir una carrera universitaria, la importancia de los conocimientos escolares en el trabajo futuro, la capacidad de controlar el futuro y el salario que cree recibir por su trabajo.8 Tanto el reactivo relacionado con la educación universitaria, como el reactivo sobre el control del futuro están medidos en una escala del 1 al 10, donde 1 es “nada probable” y “no depende nada”, respectivamente, y 10 representa “totalmente probable” y “depende totalmente de mí”. La variable importancia del conocimiento está en escala del 1 al 5, donde 1 es “nada importante” y 5 es “totalmente importante”. Por su parte, la variable salario futuro está codificada en escala del 1 al 6, donde 1 es “$4 000 o menos”, 2 es “$4 000 a $7 000”, 3 es “$7 000 a $10 000”, 4 es “$10 000 a $15 000”, 5 es “$15 000 a $20 000” y 6 “más de $20000”. Con el fin de generar una medida única sobre las aspiraciones futuras de cada participante, construimos un índice de aspiraciones futuras a nivel individual utilizando el método de componentes principales (CEEY, 2013; McKenzie, 2005; Torche, 2015).9 De esta manera es posible obtener una representación numérica unidimensional de las aspiraciones de cada participante a partir de sus respuestas.
Primer grado | Segundo grado | Tercer grado | Total | |||||
Hombres | Mujeres | Hombres | Mujeres | Hombres | Mujeres | Hombres | Mujeres | |
Promedio escolar | 9.1 | 9.2 | 9.0 | 9.2 | 9.0 | 9.2 | 9.0 (0.7) |
9.2 (0.6) |
Tono de piel autorreportado |
4.9 | 4.7 | 5.1 | 4.8 | 5.0 | 4.6 | 5.0 (1.2) |
4.7 (1.0) |
Probable universidad |
9.1 | 9.5 | 9.3 | 9.5 | 9.3 | 9.5 | 9.2 (1.1) |
9.5 (0.9) |
El futuro depende de usted |
1.8 | 1.8 | 2.2 | 2.1 | 1.9 | 1.9 | 2.0 (0.8) |
1.9 (0.8) |
Importancia del conocimiento |
9.0 | 9.4 | 9.2 | 9.4 | 9.3 | 9.5 | 9.1 (1.3) |
9.4 (0.9) |
Salario futuro | 4.8 | 4.6 | 4.8 | 4.7 | 4.9 | 4.9 | 4.9 (1.3) |
4.6 (1.3) |
Aspiraciones (PCA) |
-0.15 | 0.13 | -0.24 | -0.02 | 0.01 | 0.23 | -0.13 (1.3) |
0.12 (1.2) |
a Entre paréntesis la desviación estándar. Las variables dependientes Probable universidad, Importancia del conocimiento. El futuro depende de usted y Salario futuro, son obtenidas gracias a cuestionarios individuales a los alumnos participantes. PCA se refiere al análisis de componentes principales de esas cuatro aspiraciones.
En primer lugar, el Cuadro 2 muestra el promedio de aprovechamiento académico de los participantes. En todos los grados, éste es superior en el caso de las mujeres. De manera similar, el mismo cuadro muestra diferencias significativas en el tono de piel autorreportado por mujeres y hombres: en promedio, las mujeres reportan tener un color de piel 0.3 tonos menor al de los hombres; esta diferencia aumenta a medida que la edad avanza, ya que la diferencia reportada por las mujeres en tercer grado (0.4) es mayor que la reportada durante el segundo (0.3) y el primer año (0.2).10 También se muestran indicios de mapas mentales y estereotipos aprendidos desde temprana edad, pues, aunque el desempeño académico promedio de las mujeres sea superior al de los hombres en dos puntos porcentuales, y tanto las aspiraciones sobre asistir a la universidad como la conciencia sobre la responsabilidad sobre el futuro no sean diferentes, las perspectivas sobre el salario futuro sí son menores (tres puntos porcentuales). Este resultado va de la mano con el índice de aspiraciones futuras; dado que dicho índice está estandarizado, un signo negativo se traduce como aspiraciones futuras por debajo de la media de la muestra. De esta manera, los hombres tienen, en promedio, aspiraciones por debajo de la media (0.13 desviaciones estándar) y las mujeres son optimistas respecto a su futuro y su propia capacidad de influirlo (0.12 desviaciones estándar).
