Introducción
Las políticas de recursos humanos académicos son un elemento estratégico de la producción de conocimiento (Bauder, 2015), de ahí que la atracción y la retención de talento representen factores clave para el éxito de las universidades, departamentos, centros de investigación y otras unidades de Investigación y Desarrollo (I+D).
Desde los orígenes medievales de la institución universitaria, la movilidad del profesorado y el intercambio de conocimiento se han considerado valores en sí mismos (Musselin, 2004; Kim y Locke, 2010; Bauder, 2015). Pero más allá de este planteamiento existe evidencia empírica que sugiere el impacto positivo de la movilidad en el desempeño académico. Horta (2013) muestra que altos niveles de movilidad, entendida como cambios de afiliación institucional de un profesor a lo largo de su carrera, impactan positivamente en la producción científica. Por su parte, Jonkers y Cruz-Castro (2013) prueban que haber experimentado movilidad internacional se asocia con el establecimiento de co-autorías internacionales y con la publicación en revistas de mayor impacto.
Desde perspectivas diferentes, trabajos clásicos como el de McNeely (1932) defienden que emplear a grandes proporciones de graduados de la propia universidad perjudica el progreso de la institución. Y, más recientemente, Manuel Soler (2001), tomando datos de varios países europeos, muestra en la prestigiosa Nature cómo la endogamia académica1 correlaciona negativamente con la producción científica nacional.
Siendo la movilidad académica y la capacidad de atracción de las universidades temas tan relevantes, todavía se sabe poco sobre cómo estas están condicionadas por los marcos normativos, los factores regionales y el comportamiento organizacional de las universidades. En este artículo se analiza el caso del Sistema Universitario Español (SUE) para mejorar la comprensión en este terreno. Específicamente, se realiza un análisis exploratorio para responder tres preguntas: 1) ¿en qué grado el marco normativo condiciona el resultado de los procesos de contratación en términos de movilidad del profesorado?; 2) ¿en qué medida factores regionales (como la antigüedad, el tamaño del sistema y políticas regionales) se asocian con diferencias entre comunidades autónomas en términos de atracción de personal de fuera del entorno?, y 3) ¿qué impacto puede tener el comportamiento organizacional de las universidades en su capacidad de atracción?
Para tal fin se realiza un análisis comparativo de los 17 sistemas universitarios regionales con base a una serie de indicadores de movilidad obtenidos de las estadísticas universitarias publicadas anualmente por el Gobierno. Una vez hecho esto, se propone un marco explicativo de las diferencias halladas; el cual interrelaciona los tres niveles mencionados previamente: factores estatales, regionales e institucionales.
España es un caso interesante porque se trata de un Estado descentralizado, donde las competencias en materia de educación superior han sido transferidas a las comunidades autónomas, lo que implica desarrollos legislativos y políticas públicas propias, sistemas universitarios de distinto tamaño y con diversos desarrollos históricos.
Dado que todas las autonomías comparten las mismas “reglas del juego” (el marco normativo y financiero del Estado), un análisis comparativo de esta naturaleza permite abordar si dimensiones regionales y arreglos institucionales se asocian con una mayor o menor capacidad de atracción de profesorado. Dicho de otro modo, este análisis es útil para mejorar el conocimiento sobre qué factores suponen un obstáculo o un facilitador para la atracción de talento.
El artículo se estructura del siguiente modo: Tras esta introducción, la sección 2 incluye el marco teórico de la investigación. La sección 3, por su parte, explica las principales características del SUE en lo referido a la contratación de profesorado y otros aspectos que influyen en ésta. La sección 4 está dedicada a la metodología. La sección 5 muestra y discute los resultados. Y, finalmente, en la sección 6 se ofrecen una serie de conclusiones e implicaciones para las políticas públicas de recursos humanos académicos.
Marco teórico
Dada la importancia actual de las universidades como productoras de conocimiento (García, 2018), la movilidad académica se ha estudiado fundamentalmente en relación a sus efectos en la productividad científica, el establecimiento de vínculos y conexiones entre científicos y el progreso en la carrera profesional (contratación y promoción). Por citar algunos ejemplos, autoras como Yudkevich y Sivak (2012) observan relaciones negativas entre endogamia y productividad. Smyth y Mishra (2013) encuentran menores índices H y menor participación en proyectos entre los endogámicos. Y Horta, Veloso y Grediaga (2007) sostienen la existencia de menos conexiones y una orientación más local entre los profesores endogámicos.
Si bien algunos autores no han encontrado una producción científica significativamente mejor de los investigadores móviles frente a los demás (véase, por ejemplo, Wyers y Conrad [1984]), la movilidad de investigadores entre países, y entre sectores productivos, es habitualmente percibida como una oportunidad de mejorar habilidades y establecer conexiones (Corley et al., 2017).
A pesar de esta importancia, no disponemos de un cuerpo teórico consolidado sobre cómo los marcos normativos y las características institucionales condicionan la movilidad laboral del profesorado universitario. Sin embargo, sí hay investigaciones previas que sirven de guía de este estudio exploratorio.
