ANEXO I

 

Enfoque de enseñanza centrada en el aprendiz

El enfoque centrado en el aprendiz es dual: un foco ilumina a los aprendices individuales (su genética, experiencias, intereses, capacidades y necesidades) y otro foco ilumina el aprendizaje (los conocimientos existentes sobre cómo se aprende y sobre las mejores prácticas docentes que promueven altos niveles de motivación y rendimiento para todos los aprendices). Pensamos, siguiendo a McCombs (2010), que este enfoque dual permite fundamentar un proceso de toma de decisiones docentes que mejoran la práctica educativa.

McCombs y Whisler (1997) enfatizan que no hay que confundir el concepto "centrado en el aprendiz" con otros conceptos como "centrado en el niño o en el estudiante". No se trata de de hacer más blanda o divertida la actividad escolar en detrimento de la adquisición efectiva de los conocimientos necesarios sino de emparejar la preocupación por el alumno con el mejor conocimiento disponible acerca de cómo se produce el aprendizaje. Dicho de otro modo: el fin último de la educación escolar es fomentar el aprendizaje de los alumnos y estos aprenden mejor cuando son y se consideran parte comprometida del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El enfoque centrado en el aprendiz plantea la necesidad de hacer consciente al profesor del papel que juegan en el aprendizaje determinados factores que no se deben considerar aislados sino hay que entender que constituyen un marco sistémico que dirige la práctica docente. Dentro de esta perspectiva sistémica, estos factores se despliegan en 12 principios:

- Factores cognitivos y metacognitivos: Son los factores involucrados en la construcción de significados a partir de la información y las experiencias; por tanto, explican cómo trabaja la mente para generar conocimiento. De ellos se desprende que el pensamiento y el propio aprendizaje constituyen un proceso personal, activo y continuo. En el enfoque de enseñanza centrada en el aprendiz, estos factores se concretan en 4 principios relativos a:

1. La naturaleza del proceso de aprendizaje.

2. Las metas del proceso de aprendizaje.

3. La construcción del conocimiento.

4. El pensamiento de orden superior: pensar sobre el pensamiento.

- Factores afectivos y emocionales: La motivación del estudiante para aprender es influenciada por sus estados emocionales, creencias sobre sí mismo como aprendiz, intereses, metas y hábitos de pensamiento. El diseño de la enseñanza debe incluir un componente motivacional, con base al que se propongan tareas de aprendizaje relevantes basadas en la elección de una dificultad óptima (zona de desarrollo próximo de Vygotsky) que merma la posibilidad de integrar factores afectivos negativos (baja autoestima, pobre autoconcepto). Estos factores se concretan en 3 principios relativos a:

5. Las influencias motivacionales y emocionales en el aprendizaje.

6. La motivación intrínseca para aprender.

7. Las características de las tareas de aprendizaje potenciadoras de la motivación

- Factores evolutivos: Hay capacidades para el aprendizaje que se desarrollan en el transcurso del tiempo. El aprendizaje es más eficaz cuando se toma en cuenta el desarrollo diferenciado del aprendiz y, por tanto, las actividades y materiales didácticos se ajustan a este desarrollo. Estos factores se concretan en 1 principio relativo a

8. La influencia evolutiva en el aprendizaje

- Factores personales y sociales: Se refieren al papel que juegan las demás personas en el proceso de aprendizaje y en el funcionamiento del aprendizaje en grupos. Estos factores se concretan en 2 principios relativos a

9. La diversidad social y personal

10. La aceptación social, autoestima y aprendizaje

- Factores de diferencias individuales: Los estudiantes difieren entre sí en función de experiencias, recursos cognitivos y su contexto cultural y social, y el aprendizaje es más eficaz cuando se toman en cuenta esas diferencias en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Estos factores se concretan en 2 principios relativos a

11. Las diferencias individuales en el aprendizaje.

12. Los filtros cognitivos.

ANEXO II

Cuestionario de Creencias del Profesor adaptado de B. McCombs y J. Whisler

Instrucciones: Lea este cuestionario y decida en qué medida está de acuerdo o en desacuerdo con sus enunciados. Tache el número que se ajuste mejor a su decisión. No se detenga demasiado en la respuesta y responda a todas las preguntas. Tenga en cuenta que 1 = totalmente en desacuerdo, 2 = algo en desacuerdo, 3 = algo de acuerdo y 4 = totalmente de acuerdo.

De acuerdo con McCombs y Whisler (1997) y McCombs (2010), el objetivo del cuestionario es identificar las creencias personales respecto a la educación y reconocer el paradigma educativo del profesor, en particular si las creencias del profesor sobre el proceso de enseñanza - aprendizaje están basadas en el enfoque Aprendizaje Centrado en el Aprendiz. El cuestionario está compuesto por 35 ítems organizados en tres factores:

El Factor I evalúa las creencias del profesor sobre el proceso educativo general (los alumnos, el aprendizaje y la enseñanza) desde un enfoque centrado en el aprendiz. La puntuación máxima que se puede obtener es 4 y cuando es mayor que 3 se considera que las creencias responden a un enfoque centrado en el aprendiz. Los ítems que lo conforman son 14 y el factor I se calcula como puntuación media de ellos (1,4,7,10,13,16,19,22,25,28,30,32,34,35).

El Factor II hace referencia a un conjunto de creencias del profesor "no centradas en el aprendiz". El puntaje máximo que se puede obtener es 4 y por debajo de 2 representa creencias centradas en el aprendiz. Los ítems que lo conforman son 9 (2,5,8,11,14,17,20,23,26).

El Factor III evalúa las creencias del profesor sobre su rol docente y las estrategias de enseñanza. La puntuación máxima que se puede obtener es 4 y por debajo de 2 representa creencias centradas en el aprendiz. Los ítems que lo conforman son 12 (3,6,9,12,15,18,21,24,27,29,31,33).