Introducción
El trabajo que aquí presentamos deriva de las discusiones realizadas en un grupo académico de especialistas en educación superior. Nuestro objetivo es contribuir a la consolidación del posicionamiento de la Universidad Autónoma Metropolitana en la sociedad, a través de mecanismos de comunicación social. La UAM, aun cuando es una institución relativamente joven, se ha consolidado de manera importante y en la actualidad ocupa los primeros lugares en investigación a nivel nacional, también ha sido reconocida como generadora de beneficios sociales, y con una importante participación en la oferta educativa en los niveles de licenciatura y posgrado. Sin embargo, todavía no tiene el reconocimiento social que otras instituciones de educación superior han alcanzado.
La Universidad Autónoma Metropolitana se fundó en 1974 y rápidamente ha consolidado sus funciones sustantivas: la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. Así, a partir de la producción de conocimiento, la formación de estudiantes y los programas de extensión específicos dirigidos a la población más desfavorecida, contribuye activamente al análisis y la resolución de problemas sociales relevantes. El propósito de este documento es describir brevemente las capacidades creadas en la UAM y proponer recomendaciones para ampliar la difusión del conocimiento científico, tecnológico, humanístico y cultural entre los diversos sectores (gubernamental, privado y social) y su impacto en la sociedad.
El modelo de la UAM es heredero de dos impulsos principales: la satisfacción de la demanda por escolaridad superior y el desarrollo de un proyecto innovador en permanente transformación (López, Casillas y González, 2000). Su diseño flexible integra las funciones de investigación y de docencia en la figura de profesor-investigador, con una orientación a la labor investigativa en donde la generación de conocimiento alimenta a la docencia. Enclavada en la Ciudad de México, la UAM se concibió como una institución moderna, abierta al cambio e innovadora, equilibrada en su gestión participativa y colegiada. Hace 45 años jugó un papel central en la estrategia del gobierno que ocasionó el movimiento de 1968; de ahí que se la vea como la universidad de los experimentos, ya que se buscó ir lejos para mostrar su factibilidad (López, Casillas y González, 2000).
El documento está integrado por los siguientes apartados: en el primero se analizan las particularidades del modelo educativo y la oferta académica que mantiene (tanto a nivel licenciatura como de posgrado) mediante sus programas académicos; en el segundo se describen algunas de las principales aportaciones que sus investigadores han realizado y el impacto de estas experiencias; el tercero explora el rol de la internacionalización en su calidad, y en el cuarto se sintetizan algunos de los programas de atención social más relevantes, y, finalmente, se incluyen un conjunto de recomendaciones orientadas a fortalecer el conocimiento y posicionamiento de la UAM en la sociedad a partir de las capacidades creadas.
Programas académicos
La creación de la Universidad Autónoma Metropolitana respondió a la necesidad de ampliar la oferta de programas de estudio en el centro del país y para disminuir la presión de la demanda que existía, a mediados de la década de los setenta, sobre la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN). La UAM, además de cubrir dicha demanda creciente de educación superior fue innovadora en las formas de organización académica y administrativa (unidades universitarias integradas por divisiones y departamentos académicos), con modalidad trimestral y estructura departamental. Sus funciones principales son la docencia, la investigación y la difusión y preservación de la cultura.
En la Agenda estadística UAM, primavera de 2018 se describe que existen 58 departamentos académicos y 276 áreas de investigación agrupadas en nueve áreas de conocimiento, 82 planes de estudio de licenciatura, once especialidades, 61 maestrías y 38 doctorados agrupados en seis divisiones académicas. Un poco más de la tercera parte de los programas de licenciatura y posgrado se concentra en el área de Ciencias Sociales y Humanidades (CSH) (el 34 y el 36 por ciento, respectivamente); y de los once planes de especialidad, el 45.5 por ciento también corresponde a esta área (cuadros 1, 2, 3 y 4).
