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Cuicuilco. Revista de ciencias antropológicas

versión On-line ISSN 2448-8488versión impresa ISSN 2448-9018

Cuicuilco. Rev. cienc. antropol. vol.27 no.77 Ciudad de México ene./abr. 2020  Epub 24-Mar-2021

 

Dossier

Diecisiete años de la Congregación Nacional de la Santa Muerte en Ecatepec, Estado de México

Seventeen years of the National Congregation of Santa Muerte in Ecatepec, State of Mexico

Janet Valverde Montaño1  * 

1Escuela Nacional de Antropología e Historia, México


Resumen

La Congregación Nacional de la Santa Muerte (CNSM) surgió a principios del año 2000 en Ecatepec de Morelos, en el Estado de México, como parte de la expansión del culto surgido en Tepito, Ciudad de México, y que más tarde se convertiría en referente para la práctica ritual. Si bien la CNSM se basó en dicho modelo, imprimió su propio estilo debido a la formación académica de sus líderes (un historiador y un comunicólogo que han integrado al ritual préstamos culturales de distintos sistemas religiosos) sumada a la experiencia del jefe de familia como heredero de la sabiduría familiar en artes oscuras, como la hechicería, la brujería y el culto a la Santa Muerte. Para erigir su altar, el padre y sus dos hijos, como ministros, tomaron el espacio bajo el puente vehicular a un costado del metro Ecatepec. En este artículo abordamos el culto a la Santa Muerte desde un enfoque cualitativo realizando observación participante en sus ritos mensuales y en la fiesta de Día de Muertos, y conversando con líderes y creyentes, portadores y practicantes de un culto que ha ganado suficiente eficacia simbólica para mantenerse y crecer durante diecisiete años en un proceso de formalización.

Palabras clave: Santa Muerte; Ecatepec; crisis económica; modernidad

Abstract

The National Congregation of Santa Muerte (CNSM) came into being early in the year 2000, in Ecatepec de Morelos (State of Mexico), as part of the expansion of the cult that arose in Tepito (Mexico City), and which later became a reference for ritual practice. Although the CNSM was based on the aforementioned model, it later published its own ‘ritual practices,’ due to the academic training of its leaders (a historian and a communicator, who have integrated the cultural loans from different religious systems into the rituals), added to the experience of the head of the family as the heir of family wisdom in the dark arts, such as sorcery, witchcraft, and the cult of Santa Muerte. To erect his altar, the father and his two sons (as ministers), appropriated space below the vehicular bridge close to the Ecatepec Metro (subway) station. In this article, we approach the cult of Santa Muerte through a qualitative approach, performing participant observation during its monthly rites and the festival of the ‘Day of the Dead,’ along with conversing with leaders and believers, bearers and practitioners of a cult that has gained sufficient symbolic effectiveness to not only maintain itself, but to increase its follower numbers -for seventeen years- through a process of formalization.

Keywords: Santa Muerte; Ecatepec; economic crisis; modernity

INTRODUCCIÓN

El presente artículo da cuenta de una de las manifestaciones del culto a la Santa Muerte en el municipio de Ecatepec de Morelos, localidad en donde realicé trabajo de campo con la Congregación Nacional de la Santa Muerte [CNSM] en el periodo comprendido de 2014-2018 como parte de una investigación para tesis de maestría en Ciencias Antropológicas.

La estrategia metodológica consistió en realizar observación participante durante los ritos mensuales y observación no participante en días aleatorios entre semana para conocer la ritualidad en la cotidianidad frente al altar público bajo, resguardado por el puente vehicular de la avenida Pichardo Pagaza. Se hicieron observaciones en el transcurso de la fiesta de aniversario para presenciar la festividad de Día de Muertos, en la que también festejan a la Santa Muerte, y en el aniversario de la congregación, así como en los ritos mensuales celebrados en otros altares pertenecientes a la CNSM. También se llevaron a cabo visitas a altares que no pertenecen a la CNSM, como Santa Muerte Internacional, la Iglesia Católica Tradicional México-Estados Unidos,1 el Altar de Alfarería y el Santuario de San Bernardo [La Santa Muerte] en Tepatepec, Hidalgo. Finalmente recurrí a la revisión de videos en YouTube para conocer otros altares nacionales y estadounidenses. Aunque no fueron reportados en el documento sirvieron para constatar la pluralidad de la que se componen las devociones a la Santa Muerte, así como sus rasgos generales.

El criterio de selección para trabajar con la CNSM fue el encontrar diferencias significativas respecto a otras congregaciones en relación a que sus líderes tienen un perfil académico que ha incidido en el diseño del culto. Estos líderes han elegido préstamos culturales de sistemas religiosos orientales, del hinduismo, del esoterismo occidental, de la llamada New Age y de la cosmovisión mesoamericana como una estrategia para obtener mayor eficacia simbólica y personalidad, y así distinguirse de otras devociones a la Santa Muerte. Por otra parte, han procurado impulsar la difusión de la creencia en la Santa Muerte y de la CNSM en todo medio de comunicación posible.

La hipótesis de investigación propone que la creencia en la Santa Muerte forma parte del macrosistema religioso del catolicismo cultural mexicano y aunque su culto no es reconocido por la jerarquía eclesial, e incluso es rechazado, es reproducido culturalmente por los creyentes como una forma de expresar su libertad de creencia fuera de la institución, es decir, ante la imposibilidad de reformar la Iglesia Católica Apostólica Romana crean sus propios espacios sagrados y númenes en las calles de la Ciudad de México como parte de la pluralidad dentro del catolicismo.

Cabe destacar que no todos los creyentes son católicos, si bien son mayoría también encontramos a quienes provienen de otros sistemas religiosos cristianos, de la santería y del campo esotérico.

CONTEXTO DE ECATEPEC DE MORELOS

Actualmente, Ecatepec es uno de los municipios más poblados del Estado de México,2 ya que, como parte del programa de descentralización de la Ciudad de México, albergó a cientos de capitalinos que ocuparon los fraccionamientos edificados por el grupo inmobiliario Ara, quienes trabajaron para la administración en la construcción de calles, parques, sistemas de suministro de agua, plantas de luz, escuelas y zonas comerciales.3 Adicionalmente, poblaciones irregulares se asentaron en las faldas de la Sierra de Guadalupe sin lograr insertarse en el campo laboral, de modo que recurrieron al comercio informal para subsistir.

El tejido social de Ecatepec se vio afectado por la falta de identidad territorial de los migrantes, a lo que se suman otros problemas, como la deficiencia en la administración pública, la precariedad laboral y la inseguridad. En un reportaje de Hispan TV4 [2016] se aseguró que Ecatepec se ha convertido en el municipio más peligroso de México, con cifras escalofriantes: entre enero y agosto de 2016 se cometieron 1,300 robos en viviendas, casi 3,000 robos de auto, alrededor de 2,000 a negocios, 1,700 homicidios, 174 secuestros y 1,400 ataques sexuales o violaciones.

En suma, el contexto hostil en el que viven los habitantes de este municipio los ha impulsado a buscar protección espiritual, de tal suerte que se ha desarrollado una oferta religiosa principalmente cristiana en la que coexiste la devoción a la Santa Muerte.

