Introducción
Uno de los elementos que caracterizan al área de la Bibliotecología en todo el mundo es una imagen social poco consistente en la que no se reconocen sus potencialidades. Reflejo de ello es su tardía incorporación como carrera universitaria en muchos países y la crisis que ha enfrentado en algunos de ellos. Esta deficiente imagen social influye de manera negativa en la elección de la carrera universitaria. Un joven de entre 17 y 18 años tiene muy claro el ámbito de acción del Derecho, el Periodismo, la Historia o la Psicología, por poner tan sólo algunos ejemplos, pero con las nuevas opciones académicas, como la nuestra, esa claridad se torna en confusión y desconocimiento. Así, muchos alumnos ingresan a nuestras facultades porque la nota de acceso no fue suficiente para otras carreras, y otros muchos lo hacen pensando que trabajarán "sentados" leyendo libros, lejos del dinamismo actual que se puede encontrar en los puestos relacionados con la información de actualidad o de empresa.
Objetivo del estudio
Es objetivo de este texto realizar una aproximación al perfil de los alumnos en Bibliotecología1 de las universidades con mayor número de alumnos de España y de México: la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Los objetivos secundarios específicos han sido los siguientes:
Conocer las características del alumnado de primer curso en lo referente a sus datos personales y académicos, así como sus hábitos de lectura y de acceso a la información.
Identificar las motivaciones que tuvieron para elegir la carrera de Bibliotecología y sus expectativas laborales.
Determinar la imagen que tienen de la carrera y de la profesión en comparación con otras opciones universitarias.
Conocer ciertos rasgos de este alumnado, así como sus expectativas sobre la carrera que van a cursar, son claves para poder planear acciones de mercadotecnia que permitan atraer nuevos estudiantes y para el diseño de las metodologías docentes. Es también importante identificar cuáles son las características del estudiante óptimo para la disciplina, qué actitudes y aptitudes serían idóneos, pero esto último sería motivo de otra investigación.
Metodología
Para lograr los objetivos propuestos se ha utilizado la metodología cuantitativa de la investigación social. Se diseñó un cuestionario con 33 preguntas en torno a los siguientes tres ejes temáticos: datos personales, académicos y de usos de la información; motivaciones y expectativas en torno a la carrera, y percepciones de la imagen social de la carrera y de la profesión. La encuesta se diseñó en Google Docs y los datos obtenidos se exportaron al software estadístico SPSS 12.0 para su procesamiento. El instrumento estuvo dirigido a todos los alumnos matriculados en el primer curso de la UNAM y de la UCM en noviembre del 2011. La tasa de respuesta de los alumnos mexicanos fue del 81 % (respondieron 73 de los 90 alumnos), mientras que de los españoles fue del 49 % (respondieron 48 de los 98).
Antecedentes
Las aspiraciones y motivaciones de los estudiantes de Bibliotecología han sido estudiadas en diferentes países, como lo demuestran las investigaciones de este tipo en Grecia (Moniarou-Papaconstantinou et al. , 2010), Noruega (Ericson, 2000), Australia (Hallam y Partridge, 2005; Farley-Larmour, 2000; Carroll, 2005), Reino Unido (Newbutt y Sen, 2012; Simon y Taylor, 2011; Deeming y Chelin, 2001), Israel (Baruchson-Arbib y Mendelovitz, 2004), Estados Unidos (Taylor, Perry y Barton, 2010; Julian, 1979), Singapur (Khoo y Ramaiah, 2004), India (Keshava, Ramesha y Vatnal, 2002), Nigeria (Adomi y Ogbomo, 2001), Ghana (Tiamiyu, Akussah y Tackie, 1999) y Suiza (Deschamps y Deschamps, 1997).
En México, el perfil de ingreso ha sido estudiado muy poco. Uno de los trabajos más importantes a nivel nacional es el de Fernández Cruz (2010), en el que se consideran los conocimientos y habilidades con los que ingresan los alumnos al primer semestre de las carreras del área bibliotecológica, así como las motivaciones que les llevaron a elegir la carrera. En España también se han realizado estudios con esta temática, por ejemplo, Moscoso (1998) ha analizado el perfil y motivaciones de los alumnos de la Universidad de Alcalá, Tejada (2003, 2008) los de la Universidad Complutense de Madrid y Moro y Mano (2013) los de la Universidad de Salamanca. Los estudiantes de esta última universidad fueron objeto de estudio por Sandin (2010), quien se enfocó en el tema del género.