Unidad | CBI | CSH | CBS | CAD | CCD | CNI | Total | % |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Azcapotzalco | 10 | 4 | - | 3 | - | - | 17 | 20.7 |
Cuajimalpa | - | 4 | - | - | 3 | 4 | 11 | 13.4 |
Iztapalapa | 10 | 11 | 6 | - | - | - | 27 | 32.9 |
Lerma | 3 | 3 | 3 | - | - | - | 9 | 11.0 |
Xochimilco | - | 6 | 8 | 4 | - | - | 18 | 22.0 |
Total | 23 | 28 | 17 | 7 | 3 | 4 | 82 | 100.0 |
% | 28.0 | 34.1 | 20.7 | 8.5 | 3.7 | 4.9 | 100.0 | - |
Nota : CBI (Ciencias Básicas e Ingenierías), CSH (Ciencias Sociales y Humanidades), CBS (Ciencias Biológicas y de la Salud), CAD (Ciencias y Artes para el Diseño), CCD (Ciencias de la Comunicación y Diseño), CNI (Ciencias Naturales e Ingenierías).
Fuente: UAM (2018).
Unidad | CBI | CSH | CBS | CAD | CCD | CNI | CBI-CBS | Total | % |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Azcapotzalco | 6 | 6 | - | 6 | - | - | - | 18 | 29.5 |
Cuajimalpa | - | 1 | - | - | 1 | 1 | - | 3 | 4.9 |
Iztapalapa | 7 | 5 | 4 | - | - | - | 1 | 17 | 27.9 |
Xochimilco | - | 9 | 9 | 3 | - | - | - | 21 | 34.4 |
Interunidades | - | 2 | - | - | - | - | - | 2 | 3.3 |
Total | 13 | 23 | 13 | 9 | 1 | 1 | 1 | 61 | 100.0 |
% | 21.3 | 37.7 | 21.3 | 14.8 | 1.6 | 1.6 | 1.6 | 100.0 | - |
Fuente: UAM (2018).
Unidad | CBI | CSH | CBS | CAD | CCD | CNI | CBI-CBS | CBS-CNI | Total | % |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Azcapotzalco | 4 | 2 | - | 6 | - | - | - | - | 12 | 31.6 |
Cuajimalpa | - | 1 | - | - | - | 1 | - | - | 2 | 5.3 |
Iztapalapa | 6 | 5 | 2 | - | - | - | 1 | - | 14 | 36.8 |
Xoxhimilco | - | 4 | 2 | 1 | - | - | - | - | 7 | 18.4 |
Interunidades | - | 2 | - | - | - | - | - | 1 | 3 | 7.9 |
Total | 10 | 14 | 4 | 7 | - | 1 | 1 | 1 | 38 | 100.0 |
% | 26.3 | 36.8 | 10.5 | 18.4 | 0.0 | 2.6 | 2.6 | 2.6 | 100.0 | - |
Fuente: UAM (2018).
Unidad | CBI | CSH | CBS | CAD | CCD | CNI | CBI-CBS | Total | % |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Azcapotzalco | - | 3 | - | 1 | - | - | - | 4 | 36.4 |
Cuajimalpa | - | - | - | - | - | 1 | - | 1 | 9.1 |
Iztapalapa | - | 1 | 2 | - | - | - | 1 | 4 | 36.4 |
Xochimilco | - | 1 | 1 | - | - | - | - | 2 | 18.2 |
Total | - | 5 | 3 | 1 | - | 1 | 1 | 11 | 100.0 |
% | - | 45.5 | 27.3 | 9.1 | 0.0 | 9.1 | 9.1 | 100.0 |
Fuente: UAM (2018).
