ANEXO
VILLA ESPERANZA 2000, MEXICALI, BAJA CALIFORNIA
Villa Esperanza 2000 es un proyecto de origen municipal en oposición a los programas centralizados en materia de política social. Consta de un desarrollo urbano exclusivo orientado al diagnóstico de la problemática social con el fin de establecer, equipar y operar centros comunitarios de asistencia, que brinden un continuo y meticuloso servicio a personas en situación de desventaja social.
El proyecto inicia su promoción a través del DIF (Desarrollo Integral para la Familia) municipal con el apoyo tanto del ayuntamiento de Mexicali, como con aportaciones de la sociedad civil y de empresas constructoras locales, creando un Fraccionamiento para la Asistencia Social que cuenta con su propio reglamento interno. Asimismo, se promovió la integración de la "Fundación Villa Esperanza 2000" como una institución de beneficencia privada.
Los primeros centros del fraccionamiento fueron: el Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar (CAVIM), sitio donde se brindan servicios interdisciplinarios e interinstitucionales para disminuir la violencia intrafamiliar, y la Casa Hogar para Varones (Cahova), cuya prioridad es atender situaciones extremas en donde el menor no pueda volver a su hogar o sencillamente no tenga uno, para lo cual ha instaurado estrategias como el otorgamiento de becas escolares y una campaña de sensibilización a la comunidad llamada "No Limosnas". Posteriormente se crearon la Casa del Abuelo y el Vivero para Personas con Discapacidad. Igualmente, el fraccionamiento cuenta con proyectos externos como el Programa de Atención a Menores y Adolescentes, que se encarga de atender los casos de niños que tienen un hogar, pero que trabajan o viven en las calles.
El programa Villa Esperanza 2000 parte de una noción integral de política social diseñado para implementarse bajo el entramado de una red social de mutua responsabilidad en la implementación de la política social municipal.
PARTICIPACIÓN CIUDADANA PARA EL DESARROLLO, BERRIOZÁBAL, CHIAPAS
El objetivo del programa es promover la participación ciudadana con el fin de dar respuesta efectiva a las demandas de la población, al tiempo que se promueve la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones relacionadas con la inversión en la implementación de infraestructura básica y de servicios de su comunidad o barrio. Los instrumentos utilizados para alcanzar estos objetivos se llevan a cabo por medio de la cédula diagnóstica de servicios, recursos naturales, humanos y económicos de cada comunidad del municipio, así como de la implementación de talleres de diagnóstico que tienen como finalidad la priorización comunitaria y el nombramiento del representante ante el Consejo Comunitario para el Desarrollo y la Reconciliación.
Una de las finalidades principales de este programa era eliminar la cooptación de la participación ciudadana ajena a los intereses de la población y que favoreciese a particulares. Lo anterior pretendía lograrse con la promoción de las instancias municipales de participación ciudadana y con el cumplimiento de acuerdos y compromisos adquiridos ante los representantes ciudadanos autónomos.
Como consecuencia de lo estipulado, en este programa participan instancias de los tres órdenes de gobierno: de la administración municipal, la Dirección de Obras Públicas, la Dirección de Fomento Agropecuario, el DIF municipal, la Tesorería y la Dirección de Protección Ciudadana; del ámbito federal la Sedesol, la Semarnat y Pemex, y por parte del gobierno estatal el Coplades, CAPECE, la Secretaría de Obras Públicas, la Secretaría de Educación y la Comisión de Caminos.
El programa da respuesta a la necesidad de atención y resolución de las demandas de la sociedad, con lo cual se logra beneficiar a 34 localidades y a 16 barrios de la cabecera municipal, en donde la mayoría de los ciudadanos son beneficiarios.
INSTITUTO MUNICIPAL DE INVESTIGACIÓN Y PLANEACIÓN, CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA
El Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) se crea en 1995 y se desarrolla de manera alternativa al modelo de planeación del Ejecutivo federal que no satisfacía las necesidades del desarrollo local. Pretende superar la discontinuidad en los procesos de planeación y evitar la sujeción del desarrollo municipal a las políticas centralizadas. Igualmente, procura promover la participación ciudadana democrática en la toma de decisiones para diagnosticar, planear e implementar obras de infraestructura básica.
