Introducción
Pyropyga Motschulsky, 1852 cuenta con representantes en Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, Belice, Honduras, las Antillas, Venezuela, Argentina y una especie introducida en Japón (Kawashima, 2018). En México se distribuyen siete del total de las especies que conforman al género (Fig. 1). Se ha citado que Pyropyga cuenta con 13 especies (Green, 1961; Zaragoza-Caballero, 1993; Pérez-Hernández et al., 2022; GBIF, 2022; ITIS, 2022); sin embargo, de acuerdo con Zaragoza-Caballero y Navarrete-Heredia (2014), Pyropyga exstincta (Gorham, 1880) corresponde al género Ankonophallus Zaragoza-Caballero & Navarrete-Heredia. Las especies de Pyropyga se distinguen por presentar un cuerpo de talla reducida (3-9 mm), alargado, casi paralelo; ambos sexos alados y sin aparato luminoso; de color oscuro; cabeza totalmente cubierta por el pronoto, ojos reducidos y ampliamente separados; antenas largas, rebasando el borde posterior de las metacoxas, aplanadas, ligeramente serradas y con 11 antenómeros; clípeo parcialmente soldado, sutura frontoclipeal conspicua; mandíbulas falcadas; último palpómero maxilar fusiforme, el labial securiforme; pronoto con el disco negro y generalmente con manchas laterales rojizas; élitros con una doble pubescencia, costillas marcadas, epipleura angosta; patas cortas y con uñas simples; en los machos el séptimo esternito escotado y el último ojival, en las hembras el último esternito visible triangular y hendido. El género presenta una configuración única en el edeago: pieza basal formada por dos placas envolventes que constituyen un tegmen subtubular, sección distal del lóbulo medio y lóbulos laterales libres, los lóbulos laterales presentan procesos laminares externos y pueden o no presentar procesos laminares internos (Green, 1961; Zaragoza-Caballero, 1995). Después de la descripción de Pyropyga chemsakiZaragoza-Caballero, 1993, son escasos los estudios que se han realizado sobre el género: Lloyd (1999) registró la variación intraespecífica de las alas en Pyropyga nigricans (Say, 1823) y en el 2001, Archangelsky y Branham (2001) describieron la larva y la pupa de la misma especie.
La ciencia ciudadana permite que a nivel mundial existan numerosos proyectos de investigación que involucren a la población para que participe en la recopilación, categorización, transcripción o análisis de datos científicos. Estos proyectos cubren una amplia gama de temas que involucran desde microorganismos hasta galaxias (Bonney et al., 2014). En los últimos años, las prácticas de ciencia ciudadana han experimentado un creciente reconocimiento en la literatura académica. En la mayoría de los casos, las personas actúan como contribuyentes en la recopilación de datos, mientras que en otros casos participan en el diseño del estudio, la interpretación de los resultados y su difusión (Follett & Strezov, 2015).
En un esfuerzo por involucrar a la ciudadanía en tareas científicas; como parte de la celebración del “World Firefly Day-2022”, organizado por la “Fireflyers International Network” y cuya temática fue “Los retos de las luciérnagas en ambientes urbanizados” y de las actividades del “Segundo Festival de las Luciérnagas México (FdlL-Mx2022)”, organizado por los autores del presente artículo en colaboración con el grupo de comunicación social la ciencia “Nanosapiens”, en julio del año 2022 se convocó al público en general para proponer y elegir el nombre científico de una luciérnaga nueva para la ciencia perteneciente al género Pyropyga, recuperada en terrenos de Ciudad Universitaria, Ciudad de México.
En este trabajo, se presenta la descripción de una especie nueva de Pyropyga, incluyendo los genitales del macho y de la hembra. También se presenta un mapa de distribución de las especies mexicanas del género. Finalmente, se analizaron los resultados obtenidos al involucrar a la ciudadanía en la tarea científica de proponer y elegir el nombre de una nueva especie de luciérnaga.
Materiales y métodos
Trabajo taxonómico. La nueva especie se reconoció a partir del estudio morfológico de cinco ejemplares (tres machos y dos hembras) recolectados en el año 2018 en Ciudad Universitaria. Los ejemplares curados y montados en seco se encuentran depositados en la Colección Nacional de Insectos (CNIN) del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IB-UNAM).