Al interior de cada unidad, Azcapotzalco e Iztapalapa tienen la mayor proporción de programas de licenciatura en Ciencias Básicas e Ingenierías (CBI) (el 59 y el 37 por ciento, respectivamente), Xochimilco en Ciencias Biológicas y de la Salud (CBS) (el 44 por ciento), Cuajimalpa y Lerma cuentan con una distribución similar entre los programas de estudio (cuadro 1). La tercera parte de las licenciaturas se concentra en la unidad Iztapalapa (con el 33 por ciento), alrededor de la misma proporción de los programas de maestría se encuentra en la unidad Xochimilco (el 34.4 por ciento) y un poco más de la tercera parte de los planes de doctorado están en la unidad Iztapalapa (con un 36.8 por ciento). Xochimilco y Azcapotzalco concentran el 64 por ciento de los planes de maestría, e Iztapalapa y Azcapotzalco el 69 por ciento de los de doctorado (cuadros 1, 2, y 3). Existen tres programas multidisciplinarios de posgrado, dos entre CBI-CBS (Iztapalapa) y uno entre CBS-CNI (interunidades) (cuadros 2 y 3).
Las unidades de más reciente creación, Cuajimalpa y Lerma, ofrecen innovadores programas de licenciatura y posgrado para responder a los retos actuales y emergentes, tanto en el ámbito local como en el estatal y en el nacional, que forman a profesionistas e investigadores con habilidades y competencias para atender retos como la manufactura avanzada, modelado 3D, robótica, internet de las cosas, sensibilidad ambiental y social, conservación y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad, salud mental y conductual de la población mexicana, diseño de nanofármacos, bioinformática, entre otros.
En el cuadro 5 se describe la situación de los planes de estudio. De los 75 programas evaluables de licenciatura, el 42.7 por ciento están acreditados, y del total de éstos la unidad Azcapotzalco cuenta con la mayor proporción (el 46.9 por ciento); en cuanto al área de conocimiento, CBI tiene el más alto porcentaje de programas acreditados (el 37.5 por ciento).
Division académica | Progromas acreditados | % |
---|---|---|
Ciencias Básicas e Ingenierías | 12 | 37.5 |
Ciencias Sociales y Humanidades | 4 | 12.5 |
Ciencias y Artes para el Diseño | 5 | 15.6 |
Ciencias de la Comunicacion y Diseño | 1 | 3.1 |
Ciencias Naturales e Ingenierias | 3 | 9.4 |
CienciasBiologicas y de la Salud | 7 | 21.9 |
Total | 32 | 100.0 |
Fuente: Elaboración propia con datos de la UAM (2018).
De los 110 programas de posgrado, 74 están incorporados al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) (el 67.2 por ciento), de los cuales las unidades Iztapalapa y Azcapotzalco concentran casi dos terceras partes (un 37.8 y un 24.3 por ciento, respectivamente), y el resto se distribuye entre Xochimilco y Cuajimalpa (con el 27.0 y el 6.8 por ciento). Como se muestra en el cuadro 6, el 47.3 por ciento están en el nivel consolidado del PNPC del Conacyt.
Nivel | Total | % |
---|---|---|
Competencia internacional | 8 | 10.8 |
Consolidado | 35 | 47.3 |
En desarrollo | 28 | 37.8 |
Recientecreación | 3 | 4.1 |
Total | 74 | 100.0 |
Fuente: Elaboración propia con datos de la UAM (2018).
En el trimestre 18-primavera, la matrícula total fue de 45,925 alumnos, de los cuales el 93.5 por ciento correspondían al nivel de licenciatura y el resto al de posgrado. Del total de los de licenciatura, el 31 por ciento recibía una beca pagada con recursos del Programa Nacional de Becas y de los de posgrado sólo el 14 por ciento la obtuvo (cuadro 7).
Alumnos | Alumnos con beca | |||
---|---|---|---|---|
Nivel | Total | % | Total | % |
Licenciatura | 42,960 | 93.5% | 13,276 | 97.0 |
Posgrado | 2,965 | 6.5% | 412 | 3.0 |
Total | 45,925 | 100.0% | 13,688 | 100.0 |
Fuente: UAM (2018).
