La alergia es el resultado de interacciones complejas genéticas y ambientales. La prevalencia de alergia alimentaria se ha incrementado exponencialmente en la última década;1 sin embargo, esto no puede explicarse por cambios genómicos. Se sospecha que los factores ambientales pueden condicionar cambios epigenéticos en genes específicos.2 La alergia alimentaria es el resultado de tiempo, ruta y dosis de exposición a alimentos en pacientes susceptibles.
Los factores de riesgo pueden ser: 1) genéticos y 2) ambientales, y estos, a su vez, se dividen en prenatales, perinatales y posnatales.
Factores genéticos
Antecedente familiar de atopia.El riesgo de alergia alimentaria incrementa 40% con un familiar en primer grado alérgico y 80% con dos familiares.El riesgo de coasociación de la alergia alimentaria con otras enfermedades alérgicas es elevado.3
Raza-origen étnico y género.En Estados Unidos, la alergia alimentaria es más frecuente en niños varones, niños de color no hispanos y en asiáticos.4 Diversas publicaciones han demostrado mayor prevalencia de alergia alimentaria en hombres. Se piensa que debido a desigualdades sociales, los niños de raza negra y los asiáticos tienen mayor riesgo.
Antecedente personal de atopia.La dermatitis atópica y el asma incrementan el riesgo de alergia alimentaria, en coincidencia con la hipótesis de defectos en la barrera epitelial, donde se pierde el efecto de barrera, favoreciendo el paso de alergenos y la sensibilización.5 Figura 1
Genes específicos.Las mutaciones con pérdida de función en la filagrina se asocian con alergia al cacahuate de forma independiente con dermatitis atópica, lo que sugiere que la piel es la ruta de sensibilización.6,7Sin embargo, otros estudios han refutado esta asociación.8Los polimorfismos en el gen STAT6 se han relacionado con alergia alimentaria.9
Factores ambientales
Desde el embarazo los individuos están expuestos a factores ambientales que derivan del estilo de vida, dieta y comportamiento. El término exposoma describe las exposiciones ambientales que un individuo experimenta. A continuación se informan las exposiciones externas específicas e internas dependientes del huésped (microbiota).10
Factores prenatales
Edad materna: los neonatos de madres mayores de 30 años tienen mayor riesgo de padecer alergia alimentaria.11
Número de hijo: los primogénitos tienen mayor riesgo de padecer alergia alimentaria.11 La prevalencia disminuye en forma proporcional con el o los siguientes hijos.12
Estrés materno: cualquier situación que condicione estrés (enfermedad materna, amenaza de aborto o parto eutócico) incrementa el riesgo de alergia alimentaria en el feto.13
Obesidad materna: constituye un estado proinflamatorio constante que favorece la metilación del ADN y la disbiosis en el feto; sin embargo, no se ha relacionado con incremento de riesgo de alergia alimentaria.14
Ingesta de nutrientes y suplementos: la dieta materna balanceada, con abundantes antioxidantes, vitaminas, aceite de pescado, probióticos, prebióticos y simbióticos no ha demostrado proteger al neonato de la alergia alimentaria, ni evitar alimentos alergénicos.15,16
Los probióticos durante el embarazo y la lactancia protegen contra la dermatitis atópica, que representa el principal factor de riesgo de alergia alimentaria.17Figura 1
La ingesta de ácido fólico de la madre18 mayor de 20 mcg/mL de cafeína,19 β-caroteno12 y azúcar20 se ha relacionado con alergia alimentaria en el neonato. La ingesta materna de vitamina D, E y C previene sibilancias en la infancia, pero no alergia alimentaria.21
Consumo materno de antibióticos incrementa en 36% el riesgo de padecer asma, rinitis alérgica y eczema, pero no alergia alimentaria.22
Tabaco y contaminantes: Los efectos epigenéticos del tabaquismo materno incluyen la metilación de ADN y modificaciones de histonas en el feto,que favorecen la alergia alimentaria.23 La exposición prenatal a humo de carbón y ftalatos incrementa el riesgo de alergia alimentaria en el feto.10
Factores perinatales
Cesárea: un metanálisis reportó incremento del riesgo de alergia alimentaria del 32%.24 En una cohorte de 1 millón de neonatos se observó incrementó del riesgo de alergia alimentaria del 21%.26 Además, la prescripción profiláctica de antibióticos ocasiona disbiosis intestinal, favoreciendo alteraciones en el desarrollo inmunitario y metabólico del feto.14
