Introducción
Los hongos del género Pleurotus son los más cultivados en los países latinoamericanos, después del champiñón, desde hace más de 20 años y en menos de un siglo de desarrollo, y es actualmente el segundo hongo más cultivado en el mundo después del shiitake (Sánchez et. al., 2018; Sánchez y Royse, 2017). El valor de los hongos frescos del género Pleurotus en el mercado es muchas veces superior al del champiñón, dependiendo esto de los países. Si comparamos el esfuerzo en producir un hongo u otro, los hongos del género Pleurotus deberían tener un precio de mercado menor que el de los champiñones porque el cultivo de este último requiere una mayor inversión y equipamiento. Este alto precio que tienen las especies de Pleurotus se debe en gran parte, al bajo desarrollo y la poca tecnología disponible que tienen los cultivadores (Ortiz et al., 2017). Para aumentar la rentabilidad y la competitividad, uno de los caminos posibles es el de mejorar los rendimientos, la productividad o ambos, de modo de obtener mayor cantidad de hongos con el mismo esfuerzo. Uno de los procesos importantes en el cultivo de Pleurotus es la etapa de siembra donde además se deben mantener condiciones asépticas que eviten la contaminación del sustrato ya pasteurizado (Colavolpe et al., 2014). El inoculante es conocido generalmente como “semilla” o “blanco de hongo”; no existiendo una palabra específica en la lengua española para este término como si existe en la lengua inglesa denominado “spawn”. El inoculante se prepara sembrando el micelio de la cepa a cultivar sobre granos de cereal estériles colocados en botellas o en bolsas siendo esta una práctica muy difundida desde hace más de 80 años (Sinden 1932). Este método, solo ha sido levemente modificado a lo largo de los años no habiendo grandes cambios al respecto. Recientemente Ortiz et al. (2017) describieron un método basado en el encapsulamiento de micelio en esferas de alginato como inoculante para la producción de hongos comestibles mejorando la calidad microbiológica del inóculo. El inóculo líquido también ha sido empleado en el cultivo de hongos (Smita, 2011). En general, este se basa en el cultivo en agitación de un medio rico en fuentes de carbono, nitrógeno y algunas sales. Abdullah et al. (2013) produjeron basidiomas de P. pulmonarius usando inóculo líquido con buenos resultados. En general es muy poco empleado porque resulta engorroso su almacenamiento y muchas veces produce tasas de contaminación muy elevadas.
El porcentaje de inoculación recomendado es variable entre los diferentes autores. La mayoría de los cultivadores emplean para la siembra porcentajes de inoculación que van del 2 al 5 % (Albertó, 2008). Sánchez y Royse hablan de que para el género Pleurotus se han usado tasas de inoculación que varían entre 0.8 y 15 % (Sánchez y Royse, 2001). Gaitán-Hernández et al. (2006) recomiendan inocular del 3 al 5 %. Stamets (2000) indica que el inóculo en grano puede ser usado para sembrar paja, aserrín, etc., en proporciones de 3 a 15 %, en cambio para el uso de inóculo a base de aserrín recomienda 5 a 20 %. El inóculo es uno de los insumos que los cultivadores deben adquirir y forma parte de los costos. Hay pocos trabajos que estudian la inoculación con cantidades de inóculo superiores al 5 %; probablemente por el incremento en los costos que implica para el cultivador aumentar la tasa de siembra. Royse (2002) empleó diferentes porcentajes de inóculo que iban de 1.25 % a 5 % para P. cornucopiae. Royse et al. (2004) ensayaron porcentajes de inóculo para la misma especie, empleando otros sustratos y suplementos ensayando también tasas de inoculación que fueron del 2.5 al 5 %. Zhang et al. (2002) evaluaron 12, 16 y 18 % de inóculo para Pleurotus sajor-caju en paja de arroz.
El objetivo de este trabajo es encontrar la tasa de inoculación óptima para incrementar la productividad de una cepa comercial del hongo comestible Pleurotus ostreatus considerando los costos del inóculo y los ciclos productivos.
Materiales y Métodos
Cepa estudiada
Para todos los ensayos realizados en este trabajo se empleó la cepa de Pleurotus ostreatus (ICFC 153/99), cepa comercial seleccionada (origen Austria) depositada en la colección de cultivos fúngicos del IIB-INTECH (WFCC 826).