Las fortalezas en los programas académicos de la UAM nos permiten considerar que: (i) a nivel licenciatura existe un conjunto de éstos, innovadores y orientados a satisfacer la demanda en problemas sociales complejos, además de los programas tradicionales de alta demanda; (ii) una de sus características es su diseño inter, multi y transdisciplinario, que se identifica también en los programas de posgrado; (iii) los programas de licenciatura son atendidos por profesores-investigadores que articulan la docencia y la investigación para una formación de alta calidad, lo que sigue posicionando a la institución como un modelo innovador.
Investigación y programas relevantes
Desde su creación, la UAM ha definido a la investigación como un eje articulador de sus funciones sustantivas. El cuadro 8 describe sus capacidades generales en tres momentos: 2008, 2012 y 2017. Se analiza y compara la posición que a nivel nacional tiene en: la producción de publicaciones en el Institute for Scientific Information (ISI), el personal docente, la matrícula, el financiamiento y los cuerpos académicos. En general, se observa que se encuentra en las primeras posiciones en el país.
2008 | 2012 | 2017 | |
---|---|---|---|
Producción institucional ISI | 6.3% 6° lugar | 5.8% 6° lugar | 5.1% 5° lugar |
Personal docente | 1.74% 5° Lugar | 1.5% 6° lugar | 1.3% 6°lugar |
Matrícula | 1.65% 5° lugar | 1.5% 8° lugar | 1.3% 10°lugar |
Financiamiento* | $4,364 | $5,414 | $6,712** |
Cuerpos académicos | 6.64% 2°lugar | 7% 2° lugar | 4.5% 4° lugar |
* Cifras en millones de pesos.
** El dato de financiamiento corresponde a 2016. Este cuadro tiene el propósito de identificar el posicionamiento de la UAM respecto del conjunto de las instituciones de educación superior (IES) del país, y se hace mediante porcentajes dada la discrepancia en los datos absolutos.
Fuente: Datos tomados de UNAM (2020).
Si bien entre 2008 y 2017 en el ISI pasó al quinto lugar nacional, con el 5.1 por ciento de la producción institucional, en términos absolutos disminuye del 6.3 por ciento en 2008 al 5.1 por ciento mencionado, a pesar del incremento en el número de publicaciones, de 514 a 754; esto muestra la creciente participación de otras universidades. Respecto del personal docente reconocido por el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) descendió, en el mismo periodo, del quinto al sexto lugar a nivel nacional con el 1.3 por ciento, aunque este indicador no discrimina el tipo de nombramiento, por ejemplo. El financiamiento creció escasamente, y en dos indicadores pierde posiciones de manera importante. El primero es en el número de cuerpos académicos, y el segundo es su participación en la matrícula. En 2008, la UAM ocupaba la segunda posición nacional en cuerpos académicos, con 144, sólo por debajo de la Universidad de Guadalajara; en 2017 estaba en el cuarto lugar. Su participación nacional en relación con el número de cuerpos académicos por institución pasó del 6.64 al 4.5 por ciento y se presentó una disminución respecto de 2012, año en que tenía el 7 por ciento a nivel nacional con 264. En cuanto a la matrícula, se observa un decremento relevante, ya que se movió del quinto lugar con una participación nacional del 1.65 por ciento al décimo sitio con el 1.3 por ciento.