Para continuar, comenzamos con el análisis del desempeño de los alumnos en el cuestionario estandarizado de habilidades cognitivas. La Gráfica 1 muestra el número de reactivos correctos por tipo de tratamiento. En promedio, los participantes asignados al grupo de control logran responder correctamente 23.4 reactivos de 35 posibles (20 matrices de Raven y 15 laberintos). El grupo de tratamiento 1, en el que se muestran fotos de personajes públicos en México, responde correctamente 23.3 reactivos, mientras que el grupo de tratamiento 2, responde 23. Tal y como se plantea en la hipótesis de este trabajo, el grupo de tratamiento 3, que al que corresponden la autoevaluación del tono de piel y su relación con el estatus socioeconómico en México, muestra el menor promedio de reactivos correctos: 22.9. Estos resultados descriptivos señalan la existencia de un efecto negativo en el desempeño de los alumnos, aunque de una magnitud discreta, entre los grupos de control y el tratamiento 3. En promedio, los alumnos sometidos al estímulo responden 0.45 reactivos correctos menos que aquellos que no fueron sometidos. Este hecho señaliza que los estereotipos de tono de piel y su relación tienen un efecto negativo en el rendimiento desde temprana edad.
a El círculo representa el promedio de número de reactivos correctos para cada tratamiento. Para facilitar la comparación entre tratamientos, estandarizamos la variable “número de reactivos correctos” en términos de “escuela-grado-turno”. De esta manera, es posible comparar la información obtenida entre escuelas, grados académicos y turnos escolares. En términos estandarizados, el grupo de control tiene un promedio de 0.062, el de tratamiento 1 (Fotos) de 0.012, el de tratamiento 2 (Paleta de color de piel) de -0.013 y el de tratamiento 3 (Ambos) -0.042.
Una cuestión por demás interesante es si este efecto es similar para mujeres y hombres. La literatura sobre estereotipos ha encontrado que las mujeres son más susceptibles a efectos negativos por estereotipos. Nguyen y Ryan (2008) realizan un análisis exhaustivo de esta literatura y concluyen que, aunque existen efectos mediadores tales como la intensidad del estímulo y la dificultad de la prueba experimental, las mujeres reaccionan en mayor medida que los hombres ante estímulos estereotípicos, sobre todo, con estímulos sutiles, como el empleado en esta investigación. Este resultado también es confirmado en la amplia revisión de literatura en Croson y Gneezy (2009). Mientras tanto, Bohnet (2016) argumenta que las mujeres sienten más presión por comportarse de acuerdo con ciertas normas sociales y, por tanto, son más sensibles a los estereotipos. En este sentido, replicamos la Gráfica 1, pero mostrando las diferencias de género. La Gráfica 2 muestra el promedio de aciertos correctos para cada grupo de tratamiento y por género. En primer lugar, es importante notar que el desempeño de las mujeres es inferior -en términos de esta prueba- al desempeño que presentan los hombres para cada tratamiento. De la misma manera, la caída en el desempeño entre el grupo de control y el de tratamiento 3 es mayor para mujeres que para hombres.