SURGIMIENTO DE LA CONGREGACIÓN NACIONAL DE LA SANTA MUERTE [CNSM]

Los orígenes de la CNSM en Ecatepec se encuentran fundamentados en la familia González Nava, quienes son herederos de una tradición de creencia en la magia y en el esoterismo. En los años noventa migraron de la Ciudad de México a Ecatepec. El jefe de la familia, el Hermano Parka, es hijo de padres curanderos, practicantes de distintas artes adivinatorias y devotos de la Santa Muerte que migraron desde Michoacán y Oaxaca a la Ciudad de México. Particularmente, el padre de Parka adquirió instrucción sobre brujería en Catemaco, Veracruz. Su abuela materna fue practicante de esoterismo y le enseñó un método de hechicería con gatos, a quienes considera sagrados. Esta idea fue reforzada por uno de los miembros de la familia, quien estudió antropología y llevó al hogar distintos conocimientos sobre otras culturas, como la egipcia, en la que el gato era venerado.

La familia González se autodenomina católica, por tanto, sus integrantes han celebrado los ritos de paso y respetan la jerarquía de Dios, pero están conscientes de que esta religión fue resultado de una imposición del colonialismo hispano por lo que no se consideran cercanos a la institución; por el contrario, son críticos de ella haciendo énfasis en los escándalos de pederastia que han surgido en distintas partes del mundo.

El sistema religioso que practica la familia está conformado por distintos préstamos culturales del catolicismo, por lo que el altar de la Santa Muerte está inspirado en el de San Judas Tadeo y el Señor de Chalma, con los que puede compartir espacio y oraciones como el Padre nuestro, el Ave María y el Gloria, aunque adicionalmente le rezan su propia oración, la Oración de la Santa Muerte. Dicha oración ha sido ampliamente difundida y de acuerdo con Carlos Navarrete [1982] se le encuentra a lo largo de Latinoamérica relacionada con devociones como la del San La Muerte, en Argentina, o en Chiapas y Guatemala con San Pascualito Rey, advocación de San Pascual Bailón difunto. Hoy en día esta oración se puede encontrar impresa en estampitas y veladoras de venta en los mercados locales en cualquier parte de México. Aquí la compartimos:

Jesucristo vencedor, que en la Cruz fuiste vencido, vence a fulano de tal, que esté vencido conmigo; en nombre del Señor, si eres animal feroz, manso como un cordero, manso como la flor de romero tienes que venir; pan comiste, de él me diste y por la palabra más fuerte que me diste, quiero que me traigas a fulano de tal, que esté humillado, rendido a mis plantas a cumplir lo que me ha ofrecido. Santísima Muerte, yo te suplico encarecidamente que, así como te formó Dios inmortal con tu grande poder sobre todos los mortales hasta ponerlos en la esfera celeste donde gozaremos un glorioso día sin noche por toda la eternidad y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, yo te ruego y te suplico te dignes ser mi protectora y me concedas todos los favores que yo te pido hasta el último día hora y momento en que su Divina Majestad ordene llevarme ante su presencia, Amén.

Jaculatoria

Muerte querida, de mi corazón, no me desampares con tu protección y no me dejes a Fulano de Tal un solo momento tranquilo; moléstalo a cada momento, mortifícalo e inquiétalo para que siempre piense en mí.

Independientemente del momento histórico en que se ha empleado, en esta oración el devoto reconoce el supremo poder que tiene la Santa y le solicita poder y control sobre lo otro, principio fundamental de la magia según lo apunta Frazer [2014].

Este complejo sistema religioso se enriqueció además con la ritualidad en torno a Krishna que practica la madre de familia. Por cierto, el hinduismo ha sido bien aceptado por la familia e incluso algunos de sus miembros han adoptado el vegetarianismo en su alimentación.

El Hermano Parka se ha dedicado a ser brujo, hechicero y especialista religioso de la Santa Muerte de tiempo completo pues es una actividad que le propicia reconocimiento social, le permite administrar su tiempo y le provee ingresos económicos constantes, ya que, en la cosmovisión de los mexicanos, la magia es considerada eficaz para la solución de distintos problemas.

Siguiendo a López Austin [1967], ya en el mundo prehispánico la magia era practicada por todos, por ello se contemplaba una tipología que daba respuesta a necesidades comunes y a aquellas que requerían alta magia, rasgo cultural que persiste debido a la eficacia simbólica, elemento que le permite estar presente en la cosmovisión actual, ya que es una aliada para la vida cotidiana y para la resolución de problemas serios, como la recuperación de la salud física y emocional o el encuentro de un buen empleo o un buen amor. En estos casos el creyente puede llegar a gastar hasta diez salarios mínimos, como pude constatar en las observaciones en calles cercanas al altar de la CNSM, en las que se muestran distribuidas cartulinas en colores neón que publicitan amarres y lectura de tarot en ese rango de precios.

A principios del año 2000, el Hermano Parka adquirió fama en los medios nacionales de comunicación masiva. Fue entrevistado por Cristina Pacheco en Ecatepec dentro de su consultorio esotérico, además de que fue invitado a participar en un programa de Televisa llamado Viva la Mañana al lado de otros reconocidos esotéricos como Macario y el Brujo Mayor. El tema a tratar era la Santa Muerte y sus orígenes. Durante la transmisión y de manera inesperada, la coordinadora de invitados invitó al hijo del Hermano Parka a integrarse al debate. Aunque éste se había presentado únicamente en calidad de acompañante se mostró carismático y conocedor de la Santa por lo que llamó la atención. A partir de este momento el joven líder tomó el nombre de Yamarash, cuyo significado se asocia al guardián del inframundo en la mitología védica, y comenzó a realizar acciones encaminadas a difundir el culto en distintos medios de comunicación masiva, comunitaria, local y digital.

Cabe destacar que desde los años sesenta en la Ciudad de México se ha mantenido una relación entre esotéricos y medios de comunicación masiva por lo que es común la presencia de aquéllos en los debates matutinos. Esteban Mayo fue uno de los representantes más conocidos y que más ha contribuido a la formación de esotéricos gracias a la apertura de su escuela, de la cual egresaron al menos “5000 astrólogos y 6000 tarotistas en el ámbito profesional” [Gress 2003: 24], además de abrir el Pasaje Esotérico en el centro comercial Plaza Galerías, al cual han asistido los esotéricos más famosos del país.

A partir de la apertura del altar de la calle Alfarería, en 2001, los líderes espirituales y los guardianes de altares públicos y privados comenzaron a organizar redes en la Ciudad de México [García 2006]. Tomaron como modelo de ritualidad el del altar de Alfarería, caracterizado por tener ritos y oraciones católicos, periodicidad mensual, ofrendar a la Santa Muerte manzanas rojas, bebidas alcohólicas y tabaco, realizar ofrendas sociales en las que el creyente regala dulces, flores, oraciones, cadenas, afiches y/o alimentos para los devotos.

Yamarash asistía a este altar y pronto se volvió cercano a Enriqueta Romero, la guardiana, pues la reconoce como pionera en el culto. Después de un año le solicitó que fuera su madrina pues había decidido erigir un altar sobre la avenida Gobernador Ignacio Pichardo Pagaza, en Ecatepec.

En sus primeros años de apertura, parte de la comunidad reaccionó ejerciendo actos de discriminación religiosa: se hacían cadenas de oración frente al local, se repartía publicidad estigmatizante y había expresiones de desagrado al pasar frente al altar.

