Introducción
La enfermedad granulomatosa crónica (EGC), es una inmunodeficiencia primaria causada por un defecto en uno de los componentes del complejo NADPH oxidasa, responsable de generar especies reactivas de oxígeno (ERO) durante el estallido respiratorio en los fagocitos, necesarios para contener ciertos microorganismos patógenos.1,2,3 La EGC se clasifica según el tipo de herencia y el componente del complejo NADPH oxidasa que se encuentra afectado. Aproximadamente dos tercios de los pacientes presentan enfermedad granulomatosa crónica ligada al cromosoma X (EGC-LX) como resultado de defectos en la glucoproteína transmembrana gp91phox que es codificada por el gen CYBB localizado en el cromosoma X. El resto de los pacientes presentan enfermedad granulomatosa crónica autosómica recesiva (EGC-AR) como resultado de defectos en las proteínas p47phox (25 %), p67phox , p22phox , p40phox o la proteína chaperona EROS, codificados por NCF1, NCF2, CYBA, NCF4 y CYBC1 respectivamente (Figura 1). La incidencia de EGC autosómica recesiva es mayor en países con altas tasas de uniones consanguíneo.1,4
In vitro, los neutrófilos de pacientes con EGC clásica (por variantes patogénicas en los genes que codifican gp91phox, p47phox, p67phox o p22phox) muestran una reducción de la destrucción de microorganismos, lo que resulta en infecciones recurrentes y graves a ciertas especies de bacterias y hongos. Aunque los fagocitos de muchos pacientes con EGC clásica son completamente incapaces de formar ERO, la producción residual de ERO puede ocurrir para ciertas variantes patogénicas, y tan solo 1 % de la producción normal de ERO parece conferir una enfermedad más leve y una mayor supervivencia. Hasta donde está descrito, todas las variantes patogénicas de EGC clásica afectan por igual a la NADPH oxidasa localizada en la membrana plasmática y en los gránulos, lo que significa que la deficiencia de ERO se manifiesta tanto extracelularmente como intracelularmente. Los pacientes con EGC clásica también suelen estar afectados por diversos trastornos inflamatorios (por ejemplo, formación de granulomas, enfermedad inflamatoria intestinal y síntomas similares al lupus), que comprenden reacciones inflamatorias desreguladas. Esto sugiere que la capacidad para regular adecuadamente la señalización inflamatoria depende de alguna manera de las ERO derivadas de la NADPH oxidasa.1,2,5
Las variantes patogénicas en el gen de la subunidad citosólica p40phox y la proteína EROS se han caracterizado recientemente y representan un subtipo distinto (no clásico) de EGC. Los defectos de EROS se identificaron originalmente en ratones y se asociaron con una profunda reducción del flavocitocromo b558 (compuesto por gp91phox y p22phox) en macrófagos. Los estudios aún son limitados, pero sugieren que los defectos en la expresión del flavocitocromo b558 y en la actividad de la NADPH oxidasa son más considerables en monocitos y macrófagos humanos que en los neutrófilos.4 Un hallazgo descrito en los pacientes con deficiencia de p40phox es que susneutrófilos muestran una incapacidad selectiva para generar ERO intracelulares, mientras que la capacidad de producir ERO extracelulares está intacta, esto implica que en comparación con la EGC clásica, la deficiencia de p40phox se asocia con un comportamiento de los neutrófilos claramente diferente in vitro.5 Los pacientes con EGC no clásica no presentan infecciones bacterianas o fúngicas invasivas, sin embargo las manifestaciones inflamatorias son más prominentes.4
