Introducción
El sobrepeso (SP) y la Obesidad (OB) se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, estas enfermedades son consideradas de etiología multifactorial, en la cual se involucran aspectos genéticos, ambientales y del estilo de vida 1. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 2, desde 1975 la OB casi se ha triplicado en todo el mundo, en 2016 se estimó que el 39 % (1900 millones) de las personas adultas (mayores de 18 años) tenían SP, de los cuales el 13 % (650 millones) vivían con OB.
En México, en adultos mayores de 20 años y más se estimó una prevalencia de SP y OB de 39.5 % y 35.3 %, respectivamente 3. La epidemia de SP y OB en el mundo y México posicionan a este fenómeno como un problema de salud pública prioritario que requiere de atención y acciones intersectoriales inmediatas para la prevención, diagnóstico oportuno y control en toda la población. A pesar de los esfuerzos de las organizaciones de salud, la tendencia de estas condiciones parece seguir en aumento. El SP y OB son factores de riesgo modificables de gran importancia para la prevención de enfermedades crónicas, entre las que destaca la diabetes 4-6.
A nivel mundial, la Federación Internacional de Diabetes 7 estimó que 537 millones de personas en de 20 a 79 años tenían diabetes. La mayor prevalencia se encuentra en países de ingresos medios y bajos, entre los que se encuentra México, el cual ocupa la sexta posición de los países con mayor prevalencia de diabetes. La Asociación Americana de Diabetes 8 clasificó a la diabetes en cuatro categorías: Diabetes tipo 1, Diabetes tipo 2 (DT2), Diabetes gestacional y otros tipos de diabetes debido a otras causas, de las cuales la OMS 9 señaló a la DT2 como la de mayor prevalencia global al ocupar más del 90 al 95 % de los casos.
En 2018, se estimó que el 13 % de la población en México tenía DT2 cifra superior a lo reportado por la misma encuesta en 2012. Investigadores reportaron 10,11 que un 68 % de los pacientes se encontraban en descontrol glucémico, de los cuales solo el 85.5 % recibió tratamiento farmacológico para la DT2, resaltaron que sólo 26.8 % de los pacientes reconocieron haber modificado su alimentación como parte del tratamiento; el porcentaje fue menor para el ejercicio (10.3 %). El no control de la enfermedad aumenta el riesgo de complicaciones micro y macrovasculares, y son más frecuentes, en pacientes con SP y OB.
La Asociación Americana de Diabetes 12 y la Federación Internacional de la Diabetes 13, clasificaron el tratamiento de la DT2 en farmacológico (antidiabéticos orales e insulina) y no farmacológico (dieta equilibrada y actividad física suficiente), el cual, favorece a los pacientes a mejorar su peso y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que además son las principales causas de muerte. Se ha evidenciado que el SP y la OB son factores importantes de riesgo de enfermedades no transmisibles, causas de muerte en adultos mexicanos, trastornos del aparato locomotor y algunos tipos de cáncer (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula, riñones y colon), el riesgo de contraer estas enfermedades crece con el aumento del Índice de Masa Corporal (IMC), el cual se refiere a un indicador simple de la relación entre el peso y talla que es utilizado frecuentemente para clasificar el SP y la OB en adultos.
Hay pruebas sólidas y consistentes de que el control de la OB puede retrasar la progresión de prediabetes a la DT2 y es un factor protector para el control glucémico. En adultos con DT2 con SP u OB se ha demostrado que una pérdida de peso moderada y sostenida mejora el control glucémico y reduce la necesidad de medicamentos al mejorar los niveles de glucosa. Además, se ha demostrado que en pacientes con DT2 y OB, una restricción energética extrema de la dieta con dietas muy bajas en calorías puede reducir los niveles de hemoglobina glucosilada a <6.5 (48 mmol/mol) y glucosa en ayuno a <126 mg/dL (7.0 mmol /L) en ausencia de terapia farmacológica 14,15.