Marco normativo y autonomía universitaria
Los resultados de los procesos de contratación de las universidades se relacionan con el modelo de gobernanza. La gobernanza es un tema estudiado con profusión en la literatura sobre educación superior (véase: Van Vught, 1995; Sporn, 1999; Braun, 2001; Neave, 2003; Ordorika, 2014). Es destacable la obra de Clark (1993), que define tres modelos de universidades: las controladas por el Estado, las gobernadas por la comunidad académica y las orientadas al mercado. Más recientemente, Whitley (2012) propone cuatro tipos ideales de instituciones universitarias en base a su autonomía y autoridad en lo relativo a cuatro dimensiones, entre las que se encuentra la del reclutamiento de académicos. De menor a mayor autoridad y autonomía, clasifica las universidades en: Hollow, State-con-tracted, State-chartered y Private portfolio (Whitley, 2012: 498). Por su parte, Paradeise, Reale y Goastellec (2009) enfatizan la relevancia de la gobernanza contraponiendo el modelo de las universidades nórdicas (caracterizado por la elevada autonomía) frente al existente en los países del sur de Europa; donde el Estado tiene una influencia mayor en aspectos regulativos, financieros, etc.
Desde esta literatura, cabría esperar que mayor autonomía universitaria en aspectos como la contratación, las condiciones salariales, etc. derivase en resultados diversos de políticas de contratación. Mientras, menor autonomía se plasmaría en resultados de procesos de contratación más homogéneos. Asimismo, en contextos de gobernanza multinivel con alta autonomía de los gobiernos sub-nacionales sería esperable encontrar diferencias entre regiones asociadas a distintas políticas sub-nacionales.
Factores institucionales
Empleando el marco analítico de la “dependencia de los recursos” (Pfeffer y Salancik 1978; Pfeffer, 1982), las universidades son altamente dependientes del contexto social y se hallan sujetas a las demandas de éste. No obstante, también poseen capacidad para actuar estratégicamente (Gornitzka, 1999).
Por otro lado, desde una perspectiva neo-institucionalista, es esperable que las organizaciones busquen amoldarse a las normas y valores del entorno, y asimismo, tiendan a la inercia. Aquí jugarían un papel destacado las dinámicas de resistencia al cambio surgidas desde dentro de las propias organizaciones (March y Olsen, 1989).
Una tercera vía de análisis es la teoría de la path dependence (Levi, 1997; Pierson, 2000). Según ésta, las decisiones tomadas en momentos clave del pasado son difícilmente reversibles y condicionan de modo significativo las decisiones futuras. Desde estas perspectivas, resultaría difícil que se produjesen cambios radicales, a lo largo del tiempo, en las políticas de recursos humanos tanto a nivel de los gobiernos como al de las universidades. No obstante, podrían darse casos en que regiones y/o instituciones específicas se apartasen del patrón común.
Finalmente, desde una cuarta aproximación, se pone de manifiesto que la capacidad de atracción de talento de una universidad tiene que ver con su “atractivo”. Por ejemplo, Lepori, Seeber y Bonaccorsi (2015), en su estudio reciente sobre movilidad en la universidad europea, muestran empíricamente que la reputación de la institución y su orientación investigadora (en detrimento de la docente) son predictores en su capacidad de atracción de profesorado internacional. Siendo esto así, sería esperable encontrar diferencias significativas en los resultados de los procesos de contratación entre universidades ubicadas en el mismo país/región.
El Sistema Universitario Español: marco normativo, sistema de contratación y gobernanza
El marco normativo del SUE se caracteriza por dos elementos relevantes: por un lado, el proceso de descentralización derivado de la aprobación de la Constitución, y, por el otro, la transferencia de competencias en materia de educación a las comunidades autónomas.
La Constitución española, promulgada en el año 1978, recoge en su Título VIII la ordenación territorial del Estado en comunidades autónomas (descentralización). A este hecho, se le agrega el proceso de transferencia de competencias en educación superior que se lleva a cabo en años sucesivos.
Como resultado, las universidades españolas se rigen por normativas generales de carácter estatal; donde cabe destacar la Ley de Universidades en vigor2 y la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación3. Estas normativas determinan aspectos clave del funcionamiento de los centros universitarios y las carreras profesionales de los académicos, como pueden ser: las categorías laborales del Personal Docente e Investigador (PDI), los procesos de contratación y promoción académica, el reconocimiento de méritos investigadores (a través del sistema de los llamados sexenios de investigación)4, etc. Por su parte, los centros universitarios dependen directamente de la comunidad autónoma en la que se hallan radicadas. Las comunidades autónomas tienen potestad para aprobar sus propios desarrollos legislativos. Asimismo, se encargan de la financiación de sus universidades, así como de otros aspectos críticos como el mapa de titulaciones de la comunidad o la creación de nuevos centros.
En lo referido específicamente a la selección y la contratación de profesorado, España ha tenido en las últimas cuatro décadas hasta cuatro sistemas distintos de reclutamiento de profesorado universitario, mismas que cubren los principales modelos existentes en el mundo: centralizado en el Estado/descentralizado en las universidades y, a su vez, caracterizados por una sola fase o por procesos en dos fases5.
En el año 2007, con un gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se aprueba la Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica de Universidades (LOMLOU)6. Esta reforma legislativa introduce el actual modelo de contratación de profesorado, el cual se caracteriza por la existencia de dos fases: en la primera, el profesor ha de presentar ante ANECA su solicitud de acreditación7. La ANECA examina los méritos del candidato y emite una evaluación favorable o desfavorable. En caso de ser acreditado, el candidato puede entonces presentarse a procesos de selección en universidades, caracterizados por la existencia de un tribunal cuya mayoría de miembros pertenece a la universidad convocante.
