Apéndice I

Notas sobre la naturaleza de las fuentes estadísticas

En el artículo se utilizan cifras del producto interno bruto estatal referidas a los años base de 1980 y 1993. El cambio en los años base, y la ausencia de una serie con base homogénea obligó a incluir estimaciones para dos subperiodos entre los años 1980 y 1998.La falta de series homogéneas afecta en especial las estimaciones del PIB per capita, motivo por el cual esta variable no se considera en el artículo. Adicionalmente, se usan cifras de empleo provenientes de los censos económicos, inclusive los correspondientes a 1998. Para el análisis de algunos elementos de la estructura del empleo, se utilizan cifras de la Encuesta Nacional de Empleo correspondiente a 1998.

La clasificación regional usada aquí es semejante a la de SEDUE, aunque nosotros distinguimos la zona capital, separándola de la zona centro, según SEDUE. Las regiones están integradas por los siguientes estados: Noroeste:

Baja California Norte, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora; Norte: Chihuahua, Coahuila y Durango; Noreste: Nuevo León y Tamaulipas; Centro norte: Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas; Occidente:Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit; Centro: Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala; Centro Golfo: Veracruz y Tabasco; Pacífico sur: Chiapas, Guerrero y Oaxaca; Peninsular: Campeche, Quintana Roo y Yucatán; Zona capital: Distrito Federal, Estado de México.

 

Apéndice II

Cálculo del índice de localización regional del empleo (Eij)

Como el problema que nos ocupa es la estructura de las ocupaciones, para medir la especialización relativa de las regiones en las distintas actividades económicas, se usa un indicador estándar de localización regional de empleo (Eij). Éste se obtiene mediante el cálculo de la proporción del empleo generado en la actividad i en el total del empleo en la región j-ésima, respecto al mismo cociente a nivel de todo el país, es decir,

Eij = (xij/xj)/(xi/x)*100

Donde: xij = empleo en la actividad i, correspondiente a la región j; xi = empleo total en la actividad i, xj = empleo total de la región j; y x = empleo total en el país.

Para cada actividad económica, mientras mayor sea el valor del índice Eij correspondiente a una determinada región con respecto a los índices del resto de las regiones,mayor será su especialización relativa en términos del empleo sectorial. En algunos casos, el coeficiente Eij tiene valores extraordinariamente grandes. Se podría pensar entonces que, conforme crece el coeficiente, se tiene una mayor especialización, y una mayor importancia relativa del empleo en esa región dentro del empleo sectorial total. Curiosamente lo que ocurre es que, mientras mayor sea Eij respecto a 100, menor será la importancia relativa del empleo en ese sector en el conjunto del empleo de la región. Esta afirmación se demuestra como sigue: Sabemos que xi=ax, con 1≥a Si Eij > n, con n≥1, entonces, 1≥(xij/xj)>n(xi/x)=na. Por tanto, 1/n≥a. En consecuencia, al crecer n, a tiende a decrecer.

Esto ocurre, por ejemplo, en la región noroeste, en la rama Otras industrias manufactureras.

 

Apéndice III

Cálculo de los índices de cambio y participación

Siguiendo a Richardson (1986), consideramos:

Eij = empleo del sector i en la región j;

Ej = ∑j Eij = empleo total de la región j;

Ei = ∑i Eij = empleo total (nacional) del sector j;

E = ∑i ∑j Eij = empleo total (nacional) de todos los sectores;

Los subíndices "o" y "t" representan, respectivamente, los años inicial y final del periodo. Dada esta notación, definimos el cambio total (Sj) como:

Sj = Etj −(Et/Eo)*Eoj;

Mientras que el cambio diferencial para cada región está definido como:

Dj = ∑j[Etij − (Eti/Eoi)* Eoij]

y el cambio proporcional (Pj) como:

Pj= Sj −Dj = ∑i[(Eti/Eoi) − (Et/Eo)] * Eoij

El objetivo de esta técnica es descomponer los efectos en la evolución del empleo tanto de la estructura sectorial de las regiones (efecto proporcional) como del comportamiento particular del empleo en cada sector económico (efecto diferencial) dentro de la región respectiva. En otras palabras, el efecto total muestra la variación en la dinámica del empleo en cada región con respecto a la dinámica nacional (un valor positivo indica que el empleo en esa región creció más aceleradamente que el empleo en el resto del país, y viceversa); el efecto diferencial refleja la variación entre el dinamismo de los sectores de la región con respecto al de los sectores a escala regional; y finalmente, el efecto proporcional capta el efecto del crecimiento del empleo en la región correspondiente a partir del crecimiento nacional de cada sector económico.