En adultos mexicanos, se han reportado prevalencias de SP de 39.1 %, OB de 36.1 % y adiposidad abdominal 81.6 % (16-18. Sin embargo, no se disponen de datos suficientes en relación a la prevalencia de SP y OB en la población con DT2. En este contexto, el profesional de enfermería en su práctica ha venido demostrando el papel fundamental que cumple en la vida de las personas con DT2. Por tanto, tienen una función decisiva de la identificación de la prevalencia de SP y OB, que permita conocer el panorama actual y desarrollar prácticas innovadoras para el control de la DT2, que busquen mejorar los resultados de salud relacionados con el SP y OB, reduzcan las complicaciones, sobrecarga en los cuidadores y en el sistema de salud, en el estado de Sinaloa no se han realizado estudios similares y de acuerdo a lo mencionado anteriormente se considera una necesidad de escrutinio en esta población que permita contar con prevalencias de SP y OB en el estado. Es por ello la importancia de conocer ¿cuál es la prevalencia de SP y OB en adultos con DT2? Por lo que se planteó realizar un estudio con el objetivo establecer la prevalencia de sobrepeso y obesidad al comparar por sexo y características sociodemográficas en adultos con diabetes tipo 2 en el periodo de agosto a diciembre de 2019 en clínicas de salud del norte de Sinaloa, México.
Metodología
Estudio descriptivo transversal 19, realizado en 556 adultos con DT2 que asistieron para su control en cuatro centros de salud de los municipios de Ahome, el Fuerte y Guasave, Sinaloa, México, en el periodo de julio a diciembre de 2019. El muestreo fue no probabilístico, se incluyeron mayores de 20 años, con más de un año de diagnóstico médico previo de DT2, con capacidad para subirse y mantenerse de pie en báscula de medición de peso y contestar un cuestionario, se excluyeron mujeres embarazadas o lactando, adultos con alguna enfermedad que pudiera alterar su peso (hipotiroidismo, anorexia, bulimia).
Para la recolección de los datos, se empleó cédula de datos sociodemográficos, que incluyó: edad, sexo, escolaridad, ocupación, estado civil, años de diagnóstico de DT2, procedencia: urbana o rural y mediciones antropométricas (peso, estatura y circunferencia de cintura). En mediciones antropométricas: el peso se expresó en kilogramos y gramos, se midió con una báscula, la estatura se expresó en metros empleando un estadiómetro portátil; se calculó el IMC despejando la siguiente formula; peso (kg)/talla2 (mts), el resultado se clasificó según criterios de la NOM-08-SSA-2010 como sigue: peso bajo (< 18.5), peso normal (>18.5 a 24.9), SP (>25 a 29.9) u OB (> a 30). La obtención de la circunferencia abdominal fue con cintra métrica flexible, se expresó en centímetros, la clasificación se determinó como se especifica en la NOM-008-SSA3-2010 20 para el tratamiento integral del SP y la OB: mujeres < 80 cm y hombres < 94 cm. Cabe resaltar, que los instrumentos de medición utilizados cuentan con buena sensibilidad y especificidad, aunque se reconoce que no existe una medición perfecta, puede haber errores tanto en la medición directa como indirecta 19.
El estudio contó con aprobación del Comité de Ética e Investigación de la Facultad de Enfermería con registro CIE-000-29 y autorización de los directivos de las instituciones de salud. Se abordó a los participantes en la sala de espera para su consulta, invitándoles a participar en el estudio, quienes reunían los criterios y confirmaban su deseo de participar, firmaron consentimiento informado, en todo momento se cuidó la confidencialidad y trato digno a los participantes. El estudio se apegó a los lineamientos del reglamento de la Ley General de Salud en materia de investigación para la salud 21.
Los datos se procesaron en el Statistical Package for Social Sciences (SPSS) versión 25 para Windows en español, las variables cuantitativas se presentaron en medidas de tendencia central y dispersión, las variables categóricas se expresaron en frecuencias y porcentajes. Para calcular las prevalencias por categorías se realizaron tablas cruzadas, para identificar diferencia entre grupos se utilizó prueba de Chi cuadrada.
Resultados
El 57 % de los participantes fueron mujeres, la media de edad fue 50.4 años (DE=12.3) y refirieron tener 7.1 (DE=5.7) años de diagnóstico de DT2. Respecto a la escolaridad de los participantes, el 40.1 % contaba con estudios de secundaria, el 31.3 % con primaria, el 15.3 % con preparatoria, el 7.7 % carrera profesional y el 5.6 % sin estudios. El 70 % de los participantes señalaron tener pareja, un 53.1 % refirió vivir en zonas rurales. Los participantes reportaron ser dedicadas al hogar (41.2 %), empleados (36.2 %) y jornaleros (11.0 %). En tabla 1, se observa que las mujeres presentaron prevalencias más altas de SP y OB en comparación con los hombres (47.5 % vs. 34.5 %), los pacientes que residían en zonas rurales presentaron mayor prevalencia de SP y OB (42.1 % vs. 39.9 %, x 2 = 8.5, p=.01) en comparación con los que vivían en zonas urbanas. En ocupación, se identificó que las personas con empleo presentaron prevalencias de SP y OB superiores a los no empleados (43.2 vs. 38.8 %, x 2 = 8.5, p=.01). En la prevalencia de SP y OB por escolaridad se encontró que los pacientes con estudios de primaria (SP=13.1 % y OB=11.7 %) y secundaria (SP=20.7 % y OB=14.6 %) presentaron las mayores prevalencias en comparación con los que de preparatoria y profesional (x 2 =16.2, p=.01).