En el modelo de acreditaciones no hay un número máximo de las mismas (como sí sucedía en el sistema anterior). Por consiguiente, puede darse la situación de que haya muchos más individuos acreditados que plazas vayan a convocarse en los próximos años. A modo ilustrativo, cabe destacar que en 2014 el 64% de los solicitantes de la acreditación de Profesor Titular y el 70% de los de Catedrático obtuvieron una evaluación positiva (ANECA, 2015).
En definitiva, el modelo de selección en vigor implica, en primer lugar, la superación de una evaluación externa a las universidades consistente en el envío de los méritos relevantes por parte del candidato a la agencia evaluadora, en un procedimiento de varios meses de duración (acreditación); en segundo lugar, la participación en concursos celebrados en la universidad que convoca la plaza8.
El sistema actual es coherente con lo que ha ocurrido la mayor parte del tiempo (1983-2001 y 2007- actualidad); las decisiones de contratación están muy ligadas al control de los departamentos universitarios.
Más allá del sistema de selección, la gobernanza universitaria del SUE también impacta en las políticas de recursos humanos académicos. En España, los departamentos tienen un poder limitado en lo relativo a la convocatoria de nuevas plazas. Éstas, singularmente las permanentes, son aprobadas por el Rectorado de la universidad y no por los centros o los departamentos. A su vez, los rectores son elegidos por sufragio universal ponderado de la comunidad académica (personal docente e investigador, personal de administración y servicios, y estudiantado). Esta conjunción de intereses deriva en procesos políticos y de negociación complejos entre rectorados y departamentos en lo relativo a los procesos de contratación y promoción.
Asimismo, los cargos académicos (dirección de departamento, decanato de facultad, dirección de escuela universitaria, etc.) son elegidos en procesos electorales donde los candidatos han ser miembros permanentes de la unidad en cuestión. Así, cada nuevo profesor permanente que se incorpora puede, potencialmente, alterar en algún punto las relaciones de poder preexistentes en la unidad de la que se trate (departamento, escuela, facultad, etc.).
Datos de la investigación
Este estudio exploratorio se fundamenta en las Estadísticas Universitarias de España, publicadas anualmente por la Secretaría General de Coordinación y Seguimiento Universitario, del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Se emplean indicadores relativos a: proporción de PDI que trabaja en la comunidad autónoma en la que ha leído la tesis doctoral, proporción de PDI que trabaja en la universidad en la que ha leído la tesis, proporción de PDI extranjero y proporción de nuevos doctores extranjeros; todos ellos desagregados a nivel autonómico. Adicionalmente, se emplea el porcentaje de PDI extranjero y de nuevos doctores internacionales por universidad9.
Movilidad laboral del profesorado en la universidad pública española
El 87,4% del profesorado doctor en universidades públicas presenciales españolas trabaja en la misma comunidad autónoma en la que ha defendido su tesis doctoral. Y el 73,4% lo hace específicamente en la misma universidad donde se doctoró (Tabla 1). Los altos valores de profesorado formado en la propia comunidad autónoma y en la misma universidad reflejan un marco general (normativa de contratación, sistema retributivo, modelo de gobernanza universitaria, entre otros) que no incentiva significativamente la movilidad del profesorado. Sin embargo, las diferencias entre algunas comunidades autónomas ponen de manifiesto la importancia de desagregar el análisis a nivel regional.
% PDI que trabaja en la comunidad autónoma en la que ha leído la tesis |
% PDI que trabaja en la universidad en la que ha leído la tesis |
|
---|---|---|
Castilla, La Mancha | 49,1 | 49,1 |
Navarra, Comunidad Foral de | 60,3 | 49,9 |
Rioja, La | 62,3 | 62,3 |
Baleares, Islas | 65,9 | 65,9 |
Extremadura | 71,6 | 71,6 |
Cantabria | 77,0 | 77,0 |
Murcia, Región de | 77,6 | 72,2 |
Aragón | 79,0 | 79,0 |
Galicia | 82,0 | 53,0 |
Castilla y León | 82,7 | 75,2 |
Asturias, Principado de | 84,4 | 84,4 |
TOTAL | 87,4 | 73,4 |
Madrid, Comunidad de | 88,7 | 66,0 |
Andalucía | 91,5 | 75,6 |
Comunidad Valenciana | 92,8 | 84,4 |
País Vasco | 93,1 | 91,6 |
Canarias | 93,5 | 91,7 |
Cataluña | 94,4 | 69,9 |
Fuente: Estadística del personal de Universidades (EPU).
La relación entre el grado de desarrollo de los sistemas universitarios y la atracción de profesorado externo
Un primer análisis a este respecto consiste en caracterizar los sistemas universitarios de las comunidades autónomas con menores y mayores tasas de profesorado “local”. Las cuatro autonomías con menor porcentaje de profesorado doctor formado en la propia comunidad autónoma son: Castilla, La Mancha (49,1%); Comunidad Foral de Navarra (60,3%); La Rioja (62,3%) e Islas Baleares (65,9%).
Estas cuatro comunidades comparten varias características relevantes en este punto: sus sistemas universitarios son de tamaño moderado, es decir, están compuestos por una o, a lo sumo, dos universidades; sólo tienen una universidad pública, y todas estas universidades públicas son jóvenes, pues han sido creadas en los últimos cuarenta años (véase Tabla 2).