En todos estos estudios se tratan los factores determinantes en los alumnos a la hora de elegir una carrera. Esta decisión es una expresión de la personalidad de los individuos y de un conjunto de factores, entre los que podemos señalar la influencia de la familia, los amigos y los profesores del instituto, las posibilidades de empleo, la naturaleza del trabajo, la vocación y el amor por los libros. En alguno de estos estudios se destaca que muchos estudiantes eligen Bibliotecología porque es una carrera accesible con base en sus calificaciones (Moniarou-Papaconstantinou et al. , 2010).
Lamentablemente, tal como recogen la mayoría de los estudios señalados, "la bibliotecología no atrae a los jóvenes debido a las impresiones que tienen sobre ella" (Newbutt y Sen, 2012: 329). Por mucho que se haya avanzado en estos años, sigue habiendo una falta de conocimiento sobre la profesión y la carrera universitaria. En una encuesta realizada en Canadá a más de 2 000 nuevos estudiantes, más de la mitad (60 %) pensaba que no hacían falta estudios universitarios para trabajar como bibliotecario y la consideraban una profesión de "poco prestigio" (Harris y Wilkinson, 2004). Hay que tener en cuenta que muchos de estos estudiantes han tenido poco contacto con las bibliotecas públicas y escolares y que desconocen otros ambientes de trabajo en los que el profesional de la información puede ejercer su labor.
Es importante señalar que, de acuerdo con Nava Bolaños (2000), la imagen de las profesiones surge a partir de la interacción entre la familia, el contexto social y educativo y los medios de comunicación; de esta forma, la imagen social que tienen la Bibliotecología y la Documentación están alejadas de la realidad profesional debido a la falta de dicha interacción. Los alumnos saben de la carrera por algún amigo o familiar pero no tienen una idea clara sobre ella (Nava Bolaños, 2000).
Tal como se ha señalado en la introducción, los estereotipos y la imagen social de los bibliotecólogos también son factores determinantes que influyen en el estudiante a la hora de elegir la carrera (Newbutt y Sen, 2012; Genoni y Greeve, 1997, y Rothwell, 1990, entre otros). Así, tal como indicó Sarkanen (2005), nuestra imagen es la de una persona antipática que sólo se ocupa de ordenar las estanterías y sellar los libros. Esa imagen hace que la autoestima de los jóvenes respecto de su profesión no sea la más adecuada y que su desarrollo académico sea difícil, por lo que es importante que en todas las universidades en las que se imparten carreras vinculadas al área bibliotecológica y de documentación se den a conocer desde el primer curso las potencialidades de la carrera y cómo es una profesión con unos valores y competencias fundamentales en la sociedad de hoy.
Cabe mencionar que el perfil de ingreso va más allá de las motivaciones que tiene el alumno al elegir una carrera; el perfil es el conjunto de conocimientos, habilidades, aptitudes y actitudes que debe tener el aspirante, lo cual es diferente de los requisitos administrativos necesarios para ingresar a una carrera profesional. Como elemento indispensable en el diseño del plan de estudios y de acuerdo con Fernández Cruz, el perfil de ingreso "permite al aspirante ubicarse en lo que quiere estudiar y saber si tiene los conocimientos y habilidades necesarias para su buen desempeño o enfrentarse al reto que implica ingresar a esta carrera" (2010: 1). Para el caso de México, el perfil de ingreso para los estudiantes de la Licenciatura en Bibliotecología y Estudios de la Información señala que el aspirante debe poseer
Conocimientos generales en el área de humanidades, sobre historia universal, historia del arte y de la literatura, que permitan al estudiante, contextualizar el desarrollo de la bibliotecología y estudios de la información, además de la comprensión del idioma inglés que le permita comprender los textos que fundamentan los programas de las asignaturas del plan de estudios.
Disposición para el trabajo en equipo, expresión oral y escrita correcta, manejo de las tecnologías de la información y comunicación y ser una persona proactiva, con sentido de organización y vocación de servicio. (Proyecto de modificación... , 2014: 31).
Por su parte, en la Universidad Complutense el perfil de ingreso al Grado en Información y Documentación es muy somero, señalando tan sólo los estudios desde los cuales se puede acceder.2
Así pues, se hace necesario conocer a nuestros nuevos alumnos en la UNAM y en la UCM: ¿qué características tienen?, ¿cuál es la imagen que tienen de estas profesiones?, ¿qué factores influyeron en su decisión de elección de la carrera? De estas y otras preguntas da cuenta esta investigación.