Índice de Masa Corporal | ||||||||||||
Peso normal | Sobrepeso | Obesidad | Total | x2 | gl | p | ||||||
% | IC95 % | % | IC9 5% | % | IC95 % | % | IC95 % | |||||
Sexo | ||||||||||||
Hombre | 8.5 | (6.4-11.0) | 20.3 | (17.1-23.8) | 14.2 | (11.5-17.3) | 43.0 | (38.9-47.1) | 1.4 | 2 | .47 | |
Mujer | 9.5 | (7.3-12.2) | 26.1 | (22.6-29.8) | 21.4 | (18.1-25.0) | 57.0 | (52.9-61.1) | ||||
Edad (años) | ||||||||||||
20-29 | 0.7 | (0.2-1.7) | 2.3 | (1.3-3.9) | 1.6 | (0.8-2.9) | 4.6 | (3.2-6.7) | 7.3 | 8 | .50 | |
30-39 | 2.5 | (1.5-4.1) | 9.4 | (7.1-12.0) | 5.8 | (4.0-7.9) | 17.7 | (14.6-21.0) | ||||
40-49 | 4.1 | (2.7-6.0) | 9.7 | (7.5-12.4) | 9.4 | (7.1-12.0) | 23.2 | (19.8-26.8) | ||||
50-59 | 4.1 | (2.7-6.0) | 13.1 | (10.5-16.1) | 9.5 | (7.3-12.2) | 26.7 | (23.2-30.6) | ||||
≥60 | 6.5 | (4.7-8.7) | 11.9 | (9.4-14.8) | 9.4 | (7.1-12.0) | 27.8 | (24.1-31.5) | ||||
Procedencia | ||||||||||||
Zona rural | 11.0 | (8.6 13.8) | 21.6 | (18.3-25.1) | 20.5 | (17.3-24.0) | 53.1 | (48.9-57.2) | 8.6 | 2 | *.01 | |
Zona urbana | 7.0 | (5.1-9.4) | 24.8 | (21.4-28.5) | 15.1 | (12.3-18.3) | 46.9 | (42.8-51.1) | ||||
Estado civil | ||||||||||||
Sin pareja | 6.1 | (4.3-8.3) | 12.6 | (10.0-15.5) | 11.3 | (8.9-14.2) | 30.0 | (26.3-33.9) | 2.1 | 2 | .35 | |
Con pareja | 11.9 | (9.4-14.8) | 33.8 | (30.0-37.8) | 24.3 | (20.9-28.0) | 70.0 | (66.1-73.7) | ||||
Empleo | ||||||||||||
Si | 9.7 | (7.5-12.4) | 27.2 | (23.6-31.0) | 16.0 | (13.1-19.2) | 52.9 | (48.7-57.0) | 8.4 | 2 | *.01 | |
No | 8.3 | (6.2-10.8) | 19.2 | (16.1-22.7) | 19.6 | (16.5-23.1) | 47.1 | (43.0-51.3) | ||||
Escolaridad | ||||||||||||
Sin estudios | 1.6 | (0.8-2.9) | 2.3 | (1.3-3.9) | 1.6 | (0.8-2.9) | 5.5 | (3.9-7.7) | 18.3 | 8 | *.01 | |
Primaria | 6.5 | (4.7-8.7) | 13.1 | (10.5-16.1) | 11.7 | (9.2-14.6) | 31.3 | (27.5 -35.2) | ||||
Secundaria | 4.9 | (3.3-6.9) | 20.7 | (17.5-24.2) | 14.6 | (11.8-17.7) | 40.2 | (36.1-44.2) | ||||
Preparatoria | 2.7 | (1.6-4.3) | 6.3 | (4.5-8.5) | 6.3 | (4.5-8.5) | 15.3 | (12.5-18.5) | ||||
Profesional | 2.3 | (1.3-3.9) | 4.0 | (2.6-5.8) | 1.4 | (0.7-2.7) | 7.7 | (5.7-10.2) | ||||
CC. (cm) | ||||||||||||
Obesidad | 14.2 | (2.4-5.6) | 37.9 | (6.4-11.0) | 33.3 | (1.3-3.9) | 85.4 | (11.8-17.7) | 16.2 | 2 | *.00 | |
Normal | 3.8 | (11.5-17.3) | 8.5 | (34.0-42.0) | 2.3 | (29.5-37.3) | 2.3 | (82.3-88.2) | ||||
Años de Dx. | ||||||||||||
≤ cinco años | 6.1 | (4.3-8.3) | 20.0 | (16.8-23.4) | 13.7 | (11.0-16.7) | 39.7 | (35.7-43.9) | 2.68 | 2 | .26 | |
≥ cinco años | 11.9 | (9.4-14.8) | 26.4 | (22.9-30.2) | 21.9 | (18.7-25.5) | 60.3 | (56.1-64.3) |