Al crearse el IMIP desaparece la Dirección de Planeación Municipal, y las direcciones generales de Desarrollo Urbano y Obras Públicas quedan con atribuciones de administración del desarrollo urbano. Cabe señalar que las atribuciones de las direcciones generales de Desarrollo Urbano y Obras Públicas no contemplan las funciones de planeación e investigación depositadas en el IMIP; igualmente, las propuestas, proyectos, iniciativas o planes del IMIP son de carácter no vinculante para el ayuntamiento, ya que este último tendrá que aprobar todas las iniciativas del IMIP, y tendrá la última palabra en términos de la planeación urbana. La última palabra para el IMIP está en lo referente al sustento técnico de sus propuestas y en consolidar el apoyo de los diferentes sectores ciudadanos con objeto de facilitar la toma de decisiones del ayuntamiento.
El IMIP se caracteriza principalmente por su descentralización del ámbito municipal; actuar como consultor del municipio en materia de planeación; tener autonomía en la toma de decisiones; contar con un Consejo de Administración y Deliberativo con participación de los ciudadanos, así como con personalidad jurídica y patrimonio propios; ser una entidad de orientación científica; especializarse en la preparación de proyectos estratégicos, e incluir la participación ciudadana en las diferentes fases de planeación.
Este instituto mantiene sus labores de planeación a largo plazo e investigación en temas de soporte al actuar del gobierno municipal, a través de la generación de dictámenes, proyectos, propuestas, reportes, programas participativos, productos de difusión y asesoría en cuestiones urbanas. Asimismo, sus actividades se dividen en cinco áreas de acción: geoestadística e informática, diseño urbano y equipamiento, planes y programas, movilidad e infraestructura y administración, a través de las cuales auxilia a la autoridad municipal en materia de desarrollo urbano diseñando proyectos de obra pública y criterios de protección de patrimonio cultural; proponiendo acciones para uso eficiente del suelo, zonas de conservación ecológica y expropiación de bienes por causa de utilidad pública, y actualizando y administrando el banco municipal de estadística.
Por otro lado, la consolidación y el mantenimiento del IMIP se explican en gran parte por su forma de gobierno, cuya autoridad máxima es el Consejo Deliberativo que se conforma por un total de 22 miembros distribuidos de la siguiente manera:
• Once sólo con voz: secretario del ayuntamiento, tesorero , seis directores de la administración (Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Asentamientos Humanos, Servicios Públicos Municipales, Desarrollo Social, Promoción Financiera y Económica), dos representantes del gobierno del estado (secretario de Desarrollo Urbano y Ecología del Gobierno del Estado) y un representante del gobierno federal (Sedesol).
• Once con voz y voto: tres regidores, seis consejeros ciudadanos (representantes del Consejo Coordinador Empresarial, de las instituciones de educación superior, de asociaciones y clubes de servicio, de colegios y asociaciones de profesionistas, y el Implan18), el director general del Instituto Municipal de Investigación y Planeación, y el presidente del Consejo de Voz (presidente municipal) con voto de calidad.
Como puede observarse, la mayoría de los miembros con voz y voto que conforman el Consejo corresponde a la representación considerada como ciudadana, lo cual podría tomarse como la principal causa de protección contra influencias políticas y cambios de administración. Así también, las características de integración del mismo lo dotan de una dinámica constante, con capacidad de permanencia e independencia de los gobiernos.
SISTEMA DE MOVILIDAD URBANA INTEGRAL, CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHA
Este programa responde a una necesidad fundamental de las grandes ciudades, esto es la creación de espacios y alternativas de movilidad para un amplio sector de la población. Los antecedentes del programa se remontan hacia la década de 1990 en el marco del proceso de descentralización y con el apoyo técnico de instancias como Sedesol y Banobras. Posteriormente, se enmarca como una de las vertientes estratégicas del IMIP en Ciudad Juárez, que, como se ha explicado previamente, ha asumido la tarea de transformar los procesos de planeación urbana, buscando que éstos se lleven a cabo mediante la participación ciudadana y a partir de estudios técnicos y sociopolíticos de las diversas problemáticas en la localidad.