Análisis de los resultados
Datos personales, académicos y de usos de la información
Edad. La edad promedio de los alumnos de primer curso en la UNAM y en la UCM es muy similar. Para el caso de los estudiantes mexicanos es de 21.7 años y para los españoles de 22.17. Aunque las instituciones de educación superior no tienen una edad determinada para el ingreso a los estudios superiores, destaca que en México los estudios de licenciatura o pregrado suponen por lo menos 12 años escolares previos: si la escolarización se inicia a los 6 años en promedio la licenciatura se debería iniciar a los 18 años o por cumplirlos. Sin embargo, la mayoría de los estudiantes que ingresan a la carrera tanto en México como en España lo hacen entre los 19 y 22 años, como se observa en la Gráfica 1 (p. sig.), lo que implica mayor tiempo en el bachillerato o en los cursos anteriores a éste.
Los máximos y mínimos en las edades de este alumnado son muy similares; para el caso de la UNAM 17 años es la menor edad y la mayor 52, para el caso de la UCM 19 y 50, respectivamente.
Sexo. El trabajo bibliotecológico se ha vinculado con el quehacer educativo y éste con el trabajo de las mujeres, por ello era muy común que en las primeras generaciones se tuviese una cantidad elevada de bibliotecarias, aspecto que con las nuevas generaciones se ha visto disminuido y que se visualiza en la generación 2011-2012. En España se ve una mayor diferencia a favor de las mujeres (casi del 10 %) (Gráfica 2).
Nivel educativo de los padres. Cerca del 70 % de los estudiantes mexicanos y españoles tienen padres con estudios universitarios o de bachillerato. Un fenómeno que se observa en las últimas generaciones de alumnos de Bibliotecología es que ha aumentado el nivel educativo de los padres. Por ejemplo, en el caso español, en la encuesta realizada en el 2007 (Tejada, 2008) los alumnos que tenían padres con formación universitaria suponían el 29.1 %, mientras que el porcentaje que ahora se ofrece es del 35 % (Gráfica 3).
Procedencia académica. En México, para ingresar a los estudios de licenciatura es necesario que los aspirantes hayan concluido el nivel bachillerato en cualquiera de las instituciones de educación media superior, como los planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP), los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) o los Colegios de Bachilleres (Colbach), entre otros. Al respecto, se puede observar en la Gráfica 4 que los estudiantes del Colegio de Bibliotecología provienen en su mayoría de la ENP, lo que es comprensible por el pase reglamentado o automático a la licenciatura, es decir que con sólo elegir la carrera se tiene acceso, no es necesario presentar examen de selección como los que ingresan de otros bachilleratos desvinculados de la UNAM.
De acuerdo con lo anterior, se comprende el hecho de que la mayoría de los estudiantes provengan del Área de las Humanidades y las Artes (23 de los 33 que indicaron el área de la preparatoria, es decir, un 70 %) de la ENP, la única que tiene divisiones por área de conocimiento; tanto los CCH como los Colbach ofrecen estudios generales sin definición de área.
En el caso de España también era previsible que la mayor parte de los alumnos provengan del bachillerato (77 %). El área de la que proceden es también Ciencias Sociales o Humanidades (así lo indicaron 31 de los 40 alumnos que señalaron el área, es decir, un 77.5 %).
Tipo de escuela en la que cursó la enseñanza media superior. La UNAM es la universidad pública más grande del país y tiene la ENP y los CCH incorporados, siendo el mayor porcentaje de estudiantes de estas escuelas (75 %); por su parte, el Colbach pertenece a la Secretaría de Educación Pública. Por lo anterior, el Colegio de Bibliotecología de la UNAM recibió solamente a jóvenes que provienen de escuelas públicas.
En el caso de España, los resultados obtenidos se corresponden con los porcentajes que representan estos tipos de escuela (69 % de los alumnos provienen de centros públicos y el 31 % de privados). Así, según un informe del Ministerio de Educación, para el año 2011 "en el conjunto de la Educación Secundaria segunda etapa, 74 asisten a centros públicos, 14 a centros privados concertados y 12 a centros privados no concertados" (España. Instituto de Evaluación, 2011: 18) (Gráfica 5).