Las ERO tienen el potencial de reaccionar con una amplia variedad de biomoléculas y participar en la señalización celular. Los experimentos in vitro con fagocitos de pacientes con EGC clásica establecieron que estas células no solo eran completamente capaces de activar NF-kB o el inflamasoma NLRP3, sino que también producían niveles significativamente elevados de citocinas de forma espontánea, así como en respuesta a la estimulación. La producción exagerada de citocinas se ha confirmado en una línea celular carente de gp91phox , lo que implica que las complicaciones inflamatorias en la EGC no se deben solo a las infecciones asociadas, sino que representan un fenotipo de hiperinflamación inherente. También se observa una afección patológica hiperinflamatoria pronunciada en los pacientes con EGC deficientes en p40phox , lo que sugiere que las ERO que regulan la señalización inflamatoria son principalmente generadas en los sitios intracelulares, de hecho, existe la teoría de que las ERO que promueven la activación de NF-kB y del inflamasoma, provienen de otras fuentes intracelulares de ERO (como la mitocondria) y no de la NADPH oxidasa, ya que si la NADPH oxidasa fuera su fuente, las células no fagocíticas (o los fagocitos en EGC) no podrían producir ninguna citocina proinflamatoria.5 En un estudio realizado con ratones deficientes de p40phox observaron una mayor susceptibilidad a colitis inducida por dextrán sulfato sódico y el desarrollo de una inflamación grave, por lo que se ha propuesto que p40phox es esencial para la resolución de la inflamación a través de la regulación a la baja de los receptores de quimiocinas CC tipo 1 y la regulación al alza de las enzimas involucradas en las modificaciones de los glicanos en los neutrófilos.6
Felmy et al. analizaron el papel de la NADPH oxidasa en la mucosa intestinal. Demostraron que los ratones deficientes en NADPH oxidasa son incapaces de limitar la colonización de la mucosa intestinal y la enteropatía por una cepa no virulenta S. typhimurium. Esto indica que una virulencia muy baja es suficiente para causar enteropatía en ratones deficientes en una subunidad de la NADPH oxidasa, lo cual muestra cómo los comensales pueden inducir la enteropatía en pacientes con EGC.7 Aviello et al. estudiaron la patogénesis de la inflamación intestinal en ratones mutantes Cyba (p22phox) deficientes de ERO, demostraron que estos generaron niveles bajos de ERO a nivel intestinal, cursan con una alteración de la capa de moco con penetración bacteriana en las criptas, disbiosis y una respuesta inmune innata alterada contra microbios invasores y secundariamente mayor mortalidad.8
En general, los pacientes con EGC ligada al cromosoma X tienen un curso de enfermedad más grave, una edad de presentación más temprana y una edad de muerte más temprana, aunque la supervivencia de los pacientes con EGC está fuertemente asociada con la producción residual de superóxido (una de las ERO), independientemente del gen específico afectado.1 Las manifestaciones inflamatorias gastrointestinales se observan más frecuentemente, pero no exclusivamente en la forma ligada al X de la EGC. Interesantemente los ratones knockout gp91phox y p47phox parecen tener una forma menos grave de colitis inflamatoria que los ratones knockout p40phox .9,10
Recientemente ha incrementado el número de individuos que son diagnosticados con EGC en la adolescencia o siendo adultos, esta demora en el diagnóstico se puede atribuir a que actualmente están disponibles antibióticos efectivos contra las infecciones graves relacionadas con EGC, al reconocimiento de formas más leves de herencia autosómica recesiva y a la mejora en la manipulación y saneamiento de alimentos.11 Esto a su vez, ha permitido conocer las manifestaciones más leves de la enfermedad y las complicaciones a largo plazo. Esta revisión tiene como objetivo resumir los hallazgos clínicos gastrointestinales de la EGC, incluidas las manifestaciones infecciosas e inflamatorias con énfasis en las últimas, ya que la mayoría de las cohortes no suelen describir las complicaciones inflamatorias gastrointestinales a detalle.