Finalmente, la Gráfica 3 presenta el nivel de aspiraciones por grupo de tratamiento. La variable de aspiraciones se refiere a la variable estandarizada proveniente del método de componentes principales que agrega las cuatro aspiraciones descritas en la Gráfica 2. En general, las aspiraciones son mayores para el grupo de control y para el grupo que recibe las fotos de personajes públicas (tratamiento 1) que para los otros grupos. Las mujeres, generalmente, presentan mayores aspiraciones que los hombres, con excepción del grupo de tratamiento 2, aunque la diferencia es mínima. Comparando el nivel de aspiraciones del grupo de control con el grupo de tratamiento 3 (A + B o el efecto combinado de las fotos de personajes públicos y la autoevaluación en la escala de tono de piel), se observa que la caída es mayor para las mujeres (0.25 desviaciones estándar) que para los hombres (0.11 desviaciones estándar).
a La variable dependiente Aspiraciones es construida empleando el análisis de componentes principales sobre las preguntas “¿Qué tan probable es que termine la universidad?”, “¿Qué tan importantes son los conocimientos para el futuro?”, “¿Qué tanto depende de usted que le vaya bien en la vida?” y “¿Cuánto espera ganar mensualmente cuando sea adulto?” El círculo representa el promedio estandarizado del número de reactivos correctos para cada grupo.
Hasta el momento se han presentado resultados descriptivos. En ellos se aprecia que la hipótesis alternativa sobre identidad social y estereotipos en desempeño y aspiraciones pudiera tener validez. En la siguiente sección analizamos la significancia estadística de la relación en un marco de regresión.
III. Resultados
1. Efecto tratamiento en desempeño en pruebas cognitivas
El Cuadro 3 muestra el efecto de cada grupo de tratamiento en el desempeño de las pruebas cognitivas. El número de aciertos en las pruebas se estandarizó por escuela-grado. Las columnas se refieren a todos los individuos, mujeres y hombres. El cuadro tiene dos paneles, uno que se refiere a la medida estandarizada de todos los aciertos (matrices de Raven y laberintos) y el otro que se refiere únicamente al resultado en matrices de Raven. Realizamos esto así porque las matrices de Raven son una medida más establecida para calcular inteligencia fluida que los laberintos. El vector de variables de control utilizado en las columnas 1 a 3 incluye la edad del estudiante, el género (sólo para la columna 1) y el número de hermanos. Para analizar la robustez del resultado, también mostramos, en las columnas 4 a 6, las estimaciones cuando se incluye adicionalmente una variable indicadora con valor 1 si el tono de piel autorreportado es mayor a 4 en la escala PERLA (éste se pregunta al final de la sesión experimental en el cuestionario final) y 0 si el tono de piel es claro (PERLA 1 a 4). Finalmente, todas las estimaciones incluyen efectos fijos de escuela-grado.11
(1) Todos |
(2) Mujeres |
(3) Hombres |
(4) Todos |
(5) Mujeres |
(6) Hombres |
|
A. Matrices de Raven y laberintos | ||||||
T1: Fotos | -0.06 | -0.05 | -0.07 | -0.06 | -0.05 | -0.08 |
(0.091) | (0.126) | (0.135) | (0.091) | (0.126) | (0.135) | |
T2: Paleta color de piel | -0.11 | -0.04 | -0.20 | -0.12 | -0.05 | -0.20 |
(0.091) | (0.129) | (0.131) | (0.091) | (0.129) | (0.132) | |
T3: Ambos | -0.14* | -0.19 | -0.12 | -0.15* | -0.21* | -0.12 |
(0.084) | (0.120) | (0.120) | (0.084) | (0.120) | (0.120) | |
Número de observaciones |
1 092 | 565 | 527 | 1 092 | 565 | 527 |
(7) Todos |
(8) Mujeres |
(9) Hombres |
(10) Todos |
(11) Mujeres |
(12) Hombres |
|
B. Matrices de Raven | ||||||
T1: Fotos | -0.12 | -0.11 | -0.14 | -0.12 | -0.11 | -0.15 |
(0.092) | (0.129) | (0.132) | (0.092) | (0.129) | (0.132) | |
T2: Paleta color de piel | -0.10 | -0.12 | -0.10 | -0.11 | -0.13 | -0.11 |
(0.092) | (0.132) | (0.128) | (0.092) | (0.132) | (0.129) | |
T3: Ambos | -0.16* | -0.22* | -0.12 | -0.17** | -0.23* | -0.12 |
(0.084) | (0.123) | (0.118) | (0.084) | (0.123) | (0.118) | |
Número de observaciones |
1 092 | 565 | 527 | 1 092 | 565 | 527 |