Promedio de la nota del bachillerato. El promedio con el que ingresa un estudiante a nivel licenciatura es de suma importancia, ya que refleja el bagaje de conocimiento con el que cuenta. En el caso de la UNAM, su nota media es más de un punto mayor que la de la UCM: 7.78 frente a 6.6.
Percepción sobre la preparación recibida en el bachillerato. Al analizar los datos obtenidos, se puede afirmar que la percepción de los estudiantes mexicanos y españoles sobre la formación recibida en el bachillerato es buena e incluso excelente, como lo muestran los porcentajes similares en las respuestas (78 % para el caso de México y 82 % para España).
Para el caso de México, si se considera que el 75 % de los alumnos que ingresan a Bibliotecología proviene de escuelas de la misma UNAM, su opinión sobre la formación recibida corresponde a su empatía con la misma universidad. Sin embargo, esta opinión no se corresponde con la percepción que de ello tienen los profesores. Aunque no se pueden ofrecer datos cuantitativos, se puede apuntar que hay una sensación generalizada que indica que los criterios de admisión en la universidad se han relajado en los últimos años (Gráfica 6).
Conocimiento del plan de estudios. La gran mayoría de los estudiantes conocen el plan de estudios de su carrera. Curiosamente ambos colectivos de alumnos ofrecen el mismo grado de conocimiento, un 92 % (Gráfica 7).
Asistencia a clase. Al tratarse de un sistema presencial en ambas universidades, la asistencia a clase es de suma importancia y así lo muestra la respuesta de los alumnos (Gráfica 8).
Número de horas semanales, adicionales a las clases, que los alumnos dedican al estudio. En cuanto a los hábitos de estudio, resalta que hay una coincidencia entre el comportamiento de los estudiantes mexicanos y españoles. Como media, los alumnos de la UNAM estudian 7.78 horas semanales y los de la UCM, 7.35; no obstante, la dispersión es muy elevada. Como mínimo y máximo, hay un alumno mexicano que señala 0 horas y otro que señala 30, en el caso español un alumno señala 1 hora y otro señala 35. Por franjas de respuesta las diferencias son también notables, tal como observamos en la Gráfica 9.
Es importante resaltar que un porcentaje alto de alumnos (en la UNAM, un 45 %; en la UCM, un 50 %) dedican menos de cinco horas semanales al estudio, una cantidad muy baja para poder seguir con aprovechamiento la carrera.
Lectura habitual de literatura. Un aspecto que se considera deseable en el perfil de ingreso para estudiar Bibliotecología es el hábito por la lectura, lo que se manifiesta en la mayoría de los aspirantes. Lo anterior representa una ventaja porque una de las actividades fundamentales de nuestros profesionales es fomentar dicho hábito, sin mencionar que para aprender estrategias, técnicas y actividades de promoción de lectura es necesario que la practiquen.
Los datos obtenidos de esta pregunta, a diferencia de las anteriores, indican una diferencia notable entre los alumnos de la UNAM y los de la UCM. Los primeros presentan un mayor índice de lectura habitual de literatura (86 %) frente a los alumnos complutenses (60 %) (Gráfica 10).
Número de libros leídos al año. En correspondencia con la pregunta anterior, los estudiantes mexicanos leen más libros al año, concretamente 8.31 como media; el mínimo es de 2 libros, señalado por 9 personas, y el máximo de 50, señalado por una persona. Esta media es positiva, ya que según la Encuesta Nacional de Lectura 2012 el promedio de libros que se lee en México por año es de 2.8. En el caso de la UCM la media son 6.74 libros al año; el mínimo es de 1 libro, señalado por 4 personas, y el máximo de 30 libros, señalado por una persona (Gráfica 11).
Lectura habitual del periódico. En este rubro los resultados son mejores para los estudiantes españoles, quienes afirmaron leer prensa habitualmente en un 73 %, frente al 56 % de los mexicanos. Debe considerarse que en ambos países el periódico impreso compite con el medio digital y con los noticieros de la televisión; como expresa uno de los estudiantes españoles: "en mi casa no se suele comprar el periódico, pero estoy al tanto de las noticias mediante los informativos de la televisión" (Gráfica 12).
Además, la violencia que se vive en México influye en la escasa lectura del periódico, pues los jóvenes evitan las constantes noticias negativas. Para ejemplificar lo anterior presentamos la respuesta de un alumno mexicano: "no me gusta saber qué mal está el mundo, es muy poco usual que se publiquen noticias positivas y si necesito saber de algún evento o algo específico busco la noticia por Internet y así veo únicamente lo que me interesa y no los asesinatos y cosas horribles".