Con ayuda de agujas de disección (elaboradas con minucias Entosphinx© de 0.15mm), fórceps BioQuip© No.5 y un microscopio estereoscópico Carl Zeiss™ modelo SteREO Discovery.V8, se realizó un corte en la membrana intersegmental que une el séptimo esternito con el octavo para extraer el esternito ocho y facilitar el acceso a los genitales del macho. Posteriormente, se aisló el edeago y se limpió el tejido excedente de forma manual con ayuda de KOH al 10 %. La pieza basal del edeago se fijó con goma entomológica en la punta de triángulos de opalina con el fin de facilitar su observación. En las hembras el proceso implicó la extracción total del abdomen, seguido de un corte en la membrana que une a los terguitos con los esternitos con el fin de extraer los genitales, incluyendo las estructuras internas; finalmente, los terguitos y esternitos se fijaron en placas BRISTOL Entosphinx© y los genitales se preservaron en microviales con glicerina. Para la toma de medidas se utilizó el microscopio mencionado con anterioridad; las medidas se expresan en milímetros. Las medidas incluyen: largo y ancho total, distancia interocular, distancia interantenal, largo y ancho del ojo, largo de las antenas, largo y ancho del pronoto, largo y ancho de los élitros, largo de la epipleura, longitud de los fémures, tibias y tarsos, longitud de los esternitos, largo total del edeago y longitud de las placas de la pieza basal, lóbulo medio, lóbulos laterales y los procesos laminares internos y externos de los mismos. Para las hembras también se expresa la longitud de los valvíferos, los coxitos y el tamaño de los estilómeros.
Obtención de imágenes y datos de distribución. Las fotografías se tomaron en el “Laboratorio de microscopía y fotografía de la biodiversidad II” (LANABIO 2) del IB-UNAM con un microscopio estereoscópico Carl Zeiss™ modelo AXIO Zoom.V16, equipado con una cámara Zeiss™ Axiocam modelo MRc5 y con el software ZEN™=Zeiss Efficient Navigation pro-2012. Todas las fotografías se tomaron con un objetivo Plan-NEOFLUAR Z 1.0x/0.25 FWD 56 mm. Las micrografías se tomaron en el “Laboratorio de microscopía y fotografía de la biodiversidad I” (LANABIO 1) del IB-UNAM con un microscopio electrónico de barrido Hitachi™ modelo SU1510 con detectores de electrones secundarios y retrodispersos para la obtención de imágenes y las muestras se recubrieron en oro con un metalizador QUORUM™ modelo Q15OR. Las ilustraciones se realizaron con ayuda de un microscopio estereoscópico Carl Zeiss™ modelo SteREO Discovery.V8 equipado con cámara clara y se digitalizaron con el software Procreate versión 5.3.2. La distribución de las especies del género Pyropyga se obtuvo a partir de Green (1961), Pérez-Hernández et al. (2021), de ejemplares depositados en la CNIN y de la base de datos Global Biodiversity Information Facility (GBIF, 2022). No se tomaron en cuenta los años de registro, ya que en la mayoría de las especies los registros son escasos. El mapa se realizó con el software ArcGIS Desktop versión 10.6 (ESRI, 2011) y las regiones y provincias siguen el criterio de Morrone et al. (2017).
Participación ciudadana. Como parte de la celebración del “World Firefly Day-2022” y el “Segundo Festival de las Luciérnagas México (FdlL-Mx2022)” se realizó una convocatoria (abierta al público) para elegir el nombre de una nueva especie de luciérnaga del género Pyropyga bajo la temática “Mujeres Mexicanas Ilustres”, que abarcó el periodo del 2 al 8 de julio del 2022. El objetivo de esta convocatoria fue incluir y promover la participación ciudadana en las actividades que realizan los científicos.
La convocatoria constó de dos etapas: la primera se realizó del 2-6 de julio, en la cual el público propuso nombres, los cuales se recopilaron mediante una lluvia de ideas en la plataforma “Mentimeter” “https://www.menti.com/ockwkimhau” con la limitante de un nombre por participante (Fig. 2). La segunda etapa se llevó a cabo del 7-8 de julio, en donde, los cuatro nombres de las “Mujeres Mexicanas Ilustres” más mencionadas se tomaron en cuenta para realizar una votación en la plataforma “Mentimeter”, finalmente, el nombre ganador fue el que obtuvo mayor número de votos de la ciudadanía. La difusión de dicha convocatoria se realizó por medio de las redes sociales del “Laboratorio Zaragoza del IB-UNAM”, del grupo de comunicación social de la ciencia “Nanosapiens”, la invitación directa a los asistentes de las actividades virtuales y presenciales del “FdlL-Mx2022” y con la ayuda de algunos medios de comunicación como lo fue “Grupo Editorial Milenio” (Mata, 2022).