Comunidad Autónoma | Nombre de la universidad | Tipo de titularidad | Año de fundación |
---|---|---|---|
Baleares, Islas | Universidad de las Islas Baleares | Pública | 1.978 |
Castilla, La Mancha | Universidad de Castilla la Mancha | Pública | 1.985 |
Navarra, Comunidad Foral de | Universidad de Navarra | Privada | 1.952 |
Universidad Pública de Navarra | Pública | 1.987 | |
Rioja, La | Universidad de la Rioja | Pública | 1.992 |
Universidad Internacional de La Rioja | Privada (no presencial) | 2.008 |
Del otro lado, aparecen las comunidades autónomas con mayores porcentajes de profesorado doctorado en universidades de la propia región. Las autonomías con valores superiores a la media estatal son: Cataluña (94,4%); Canarias (93,5%); País Vasco (93,1%); Comunidad Valenciana (92,8%); Andalucía (91,5%), y Comunidad de Madrid (88,7%).
Los sistemas universitarios de estas autonomías también comparten elementos comunes entre sí: son sistemas con múltiples universidades, públicas y privadas; asimismo, cuentan con al menos una institución de más de cincuenta años de antigüedad.
Puede observarse así cómo los sistemas universitarios regionales más “consolidados”, con diversidad de centros e instituciones antiguas (véase Tabla 3), en un contexto como el español, tienden a lo que podría denominarse la “reproducción regional” del profesorado. Es decir, un modelo en el que las universidades contratan fundamentalmente a doctores de la propia institución o de sus vecinas más próximas.
Comunidad Autónoma | Número de universidades de titularidad pública |
Número de universidades de titularidad privada |
Año de fundación de la universidad más antigua de la comunidad autónoma |
---|---|---|---|
Andalucía | 10 | 1 | 1505 (Universidad de Sevilla) |
Canarias | 2 | 2 | 1927 (Universidad de La Laguna) |
Cataluña | 8 (1 no presencial, Universitat Oberta de Catalunya) | 4 | 1450 (Universidad de Barcelona) |
Comunidad Valenciana | 5 (1 no presencial, Universidad Internacional de Valencia) | 4 | 1499 (Universidad de Valencia) |
Comunidad de Madrid | 8 (2 no presenciales, Universidad Nacional de Educación a Distancia y Universidad Internacional Menéndez Pelayo) | 9 | 1499 (Universidad Complutense de Madrid) |
País Vasco | 1 | 2 | 1886 (Universidad de Deusto) |
Comparando el primer grupo de sistemas universitarios regionales con el segundo pueden observarse modelos diferentes de reclutamiento de personal docente e investigador. Los sistemas más jóvenes han captado grandes cantidades de doctores “de fuera”; mientras, los sistemas más consolidados se han nutrido sobre todo de académicos “locales” y, singularmente, doctorados por la propia universidad.
La pregunta que se deriva de este hecho es, por tanto, si los sistemas universitarios regionales jóvenes estarán tendiendo o no a modelos de reclutamiento similares a los que se han dado en los sistemas regionales más “consolidados”.
Para responder con certeza a esta pregunta sería necesario contar con los datos sobre el centro de doctorado de los profesores contratados por las universidades de estas comunidades autónomas en los últimos años. De este modo, podría calcularse qué proporción del profesorado contratado en épocas recientes se ha formado en la propia región, y que proporción proviene de otros entornos. Desafortunadamente, estos datos no están disponibles.
Un modo imperfecto de analizar esta tendencia es observar cómo ha evolucionado en los últimos cursos académicos el porcentaje de profesorado que se ha doctorado en la comunidad autónoma en la que trabaja. Los datos de la Secretaría General de Coordinación y Seguimiento Universitario permiten realizar este análisis desde el curso 2013-2014 hasta el 2016-2017.
En este periodo de tiempo, el porcentaje de personal académico doctorado en una universidad de la región donde trabaja, y en la misma universidad, ha variado del modo que recoge la Tabla 4:
% PDI que trabaja en la comunidad autónoma en la que ha leído la tesis |
% PDI que trabaja en la universidad en la que ha leído la tesis |
|
---|---|---|
Extremadura | -12,3 | -12,3 |
Canarias | -2,9 | -4,5 |
Galicia* | -2,5 | -10,1 |
Asturias, Principado de | -0,6 | -0,6 |
Balears, Islas | -0,1 | -0,1 |
Castilla y León | 0,0 | 0,1 |
Andalucía | 0,1 | 0,1 |
TOTAL | 0,3 | 0,4 |
Comunidad Valenciana | 0,4 | 0,3 |
Madrid, Comunidad de | 0,4 | 1,1 |
Aragón | 0,7 | 0,7 |
Cantabria | 1,0 | 1,0 |
Castilla, La Mancha | 1,0 | 1,0 |
Cataluña | 1,1 | 5,8 |
Murcia, Región de | 1,2 | 1,2 |
Navarra, Comunidad Foral de | 2,1 | 2,7 |
Rioja, La | 6,7 | 6,7 |
País Vasco** | … | … |
Fuente: Estadística del personal de Universidades (EPU).
*El dato de Galicia no incluye la Universidad de Santiago de Compostela, que no facilitó la información.
