Introducción
Aunque el número cromosómico es importante en sistemática vegetal (Stace, 2000), el conocimiento al respecto es limitado. De acuerdo con Bennett (1998), se conoce el número cromosómico de 25% de las angiospermas. En contraste, ha sido ampliamente evidenciado que la poliploidía juega un papel significativo en la evolución de las angiospermas (Soltis et al., 2009; Levin, 2013), y una estimación reciente sugiere que todos sus linajes han experimentado uno o más eventos de poliploidización (Wood et al., 2009). La evolución cromosómica en la familia Asteraceae Bercht. & J. Presl ha sido estudiada y se han señalado distintos eventos de poliploidía y reducciones cromosómicas. Estos fenómenos también han sido documentados en la tribu Coreopsideae (Less.) Turner & Powell (Robinson et al., 1981; Crawford et al., 2009; Semple y Watanabe, 2009). El número cromosómico gametofítico más frecuente en Coreopsideae es n=12-14 y algunos autores han sugerido a estos valores como el número básico, con aneuploidías marcadas en algunos linajes (Smith, 1975; Robinson et al., 1981). Sin embargo, a partir de una hipótesis filogenética, Crawford et al. (2009) consideraron como número básico para Coreopsideae x=16 y una serie de tres clados aneuploides en donde el género Coreopsis L. resulta parafilético: Clado A (Chrysanthellum Rich., Coreopsis sección Anathysana Blake, Electranthera Mesfin Tadesse, D.J. Crawford & Pruski, Glossocardia Cass., Isostigma Less., Henricksonia B.L. Turner, Heterosperma Cav.); Clado B (Fitchia Hook, Narvalina Cass., Oparanthus Sherff, Petrobium R. Br., Selleophytum Urb., y Clado C (Bidens L., Coreocarpus Benth., Coreopsis secciones Calliopsis (Rchb.) Nutt., Coreopsis, Eublepharis Nutt, Gyrophyllum Nutt. y Pseudoagarista A. Gray y Silphidium (Torr. & A. Gray) A. Gray, Cosmos Cav., Leptosyne DC., Thelesperma Less.).
De acuerdo a Panero y Funk (2002) y Crawford et al. (2009), Coreopsideae incluye 24 géneros y cerca de 600 especies. Su mayor diversidad se encuentra en México, donde crecen 50% de los géneros y las especies (Castro-Castro et al., 2013). Las Coreopsideae mexicanas concentran 85% de su diversidad en los géneros Bidens, Cosmos, Coreopsis y Dahlia Cav. Cosmos es un grupo monofilético y contiene 35 especies incluidas en las secciones Cosmos, Discopoda (DC.) Sherff y Mesinenia Sherff (Sherff, 1932; Castro-Castro et al., 2014). Con excepción de C. peucedanifolius Wedd., el resto de las especies crecen en México (Castro-Castro et al., 2013, 2014; Vargas-Amado et al., 2013).
Cosmos ha sido sujeto de escasos estudios citogenéticos y citogeográficos (Melchert 1990, 1990a, 2010). El análisis citogeográfico de Melchert (1968) destacó distintos eventos de poliploidía y reducciones cromosómicas. Como resultado, se ha hipotetizado que las alteraciones cromosómicas han sido significativas en la evolución y especiación de Cosmos (Vargas-Amado, 2013; Castro-Castro et al., 2014). Cosmos secc. Discopoda es el grupo más diverso del género, agrupa 24 especies herbáceas perennes; su número cromosómico básico es x=12 y es monofilético (Castro-Castro 2015; Cuadro 1). La citogeografía del grupo no ha sido estudiada. Melchert (1968) analizó 12 especies, pero no consideró algunos conteos previos a su obra. En tiempos recientes, han sido publicados conteos cromosómicos para 18 especies de la sección (Cuadro 1). Con este marco, el propósito de la presente comunicación es validar los conteos cromosómicos reportados por Castro-Castro et al. (2014) para C. nitidus Paray, C. pseudoperfoliatus Art. Castro, M. Harker & Aaron Rodr. y C. ramirezianus Art. Castro, M. Harker & Aaron Rodr. Además, se discute sobre el nivel de ploidía ancestral y se aportan datos sobre la distribución geográfica de niveles de ploidía de la sección.
