Introducción
El objetivo de este trabajo es hacer una aproximación descriptiva de las configuraciones tonales de los enunciados interrogativos en la variedad del español de Morelia, Michoacán (México),2 obtenidos mediante la elicitación de una prueba de completamiento discursivo (Prieto y Roseano, 2009-2013; Martínez Celdrán y Fernández Planas, 2003-2018). Se presenta la caracterización entonativa de los enunciados interrogativos absolutos e interrogativos qu- (llamados parciales o pronominales), con los subtipos de preguntas: i) de búsqueda de información (neutra), ii) confirmativa y eco; e iii) imperativa —que incluyen las exhortativas—. La descripción basada en el modelo métrico autosegmental (Pierrehumbert, 1980; Ladd, 2008) y el sistema de notación prosódica Sp_ToBI (Beckman et al., 2002; Hualde y Prieto, 2015) permite establecer una comparación con los enunciados interrogativos de otras variedades de México —específicamente con datos de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010) y Guadalajara (Orozco, 2017)—.
En la clasificación entonológica tradicional del español, los enunciados interrogativos se han descrito considerando dos tipos básicos: i) el interrogativo absoluto y ii) el interrogativo qu- o pronominal (Navarro Tomás, 1944; Quilis, 1993). El primero se caracteriza por cinco puntos en la curva melódica: i) un inicio más alto en comparación con los enunciados aseverativos (Navarro Tomás, 1944; Quilis, 1993; Sosa, 1999; Face, 2004; Prieto, 2004),3 ii) el desplazamiento del pico tonal inicial hacia la sílaba postónica (Hualde y Prieto, 2015), iii) una declinación regular en la curva melódica desde el pico inicial hasta la última sílaba acentuada, iv) un nivel bajo en el F0 en la última sílaba tónica del enunciado; y v) el movimiento ascendente del F0 al final del enunciado. Acerca de la configuración global, Hualde y Prieto (2015) señalan que hay una tendencia a la desacentuación en el cuerpo del enunciado, que puede dar lugar a la reducción o eliminación de inflexiones tonales.
Por otro lado, los enunciados interrogativos qu- o pronominales del español se producen con una configuración final descendente —de forma similar al enunciado aseverativo. El primer pico tonal, el más prominente en el enunciado, coincide con la palabra interrogativa qu-, que concentra el foco de la pregunta (Sosa, 2003; NGLE, 2011). Respecto al movimiento de descenso en el cuerpo del enunciado, este abarca hasta la última sílaba tónica y puede realizarse en el rango mínimo del hablante (Sosa, 2003). Quilis (1993: 431) señala que el ascenso final en este tipo de interrogativas aporta un matiz de cortesía al enunciado.
Las configuraciones descritas anteriormente pueden mostrar variación motivada por factores dialectales y pragmáticos.4 En los últimos años, las descripciones entonativas del español han considerado no únicamente la forma del enunciado, sino que también se integra una base pragmática que atiende al tipo de acto de habla o al grado de conocimiento que se presupone que el hablante tiene acerca de la respuesta.5 En el marco del proyecto ATLES (Prieto y Roseano, 2009-2013) se propone una clasificación de enunciados interrogativos neutros —búsqueda de información— y no neutros —preguntas de confirmación, órdenes e invitaciones— con distintos matices pragmáticos. Así se han registrado diferencias en los patrones entonativos de las preguntas de búsqueda de información y las preguntas de confirmación en distintas variedades del español. Por ejemplo, en el español de Puerto Rico (Armstrong, 2010) y Chile (Ortiz et al., 2010), los tonemas !H* L% y L+H* HH% registrados en preguntas de búsqueda de información, contrastan con el patrón descendente H+L* L% de las preguntas de confirmación. Para el español de la Ciudad de México, la diferencia entre este tipo de preguntas se observa en el punto de ascenso de la juntura final; con la configuración L* LH% para las interrogativas de búsqueda de información y con L* H% en las de confirmación (De la Mota et al., 2010). Nótese que en ambos casos se mantiene la misma forma del acento nuclear con el tono bajo L*.
Otra propuesta de clasificación involucra el tipo de acto de habla y su influencia en la variación de las configuraciones tonales. Orozco describe los patrones entonativos de los enunciados interrogativos absolutos de las variedades de Monterrey, Guadalajara y Tuxtla Gutiérrez, considerando tres tipos de actos ilocutivos —peticiones de información, de acción e invitaciones—. La autora reporta: i) las configuraciones L* HH% y L* LH% en las peticiones de información de Tuxtla y Guadalajara; en tanto que para las tres variedades se observa: ii) la recurrencia del patrón L* H% en peticiones de acción y iii) el patrón L* LH% en invitaciones (2017: 299).
Considerando el panorama expuesto anteriormente, en este trabajo se retoma la clasificación de Prieto y Roseano (2009-2013) con adaptaciones, siguiendo la propuesta de Escandell (1993) y la NGLE (2011). En este primer acercamiento a los datos se hace una descripción de base fonética y se expone una propuesta del repertorio de configuraciones tonales de los enunciados interrogativos absolutos y pronominales (qu-) en esta variedad del español. El uso del sistema de notación prosódica Sp_ToBI tiene como fin establecer una comparación con datos de otras variedades de México. Con esta primera aproximación se busca contribuir con la descripción de las configuraciones tonales de una variedad del español que carece de estudios previos, y aportar información al ámbito de la geoprosodia del español de México.
Antecedentes
Configuraciones tonales de los enunciados interrogativos en el español de México
Los enunciados interrogativos absolutos neutros registrados en distintas variedades del español de México muestran características similares en la configuración global de la curva melódica. En los datos de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010) y Guadalajara (Orozco, 2017) se observa un tonema L* LH%, es decir, una terminación ascendente precedida de un tono bajo, como se muestra en la figura 1.
La curva melódica del enunciado interrogativo de la figura 1 muestra que en la palabra tiene, el primer pico tonal se realiza con un desplazamiento hacia la sílaba postónica (L*+H), seguido de un descenso que resulta en un tono bajo L* en el acento nuclear. Obsérvese que el ascenso en la sílaba /da-/ comienza en la parte media de la vocal [a], y la primera parte de la sílaba se produce con un tono bajo, por lo tanto se considera un tono de juntura complejo LH%.