El número de profesores pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores muestra, en cierta medida, la fortaleza en investigación de las instituciones. Así, en 2017, de acuerdo con la base de datos del Estudio Comparativo de Universidades Mexicanas de la UNAM (UNAM, 2020), la UAM ocupa el quinto lugar con el 4.3 por ciento de los investigadores del SNI en el país. Se posiciona por detrás de la UNAM, que se encuentra en el primero, de los Centros Públicos de Investigación-Conacyt, de los institutos nacionales de salud y del IPN. Aunque si consideramos únicamente a las universidades, la UAM ocuparía la segunda posición. Lo mismo ocurre cuando analizamos al subconjunto de investigadores del SNI que pertenece al nivel 3: en 2017 la UAM contaba con el 5.8 por ciento a nivel nacional, con 130 profesores, lo cual representa el 11.1 por ciento de la institución. Si nada más tomamos en cuenta a las universidades públicas, nuevamente la UAM se posiciona sólo detrás de la UNAM, que participa con el 35.9 por ciento en el país, y la proporción de profesores en el SNI de la institución es del 17.6 por ciento. En 2008 la UAM tenía 67 profesores en el nivel 3, para 2012 llegaba a 99, y en 2017 ya contaba con 130. Otra característica que evidencia la fortaleza de esta universidad es la producción de conocimiento codificado en patentes, ya que en 2016 estaba en el cuarto lugar con una participación nacional del 5.03 por ciento, detrás de la UNAM, el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav) y el IPN (UNAM, 2020).
Un indicador más preciso de la fortaleza en la atención de profesores inscritos en el SNI a estudiantes de licenciatura es el coeficiente de la matrícula entre el número de investigadores. En esta relación, la UAM está por arriba de la UNAM y sólo por debajo de la Universidad de Guanajuato, que tiene un investigador del SNI por cada 48 estudiantes; la UAM uno por cada 49, y la UNAM uno por cada 51 alumnos. Esta relación es más pequeña en otras IES, por ejemplo, el IPN tiene un docente del SNI por cada 97 estudiantes, la Universidad de Guadalajara uno por cada 113 y la Universidad Autónoma de Nuevo León uno por cada 141 alumnos. Las IES con mayor número de profesores en el SNI por alumno principalmente son las dedicadas al posgrado y con menor matrícula, como El Colegio de México (Colmex), el Cinvestav y los Centros Públicos de Investigación-Conacyt. En la relación entre el financiamiento y el total de profesores del SNI de las universidades, la UAM también se encuentra en una buena posición, ya que con menos recursos ha logrado consolidar su planta de investigadores. En este coeficiente, que corresponde a 2016 y a millones de pesos por investigador, la UAM cuenta con 5.7, la UNAM con 7.7, la Universidad de Guadalajara con diez, y la UANL nueve millones. Por debajo de la Universidad Autónoma Metropolitana están la Universidad de Guanajuato, con una asignación de cinco millones, y la Universidad Autónoma de San Luis, con cuatro millones. Esto nos muestra otro panorama de la fortaleza que la UAM tiene en la investigación, ya que con menos recursos atiende a más estudiantes y ha incrementado sistemáticamente la participación de investigadores del más alto nivel (UNAM, 2020).
En menos de cinco décadas se ha posicionado como una opción educativa de alta calidad con 3,072 profesores definitivos, de los cuales el 89.6 por ciento son investigadores de tiempo completo, el 56.8 por ciento tiene doctorado y el 29 por ciento maestría; el 37.8 por ciento pertenecen al SNI, y el 42.7 por ciento son reconocidos en el Programa para el Desarrollo del Profesorado (Prodep, antes Promep, de la Secretaría de Educación Pública [SEP]). En la UAM, una minoría de docentes son de medio tiempo y tiempo parcial (curriculares), lo que muestra la solidez de su planta académica. En 2018, los 3,072 académicos atendían a una población escolar de 44,507 estudiantes (tanto de licenciatura como de posgrado), lo que representa una proporción de 14 alumnos por profesor y permite una atención cercana y la asesoría e involucramiento en la investigación como método de aprendizaje (UAM, 2018).
En el cuadro 9 se sintetizan las características generales que muestran la solidez en la función de investigación de las diversas unidades de la UAM, donde la más fuerte sigue siendo Iztapalapa en relación con el número de académicos pertenecientes al SNI, a los programas de posgrado reconocidos en el PNPC, a los cuerpos académicos y a la producción de conocimiento codificado en patentes. A pesar de las fortalezas, el financiamiento externo a los proyectos de investigación respecto del presupuesto aprobado ha disminuido en los últimos ocho años, pasando del 4.6 por ciento en 2010 al 1.2 por ciento en 2018 (UAM, 2020).