Sin embargo, ni el rechazo ni la intolerancia religiosa frenaron las intenciones de la familia de continuar con el culto público. Además, seguía ganando renombre en los medios. Incluso, Elsa Malvido [2005] dio a conocer al Hermano Parka en la revista Arqueología Mexicana en un conocido artículo que llevó por título, Crónicas de la Buena Muerte a la Santa Muerte en México, al mencionar que éste ofrecía servicios como especialista religioso de la Santa para “consagrar todo tipo de objetos de culto: velas, imágenes, escapularios, agua, dijes, etc.” [Malvido 2005: 26].

Si bien, en el inicio algunos habitantes manifestaron su rechazo, otros tantos mostraron simpatía, de tal suerte que las ofrendas comenzaron a abundar frente al altar, por lo que fue necesario organizar a los creyentes en una congregación.

Inicialmente invitaron a David Romo a oficiar misa, quien era ministro de la Iglesia Católica Tradicional México-Estados Unidos, sistema religioso autónomo del Vaticano que contempla en su panteón a la Santa Muerte. Gozaba de buena reputación pues había oficiado misas en el Altar de Alfarería. No obstante, pasado el tiempo se generó un cisma en el incipiente culto a la Santa Muerte que fue provocado cuando Romo propuso cambiar la iconografía actual por una versión de la Santa encarnada a la cual llamó Ángel de la Muerte. Los líderes manifestaron su oposición pues para ellos la imagen esquelética simboliza la igualdad del ser humano ante la muerte por lo que no puede ser sustituida. Otro punto que les distanció de Romo fue que éste hubiera declarado ante la prensa y la televisión su postura en contra de la hechicería, elemento ampliamente valorado en las congregaciones.

Como consecuencia, veinticinco guardianes de distintos altares del centro de México conformaron la Congregación Nacional de la Santa Muerte [CNSM], firmaron un documento donde especificaron su deseo por congregarse bajo el amparo de la libertad de culto plasmada en la Constitución Política mexicana con el objetivo de defender “un culto con bases históricas, antropológicas y religiosas”, según dice su documento.

Constituidos como la CNSM acordaron rechazar el sacrificio humano y animal como ofrenda a la Santa, en oposición; convinieron que se le debe ofrecer objetos o actos factibles que no dañen a terceros, como realizar peregrinaciones, rezos, ofrendas sociales o servicios devocionales como la limpieza del altar, entre otros. Este acuerdo persiste en las distintas formas de devoción a la Santa Muerte que conocí durante el estudio.

Aunque años más tarde los distintos guardianes tomaron un rumbo distinto al de la familia González, en aquel momento conformaron un frente opositor a Romo, a quien desconocieron como líder tras transcurrir dos años desde el escándalo que representara la pérdida del registro como Asociación Religiosa en 2005, por desviación doctrinaria, al incorporar el culto a la Santa Muerte y no declararlo en sus estatutos.5

A finales de 2009 Yamarash asumió la dirección de la CNSM y comenzó a oficiar ceremonias espirituales en los altares de la colonia Nueva Aragón, Aztecas, Santa Julia, Pensil y en la Colonia del Mar. En el diseño del culto fue apoyado por su hermano mayor, Endovélico, quien era estudiante de historia en la Universidad Nacional Autónoma de México [UNAM].

Como parte de las labores de difusión del culto, inició un canal en la plataforma de videos por Internet, YouTube. Ahí compartió distintos contenidos, como los programas de televisión en los que le invitaban a participar en aniversarios de los diferentes altares de la CNSM, así como en una serie de programas propios nombrados Santa Muerte TV/ Mística Espiral en los que invitaba a guardianes de otros altares para compartir conocimientos sobre la Santa, como Nieves [de la Congregación del Sur en la colonia Ajusco], Ernesto López [representante de Altares Unidos de la Santa Muerte en Chimalhuacán], y Moisés [guardián de un altar en Ecatepec] [Valverde 2018]. Además, se ocupó de crear los Horóscopos de la Santa Muerte y ofrecer consultas vía Skype en tiempo real.

Con el objetivo de mantener cercanía con los creyentes, Yamarash abrió una cuenta en Facebook y en WhatsApp. La estrategia fue un acierto pues le permitió relacionarse con devotos en los estados de Jalisco, Campeche, Hidalgo, la Ciudad de México y países como Argentina y Estados Unidos. Algunos de ellos hacen llegar su ofrenda a la Santa a través de la CNSM, de modo que en ocasiones se contrata a un mariachi y se enlaza una llamada telefónica para que el fiel dé su agradecimiento; o bien, recurren al turismo religioso y visitan el altar de Ecatepec.

EL ALTAR DE LA CNSM

La creación de este altar tuvo su origen cuando Yamarash estuvo a cargo de un local comercial, dedicado a consulta y venta de artículos relacionados con la Santa Muerte, que se ubicaba sobre la avenida Sor Juana Inés de la Cruz, a un costado del metro Ecatepec, centros comerciales, un hospital general, una universidad y el Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec.

En el local colocó una efigie de la Santa Muerte de tamaño natural y poco a poco la imponente figura empezó a atraer devotos que llevaban ofrendas y a solicitar los servicios del esotérico. En una de esas visitas un creyente se animó a llevar una escultura rota, pues pese al deterioro que mostraba, él consideraba que no había perdido su sacralidad. Decidió dejarla bajo el puente vehicular acompañada de una ofrenda. Poco tiempo después otras efigies rotas fueron llevadas al altar improvisado. Con el paso de los días comenzaron a recibir ofrendas como veladoras, dulces, flores, exvotos, fotografías y frascos con trabajos esotéricos, hasta convertirse en un pequeño altar.

El tratamiento que le dan a la efigie es similar a la que se les daba a las reliquias en el cristianismo romano de la Alta Edad Media a principios del siglo V, en el que los creyentes, al no entender la propuesta hegemónica “no hacen más que recubrir una inmoralidad sin freno y una fe incoherente y torpe, un pesado sincretismo, en el que las supersticiones germánicas, mezcladas a las supersticiones autóctonas, ocupan prácticamente más lugar que las afirmaciones cristianas” [Guignebert 1957: 22]. En las iglesias se mantenían partes del cuerpo de los santos, astillas de la santa cruz, objetos que les pertenecieron, etcétera, como fuente de sacralidad. Esta práctica fue objeto de críticas en los distintos concilios y durante la Reforma protestante, sin embargo, la lógica del creyente encuentra eficacia simbólica en el culto a las reliquias, por lo que no sólo se continuó con esta práctica, sino que fue difundida en América en el siglo XVI por distintas órdenes religiosas y colonos practicantes de un catolicismo popular.

Más allá de los especialistas religiosos y los requisitos que plantean para considerar a un objeto o personaje como sagrado, desde la institución, son las culturas quienes asignan la sacralidad como una representación de su imaginario colectivo. En ese sentido, Kristín Gudrún [2014] analiza el culto a los santos populares Jesús Malverde y Pancho Villa como cultura de la pobreza, en respuesta ante el orden dominante desprovisto de sentido para poblaciones económicamente vulnerables. Una forma simbólica de protestar y resistir pasivamente ante un sistema que les ofrece un futuro incierto.

Paul J. Vanderwood [2014] presenta un caso semejante con la devoción a Juan Soldado en el que tras un trágico suceso las personas fueron colocando piedras sobre la tumba del mártir a modo de materialización de la sacralidad, de tal suerte que se le puede pedir ayuda o milagros como a los santos que tienen tales facultades.