El IMIP inició con un estudio integral del transporte de Ciudad Juárez, con lo que se realizó un análisis del transporte urbano y, finalmente, se buscó la conversión a sistemas de transporte público semimasivo y masivo. Una característica que cabe destacar es que, además de la naturaleza técnica de este programa, desde el inicio (1997-1998) se privilegió la inclusión de la ciudadanía y la promoción de la participación, principalmente a través de talleres de diagnóstico de Participación Ciudadana sobre Transporte. El resultado de este ejercicio fue la retroalimentación de las inquietudes comunitarias que servirían como sustento de la respuesta final de alternativas. En este proceso intervinieron empresarios del transporte, estudiantes universitarios, consultores particulares, autoridades de gobierno municipal, estatal y federal, colegios de profesionistas, grupos ciudadanos y transportistas.
El Sistema de Movilidad Urbana se define como la creación de infraestructura dirigida a la comunicación terrestre urbana y abarca todas las modalidades de transportación, también medios motorizados. Este sistema quedó asentado dentro del Plan de Desarrollo Urbano y en sus diferentes actualizaciones 1995 y 2002. La implementación estratégica se conformó por tres grandes subsistemas: 1) movilidad regional y esquema periférico de vías de acceso controlado, 2) accesibilidad interna y la conformación de una red troncal de transporte colectivo de gran capacidad, y 3) red vial primaria y secundaria, que funcionan como alimentación multimodal de los primeros dos subsistemas, y aportan niveles tanto de movilidad regional como de accesibilidad interna.
En las últimas etapas de implementación ha sido muy importante el apoyo de las instancias federales y de algunas redes sectoriales. En 2006 el IMIP presentó el Estudio Integral de Transporte 2006 en Ciudad Juárez para acceder a los recursos públicos como la convocatoria Conacyt 2005-01 (un millón 650 mil pesos), en ese mismo año también se obtuvo apoyo del Banco Mundial a través del Global Environmental Facility (GEF), con 680 mil dólares y con recursos concurrentes de las instituciones participantes (por ejemplo, el IMIP, la Dirección de Transporte Público del Estado, la Dirección General de Desarrollo Urbano, El Paso Metropolitan Planning Urbanization, y el propio municipio), siendo el único proyecto del país que obtuvo recursos de este fondo en la convocatoria 2006.
Sin duda, este es un programa que demuestra la continuidad y la visión de planeación a largo plazo. Como está documentado, este programa no ha sido cuestionado o politizado por comerciantes ni por las centrales de transporte, en gran parte por los procesos de planeación participativa. Finalmente, la presencia del IMIP con su trayectoria en la comunidad ha dotado de legitimidad y ha permitido lograr apoyos en la ejecución del programa.
PARQUE RECREATIVO, DEPORTIVO Y COMUNITARIO "ELOÍSA CHIQUIS CABADA", DURANGO, DURANGO
Para contrarrestar los altos índices de violencia y pandillerismo en una de las localidades más pobladas del municipio de Durango (concretamente la colonia Héctor Mayagoitia), se planteó el rescate del espacio público como medida de erradicación de la inseguridad en la zona.
La iniciativa encabezada por la Dirección de Desarrollo Social Municipal para construir un parque en el predio conocido como "El campito" fue bien recibida por la comunidad, que percibía el incremento de actividades delictivas, el uso del terreno destinado al consumo de drogas y bebidas alcohólicas y las condiciones precarias para la convivencia social. Desde el inicio del programa se contó con la anuencia de los vecinos, quienes impulsados desde el gobierno iniciaron con la organización de reuniones para el desarrollo de actividades culturales. Para la puesta en marcha de las labores de construcción se recibieron aportaciones del gobierno federal (50 por ciento de los recursos) y del gobierno del estado, mientras que el municipio finalmente contribuyó con más de la mitad de la inversión total al aportar 5.2 millones de pesos para equipamiento de las instalaciones deportivas y de recreación, así como la instalación de cámaras de seguridad.