Formatos de documento que se consultan. Las respuestas obtenidas muestran cierta diferencia en cuanto al tipo de documento que consultan los alumnos mexicanos y los españoles. Llama la atención que casi la mitad de estos últimos (un 48 %) sólo consultan documentos electrónicos. En el caso de México este porcentaje se reduce al 23 %. En correspondencia, los porcentajes de consulta del formato impreso son también dispares (32 % para la UNAM, 8 % para la UCM). En cambio, la opción para ambos tipos de formato ofrece porcentajes similares (45 % en México; 44 % en España) (Gráfica 13).
Motivaciones y expectativas hacia sus estudios
Principal razón de elección de la carrera. Llama la atención que una de las razones de peso para elegir Bibliotecología como carrera es el gusto por los libros, lo cual coincide con el hábito por la lectura y el número de libros que se leen por año. Ésta ha sido la opción que mayor índice de respuesta ha tenido entre los alumnos mexicanos (58 %); en cambio, en España el porcentaje ha sido menor (33 %).
Para los estudiantes complutenses la principal razón que los ha llevado a esta profesión ha sido sus salidas laborales (señalado por el 40 %), motivo que comparten con el 44 % de los estudiantes mexicanos, lo que hace que sea la segunda razón en importancia. En México los bibliotecólogos tienen un amplio mercado de acción y poco a poco se han ido posesionando de puestos clave en sistemas bibliotecarios y bibliotecas importantes del país, si bien siguen faltando profesionales que abarquen el amplio mercado de bibliotecas públicas, especiales, escolares, universitarias y sistemas de información del sector público y privado. En España, al momento de aplicar el cuestionario la crisis económica aún no había mostrado su lado más duro y el comportamiento del mercado de trabajo no era tan negativo como en 2013 (Gráfica 14).
Factores de influencia. De nuevo encontramos coincidencias en las respuestas de los estudiantes mexicanos y españoles, relativas a los factores que influyeron en la elección de la carrera. Para ambos colectivos la principal razón fue la familia, aspecto señalado por un tercio de ellos (en el caso de los estudiantes de la UNAM, en un 33 %; los de la UCM un 31 %). El segundo factor indicado fueron los compañeros y amigos, aunque en mayor porcentaje en el caso de los estudiantes complutenses (21 % frente al 12 % de los de la UNAM). Las charlas de orientación (10 % UNAM y 8 % UCM) y los profesores de instituto (11 % UNAM y 6 % UCM) fueron los siguientes indicadores por importancia. Por último, la opción menos señalada fue la de los medios de comunicación (3 % UNAM, 2 % UCM) (Gráfica 15).
Grado de interés hacia estos estudios. En el cuestionario se pidió a los alumnos que valoraran del 1 al 5 su grado de interés hacia la carrera. El resultado indica un interés notable, sobre todo en el caso de los estudiantes mexicanos con una media del 4.03, mientras que en el caso de los españoles la media baja al 3.40. Esto puede ser debido a que los alumnos de la UNAM tienen mayores posibilidades de insertarse en el mercado profesional, lo que provoca en ellos una mayor predisposición a sus estudios (Gráfica 16).
Opción de elección de esta titulación. Con relación directa a la anterior pregunta, los estudiantes debían señalar si esta carrera fue su prioridad. Los resultados indican una diferencia notable entre los alumnos de la UNAM, que señalaron que fue su primera opción en un 72 %, y los de la UCM, cuyo porcentaje baja a la mitad un 35 %. Este dato es preocupante para la facultad española porque indica que las dos terceras partes de su alumnado hubieran preferido estudiar otra profesión, lo que se traduce en un alto abandono posterior de estos estudios (Gráfica 17).
Claridad en los objetivos en cuanto a perfil. Nuestra profesión es un tanto difusa, ya que se puede aplicar a diversos ambientes de trabajo; en consecuencia, muchos de los alumnos tanto en México como en España no tienen muy claro al perfil profesional al que se van a orientar. El 33 % de los alumnos de la UNAM y el 40 % de la UCM señalaron que no lo tenían claro, lo cual coincide en que son más los estudiantes complutenses que acceden a la carrera sin ser su prioridad.