Para el caso de la Santa Muerte encontramos un contexto similar, no obstante, partimos de que 41.9%6 de la población mexicana vive en estado de pobreza, por lo que es un criterio que comparten distintos sistemas religiosos. Como lo mencioné al hablar del contexto de Ecatepec de Morelos, el cristianismo es la creencia mayoritaria y ahí se encuentra la diócesis a cargo del obispo católico Onésimo Cepeda Silva, además de distintas iglesias y templos evangélicos y pentecostales, como el Templo Filadelfia ICIAR, una iglesia cristiana interdenominacional, la congregación de la Virgen De Guadalupe Valle De Anáhuac, la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, la Iglesia Cristiana Rey de Reyes Ecatepec, la Capilla San José Obrero, la Iglesia San Judas Tadeo, el Templo Espiritualista Trinitario Mariano, el Templo Evangélico Monte Sinaí, el Templo cristiano Jardín de Oración, la Iglesia de Nuestra Señora de La Medalla Milagrosa La Estrella, el Templo Evangélico El Buen Pastor y la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús

Este comportamiento se replica en las prisiones, como lo muestra el estudio de Jorge Adrián Yllescas [2018] realizado en el Centro Varonil de Reinserción Social [Cevareso] de Santa Martha, en la Ciudad de México. La mayoría de los internos son católicos romanos, bajo su propia interpretación de lo que esto significa, por lo que es un estigma relacionar el culto a la Santa Muerte con las conductas antisociales y criminales.

La creencia en la Santa Muerte no es directamente resultado de carencias socioeconómicas, producto de la crisis o de una modernidad irregular [Fragoso 2007]. La creencia en este numen también está ligada a la universalidad, por lo que es incluyente, al carecer de canon tiene la cualidad de flexibilidad o plasticidad, como la nombra Higuera Bonfil [2018] por lo que es personalizable; es resultado de la expresión cultural, es un ejercicio de libertad de culto, un catolicismo a su manera.

El altar callejero cobró sacralidad, no sólo por los objetos rituales dispuestos ahí: fue delimitado por un círculo de protección divina improvisado con piedras y trozos de concreto que bien pudieron pertenecer a una banqueta o a un poste de luz. Se instituyó un calendario ritual de repetición mensual para invocar a la Santa Muerte pronunciando palabras sagradas y una fiesta anual por el aniversario, y la propia presencia de los fieles otorga sacralidad, ya que ellos mismos son un templo viviente, debido a que algunos de ellos se presentan allí decorados con tatuajes. Por todo esto, el espacio sagrado fue ganando respeto tanto por los vecinos como por la organización de comerciantes ambulantes que se instala en ese mismo espacio.

Como cada mes, los miembros de la CNSM preparan el altar para la misa y sacan la escultura de la Santa del local esotérico.

Fotografía: Janet Valverde

Foto 1 Primer altar de la CNSM, 6 de julio de 2014.  

El altar se ha ido formalizando en distintas etapas. La primera inició en octubre de 2015, cuando se edificó un primer pedestal en el centro del altar en el que fue colocada una escultura de la Santa Muerte que originalmente pertenecía a Yamarash. El día de la inauguración se realizó un ritual de inicio para consagrarlo. Días después el altar fue protegido colocándole un armazón de hierro alrededor.

Fotografía: Janet Valverde

Foto 2 Altar de la CNSM, 1 de marzo de 2018.  

A inicios del 2018 el altar se expandió hasta ocupar la totalidad del espacio bajo del puente vehicular. Se erigieron tres pedestales para colocar efigies de la Santa Muerte provenientes de Michoacán, Veracruz y Oaxaca, sitios simbólicamente significativos por la práctica de brujería y por atribuirse a esos lugares el origen del culto [Chesnut 2013; Argyriadis 2014; Perdigón 2008]. Por otro lado, el número 3 en la Biblia simboliza la totalidad en relación con el pasado, presente y futuro. Sin duda, el hecho de que los especialistas religiosos tengan conocimientos académicos se ve capitalizado a la hora de diseñar el culto.

A la primera imagen la nombraron la Santa Muerte Castigadora, pues brinda justicia al creyente contra quienes le han dañado u obstaculizan su camino. La siguiente es la Santa Muerte del Peligro y a ella acuden principalmente policías, prostitutas y personas que arriesgan su vida trabajando de noche. La tercera escultura proviene de Oaxaca y es la Santa Muerte Milagrosa, la cual simboliza salud, trabajo y amor.

Para enfatizar la creencia en lo esotérico, los pilares del puente fueron pintados de color negro y para simbolizar la abundancia, la cerca fue pintada de dorado. En la siguiente fotografía observamos el altar formalizado al cual han tenido que colocarle una cerca y en el que se ha dispuesto una cámara de seguridad y notas que advierten maldiciones en caso de robo de ofrendas, pues a pesar de ser un símbolo poderoso, ha sido víctima de la inseguridad.

Fotografía: Janet Valverde, archivo personal

Foto 3 Altar de la CNSM, 2 de mayo de 2018.  

LOS CREYENTES

A la CNSM asisten mayoritariamente familias y parejas, aunque también hay creyentes que acuden solos. Las edades varían, la mayoría son jóvenes, pero también asisten adultos mayores y niños. En menor cantidad, se encuentra la visita de transexuales, homosexuales y lesbianas. Sus ocupaciones y actividades varían entre estudiantes, empleados de gobierno y la iniciativa privada, amas de casa, jubilados, comerciantes o estilistas. Algunos de ellos tienen más de un empleo, por ejemplo, la madrina de incienso, quien labora en una sucursal de Kentucky Fried Chicken y por las tardes fabrica incienso en su taller casero en el cual tiene un altar a la Santa Muerte abundantemente ofrendado.

Un punto de cohesión en este grupo es el reconocimiento de la libertad de culto como un derecho constitucional [sin que lo conozcan a profundidad]. En su imaginario la ley les permite tomar préstamos culturales de los sistemas religiosos o creencias espirituales de su preferencia sin que genere contradicción, de modo que suelen incorporar la creencia en los ángeles, en los duendes, los cuarzos, Buda, o en sistemas religiosos de origen africano.

Gutiérrez Martínez [2005] sugiere el concepto multirreligiosidad urbana para distinguir “…las prácticas y las creencias que los creyentes urbanos de religiones instituidas de salvación (principalmente el cristianismo con sus variantes y el judaísmo) llevan a cabo en su cotidianidad en conjunción con elementos religiosos exógenos a esas tradiciones” [Gutiérrez Martínez 2005: 620]. Éste sería el concepto más cercano, pues a diferencia de pluralismo, sincretismo e hibridación religiosa aquella práctica se distingue por seguir “colaborando en la preservación de una creencia central” [Gutiérrez Martínez 2005: 624], que para este caso es el catolicismo, pues la mayoría de los miembros de la CNSM ha realizado los rituales de paso y reconocen a Dios como ente superior a la Santa Muerte, la cual, en todo caso, funge como su operaria, pues Él es quien le otorgó poder sobre los mortales.

Una parte de los creyentes se acerca a esta devoción por considerarla una alternativa ante el rechazo o decepción de la Iglesia Católica Apostólica Romana que no los acepta como son, en el caso de quienes se identifican con la diversidad sexual, quienes practican el sexo servicio y en general, en actividades ilícitas. Otros han experimentado discriminación de clase por parte de algunos feligreses por vestir modestamente. Muchos de ellos consideran que los católicos practican una doble moral y les llaman hipócritas; en cambio, dentro del culto, tienen la libertad de pedir a la Santa por sus necesidades reales, es decir, no van a pedir por la paz del mundo sino por cuestiones inmediatas como lograr el amor, conseguir dinero o alejar a personas nocivas de su camino.

