Introducción
De manera general, las fisuras del húmero representan entre 1 y 2% de las fracturas en adultos,1 además, su incidencia ha aumentado desde 1990 al triple en tan solo 30 años.2
Por lo general, la reducción y fijación se recomiendan como tratamiento para fracturas desplazadas, son funcionales en especial cuando la fractura tiene menos de cuatro segmentos, y además presentan un bajo porcentaje de necesidad de reintervención quirúrgica, entre 20-30%.3,4
La artroplastia fue propuesta por primera vez después de que se mostró un alto grado de osteonecrosis en la cabeza del húmero y la pérdida de funcionalidad; por esto, Neer propuso el tratamiento de fracturas de más de 3-4 fragmentos (Figura 1) por cambios de la superficie articular del húmero.5,6 En la clasificación AO se habla de un alto riesgo de necrosis avascular de la cabeza humeral desde los tipo 11B en adelante en cuanto a complejidad de la fractura, siempre y cuando se tome en cuenta sólo la morfología de la fractura.5,6
En la actualidad, existen investigaciones que señalan que la artroplastia tiene mejores resultados que la osteosíntesis como lo señala un estudio realizado en Guadalajara, México.7
Sin embargo, hay publicaciones que indican que no hay diferencia significativa entre ambas técnicas cuando se trata de fractura proximal de húmero.8,9 Existen diversas formas de medir la funcionalidad del hombro, la escala ASES de la Asociación Americana de Cirujanos de Hombro y Codo (American Shoulder and Elbow Surgeons Assesment por sus siglas en inglés) fue creada para facilitar la estandarización de los resultados funcionales del hombro, contiene una sección evaluada por el médico y una por el sujeto, con un resultado total máximo de 100 puntos, a mayor puntaje mayor funcionalidad.10
Material y métodos
Estudio comparativo piloto en el que se incluyeron personas mayores de 50 años, quienes presentaron fractura de húmero proximal en tres o cuatro partes durante el 2018, cuyo tratamiento y seguimiento se dio en el Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza” del ISSSTE de enero a diciembre del 2018, los cuales acudieron a la consulta externa a cita de seguimiento efectuando la escala de ASES un año después de haber sido operados.
Se incluyeron casos que fueron sometidos a artroplastia, o bien, a osteosíntesis como técnicas quirúrgicas para el abordaje de la fractura. Después se les dio seguimiento durante un año, utilizando la escala de ASES para evaluar la funcionalidad de la extremidad.
El análisis estadístico se llevó acabo con el programa IBM SPSS v25 (USA). Se tomó como valor significativo p < 0.05.
Resultados
La muestra estudiada fue de 23 casos, de los cuales 12 fueron sometidos a osteosíntesis y 11 a artroplastia, con una edad media de 67.21 ± 7.57 años. La edad promedio del grupo de osteosíntesis fue de 65.25 ± 8.15 años, mientras que para el grupo con artroplastia la media de edad encontrada fue de 69.36 ± 6.57 años. Con base en la edad, se encontró una distribución normal de acuerdo con el resultado de la prueba de Shapiro-Wilk (p = 0.221). No se encontró diferencia significativa entre la media de las edades de ambos grupos (t de Student = 1.23, p = 0.2).
En cuanto al género, nueve casos fueron mujeres (81.8%) y dos hombres (18.2%) en el grupo donde se empleó artroplastia, mientras que en el grupo de osteosíntesis seis casos fueron hombres y seis casos mujeres, existiendo independencia entre la variable del sexo y la técnica empleada para el abordaje (χ2 de Pearson = 2.561, p = 0.11).
En relación con la lateralidad de la fractura, el grupo con artroplastia tuvo siete casos (63.6%) del lado derecho y cuatro (36.4%) del lado izquierdo; en cuanto al grupo de osteosíntesis, ocho casos fueron del lado diestro (66.7%) y cuatro del siniestro (33.3%). También se revisó la independencia entre la lateralidad y la técnica empleada y no se encontró relación entre ambas variables (χ2 de Pearson = 0.23, p = 0.879) y un OR = 0.875 (IC 95% = 0.157-4.874).
No se encontró correlación significativa entre los resultados de la escala ASES con la edad, sexo y lateralidad de la fractura (p = 0.255, 0.233 y 0.405 respectivamente).
Por último, en la escala ASES el grupo tratado con artroplastia tuvo una media de 58 ± 11.89, mientras que en el tratamiento con osteosíntesis fue de 49.17 ± 12.09. Al comparar ambos grupos, no se encontró una diferencia significativa entre el puntaje logrado en la escala ASES (t de Student = 1.764, p = 0.0923) (Figura 2). Tampoco se encontró relación significativa entre el tratamiento al que fue sometido el paciente y el resultado de la funcionalidad (p = 0.429).
Discusión
Como se puede observar en los resultados, la selección de técnica empleada no guarda relación con el género o la lateralidad de la fractura, por lo que se garantiza una asignación de la técnica quirúrgica independiente de dichas variables y los resultados obtenidos se asocian de manera directa con la técnica y no con las características de la población estudiada.
La incidencia de las fracturas del húmero proximal en mujeres y hombres incrementa de manera significativa después de los 60 años, lo que concuerda con la edad promedio encontrada en este estudio.11,12
Se ha descrito que la fractura de húmero proximal es más común en mujeres que en hombres, esto también se ha confirmado en esta investigación.12 Se ha señalado también que la proporción de mujeres duplica a la de hombres con fractura de húmero proximal.11,12
No se encontró relación de la prueba con las otras variables analizadas, lo cual indica que los resultados obtenidos por la prueba ASES son independientes de las características sociodemográficas de los pacientes. Esto avala la confiabilidad de la escala como se ha descrito en otros estudios.13,14
Tampoco se encontró diferencia significativa entre la funcionalidad obtenida al año del procedimiento entre ambos grupos, de igual manera no hubo asociación entre la puntuación y la técnica quirúrgica; lo cual es semejante a otros estudios donde se ha hecho seguimiento de hasta cinco años, ya sea con la escala ASES u otra escala de evaluación, e incluso la artroplastia después de una osteosíntesis fallida.6,9,15-17
Por lo anterior, los resultados observados concuerdan con lo descrito en publicaciones internacionales, no así con estudios realizados en nuestro país.7,18-20