Preparación del sustrato
El sustrato empleado fue paja de trigo (Triticum aestivum). Se utilizó un picador triturador forrajero (TRAPP- TRF-70) lográndose un tamaño final de 0.5 a 3 cm de longitud. La paja de trigo se hidrató hasta llegar a una humedad final de 70 % empleando agua desmineralizada denominada como calidad tipo C (50-55 µS cm-1). Se agregó carbonato de calcio (CaCO3) al 2 % del peso seco en todas las formulas ensayadas. El carbonato se adicionó a la paja después de la hidratación, y con la ayuda de un tambor rotatorio se favoreció el mezclado y la distribución homogénea del polvo. Se emplearon bolsas de polipropileno de 30 x 40 cm, sin fuelle. Se llenaron 10 bolsas de 1 kg (peso húmedo) de sustrato para cada tratamiento. Cada bolsa fue cerrada empleando un cilindro de PVC y tapones de algodón para permitir el intercambio gaseoso. Las bolsas con sustrato fueron esterilizadas en un autoclave de tipo Chamberlain durante 2 h a una temperatura de 121 °C y una presión de 1.2 psi.
Preparación del inóculo, siembra e incubación
El inóculo se preparó en granos de sorgo de acuerdo al método utilizado por Omarini et al. (2009) y se incubó entre 14 y 21 días en oscuridad y a 25 °C. Las bolsas con sustrato fueron inoculadas con diferentes cantidades de inóculo: 10, 30, 50, 70, 100, 150 y 200 g cuyos porcentajes de inoculación corresponden a 1, 2.9, 4.7, 6.5, 9, 13 y 16.6 % según el tratamiento. Se incubaron en oscuridad a 25 °C. Se realizaron 10 repeticiones por tratamiento. Cuando el micelio invadió completamente el sustrato, las bolsas fueron llevadas al cuarto de producción.
Inducción y cosecha
Las bolsas fueron colocadas en un recinto de 2 m x 4 m, con condiciones controladas para inducir la producción. La temperatura fue mantenida entre 18-20 °C; la humedad se mantuvo por encima del 80 %, mediante un sistema de riego por micro aspersión, con un programa automático de 5 min de riego cada 3 h. El fotoperiodo fue ajustado a 9 horas/luz/día empleando tubos fluorescentes de luz blanca de 20 W. Como procedimiento estándar, al colocar las bolsas en el cuarto de cultivo, se realizaron 6 cortes verticales de 4 cm de largo en cada una para permitir el desarrollo de los hongos.
Evaluación de los rendimientos
Se pesaron y contaron el número de basidiomas producidos. Se determinó para cada caso el número de cosechas obtenidas por cada tratamiento, observando los ciclos de producción y de descanso. Se calculó la Eficiencia Biológica (EB) mediante la fórmula: kg de hongos (peso fresco) / kg de sustrato (peso seco) x 100, considerando el peso seco del inóculo adicionado a cada tratamiento. También se calculó la Productividad (TP) mediante la fórmula: EB / (días de incubación + producción). Se evaluó además la producción de las muestras por un periodo total (incubación + producción) de entre 66 y 81 días.
Evaluación económica
Se compararon los costos del uso de mayor proporción de inóculo con los rendimientos obtenidos al cabo del período de cosecha. Se determinó la cantidad de ciclos por año de producción empleando la fórmula: ciclos por año = 365/días totales del ciclo de cultivo por tratamiento. Se consideró el precio del inóculo según el promedio del costo del mismo en la Argentina (sin costo de envío) y el valor promedio de los hongos comercializados a escala mayorista y minorista. Estos valores fueron expresados en dólares americanos.
Resultados
Se obtuvieron fructificaciones en todos los tratamientos evaluados; el tiempo de incubación fue menor en los tratamientos 1 y 2 (16.6 y 13 % de inóculo) requiriendo 14 días para una completa colonización del sustrato; el resto de los tratamientos requirió tiempos mayores (Tabla 1). Cuando se analizó la eficiencia biológica se observó que los valores mayores se obtuvieron con los tratamientos 1 y 2, con valores de 116.04 a 116,08 % respectivamente, con la particularidad que no se obtuvieron diferencias significativas entre los tratamientos 1, 2, 3 y 4. La menor EB se obtuvo con el tratamiento 7 con 43,93 %. De igual modo, la productividad TP aumentó a medida que aumentaba el porcentaje de inóculo. Los tratamientos 1 y 2 mostraron una TP de 1.75 (Tabla 1). La menor TP se obtuvo con 1 % de inóculo con 0,54. La variable número de basidiomas mostró el mismo comportamiento que la variable EB, a medida que aumentó el porcentaje de inóculo también lo hizo el número de basidiomas cosechados a excepción del tratamiento 1. El mayor número se obtuvo con el tratamiento 2 que presentó un promedio de 25.40 basidiomas por bolsa, sin mostrar diferencias significativas con los tratamientos de 16.6 % (21.80) y 9 % (22.20) pero sí con el resto de los tratamientos.