En otras variedades de español de México se observan diferencias fonéticas en elementos locales del enunciado interrogativo neutro —en el primer acento tonal, acento nuclear o tono de juntura-. Así, en Cuapiaxtla, Tlaxcala (Mendoza, 2014), el descenso asociado con el acento nuclear L* de este tipo enunciativo, puede realizarse como un descenso más prominente dentro de la sílaba nuclear, con la forma H+L*. En contraste, en datos de Monterrey se observa un tonema ascendente que comienza desde la sílaba nuclear del enunciado. Se registran dos realizaciones: i) con el acento nuclear alto H*, seguido de un ascenso final H% o sostenimiento del tono M% (Orozco, 2017); y ii) con el acento nuclear L+H* HH% con ascenso progresivo a lo largo de la sílaba nuclear, y una elevación mayor a 3 semitonos en la postónica (Montellano, 2017).
Respecto a los enunciados interrogativos qu- neutros, en la variedad de la Ciudad de México se registra una configuración nuclear circunfleja L+H* HL% (De la Mota et al., 2010). Esta realización se distingue de la configuración descendente L* L% (en términos del modelo métrico autosegmental y el sistema de notación Sp_ToBI), que se ha descrito en distintas variedades del español (cf. Sosa, 2003; Prieto y Roseano, 2009-2013; Hualde y Prieto, 2015). La figura 2 muestra un ejemplo de la configuración L+H* HL%.
El alineamiento del primer acento tonal del enunciado en la figura 2 se produce con el desplazamiento del pico tonal hacia la sílaba postónica (L*+H); y a partir de su culminación, se observa una secuencia de acento tonales H* en el cuerpo del enunciado. En el tonema, el acento nuclear bitonal L+H* se realiza con un ascenso progresivo a lo largo de la sílaba tónica, que se extiende hacia la postónica, seguido de un descenso dentro de la misma (HL%).
Una tendencia que se ha registrado en distintas variedades del español de México es el inicio más alto de los enunciados interrogativos qu-, en comparación con los absolutos y los aseverativos.6 Así, se ha propuesto el tono de juntura inicial %H para los interrogativos qu- en variedades del centro de México en entornos urbanos —Puebla (Willis, 2008)— y en rurales —Tlaxcala (Mendoza, 2014)—. La frecuencia con la que se registra el tono %H inicial en estas variedades, podría constituir una diferencia respecto a los interrogativos absolutos —y a otras variedades de México— en los cuales la tendencia es menos definida (cf. Ávila, 2003; Martín Butragueño, 2014a para la Ciudad de México).
Metodología
Acerca de la variedad de Morelia. Aspectos dialectales
En las distintas propuestas de zonas dialectales, la variedad de Michoacán se ha caracterizado como una zona aislada7 (cf. Lope Blanch, 1971) o como una división dialectal menor, junto con Jalisco (cf. Lope Blanch, 1996). En años recientes, Martín Butragueño (2014b) plantea —con datos fónicos— un modelo de análisis multivariable para la discusión de la zonificación dialectal del español de México, y ubica la variedad michoacana en la zona centro-oeste —integrada por Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Ciudad de México, Michoacán, Morelos y Querétaro-. Tomando en cuenta estas propuestas dialectales, en este trabajo se compararán las configuraciones tonales de la variedad de Morelia con dos variedades afines: Guadalajara, Jalisco —siguiendo la clasificación de Lope Blanch (1996)— y Ciudad de México —de acuerdo con la propuesta de Martín Butragueño (2014b)-. Con la presente descripción se busca hacer una contribución en el ámbito de la entonación en esta zona dialectal,8 identificando aspectos semejantes y divergentes, que en futuras investigaciones puedan apoyar una propuesta geoprosódica del español de México.
Informantes e instrumentos de elicitación
La muestra de datos que se utiliza para este trabajo es parte del Corpus Oral del Español de México(COEM, Martín Butragueño, Mendoza y Orozco, en preparación). Los datos provienen de seis informantes originarios de Morelia —tres hombres y tres mujeres— con una estratificación por tres grupos de edad: i) jóvenes (20-34 años), ii) adultos (35 a 54 años) y iii) mayores (55 años o más). Se considera una muestra de 120 enunciados interrogativos, a razón de 20 por informante.9 Además se incluyen 60 enunciados aseverativos (10 por hablante) para el cálculo del tono de juntura inicial.
Para la elicitación de datos se llevó a cabo una prueba de encuesta de situaciones —o cuestionario inductivo (Prieto y Roseano, 2009-2013; Martínez Celdrán y Fernández Planas, 2003-2018)-. Este instrumento consiste en una tarea de completamiento discursivo, en la que el entrevistador le presenta al informante una serie de contextos, con el fin de obtener distintos tipos enunciativos y matices pragmáticos. Un ejemplo de las situaciones se muestran en (1) y (2):
Entras a una tienda y le preguntas a un empleado si tiene mermelada (Respuesta esperada: ¿Tiene mermelada? / Disculpe, ¿tiene mermelada?) Interrogativa absoluta neutra.
Un amigo tuyo acaba de rentar su departamento. Pregúntale a quién se lo rentó (Respuesta esperada: ¿A quién se lo rentaste?) Interrogativa qu- neutra.
Con base en la clasificación de Prieto y Roseano (2009-2013), los enunciados interrogativos absolutos e interrogativos qu- obtenidos en la elicitación pueden caracterizarse como: i) neutros (búsqueda de información), ii) no neutros (preguntas de confirmación) y iii) preguntas imperativas (órdenes e invitaciones). Los dos primeros implican la búsqueda de información, pero hay una diferencia en el grado de conocimiento acerca de la respuesta (Escandell, 1993). Así, en las interrogativas neutras se asume un menor conocimiento real —por parte del emisor— y mayor suposición sobre el conocimiento —por parte del destinatario (Prieto y Rigau, 2011)-. En contraste, las preguntas confirmativas involucran un mayor grado de certeza por parte del hablante y se busca que el interlocutor confirme la información (Escandell, 1993). Para este trabajo se incluyen las interrogativas eco dentro de las interrogativas de confirmación, pues se considera que, al repetir el contenido del enunciado previo, el hablante tiene una idea acerca de la respuesta. Si bien por medio de la formulación de la interrogativa eco se puede confirmar una información que el hablante supone, también es posible que se exprese una intención secundaria —sorpresa, incredulidad, indignación o desconfianza— ante lo que ha enunciado el interlocutor previamente.