ESPECIALISTAS RELIGIOSOS

La CNSM está dirigida por tres ministros: El Hermano Parka, Yamarash y Endovélico. Como ya mencionamos, el primero es el padre que se ha encargado de transmitir la devoción a sus hijos. Actualmente tiene hijos pequeños que también están siendo formados en este sistema religioso, aunque no se les obliga a participar en las misas ni se les fomenta a rezar, tienen libertad de elección y en caso de mostrar interés reciben instrucción; de lo contrario, no son sancionados, como su hija que, al considerarse no creyente, no colabora en la organización. No obstante, respeta y apoya la devoción de su familia tatuando a los creyentes; además, ha orientado a Yamarash sobre la elaboración de spots y materiales de difusión del culto para medios, ya que estudió Comunicación Social.

Yamarash, ha sido el principal responsable del crecimiento de la congregación, está dedicado de tiempo completo a difundir el culto y viaja constantemente a varios estados de la República para presentarse en medios de difusión tanto comunitarios como masivos.

Debido a la especialización en el estudio sobre historia de las religiones, Endovélico ha tenido la tarea de fundamentar la devoción a la Santa Muerte para la CNSM. Como ministro, comparte varios de estos conocimientos con los creyentes, como el culto a las deidades de la muerte en la cosmovisión prehispánica, pues considera que requieren argumentos que puedan usar en contra de posibles adversarios que intentarán discriminarles.

Cuando era estudiante, Endovélico colaboró en el ciclo de conferencias “El hombre y lo Sagrado”, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia [INAH]. Dado que este último es un espacio abierto al público en general invitó al Hermano Parka y a Yamarash para especializarse, pues en dicha Institución se presentan ponencias de académicos provenientes de otras instituciones nacionales y extranjeras. Por otro lado, ha investigado sobre la idea de la muerte en distintas culturas ya que considera que es un tema común para la humanidad históricamente hablando. Por ello ha incluido la idea de la muerte universal en la invocación de la Santa Muerte que realizan durante el ritual de carga mensual, tema que abordaremos en el siguiente apartado.

El perfil académico es una de las características principales de la CNSM, desarrollado con el objetivo de distinguirse de otras congregaciones y así adquirir una personalidad que en un futuro les permita obtener la aprobación de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público. Como una medida de refuerzo invitaron al antropólogo Rodolfo Campos a uno de sus aniversarios para ofrecer una conferencia a los creyentes sobre la muerte en la perspectiva mesoamericana. Por su parte, Endovélico también ha ofrecido conferencias sobre la muerte universal y en sus homilías también suele mencionarlo.

RITUALES DE LA CNSM

Una de las particularidades de los sistemas religiosos, de acuerdo con Elio Masferrer [2004], es estar articulados en la dinámica de las sociedades nacionales en la que están insertos, por lo que adquieren su personalidad. En el caso mexicano el catolicismo ha sido un factor de cohesión nacional por lo que es comprensible que haya sido considerado a la hora de elaborar la ritualidad de la Santa Muerte.

Siguiendo ese modelo, la CNSM ha originado distintos rituales que atienden a diferentes propósitos: rituales de carga mensual, rituales de crisis vitales, rituales del campo esotérico y la celebración de aniversario-Día de Muertos.

Los rituales de carga mensual, conocidos como misa, tienen como objetivo principal descargar las emociones negativas, limpiar y cargarse de energía protectora de la Santa Muerte por medio de una invocación y la pronunciación del mantra sagrado. Inicialmente se realizaba el primer domingo del mes, pero en 2018 la CNSM modificó la fecha de reunión al día primero de cada mes, por convenir a los intereses de los líderes, pero también por ser el día que han elegido la mayoría de los altares del centro de México para congregarse. Cabe destacar que al interior de las organizaciones en torno a la creencia en la Santa Muerte, en general no existe un consenso sobre la frecuencia con la que las congregaciones deban reunirse, de modo que algunas lo hacen semanalmente, como es el caso de la Santa Muerte Internacional; en distintos días de la semana, se lleva a cabo en la Iglesia Católica Tradicional México-Estados Unidos, o de forma anual, como se celebra en la fiesta del santuario de Tepatepec, en Hidalgo.7 El horario lo establece cada congregación y en el caso de la CNSM se definió las 17:00 horas, porque se consideró que era un horario familiar, conveniente para la seguridad de los creyentes.

En el ritual se reúnen alrededor de sesenta personas. Llevan consigo esculturas de la Santa Muerte de distintos tamaños y las colocan en el altar. Algunos ofrendan ramos de flores, bocanadas de humo de tabaco; la madrina del incienso enciende grandes cantidades del producto en distintos puntos del altar. Y es que el incienso es un símbolo instrumental importante pues, de acuerdo con los especialistas religiosos de la CNSM, simboliza el aire, uno de los cuatro elementos que deben estar presentes en el altar de la Santa junto con el agua, la tierra [simbolizada por las flores] y el fuego [representado con veladoras].

El encuentro inicia con una charla por parte de los ministros del culto en la que comparten con los creyentes los logros de la CNSM, y la participación de Yamarash en los medios de comunicación y entretenimiento; se hacen menciones honoríficas a los padrinos que han contribuido con donaciones como vestidos para la Santa, préstamo de sillas plegables, cámaras de videograbación para la seguridad del altar, entre otros.

Dado que no existe un marco normativo en la liturgia de la CNSM, este ritual se ha ido transformando. En el periodo 2014-2018 en el que realicé observación de campo fui testigo de estos ajustes en los que inicialmente se pronunciaban más oraciones católicas, que con el paso del tiempo se han reducido con la intención de centrarse en la figura de la Santa.

El punto que marca la culminación del ritual sucede cuando se invoca a las distintas representaciones de la Muerte en el mundo, como Shiva, Motz, Mahakala, San La Muerte, Mictlantecuhtli y la Santa Muerte mexicana. Yamarash pronuncia un mantra de protección veda: “O mmmm namo baga bate va su de valla”. Este mantra suele ser cantado antes del Bhagavad Gita por los monjes hinduistas y de acuerdo con Dharmaraj Nava8 su interpretación al español puede ser “Adoro al señor supremo, aunque no es la verdad absoluta le ofrezco mis respetuosas reverencias”.

Durante ese momento los creyentes cierran los ojos y mantienen los brazos levantados hacia la Santa Muerte, dirigidos a la figura de tamaño natural que preside el altar. El ministro les indica enfocarse mentalmente en el malestar que les agobia sin que tengan que exponerlo públicamente, les pide traer los malos sentimientos, incluyendo los producidos por enfermedad, para ser limpiados por la Santa Muerte.

Siguiendo a Turner [1980], encontramos que en este ritual los creyentes son tocados por la influencia de las benéficas fuerzas rituales y con ello purifican sus deseos y emociones rebeldes y voluntariamente se someten de nuevo a las “mores públicas” [Turner 1980: 55]. De modo que, el papel de este ritual, como sugiere Girard [1972], es apaciguar la violencia e impedir su propagación. Mediante este contacto la Santa Muerte les provee de energía suficiente para llevar a cabo los planes que los creyentes deben realizar para mantener la armonía familiar, obtener estabilidad financiera, mejorar la salud y demás motivadores. En la fotografía número 4 observamos el momento en que se realiza este ritual por parte de toda la congregación, dotando de sacralidad al espacio callejero.