Cuadro 1 Conteos cromosómicos y frecuencia de poliploides en especies de Cosmos Cav. sección Discopoda (DC.) Sherff. Número cromosómico básico x=12.
Especie | Niveles de ploidía | Localidad | Fuentes | ||||||
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2x | 2x+2 | 4x | 6x | 8x | 8x-4 | ||||
1. | C. atrosanguineus (Hook.) A. Voss | 24 | Plantas cultivadas en el Instituto de Horticultura John Innes, Merton, Londres | Lawrence (1929) | |||||
2. | C. concolor Sherff | 72 | México. Durango, Durango, 0.5 mi W of Hacienda Coyotes, route 40, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6038D, 6038F-G, 6038G, 6038K (IA) | Melchert (1968) | |||||
3. | C. deficiens Melchert | 24 | México. Jalisco, Cuautla, road from Los Volcanes to Mascota, 9 mi NW of Los Volcanes, N. J. Carman y D. E. Giannasi 68-114 (IA, TEX) | Melchert (2010) | |||||
4. |
C. diversifolius Otto ex Knowles & Westc. |
24 | México. Oaxaca, Oaxaca, 13 mi N of Nochixtlán, route 190, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6195 (IA); 20 mi S of Nochixtlan, route 190, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6161 (IA); just N of La Carbonera, ca. 28 mi N of Ciudad Oaxaca, route 190, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6177 (IA); 1.5 mi N of La Carbonera, route 190, T. E. Melchert 6180 y P. D. Sorensen (IA); 17 mi NE of Ciudad Oaxaca, road to Ixtlán de Juárez, T. E. Melchert 6182 (IA); 15.5 mi NE of Ixtlán de Juárez near Llano de las Flores, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6195 (IA); 26 mi S of Nochixtlan, route 190, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6164 (IA); T. E. Melchert et al. 67-93 (TEX); N. J. Carman 68-44 (TEX) México. Hidalgo, T. E. Melchert et al. 67-43 (TEX). | Melchert (1968, 2010); Turner et al. (1961, 1962) | |||||
48 | Mexico. Distrito Federal, 6.5 mi N of Tres Marías, route 95, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6113 (IA). San Luis Potosí, T. E. Melchert et al. 67-19 A-D (TEX) | Melchert (1968, 2010) | |||||||
5. | C. jaliscensis Sherff | 48 | México. Jalisco, Cuautla, N. J. Carman 68-16 (TEX) | Melchert (2010) | |||||
72 | México. Jalisco, Cuautla, 5.5-6 mi W of Los Volcanes, road to Mascota, T. E. Melchert et al. 6381 (IA). | Melchert (1968, 2010) | |||||||
6. | C. juxtlahuacensis Panero & Villaseñor | 26 | México. Oaxaca, Juxtlahuaca, 27 km al E de Juxtlahuaca a lo largo de la carretera a San Martín Peras, J. L. Panero et al. 3506 (TEX) | Strother y Panero (2001) | |||||
7. | C. longipetiolatus Melchert | Sin datos | |||||||
8. | C. mattfeldii Sherff | Sin datos | |||||||
9. | C. mcvaughii Sherff | 24 | México. Jalisco, Cuautla, ca. 8 mi W of Los Volcanes, road to Mascota, T. E. Melchert et al. 6388, 6388C, 6388D (IA) | Melchert (1968) | |||||
10. | C. modestus Sherff | 24 | México. Estado de México, T. E. Melchert et al. 67-139A, 67-139B, 67-140 (TEX) | Melchert (2010) | |||||
11. | C. montanus Sherff | 24 | México. Jalisco, Cuautla, 3 mi W of Cuautla, road to Los Volcanes, T. E. Melchert et al. 6368 (IA) | Melchert (1968) | |||||
48 | México. Jalisco, N. J. Carman y D. E. Giannasi 68-119 (TEX) | Melchert (2010) | |||||||
12. | C. nelsonii B.L. Rob. & Fernald | Sin datos | |||||||
13. | C. nitidus Paray | 24 | México. Estado de México, Sultepec, 1 km al SE de Sultepec, por la carretera estatal México 10 rumbo a Totolmaloya, A. Rodríguez y G. Vargas-Amado 6009 (IBUG, IEB, MEXU) | Este trabajo | |||||
14. | C. palmeri B.L. Rob. | 48 | México. Durango, Durango, 4 mi N of route 90, road from El Soldado to Otinapa, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6021 (IA); 4 mi W of El Soldado, route 40, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6023 (IA); 6 mi W of El Soldado, route 40, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6026 (IA); 9.5 mi W of El Soldado, intersection local road and route 40, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6028 (IA); N. J. Carman 68-19 (GH), N. J. Carman y D. E. Giannasi 68-67 (GH); T. E. Melchert et al. 6293 (GH) | Melchert (1968, 2010) | |||||