Por otro lado, en las preguntas imperativas, el objetivo pragmático no es la búsqueda de información, sino lograr que el interlocutor realice una acción (petición de acción, en términos de Orozco, 2017). Así, se distinguen las órdenes, con una mayor imposición por parte del hablante, frente a las invitaciones, donde la acción propuesta puede beneficiar al interlocutor.10
Aunque se reconoce la importancia de trabajar con datos obtenidos en contextos naturales o espontáneos (Martín Butragueño, 2014b), también se considera que en un primer acercamiento a una variedad que no cuenta con descripciones previas, es pertinente contar con una fuente de datos que permita comparar un mismo tipo de enunciado (o con un matiz pragmático similar) entre diferentes hablantes. Una ventaja del uso del cuestionario inductivo, para este trabajo, es que es posible comparar los datos con las descripciones de las variedades del español de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010) y Guadalajara (Orozco, 2017), que se basan en la misma metodología de elicitación.
Transcripción de datos y análisis instrumental
El análisis instrumental se llevó a cabo con el programa Praat, versión 6.0.16 (Boersma y Weenink, 2016), y para la transcripción de datos se utiliza el sistema de notación prosódica Sp_ToBI (Beckman et al., 2002; Hualde y Prieto, 2015), que está basado en los postulados del modelo métrico-autosegmental (Pierrehumbert, 1980; Ladd, 2008). Aunque dicho modelo y notación prosódica tienen una base fonológica, para este trabajo se considera su alcance descriptivo en un nivel fonético, en un estado previo a la fonologización de los datos. En este sentido, se asume que la diferencia en la realización de una configuración tonal no implica necesariamente un contraste fonológico; sino que puede atribuirse a diferencias motivadas en el nivel fonético, donde se observarán tanto las particularidades de los datos de Morelia, como las semejanzas y diferencias con otras variedades del español de México.
La transcripción incluye tres niveles: i) ortográfico —por sílabas-, ii) separación prosódica11 y iii) nivel tonal —acentos tonales y tonos de juntura— (véanse figuras 1 y 2 supra). La base fonética de la descripción incorpora la medición (en hercios, hz) de distintos puntos en el material prenuclear y nuclear: i) la frecuencia fundamental (F0) del inicio absoluto del enunciado (sílaba tónica o átona) y ii) el F0 del inicio, centro y final de cada sílaba tónica y la postónica en el inicio, cuerpo y tonema del enunciado. Con base en estas medidas, se toma como referencia el primer pico tonal y el tonema para calcular la diferencia en semitonos (st) entre: i) el inicio, centro y final de cada sílaba tónica, y ii) el centro/final de la tónica respecto al centro/final de la postónica.12 Además, se considera el umbral de percepción de 1.5 st (Pamies et al., 2001 ; Murrieta, 2016) para establecer la diferencia entre acentos monotonales y bitonales. En el nivel de descripción fonética, las diferencias mayores a 3 st en acentos tonales (cf. Martín Butragueño, 2011), y de 5 st en tonos de juntura se marcan con los diacríticos de upstep (¡) o downstep (!), como se explicará en los siguientes apartados.
Resultados
Repertorio de acentos tonales y tonos de juntura
El repertorio de acentos tonales y tonos de juntura en los enunciados interrogativos de la variedad de Morelia está basado en la propuesta de Hualde y Prieto (2015). En el cuadro 1 se presentan los acentos monotonales registrados en la muestra de datos.13 Se observa la realización del acento nuclear L*, que también se ha documentado en los enunciados interrogativos neutros en las variedades del español mexicano central —en la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010), Puebla (Willis, 2008) y Cuapiaxtla, Tlaxcala (Mendoza, 2014)-. Orozco (2017) registra este acento nuclear L* en peticiones de información, acción e invitaciones en datos de las variedades de Guadalajara y Tuxtla Gutiérrez.
Por otro lado, se registra el acento monotonal H*, con la variante !H*, en posición nuclear y prenuclear. Llama la atención que como primer acento tonal se registra con mayor recurrencia en los datos de jóvenes y adultos —tanto en hombres como en mujeres— principalmente en enunciados interrogativos qu-. En tanto que el número de acentos tonales H* disminuye en datos de personas mayores —cinco casos en datos de mujer y sólo uno en datos de hombre-. Para la variedad de Guadalajara, Orozco (2017: 91) reporta la realización de este acento H* en posición prenuclear en peticiones de acción.
En posición nuclear, para las interrogativas absolutas se observó el acento tonal H* (o !H*) en órdenes e invitaciones (véanse figuras 7 y 8 infra) en los datos de cinco hablantes, excepto en los enunciados del hombre mayor, que registró el acento nuclear L+¡H*. La realización del acento nuclear H* también se reporta en Guadalajara para invitaciones (Orozco, 2017: 296). En este sentido, para las invitaciones, los acentos nucleares de las variedades de Guadalajara y Morelia difieren de la Ciudad de México, en la que se documenta el tonema L* ¡H%, con acento nuclear bajo (De la Mota et al., 2010).14
Por otro lado, el repertorio de acentos bitonales incluye realizaciones con desplazamiento hacia la sílaba postónica, L+<H* y L*+H, ambos en posición prenuclear (véase cuadro 2). Estos acentos bitonales también se han documentado en la variedad de la ciudad de México (De la Mota et al., 2010) para enunciados interrogativos en general, y en datos de Guadalajara para peticiones de información e invitaciones —con forma de interrogativa absoluta— (Orozco, 2017). Para la variedad de Morelia, se registra el acento bitonal con alineamiento dentro de la sílaba tónica L+H*, con la variante L+¡H* —en casos de ascensos superiores a 3 semitonos—. Cabe mencionar que en posición prenuclear, la realización del acento bitonal L+(¡)H* se registró en 38 enunciados —en 23 casos de interrogativas absolutas (de confirmación e imperativas) y 15 de interrogativas qu- (neutras e imperativas)-. En términos cualitativos, se observa que en las preguntas absolutas de confirmación y en las interrogativas qu- neutras, el alineamiento al interior de la sílaba tónica del acento tonal L+(¡)H* y su ascenso prominente se asocia con una mayor expresividad del hablante (cf. NGLE, 2011: 469; Martín Butragueño, 2016).