Fotografía: Janet Valverde, archivo personal

Foto 4 Ceremonia de carga mensual, 2 de mayo de 2018.  

Antes de terminar, los líderes comentan los planes que tiene la congregación [CNSM] y ofrecen promociones en la boutique esotérica y el puesto ambulante que Endovélico instala mes a mes a un costado del altar. Después viene la bendición del hermano Parka, para la cual rocía con lociones de la Santa Muerte a cada uno de los asistentes y más tarde regresa con la caja donde colocará los donativos económicos que los creyentes proporcionan para gastos de la ceremonia.

Una vez finalizada la misa los creyentes hacen ofrendas sociales compartiendo con los asistentes dulces, flores, y afiches relacionados con la Santa Muerte, mientras otros ofrendan individualmente chorros de bebidas embriagantes sobre las deidades y bocanadas de humo de cigarro.

Los rituales de las crisis vitales, como señala Turner [1980], conciernen a los individuos y marcan cambios en las relaciones con personas vinculadas a ellos. Tienen el propósito de marcar la transición de una fase de la vida a otra o el cambio de estatus social como el bautizo de infantes y nupcias heterosexuales y homosexuales que celebra la CNSM.

Estos rituales pueden ocurrir al finalizar la misa mensual o bien durante la celebración de la fiesta de aniversario de la congregación. El atuendo y gastos del evento dependerá de los recursos económicos de los creyentes, por lo que es usual presenciar ceremonias breves y sobrias. Estas celebraciones están dedicadas a la Santa Muerte Blanca, pues simboliza el bien, la fortaleza de vínculos amorosos filiales, la protección y buena vida.

El bautizo está inspirado en el ritual católico, del mismo modo, los padres acuden acompañados de padrinos, usualmente una pareja heterosexual, que fungirán como protectores del nuevo miembro de la CNSM. Los ministros les recomiendan otorgarle al niño una cantidad de dinero de aproximadamente cincuenta pesos cada domingo, cuidar de su salud y visitarle por lo menos una vez cada tres meses para realizar actos de convivencia. En alrededor de cinco minutos, los ministros bendicen al infante deseándole luz, sabiduría, energía, salud, economía, fortaleza y triunfo. Mientras lo hacen, vierten un vaso con agua sobre su cabeza.

Terminan el ritual con la repartición de bolos, los cuales significan deseos de abundancia, suerte y progreso para el ahijado. Se realiza justo como se hace en la tradición católica: el padrino avienta monedas al aire para los niños reunidos a su alrededor. La participación en este rito es exclusiva de los menores, si algún adulto intenta recoger monedas es reprendido enfatizando esta exclusividad.

En el caso del ritual de nupcias, la duración es de alrededor de diez minutos. Inicia con el ministro solicitando la bendición y protección de la Santa Muerte sobre la pareja para que su matrimonio se conduzca con buena economía y estabilidad emocional. En respuesta, ambos declaran entregarse en espíritu, cuerpo y alma ante la Santa, y hacen un compromiso de continuar congregándose en el altar de la CNSM; de no comprometerse, advierte el ministro, podría haber terribles consecuencias como la muerte de un ser querido o el sufrimiento de otros daños. Después, el líder espiritual les pregunta si aceptan la unión matrimonial. Una vez aceptada se procede al pacto de sangre cuya finalidad es mantener el amor de la pareja en el presente y después de la muerte. Para su realización se requiere que los padrinos lleven el lazo para simbolizar la unión infinita y una navaja nueva con la que cada uno hará un pequeño corte en la muñeca de su compañero para hacer brotar sangre, hecho esto, el ministro une sus muñecas para bendecir la unión.

En el momento siguiente un segundo ministro coloca el lazo en el cuello de los novios y reza una oración dirigida a la Muerte Roja para pactar el matrimonio. La peculiaridad de este símbolo instrumental es que está adaptado a la Santa Muerte, de modo que el lazo puede ser de color negro o blanco con cuentas en forma de calavera, dependiendo de la creatividad del devoto.

Finalmente, indican a los novios que se pueden besar, mientras la feligresía aplaude emocionada. Enseguida se realiza el brindis, que de igual forma depende del presupuesto económico de los creyentes: si habrá copas o caballitos con mezcal. En uno de los rituales a los que asistí el novio se negó a realizar el rito debido a que practica la abstinencia de alcohol por lo que el ministro lo solucionó vertiendo el licor en la cabeza de los novios y después los roció con esencia de la Santa Muerte en spray, tal como se hace con la Santa Muerte [Valverde 2018].

Cuando el ritual se lleva a cabo para parejas no heterosexuales, no existen muchas variantes de lo antes descrito. En la fiesta del XIV aniversario de la CNSM se realizó un ritual de esta naturaleza en el que adicionalmente se emplearon dos veladoras, una conocida como la de siete potencias, por sus variados colores coincidentes con la bandera de la diversidad sexual; la otra, era una veladora dorada, símbolo de la abundancia económica. Cada una de las veladoras debía sostenerla en las manos la pareja antes del pacto de sangre.

En cuanto a los rituales del campo esotérico, he mencionado ya que los especialistas religiosos se autodenominan esotéricos, ya que poseen conocimientos sobre técnicas adivinatorias nacionales y occidentales. Como anteriormente se dijo también, la ascendencia del Hermano Parka desarrolló un sistema religioso con ritualidad que contenía elementos del catolicismo, la brujería, la hechicería y la devoción a la Santa Muerte. Además de ello, Yamarash se ha especializado en lectura de tarot, numerología, aromaterapia, el estudio del poder de la mente, y se ha acercado informalmente a la psicología, de modo que es consciente de la eficacia simbólica que tiene la Santa Muerte sobre los creyentes. Por ello emplea estas fuerzas en ayudar al creyente a dirigir sus esfuerzos para lograr sus objetivos, de manera similar al trabajo que realizan los terapeutas, aunque el ministro da explicaciones mágicas al devoto.

Endovélico tiene gusto por el esoterismo por lo que ha estudiado sobre éste en distintas culturas. También cuenta con un consultorio o local esotérico donde ofrece sus servicios.

Una de las estrategias que han tomado los líderes espirituales de la CNSM es tratar a los creyentes como pacientes que sufren dolencias emocionales por lo que en sus locales esotéricos ofrecen la medicina alternativa para el alma, obtenida en diferentes rituales del campo esotérico, como limpias, amarres, rituales de protección contra el mal de ojo o ataques psíquicos, ritual contra las envidias, adivinación mediante lectura de cartas y Rumpología o lectura de las nalgas, esto último publicitado para creyentes del medio del espectáculo.

Uno de los ritos más solicitados es el amarre, el cual consiste en atar mágicamente al ser amado. Ya Oscar Lewis [1965] lo había identificado en su etnografía sobre la cultura de la pobreza en México en la que mujeres mortificadas por los problemas económicos relacionados con la infidelidad o el abandono de su pareja se veían en la necesidad de buscar remedios mágicos para amarrarlos y hacerles cumplir su rol conyugal en una cultura patriarcal y machista. A través del amarre se sigue buscando la responsabilidad conyugal y paternal en un México en el que actualmente se ha exacerbado el odio hacia las mujeres. De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio “los asesinatos de mujeres incrementaron en 52 por ciento comparado con 2015, al registrarse 3 mil 256 casos. En los dos años sumaron 8 mil 904”.9 Los creyentes también acuden al amarre cuando perciben distanciamiento en su pareja, para reavivar la pasión. De igual manera celebran otros ritos como la bendición de vehículos y exorcismos, los cuales pueden ser video grabados para su posterior difusión en YouTube.

