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Investigaciones geográficas
versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611
Invest. Geog no.76 Ciudad de México dic. 2011
Reseñas
Pizarro, A. (2009), Amazonía: el río tiene voces
Caroline Stamm
Fondo de Cultura Económica Chile, Santiago, 252 p., ISBN 9789562890762
Lab' Urba, Université ParisEst
Amazonía: el río tiene voces, es el resultado de un trabajo desarrollado por Ana Pizarro, investigadora, académica y crítica literaria chilena, a lo largo de varios años. El libro, fue galardonado con el Premio de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada, de Casa de Las Américas, ya que a juicio del jurado "se trata de una acuciosa y reveladora investigación que nos ayuda a entender un universo geográfico fundamental y sus implicaciones culturales". El objetivo de la autora ha sido justamente ese: llamar la atención sobre la Amazonía, área geográficacultural olvidada casi completamente por los estudios latinoamericanos, salvo por la antropología. Al contrario de lo que sucede con el mundo andino, el espacio amazónico ha sido poco abordado en los trabajos sobre la cultura latinoamericana. Sin embargo, este acercamiento es necesario en el contexto medioambiental actual, en el cual la región reserva de biodiversidad, de agua y de minerales, juega un papel central. Al mismo tiempo, la Amazonía es un área en transformación y en peligro. Sus habitantes, así como su riqueza natural, son amenazados por la modernización y la injerencia extranjera.
En este marco general, la ambición de este trabajo es ver la enorme pluralidad cultural de la Amazonía a partir de un enfoque global sobre la región y no sólo desde un país. La Amazonía tiene la particularidad de ser "frontera cultural dinámica, en (la) relación cultural que el continente ha ignorado entre Hispanoamérica y Brasil" (p. 17). Esta relación se funda en diferencias fundamentales entre los portugueses, que ya tenían conocimiento de la alteridad a través de experiencias colonizadores previas en África y en Asia. En este contexto, su acción con las colonias que establecieron en América fue menos violenta y más laxa que la de los españoles. Las dos colonias se desarrollaron paralelamente pero con relaciones contradictorias de convergencia y divergencia, de reconocimiento y extrañeza. La complejidad que surge desde la Amazonía, se prolonga hasta hoy y se manifiesta en ocho países (Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Surinam, Guyana) y en la Guyana francesa.
Ana Pizarro considera a la Amazonía como un área cultural con rasgos propios dentro del conjunto latinoamericano. Esta área cultural se construyó históricamente alrededor de la hoya hidrográfica, pero su unidad geográfica precedió en mucho al reconocimiento de una unidad simbólica de la región. Se trata entonces de ver aquí cuáles son los elementos que hacen de la Amazonía un área cultural específica y una unidad articulada, a pesar de su heterogeneidad. Para eso, se enfoca en ver cómo se han construido y se construyen los imaginarios sobre el área, tanto en los discursos escritos y como orales surgidos de la Amazonía. Se consideran como discursos no solamente los discursos estéticos (novela, poesía, "literaturas indígenas") sino también los discursos descriptivos de trabajo y de vida cotidiana.
La Amazonía ha sido construida por un pensamiento externo a ella a través de la perspectiva europea y occidental, por lo que la autora avanza la idea de que "La Amazonia es, entonces, una construcción discursiva" (p. 28). El libro está organizado en función de esta discursividad. Después del primer capítulo introductorio, con el mapa de navegación del tema, el libro se desarrolla, según un orden cronológico, en cuatro capítulos y un epílogo. A lo largo de estos capítulos las voces se diversifican y se multiplican.
El capítulo dos, titulado "Las crónicas de viajes: conquistadores y naturalistas", recorre los discursos de la Amazonía desde la llegada de los europeos en el siglo XV hasta el siglo XIX, durante el cual se empiezan a descubrir varias voces en la región. El fuerte discurso europeo fue creado por los descubridores, los ocupantes y los viajeros científicos que escribieron sobre la Amazonía. La primera crónica es transmitida por el texto de Carvajal (1542 [1955]) donde se relatan los sucesos que vivió la expedición de Francisco de Orellana en 15411542 en su búsqueda del mítico País de la Canela. Este texto da a conocer al Occidente la naturaleza, la riqueza amazónica y también su alteridad. Con este testimonio se inicia la implantación de la mitología europea en la región, la que se volverá un elemento importante de su cultura. Seguirán a esa primera expedición varias otras como la de Pedro de Urzúa y Lope de Aguirre, o la de Pedro Texeira. Estos relatos desarrollaron tres figuras que emergieron a partir del imaginario europeo de los viajeros y de sus experiencias previas: las guerreras Amazonas, El Dorado y El Maligno. Estas primeras imágenes presentan a la Amazonía como:
espacio paradisiaco e infernal, caótico, poblado por criaturas extrañas, objeto privilegiado de lo demoniaco y por tanto aptas para su transformación en siervos de la Iglesia Católica (p. 81).
En el contexto de la transición en Europa entre el Antiguo Régimen y la modernidad, la racionalidad se impone en los discursos sobre el área a partir del siglo XVIII. Se vincula a través de la voz de los naturalistas quienes observan, clasifican, anotan pero también describen la Amazonía como una región rica para ser explotada.