En posición nuclear, se registra el acento bitonal L+(¡)H* en 50 casos —donde 20 enunciados corresponden a interrogativas qu- y 30 a interrogativas absolutas—. Esta realización es una diferencia respecto a la variedad de la ciudad de Guadalajara, donde no se documentan casos con el acento nuclear bitonal L+H* en interrogativas absolutas (cf. Orozco, 2017). Para la Ciudad de México, el acento nuclear bitonal L+H* se reporta en interrogativas qu- neutras, imperativas e invitaciones (cf. De la Mota et al., 2010). Con base en la muestra de datos, se puede sugerir que la realización del acento nuclear bitonal L+(¡)H* en enunciados interrogativos absolutos establece una diferencia —en principio de carácter fonético— en la variedad de Morelia frente a las de Guadalajara y Ciudad de México (compárense las figuras 1 y 4).
En relación con los tonos de juntura, se observa que el repertorio incluye únicamente formas monotonales (véase cuadro 3). Esta realización constituye una diferencia fonética, frente al tono de juntura complejo LH% documentado en las preguntas absolutas neutras, preguntas eco e imperativas, en datos de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010), y en las peticiones de información e invitaciones en la variedad de Guadalajara (Orozco, 2017).
Como se mencionó en el apartado de metodología, la asignación de acentos tonales y tonos de juntura se apoya en el parámetro fonético de 1.5 st para establecer una diferencia tonal (Pamies et al., 2001; Murrieta, 2016). Así, se han establecido como umbrales: i) para el tono de juntura bajo L%, el descenso igual o mayor a 1.5 st, que se distingue de ii) el tono de juntura !H%, asignado cuando el movimiento de ascenso es menor a 1.5 st o como el sostenimiento del acento nuclear alto H* o !H* anterior. Por otro lado, el tono de juntura H% se marca considerando un rango en el movimiento ascendente de 1.5 a 5 st. En los casos donde el movimiento supera el rango de 5 st, entonces se marca el tono de juntura ¡H%. Estos dos últimos umbrales se determinaron con base en el valor del ascenso en la interrogativa absoluta neutra, con un movimiento de máximo 5 st, que contrasta con el rango de ascenso de las interrogativas no neutras —que pueden alcanzar hasta 9 st en preguntas qu- de confirmación.
El repertorio de acentos tonales y tonos de juntura que se ha mostrado en los cuadros 1 a 3 da cuenta de elementos locales que distinguen a los enunciados interrogativos de la variedad de Morelia. La integración de este repertorio en la configuración global del enunciado se presenta en los siguientes apartados de descripción.
Tono de juntura inicial en enunciados interrogativos de Morelia
En líneas anteriores se mencionó que en distintas variedades del español de México se ha observado que los enunciados interrogativos comienzan en un nivel más alto que los aseverativos (Willis, 2008; Mendoza, 2014; Montellano, 2017). Con el fin de comprobar si este rasgo se distingue en la variedad de Morelia, se midieron los inicios de una muestra de 180 enunciados (30 enunciados x 6 informantes), a razón de 60 interrogativos absolutos, 60 interrogativos qu- y 60 aseverativos neutros. Estos últimos se incluyen para calcular el tono normal15 o rango medio del hablante (Sosa, 1999; Ávila, 2003; Orozco, 2008).
Siguiendo la metodología propuesta por Ávila (2003) y Orozco (2008), se toma como parámetro el promedio del tono normal de cada hablante para asignar el tono de juntura inicial. Considerando el inicio del enunciado, en los casos donde el valor del F0 (en hz) es mayor o igual al promedio del tono normal, se asigna un tono %H. Si el valor es menor al promedio, se asigna un tono bajo %L.16 Los resultados para cada tipo enunciativo se muestran en el cuadro 4.
Tono de Juntura inicial | Interrogativos absolutos | Interrogativos qu- | Aseverativos |
%L | 18 (30%) | 4 (6.7%) | 38 (63.3%) |
%H | 42 (70%) | 56 (93.3%) | 22 (36.7%) |
Total | 60 (100%) | 60 (100%) | 60 (100%) |
Chi cuadrado = 43.8, p = < 0.00001
Los resultados del cuadro 4 indican una tendencia a la realización de un inicio más alto en los enunciados interrogativos, que se marca con una juntura inicial %H, y la significatividad de la relación entre la variable tono de juntura y tipo enunciativo (p = < 0.00001). El mayor número de casos de juntura inicial %H se registra en los enunciados interrogativos qu-, seguido del interrogativo absoluto y en menor medida el enunciado aseverativo. Esta tendencia de inicio más alto en interrogativos qu- sigue lo que se ha documentado para otras variedades del español de México en hablas centrales (Willis, 2008; Mendoza, 2014).
La distribución de tonos de juntura inicial %H y %L en los tres tipos enunciativos muestra que no es un hecho categórico que las interrogativas se realicen con un inicio más alto que las aseverativas, pues también se observan casos de %H en estas. Este hecho es similar al que señala Martín Butragueño (2014a) para la Ciudad de México, donde, en datos de lectura, se reportan casos de aseverativas con inicios %H. En la variedad de Morelia, los datos expuestos anteriormente apoyan la tendencia que apunta a inicios más altos en interrogativos qu-, seguidos de interrogativos absolutos. En las transcripciones que se presentan en los siguientes apartados, se marcará la juntura inicial %H en un nivel fonético, atendiendo al tono normal de cada hablante.