El mayor valor para la variable peso promedio de basidiomas se obtuvo en el tratamiento de 1 % (33.27 g) y mostró diferencias significativas solo con el tratamiento 9 % (15.84 g) (Tabla 1). Los demás tratamientos mostraron valores desde 18.03 a 23.17 g.
Tratamiento | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
% Inóculo | 16.6 | 13 | 9 | 6.5 | 4.7 | 2.9 | 1 |
EB | 116.04a | 116.08a | 96.63ac | 82.90ad | 71.07bd | 51.88bd | 43.93bd |
TP | 1.75 | 1.75 | 1.19 | 1.02 | 0.87 | 0.64 | 0.54 |
# Bas | 21.80ac | 25.40c | 22.20ac | 15.33ad | 11.25bd | 8.50bd | 5.14b |
P/B | 23.17ab | 18.03ab | 15.84a | 19.37ab | 22.19ab | 21.37ab | 33.27b |
Días inc | 14 | 14 | 21 | 21 | 21 | 21 | 21 |
Días prod | 52 | 52 | 60 | 60 | 60 | 60 | 60 |
Total días | 66 | 66 | 81 | 81 | 81 | 81 | 81 |
Los datos mostrados son el Promedio de 10 repeticiones. EB: eficiencia biológica. # Bas: promedio de número de basidiomas. P/B: promedio de peso de los basidiomas. TP: tasa de productividad calculada en base a la EB. Días inc: días de incubación. Días prod: días de producción. Letras diferentes en la misma fila indican que hay diferencias significativas (P<0.05).
El número de cosechas se vio afectada por el porcentaje de inóculo. Para los tiempos evaluados, se obtuvieron 2 cosechas en el tratamiento 6 y 7, mientras que para los demás tratamientos se obtuvo una cosecha más es decir tres cosechas (Figuras 1 y 2). De este modo, al inocular el sustrato con porcentajes igual o mayores al 4.7 % aumenta el número de cosechas por ciclo y por ende la EB. Los tratamientos que obtuvieron 3 cosechas, mostraron un comportamiento esperado para la variable EB, donde la primera cosecha fue superior a las demás cosechas y estas luego fueron decreciendo (Figura 1). Los valores del porcentaje de la cosecha para cada cosecha también fueron los esperados, una primera cosecha muy alta y las siguientes más bajas. La primera cosecha obtuvo entre el 40 y 64 % del total de la cosecha, la segunda entre 27 y 37 % y la tercera cosecha (para los tratamiento que la tuvieron) 13 y 24 % (Figura 2). Los tratamientos con porcentaje de inóculo igual o mayor a 6.5 % (Tratamientos 1-4) mostraron una diferencia entre la primera y la segunda cosecha de tan solo un 6 %, salvo en el tratamiento 2 que la diferencia entre ambas cosechas fue de 27 %.
Los tratamientos 1 y 2 necesitaron menor tiempo de incubación (14 días) y de producción (52 días) que el resto de los tratamientos (Tabla 1), por ende, permiten realizar un mayor número de ciclos de cultivo por año pasando de 4.5 para los tratamientos 3-7, a valores de 5.5 para el caso de los tratamientos 1 y 2 (Tabla 2).
T | % I | CICLOS/AÑO | EB | KG I/T | KG H/C | IT/AÑO | HT/AÑO |
---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | 16.6 | 5.5 | 116.04 | 166.6 | 348.12 | 916.3 | 1914.66 |
2 | 13 | 5.5 | 116.08 | 130 | 348.24 | 715.0 | 1915.32 |
3 | 9 | 4.5 | 96.63 | 90 | 289.89 | 405 | 1304.50 |
4 | 6.5 | 4.5 | 82.90 | 65 | 248.70 | 292.5 | 1270.49 |
5 | 4.7 | 4.5 | 71.07 | 47.5 | 213.21 | 213.75 | 959.44 |
6 | 2.9 | 4.5 | 51.88 | 29 | 155.64 | 130.5 | 700.38 |
7 | 1 | 4.5 | 43.93 | 10 | 131.79 | 45 | 593.05 |
T: tratamiento. % I: porcentaje de inóculo empleado en la siembra. EB: eficiencia biológica. KG I/T: kg de inóculo necesario para sembrar una tonelada de sustrato. KG H/C: kg de hongos cosechados por ciclo; IT/AÑO: inóculo total empleado en un año (kg); HT/AÑO: hongos totales cosechados en un año (kg).