Fuente: Elaboración propia CC = Circunferencia de cintura, Dx = Diagnóstico de DT2, χ2 = Chi cuadrada de Pearson, % = porcentaje, *p< .05.
En relación con las medias de IMC y CC por características sociodemográficas, resaltó que, en todas las categorías de los participantes presentaron medias superiores a los puntos de corte de la NOM-008-SSA3-2010, al ajustar la media de IMC por grupos de edad se identificó que, estas fueron superiores en mujeres de 40 a 49 años (M=30.1, IC95 % 28.6-31.6) y de 50 59 años (M=30.2, IC95 % 28.8-31.6). Las personas que habitaban en zonas rurales (M= 29.2, IC95 % 28.6-29.8), presentaron media de IMC ligeramente superiores en relación con quienes residían en zonas urbanas (28.7, IC95 % 28.1-29.3). Los participantes solteros presentaron la media más alta de todos los grupos (M= 29.5, IC95 % 28.4-30.7), además, las personas de escolaridad de secundaria (M= 29.3, IC95 % 28.6-30.0) y preparatoria (M= 29.7, IC95 % 28.3-31.0) presentaron medias más altas, (Tabla 2).
IMC (Kg/m2) | Circunferencia de cintura (cm) | |||||||||||
Hombres | Mujeres | Total | Hombres | Mujeres | Total | |||||||
(n= 238) | (n=317) | (n=556) | (n= 238) | (n=317) | (n=556) | |||||||
Media | IC95 % | Media | IC95 % | Media | IC95 % | Media | IC95 % | Media | IC95 % | Media | IC95 % | |
Edad | ||||||||||||
20-29 | 27.2 | (24.9-29.5) | 29.1 | (26.9-31.3) | 28.4 | (26.9-30.0) | 101.4 | (94.1-108.7) | 96.6 | (91.9-101.3) | 98.3 | (94.5-102.0) |
30-39 | 28.3 | (27.5-29.2) | 28.6 | (27.4-29.8) | 28.5 | (27.8-29.2) | 98.7 | (95.0-102.3) | 100.2 | (97.3-103.0) | 99.4 | (97.2-101.7) |
40-49 | 28.4 | (27.3-29.5) | 30.1 | (28.6-31.6) | 29.3 | (28.4-30.3) | 99.0 | (96.2-101.9) | 98.8 | (96.8-100.8) | 98.9 | (97.3-100.6) |
50-59 | 28.1 | (27.3-29.0) | 30.2 | (28.8-31.6) | 29.2 | (28.4-30.1) | 101.8 | (99.2-104.4) | 102.4 | (100.1-104.5) | 102.1 | (100.4-103.7) |
≥60 | 29.5 | (27.6-31.4) | 28.3 | (27.3-29.3) | 28.8 | (27.8-29.7) | 101.3 | (98.0-104.7) | 102.0 | (99.8-104.1) | 101.7 | (99.9-103.5) |
Procedencia | ||||||||||||
Zona rural | 28.0 | (27.2-28.7) | 29.9 | (29.0-30.7) | 29.2 | (28.6-29.8) | 102.0 | (99.9-104.1) | 102.3 | (101.0-103.7) | 102.2 | (101.1-103.3) |
Zona urbana | 29.0 | (28.1-29.9) | 28.4 | (27.5-29.2) | 28.7 | (28.1-29.3) | 99.2 | (97.2-101.2) | 98.4 | (96.6-100.1) | 98.8 | (97.5-100.1) |
Estado civil | ||||||||||||
Viudo | 29.8 | (25.4-34.2) | 26.8 | (25.6-28.0) | 27.8 | (26.2-29.4) | 97.1 | (87.0-107.3) | 99.6 | (94.4-104.8) | 98.8 | (94.3-103.3) |