Configuraciones tonales de enunciados interrogativos absolutos
Interrogativa neutra (de búsqueda de información)
En la interrogativa absoluta neutra se registran dos configuraciones nucleares, en ambos casos con un tono de juntura alto H%. La realización más frecuente es el tonema L+H* H% —con un movimiento de 2.5 semitonos en promedio en el acento nuclear bitonal-, seguido de un ascenso en el tono de juntura —con un promedio de 3.5 st, pero que puede alcanzar hasta 5 st-. La segunda realización ocurre con el acento nuclear monotonal L* H% y se registró en los datos del hombre joven y del adulto.17 Esta configuración tiene similitud con el acento nuclear del tonema L* LH% registrado en la variedad de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010) y Guadalajara (Orozco, 2017). Por otro lado, en el material prenuclear se registra el desplazamiento del pico tonal L+<H* o L*+H, de manera similar a los enunciados interrogativos de la Ciudad de México.
En términos fonéticos, las configuraciones documentadas en la variedad de Morelia muestran una diferencia respecto a la variedad del centro y la de Guadalajara en el punto de ascenso en el tono de juntura final. En la variedad de Morelia, el ascenso final de H% ocurre al inicio de la sílaba postónica, como se observa en el enunciado de la figura 3 (compárese con el enunciado de la figura 1supra de la Ciudad de México).
En el material prenuclear19 del enunciado de la figura 3 se observa que el primer acento tonal se realiza con un desplazamiento del pico tonal, L+<¡H*, con un ascenso de 3.6 st. El tonema tiene un acento nuclear bajo L*, seguido del tono de juntura H%, con un ascenso progresivo —de 4.8 semitonos— que comienza al inicio de la sílaba /-da/. Esta realización con el ascenso al inicio de la sílaba postónica en el tonema es diferente de la juntura LH% registrada en la variedad de la Ciudad de México para este tipo enunciativo (De la Mota et al., 2010), cuyo ascenso ocurre en la parte media de la sílaba postónica.
El acento nuclear L+H* es el más recurrente para el enunciado interrogativo absoluto neutro en esta variedad del español. En la realización de este acento nuclear se observa que el ascenso es moderado, no mayor a 3 st, en contraste con las interrogativas no neutras (véase figura 5 infra). El enunciado de la figura 4 muestra el tonema L+H* H%, con un ascenso de 1.5 st en el acento nuclear.
En el enunciado interrogativo de la figura 4 podemos apreciar una configuración global similar al de la figura 3. En ambos casos se produce un desplazamiento del primer pico tonal y un ascenso prominente en la juntura final —de 4.6 st en la figura 4—, que comienza en la parte inicial de la sílaba postónica. La diferencia se observa en elementos locales, específicamente en la forma del primer acento tonal L*+H, con un tono bajo en la sílaba tónica /tie-/ y la culminación del pico tonal en la postónica. La segunda diferencia se percibe en el acento nuclear, bitonal en este enunciado; en contraste con el acento nuclear bajo L* documentado en la variedad de la Ciudad de México y Guadalajara. En cuanto al tono de juntura, el promedio de ascenso de 3.5 st es similar al reportado en la variedad de Guadalajara (Orozco, 2017: 290), pero en esta última, el movimiento puede alcanzar hasta 10 st —el doble del nivel máximo que se registra en Morelia.
Si consideramos que en la muestra de datos de Morelia, el tono de juntura final H% se realiza con un tipo de adelantamiento del ascenso —comparado con el tono LH% de la ciudad de México y Guadalajara—, surge una pregunta acerca de si la realización del acento nuclear L+H* puede analizarse como una forma aún más adelantada del tono de juntura. Esta propuesta de ascenso preparatorio se apoyaría por el ascenso moderado del acento nuclear L+H*, y por la forma de la curva melódica. En una investigación posterior se podría comprobar con una prueba de percepción si el ascenso preparatorio se asocia con un tipo enunciativo o con un rasgo de indización.
Interrogativa absoluta de confirmación
En las preguntas de confirmación se registran tres tonemas: i) L+(¡)H* H%, ii) H* H% y iii) L* H%. En estas configuraciones, el tono de juntura H% no presenta ascensos prominentes, sino que se realiza con un promedio de 2.8 semitonos. En función de características individuales de los hablantes, se observan particularidades en este tipo de interrogativa. El promedio de ascenso del acento nuclear bitonal L+H* es de 2 semitonos para esta interrogativa; sin embargo, en los datos de la mujer mayor, el enunciado se percibe con una mayor fuerza expresiva, y se produce el acento nuclear bitonal L+¡H* —con un ascenso de 5 st— seguido de la juntura final H% —con ascenso de 3 st (véase figura 5)—. Un hecho que llama la atención es que a pesar de que en los datos de la mujer mayor se presentan las inflexiones más prominentes en el enunciado, no se observa la juntura inicial %H. Por otro lado, en los enunciados de los hablantes de los otros grupos de edad, y del hombre mayor, no se registran ascensos prominentes, pero sí se registra el tono %H inicial. En estos casos se percibe una expresividad más moderada.
En el pretonema del enunciado de la figura 5 se observa una secuencia de acentos tonales alineados en la sílaba tónica, el bitonal L+H* y el monotonal H*, diferentes a los acentos tonales con pico desplazado L+<H*, registrados en la interrogativa neutra. Este alineamiento en los acentos prenucleares también se ha registrado para las interrogativas absolutas de confirmación de la variedad de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010). En ese sentido, el alineamiento al interior de la sílaba tónica y el valor del movimiento puede ser un recurso para enfatizar la expresividad del enunciado (cf. Código de esfuerzo, Gussenhoven, 2004). Por otro lado, en la figura 5 se puede observar la realización del acento nuclear L+¡H*, con un ascenso de 5 st, que continúa con el movimiento en la sílaba postónica, con el tono de juntura H%. Esta configuración nuclear es diferente al tonema L* LH% registrado en la variedad de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010).
Respecto a la configuración de la pregunta eco en esta variedad del español, se registran dos tonemas: i) con el acento nuclear L+H*, con la variante L+¡H* —ascenso superior a 4 semitonos— y ii) con el acento nuclear monotonal bajo L*, similar al registrado en la variedad de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010). En ambos casos el tonema incluye un tono de juntura ¡H%, que indica un ascenso prominente, en un rango de 5 a 8 semitonos.
Para la elicitación de la pregunta eco se presentó el siguiente contexto:
Te dicen la hora, pero no oíste bien. Crees que te dijeron que son las nueve. Pregunta si te dijeron que son las nueve (Respuesta esperada: ¿Dijiste que son las nueve? ¿Me dijiste que son las nueve?)