En la Tabla 3, se calcula en forma comparativa, el incremento de los costos por el uso de mayor porcentaje de inóculo con el ingreso de ventas por la mayor producción de hongos. Se ha tomado los valores de venta promedio del mercado al por menor y al por mayor para el año 2017 en la Argentina. Se observa que el aumento en la cantidad de inóculo produce un incremento muy sensible de los costos pasando de 182.3 dólares por año para 1 %, a 3711 dólares por año para 16.6 %. De igual modo, se observa un aumento en los kilogramos de hongos cosechados y en los valores de los hongos vendidos tanto a nivel minorista como mayorista, pasando de 5989.8 minorista y 4003.1 dólares precio mayorista, para 1 % de inoculación, a valores de 19344.7 minorista y 12928.4 dólares precio mayorista para 16.6 %, para ciclos de cultivo empleando 1 ton de paja húmeda en cada uno de ellos (Tabla 3). Además, la Tabla 3 muestra las diferencias entre lo obtenido por las ventas a nivel tanto minorista como mayorista menos los costos del inóculo (rentabilidad), allí observamos que para 13 % de inoculación la rentabilidad para el segmento minorista fue de 16449.0 dólares mientras que para el segmento mayorista fue de 10032.7 dólares. En cambio, para valores mayores de inóculo del 16.6 %, la rentabilidad para el segmento minorista fue de 15627.0 dólares mientras que para el segmento mayorista fue de 9212.9 dólares, valores levemente menores al T2.
T | % I | IT/AÑO | HT/AÑO | US$ I | US$ H MIN | US$ H MAY | ǂ H MIN - I | ǂ H MAY - I |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | 16.6 | 916.3 | 1914.66 | 3711.0 | 19338.0 | 12923.9 | 15627.0 | 9212.9 |
2 | 13 | 715.0 | 1915.32 | 2895.7 | 19344.7 | 12928.4 | 16449.0 | 10032.7 |
3 | 9 | 405 | 1304.50 | 1640.2 | 13175.4 | 8805.3 | 11535.2 | 7165.1 |
4 | 6.5 | 292.5 | 1270.49 | 1184.6 | 12831.9 | 8575.8 | 11647.3 | 7391.2 |
5 | 4.7 | 213.75 | 959.44 | 865.7 | 9690.3 | 6476.2 | 8824.6 | 5606.5 |
6 | 2.9 | 130.5 | 700.38 | 528.5 | 7073.8 | 4727.5 | 6545.3 | 4199.0 |
7 | 1 | 45 | 593.05 | 182,3 | 5989.8 | 4003.1 | 5807.5 | 3820.8 |
T: Tratamiento. % I: porcentaje de inóculo empleado en la siembra. IT/AÑO: inóculo total empleado en un año (kg). HT/AÑO: hongos totales cosechados en un año (kg). US$ I: total del costo del inóculo en US$ a valores actuales (4.05 US$/kg); US$ H MIN: total de venta al por menor de los hongos producidos en US$ a valores actuales (10.1 US$/kg); US$ H MAY: total de venta al por mayor de los hongos producidos en US$ a valores actuales (6,75 US$/kg). Valores expresados en dólares estadounidenses.