Pyropyga julietafierroae sp. nov. Gutiérrez-Carranza & Zaragoza-Caballero, 2023
http://zoobank.org/urn:lsid:zoobank.org:act:8D5B4CC7-FBC7-4697-8F3D-DEC3314D14E0
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Figura 3 Pyropyga julietafierroae sp. nov. a) Hábito dorsal, b) hábito ventral, c) edeago en vista dorsal, d) edeago en vista ventral, e) edeago en vista lateral.
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Figura 4 Micrografías de la disección del lóbulo lateral del edeago de Pyropyga julietafierroae sp. nov. a) Superficie interna, b) superficie externa. Pieza basal (PB), lóbulo lateral (LL), proceso laminar interno (PLint) y proceso laminar externo (PLext).
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Figura 5 Estructuras genitales de la hembra de a) Pyropyga julietafierroae sp. nov. y b) Pyropyga nigricans (Say, 1823). Espermateca (ESPT), glándula digestiva de los espermatóforos (GDE), oviducto (OV), glándula accesoria (GA), bursa copulatrix (BC), valvíferos (V), coxitos (CX), estilómeros (STY) y esclerito (ESC). En la GDE se puede observar la reminiscencia de los espermatóforos (R-ESP) depositados por los machos.
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Figura 6 Pyropyga minuta (LeConte, 1852). a) Hábito dorsal, b) hábito ventral, c) edeago en vista dorsal, d) edeago en vista ventral, e) edeago en vista lateral.
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Figura 7 Pyropyga alticolaGreen, 1961. a) Hábito dorsal, b) hábito ventral, c) edeago en vista dorsal, d) edeago en vista ventral, e) edeago en vista lateral.
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Figura 8 Comparación de pronoto y pigidio de las especies cercanas a Pyropyga julietafierroae sp. nov. a) Pronoto de Pyropyga alticolaGreen, 1961, b) pigidio de P. alticola, c) pronoto de Pyropyga minuta (LeConte, 1852), d) pigidio de P. minuta, e) pronoto de Pyropyga julietafierroae sp. nov., f) pigidio de P. julietafierroae. Escala: 0.5 mm.
Holotipo macho. Talla: Largo 5.44, ancho 1.98. Cuerpo alargado, casi paralelo y aplanado; color marrón oscuro, a excepción de los lados del pronoto que son amarillentos, disco con una banda negra longitudinal subparalela, de casi dos tercios del ancho del pronoto; protrocánteres marrón claro; mandíbulas y uñas ambarinas. Sin aparato luminoso (Fig. 3a,b).
Cabeza. Pequeña, 1.8 veces más angosta que el pronoto (0.83 x 1.50), totalmente cubierta por el pronoto. Espacio interocular (0.48), plano, brillante, rugoso y espaciadamente piloso; casi dos veces más amplio que el diámetro del ojo (0.48 x 0.27); ojos finamente facetados, reducidos, semiesféricos, casi tan largos como anchos (0.27 x 0.30); frente vertical; distancia interantenal menor que lo ancho de la fosita antenal (0.13 x 0.16); antenas ligeramente serradas, casi planas y largas, sobrepasando las coxas posteriores, 2.64 veces más largas que el pronoto (3.04 x 1.15); escapo claviforme, más corto que los dos antenitos ulteriores juntos (0.30 x 0.43), el segundo antenito corto (0.13), el tercero y el cuarto más largos que los subsiguientes (0.30), del quinto al séptimo de 0.29, el octavo y el noveno de 0.27, el décimo de 0.26 y el undécimo alcanza 0.34; sutura frontoclipeal conspicua y lateralmente membranosa, cóncava; clípeo trapezoidal, parcialmente soldado a la frente y con el borde anterior cóncavo e irregular, superficie con sedas largas irregularmente distribuidas; mandíbulas falcadas, esbeltas, angularmente arqueadas, con sedas en su base externa; labro membranoso, triangular; palpómero maxilar apical romboidal; el labial securiforme.
