Anexo II

 

Los conquistadores

 

José María de Heredia

Como un vuelo de gerifaltes fuera de su osario natal
De cargar sus altivas miserias fatigados
Desde Palos de Moguer, capitanes osados,
Partían, ebrios de un sueño que era heroico y brutal.

Iban a la conquista del fabuloso metal
Que en sus lejanas minas Cipango había madurado
Y el mástil inclinaban los vientos obstinados
Hacia los misteriosos bordes del mundo Occidental*

Esperando en las noches las mañanas triunfales,
La azul fosforescencia de mares tropicales
Encantaba sus sueños con un dorado velo.

O, en la proa de blancas carabelas, lentamente
Miraban ascender a un ignorado cielo
Del fondo del océano las estrellas recientes.

(Traducción de Raúl Dorra)

 

* La mayúscula está puesta en las "buenas" ediciones, por ejemplo Les Trophées, Plan de la Tour (Var), Editions d'Aujourd'hui, 1978, p. 111, edición que reproduce el texto de la Librairie Alphonse Lemerre.