Uno de los aspectos relevantes al elegir cualquier profesión es la vocación que se tenga para ella; al respecto, en la Bibliotecología se da una vocación tardía ya que los niños y los jóvenes desconocen la carrera hasta el bachillerato y la información que tienen sobre ella es la síntesis de la guía de carreras o la que les proporcionan en orientación vocacional; por tanto, son muchos los estudiantes que ingresan sin saber exactamente cuál es el perfil de la carrera a la que se van a dedicar, pero en el primer año lo van conformando, por lo que la información que se facilite en este momento es fundamental para su trayectoria estudiantil (Gráfica 18).
Perfil al que se quieren dedicar. A los alumnos que indicaron que tenían claro su futuro perfil profesional se les pidió que lo identificaran. Los resultados dan notables diferencias entre los alumnos de la UNAM y los de la UCM. Mientras que para los primeros el perfil más importante es el bibliotecario, señalado por un 53 %, para los estudiantes españoles este perfil es el menos indicado, con un 11 %. En España los perfiles que más se han indicado han sido muy diversos y muchos de ellos no tienen que ver con la profesión. Esto se corresponde nuevamente con el hecho de que muchos alumnos españoles estudian esta carrera sin tener la vocación.
Otro aspecto a resaltar es que los estudiantes españoles identifican al perfil del archivero (archivista) como fin de sus estudios en mayor medida que los mexicanos (los primeros un 19 %, los segundos 4 %). También hay que señalar que es alto el porcentaje de estudiantes, sobre todo españoles, que no tienen claro su futuro perfil profesional, algo por otra parte normal ya que como estudiantes de primer ingreso aún no diferencian claramente entre bibliotecario, archivista y documentalista (Gráfica 19).
Claridad en los objetivos en cuanto a sector. Complementando la pregunta sobre el perfil, también se preguntó a los estudiantes si tienen claro el sector profesional al cual dirigirse una vez acabados los estudios. De nuevo hay muchos alumnos que no lo tienen claro (30 % de la UNAM, 38 % de la UCM), siendo este comportamiento normal al ser alumnos de primer curso (Gráfica 20).
Sector al que se quieren dedicar. A los que respondieron que tenían claro el sector se les pedía que lo identificaran. Llama la atención el hecho de que sólo un 33 % de estudiantes en México y 19 % en España piensen trabajar en el sector público, lo que indica que la prospección de los jóvenes es clara respecto a los cambios que el mercado profesional ha sufrido en el mundo, ya que el trabajo en empresas, ONG y transnacionales se ha incrementado en la última década. Por otra parte, mientras que hay un 22 % de alumnos mexicanos que quieren trabajar en fundaciones y ONG, la cifra desciende al 2 % en el caso de los españoles (Gráfica 21).
La imagen social de la titulación y la profesión
Uno de los aspectos básicos para la elección de una profesión es la imagen que la sociedad tiene de ella; al respecto, los estudiantes de primer ingreso opinan sobre el prestigio y la utilidad de diversas profesiones, tanto del área de ciencias duras como de las sociales.
Valoración del prestigio y utilidad de titulaciones. Los alumnos debían contestar esta pregunta mediante una escala del 1 al 5 (siendo el valor óptimo el 5). Como se puede observar en la Gráfica 22, mientras que los estudiantes de la UNAM consideran de mayor prestigio al Derecho, los de la Universidad Complutense piensan que es la Enfermería, seguida de cerca por la Informática, ambas profesiones prácticas y la última de reciente creación. Sin embargo, en cuanto a utilidad se refiere, los alumnos de la UNAM piensan que la Bibliotecología es muy útil, por lo que reconocen que aunque el Derecho tiene mayor prestigio, porque la sociedad reconoce al abogado e identifica su quehacer profesional con facilidad, la Bibliotecología tiene mayor utilidad porque es una profesión muy práctica en aspectos relativos a la organización de la información, diseño y prestación de servicios y difusión de recursos, entre otras actividades profesionales.
Los jóvenes de la Universidad Complutense son más negativos que los de la UNAM en cuanto a la utilidad de nuestra titulación (puntuación media del 3.65 frente al 4.15). Así, de las seis carreras propuestas para los españoles es la cuarta carrera en importancia, detrás de Enfermería, Informática y Derecho. En el caso de los estudiantes mexicanos posicionan su utilidad en segundo lugar, tan sólo superada por Informática.
Reconocimiento de la profesión. Aunque los estudiantes saben que tanto la Bibliotecología como la Documentación tienen cierto nivel de imagen social y de utilidad, son conscientes de que nuestras profesiones no tienen el reconocimiento social deseado. Así lo afirman un 75 % de los alumnos de México y un 67 % de los de España (Gráfica 23).