Divorciado | 29.0 | (26.8-31.2) | 27.4 | (25.6-29.2) | 27.9 | (26.5-29.2) | 101.1 | (87.3-114.9) | 101.0 | (96.4-105.5) | 101.0 | (96.5-105.5) |
Casado | 28.6 | (27.8-29.4) | 29.3 | (28.5-30.1) | 29.0 | (28.4-29.5) | 100.0 | (98.2-101.8) | 100.9 | (99.5-102.3) | 100.5 | (99.4-101.6) |
Unión libre | 27.2 | (25.8-28.7) | 30.0 | (28.0-31.9) | 28.9 | (27.6-30.2) | 100.5 | (96.2-104.9) | 102.0 | (97.8-106.2) | 101.4 | (98.4-104.4) |
Soltero | 28.6 | (27.2-30.1) | 30.2 | (28.5-31.8) | 29.5 | (28.4-30.7) | 102.3 | (98.8-105.9) | 100.0 | (97.7-102.4) | 101.0 | (99.0-103.0) |
Escolaridad | ||||||||||||
Sin estudios | 27.5 | (25.3-29.7) | 27.8 | (25.5-30.0) | 27.7 | (25.9-29.5) | 99.8 | (91.9-107.7) | 103.8 | (99.9-107.7) | 102.9 | (99.5-106.2) |
Primaria | 28.3 | (27.1-29.5) | 29.4 | (28.3-30.4) | 28.9 | (28.2-29.7) | 103.5 | (100.6-106.4) | 102.9 | (101.0-104.8) | 103.2 | (101.5-104.8) |
Secundaria | 29.1 | (28.2-30.1) | 29.4 | (28.5-30.4) | 29.3 | (28.6-30.0) | 103.2 | (100.8-105.5) | 100.4 | (98.6-102.1) | 101.5 | (100.1-103.0) |
Preparatoria | 28.7 | (27.2-30.3) | 30.8 | (28.5-33.1) | 29.7 | (28.3-31.0) | 94.1 | (91.7-96.4) | 97.28 | (94.3-100.2) | 95.6 | (93.7-97.4) |
Profesional | 26.8 | (25.3-28.4) | 26.5 | (25.3-27.8) | 26.7 | (25.7-27.7) | 92.8 | (89.5-96.1) | 95.16 | (93.0-97.2) | 93.8 | (91.8-95.8) |
Fuente: Elaboración propia
En la figura 1, se observa que más del 80% de los participantes presentó SP u OB de acuerdo con los puntos de corte sugeridos en la NOM-08-SSA-2010 para el tratamiento integral de SP y la OB.
Discusión
El presente estudio tuvo como objetivo establecer la prevalencia de SP y OB en adultos con DT2 que asistieron a control de la DT2 a cuatro centros de salud al norte de Sinaloa, México y comparar por sexo y características sociodemográficas. Los resultados de la prevalencia de SP y OB obtenidos son mayores a los reportado por la ENSANUT 2018-19 para población general 10) es decir tres cuartas partes de la población. Esta situación representa un reto importante para las instituciones de salud, especialmente aquellas que operan los programas de prevención y control de la enfermedad, la familia y la red social de la comunidad y los pacientes con DT2. Estas condiciones son factores modificables que afectan el control de la DT2 por lo que dificultan alcanzar cifras óptimas de control glucémico, aumentan el riesgo cardiovascular, comprometen la adherencia al tratamiento, empeoran el perfil de riesgo cardiovascular y limitan los beneficios del tratamiento 22.