a Errores estándar entre paréntesis *** p<0.01, ** p <0.05, * p <0.1. El panel A estima el efecto de los distintos tratamientos sobre el número de aciertos totales (estandarizados), mientras que el B se concentra en el número de aciertos de Raven (estandarizados). En específico, se estima el modelo Yij = ϕ + β1*Trata1 + β2 *Trata2 + β3 *Trata3 + βj *Xij + uij , donde Yij representa el número estandarizado por escuela-grado de aciertos totales o el número de aciertos de Raven de cada participante; Trata1, Trata2 y Trata3 son variables identificadoras del tipo de tratamiento (1 en caso de que el sujeto i haya recibido el tratamiento y 0 en caso contrario, cada sujeto participó únicamente en un tratamiento); ϕ representan efectos fijos de escuela-grado, y Xij es un vector de variables de control. Todas las columnas incluyen como variables independientes la edad y el número de hermanos. Las columnas 1, 4, 7 y 10 incluyen una variable indicadora de género. Las columnas 4 a 6 y 10 a 12 incluyen, además, una variable dicotómica denominada “Piel oscura” que identifica a los alumnos que reportan un tono de piel 5 a 11 en la escala PERLA.
El panel A incluye los resultados de ambas pruebas cognitivas. Los resultados son estimados de forma imprecisa, no son estadísticamente significativos a 5%, aunque su magnitud es importante. Manteniendo todo lo demás constante, el resultado principal implica que los estudiantes en el grupo de tratamiento 3 obtienen 0.14 desviaciones estándar promedio menos que los estudiantes en el grupo de control. Este efecto proviene principalmente de las mujeres. En el caso de hombres los resultados son menores en magnitud y no son estadísticamente significativos. Asimismo, se puede observar en las columnas 1 y 4 que, en general, conforme se aumenta la intensidad del tratamiento (del 1 al 3), el efecto de la intervención se vuelve más negativo, aunque los estimadores no son estadísticamente diferentes entre sí. La falta de significancia se debe a un bajo poder estadístico. Para obtener un efecto estadísticamente significativo a 5% en una comparación de medias simple, requeriríamos 1500 estudiantes en cada tratamiento (para un efecto de 0.10 desviaciones estándar).12 Para este estudio no conocíamos a priori el posible efecto, por lo que pensamos que estudios futuros pueden utilizar los resultados aquí presentados para planificar el número de observaciones requeridas.
Las matrices de Raven representan una medida de inteligencia fluida más establecida y aceptada que el número de laberintos resueltos. El panel B del Cuadro 3 muestra los resultados. En general, los impactos de la intervención son ligeramente mayores. Las columnas 8 y 11 muestran que, para las mujeres, el recibir las 12 fotografías de personajes públicos y el tono de piel autorreportado antes de realizar las pruebas cognitivas reduce su desempeño en 0.22 a 0.23 desviaciones estándar en contraste con el hecho de no recibir nada. El impacto para hombres es menor y no es estadísticamente significativo.13
Adicionalmente, una cuestión interesante es el momento (edad) en que estos efectos son relevantes. Aunque el tamaño de la muestra es bajo y los resultados presentados aquí deben tomarse con cautela, también parecen muy informativos e intuitivos. Para aumentar el poder estadístico, agrupamos a los participantes del tratamiento 1 con el grupo de control y a los participantes del tratamiento 2 con los participantes del tratamiento 3, para tener sólo dos grupos: tratamiento y control.14 La Gráfica 4 incluye los efectos estimados por grado académico cuando se mide desempeño con el número de aciertos estandarizados de las matrices de Raven. Los resultados sugieren que los grados académicos que determinan el efecto negativo son segundo y tercero, aunque en el último grado el intervalo de confianza es amplio y, por tanto, el coeficiente estimado para ese grado no es estadísticamente significativo. En nuestra muestra el efecto es estadísticamente diferente de 0 en segundo de secundaria, y pareciera (aunque el intervalo de confianza no permite asegurarlo) que el efecto también es negativo en tercero de secundaria. Esto podría suponer que los efectos de la identidad social sobre color de piel empiezan a ser notados en segundo de secundaria. Sin embargo, esta interpretación debe tomarse con cautela por dos motivos principales. En primer lugar, es fundamental probar la hipótesis con una muestra mayor en cada grado escolar para disminuir la ambigüedad estadística y corroborar la dirección del efecto aquí mostrado. En segundo lugar, es necesario incluir otros niveles académicos antes y después de la secundaria para corroborar tanto la magnitud como la validez del efecto en diferentes edades. Investigación futura podría usar los resultados presentados aquí para obtener muestras en estudiantes de primaria y bachillerato, con el fin de analizar si el efecto crece con la edad y si, efectivamente, antes de segundo de secundaria no existe dicho efecto.