Sobre el aniversario-Día de Muertos, la CNSM celebró su primer aniversario con una fiesta acompañada de mariachis y comida, y en aquella ocasión, sus miembros ocuparon el espacio del camellón que divide la avenida Pichardo Pagaza. El éxito de la fiesta les motivó a repetirla por lo que este año celebrarán en noviembre dieciocho años de existencia. Se han esforzado por mejorar y ofrecer un espectáculo grato para la comunidad y con ello han generado integración vecinal, propiciando peregrinaciones. Además, han mantenido un ambiente familiar en el que, a pesar de los prejuicios que pudiera generar el contexto de Ecatepec, las celebraciones han transcurrido de manera segura.

El 2 de noviembre la CNSM lleva a cabo la fiesta, en la que además de festejar a la Santa Muerte también celebran el Día de los Muertos. Aunque la CNSM se fundó en el mes de agosto decidieron tomar esta fecha para llevar a cabo la fiesta de aniversario por ser un referente simbólico de identidad mexicana. La CNSM, en conjunto con los devotos, planea con al menos seis meses de antelación la logística del evento. Reúnen dinero para imprimir publicidad que pegan por todo el barrio. Algunos se postulan como padrinos y madrinas, se encargan de la indumentaria especial para la Santa, limpian, regalan comida, veladoras, incienso, entre otras actividades. El compromiso es voluntario, así como la periodicidad; por ejemplo, una madrina prometió a la Santa llevar doscientos mixiotes para esta celebración y lleva tres años haciéndolo. Otros aportan flores de cempasúchil para decorar el altar y el espacio empleado como escenario: con los pétalos de las flores forman un camino hacia el altar, como lo hacen los católicos culturales en la ofrenda de Día de Muertos para la transición de sus ancestros.

Para la fiesta llevan ofrendas sociales que comparten con los creyentes, como flores, escapularios, dijes, dulces, rosarios, comida, estampitas u hojas impresas con oraciones e imágenes de la Santa. La celebración comienza a mediodía y transcurre en un ambiente familiar. Algunos niños asisten disfrazados al estilo Halloween y piden su calaverita portando calabazas y cráneos de plástico para recibir dinero o dulces. Algunos adultos también se disfrazan o bien utilizan maquillaje para pintarse de calavera. A la Santa Muerte se le festeja cantándole las mañanitas con mariachi ya que es considerada tan cercana como un familiar o una madrina.

Al llegar, los fieles colocan sus imágenes alrededor del escenario. Puede percibirse como un encuentro ecuménico, pues comparten espacio con iconografía de buda, de la muerte egipcia, de santos católicos personalizados por la CNSM [como San Francisco de Asís, al cual le quitaron la cabeza para remplazarla por un cráneo] y elementos propios del Halloween.

El festejo de la Santa ha sido bien aceptado entre los vecinos quienes asisten para disfrutar de un espectáculo variado: lucha libre, imitadores de cantantes famosos, concurso de talento [canto, baile, grafiti], además de obsequiar distintos alimentos en abundancia. Con la fiesta se demuestra el poder de organización y recursos con que cuenta la creencia en la Santa Muerte a través de la CNSM, también es una forma de expresar prestigio, ya que a estas fiestas suelen asistir algunas celebridades y medios de comunicación masiva [Valverde 2018].

El momento más significativo en el festejo es la misa. Se lleva a cabo alrededor de las seis de la tarde para que pueda estar presente la mayoría de los creyentes. Su estructura es similar a la que realizan mensualmente; comúnmente se celebran ritos de crisis vital como bautizos y nupcias heterosexuales o diversas. En algunas ocasiones invitan a Los danzantes de las sombras, agrupación que rescata danzas prehispánicas dedicadas a Mictlantecutli y Mictlancíhuatl, y cuyos integrantes portan en su atuendo los símbolos de la dualidad que representan a estas deidades. Posterior a esta celebración sigue el baile de sonido, así que muchas familias se retiran para dar paso a los jóvenes, quienes acompañan el baile con bebidas alcohólicas. Sin embargo, esto no ha acarreado conflictos, de tal suerte que el municipio ha continuado otorgando permiso para que se lleve a cabo. Alrededor de las diez de la noche termina la fiesta.

En las siguientes celebraciones de aniversario la CNSM ha tenido distintos invitados, entre ellos Enriqueta Romero, guardiana del altar de Alfarería, la etnóloga Yolotl González, el Brujo Mayor, el Brujo Macario, el investigador paranormal César Buenrostro, las celebridades Carmen Campuzano, Sabrina Sabrock, Marian y Mishelle, los medios de comunicación El Universal, Animal político, El Gráfico, El Metro y 24 horas.

Respecto a los ritos funerarios, no existe un protocolo, por lo que realizan el ritual católico oficial, además de que hay una tendencia a la incineración, ya que consideran que tienen una trascendencia más directa. Únicamente en caso de que la familia del finado solicite a los líderes espirituales su intervención, éstos aconsejan un abre caminos. Tampoco realizan rituales de iniciación para nuevos creyentes, no hay un proceso de liminalidad, dado que el ritual se realiza bajo el puente vehicular el acceso es libre para que el creyente asista o deje de asistir, no se genera un compromiso o lealtad por escrito y los líderes no interactúan con todos los creyentes, sólo con quienes solicitan los servicios esotéricos o con quienes se ofrecen como padrinos o voluntarios en el cuidado del altar [Valverde 2018].

LA SANTA MUERTE COMO SÍMBOLO

De acuerdo con Turner [1980: 22] la estructura y las propiedades de los símbolos rituales pueden deducirse a partir de tres clases de datos: 1) Forma externa y características observables; 2) interpretaciones ofrecidas por los especialistas religiosos y por los simples fieles, y 3) contextos significativos en gran parte elaborados por el antropólogo. En este sentido, los creyentes toman a la Santa Muerte como símbolo dominante por lo que genera interacciones siendo capaz de condensar y unificar significados dispares, por ello suelen decir que a ella se le puede pedir tanto el bien como el mal.

Por otra parte, los especialistas religiosos han acordado representar el carácter polisémico de la Santa con colores;10 de esta manera: el blanco está asociado con el bien y el negro con el mal, pero también está asociado con el conocimiento oculto y a la protección; el rojo simboliza el amor, el verde la justicia, el azul el conocimiento, el dorado y estampado de billetes de dólares, la abundancia económica. Aunque debido a la libertad de interpretación de la creencia en la Santa Muerte también los creyentes suelen otorgarle un significado propio a los colores o ignorar la sugerencia del especialista religioso y limitarse a utilizar veladoras blancas, como suele hacerse en las iglesias católicas.

Para el creyente la Santa Muerte simboliza la igualdad; por un lado, el esqueleto representa al ser humano y, por el otro, la condición de finitud que también posee. Además, la perciben como dual, de manera que además de representar muerte simboliza vida, y ambas forman parte de la unidad de la existencia.

Cabe destacar que el símbolo mantiene una polarización de sentido en la que en un extremo se encuentra un polo ideológico con componentes de orden moral y social como establecen los principios de la CNSM, normas y valores inherentes a las relaciones estructurales que guían y controlan a los miembros del grupo; mientras que el otro polo es sensorial, relacionado con la forma externa del símbolo, que provoca deseos y sentimientos de belleza en los creyentes, quienes se refieren a ella como bonita, hermosa, chula.