Iztapalapa | Xochimilco | Azcapotzalco | Cuajimalpa | Lerma | Total | |
---|---|---|---|---|---|---|
Profesores | 890 | 941 | 1002 | 171 | 68 | 3072 |
SNI | 492 | 249 | 253 | 118 | 51 | 1163 |
Perfil Prodep | 360 | 310 | 501 | 103 | 40 | 1314 |
Cuerpo académicos | 95 | 59 | 75 | 28 | 7 | 264 |
Patentes vigentes | 71 | 20 | 14 | 9 | 0 | 114 |
Solicitudes de patentes | 3 | 0 | 1 | 2* | 0 | 6 |
Convemios | 103 | 137 | 45 | 57 | 23 | 365 |
Posgrados Conacyt (PNPC) | 28 | 20 | 18 | 5 | 3* | 74 |
*Los datos de solicitudes de patentes de Cuajimalpa y los posgrados PNPC de Lerma corresponden a 2017
Fuente: UAM (2018).
La relevancia de los investigadores nacionales pertenecientes al nivel 3 del SNI estriba en que cuentan con reconocimiento internacional, ya que han logrado consolidar grupos y generar procesos de aprendizaje en otros académicos con los que trabajan, por lo que existe un efecto de demostración. El caso de Cuajimalpa es reciente, pero el desarrollo acelerado que ha tenido en el ámbito de las ciencias naturales y la ingeniería ocurre, en buena medida, por figuras consolidadas que rápidamente se han convertido en facilitadores para la integración de nuevos equipos de jóvenes investigadores. Asimismo, han desarrollado capacidades para atraer recursos económicos y participar en nodos de redes internacionales vitales para la investigación. Hay estudios que demuestran que en las ingenierías y en las ciencias biológicas, particularmente, los grupos más productivos de inventores de alto nivel incorporan también a estudiantes (Díaz y Alarcón, 2015), lo que tiene un efecto multiplicador en la UAM y fuera de ella, pero faltan estudios específicos. Como ya se señaló, la unidad que tiene el mayor número de profesores del SNI nivel 3 es Iztapalapa con 89, le sigue Xochimilco con 28, Azcapotzalco con doce, Cuajimalpa con 6 y Lerma con 1, lo que da un total de 136 investigadores para 2017 (UAM, 2017).
En consecuencia, consideramos que la UAM: (i) compite en el mismo nivel que la UNAM, el IPN, el Cinvestav y las mejores universidades del país en el área de investigación con reconocimiento nacional e internacional; (ii) el conocimiento producido a través de la investigación en la institución tiene salidas tanto para mejorar la calidad de vida de la sociedad, como para apoyar a las empresas mexicanas y para formar estudiantes y egresados que desarrollen su vida profesional en otras universidades, empresas y en el gobierno; (iii) el costo por investigador es menor que en la UNAM y que en otras instituciones, y la producción en relación con el financiamiento es de alto nivel; (iv) el número de estudiantes que se atiende por docente es mayor que en la UNAM, en el IPN y en otras escuelas públicas de educación superior. Este hecho está asociado con la figura de profesor-investigador y con el modelo de aprendizaje de la institución; (v) la investigación en la UAM es un componente fundamental del proceso de aprendizaje en los niveles de licenciatura y posgrado y habilita a los egresados para incorporar en su vida profesional tales prácticas.
Presencia nacional e internacional de la UAM
En las últimas dos décadas, muchos países han experimentado una notable diversificación de sus sectores de educación superior, ya que además de las universidades tradicionales, que son una parte clave de todos los sistemas terciarios, la aparición de una variedad de institutos técnicos de corta duración, de colegios comunitarios, de politécnicos, de tecnológicos, de centros de educación a distancia, de universidades abiertas y hasta de las escuelas universitarias “Benito Juárez”, como las que propone y nombra el presidente de México, han creado nuevas oportunidades para satisfacer la creciente demanda social de educación superior. Los incentivos para continuar estudiando van más allá de la edad de la escolarización obligatoria, de los beneficios esenciales que el conocimiento aporta o de lo que resulta en el rendimiento económico del empleo sostenido y satisfactorio, y sobre todo, de la calidad de vida en general.