a Las barras verticales representan intervalos de confianza a 90%. El diamante en el centro de las barras representa la estimación del efecto tratamiento (T2: Paleta de color de piel y T3: Paleta de color de piel y fotografías) sobre el número de aciertos estandarizado de Raven por grado académico. Los efectos se estiman por separado usando submuestras de alumnos pertenecientes a cada grado escolar. Variables de control en la nota del Cuadro 3.
¿Qué tan grandes son los efectos negativos encontrados? Fryer (2017) ha realizado un resumen exhaustivo de los impactos de diversas intervenciones, en desviaciones estándar, en pruebas cognitivas en países avanzados y provenientes de 196 experimentos de campo diferentes. Por un lado, los mayores impactos son encontrados en intervenciones en edad temprana de 0 a 5 años de edad (0.12 desviaciones estándar) y en altas dosis de sesiones con tutor (0.39). Por otro lado, incentivos monetarios a los estudiantes o profesores tienen impactos de 0.04 a 0.05 desviaciones estándar. Por tanto, los efectos encontrados aquí tienen impactos similares a los de una intervención en edad temprana. Esto implica que el efecto negativo encontrado es de magnitud relativamente grande cuando se toman como referencia los impactos reportados en Fryer (2017).
2. Efecto tratamiento en el nivel de aspiraciones futuras
La identidad social y el estereotipo positivo de tez blanca también pueden afectar las aspiraciones en los jóvenes. El Cuadro 4 muestra resultados sobre el nivel de aspiraciones estandarizado usando regresiones similares a las utilizadas en el Cuadro 3. Las columnas 1 a 3 incluyen controles de edad y número de hermanos, y las columnas 4 a 6 también incluyen una variable dicotómica de color de piel oscuro, así como todas las regresiones incluyen efectos fijos de escuela-grado. Las columnas 1 y 4 muestran que el tratamiento 2 (evaluar el color de piel individual) y el tratamiento 3 (recibir imágenes de personajes públicos y evaluar el color de piel individual) son estadísticamente significativos a 5%. Este resultado nuevamente proviene del efecto negativo en las mujeres. Para los hombres el efecto también es negativo, pero menor, y no es estadísticamente diferente de 0. Estos resultados muestran que las mujeres son más sensibles a la identidad social y a estereotipos. Los resultados de aspiraciones son estimados de manera más precisa que los de habilidad cognitiva.