Tórax. Pronoto semicircular, más ancho que largo (1.54 x 1.15), borde posterior cóncavo, ángulos posteriores casi rectos, disco ligeramente convexo, explanaciones laterales anchas y acanaladas, con poros glandulares en los márgenes, más abundantes en la región anterior, superficie brillante con pilosidad escasa y decumbente; escutelo espatulado con el borde posterior truncado, superficie cóncava, brillante, integumento punteado y pilosidad abundante, decumbente; élitros largos, paralelos, casi cinco veces más largos que anchos (4.54 x 0.96), presentan tres costillas longitudinales inconspicuas, integumento chagrinado y rugosamente punteado, pilosidad decumbente de dos tipos: una larga y otra muy corta e imbricada, epipleura angosta, limitada por una costilla que disminuye abruptamente en el primer tercio de lo largo del élitro (1.28); espiráculos respiratorios mesotorácicos orbiculares, no tubulares y con su base proyectada transversalmente, esclerosados; patas cortas y esbeltas, semejantes entre sí: longitud de los profémures y protibias de 0.85, longitud de los mesofémures y mesotibias de 0.85, longitud de los metafémures de 0.95 y las metatibias de 1.00, fémures fusiformes, lateralmente aplanados, tibias aplanadas y acanaladas, ligeramente dilatadas al ápice, con el borde externo crenulado y el margen apical ondulado, tarsómeros lateralmente comprimidos, primer metatarsómero casi tan largo como los dos siguientes juntos (0.18 x 0.23), el cuarto bífido, con un cojinete de sedas ventrales, uñas simples.
Abdomen. Con los esternitos proyectados dorsolateralmente hacia los terguitos, de manera que los espiráculos se encuentran dorsalmente abiertos, esternitos de longitud semejante: 1-4 de 0.30, 5 y 6 de 0.28 y 7 de 0.22, presentan la parte media del borde posterior recto y los ángulos posteriores rectos, con excepción del esternito 7 con la parte media del borde posterior hendido y el esternito 8 ojival, con la superficie ligeramente convexa y el ápice redondo. Edeago (Fig. 3c-e). De forma ovoide, alargado, tegmen sub-tubular; la pieza basal formada por dos placas parcialmente soldadas lateralmente: la ventral espatulada que cubre más de dos tercios de la longitud total del edeago (0.56 x 0.70), la dorsal cuneada, mide poco más de un tercio de la longitud total del edeago (0.28), con el borde distal escotado y acanalado en su parte media; lóbulo medio dorsobasalmente soldado a la placa dorsal de la pieza basal corto (0.21), no alcanzando el ápice de los lóbulos laterales, cilíndrico, lateralmente curvado, superficie ventral membranosa pero con la porción apical esclerosada y con el borde lateral ligeramente quillado, de integumento liso y brillante, superficie dorsal esclerosada con el integumento chagrinado y rugoso, orificio medio abierto dorsalmente; lóbulos laterales simétricos, dorsobasalmente soldados a la placa dorsal de la pieza basal, largos (0.33), triangulares con el ápice lúteo y romo, además, presentan dos procesos laminares que se originan en la región proximal de los mismos: el proceso laminar interno (Fig. 4a), corto (0.15), apenas alcanza la base del orificio medio del lóbulo medio, con el ápice arqueado y las puntas solo son visibles dorsalmente, el proceso laminar externo (Fig. 4b) corto (0.16) no alcanzando el ápice del lóbulo medio, redondeado, visible ventrolateralmente, y da la apariencia de que el lóbulo lateral es bifurcado.
Alotipo hembra. Semejante al macho, del cual difiere en: talla general ligeramente menor; largo 5.18, ancho 1.79. Ojos reducidos y de forma ovoide (0.21 x 0.27); clípeo rectangular, con el borde anterior recto y ligeramente emarginado en su parte media; último esternito visible triangular y con el ápice emarginado. Sin aparato luminoso. Estructuras genitales (Fig. 5a). Glándula digestiva de los espermatóforos (GDE) ovoide y del mismo tamaño que la espermateca (ESPT), la cual es cilíndrica y en el ápice presenta una muesca lateral, tanto la GDE como la ESPT se encuentran estrechamente relacionadas y en su base unidas por un conducto que desemboca en la bursa copulatrix (BC), la BC no presenta escleritos, glándula accesoria (GA) alargada y ligeramente helicoidal, de textura granulosa, tanto la GA como el oviducto (OV) desembocan directamente en la BC; ovopositor con los valvíferos (V) simétricos, libres y parcialmente soldados en su base, 2.2 veces más largos (0.98) que los coxitos (CX) (0.44), CX esclerosados, divergentes posteriormente, con la superficie con sedas largas irregularmente distribuidas y los estilómeros (STY) pequeños (0.08), esclerosados, cilíndricos y con pocas sedas en el ápice.