La existencia de beneficios económicos y sociales muestra que una inversión insuficiente en la educación universitaria puede significar un muy alto costo social, ya que suele manifestarse en la reducción de la capacidad de un país para competir efectivamente en las economías regionales y globales, en una disminución en la calidad de vida y en el deterioro de la cohesión social, pues se reconoce que sus beneficios sociales potenciales también se derivan de la construcción de sociedades más cohesionadas.
A pesar de la necesidad de contar con mayores recursos, la UAM ha logrado hacer circular el conocimiento sobre los distintos campos disciplinares; ha formado a estudiantes de licenciatura y de posgrado; ha tenido incidencia en la formación de investigadores en educación superior a nivel nacional e internacional; ha sido crítica, reflexiva y persistente en las iniciativas que ha puesto en marcha. Una de sus mayores virtudes radica en la estricta independencia de sus criterios, surgidos de un auténtico compromiso, así como de su propia gestión, que con escasos recursos incide en la circulación de saberes y en el apoyo a la formación de estudiantes de posgrado (2,965 activos en el trimestre 2018-primavera) y a los investigadores que estamos adscritos (3,072 en 2018), pues en el contexto de la práctica científica internacional existe una tendencia de doble movimiento: hacia la nacionalización y hacia la desnacionalización de la ciencia (Crawford, Shin y Sörlin, 1992).
En el actual gobierno mexicano, los programas científicos estratégicos son los nacionales y, por lo tanto, la investigación debe enfocarse en promover el desarrollo interno que impacta a la formación e investigación académica, la cual cada vez es más internacional y móvil, aunque continúe estructurándose con base en las circunstancias a nivel nacional en un mundo donde lo local y lo global se entrelazan de manera compleja. En el mundo se han generado nuevos desafíos para las universidades, que exigen el incremento de las interconexiones y redes de trabajo profesional.
La información sobre los estudiantes y académicos de la UAM que realizaron movilidad1 en el trimestre de 2018-primavera es la siguiente: la movilidad saliente nacional fue de cuarenta alumnos en quince instituciones de educación superior de trece estados del país, y la internacional de 74 alumnos en 32 instituciones de trece países. La movilidad entrante nacional fue de 19 participantes,2 seis instituciones de educación superior de cinco estados del país; mientras que la entrante internacional fue de 97 personas de 42 instituciones de catorce países -cinco de doctorado, cinco de maestría y 87 de licenciatura-. A pesar de que las cifras de entrada y salida, ya sea nacionales o internacionales, no llegan a las centenas, quienes han realizado movilidad académica han sido centrales en la configuración de redes de trabajo internacionales, y han podido establecer mecanismos de colaboración entre los distintos lugares en los que se encuentran con sus pares de México.
Así, consideramos que: (i) la oportunidad de internacionalización que ofrece la Universidad Autónoma Metropolitana durante la trayectoria universitaria brinda una estructura de oportunidades para formarse y ser un medio para analizar y cambiar la condición socioeconómica, laboral y de prestigio que ofrece la educación superior a la movilidad social; (ii) la estrategia de internacionalización que la UAM ha ofrecido a sus académicos y estudiantes que han optado u optan por esta práctica académica representa una oportunidad educativa que se traduce en acciones concretas, ha orientado trayectorias y ha significado importantes aportaciones al conocimiento disciplinar; (iii) la oportunidad de movilidad que brinda la UAM ha influido en las decisiones y en el sentido de vida de sus estudiantes e investigadores, ya que permite la vinculación con pares y obtener experiencia formativa en otros territorios; (iv) la percepción de lo que la internacionalización ofrece representa la posibilidad de posicionarse mejor tanto social como laboralmente, además de que constituye la experiencia de ampliar el horizonte en la perspectiva de vida.