**No hay datos para el periodo 2013-2014.
De las cuatro comunidades autónomas con menor porcentaje de doctores “locales”, este valor ha aumentado, con respecto al curso 2013-2014, en tres de ellas: La Rioja (6,7%): Navarra (2,1%); Castilla, La Mancha (1%), y se ha mantenido estable en las Islas Baleares (-0,1%).
Aunque los datos disponibles no permiten acometer un análisis concluyente, podría apuntarse una cierta tendencia al localismo. Las universidades jóvenes se habrían nutrido en una primera fase de crecimiento y desarrollo de doctores no “locales”. Sin embargo, con el transcurrir de los años, habrían comenzado a egresar a sus propios doctores. Así, habrían ido modificando su modelo de reclutamiento, promoviendo la incorporación de candidatos internos.
La comparación de los sistemas regionales más “consolidados” y los más jóvenes permite teorizar un modelo de evolución de estos. Bajo un marco normativo e institucional como el del Estado español, descrito en apartados anteriores, los sistemas universitarios regionales tienden al establecimiento de modelos de reclutamiento con un importante componente de contratación local. Por tanto, cabe esperar que, en ausencia de una estructura de incentivos a la movilidad, los sistemas regionales más “jóvenes” asimilen los patrones de los más “consolidados” en términos de proporción de profesorado doctorado en universidades de la propia comunidad autónoma y, singularmente, de la misma universidad.
Reclutamiento de profesorado extranjero en la universidad española, ¿cuestión estatal, regional o institucional?
Otra dimensión desde la que analizar la movilidad académica en los sistemas universitarios es la relativa a la incorporación de profesorado internacional. El indicador posiblemente más adecuado para tal fin es el de porcentaje de profesorado doctorado por una universidad extranjera. La Secretaría General de Coordinación y Seguimiento no dispone de y/o no publica estos datos en sus estadísticas universitarias. Sin embargo, sí facilita información relativa al profesorado extranjero por universidad. En este artículo se usa el porcentaje de profesorado extranjero como sustitutivo de ese otro indicador.
PDI Total | PDI Extranjero | % PDI extranjero | |
---|---|---|---|
Cataluña | 18586 | 868 | 4,7 |
Balears, Islas | 1410 | 33 | 2,3 |
Madrid, Comunidad de | 16917 | 385 | 2,3 |
TOTAL (universidades públicas españolas) | 102297 | 2120 | 2,1 |
Comunitat Valenciana | 11668 | 167 | 1,4 |
Castilla, La Mancha | 2383 | 34 | 1,4 |
Cantabria | 1359 | 19 | 1,4 |
Andalucía | 17121 | 238 | 1,4 |
País Vasco | 4464 | 62 | 1,4 |
Asturias, Principado de | 2076 | 26 | 1,3 |
Castilla y León | 6314 | 79 | 1,3 |
Estado | 1217 | 15 | 1,2 |
Murcia, Región de | 3328 | 41 | 1,2 |
Galicia | 5193 | 56 | 1,1 |
Canarias | 3283 | 34 | 1,0 |
Aragón | 3768 | 38 | 1,0 |
Rioja, La | 452 | 4 | 0,9 |
Extremadura | 1873 | 15 | 0,8 |
Navarra, Comunidad Foral de | 885 | 6 | 0,7 |
Fuente: Estadística del personal de Universidades (EPU).
Conviene explicitar que el porcentaje de profesorado “extranjero” presenta, al menos, dos limitaciones: por un lado, incluye como profesorado internacional a personas de nacionalidad distinta a la española pero que se han formado en universidades del Estado español. Y, por el otro, no reconoce la internacionalización del profesorado español que obtuvo su doctorado en una institución foránea. No obstante, es un indicador con la validez necesaria para establecer patrones de internacionalización en las comunidades autónomas y sus universidades.
Como puede comprobarse en la Tabla 5, los sistemas universitarios regionales en España atraen una proporción muy limitada de profesorado extranjero. Las universidades públicas españolas tienen sólo un 2,1% de profesorado de otras nacionalidades. Sólo tres comunidades autónomas superan este valor: Comunidad de Madrid (2,3%); Islas Baleares (2,3%), y Cataluña (4,7%). De estos datos se desprende que, actualmente, la atracción e incorporación de personal foráneo no constituye una prioridad para los actores implicados en la creación e implementación de políticas públicas de recursos humanos académicos.
Con relación a este marco (caracterizado por la gobernanza multinivel: legislación general estatal y descentralización de la enseñanza universitaria en las comunidades autónomas), emerge la pregunta de si las universidades emplean su autonomía para desarrollar modelos de atracción abiertos a nivel internacional.
La Tabla 6 ofrece los datos relativos a PDI total, PDI de nacionalidad española y PDI extranjero en cada una de las universidades públicas del Estado. En términos generales, la capacidad de atracción de académicos extranjeros es muy limitada en las universidades del SUE.