En los casos donde únicamente se repite la información que se busca confirmar, como en ¿Son las nueve? o ¿Dijo las nueve?, el tonema se realiza con el acento nuclear monotonal L* ¡H%. En contraste, cuando el enunciado se produce con una oración subordinada de objeto directo, introducida mediante la conjunción “que”, como en ¿Me dijiste/Me dijeron que son las nueve?, el acento nuclear se realiza con la forma bitonal L+(¡)H* ¡H%, como se muestra en el enunciado de la figura 6.
El pretonema del enunciado de la figura 6 muestra una secuencia de acentos bitonales con desplazamiento en la sílaba postónica, seguidos del acento nuclear L+H* —con un ascenso de 2.5 semitonos— y el tono de juntura ¡H%, que se realiza con un movimiento de 6 semitonos. En este enunciado se puede apreciar un descenso que ocurre en la sílaba prenuclear /la-/, de manera que el tramo del tono bajo del acento nuclear L+H* inicia en el nivel del piso tonal del enunciado, el más bajo en comparación con los acentos bitonales del material prenuclear. Este descenso aporta una similitud con los acentos nucleares L* de las variedades de la Ciudad de México y Guadalajara.
Interrogativas absolutas imperativas (órdenes)
Las preguntas absolutas imperativas que cumplen una función de orden se producen con dos tonemas: i) con el acento nuclear bitonal L+¡H*, y ii) con el acento nuclear monotonal (!)H*; en ambos casos con un tono de juntura alto H%, que se realiza con un movimiento ascendente menor a 5 semitonos. Además se distingue el tono de juntura inicial %H en todos los casos. No se registran tonemas con el acento nuclear bajo L*, y esto es una diferencia respecto a las interrogativas absolutas neutras y de confirmación. La figura 7 muestra un ejemplo del tonema !H* H%.
El enunciado interrogativo de la figura 7 muestra el desplazamiento del primer acento tonal, en la palabra puedes —con un ascenso de 4.4 semitonos—, y a partir del pico tonal se produce un descenso de 3.6 semitonos hasta el segundo acento tonal !H*. Aunque en la curva melódica se aprecie un ascenso en la sílaba nuclear, éste se produce con un movimiento de 1 semitono, y el F0 se mantiene en un rango muy cercano al acento tonal anterior, con una diferencia entre 0.21 entre estos dos puntos.20 Finalmente, el tono de juntura H% se realiza con un ascenso de 2.7 semitonos. Además, se puede notar que entre el primer pico tonal del enunciado, en la palabra puedes y la juntura final H% hay una diferencia de 0.06 semitonos; de tal manera que se encuentran prácticamente en el mismo rango tonal.
En relación con el acento nuclear, se observó una diferencia en los datos de los hablantes mayores, respecto a los enunciados de los jóvenes y los adultos. En los enunciados del grupo de edad mayor, se registró el acento nuclear bitonal L+¡H* con ascenso superior a 3 semitonos —con 3.8 st para la mujer y 4.6 st para el hombre-; mientras que en los datos de los adultos y jóvenes se observa la realización del acento nuclear monotonal !H*. Ambos acentos nucleares son diferentes de la configuración L* LH% registrada en la variedad de la Ciudad de México (De la Mota et al., 2010).
La realización del tono de juntura final aporta una diferencia entre distintos tipos de preguntas. El promedio de ascenso en el tono de juntura H% es de 2.8 semitonos, que se puede considerar moderado si se compara con los enunciados interrogativos absolutos neutros o confirmativos —incluyendo a los eco— en la misma variedad. A diferencia de los enunciados de la Ciudad de México —que registra el acento nuclear bajo L*—, la realización de acentos nucleares con tendencia no descendente (L+¡H* y !H*) podría explicar que el movimiento en la juntura sea poco elevado en la variedad de Morelia; de tal manera que el ascenso comienza desde el acento nuclear y no ocurre únicamente en la juntura.
Interrogativas absolutas exhortativas. Invitaciones
En las preguntas absolutas que cumplen una función de invitación, se registra el tonema (!)H* ¡H%, con un acento nuclear monotonal alto, seguido de un marcado ascenso en la juntura final —en un rango de 3 a 6 semitonos—. La forma monotonal del acento nuclear representa la realización de movimientos menores a 1 semitono en la sílaba nuclear —que de hecho se encuentran en un rango de 0.5 semitonos—. El movimiento más prominente ocurre en la juntura final, como se observa en la figura 8.
La figura 8 muestra la realización de un acento tonal alto H* en el pretonema y el tonema, seguido de un ascenso de 6 st en la juntura final ¡H%. El enunciado se realiza en un rango alto desde el primer acento tonal y la curva melódica permanece sin inflexiones hasta la juntura del enunciado. El nivel alto del enunciado se observa desde el tono de juntura inicial %H, que se registró de manera casi categórica en todos los enunciados de este tipo, excepto en los datos de la mujer mayor. En el pretonema hay un predominio de acentos tonales con alineamiento en la sílaba tónica —ya sea el acento monotonal H* o bitonal L+H*—, excepto en los datos de la mujer del grupo de adultos, que registra el acento bitonal L*+H, con desplazamiento del pico tonal. El alineamiento al interior de la sílaba tónica en el primer acento tonal contrasta con el desplazamiento del pico tonal, registrado en los enunciados interrogativos absolutos neutros y de las órdenes (cf. figura 7).
La configuración nuclear y prenuclear de las interrogativas con función de invitación en los datos de Morelia es idéntica a la registrada en Guadalajara (cf. Orozco, 2017: 296), incluso en el valor del ascenso de 6 st en el tono de juntura final. Estas variedades difieren de la configuración registrada en los datos de la Ciudad de México, con el acento prenuclear alineado en la sílaba postónica L*+H y el acento nuclear bajo L* (De la Mota et al., 2010). Sin embargo, en las tres variedades se realiza un ascenso prominente en la juntura final.