Comentarios taxonómicos. De acuerdo con la segregación de grupos de especies dentro del género (Green, 1961), esta especie se ubica en el grupo que presenta procesos laminares internos y externos en los lóbulos laterales [Pyropyga nigricans (Say, 1823); Pyropyga alticolaGreen, 1961; Pyropyga australisGreen, 1961; Pyropyga chemsakiZaragoza, 1993; Pyropyga cordobanaGreen, 1961; Pyropyga extensaGreen, 1961; Pyropyga minuta (LeConte, 1852); Pyropyga modestaGreen, 1961]; Pyropyga julietafierroae sp. nov. está relacionada con P. minuta (Fig. 6a-e), especie de la cual se segrega por la diferente configuración en el edeago; en P. julietafierroae es distintamente más ovoide y no triangular (como en P. minuta); además, los procesos laminares externos de los lóbulos laterales son más anchos en esta nueva especie. Así mismo, con P. alticola (Fig. 7a-e), de la cual se diferencia P. julietafierroae por tener lóbulos laterales en vista lateral largos, en P. alticola los lóbulos laterales en vista lateral son anchos (Cuadro 1) (Fig. 8a-f).
Cuadro. 1 Cuadro comparativo de las especies más cercanas a Pyropyga julietafierroae sp. nov.
Especie | Pyropyga julietafierroae sp. nov. (Fig. 3a,b) | Pyropyga minuta (LeConte, 1852) (Fig. 6a,b) | Pyropyga alticolaGreen, 1961 (Fig. 7a,b) |
Talla | 5.4 mm | 3.0-5.5 mm | 6.5 mm |
Pronoto | Mancha negra ancha, casi triangular (Fig. 8e) | Mancha negra angosta, casi paralela (Fig. 8c) | Mancha negra ancha, ocupando gran parte del disco (Fig. 8a) |
Élitros | Paralelos | Aovados | Paralelos |
Pigidio | Borde posterior truncado, ángulos posteriores agudos (Fig. 8f) | Borde posterior romo, ángulos posteriores redondos (Fig. 8d) | Borde posterior truncado, ángulos posteriores romos (Fig. 8b) |
Edeago | Lóbulos laterales en vista lateral largos, con el ápice romo, lóbulo medio corto | Lóbulos laterales en vista lateral cortos, con el ápice agudo, lóbulo medio corto | Lóbulos laterales en vista lateral anchos, con el ápice romo, lóbulo medio corto |
Etimología. La especie se dedica a la Dra. Julieta Fierro Gossman. El nombre de la nueva especie corresponde a la unión del nombre y el primer apellido. La Dra. Fierro es una científica mexicana reconocida por su gran trayectoria en estudios sobre física y astrofísica; además de ser una apasionada divulgadora de la ciencia. El epíteto fue propuesto y seleccionado por participación ciudadana mediante la convocatoria de “Nombrar una nueva especie de luciérnaga” con la temática “Mujeres Mexicanas Ilustres” durante el “Segundo Festival de las Luciérnagas México (FdlL-Mx2022)”.
Material examinado. Holotipo. México: Ciudad de México: Ciudad Universitaria, IB-UNAM, 19° 19' 13.7'' N, 99° 11' 36.2'' O, 10-viii-2018, 2,318 msnm, Col. I.G. Gutiérrez-Carranza (COL. TIP. 0348). Alotipo. Mismos datos que el holotipo. (COL. TIP. 03849). Paratipos. 2 ♂ y 1 ♀, mismos datos que el holotipo (COL. TIP. 03850 - 03851).
Ciencia ciudadana. Durante la primera etapa de la convocatoria participaron 169 personas (Fig. 9) y se obtuvieron 89 nombres. Las “Mujeres Mexicanas Ilustres” propuestas se desarrollaron o desarrollan en diferentes disciplinas como: pintura, deportes, literatura, ciencia, actuación, activismo o mujeres cuya participación fue relevante en algún evento histórico; en el Cuadro 2 se muestran algunas de las propuestas de nombres durante la convocatoria. Las cuatro mexicanas que fueron más mencionadas durante este periodo fueron: la bióloga Helia Bravo Hollis, la física Julieta Fierro, la actriz María Félix y la escritora Rosario Castellanos.