Si bien la aportación económica y las actividades técnicas provenientes del orden gubernamental fueron fundamentales para la puesta en marcha de la iniciativa, la participación de los vecinos fue un factor central para todo el proceso de rehabilitación del espacio público. De una manera más organizada y no sólo limitándose a un instrumento consultivo, se instauraron las "contralorías sociales" compuestas por organizaciones cercanas al parque, cuyas funciones fueron el seguimiento de la construcción, la vigilancia del espacio rehabilitado, la organización de actividades deportivas y de convivencia, así como el mantenimiento del parque. La figura de las "contralorías sociales" tuvo respaldo de los acuerdos del Cabildo del Ayuntamiento de Durango publicados en la gaceta municipal.
Según los propios registros del municipio, se logró una transformación radical del espacio público al grado de que los principales opositores se involucraron en las actividades deportivas y han destacado en torneos estatales y regionales. Los niveles de visita del parque son otro medidor de su éxito: para 2007-2008 alrededor de 1200 visitantes provenientes de las nueve colonias aledañas acudían diariamente a participar en las actividades recreativas. Si bien el impacto en las mejores condiciones de bienestar de los vecinos no se puede medir de manera lineal y monocausal, aludiendo a la sola presencia del parque, es un hecho que esta iniciativa ha contribuido a disminuir la percepción de inseguridad en las colonias vecinas y ha fortalecido la convivencia comunitaria.
PROGRAMA MUNICIPAL DE ALFABETIZACIÓN "APÚNTATE A TIEMPO", PUEBLA, PUEBLA
El diseño de un programa de alfabetización alterno al modelo de educación para adultos del INEA es el eje central de este programa, cuyo objetivo es enseñar a leer y a escribir a personas analfabetas y analfabetas funcionales de modo más efectivo. Aunque es adoptado por el gobierno municipal en 2005, es una clara iniciativa del Consejo Universitario de Participación Social (CUPS) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) que ya contaba con experiencia previa en tareas de alfabetización. Este programa se inserta en la agenda municipal como la atención a un problema poco abordado. El programa se sustenta en un método de enseñanza cubano denominado "Yo sí puedo", el cual consiste en que las personas aprendan viendo una especie de telenovela en la que los personajes representan a un grupo que también está aprendiendo a leer y a escribir. Este método ha sido adaptado a otros estados de la república, e incluso a otros municipios, como Chimalhuacán en el Estado de México.
La naturaleza del funcionamiento e implementación del método exige la concurrencia de esfuerzos de varios actores. En primer lugar se encuentran los asesores cubanos que trabajan en conjunto con el CUPS para la capacitación de los facilitadores, en su mayoría estudiantes universitarios voluntarios. El gobierno, por su parte, aporta el material, los vehículos y recursos económicos y administrativos para la operación del programa. En tercer lugar, la convocatoria, a través de las juntas auxiliares, líderes de las colonias, amas de casa y organizaciones religiosas, ha sido un elemento muy importante para la asistencia de personas a las clases diarias. Los vecinos también han ayudado a gestionar espacios físicos para la impartición de los cursos dentro de las escuelas o en centros comunitarios. Finalmente, en la etapa de evaluación, un Consejo Académico, conformado por estudiantes universitarios, se reúne cada quince días para la revisión de los avances y la discusión de dificultades del programa.
Durante los años que lleva operando el programa (de 2006 a 2009) se han ampliado los puntos de encuentro (hasta 687) y se ha involucrado a un mayor número de colonias alrededor de todo el municipio. Igualmente, la figura del facilitador se ha extendido a los propios vecinos: estudiantes, jubilados, amas de casa y aquel que desee colaborar con el programa, con el requisito mínimo de educación secundaria, la asistencia a la capacitación y la finalización del curso; a cambio se les otorga una beca de $150 pesos por cada persona alfabetizada. En este periodo se ha logrado alfabetizar a 10 661 personas; es decir, poco más de 25 por ciento de la población analfabeta en el municipio (40 mil habitantes para 2005 según el INEGI).
18 Aunque este organismo cuenta con participación de miembros del gobierno municipal, el IMIP lo considera como un organismo autónomo.