Manifestaciones gastrointestinales en enfermedad granulomatosa crónica
El compromiso a nivel gastrointestinal puede ser de carácter infeccioso o inflamatorio y puede afectar cualquier sitio del sistema gastrointestinal, este compromiso ocurre en 8.3 a 58 % de los pacientes según lo publicado en distintas series.12,13,14,15 (Cuadro 1). Raptaki et al. reportaron compromiso gastrointestinal en 62.5 % de los pacientes con EGC-LX y en 50 % de los pacientes con EGC-AR, similar a lo publicado en otras series, sin una diferencia significativa entre estos dos grupos.12,13,14
Hígado y vía biliar
La afectación hepática es una causa importante de morbilidad en la EGC, los abscesos hepáticos se han reportado de 39 a 63 % en los individuos afectados.16,17 Hasta 82 % de los pacientes con EGC-LX puede presentar absceso hepático y 63 % de los pacientes, EGC-AR.16 Suelen ser causados por Staphylococcus aureus, aunque también se han aislado otros microorganismos como Serratia marcescens y el bacilo de Calmette-Guérin.18 En México se reportó absceso hepático en 16 % de los pacientes.19 Los pacientes suelen presentar fiebre, malestar y pérdida de peso. El drenaje de los abscesos está asociado con un alto riesgo de recurrencia y complicaciones. Recientemente se han reportado casos con abscesos hepáticos tratados con antibióticos y corticosteroides con una respuesta favorable, ya que los esteroides controlan el estado hiperinflamatorio característico de esta enfermedad (se cree que reducen el flujo capilar a nivel portal y las derivaciones porto-venosas hepáticas, restaurando así la arquitectura y el microambiente a nivel hepático) y podrían permitir una mayor penetración de los antibióticos en los abscesos, evitando la cirugía y ayudando a mantener la arquitectura hepática.20,21,22
Otras manifestaciones son inflamación hepática en 12.5 %,23 y hepatitis autoinmune en dos pacientes con EGC-LX.15 A largo plazo, se ha observado la presencia de granulomas en el hígado (15 %),24 alteración en la función y fibrosis hepática. 25,26 Se cree que tanto las infecciones sistémicas recurrentes, como las infecciones hepáticas lesionan la microvasculatura hepática y explican el desarrollo de la hipertensión portal no cirrótica observada en los pacientes con EGC.27
Región perianal
Los abscesos perianales también son frecuentes en los pacientes con EGC, una vez formados pueden persistir durante años a pesar de la terapia antimicrobiana agresiva y a los cuidados locales rigurosos.20 Wu Jing et al. reportaron el hallazgo de abscesos perianales en 38 % (n = 48 total) de los pacientes que estudiaron, cinco pacientes requirieron manejo quirúrgico y a pesar de ello, uno presentó recaída. 18 En México, se han reportado abscesos perianales en 16 % de los pacientes.19 En una revisión del Registro Nacional de Estados Unidos de América, Winkelstein et al. encontraron que 17 % de los pacientes con EGC-LX presentó abscesos perianales recurrentes, mientras que solo 7 % de los pacientes con EGC-AR los presentó.28
Cavidad oral
En la cavidad oral se pueden encontrar diversos hallazgos que incluyen gingivitis, estomatitis, úlceras aftosas e hipertrofia gingival11,29,30,31 hasta en 57 % de los casos.32 En México se han reportado procesos inflamatorios crónicos en la cavidad oral solamente en 26 % de los pacientes, esto posiblemente se debe a la falta de documentación.19
Tracto gastrointestinal
Se pueden presentar infecciones a lo largo de todo el tracto gastrointestinal. Hay casos reportados de candidiasis esofágica33 y gastroenteritis infecciosa en 26 a 50 %.12,34,35,36 En México esta cifra es ligeramente más elevada (60.2 %).19 esto probablemente se debe a la falta de acceso al agua potable, higiene en la preparación de alimentos y saneamiento en algunas zonas marginadas del país. En estos pacientes se han aislado Salmonella spp. y Campylobacter spp., entre otras.18,25,37
No todos los encuentros con microorganismos en la EGC resultan en infecciones piógenas manifiestas. En algunas ocasiones la exposición a antígenos bacterianos provoca reacciones celulares inflamatorias crónicas que consisten en linfocitos e histiocitos, que al organizarse forman granulomas, una de las características distintivas de la EGC y que pueden dar lugar a estenosis y obstrucción del tracto gastrointestinal7,8,20 (Cuadro 2).