Bajo peso al nacimiento: un efectuado en Estados Unidos informó que los niños con bajo peso al nacimiento no tienen riesgo de padecer alergia alimentaria.25
Prematuridad: en una cohorte de 1 millón de neonatos, los prematuros mostraron disminución del riesgo de alergia alimentaria del 26%.26
Ictericia neonatal y fototerapia no incrementan el riesgo de alergia alimentaria.27
Estrés perinatal incrementa el riesgo de alergia alimentaria.13
Administración de leche de vaca en los primeros tres días de vida aumenta el riesgo de alergia a este producto.16
Alimentación con leche materna: los consensos afirman que no protege contra alergia alimentaria; sin embargo, este punto aún se discute. Los estudios son heterogéneos, de baja calidad, con diversas definiciones operacionales. La leche materna contiene butirato, que favorece mecanismos tolerogénicos: 1) estimula la secreción de β-defensina-3 y moco intestinal; 2) refuerza las uniones apretadas de enterocitos, que impiden la penetración de alergenos; 3) incrementa la expresión de IL-10, INF-gamma y FoxP3; 4) promueve la producción de precursores de macrófagos M2, células dendríticas y T reguladoras.28 Los factores bioactivos (inmunoglobulinas, microbios, mucinas, receptores solubles, glóbulos de grasa, prebióticos, probióticos y oligosacáridos), que modulan la microbiota intestinal, favorece la tolerancia. Los alergenos alimentarios pasan a través de la leche materna, provocando un efecto tolerogénico en el neonato, que incrementa si el alergeno es trasmitido unido a IgG.29 La composición individual de la leche materna puede generar diversos efectos protectores.30
Hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos y quienes migraron durante la infancia tienen mayor riesgo de alergia alimentaria que los niños extranjeros.31
Factores posnatales
Fórmulas extensa y parcialmente hidrolizadas: su uso exclusivo en los primeros 4-6 meses de vida extrauterina no previene la alergia alimentaria en niños con alto riesgo.32 Algunas revisiones sistemáticas y estudios doble ciego han demostrado que las fórmulas hirolizadas no previenen la alergia alimentaria.
Ablactación temprana y variada entre los 4-6 meses de vida previene la alergia alimentaria. Todos los alimentos alergénicos deben introducirse antes del primer año de edad. No introducir cacahuate y huevo cocido en niños menores de 6 meses favorece la alergia alimentaria.33,34 La introducción temprana de alimentos alergénicos estimula la tolerancia y producción de linfocitos T reguladores en el intestino.
Introducción de leche de vaca: los resultados son contradictorios. Se mantiene la postura de que la introducción temprana del alimento favorece la tolerancia. El riesgo de alergia a la leche de vaca es 20 veces mayor en neonatos que recibieron este producto después de los tres meses de vida comparados con los que la recibieron a los 14 días.35 El retraso después de 1 mes para la introducción o ingesta irregular de leche de vaca incrementa el riesgo de alergia a la leche de vaca en un 23.1%.36 La ingesta de 10 mL/día de leche de vaca, entre el primero y segundo mes de edad, previene este tipo de alergia.37
Ácidos grasos polinsaturados, probióticos y prebióticos tienen un efecto protector para la alergia alimentaria cuando se administran en la infancia temprana.38
Vitamina D: la deficiencia de vitamina D incrementa el riesgo de alergia alimentaria. Existe mayor prevalencia en niños nacidos en otoño e invierno, y menor en quienes viven cerca del Ecuador. La suficiencia de vitamina D se asocia con alergia alimentaria, por lo que continúa discutiéndose.39
Dermatitis atópica: es el principal factor de riesgo de alergia alimentaria, al permitir la penetración de alergenos por la barrera epitelial incompetente. A mayor gravedad de la dermatitis atópica mayor riesgo de alergia alimentaria.32Figura 2
Emolientes: al momento los reportes son controversiales. De acuerdo con los metanálisis, su uso temprano no previene la dermatitis atópica ni la alergia alimentaria, al contrario, esta última fue más frecuente en el grupo que recibió emolientes. Se sugiere que, por los vehículos del emoliente, puede favorecer el paso de alergenos alimentarios por la piel.40