Programas de atención social de la UAM
La orientación para atender los problemas sociales es uno de los objetivos que ha distinguido a la UAM desde su fundación. Además, obtuvo el lugar número 64 en el “Ranking de Impacto Universitario 2019” del índice Times Higher Education (UAM, 2019) respecto de 462 instituciones de educación superior de 72 países, lo que la posiciona por encima de la UNAM y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), que tradicionalmente ocupan los primeros lugares, y como la universidad con mayor impacto social del país, precisamente por su contribución en la atención de las necesidades de la población más desfavorecida.
En este terreno se pueden documentar diversos casos, tanto derivados de la investigación como los enmarcados en el servicio social, la vinculación y la docencia. Uno emblemático se operó desde el Programa de Fármacos Huérfanos de la unidad Xochimilco (Díaz, 2019). Entre 2015 y 2018 se identificaron al menos 31 programas para atender a la población aledaña a las diferentes unidades de la UAM, pero también a ciertas comunidades de los estados más desfavorecidos, los cuales incluyen: bufete jurídico, de ingeniería, de capacitación abierta y hasta algunos muy específicos para resolver problemas de agua en una comunidad, implementar nuevos métodos de cultivo, de reconstrucción por las afectaciones a causa del terremoto, servicios dentales y médicos, etcétera; mediante dichos programas se atiende en áreas específicas de la Ciudad de México y a comunidades rurales en otras zonas del país -Sierra Norte de Puebla, municipios de los estados de Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Veracruz y Guerrero-. Otros proyectos están dirigidos al sector productivo, principalmente a las micro y pequeñas empresas de Iztapalapa, por ejemplo, donde el eje central es la capacitación en habilidades empresariales.
Los programas de atención social se derivan de la investigación, de la docencia y de la extensión, pero también de las habilidades integrales generadas que se utilizan para la capacitación externa, como en el caso de los gobiernos municipales. Además, representan una de las fortalezas más sólidas de la UAM, ya que el perfil social de sus egresados los hace interesarse en trabajar orientados hacia tales problemas. Las fortalezas que la UAM presenta en la atención social permiten considerar que: (i) la docencia y la investigación están articuladas a través de una identidad orientada a generar beneficios sociales; (ii) ha sido la primera universidad mexicana que se reconoce por su aportación a la solución de dichos beneficios, y (iii) los programas de docencia y de investigación generan recursos humanos en el proceso de atención a los problemas de la sociedad.
El programa de comunicación de la UAM
La estrategia de posicionamiento de la Universidad Autónoma Metropolitana debe enfocarse en sus estudiantes, profesores y administrativos, en los alumnos de preparatoria y licenciatura, en la sociedad en general, en el sector privado y en el gobierno. Debe desarrollar un objetivo diferente para cada sector o actor y enfocarse en canales específicos. Este programa debe centrarse en el planteamiento e implementación de una estrategia de comunicación integral en la que se manifieste la identidad UAM desde la diversidad de cada unidad, y poner en el centro la reflexión como una habilidad esencial que se busca promover entre los estudiantes, con el propósito de construir las competencias necesarias para una ciudadanía crítica y activa en la sociedad actual, con sentido social de largo plazo. Asimismo, centrarse en comunicar la importancia de invertir en las universidades de investigación, como la UAM. Es imperativo promocionar los modelos pedagógicos de cada unidad para posicionar sus distintos programas de licenciatura y posgrado como la primera y mejor opción para la población ubicada en las zonas de influencia de cada uno de sus campus. Finalmente, este programa de comunicación debe mostrar cómo la ciencia y la tecnología pueden contribuir al desarrollo del país, atendiendo a los diversos sectores y considerando las necesidades sociales, de medio ambiente, la competitividad y los asuntos de desarrollo para solucionar los problemas nacionales.