Configuraciones tonales de enunciados interrogativos pronominales (qu-)
Interrogativa qu- neutra (búsqueda de información)
Para la variedad del español de Morelia se observa una mayor variación en los tonemas de las interrogativas qu- neutras, en comparación con las preguntas absolutas neutras. Se registran cinco tonemas: i) L* L% y ii) H+L* L%, con patrón descendente; iii) L* H% y iv) L+H* H%, con junturas ascendentes; y v) H* H% / !H%, con ascenso o sostenimiento del tono al final. A diferencia de la variedad de la Ciudad de México, en los datos de Morelia no se registran casos de acento nuclear bitonal con juntura descendente L+H* HL%, sino que el movimiento de ascenso del acento nuclear L+H* se prolonga hasta la sílaba postónica (véase figura 10 infra). Otra particularidad de la interrogativa neutra qu- es la recurrencia del tono de juntura inicial %H.
En posición nuclear, las formas bitonales se registraron principalmente en los datos de los hablantes mayores (hombre y mujer), en contraste con las realizaciones de los jóvenes y adultos que registran mayor ocurrencia de acentos nucleares L* e incluso con descenso H+L*, además del acento nuclear monotonal alto H*. La diferencia en la curva melódica de la configuración nuclear L* L% y L+H* H% se muestra en los enunciados de las figuras 9 y 10.
El enunciado de la figura 9 muestra en la parte prenuclear una secuencia de acentos tonales con alineamiento en la sílaba postónica, de manera similar a los enunciados interrogativos absolutos. A partir de la culminación del segundo acento prenuclear se observa un marcado movimiento descendente —de 8 st— hasta el tonema del enunciado.21 Nótese que este descenso es mayor al que se produce en el enunciado interrogativo absoluto, en el que se registra un movimiento descendente de 6 st para los datos de la misma hablante (cf. figura 4 supra).
Otra configuración nuclear se produce con un movimiento ascendente, con el acento nuclear bitonal L+H* —con ascenso menor a 3 st— seguido de un tono de juntura final (!)H%, que puede realizarse como el sostenimiento del tono alto del acento nuclear L+H* o como un ascenso menor a 3 st. Sólo se registró un caso con ascenso de 5.7 st, en los datos de la mujer mayor (figura 10).
En este enunciado se observa un descenso de 5 st desde el segundo acento prenuclear, en la palabra rentaste(s), hasta el inicio de la sílaba nuclear. La diferencia respecto al enunciado de la figura 9 ocurre en el acento nuclear bitonal L+H* que prolonga el ascenso hasta la sílaba postónica. También se puede notar que el nivel del tono de juntura coincide con el del primer pico tonal, asociado con la palabra qu- (ambos en un rango de 330 hz). El ascenso prominente de ¡H% puede asociarse con una mayor expresividad del hablante o con una mayor implicación en el acto de habla (cf. NGLE, 2011: 459 para el español en general; Estebas Vilaplana y Prieto, 2010: 35, para el español castellano).
Interrogativa qu- de confirmación
Los ascensos prominentes en el tono de juntura también se registran en las preguntas qu- de confirmación, que involucran una mayor expresividad del hablante. Se registró la configuración nuclear L+H* ¡H%, con el acento nuclear bitonal, seguido de un tono de juntura alto, con ascenso superior a 5 st. La figura 11 muestra la realización de esta configuración, con un valor del ascenso de 9 st en la juntura ¡H%.
En este enunciado se puede notar que el pico tonal del tono de juntura ¡H% es el punto más alto del enunciado, incluso más alto que el primer pico tonal que se asocia con la palabra interrogativa qu-, con una diferencia de 1.5 st entre ambos puntos. Respecto al acento nuclear, el movimiento en la sílaba tónica es de 2 st; sin embargo, el movimiento no se produce como un ascenso progresivo a lo largo de la sílaba tónica, sino que el ascenso ocurre en el inicio de la vocal /e-/, en la sílaba /die-/. En esta primera aproximación a los datos se tomó en cuenta, además del valor del movimiento, que el ascenso ocurre en el núcleo del diptongo, por lo tanto se asignó un acento bitonal L+H*. La comparación con otros tipos enunciativos —como el aseverativo— y con otros estilos de habla, además de una prueba de percepción podrá apoyar la notación de este acento tonal como un bitono o si se trata de un ascenso preparatorio.
En esta muestra de datos se ha observado que el ascenso prominente —en un rango de 7 a 8 st— es una característica de las preguntas qu- de confirmación. Este rasgo se comparte con las interrogativas absolutas de confirmación en la misma variedad del español. Dicho ascenso se distingue del registrado en las interrogativas absolutas neutras, con un promedio de 3.5 st —y un valor máximo de 5 st— para el tono de juntura H%. En este sentido, podríamos sugerir que el ascenso prominente en la juntura final indica el carácter no neutro del enunciado interrogativo, pues no hay un desconocimiento completo de la respuesta, y además se agrega un matiz expresivo al enunciado.
Interrogativa qu- imperativa (órdenes)
En la pregunta imperativa qu- con función de orden se observa una mayor variación en los tonemas, en comparación con las interrogativas absolutas que se formulan con el mismo propósito. Se registran tres realizaciones: i) L+(¡)H* ¡H%, con ascenso en el acento nuclear y sostenimiento del tono de juntura final; ii) ¡H*/L* (!)H%, con sostenimiento del tono o una inflexión final, menor a 1.5 st; y iii) L* L%, con terminación descendente. En este último caso, la configuración descendente aporta un matiz de mayor autoridad en la enunciación (cf. Código de frecuencia, Gussenhoven, 2004). La palabra interrogativa qu- se produce con mayor prominencia en el enunciado, y tiene dos realizaciones: i) la forma bitonal L+<H*, con pico tonal desplazado a la sílaba postónica; y ii) con el acento bitonal L+H*, alineado al interior de la sílaba tónica. Un ejemplo de la realización con pico tonal desplazado se observa en la figura 12.
El enunciado de la figura 12 muestra en la palabra interrogativa qu- el acento tonal L+<¡H*, seguido de una secuencia de acentos tonales altos H*. El descenso del enunciado comienza en sílaba posterior al pico tonal de la palabra hacer, y el valor del movimiento desde este punto hasta la sílaba prenuclear es de 5 st. En el tonema se observa una sutil inflexión ascendente en la sílaba nuclear —en la palabra pedí— pero el valor del ascenso es de 1 st, por lo tanto se considera como un acento monotonal, seguido de la juntura !H%.22 El tonema del enunciado con el acento nuclear bajo L* es una diferencia respecto a las preguntas absolutas imperativas que cumplen una función de orden, donde éste no se registra.
