Apéndice I

Comentarios al PRMDLC por Flor Canché Teh

Tras diez años de implementación, el PRMDLC es un proyecto que ha logrado resultados en el ámbito de la afirmación y promoción lingüística y cultural maya de la península yucateca, durante ese tiempo se ha caracterizado por ser una actividad revitalizante del idioma, contribuyendo así a su mantenimiento. Los talleres de revitalización han sido atractivos no sólo para los niños sino también para sus padres y abuelos, todos son bienvenidos. Los talleres resultan espacios de convivencia y participación espontánea, en donde incluso los no mayahablantes se atreven a compartir alguna anécdota, y lo mejor es que los hablantes “tímidos” en ocasiones pierden la timidez dando paso a su habilidad oral en lengua maya.

El equipo de trabajo conformado, sin dejar de destacar la iniciativa del director, ha realizado un trabajo conjunto y comprometido como se aprecia en los resultados: cinco libros con audio, un video en animación, un documental que combinan arte e investigación maya con más de 100 mil ejemplares compartidos con los hablantes, partícipes directos del proyecto, equivalente a aproximadamente un diez por ciento de los hablantes. Ciertamente y como se menciona arriba, esta es apenas una primera etapa del proceso de reversión del desplazamiento lingüístico, pero es sin duda una etapa fundamental para continuar con dicha labor. Otra actividad que afortunadamente se está cumpliendo es la de capacitar a más representantes mayas, podemos mencionar a cuatro ex alumnas del sexto semestre de la Carrera de Lengua y Cultura de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo: Adelayda Poot Poot, Edith Borges Castillo, María Magdalena Poot Poot y Gladys Wigelmy Sánchez Chan, quienes se unieron al equipo y han contribuido con la realización de talleres y difusión de los materiales.

La sustentabilidad y continuidad y autoevaluación y mejoramiento es una condición fundamental para cualquier proyecto de revitalización. En el caso que nos compete las actividades están bastante experimentadas en la región maya y permiten hablar de un proyecto relativamente exitoso, sin embargo, quedan acciones pendientes; por un lado es importante compartir los materiales con un mayor número de niños y la comunidad maya en general, si bien no se pretende que sea un proyecto totalizador, no hay que perder de vista que mientras a más comunidades se llegue, más posibilidades se tiene de desarrollar una micropolítica de mantenimiento lingüístico garantizada a través de la autogestión e independencia de los participantes locales; y por el otro, hace falta también regresar a las comunidades visitadas y facilitar la organización de talleres con las personas de las propias comunidades y de comunidades vecinas que adopten (externalicen) el modelo de oralidad lúdica, y que de acuerdo a los saberes tradicionales y nuevos imaginarios vayan usando, revitalizando y afirmando su condición de mayahablantes con orgullo, contribuyendo así a la conservación y evolución de su lengua. Hasta ahora, hemos trabajado los géneros de las adivinazas y trabalenguas, pero quedan algunos otros, como por ejemplo el báaxal t’aan, o frases de doble sentido, muy comunes en las reuniones familiares de todo tipo. Los tsikbal o cuentos, ya sean cortos o largos, género característico de los abuelos, pero también de los nuevas generaciones, los kilich k’aayo’ob o cantos rituales, entre otros.

El equipo que actualmente colabora en la realización del proyecto cuenta con las habilidades idóneas para ampliar el campo de acción y enriquecer el trabajo con la adhesión de nuevos géneros, y además está en constante capacitación y capacitando a los actores sociales para crear una red más amplia, cuya expansión permita cubrir en mayor medida el territorio de la Península yucateca y fortalecer cada vez más nuestra lengua y nuestra cultura.

A título personal, yo, Flor Canché, en el desarrollo del PRMDLC he encontrado que tanto mi habilidad lingüística, particularmente la oralidad del maya, se ha fortalecido en el sentido que la he podido explotar y experimentar con distintas alocuciones de cara al público y en las cabinas de audio. La satisfacción al concluir cada taller me ha resultado motivante para seguir buscando formas de cómo fortalecer, enriquecer nuestra lengua y cultura. Por último, creo que un trabajo en conjunto como éste que es capaz de reunir a grupos de personas y de motivarlas a que se sumen a nuestro quehacer, debe continuarse.

 

Apéndice II