(1) Todos |
(2) Mujeres |
(3) Hombres |
(4) Todos |
(5) Mujeres |
(6) Hombres |
|
T1: Fotos | 0.04 | 0.08 | -0.05 | 0.04 | 0.08 | -0.06 |
(0.110) | (0.142) | (0.176) | (0.110) | (0.142) | (0.177) | |
T2: Paleta color de piel | -0.23** | -0.35** | -0.13 | -0.23** | -0.34** | -0.14 |
(0.113) | (0.148) | (0.176) | (0.113) | (0.149) | (0.176) | |
T3: Ambos | -0.26** | -0.31** | -0.21 | -0.26** | -0.30** | -0.23 |
(0.102) | (0.135) | (0.158) | (0.102) | (0.136) | (0.158) | |
Número de observaciones | 1 092 | 565 | 527 | 1 092 | 527 | 500 |
a Véase la nota en el Cuadro 3. La variable dependiente es el nivel de aspiraciones estandarizado proveniente del método de componentes principales que agrega cuatro aspiraciones: “¿Qué tan probable es que termine la universidad?”, “¿Qué tan importantes son los conocimientos para el futuro?”, “¿Qué tanto depende de usted que le vaya bien en la vida?” y “¿Cuánto espera ganar mensualmente cuando sea adulto?”
La Gráfica 5 muestra una representación análoga a la Gráfica 4, pero para el nivel de aspiraciones. Similar al impacto reportado en la prueba de Raven, desde segundo de secundaria se puede observar un efecto negativo que es estadísticamente distinto de 0. Este efecto se mantiene para tercero de secundaria. En cambio, para primero de secundaria no se puede rechazar la hipótesis de nulo efecto. Los resultados de las Gráficas 4 y 5 se complementan y fortalecen lo encontrado en este artículo: la identidad social y los estereotipos de color de piel afectan las aspiraciones de los jóvenes en México.15
a Las barras representan intervalos de confianza a 90%. El diamante en el centro de las barras representa la estimación del efecto tratamiento (T2: Paleta de color de piel y T3: Paleta de color de piel y fotografías) sobre el nivel de aspiraciones estandarizado por grado académico. Los efectos se estiman por separado usando submuestras de alumnos pertenecientes a cada grado escolar. Véanse las variables de control en la nota del Cuadro 3.
Conclusiones
Investigaciones previas muestran que en México el color de piel es relevante para resultados de vida y para la movilidad social. Un posible canal de este resultado es la discriminación. Otro posible canal es que el esfuerzo y las aspiraciones de personas con tonos de piel sujetos a estereotipos negativos sean menores. En otras palabras, ya que la sociedad valora ciertos rasgos físicos (identidad social), los individuos afectados pueden modificar su conducta y ajustar sus expectativas. En este trabajo hemos diseñado una intervención experimental para analizar si la identidad social y los estereotipos por color de piel afectan el desempeño en pruebas cognitivas y las aspiraciones futuras en jóvenes.
El experimento de campo fue implementado en escuelas secundarias públicas en la Ciudad de México y participaron 1 092 alumnos de los tres grados de secundaria. Cada alumno debía resolver un cuestionario diseñado para evaluar capacidades cognitivas bajo incentivos y otro cuestionario acerca de sus aspiraciones sobre el futuro. La intervención consistía en manipular la información que recibía el alumno antes de comenzar a resolver la prueba. Concretamente, motivábamos la autoevaluación del tono de piel de cada alumno y generábamos un estímulo mostrando imágenes referentes a figuras públicas. La hipótesis principal es que mientras más autoconcientes sean del propio tono de piel y su asociación con resultados futuros, mayor será el efecto negativo en sus aspiraciones y en su esfuerzo.