Discusión
Cuando se evaluó la producción de P. ostreatus en paja de trigo sin suplementar, se pudo comprobar que a medida que aumentaba el porcentaje de inóculo también aumentaba la EB obtenida. Royse (2002) utilizó diferentes porcentajes de inóculo (1.25, 2.50, 3.75 y 5 %) usando como sustrato una mezcla de cascaras de semilla de algodón y paja de trigo para el cultivo de P. cornucopiae obteniendo una EB en la primera cosecha de 38.7, 40.6, 48.4 y 62.8 % respectivamente. Siendo estos valores mayores a los obtenidos en este trabajo cuando se comparan con porcentajes dentro de ese rango de inoculación, pero semejantes cuando son comparados con los valores obtenidos para porcentajes de inoculación mayores como 13 y 16.6 % donde se alcanzaron EB de 65 y 47 % respectivamente. Zhang et al. (2002), obtuvieron para P. sajor-caju EB totales del 131 % usando paja de arroz inoculada al 18 %. Estos valores fueron mayores a los obtenidos en este trabajo empleando tasas de inoculación de 16.6 % y 13 %, ya que se alcanzaron EB de 116.04 y 116.08 % respectivamente. Si bien se están comparando diferentes especies de Pleurotus, en estos últimos dos trabajos, se observó que también empleando porcentajes mayores de inóculo se obtienen mayores valores de EB. Dado que el incremento en la tasa de inoculación produce un aumento en el peso de las bolsas, es que se consideró el peso seco (62 %) que adiciona los diferentes % de inóculo para cada tratamiento. Es lógico pensar que el incremento en la EB se logra porque el inóculo funciona como un suplemento de alta calidad que aporta hidratos de carbono y nutrientes aprovechables por el hongo existentes en el grano que se emplea para producirlo, Además, con la gran ventaja que se trata de un material previamente esterilizado y luego colonizado por la cepa a cultivar. En este caso el grano de sorgo aporta 12.3 % de proteína, 1.67 % cenizas, 3.6 % aceite, 73.8 % almidón, 4.5 mg/100 g de Niacina, 0.13 mg/100 g de Riboflavina y 0.47 mg/100 g de Piridoxina (Hubbard et al., 1950). Introduciendo el suplemento en el inóculo, se evitan las contaminaciones que son frecuentes cuando se emplean suplementos en el sustrato para aumentar los rendimientos. Alananbeh et al. (2014) ensayaron 3 porcentajes de inóculo de P. ostreatus sobre hojas de palmera y también observaron que hubo incrementos en la eficiencia biológica obtenida. Los resultados obtenidos en este trabajo difieren con los de Smita (2011) quien determinó que para el caso del hongo comestible shiitake (Lentinula edodes) la mayor eficiencia biológica fue obtenida cuando utilizó 8 % y no obtuvo diferencias significativas cuando aumentó la tasas de inoculación. De todos modos esto podría deberse a que se trata de dos especies muy diferentes.
La productividad también se vio beneficiada por un incremento en la tasa de inoculación. Gaitán-Hernández et al. (2009) obtuvieron productividades (llamadas en su trabajo como tasa de producción) que variaron desde 0.52 a 1.32 cultivando P. pulmonarius en paja de cebada y empleando 5 % de inóculo. En este trabajo, para una tasa similar de inoculación, se obtuvo un valor intermedio de 0.87. La mayor TP obtenida en este trabajo se alcanzó en los tratamientos con altos porcentaje de inóculo. El incremento de inóculo genera un mayor número de unidades formadoras de colonia, favoreciendo la rápida colonización del sustrato y disminuyendo el riesgo de contaminación por haber una mayor competencia del micelio a sembrar con respecto a los posibles microorganismos que pudieran estar aún presentes en el sustrato al momento de la siembra (Colavolpe et al., 2014).
Cuando se considera la variable peso promedio de los basidiomas, se observó que a partir de 2.9 % de tasa de inoculación, el porcentaje de inóculo no modifica drásticamente el peso promedio de los basidiomas. La variable número de basidiomas mostró el mismo comportamiento que la variable EB, a medida que se aumenta el porcentaje de inóculo también lo hacía el número de basidiomas cosechados a excepción del tratamiento con 16.6 % de inóculo. De modo que cuando aumenta la tasa de inoculación, los mayores rendimientos se obtienen debido a un incremento en la biomasa fúngica cosechada por un mayor número de basidiomas y no a un incremento en el peso promedio de los mismos. Shah et al. (2004) obtuvieron 14.55 basidiomas promedio por bolsa, pero obteniendo en verdad EB menores a las presentadas en este trabajo con valores promedios de 44.72 %. El comportamiento de las cosechas obtenidas resultó ser una variable interesante. Para aquellos tratamientos en los que se obtuvieron tres cosechas, los porcentajes de cosecha por cosecha variaron de 42 a 64 % para la primera, 28 a 39 % para la segunda y 10 a 22 % para la tercera cosecha. Estos valores son similares a los obtenidos por Sánchez et al. (2008) donde evaluaron los rendimientos producidos por una cepa de P. pulmonarius y una mezcla de paja de trigo y rastrojo de tomate. Se observó que al inocular el sustrato con porcentajes iguales o mayores al 4.7 % aumentó el número de cosechas por ciclo y por ende la EB. Además, en términos generales, se observó que altos porcentajes de inóculo producen una muy buena segunda cosecha con poca diferencia con respecto a la primera. Estos dos aspectos, el aumento del número de cosechas y el incremento del rendimiento en la segunda cosecha, contribuyen al aumento de la EB cuando las tasas de inoculación son mayores.