Complicación | Liese et al.24 | Li We et al.12 | Jakobsen et al.30 | Robles et al.34 | Van den Berg et al.35 | Dunogué et al.23 | Raptaki et al. 13 | Jones et al 39 | Bortoletto et al. 56 |
% | % | % | % | % | % | % | % | % | |
Gingivitis | 5 | _ | 3.40 | _ | 11 | _ | _ | 5 | _ |
Estomatitis | 26 | 15 | 3.40 | 33 | 11 | _ | 4 | 24 | 18.50 |
Obstrucción esofágica | 5 | _ | _ | _ | 2 | _ | 8.20 | 5.30 | _ |
Obstrucción gástrica | 3 | _ | _ | _ | 2 | _ | _ | 6.30 | 4 |
Diarrea crónica | 15 | 19 | 3.70 | _ | 13 | _ | 4 | 26.80 | _ |
EII-EGC | 13 | 0.60 | 7.40 | 58 | 9 | 36 | 4 | 37 | 31 |
Estenosis intestinal | _ | _ | _ | _ | _ | 11 | _ | _ | _ |
EII = enfermedad inflamatoria intestinal, EGC = enfermedad inflamatoria intestinal
La endoscopia es una herramienta indispensable para el diagnóstico de las alteraciones del tracto gastrointestinal en EGC. En un estudio de 78 pacientes con EGC a los que se les realizó endoscopia, las indicaciones para realizar una endoscopia de tracto gastrointestinal superior fue dolor abdominal y para colonoscopia fue diarrea.38
La estenosis esofágica se ha observado en 2 a 5 % de los pacientes con EGC.16,24,39 Se manifiesta principalmente con disfagia y pérdida de peso; 34,40 puede llegar incluso a la obstrucción completa de la luz esofágica.16,24,38,39 Usualmente responden al tratamiento con esteroides, pero en algunas ocasiones se puede llegar a requerir el manejo quirúrgico o endoscópico, como dilatación con balón.39 Un análisis de 78 pacientes con EGC a los que se les realizó endoscopia demostró que 21 % tuvo inflamación esofágica y 26 %, alteraciones estructurales y dismotilidad.38
A nivel gástrico, los granulomas se pueden encontrar en el píloro (2 a 9 %)24,35,37,41 y en el antro (5 a 12 %)26,42 y provocar obstrucción o dificultad para el vaciamiento gástrico. Los pacientes pueden responder al manejo con esteroides, sin embargo, hay casos reportados en los que se requirió piloromiotomía.39 En la revisión realizada por Winkelstein et al. en Estados Unidos de América, la obstrucción gástrica fue observada en 19 % de los pacientes con EGC-LX y en 5 % de los pacientes con EGC-AR.28
Los pacientes con EGC pueden presentar manifestaciones similares a enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que semejan a la enfermedad de Crohn, con afección del tracto gastrointestinal superior e inferior en parches, compromiso transmural y el desarrollo de fístulas entéricas. Sin embargo, en los pacientes con EII-EGC es menos frecuente la afección en íleon distal y predomina la afección en colon distal y región perianal, a diferencia de la enfermedad de Crohn, en la cual se afecta con mayor frecuencia el íleo distal.38 La EII-EGC se ha reportado en 9.5 a 58 % de los pacientes y su prevalencia aumenta con la edad.24,34,35,42,43,44 La EII puede ser la primera manifestación de EGC.45 En la cohorte mexicana de EGC se reporta EII en solo cuatro de 93 pacientes (4.3 %),19 lo que pudiera ser por un infradiagnóstico.