Al establecer la diferencia con otras variedades del español de México, se observa que la configuración global es similar a la que se reporta en datos de la Ciudad de México para este tipo de interrogativas, con el pico tonal más alto en la palabra interrogativa qu- (De la Mota et al., 2010). La diferencia ocurre en el descenso del enunciado, que en la variedad del centro, se realiza de manera progresiva —con escalonamiento descendente, a partir del primer pico tonal-; en contraste con la variedad de Morelia, donde se observa una secuencia de tonos altos H* en el cuerpo del enunciado, y un abrupto descenso que ocurre a partir del último acento prenuclear.
Interrogativa qu- exhortativas. Invitaciones 23
En las invitaciones con forma de pregunta qu- se observó menor variación en la realización de los tonemas. Se registraron dos configuraciones nucleares: i) L* L% con terminación descendente —en datos de jóvenes y adultos-; y ii) L+H* !H%, con ascenso y/o sostenimiento del tono de juntura final —en datos de hablantes mayores (véase figura 13)—. En los casos de ascenso, el movimiento es de 1.5 a 3 st, y este puede ocurrir en el acento nuclear o en la juntura final. De tal manera que los ascensos en estos enunciados son menores que los registrados en las órdenes con forma de pregunta qu-.
El pretonema se realiza con el alineamiento del pico tonal al interior de la sílaba tónica, es decir con los acentos tonales L+H* y H*,24 como se muestra en el enunciado de la figura 13. Este alineamiento es similar al que se observa en las invitaciones con pregunta absoluta. El tonema del enunciado se realiza con el acento nuclear L+H*, con un ascenso de 3 semitonos, seguido del sostenimiento del tono alto en la juntura final. Respecto a la configuración global, a diferencia de las órdenes con interrogativa qu-, en este caso el pico tonal más alto ocurre en los dos primeros acentos prenucleares, y no en la juntura (cf. figura 11 supra). Además se observa un marcado descenso de 7 st que se produce desde el último acento prenuclear —en la palabra van— hacia la sílaba nuclear, con una excursión tonal más amplia en el contexto exhortativo.
El alineamiento en la sílaba tónica de los acentos prenucleares (L+H*, H*), y en el tonema L+¡H* !H% es similar al que se registra en datos de la Ciudad de México (cf. De la Mota et al., 2010).25 La diferencia entre las dos variedades se observa en la forma de la curva melódica, con el nivel del F0 más alto en el tonema del enunciado de la Ciudad de México; en contraste con la variedad de Morelia, que muestra este rasgo en el pretonema del enunciado. De tal manera que aunque ambas variedades registren la misma configuración nuclear y prenuclear, estas se distinguen por medio de particularidades fonéticas.
Conclusiones preliminares
En este trabajo se han descrito las configuraciones tonales de distintos tipos de enunciados interrogativos en la variedad de Morelia, Michoacán. En las preguntas absolutas neutras se registra el tonema L+H* H%, con un acento nuclear bitonal, que se distingue de las variedades de Guadalajara y Ciudad de México. La realización del acento nuclear, con un moderado movimiento en la sílaba tónica plantea la cuestión acerca de un posible ascenso preparatorio —que distinguiría a la variedad de Morelia.
En el caso de las preguntas qu-, la realización del tonema L+H* H% en preguntas neutras o de confirmación se relaciona con una mayor expresividad o involucramiento del hablante en el acto de habla. Por otro lado, la variante L+¡H* H% —con ascenso superior a 3 st en el acento nuclear— se realiza en preguntas absolutas de confirmación (expresivas), pregunta eco y órdenes; es decir, el ascenso prominente se asocia con interrogativos no neutros.
El tono de juntura final de las interrogativas absolutas —neutras y no neutras— aporta otra diferencia entre las tres variedades. En los datos de Morelia, el punto de ascenso del tono de juntura final ocurre en la parte inicial de la sílaba postónica (H%); en contraste con la variedad del centro y de Guadalajara, donde el ascenso ocurre en la parte media de la sílaba postónica (LH%). Por otro lado, el valor del movimiento en la juntura de los interrogativos absolutos neutros es otro parámetro que distingue a las variedades de Morelia y Guadalajara. En ambas variedades se reporta un ascenso de 3.5 st —con un rango máximo de 5 st en Morelia—; sin embargo, en la variedad de Guadalajara el ascenso puede alcanzar hasta 10 st (Orozco, 2017), lo que sugiere la producción de ascensos finales más prominentes en esta variedad. En los datos de Morelia, los ascensos superiores a 5 st en el tono de juntura se registran en interrogativas no neutras, es decir, en aquellas en las que el objetivo del hablante no es la búsqueda de información —preguntas absolutas y qu- de confirmación e imperativas (órdenes).
Por otro lado, se observó que el inicio de los enunciados interrogativos qu- tienen un nivel más alto en comparación con los interrogativos absolutos y los aseverativos. Esta tendencia es similar a la reportada para otras variedades de hablas centrales. La pertinencia del tono de juntura inicial se podrá determinar con un análisis que incorpore umbrales de comparación entre tipos enunciativos —por ahora se ha observado la diferencia de 1 a 1.5 st entre el tono normal y los interrogativos.
Las configuraciones registradas en este trabajo requieren de un estudio más detallado que incorpore distintas variables —sociales, pragmáticas, etc.— y su comparación con otros tipos enunciativos. La posible influencia de los factores sociales se observó en la realización de acentos nucleares monotonales en datos de los hablantes más jóvenes, en contraste con las formas bitonales, en datos de mayores. Esta tendencia se tendrá que comprobar en una muestra de datos que incluya diferentes estilos de habla y un mayor número de hablantes.
Con esta aproximación a los datos, se pueden formular hipótesis acerca de las configuraciones tonales que se producirían para un determinado tipo enunciativo en un contexto natural. En todo caso, es imprescindible que en investigaciones posteriores se analicen datos elicitados en contextos espontáneos e incorporar factores sociolingüísticos que puedan dar cuenta de la variación de los patrones entonativos.