PDI total | PDI España | PDI Extranjero | % PDI Extranjero | |
---|---|---|---|---|
Pompeu Fabra | 1338 | 1144 | 194 | 14,5 |
Carlos III de Madrid | 1555 | 1463 | 92 | 5,9 |
Autónoma de Barcelona | 4328 | 4124 | 204 | 4,7 |
Girona | 1536 | 1464 | 72 | 4,7 |
Politécnica de Catalunya | 2780 | 2668 | 112 | 4,0 |
Rovira i Virgili | 1757 | 1689 | 68 | 3,9 |
Barcelona | 5688 | 5488 | 200 | 3,5 |
Rey Juan Carlos | 1780 | 1720 | 60 | 3,4 |
Autónoma de Madrid | 2742 | 2664 | 78 | 2,8 |
Pablo de Olavide | 1086 | 1058 | 28 | 2,6 |
Granada | 3536 | 3451 | 85 | 2,4 |
Illes Balears (Les) | 1410 | 1377 | 33 | 2,3 |
Salamanca | 2272 | 2223 | 49 | 2,2 |
TOTAL | 102297 | 100177 | 2120 | 2,1 |
Complutense de Madrid | 6216 | 6104 | 112 | 1,8 |
Alicante | 2201 | 2163 | 38 | 1,7 |
Las Palmas de Gran Canaria | 1626 | 1600 | 26 | 1,6 |
Politècnica de València | 2689 | 2647 | 42 | 1,6 |
Lleida | 1159 | 1141 | 18 | 1,6 |
Jaume I de Castellón | 1288 | 1269 | 19 | 1,5 |
Castilla-La Mancha | 2383 | 2349 | 34 | 1,4 |
Cantabria | 1359 | 1340 | 19 | 1,4 |
País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea | 4464 | 4402 | 62 | 1,4 |
València (Estudi General) | 4328 | 4269 | 59 | 1,4 |
Politécnica de Cartagena | 615 | 607 | 8 | 1,3 |
Vigo | 1573 | 1553 | 20 | 1,3 |
Oviedo | 2076 | 2050 | 26 | 1,3 |
Nacional de Educación a Distancia | 1217 | 1202 | 15 | 1,2 |
Murcia | 2713 | 2680 | 33 | 1,2 |
León | 925 | 914 | 11 | 1,2 |
Málaga | 2478 | 2450 | 28 | 1,1 |
Sevilla | 4449 | 4400 | 49 | 1,1 |
Cádiz | 1574 | 1557 | 17 | 1,1 |
A Coruña | 1493 | 1477 | 16 | 1,1 |
Córdoba | 1407 | 1392 | 15 | 1,1 |
Zaragoza | 3768 | 3730 | 38 | 1,0 |
Burgos | 803 | 795 | 8 | 1,0 |
Alcalá | 1713 | 1696 | 17 | 1,0 |
Santiago de Compostela | 2127 | 2107 | 20 | 0,9 |
Politécnica de Madrid | 2911 | 2885 | 26 | 0,9 |
La Rioja | 452 | 448 | 4 | 0,9 |
Extremadura | 1873 | 1858 | 15 | 0,8 |
Miguel Hernández de Elche | 1162 | 1153 | 9 | 0,8 |
Almería | 805 | 799 | 6 | 0,7 |
Jaén | 948 | 941 | 7 | 0,7 |
Pública de Navarra | 885 | 879 | 6 | 0,7 |
La Laguna | 1657 | 1649 | 8 | 0,5 |
Valladolid | 2314 | 2303 | 11 | 0,5 |
Huelva | 838 | 835 | 3 | 0,4 |
Fuente: Estadística del personal de Universidades (EPU).
Sin embargo, existen instituciones universitarias con una proporción de profesorado internacional significativamente superiores al valor total del Estado. Todas ellas se ubican en Cataluña y la Comunidad de Madrid. Esto da cuenta de la importancia de los factores regionales en la capacidad de atracción de talento de las universidades. En un Estado descentralizado, como es el caso de España, estos factores tienen que ver no sólo con el ecosistema de I+D e innovación, empresarial, etc.; sino también con la posibilidad de los gobiernos autonómicos de desarrollar sus propias estrategias de I+D y diseñar e implementar programas y políticas públicas de educación superior y ciencia. Piénsese, por ejemplo, en la iniciativa del Gobierno de la Generalitat de Catalunya de crear la fundación ICREA, que promueve, precisamente, la atracción de científicos de alto nivel a universidades y centros de investigación catalanes.
Ahora bien, más allá del nivel autonómico, las universidades poseen características que las hacen más o menos atractivas a potenciales candidatos (prestigio, posicionamiento en los rankings internacionales, instalaciones y equipamientos, reputación de la ciudad en que se encuentra el campus, etc.) y, asimismo, pueden adoptar diversos comportamientos en respuesta al ambiente normativo e institucional. A ese respecto, resulta interesante analizar los patrones de atracción de profesorado internacional de centros ubicados en la misma comunidad autónoma.
En Cataluña, una universidad emplea un porcentaje de profesorado extranjero casi siete veces mayor que el valor estatal y también significativamente mayor que el resto de centros de la comunidad autónoma: la Universidad Pompeu Fabra (14,5%). En la Comunidad de Madrid, a su vez, también se observan diferencias entre universidades. Un elemento relevante, a este respecto, es que las cinco universidades del SUE con mayor proporción de profesorado internacional son instituciones de nueva creación: Pompeu Fabra (1990), Carlos III de Madrid (1989), Autónoma de Barcelona (1968), Girona (1991) y Politécnica de Cataluña (1971).
Los datos ofrecidos en la Tabla 6 responden a la situación actual; es decir, no permiten conocer cómo está evolucionando el modelo de atracción de talento de cada universidad10.