Las manifestaciones clínicas de EII-EGC pueden ser sutiles, lo que lleva a un diagnóstico tardío, generalmente con una discrepancia entre los hallazgos clínicos y endoscópicos. Los síntomas de la EII-EGC pueden variar desde una diarrea leve o estreñimiento hasta diarrea sanguinolenta y malabsorción, dolor abdominal, vómito, dolor rectal y sangrado de tubo digestivo bajo.20,38 Las manifestaciones tipo EII también son frecuentes en la EGC no clásica, se encuentra reportada en 30 % de los pacientes con deficiencia de p40phox , 9 y en 75 % de los pacientes con alteración en la proteína EROS.46 En una revisión realizada en el Reino Unido, 37 % de los pacientes con EGC presentaron colitis, a 89 % se les realizó endoscopia y a 80 % toma de biopsia, reportándose granulomas en 63 %, macrófagos pigmentados en 26 % e infiltrado eosinofílico en 20 %.39 En un estudio japonés en donde se realizó biopsia a todos los pacientes con colitis (26 %) se encontraron infiltrados linfocíticos en todos los casos.47
Angelino et al. en Italia, realizaron un análisis retrospectivo de las características clínicas, endoscópicas e histológicas de los pacientes con diagnóstico de EII y EGC. Encontraron que nueve de 20 pacientes (45 %) tuvieron esta asociación, todos fueron varones con enfermedad ligada al cromosoma X. Los síntomas de EII-EGC fueron observados a una edad media de 16 años, siendo los más frecuentes, diarreas crónica con o sin sangrado, dolor abdominal recurrente, abscesos perianales y la presencia de aftas orales. Los hallazgos endoscópicos fueron, pancolitis (n = 2), compromiso de recto y sigmoides (n = 3) y del íleo terminal (n = 2) y en dos pacientes la endoscopia fue normal. Histológicamente se observó inflamación gástrica con infiltrado en la lámina propia en seis pacientes y granulomas epiteliales en dos pacientes. Las muestras de colon de todos los pacientes presentaron infiltrado linfoplasmocítico con o sin polimorfonucleares o criptitis.48
La EII-EGC puede ser una causa importante de retraso en el crecimiento, secundario a la obstrucción intestinal, fístulas o estenosis que produce. Aunque otros factores como las infecciones crónicas y el uso de esteroides también contribuyen al retraso en el crecimiento.11,48,49
Es posible que la EII sea la única manifestación de EGC, sobre todo en casos de EGC no clásica. Wright et al. reportaron el caso de un varón con una variante patogénica en NCF4 cuya única manifestación fue EII a los cuatro años de edad, con falta de respuesta al tratamiento con infliximab, adalimumab, colectomía e ileostomía. El paciente mejoró hasta recibir un trasplante de células progenitoras hematopoyéticas cinco años después del inicio de sus síntomas.50 Se debe sospechar en EGC no clásica en pacientes con manifestaciones similares a EII de inicio muy temprano (menores de seis años).50 El diagnóstico oportuno evita complicaciones asociadas que pueden llegar a ser fatales, Robles-Marhuenda et al. reportaron el caso de un paciente con EGC-LX con manifestaciones similares a Crohn que falleció por una perforación intestinal y sepsis secundaria.34
Los pacientes con EII-EGC requieren tratamiento con corticosteroides, y en aquellos en los que no haya respuesta adecuada puede ser necesario el uso de anti-TNF α (infliximab o certolizumab) o incluso manejo quirúrgico.20,34 Las recaídas ocurren con frecuencia durante el seguimiento. Dentro de los medicamentos propuestos para esta complicación se encuentran la azatioprina, hidroxicloroquina, talidomida y recientemente el anticuerpo monoclonal vedolizumab.51,52,53,54 Falcone et al. presentaron el caso de un paciente pediátrico con EGC-LX y EII que fue tratado con nutrición enteral exclusiva (NEE) durante 10 semanas, y se observó remisión clínica y normalización de los marcadores inflamatorios. El paciente permaneció en remisión, libre de esteroides durante más de cinco años. Además, el microbioma intestinal cambió, enriqueciéndose significativamente con Faecalibacterium prausnitzii, una bacteria con propiedades antiinflamatorias, por lo que el tratamiento con NEE de 4 a 10 semanas puede ser suficiente para inducir cambios a largo plazo en el microbioma intestinal e inducir la remisión, preparando al sistema inmunológico para una mejor respuesta a los inmunomoduladores en pacientes con EGC y EII.55
La vigilancia de las infecciones es obligatoria durante el tratamiento, así como la profilaxis adecuada para prevenir las infecciones oportunistas. La EII-EGC afecta la calidad de vida y el estado nutricional de estos pacientes, por lo que estos factores se deben tomar en cuenta durante su seguimiento. Dentro del seguimiento con EGC se debe realizar una anamnesis dirigida al diagnóstico temprano de manifestaciones tipo EII, no subestimar los diferentes síntomas gastrointestinales que sutilmente sugieran una EII-EGC y realizar una evaluación endoscópica por expertos. Es fundamental una estrecha colaboración entre inmunólogos y gastroenterólogos.