Señor editor: La creciente prevalencia de conductas suicidas en adolescentes se ha convertido en un problema de salud pública. Existen varios factores asociados con este tipo de conductas, tales como: síntomas depresivos y ansiosos, consumo de sustancias nocivas, trastornos de conducta, violencia familiar, negligencia y abuso sexual en la infancia.1 Otro factor importante que se asocia con la presencia del comportamiento suicida son las autolesiones, las cuales pueden definirse como conductas deliberadas destinadas a producir daño físico sin la intención de provocar la muerte.2 En adolescentes mexicanos, se ha reportado una frecuencia de autolesiones de 17.1%, con una relación mujer-hombre de 2:1;3 este problema es tan grave que las clasificaciones diagnósticas psiquiátricas internacionales han propuesto incluir las conductas autolesivas no suicidas como una categoría independiente.
Dado que existen pocos estudios en nuestro país que exploren las conductas autolesivas, decidimos presentar este estudio en el que se investigó la frecuencia de autolesiones, ideación suicida y combinación de ambas en una población de estudiantes de escuelas secundarias y preparatorias ubicadas al sur y al oriente de la Ciudad de México. El total de la muestra comprendió a 804 adolescentes entre 12 a 17 años, con una edad promedio de 14.4 + 1.6 años. De estos, 57.6% se encontraba cursando secundaria, 60% pertenecía a un nivel socioeconómico medio y 67.6% reportó que vivía con ambos padres biológicos. Los estudiantes contestaron un cuestionario creado a partir de la Cédula de Indicadores Parasuicidas de González Forteza4 y la Encuesta de Maltrato Infantil de Villatoro,5 en el que se preguntaba acerca de la presencia, motivos, tipos y edad de inicio de las autolesiones, así como la presencia de ideación suicida; además de que se evaluó información demográfica, psicopatología en familiares, sintomatología psiquiátrica en el paciente y abuso sexual.
Encontramos que 27.9% de los entrevistados reportaron autolesionarse y 7.4% dijo tener ideación suicida; ambas fueron más frecuentes en mujeres. La muestra se dividió en aquéllos sólo con autolesiones, autolesiones más ideación suicida y sólo ideación suicida. Nos llamó la atención que 22% de los adolescentes con autolesiones reportaron ideación suicida. En este grupo se observó mayor frecuencia de psicopatología y estresores ambientales (Cuadro I).
Por lo anteriormente descrito, podemos concluir que la conducta autolesiva es un fenómeno prevalente en adolescentes de ambos sexos, y su presentación conjunta con ideación suicida está asociada con mayor psicopatología y adversidad psicosocial.