Atracción internacional de jóvenes investigadores
Finalmente, dado que una de las misiones fundamentales de la universidad es formar a jóvenes investigadores, el análisis de la movilidad en el SUE requiere explorar la capacidad de atracción de doctorandos. La estadística de tesis de doctorales desagrega el número total de éstas aprobadas (en el año 2017) por nacionalidad del autor. La Tabla 7 establece dos categorías: doctor de nacionalidad española y de otras nacionalidades. Esta muestra que el 24,2% de las tesis doctorales defendidas en universidades públicas tienen un autor de nacionalidad distinta a la española.
Total | España | Otras | % extranjeros | |
---|---|---|---|---|
Extremadura | 311 | 169 | 142 | 45,7 |
Cataluña | 2850 | 1853 | 997 | 35,0 |
Castilla y León | 674 | 470 | 204 | 30,3 |
Baleares, Islas | 102 | 75 | 27 | 26,5 |
Madrid, Comunidad de | 3615 | 2707 | 908 | 25,1 |
TOTAL (universidades públicas) | 15412 | 11675 | 3737 | 24,2 |
Comunidad Valenciana | 1864 | 1467 | 397 | 21,3 |
Andalucía | 2672 | 2108 | 564 | 21,1 |
Galicia | 637 | 517 | 120 | 18,8 |
País Vasco | 624 | 521 | 103 | 16,5 |
Cantabria | 163 | 137 | 26 | 16,0 |
Aragón | 337 | 285 | 52 | 15,4 |
Asturias, Principado de | 300 | 256 | 44 | 14,7 |
Castilla, La Mancha | 114 | 98 | 16 | 14,0 |
Navarra, Comunidad Foral de | 118 | 102 | 16 | 13,6 |
Canarias | 328 | 285 | 43 | 13,1 |
Universidades del Estado | 186 | 162 | 24 | 12,9 |
Murcia, Región de | 473 | 421 | 52 | 11,0 |
Rioja, La | 44 | 42 | 2 | 4,5 |
Fuente: Estadística de tesis doctorales.
No obstante, es procedente señalar que la proporción de nuevos doctores de nacionalidad no española varía considerablemente entre autonomías. Siete de ellas no alcanzan el 15% de nuevos doctores extranjeros, mientras que las tres más internacionalizadas en este indicador doblan ese porcentaje: Extremadura (45,7%), Cataluña (35,0%) y Castilla y León (30,3%).
Con datos desagregados a nivel de universidades vuelve a ponerse en evidencia la importancia de los factores institucionales. Como puede concluirse de la Tabla 8, la proporción titulados extranjeros varía significativamente entre universidades ubicadas en la misma comunidad autónoma. Así, se comprueba que, dentro de un mismo ambiente normativo y socioeconómico los actores se desempeñan de modo diverso, en función de sus propias políticas y características (nivel de financiación, equipamientos e instalaciones, reputación, etc.).
Total | España | Otras | % otras | |
---|---|---|---|---|
Pompeu Fabra | 213 | 103 | 110 | 51,6 |
Politécnica de Catalunya | 337 | 169 | 168 | 49,9 |
Extremadura | 311 | 169 | 142 | 45,7 |
Carlos III de Madrid | 176 | 97 | 79 | 44,9 |
Salamanca | 361 | 228 | 133 | 36,8 |
Pablo de Olavide | 129 | 83 | 46 | 35,7 |
Almería | 91 | 59 | 32 | 35,2 |
Autónoma de Barcelona | 837 | 559 | 278 | 33,2 |
Rovira i Virgili | 244 | 164 | 80 | 32,8 |
Barcelona | 994 | 678 | 316 | 31,8 |
Alcalá | 450 | 321 | 129 | 28,7 |
Alicante | 231 | 165 | 66 | 28,6 |
Huelva | 93 | 67 | 26 | 28,0 |
Politècnica de València | 428 | 310 | 118 | 27,6 |
Politécnica de Madrid | 398 | 289 | 109 | 27,4 |
Granada | 680 | 498 | 182 | 26,8 |
Illes Balears | 102 | 75 | 27 | 26,5 |
TOTAL (universidades públicas) | 15.412 | 11.675 | 3.737 | 24,2 |
Santiago de Compostela | 283 | 215 | 68 | 24,0 |
Complutense de Madrid | 1.263 | 961 | 302 | 23,9 |
Autónoma de Madrid | 1.041 | 796 | 245 | 23,5 |
Valladolid | 153 | 118 | 35 | 22,9 |
León | 105 | 81 | 24 | 22,9 |
Burgos | 55 | 43 | 12 | 21,8 |
Jaume I de Castellón | 190 | 149 | 41 | 21,6 |
València (Estudi General) | 715 | 570 | 145 | 20,3 |
Lleida | 129 | 103 | 26 | 20,2 |
Girona | 96 | 77 | 19 | 19,8 |
Córdoba | 181 | 146 | 35 | 19,3 |
Politécnica de Cartagena | 68 | 55 | 13 | 19,1 |
Sevilla | 769 | 630 | 139 | 18,1 |
País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea | 624 | 521 | 103 | 16,5 |
Las Palmas de Gran Canaria | 99 | 83 | 16 | 16,2 |
Jaén | 124 | 104 | 20 | 16,1 |
Cantabria | 163 | 137 | 26 | 16,0 |
Vigo | 183 | 154 | 29 | 15,8 |
Zaragoza | 337 | 285 | 52 | 15,4 |
Rey Juan Carlos | 287 | 243 | 44 | 15,3 |
Oviedo | 300 | 256 | 44 | 14,7 |
Castilla, La Mancha | 114 | 98 | 16 | 14,0 |
Cádiz | 244 | 210 | 34 | 13,9 |
Málaga | 361 | 311 | 50 | 13,9 |
Pública de Navarra | 118 | 102 | 16 | 13,6 |
A Coruña | 171 | 148 | 23 | 13,5 |
Nacional de Educación a Distancia (UNED) | 175 | 154 | 21 | 12,0 |
La Laguna | 229 | 202 | 27 | 11,8 |
Murcia | 405 | 366 | 39 | 9,6 |
Miguel Hernández de Elche | 300 | 273 | 27 | 9,0 |
La Rioja | 44 | 42 | 2 | 4,5 |
Fuente: Estadística de tesis doctorales.