"Voces del seringal: discursos, lógicas, desgarramientos amazónicos" es el tercer capítulo de la obra. Analiza en detalle los discursos relacionados con la explotación del caucho, materia que conoce un auge con la modernización de las comunicaciones, con el desarrollo de la industria textil, del automóvil y de los neumáticos. La historia de la explotación del caucho tiene dos grandes momentos en la Amazonía, el primero a principios del siglo XIX y el segundo, en Brasil, durante la segunda guerra mundial. Dentro de ese periodo histórico, Ana Pizarro distingue y analiza tres voces: la del poder representada por los barones del caucho, la de los intelectuales y la de las víctimas los seringueiros. La voz de estos últimos es particularmente interesante de escuchar, ya que aparece por primera vez la voz de los "dominados" que interfiere la voz hegemónica de los europeos. Esta voz ha sido recogida por varias fuentes, tales como los testimonios escritos, mitos o poesía oral (literatura de cordel). A partir de ahí se desarrolla una pluralidad de voces sobre la Amazonía.
Es lo que resalta el capítulo cuatro, "Modernización y pluralidad de voces" que cubre el periodo desde los años sesenta y setenta hasta el siglo XXI. A partir de este momento, ya no son los ríos quienes estructuran los desplazamientos y las actividades al interior de la Amazonía, sino las nuevas carreteras construidas por el gobierno brasileño. Éstas llegaron junto a las hidroeléctricas y a las mineras, llevando un fuerte trastorno en la organización amazónica y dando origen a los campesinos sin tierra. En este marco, la autora identifica seis tipos de discursividad: la estética ilustrada, el relato amazónico en forma de novela, los discursos fantásticos de los sectores populares, los mismos discursos elaborados comunitariamente, la voz de los pobladores y trabajadores amazónicos como sujetos sociales individuales y colectivos, y finalmente las cosmovisiones indígenas o "oralituras". Ahora por primera vez, los indígenas escriben y publican sus textos sin los intermediarios que existían en la época anterior, lo que significa un cambio fundamental en los discursos. El primero de estos textos, escrito en portugués y en lengua dessana, es la narración cosmogónica de dos autores dessana (Kumu y Kenhíri, 1980). Muchos otros testimonios son referenciados en el texto, haciendo hincapié en la capacidad de resistencia que las voces subalternas presentan.
El último capítulo, antes del epílogo, trata sobre "La cultura de la droga" en la Amazonía, del narcotráfico, pero también del uso tradicional y ritual de los sicotrópicos o "plantas de los dioses". Ambos generan imaginarios específicos, mitos, relatos, formas estéticas, etcétera.
La obra concluye con una descripción de la fiesta de Nossa Señora de Nazaré que tiene lugar cada año en Belem do Pará y que reúne de dos a tres millones de personas de la región en una gran fiesta de la tolerancia, de la comunicación con el otro demostrando "la pluralidad de una cultura abierta y con un sentido del disfrute" (p. 234). Este evento simboliza de alguna manera las distintas voces, tonos, estéticas y propósitos de los discursos de la Amazonía. Adentro de la región, las voces son las de los ribereños, indígenas, caucheros, quilombolas o habitantes urbanos. Afuera, el discurso de la Amazonía parece ser el de la protección del medioambiente, pero este tampoco es único. Estos discursos revelan las tensiones en la Amazonía, pero también más allá las tensiones que existen en el continente americano. La población amazónica sirve de metáfora triste para resumir las oleadas invasoras desde el inicio de la conquista. Mucho material cultural subyace perdido a raíz de la occidentalización de un continente cuya identidad se vio modificada por los discursos hegemónicos de Europa, dando pie al sincretismo que caracteriza y simboliza a todos los otros países de Latinoamérica.
La lectura de este libro es semejante a escuchar las distintas voces ya mencionadas, descubriendo un gran número de referencias ante todo literarias sobre la Amazonía. Aunque no sea el propósito de la autora, la obra ofrece, al mismo tiempo que una multiplicidad de voces, un panorama de la literatura de la región que permite entrar en sus discursos y entenderlos. Además, el libro contiene numerosas y valiosas fotografías e imágenes pero no están indicadas en el texto, lo que de algún modo desaprovecha la riqueza de las ilustraciones y su papel en la construcción del imaginario del lector. Podemos también, como geógrafos, lamentar la ausencia de mapas de la Amazonía, que serían muy útiles para acercarse a la unidad y a la diversidad del territorio amazónico. A pesar de esta ausencia de mapas, la obra es de gran interés para los geógrafos en el marco de una geografía social y cultural, en la cual los imaginarios, las representaciones y los discursos son un objeto central.
Tal vez el mayor mérito de esta obra sea lo referido en las líneas precedentes: la Amazonía sobrevive ante los ataques que, sin sacar cuenta verdadera de la riqueza total del continente, centra sus esfuerzos en lo material y desfigura a su paso la expresión de los pueblos. Con todo, el llamado es a poner atención especial sobre esta zona, para rescatarla de una inminente debacle.
REFERENCIAS
Carvajal, Fray G. de (1542 [1955]), Relación del nuevo descubrimiento del famoso rio grande del amazonas, edición, introducción y notas de Jorge Hernández Millares, Fondo de Cultura Económica, México. [ Links ]
Kumu, U. P. y T. Kenhíri (1980), Antes o Mundo não Existia, Livraria Cultura Editora, São Paulo. [ Links ]