De acuerdo con los indicadores sociodemográficos y económicos 23, el sexo y la escolaridad de los participantes fueron similar a lo reportado a nivel nacional, lo cual sugiere que la población de estudio se asemeja a la población general. Estos dos indicadores son de gran relevancia en población con diabetes, debido a que se sugiere 24 que el nivel de estudios es un determinante fundamental de la mortalidad por DT2 en ambos sexos, presentando mayor relevancia en las mujeres. Sin embargo, en cuanto a nupcialidad la población de estudio supera considerablemente a la población general, lo cual podría sugerir un factor protector, lo que se sustenta con el hecho de que las mujeres viudas o separadas presentan mayores tasas de mortalidad 25. La ocupación se ubica sobre la media nacional, lo que podría sugerir que los participantes de estudio son económicamente más activos y perciben mayores ingresos económicos. Referente a la zona geográfica, el mayor porcentaje lo ocupa la zona rural, lo que difiere con fuentes nacionales 26 que indican que el número de habitantes de localidades urbanas ha ido en aumento y en contraste, el de las rurales ha disminuido.
En este estudio las personas que vivían en zonas rurales presentaron prevalencias de SP y OB ligeramente superiores a los que vivían en zonas urbanas sí bien, el contexto rural ha sido un factor protector para DT2 27) probablemente, la transición de las comunidades de una alimentación tradicional a una considerada moderna; que se caracterizada por el consumo alto de alimentos ultra procesados y de bajo costo, representa un riesgo para el paciente con DT2 al aumentar el IMC y por ende conducir a SP y OB. Además, el aumento en las oportunidades de trabajo en la industria manufacturera demanda menor actividad física. lo cual aumenta el riesgo de SP y OB 28.
Otro hallazgo importante de este estudio fue que la población con menor escolaridad presentó prevalencias superiores de SP y OB, esto concuerda con lo reportado anteriormente, debido a que se ha demostrado que una mayor escolaridad se relaciona con mayor alfabetización en salud, lo cual favorece la comprensión de la información para el autocontrol de la DT2, por ende. Mejorar la adherencia al tratamiento disminuir el IMC y mejorar el control glucémico 29.
Referente al IMC y CC de acuerdo con los indicadores sociodemográficos y económicos, los resultados del presente estudio coinciden con evidencia científica (25 que señala que las mujeres mayores presentan mayores prevalencias de SP y OB abdominal en comparación con los hombres. Además, se sugiere, que tienen relación inversa con el nivel educativo. Lo antes mencionado, denota la necesidad de implementar intervenciones que favorezcan a mujeres adultas con bajo nivel educativo. La reducción de peso se puede lograr a través de diferentes estrategias de pérdida de peso. Incluida la intervención en el estilo de vida (dieta y ejercicio), farmacoterapia o cirugía bariátrica. Sin embargo, no todas estas estrategias son adecuadas para todos los pacientes y se debe considerar las comorbilidades, el contexto psicológico, social y cultural del paciente al planear los programas y políticas públicas. Por lo tanto, se justifican las estrategias terapéuticas de control de peso que se puedan adaptar fácilmente para el manejo de pacientes obesos con DT2 30-32.
Las políticas para aumentar el consumo de alimentos saludables y la actividad física son esenciales para mejorar el control de la DT2, disminuir su incidencia y mejorar el perfil del IMC. Debe implementarse un plan de tratamiento centrado en el paciente, empoderar a los pacientes, involucrar a la familia y diagnosticar oportunamente complicaciones. Esto requiere un esfuerzo multisectorial y un abordaje integral que incluya el fortalecimiento de los servicios preventivos y educativos, la definición de metas y control individualizado y la implementación coordinada 33. Además, se debe evaluar los factores sistémicos, estructurales y socioeconómicos que pueden afectar los patrones dietéticos y las opciones alimentarias; como la inseguridad alimentaria y el hambre, el acceso a opciones alimentarias saludables. Las circunstancias culturales y los determinantes sociales de la salud 34.
La principal fortaleza de este estudio fue identificar factores; como el SP y OB en pacientes con una enfermedad crónica que aumenta el riesgo de presentar complicaciones tempranas y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Además, el utilizar mediciones antropométricas confiables que permiten determinar el estado nutricio en el que se encuentra el paciente con DT2.
Conclusiones
La prevalencia de SP y OB fue alta. Las personas que vivían en zonas rurales presentaron prevalencias de SP y OB ligeramente superiores a los que vivían en zonas urbanas, la población con menor escolaridad presentó prevalencias superiores de SP y OB. Para futuros estudios se sugiere la identificación de factores asociados al SP y OB para crear programas intersectoriales y políticas públicas en las que se considere aspectos psicológicos, sociales y culturales para la prevención, seguimiento y control de peso en personas con DT2 que asisten a unidades de salud de primer nivel de atención.