15. | C. peucedanifolius Wedd. | 24 | Argentina. Jujuy, dpto. Capital, 0.5 km arriba de Yala, en Quebrada Río Yala, J. H. Hunzinker et al. 10262 (SI) | Robinson et al. (1981); Rozenblum et al. (1985); Wulff et al. (1996) | |||||
16. | C. pringlei B.L. Rob. & Fernald | 96 | 92 | México. Chihuahua, T. E. Melchert et al. 6265 (GH). Durango, N. J. Carman y D. E. Giannasi 68-68 (TEX) | Melchert (2010) | ||||
17. | C. pseudoperfoliatus Art. Castro, M. Harker & Aaron Rodr. | 48 | México. Jalisco, Guachinango, km 41.5 carr. Ameca-Mascota, 3.5 km al O de Guachinango, en el paraje Santa Cruz del Roble, A. Castro-Castro y A. Rodríguez 1979 (IBUG, IEB, MEXU) | Este trabajo | |||||
18. | C. purpureus (DC.) Benth & Hook.f. ex Hemsl. | 24 | México. Estado de México, 34 mi SW of Toluca, ca. 10 km NE of Temascaltepec, route 130, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6223 A-B, 6223 D-F (IA). | ||||||
48 | México. Estado de México, 7 mi S of Tenancingo, route 55, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6126 (IA); T. E. Melchert et al. 67-149 A-B, T. E. Melchert et al. 67-150 A-B (TEX) | Melchert (1968, 2010) | |||||||
19. | C. ramirezianus Art. Castro, M. Harker & Aaron Rodr. | 24 | México. Jalisco, Zapopan, Calle Encino del Fraccionamiento La Herradura, 25 km al W de Guadalajara, A. Castro-Castro y L. M. Villarreal de Puga 2295 (IBUG, IEB, MEXU) | Este trabajo | |||||
20. | C. scabiosoides Kunth | 24 | México. Estado de México, ca. 18 mi E of Mexico City, route 190 (K 28), T. E. Melchert et al. 6147A, 6147B, 6147C, 6147D, 6147E, 6147F (IA); 27 mi SW of Toluca, route 130 to Temascaltepec, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6219 (IA). Michoacán, 6 mi W of Quiroga, route 15, T. E. Melchert et al. 6411 (IA). Morelos, T. E. Melchert et al. 67-129 (TEX). Veracruz, T. E. Melchert et al. 67-113 (TEX) | Melchert (1968, 2010) | |||||
48 | México. Estado de México, highway N of Valle de Bravo, junction with access road to reservoir power plant, T. E. Melchert et al. 6430 (IA). Michoacán, route 15, 2 mi E of junction with road to Uruapan, T. E. Melchert et al. 6405 (IA); 9 mi W of Ciudad Hidalgo, route 15,T. E. Melchert et al. 6425 (IA); 22 mi W of Ciudad Hidalgo, route 15, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6099 (IA) | ||||||||
21. | C. schaffneri Sherff | 24 | México. Estado de México, 5 mi S of Texcaltitlán, road to Sultepec, T. E. Melchert et al. 6496, 6496A-B (IA); Cerro de Cualtepec, ca. 4 km SE of Sultepec, T. E. Melchert et al. 6499 (IA) | Melchert (1968) | |||||
22. | C. sessilis Sherff | Sin datos | |||||||
23. | C. sherffii Melchert | 24 | México. Oaxaca, Oaxaca 30 mi S of Nochixtlán, route 190, T. E. Melchert y P. D. Sorensen 6166 (IA); 3-3.5 mi N of La Carbonera, route 190 (ca. 29 mi N of Ciudad Oaxaca), T. E. Melchert et al. 6476 (IA) | Melchert (1967) | |||||
24. | C. stellatus Sherff | 24 | México. Michoacán, Aguililla, road from Apatzingan to Dos Aguas, ca. 2 mi E of Dos Aguas. N. J. Carman | Melchert (1990, 2010) |
Materiales y métodos
Colección de material vegetal
Comprendió la recolección de semillas y plantas vivas, para realizar los conteos cromosómicos durante los años 2011-2013. Fueron preparados ejemplares de herbario de respaldo siguiendo los métodos propuestos por Sánchez-González y González (2007). El juego principal de la colección fue depositado en el herbario IBUG y fueron distribuidos duplicados a los herbarios CIIDIR, IEB y MEXU (acrónimos Thiers 2016; Cuadro 1).