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Figura 9 Gráfica con el número de propuestas de nombres de mexicanas ilustres en el periodo del 2 al 6 de julio del 2022.
Cuadro 2 Algunas propuestas de los nombres recibidos durante la convocatoria “nombrar una nueva especie de luciérnaga”.
Activistas | Artistas | Científicas-Académicas | Deportistas | Escritoras | Otros Ámbitos |
---|---|---|---|---|---|
Adela Velarde Pérez | Alondra de la Parra | Ana Hoffman | Maribel Domínguez | Antonieta Rivas Mercado | Atotoztli |
Carmen Serdán Alatriste | Amalia Hernández Navarro | Ana María López Colomé | Soraya Jiménez | Aurora Reyes | Cristina Pacheco |
Dolores Jiménez y Muro | Emma Elena Valdelamar | Beatriz Barba Ahuatzin | Benita Galeana | Xóchitl Angélica Palomino | |
Elvia Carrillo Puerto | Frida Kahlo | Graciela Calderón Díaz Barriga | Elena Garro | Debani Escobar | |
Josefa Ortiz de Domínguez | Leonora Carrington | Helia Bravo Hollis | Elena Poniatowska | Tecuichpo Ixcaxochitzin | |
Leona Vicario | Lola Beltrán | Hilda Julieta Arreola Nava | Gabriela Mistral | ||
María Ignacia Rodríguez | María Félix | Julia Carabias | Rosario Castellanos | ||
María Izquierdo | María Izquierdo | Julieta Fierro | Sor Juana Inés de la Cruz | ||
Olimpia Coral Melo | Nahui Ollin | Leonila Vázquez García | |||
Remedios Varo | Matilde Montoya | ||||
Yalitza Aparicio | Marcela Lagarde | ||||
Valeria Souza Saldívar |
En la segunda etapa, 641 personas votaron por alguna de las cuatro mexicanas ilustres que se eligieron en la etapa precedente. Los votos favorecieron a Julieta Fierro (282 votos) (Fig. 10).
Discusión
Después de casi dos décadas desde el último trabajo sobre el género Pyropyga, (Zaragoza-Caballero, 1993), se describe una nueva especie del género, lo que aumenta a 13 especies a nivel mundial, de las cuales, ocho se registran en México. La caracterización de las especies de este género ha sido problemática, ya que algunas de sus especies fueron clasificadas originalmente dentro de Lucidota Laporte, 1833 o Photinus Laporte, 1833 (Green, 1961; Zaragoza-Caballero, 1993), lo que fue resuelto gracias al estudio de los genitales de los machos. Los edeagos de P. nigricans y P. minuta presentan gran variabilidad, traslapándose entre ellos, por lo que Green (1961) las consideró como un complejo de especies. El edeago de P. julietafierroae presenta una configuración externa similar al de P. alticola y P. minuta, pero es posible segregarla con base en los procesos laminares internos y externos de los lóbulos laterales; se recomienda explorar a profundidad dichas estructuras en futuros estudios sobre el género.
La descripción de los genitales de la hembra de P. julietafierroae es la primera para el género Pyropyga; anteriormente las hembras permanecían sin identificación, a menos que se asociaran tentativamente con los datos de colecta de los machos (Green, 1961). Se compararon las estructuras genitales internas de la hembra de P. julietafierroae con las de P. nigricans, cabe mencionar que no se compara con P. minuta y P. alticola ya que no se dispone de ejemplares; sin embargo, P. nigricans se encuentra dentro del mismo grupo de especies al que pertenece P. minuta. Al realizar la comparación de dichas estructuras se encontró que hay diferencias conspicuas en la GDE, la ESPT, la GA y los V: en P. julietafierroae (Fig. 5a), la GDE se encuentra conjunta con la ESPT y no presenta constricción basal, la ESPT es uniformemente cilíndrica, recta y presenta una muesca en el ápice, la GA presenta textura granulosa y los V son divergentes en su extremo distal. En contraste, en P. nigricans (Fig. 5b) la GDE se constriñe en su base formando un conducto con aspecto de “cuello de ganso”, la ESPT es más ancha en su base, presenta una ligera curvatura y no tiene la muesca apical, la GA no presenta textura granulosa y los V son convergentes en su extremo distal. Además, la bursa copulatrix presenta un esclerito con forma de “X”, ventralmente en el primer tercio; sin embargo, es importante resaltar que esta última estructura debe tomarse con reservas, ya que se ha registrado que la presencia/ausencia, número y forma de dichos escleritos puede variar dentro de una misma especie en otros grupos de luciérnagas (Silveira et al., 2022). En relación con lo antes expuesto, el estudio de estas estructuras puede ayudar a resolver los problemas dentro del complejo de especies reconocido por Green (1961) y reforzar el reconocimiento y segregación de especies dentro del género y otros taxones de luciérnagas.