Los resultados experimentales indican la presencia de un efecto de tratamiento negativo, principalmente en las aspiraciones futuras de los participantes. Se encuentran resultados negativos en pruebas de habilidades cognitivas, aunque son estimados de manera imprecisa. Los estudiantes del grupo que reconocía su identificación social por tono de piel y su posible relación con resultados de vida, obtuvieron un peor desempeño en la prueba de habilidades cognitivas (0.16 desviaciones estándar en matrices de Raven) y en las aspiraciones futuras (0.26 desviaciones estándar), comparados con los estudiantes en el grupo de control. Sin embargo, este efecto proviene principalmente de las mujeres (0.22 para la prueba cognitiva y 0.31 sobre las aspiraciones futuras), evidencia de que ellas son más sensibles a la identidad social y a los estereotipos (como lo ha señalado literatura en psicología). En general, los resultados fortalecen la hipótesis que señala que la identidad social y los estereotipos de color de piel afectan las aspiraciones y el desempeño de los jóvenes en México. Para facilitar el contraste de los resultados empleamos el metaanálisis en Fryer (2017), en el que se analizan diversas intervenciones provenientes de 196 experimentos de campo enfocados a entender la relación entre la formación de capital humano y diversos factores como la educación, el ambiente al crecer y variables socioeconómicas, entre otras. Los mayores impactos, por un lado, son encontrados en intervenciones en edad temprana de cero a cinco años (0.12 desviaciones estándar) y en altas dosis de sesiones con tutores especializados (0.39). Por otro lado, incentivos monetarios a los estudiantes o profesores tienen impactos de 0.04 a 0.05 desviaciones estándar. De esta manera, los efectos encontrados aquí tienen impactos similares a los de una intervención en edad temprana y se pueden considerar de magnitud grande.
Antes de discutir los resultados en términos de política pública, vale la pena mencionar las limitaciones de esta investigación. Primero, las estimaciones de la intervención en pruebas cognitivas son imprecisas y no son estadísticamente significativas a 5%. Esto se debe a que el poder estadístico es bajo. Segundo, el estudio se realiza en escuelas secundarias de alto nivel académico; por ello es necesario realizar más estudios similares de tal manera que las estimaciones sean más precisas y también puedan generar validez externa para toda la población en México. Del mismo modo, nuestra muestra parece indicar que los impactos son negativos desde segundo de secundaria. Sin embargo, es necesario extender esta investigación a primaria y a bachillerato para corroborar si la identidad social se vuelve relevante a partir de secundaria y si el efecto se vuelve más negativo conforme la edad avanza. En este estudio no hemos sido capaces de incluir información sobre variables familiares e individuales por motivos de privacidad de los participantes. Sin embargo, literatura relevante ha descrito la importancia del papel de la familia y el contexto socioeconómico durante en edades tempranas, entre otras variables omitidas, en el estudio de las aspiraciones y capacidades futuras (McGinn, Ruiz y Long, 2015). Los resultados y las conclusiones aquí presentados podrían beneficiarse si se incluyen estas variables. No obstante, dado que el análisis proviene de un experimento controlado y aplicado de manera aleatoria dentro de la misma escuela-grado, esperaríamos que estas condiciones se encuentren balanceadas y que la inclusión de dicha información no modifique sustancialmente los efectos reportados.
En México existen varias expresiones comunes como: “Cásate con un güero para mejorar la raza” en la que el “güero” es una persona con tez blanca, o bien “Nunca falta el prietito en el arroz” (Nájar, 2016). Esto es consistente con evidencia antropológica que indica que los mexicanos asocian a los blancos con un mayor estatus socioeconómico y con cualidades inherentemente mejores (Navarrete, 2016; Telles, 2014; Oehmichen, 2006). Es decir, el estereotipo por color de piel es indudablemente favorable con los tonos de piel más claros. ¿Qué posibles políticas públicas, entonces, podrían implementarse? La formación de preferencias depende de modelos de actitudes y normas sociales. Por tanto, es importante que en medios de comunicación aparezcan personas representativas del color de piel del país -esto no ocurre actualmente en México (Navarrete, 2016)-. Asimismo, en las escuelas se debe poner especial atención al acoso escolar (incluyendo aquel relacionado con el tono de piel).
Nuestros resultados muestran (bajo el supuesto de generalización de resultados a todo el país) que la internalización social de estereotipos negativos por color de piel afecta negativamente el esfuerzo y las aspiraciones futuras de los jóvenes mexicanos. En otras palabras, aspectos culturales en la sociedad mexicana afectan el modo en que los individuos se comportan y toman decisiones. Por tanto, diferencias en resultados de vida y movilidad social en México para individuos similares, pero con tonos de piel distintos también podrían explicarse por la existencia de estereotipos. En conclusión, combatirlos tendría impactos positivos tanto en eficiencia económica como en movilidad social.