Se observó que para los tratamientos 1 y 2, los días necesarios para completar la incubación y producción fueron menores, reduciendo el ciclo en 15 días con respecto al resto de los tratamientos. Estos resultados indican que al usar altos porcentajes de inóculo (13 y 16.6 %), se logra una disminución importante en el tiempo de incubación y en el tiempo de cosecha (Tabla 1) aumentando entonces también la productividad. Esto permitiría también aumentar el número de ciclos de cultivo por año (Tabla 2). Se puede observar que para los tratamientos 1 y 2 el número de ciclos por año es de 5.5 mientras que para los tratamientos 3-7 baja a 4.5 ciclos por año. Por consiguiente, el uso de tasas de inoculación de 13-16.6 % conduce a un aumento en la producción de hongos cosechados por año (Tabla 2). Dado que en este trabajo se ha pretendido dar un enfoque también económico, para que le sea de utilidad al productor, se han utilizado los cálculos de EB, de modo que se pueda observar cómo se incrementan los kg de hongos cosechados a medida que se incrementa la tasa de inoculación y poder compararlos con los mayores costos que derivan de la compra de mayores cantidades de inóculo.
En la tabla 2, la fila del tratamiento 5 corresponde a los valores de la tasa de inoculación promedio utilizada actualmente en Argentina. Si se proyectan estas diferencias basadas en una determinada cantidad de sustrato, en este caso de 1 ton de sustrato húmedo por ciclo, se observa que la producción se incrementa de 959.44 kg/año para tasas de inoculación del 4.7 %, a 1915.32 k/año para tasas del 13 %, lo que significa un incremento del 99.62 %. Si se comparan las ventas obtenidas cuando se inocula con 4.7 % con los tratamientos en los que se usaron altos porcentajes de inóculo (13 y 16.6 %), se observa que las ventas casi se duplican (Tabla 3). Esto ocurre tanto para las ventas al por mayor (12928.4 US$ sembrando al 13 % contra 6476.2 US$ sembrando al 4.7 %) como al por menor (19344.7 US$ sembrando al 13 % contra 9690.3 US$ sembrando al 4.7 %). Téngase en cuenta que muchos productores emplean tasas de inoculación aun menores, cercanas al 2 % siendo en este caso las diferencias aún mayores. Se observó que la diferencia entre las ventas y el costo del inóculo cuando se usa 16.6 % de semilla es menor que cuando se usa 13 % de semilla (Tabla 3), por lo que es recomendable inocular con tasas del 13 %, ya que al usar 16.6 % aumentan los rendimientos en forma menor, pero también los costos del inóculo, disminuyendo las ganancias.
Conclusiones
Se observó que la eficiencia biológica, la productividad y la rentabilidad del cultivo de una cepa comercial del hongo comestible Pleurotus ostreatus varían con el incremento de la tasa de inoculación. El uso de altos porcentajes de inóculo del 13 y 16.6 % reducen los tiempos de incubación, al menos en siete días y los de producción en al menos ocho días, aumentado por ende considerablemente la productividad por una reducción en el tiempo del ciclo productivo. Por esta causa, el número de ciclo por año es mayor pasando de 4.5 para tasas de inoculación de 4.7 %, a 5.5 ciclos para tasas de inoculación de 13 y 16.6 %. A su vez, los altos porcentajes de inóculo producen cosechas mayores, lográndose EB de 116 para tasas de 13 %. Los mayores rendimientos son consecuencia de tener tres cosechas en el ciclo productivo y una segunda cosecha con rendimientos similares a la primera. Por todo esto es recomendable sembrar el sustrato con una tasa de inoculación del 13 % lográndose de ese modo la máxima productividad, aumentando los rendimientos y duplicando la rentabilidad anual de un cultivo.