Desde esta perspectiva, la Santa Muerte puede causar miedo en el no creyente, mientras que al interior del sistema se le percibe cercana al ser humano pues cada individuo es portador de un esqueleto, idea compartida en los casos estudiados por Katia Perdigón [2008] en otros altares nacionales.

De acuerdo con la lógica de los creyentes la Santa posee una cierta agencia femenina que permite la generación de parentesco ritual, así, es madre, hermana o madrina. Despierta en el devoto su sentido artístico, se le viste como novia, de blanco, de rojo en el mes del amor, de quinceañera, en algunos casos le ponen pelucas y alas de mariposa.11

Vestir a la divinidad es otra de las prácticas que toman del cristianismo popular desde principios del 2000 [Perdigón 2015]. La primera vez que visité la CNSM y observé las distintas vestimentas de la Santa no pude dejar de asociarlas con el día de la Candelaria, cuando se viste al niño Dios en sus múltiples advocaciones. Para los creyentes, regalar un vestido es una forma de agradecimiento por los favores recibidos o su petición.

La Santa Muerte también simboliza la justicia, por ello se dice que es castigadora y algunos fieles se acercan a ella para solicitar el castigo sobre los enemigos, que puede ser un familiar cercano que incurre en acciones negativas que perjudican la armonía del hogar, o puede ser un jefe déspota, un compañero de trabajo de personalidad conflictiva, un vecino o una amistad que traicionó la confianza.

Sin embargo, a pesar de que el símbolo de la Santa Muerte tiene múltiples sentidos es reconocido como una unidad, una entidad única cargada con una fuerza que brota de fuentes desconocidas capaz de actuar sobre los creyentes para orientarlos en la dirección deseada. Por ello, algunos creyentes no toman en cuenta los colores de la Santa Muerte, incluso los consideran productos de la mercadotecnia, ya que la Santa es una y sin importar el color o material significa lo mismo [Valverde 2018].

Como pudimos conocer anteriormente, la Santa se relaciona con un símbolo más poderoso en la cultura ampliada o nacional, que es el Dios católico, de tal manera que es a partir de éste que adquiere poder y un espacio o jerarquía definida y consensada. Por esto mismo no representa una ruptura con la cosmovisión.

CONCLUSIONES

Las prácticas de campo con la CNSM en Ecatepec nos llevan a reafirmar la hipótesis sobre la identidad católica del culto a la Santa Muerte. Los préstamos culturales que estos creyentes toman del catolicismo son compartidos con sus conciudadanos en el llamado catolicismo cultural, herramienta de cohesión social que empleó el Estado en el México poscolonial. En ese sentido, como católicos culturales todos creen en un mismo Dios, y en todo caso, la Santa es un numen añadido al panteón como asistente de Dios. Incluso, como lo destaca Perla Fragoso, el padre Romo la asocia con la figura del Ángel de la muerte bíblico.

El perfil académico en el que se fundamenta la CNSM permite a los creyentes tener conciencia de la muerte universal, en este sentido normaliza la creencia, desexotiza a los creyentes. Le da un fundamento histórico y mítico al difundir la idea de que el culto proviene de las deidades de la muerte del mundo mesoamericano. Por otro lado, difunde la idea de la libertad de culto como un derecho constitucional plasmado en la Reforma eclesiástica de 1992.

No contempla normativas rígidas para los fieles, sino que obtiene lealtades mediante el símbolo de la Santa Muerte, es decir, el creyente adquiere un compromiso con la Santa y se convierte en padrino, o bien, mantiene una relación cercana con los líderes debido a la eficacia simbólica de los rituales esotéricos, plasticidad que es posiblemente una de las razones de identificación de sus creyentes, lo cual le da vigencia. Y el hecho de que los creyentes tengan un culto personal no ha ayudado a la creación de liderazgos fuertes a nivel nacional, además de las muertes de líderes carismáticos como es el caso de Enriqueta Vargas, el encarcelamiento de David Romo o el asesinato del esposo de Enriqueta Romero.

Los creyentes que se acercan al culto son principalmente católicos decepcionados de los dirigentes y/o las dinámicas grupales, mas no así de su panteón y de la jerarquía sacra a la cual no renuncian, sino que se suman a la Santa Muerte como un ente colaborador de Dios y, por lo tanto, poderosa, por lo que es la candidata perfecta para ser madrina, o una figura cercana a la familia como una madre o hermana siempre dispuesta a ayudar. Al culto también se acercan personas rechazadas por la Iglesia por practicar la diversidad sexual. Otros miembros son las terceras y cuartas generaciones de devotos que heredaron de sus padres y abuelos la creencia.

El culto a la Santa Muerte ha surgido como una apropiación del catolicismo adaptado a la cultura contemporánea de los creyentes, se ha fundamentado en sus necesidades y los líderes espirituales se han preocupado por darle bases académicas que normalicen sus creencias. Es por tanto un catolicismo en el sentido estricto de la palabra que busca ser plétora, universal e integrador, por lo que va trascendiendo en el tiempo, formalizándose. No será extraño que en los próximos cincuenta años logre añadirse formalmente al listado de Asociaciones Religiosas.

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1 Aunque en el nombre se menciona que es una iglesia católica, cabe destacar que no está reconocida por el Vaticano. Su fundador es David Romo Guillén, quien actualmente está en prisión por delitos electorales.

2INEGI reporta en 2010 un total de habitantes de 1 656 107; aunque, de acuerdo con Eleazar Valdés, el territorio rebasa los 3 millones de habitantes por la población irregular. <http://www.ecatepec.gob.mx/wp-content/uploads/2016/05/MONOGRAFIA.pdf>. Consultado el 30 de noviembre de 2017.

3Líderes Mexicanos, 2018. Los 300 empresarios. 10. Germán Ahumada Russek. <https://lideresmexicanos.com/300/german-ahumada-russek-los300>. Consultado el 27 de febrero de 2018.

4Hispan TV 2016: <https://www.hispantv.com/noticias/mexico/288979/ecatepecinseguridad-violencia-robos-cifras>. Consultado el 28 de noviembre de 2017.

5Puede consultarse la nota en Becerril y Muñoz, 2005, <http://www.jornada.com.mx/2005/04/30/index.php?section=sociedad&article=043n2soc>. Consultado el 24 de noviembre de 2017.

6Puede consultarse este dato en: <https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/PobrezaInicio.aspx>. Consultado el 12 de marzo de 2019.

7El templo se mantiene abierto los fines de semana, sin embargo, no celebran misa, pues así lo prometieron al párroco de la iglesia de San Agustín [Valverde 2018].

8Comunicación personal. Conf. Seminario Permanente de Antropología de la Muerte. INAH. 30/06/16

10En las distintas etnografías que se han realizado sobre la Santa Muerte aparecen algunas variantes respecto al color debido a su plasticidad interpretativa.

11De acuerdo con la tipología de Katia Perdigón [2015], las indumentarias más comunes son: Catrina, novia, princesa o quinceañera, danzante, ángel, regional [china poblana, istmeña, jarocha, etc.], tres metales [prosperidad, representada en color oro, cobre y plata], éxito, actividad o profesión [policía, cabaretera, etc.] y otros [abeja, mariposa, deportista].

Recibido: 23 de Marzo de 2019; Aprobado: 26 de Febrero de 2020

*Contacto de correspondencia. Correo: janetvalverde81@yahoo.com.mx

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