Exposición a alergenos inhalados y en forma cutánea: favorece la sensibilización a alimentos, y el riesgo es mayor con mutaciones de pérdida de función de la filagrina; mientras que la exposición oral genera tolerancia.41 Los alergenos alimentarios se encuentran en forma ubicua en el ambiente.10
Prescripción de antibióticos en el primer año de vida: incrementa 40% el riesgo de alergia alimentaria debido a la alteración en el microbioma. El riesgo aumenta con múltiples ciclos.42-44
Inhibidores de la bomba de protones: incrementan el riesgo de sensibilización a alimentos al impedir la digestión de las proteínas.45 La exposición a antiácidos durante la lactancia altera el microbioma y favorece la alergia alimentaria en una forma dosis-dependiente.43
Dieta occidental: las carnes rojas, alimentos procesados, grasas saturadas, azúcares refinados y baja ingesta de fibra se asocian con alta prevalencia de obesidad y alergia alimentaria. Por el contrario, la dieta mediterránea baja en grasas y rica en antioxidantes y probióticos favorece la fermentación de fibras solubles y produce butirato, que tiene propiedades antiinflamatorias, tolerogénicas y restaura la barrera intestinal.46
Obesidad y sobrepeso: estimula un estado proinflamatorio sistémico, que al afectar el intestino incrementa la sensibilización a alergenos alimentarios en niños menores de 5 años. Sin embargo, una revisión sistemática informó que no existe una relación clara entre obesidad y alergia alimentaria,47 por lo que este factor de riesgo continúa discutiéndose.
Contaminación ambiental: incrementa la metilación del ADN en los loci de mayor riesgo para alergia alimentaria (HLA-DBR1 y HLA-DQB1). Durante la infancia, la exposición a PM 14.5, triclosán y ftalatos dañan la barrera intestinal y el microbioma, lo que favorece la sensibilización a los alimentos.10,48,49
Contacto con exotoxinas en medios con alta producción de microbios estimula el sistema innato y la diversidad y cantidad de microbioma, lo que previene la alergia alimentaria.50
Cambios en el estilo de vida intra y extramuros y patrones de actividad. Habitar en lugares cerrados, mal ventilados, con acúmulo de alergenos, en ciudades con elevada contaminación, familias pequeñas y reducción de la actividad física se relaciona con obesidad y alergia alimentaria.51
Asistencia a guarderías: aumentó en 27% el riesgo de padecer alergia alimentaria, de acuerdo con un estudio transversal que incluyó 10,851 prescolares,52 quizá debido al aumento de infecciones gastrointestinales favorecidas por el contacto estrecho con otros niños. Sin embargo, las guarderías con piso de tierra, árboles y animales tienen un efecto benéfico, porque estimulan la microbiota intestinal.
Contacto con perros: El estudio EAT (Enquiring about tolerance) demostró que la convivencia con perros disminuyó un 90% la posibilidad de padecer alergia alimentaria. Ningún niño que tenía contacto con dos o más perros en su casa padeció alergia alimentaria, lo que sugiere un efecto dosis-respuesta.53
Familia numerosa:ener hermanos mayores reduce el riesgo de alergia alimentaria.3
Tabaquismo pasivo:en los primeros años de vida se ha relacionado fuertemente con alergia alimentaria.10 Es probable que el tabaquismo pasivo favorezca la sensibilización a los alimentos por un efecto proinflamatorio.
Estado socioeconómico:la prevalencia de alergia a la proteína de la leche de vaca es mayor en sujetos de países industrializados y estado socioeconómico alto,54puesto que tienen un mayor nivel de estudios, exceso de higiene y se practica con mayor frecuencia la cesárea.
Vacunas.Las vacunas BCG, rotavirus y tosferina no reducen el riesgo de alergia alimentaria.54-57
Lisados bacterianos: de acuerdo con un estudio, disminuyeron la prevalencia de sensibilización a la leche de vaca,58 puesto que favorecen la expresión de receptores Toll, y la expresión Th1, y debilitan la expresión de Th2, y de esta forma previene la alergia.
Helicobacter pylori: no se ha relacionado con alergia alimentaria.59,60
CONCLUSIÓN
La alergia alimentaria aparece frecuentemente y depende de múltiples factores de riesgo (genéticos y ambientales), que a su vez se dividen en: factores prenatales, natales y posnatales; participan en la expresión de la enfermedad y no en todos los casos es posible la intervención clínica.