Conteos cromosómicos
Fueron colocados 10 aquenios por especie sobre papeles húmedos en cajas petri a 37 ºC, durante 3-5 días. En promedio, las semillas germinaron después de una semana. Por separado, dos plantas vivas por especie fueron mantenidas en cultivo en condiciones de invernadero, con temperatura y humedad controladas y con un riego de hormonas promotoras del enraizamiento. En ambos casos, 10 puntas de raíz por especie fueron recolectadas a las 5:00, 12:00 y 17:00 horas y fijadas en 5 ml de 8-hidroxiquinoleina a 2mM, durante siete horas y a temperatura ambiente. Después, las muestras fueron fijadas en 5 ml de alcohol acético, hidrolizadas con enzimas peptídicas a 37 ºC durante 1.5 horas y suspendidas en 5 ml de ácido clorhídrico. En seguida, las puntas de raíz fueron teñidas con acetorceina y se prepararon placas mediante aplastamiento y calor. Por último fueron observadas, en promedio, 50 células en profase para cada especie y se obtuvieron fotomicrografías de los campos de mejor resolución (Castañeda-Nava, 2012).
Trabajo de gabinete
La información cromosómica de las especies de Cosmos secc. Discopoda obtenida en el presente trabajo fue complementada con los conteos compendiados por Castro-Castro et al. (2014) y citados en el Cuadro 1, así como a partir de la consulta de las bases de datos de Watanabe (2013) y Tropicos (Tropicos, 2015).
Análisis citogeográfico
Para el análisis de la distribución geográfica de niveles de ploidía en Cosmos secc. Discopoda, se utilizó la base de datos geográficos con 810 registros generada por Vargas-Amado et al. (2013) y se asignó un nivel de ploidía a cada especie. Para utilizar la información, la base de datos fue convertida a un formato compatible con un SIG mediante el programa de cómputo ArcView 3.3 (ESRI, 1992-2002). En ArcView 3.3 se verificó la proyección de los puntos mediante su superposición con los mapas de límites administrativos de los países del continente americano y las provincias fisiográficas de México (INEGI, 2001). Por último, se realizó una reconstrucción del nivel de ploidía ancestral utilizando el resultado del análisis filogenético de Cosmos generado por Castro-Castro (2015). La reconstrucción del estado ancestral y los cálculos de los valores de máxima verosimilitud (VML) se llevaron a cabo en el programa Mesquite v.2.75 (Maddison y Maddison, 2011), empleando el modelo Mk1 (Markov k-state one-parameter) el cual asume tasas de cambio similares entre cualquiera de los estados del carácter analizados.
Resultados y Discusión
Los conteos cromosómicos, obtenidos para Cosmos secc. Discopoda y los registrados con anterioridad, aparecen en el Cuadro 1. Cosmos nitidus y C. ramirezianus son diploides (2n=2x=24) y C. pseudoperfoliatus es tetraploide (2n=4x=48) (Fig. 1).
![](/img/revistas/abm/n118//2448-7589-abm-118-00041-gf1.jpg)
Figura 1 Cromosomas en metafase mitótica para tres especies de Cosmos Cav. sección Discopoda (DC.) Sherff. Escala=5µm. A. Cosmos nitidus Paray (2n=2x=24); B. Cosmos pseudoperfoliatus Art. Castro, Harker & Aarón Rodr. (2n=4x=48); C. Cosmos ramirezianus Art. Castro, Harker & Aarón Rodr. (2n=2x=24).