Conclusiones
El personal docente e investigador es la pieza esencial para el buen funcionamiento de la universidad. Por eso, la movilidad de los académicos y la capacidad de atracción de talento de las instituciones universitarias ha suscitado el interés de numerosos investigadores del ámbito de la educación, la economía, la sociología y las políticas públicas.
El análisis del caso español es singularmente relevante para el avance del conocimiento en este campo de estudio. La descentralización en materia educativa del Estado español permite examinar cómo, bajo un marco normativo general11 (el establecido a nivel estatal) las políticas públicas y características de cada comunidad autónoma se asocian con distintas dinámicas de movilidad académica. Asimismo, la comparación entre universidades que operan en la misma comunidad da cuenta de la importancia del comportamiento estratégico de las organizaciones en los resultados de sus procesos de contratación.
Dentro de ese marco analítico, los resultados obtenidos y mostrados en este artículo permiten extraer una serie de conclusiones. El marco normativo, institucional y financiero español no ha generado una estructura de incentivos que incite a las universidades a participar activamente el “mercado” de recursos humanos académicos. Por el contrario, promueve que las universidades se nutran fundamentalmente de doctores formados en la misma región y, significativamente, en sus propias aulas.
Da buena cuenta ello que los porcentajes más altos de España en profesorado egresado por la misma comunidad autónoma, y algunos de los más altos por la propia universidad, se den en comunidades autónomas que poseen lo que en este artículo se ha descrito operativamente como “sistemas universitarios regionales más consolidados” (varias universidades y, al menos una de ellas con más de cincuenta años de antigüedad).
Por otro lado, el hecho de que haya comunidades autónomas con proporciones significativamente más bajas de profesorado con doctorado en una universidad de la propia región debe analizarse con prudencia. Aunque los datos disponibles no permiten concluir con claridad, es plausible que estos datos tengan más que ver con un proceso histórico que con una política autonómica o un comportamiento estratégico de las universidades en favor de la atracción de talento externo. De este modo, las universidades jóvenes, en sus primeros años de existencia se habrían nutrido necesariamente de doctores externos. Y, años más tarde, habrían comenzado a egresar doctores, modificando su patrón de contratación externa hacia un modelo más localista.
Adicionalmente a lo anterior, las grandes diferencias entre algunas universidades (incluso entre algunas situadas en la misma comunidad autónoma) en indicadores como la proporción de profesorado internacional señalan la importancia de los atributos y el comportamiento estratégico de las instituciones universitarias. Incluso en un marco no incentivador de la movilidad, los centros pueden implementar estrategias que les permitan mejorar su participación en el “mercado” internacional.
Las implicaciones para la política pública de este trabajo pueden resumirse brevemente. La movilidad laboral es valorada por la comunidad académica como un valor en sí mismo; un valor relacionado con la concepción que los académicos tienen de la ciencia y la actividad científica. Asimismo, la literatura evidencia la relación de la movilidad con la mejora del capital humano, el establecimiento de conexiones entre investigadores y, en algunos casos, con la producción científica. En un contexto de competitividad creciente a nivel internacional, sería positivo que los gobiernos central y autonómicos, así como otros organismos (Agencia Estatal de Investigación [AEI], Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación [ANECA]), promoviesen la movilidad en un doble sentido. Por un lado, implementando políticas que mejoren la capacidad de atracción de las universidades, dotando de mayor peso a la movilidad en las actividades evaluativas, etc. Y, por el otro, favoreciendo la movilidad nacional e internacional de los jóvenes doctores; de tal modo que experimenten diversos modelos organizativos, sistemas de gobernanza, formas de organización del trabajo, aproximaciones, visiones, etc.
En el contexto del Estado, varias iniciativas en esta materia suelen considerarse casos de éxito, como son la creación de las fundaciones ICREA (Cataluña) e Ikerbasque (País Vasco). Asimismo, la participación de España en programas europeos como los Marie Skłodowska Curie suponen un incentivo positivo a las universidades.
Finalmente, en lo relativo a la investigación futura, los resultados aquí expuestos permiten concluir la necesidad de profundizar en la investigación en dos ámbitos. De una parte, el análisis sobre los factores políticos, económicos e institucionales condicionantes de la movilidad académica, y de otra, el estudio de los mecanismos organizativos y de gobernanza que subyacen a los distintos resultados de los procesos de selección entre las universidades; es decir, los aspectos determinantes de una contratación fundamentalmente local o externa.