ANEXOS

– Un estudio econométrico de los determinantes de la violencia (Camara y Salama, 2004).

– Objetivo de la prueba: explicar la evolución de la tasa de homicidios por 100 000 habitantes.

– Variable explicada: variación (a la alza o a la baja) de las tasas de homicidios.

– Muestreo en 10 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Paraguay, uruguay y Venezuela.

– Ocho variables socioeconómicas seleccionadas:

1) La eficacia del sistema de represión del crimen. Ese indicador expresa el porcentaje del número de casos de homicidios resueltos respecto al número total de homicidios y es calculado a partir de las mismas fuentes que las tasas de homicidios.

2) La parte correspondiente al 40 por ciento más pobre en el ingreso disponible.

3) La parte correspondiente al 10 por ciento más rico en el ingreso nacional.

4) El indicador de desarrollo humano (IDH) extraído de los informes anuales del PNUD.

5) El PIB por habitante.

6) La tasa de crecimiento anual del PIB.

7) La tasa de crecimiento anual de la tasa de urbanización.

8) La tasa de escolarización a nivel secundaria.

El conjunto, variable explicada y variables explicativas, es analizado como tasa de crecimiento. Se hubiera podido agregar otras variables, so pena de volver pesada la prueba, como por ejemplo las variables relativas al número de años transcurridos desde el arribo a la ciudad para analizar los efectos de migración campo-ciudad, ciudad-ciudad, la tasa de divorcio, la dimensión de la familia, etcétera (Gaviria y Pagés, 1999).

– Fuente de los datos relativos a las tasas de homicidios: la Oficina de las Naciones unidas contra la Droga y el Delito, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), la base de datos sobre la mortalidad elaborada por la Organización Mundial de la Salud y el Centro Brasileño sobre la Coyuntura del Crimen. Esos datos han sido homogeneizados por la Interpol.

– Fuente de los datos relativos a las variables seleccionadas: les datos provienen de la base de datos del Banco Mundial, de la CNUCED y de la CEPAL.

Período del estudio: 1995-2000.

¿Cómo tomar en cuenta las especificidades de los países?

En ciertos países, ciertas variables desempeñan un papel importante. Tal es el caso, por ejemplo, de la ineficacia del sistema represivo en la lucha contra el narcotráfico en Colombia y en Bolivia, o el de las desigualdades de ingreso particularmente elevadas en Brasil y en Chile, o el de los indicadores de desarrollo humano y de la tasa de escolarización a nivel secundario más elevados en Argentina y en Chile. Es por ello que hay que tomar en cuenta esas especificidades.

En una prueba econométrica, esas variables pueden influir los resultados obtenidos por cada uno de los países. En mi muestra, por ejemplo, dos países: Bolivia y Colombia están más afectados que otros por el narcotráfico en esa época y tienen un sistema represivo particularmente ineficaz. Como esa especificidad introduce un sesgo importante susceptible de cambiar la naturaleza de los resultados del conjunto de mi muestra, se evalúa el modelo introduciendo efectos fijos en Colombia y Bolivia; es decir, se probaron dos modelos; el primero incluye al conjunto de los países, el segundo elimina la influencia de esos dos países en las variables elegidas.

Colombia y Bolivia presentan una tasa de homicidios particularmente elevada y una eficacia de la represión mediocre, pues la calidad de sus instituciones es baja. Tal como se acaba de indicar, atribuir un efecto fijo a esos dos países permite aislar su influencia en las variables explicativas. El nuevo modelo probado indica que el crecimiento, debido a su fuerte volatilidad y al aumento de las desigualdades (medida según la parte que corresponde a 40 por ciento más pobre en el ingreso) contribuye al aumento de la tasa de homicidios e, inversamente, indica que el esfuerzo en materia de escolarización atenúa fuertemente la tasa de homicidios. En el contexto de crecimiento desigual de los años 1995-2000, el esfuerzo emprendido en materia de educación secundaria puede contribuir a una baja relativa de la violencia extrema en América Latina, siempre y cuando la industria de la droga no se desarrolle.

Cuando se neutralizan las especificidades de Brasil y de Chile, tres factores aparecen como determinantes de la evolución de los homicidios. En efecto, dos factores actúan a favor de su aumento: la distribución del ingreso (se toma en cuenta el 10 % más rico y el 40 % más pobre); en cambio, una variable actúa a favor de su atenuación: la tasa de escolarización secundaria.

Cuando se neutralizan las especificidades de argentina, de Chile y de uruguay, el modelo probado permite identificar cuatro determinantes de la evolución de la tasa de homicidios. Dos factores la aumentan: la urbanización y la parte que corresponde a 10 por ciento más rico en el ingreso (en una menor medida); en cambio, otros dos factores la atenúan: la eficacia del sistema de represión (en gran medida) así como el crecimiento económico (en una menor medida). al neutralizar los efectos relacionados con la escolarización en la secundaria y con la mejoría del indicador de desarrollo humano, ese modelo permite subrayar que en América Latina la urbanización sigue siendo un factor acelerador de la violencia puesto que cuando esa tasa sube un punto ello contribuye a aumentar los homicidios en 7.4 por ciento. La eficacia del sistema represivo es también determinante.

Tomando en cuenta la baja tasa de resolución de los casos de homicidios en la mayoría de los países, con excepción de Chile y de Brasil, se entiende por qué la violencia continúa teniendo niveles muy elevados. Si se toma en cuenta los resultados de la estimación de este último modelo, un incremento de un punto en la tasa de resolución de los casos de homicidios debería reflejarse en una baja de los homicidios en 16.06 por ciento. La enseñanza que se puede extraer de ese modelo es la siguiente: una urbanización controlada en un contexto de fuerte crecimiento, un sistema policiaco y judicial eficaz pueden hacer bajar la violencia extrema.