Citogeografía
Cosmos secc. Discopoda es citológicamente complejo y es evidente que distintos eventos de poliploidía han facilitado su diversificación. Como muestra, 42% de los taxa son poliploides. De las 20 especies de las que se conoce su número cromosómico, 12 son diploides (2n=2x), seis taxa son exclusivamente poliploides (2n=4x, 6x, 8x) y cuatro son diploides y poliploides (Cuadro 1). Además, es posible hipotetizar sobre dos eventos independientes de aneuploidía en poblaciones de C. pringlei B.L. Rob & Fernald y C. juxtlahuacensis Panero & Villaseñor. En el primero, su condición normal es 2n=8x=96, pero existen poblaciones que pueden corresponder a poblaciones poliploides aneuploides, donde 2n=8x=92 (2n=8x-4=92). En cambio, en C. juxtlahuacensis, pueden considerarse poblaciones diploides aneuploides con 2n=2x=26 (2n=2x=24+2).
Numerosos autores han señalado que la aneuploidía juega un papel importante en la evolución y progresión cromosómica de las plantas. Tal proceso ha sido propuesto ser efectivo en la especiación del género Mikania Willd. (Ruas y Aguiar-Perecin, 1997). También, Frederico et al. (1996) y Peirson et al. (2013) demostraron que la aneuploidía, poliploidía y los rearreglos estructurales a nivel cromosómico han sido determinantes para la evolución de las especies sudamericanas y norteamericanas de los géneros Stevia Cav. y Solidago L., respectivamente. Así mismo, Malallah et al. (2001) encontraron en diferentes poblaciones de Picris babylonica Hand.-Mazz. una amplia serie cromosómica aneuplide que fue relacionada con una variación en el desarrollo de capítulos homocárpicos o heterocárpicos. La aneuploidía en Cosmos es un área de oportunidad en la investigación y su examen a fondo podría revelar procesos evolutivos importantes en el género.
Las especies de la sección también son diversas en su morfología. Los límites específicos no son claros y en ocasiones existe una variación clinal. Esta observación también existe cuando se analiza la distribución geográfica y los niveles de ploidía. Un ejemplo es el complejo de especies integrado por Cosmos palmeri B.L. Rob. y C. pringlei (Castro-Castro et al., 2013). Cosmos pringlei se desarrolla con mayor frecuencia en el norte de la Sierra Madre Occidental; ahí las poblaciones analizadas por Melchert (2010) son octoploides (Cuadro 1; Fig. 1). Por su parte, C. palmeri mantiene una distribución más amplia, comparte espacios con C. pringlei, se extiende hacia el sur del mismo sistema de montañas y sus poblaciones son tetraploides (Cuadro 1; Fig. 1).
La poliploidía es un proceso evolutivo importante que produce variación genética y facilita la colonización de nuevos y diferentes hábitats (Soltis et al., 2009; Wood et al., 2009). Como consecuencia, se espera que los poliploides tengan una distribución geográfica más amplia en comparación con sus congéneres diploides (Grant, 1989). En Cosmos sección Discopoda, las observaciones en este sentido son contrastantes. En la sección, 10 especies diploides tienen una distribución geográfica restringida (C. deficiens (Sherff) Melchert, C. juxtlahuacensis, C. mcvaughii Sherff, C. modestus Sherff, C. nitidus, C. ramirezianus, C. schaffneri Sherff, C. sessilis Sherff, C. sherffii Melchert y C. stellatus Sherff). Cosmos peucedanifolius, aunque también es diploide, tiene una amplia distribución que se extiende a través de Los Andes en Argentina, Bolivia y Perú. Cosmos diversifolius Otto ex Knowles & Westc. y C. scabiosoides Kunth tienen poblaciones diploides y tetraploides con una distribución geográfica amplia en México y Guatemala (Vargas-Amado et al., 2013; Cuadro 1). Ambos taxones ocupan rangos elevacionales amplios sobre hábitats diversos.
Por el contrario, Cosmos purpureus (DC.) Benth. & Hook.f. ex Hemsl. tiene un rango geográfico reducido aunque sus poblaciones pueden ser diploides y tetraploides. Cosmos atrosanguineus (Hook.f.) Voss, C. montanus Sherff, C. nelsonii B.L. Rob. & Fernald y C. pseudoperfoliatus son tetraploides y microendémicos con rangos elevacionales estrechos y con requerimientos de hábitat particulares. Cosmos jaliscensis Sherff agrupa poblaciones tetraploides y hexaploides. Sin embargo, es una especie endémica del oeste de Jalisco. Otro caso interesante es C. concolor Sherff, un hexaploide endémico del sur de la Sierra Madre Occidental. Por último, se tiene C. pringlei, un octoploide restringido a la Sierra Madre Occidental (Vargas-Amado et al., 2013; Cuadro 1). En conclusión, en Cosmos secc. Discopoda no existe relación entre los niveles de ploidía y sus rangos de distribución geográfica. El estudio de la evolución cromosómica en esta sección requiere de más conteos y su asociación a una hipótesis filogenética. También es necesario analizar el proceso de hibridación.