Conclusiones
Cualquier planificación estratégica que se realice sobre los estudios universitarios en Bibliotecología debe tener en cuenta al alumnado al que se van a dirigir; es decir, considerar tanto el perfil de los alumnos actuales como el de los alumnos ideales, que sepan afrontar las nuevas competencias profesionales que se abren al abordar la gestión de la información. Conocer el perfil de ingreso no sólo orienta a los estudiantes, sino que apoya a las autoridades para conocer a sus alumnos y establecer las estrategias necesarias que mejoren su trayectoria en la universidad.
De esta forma, al analizar la bibliografía señalada y los resultados de esta investigación, se observa que hay cierta similitud en las características de los estudiantes que deciden adentrarse en nuestras materias, sin dejar de lado las particularidades propias de cada país. Los rasgos más interesantes se recopilan a continuación, siguiendo los tres ejes del cuestionario aplicado:
Datos personales, académicos y de usos de la información. Cada vez hay un mayor porcentaje de hombres que estudian la carrera; en México, por ejemplo, su porcentaje (el 49 %) prácticamente ya está igualado con el de las mujeres. El nivel educativo de los padres, tanto de los estudiantes mexicanos como de los españoles, es medio-alto y destaca el hecho que muchos de ellos no tienen estudios universitarios (62 % en el caso de la UNAM, 65 % en la UCM), lo que indica que la formación universitaria se está extendiendo a toda la sociedad. Hay una diferencia notable en el hábito de lectura entre ambos colectivos: mientras que los alumnos mexicanos afirman en un 86 % que leen habitualmente, en el caso de los españoles este porcentaje baja al 60 %. Por el contrario, los de la UCM leen con más frecuencia el periódico (73 %) que los de la UNAM (56 %). Esto puede obedecer a que los estudios en México se enfocan en la Bibliotecología mientras que en España el entorno es cada vez más abierto y relacionado con la información en general. Esto también puede explicar la diferencia entre el 48 % de los estudiantes españoles que afirman consultar sólo documentos digitales frente al 23% de los mexicanos.
Motivaciones y expectativas hacia sus estudios. En estrecha relación con la idea anterior, se ha señalado que el gusto por los libros es la razón primordial para la elección de la carrera de los estudiantes de la UNAM (58 %), mientras que para los de la UCM la razón primordial son sus salidas laborales (40 %). En cambio, los factores de influencia coinciden en ambos grupos (la familia, los compañeros y amigos y los profesores). Destaca que muchos de los alumnos españoles accedieron a estos estudios no como su primera opción, sino porque se trataba de una carrera disponible con base en su nota de acceso, algo similar a lo señalado en el caso de Grecia (Moniarou-Papaconstantinou et al. , 2010). Sólo el 35 % eligió esta profesión en primer término. En el caso de los mexicanos el porcentaje es mucho más positivo, al 72 %, lo que se debe a las oportunidades de empleo que se tienen en el país. En cuanto al perfil y el sector profesional al que se quieren orientar una vez acabados los estudios, hay un porcentaje importante de alumnos mexicanos y españoles que no lo tienen claro (33 % de la UNAM y 40 % de la UCM). En el caso de los alumnos mexicanos que lo tenían claro, el 53 % quiere ser bibliotecario (en España tan sólo el 11 %).
Imagen social de la titulación y la profesión. Para ambos grupos de alumnos es mayor la utilidad que el prestigio de la carrera, los mexicanos presentan medias más altas. Los alumnos de ambas nacionalidades indican el bajo reconocimiento social de nuestras profesiones (75 % los mexicanos, 67 % los españoles). Asimismo, las instituciones educativas deben atender el promedio con el que llegan los estudiantes con la finalidad de fortalecer las áreas de conocimiento que lo requieran y así mejorar la trayectoria de los estudiantes.
Hoy en día las universidades y sus diferentes facultades están en competencia para atraer el mayor número de alumnos, ya que en algunos casos de ello depende su propia supervivencia. Conocer el perfil del alumno que se matricula en nuestros estudios es esencial para dirigir de una forma más acertada nuestras enseñanzas y planificar una estrategia de captación de nuevos estudiantes. La mejora de los programas académicos en Bibliotecología debe ser constante, sólo así se puede mejorar la imagen social de nuestra profesión.