La taxonomía es una disciplina crucial en la generación de conocimiento básico para otras ramas de la ciencia (biología molecular, conservación, ecología o evolución). Existe una acelerada pérdida de especies, especialmente causada por las actividades humanas o por la alteración y reducción de su hábitat natural, que provoca que algunas especies sean susceptibles a enfermedades o depredadores; a esto se le denomina “crisis de la biodiversidad”. Dada esta crisis, existe la urgencia por conocer la biodiversidad faltante; el trabajo que se realiza para recolectar, reconocer y describir a las especies es poco entendido y con frecuencia menospreciado (Villaseñor, 2015). Para abordar esta problemática se han sugerido un conjunto de medidas que permiten incrementar y mejorar el proceso taxonómico (La Salle et al., 2009); sin embargo, entre estas sugerencias no se ha tomado en cuenta la necesidad de solicitar el apoyo de la ciudadanía y/o científicos (desde el trabajo de gabinete hasta la recopilación, transcripción o análisis de datos).
Los nombres científicos son la base en los estudios taxonómicos; además, permiten la comunicación adecuada entre los humanos y debe hacer referencia inequívoca a un taxón. El proceso de nombrar una especie puede ser simple y complejo a la vez, e involucra varias cuestiones conceptuales y técnicas (Morrone, 2021). Generalmente la designación de los nombres científicos se da de forma aislada por investigadores en instituciones académicas, desconectadas completamente de la población en general (Fagan-Jeffries & Austin, 2021). El involucrar a la población en general en la designación de un nombre científico puede aumentar la conciencia, la apreciación y el valor de la taxonomía como una ciencia y su relevancia para la sociedad (Fagan-Jeffries & Austin, 2021). Por primera vez en nuestro país se invitó a la sociedad en general a participar para nombrar una especie de luciérnaga nueva para la ciencia. A pesar de que en los últimos años ha habido un creciente interés de la población por la ciencia (Merzagora & Jenkins, 2013), y particularmente en México un creciente interés por temas asociados con las luciérnagas (Lewis et al., 2021), la dinámica de nombrar una especie con la temática “Mujeres Mexicanas Ilustres” no resultó tan atractiva, ya que de las 29,830 personas que vieron la convocatoria, sólo participaron 169 personas en proponer un nombre (primera etapa) y 641 personas en la votación de un nombre (segunda etapa).
En la primera etapa destacaron nombres de mujeres relacionadas con el ámbito científico-académico, seguido de artistas, activistas, escritoras y, finalmente, deportistas. En las propuestas se observó la preferencia por científicas-académicas por encima de otras disciplinas, lo cual quizás se deba a que las personas que participaron forman parte de la comunidad académica. Además de que la fuente primaria para compartir la convocatoria fue a través de redes sociales involucradas en la ciencia y la difusión de esta. En la segunda etapa se obtuvo un resultado similar, a pesar de un aumento en el número de participantes. Se considera que es necesario buscar asesoría en áreas sociales y de comunicación que ayuden con el diseño de la dinámica y así generar mayor interés por participar.
La ciencia ciudadana permite el acceso a más información; generalmente tiene como consecuencia el incremento en la comprensión de temas relacionados, en este caso en particular en las actividades de un taxónomo y funge como catalizador para la difusión de nuevas iniciativas de ciencia ciudadana (Lewenstein, 2016; Trencher et al., 2017). Por otra parte, se enfatiza el papel democratizador, ya que permite llevar la ciencia fuera de las instituciones de investigación. Además, debido a sus bajos costos, genera un incremento en la calidad de los servicios educativos (Ciasullo et al., 2019).