La variación cromosómica en Cosmos secc. Discopoda implica distintos procesos. En ésta sección se distinguen dos grupos de especies morfológicamente similares y poliploides. El primer grupo está representado por los tetraploides Cosmos atrosanguineus, C. montanus y C. palmeri (2n=4x=48). En este mismo complejo, en C. jaliscensis hay poblaciones tetraploides y hexaploides (2n=4x=48; 2n=6x=72). De forma análoga, C. purpureus y C. scabiosoides tienen poblaciones diploides y tetraploides (2n=2x=24; 2n=4x=48). Así mismo, en C. pringlei la poliploidía y la aneuploidía explican su variación cromosómica. En esta especie se han registrado dos tipos de poblaciones octoploides. En la primera 2n=8x=96 pero la segunda requiere una modificación a la serie poliploide pues 2n=8x-4=92, fenómeno denominado como reducción de la poliploidía (Grant, 1989; Cuadro 1). En morfología, este primer grupo es diferente a un segundo complejo de especies, en su mayoría diploides y formado por C. deficiens, C. mcvaughii, C. modestus, C. nitidus, C. peucedanifolius, C. ramirezianus, C. schaffnerii, C. sessilis, C. sherffii y C. stellatus (2n=2x=24; Cuadro 1). En este grupo, una excepción es C. diversifolius que tiene poblaciones diploides y tetraploides.
Lo antes discutido se puede evaluar en un contexto filogenético. El origen común de las especies con igual nivel de ploidía constituye una hipótesis. Por el contrario, la poliploidía puede ser el resultado de eventos independientes. Los resultados de la reconstrucción del nivel de ploidía ancestral en Cosmos secc. Discopoda muestran que n=12 (VML=0.87) y los taxa poliploides no se agrupan en un solo clado (Fig. 3). En consecuencia, el análisis sugiere un origen independiente de los taxa poliploides. Esta hipótesis se apoya con los hallazgos de Reberning et al. (2010), Artyukova et al. (2011) y Peirson et al. (2013) para las series poliploides no monofiléticas de los géneros Melampodium L., Oxytropis DC. y Solidago L., respectivamente. Las series de duplicación cromosómica han ocurrido en cinco eventos distintos, que representan clados diferentes en la filogenia de Cosmos secc. Discopoda. Por otro lado, en esta sección existe una variación clinal en los niveles de ploidía a lo largo de su amplitud geográfica. Los valores aumentan de sur a norte y es notable la concentración de poliploides a lo largo de la Sierra Madre Occidental (Fig. 2).
![](/img/revistas/abm/n118//2448-7589-abm-118-00041-gf2.jpg)
Figura 2 Distribución geográfica de niveles de ploidía para las especies de Cosmos Cav. sección Discopoda (DC.) Sherff.
![](/img/revistas/abm/n118//2448-7589-abm-118-00041-gf3.jpg)
Figura 3 Reconstrucción del nivel de ploidía ancestral en Cosmos Cav. (Asteraceae, Coreopsideae). Los colores contenidos en los círculos de cada nodo representan proporciones de los valores de verosimilitud para cada nivel de ploidía (modificado de Castro-Castro, 2015).
Por último, en Cosmos existe una correlación entre hábitos de crecimiento y números cromosómicos. Las especies perennes tienen niveles de ploidía más elevados que las anuales (Cuadro 1; Fig. 3). Por ejemplo, 78% de las especies sufrútices de Cosmos sección Mesinenia son poliploides. Aún más, cuando se comparan las herbáceas perennes y las anuales, la tendencia a la poliploidía es mayor en las perennes (Cuadro 1; Fig. 3). Este hecho concuerda con lo observado en los géneros Helianthus L., Zea L. y Sorghum Moench (Müntzing, 1936) y en 220 géneros de eudicotiledóneas (Stebbins, 1938).