Paso del Norte es una región binacional que se distingue por las dimensiones de la conurbación de Juárez-El Paso, y supera los dos millones de habitantes, también por la convergencia de tres estados. La región depende de dos fuentes de abastecimiento hídrico, el río Bravo/Grande y los flujos de agua subterránea que circulan por los acuíferos transfronterizos Bolsón del Hueco y Bolsón de la Mesilla-Conejos Médanos. En obras previas (Hatch-Kuri, 2017) examinamos el rol crítico que posee el agua subterránea como fuente de abastecimiento. Basta recordar que los sistemas de agua potable de Ciudad Juárez y Las Cruces, Nuevo México dependen de ella casi en un 100%. Un aspecto crucial es la evaluación hidrogeológica, porque sus resultados ayudan a estimar la viabilidad del crecimiento e integración económica de esta región fronteriza. En efecto, este fue uno de los argumentos que marcaron el inicio de la conferencia binacional.
De acuerdo con los coordinadores, este foro se consideró como la continuación de los trabajos enmarcados durante la Cumbre Binacional sobre Aguas Subterráneas Transfronterizas, celebrada en El Paso, Texas, en abril de 2019 (Hatch-Kuri, 2019). La impronta de las condiciones que han obligado al trabajo remoto por la pandemia causada por la COVID-19 orilló a que la conferencia se celebrase vía remota empleando la aplicación Zoom. Las instituciones anfitrionas fueron el Instituto de Investigación de Recursos Hídricos de la Universidad Estatal de Nuevo México, con sede en Las Cruces (NMSU), representado por su director, Sam Fernald, y la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), a través del profesor Alfredo Granados Olivas. A diferencia de la primera Cumbre, esta Conferencia se caracterizó por la marcada presencia de académicos e investigadores, que propiamente de autoridades binacionales en materia de agua.
Durante tres días, académicos, funcionarios y especialistas expusieron resultados de sus trabajos de investigación relacionados con la temática. La presencia de autoridades se distinguió por el discurso inaugural de la titular de la sección estadounidense de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, María-Elena Giner y los funcionarios de la sección mexicana de esta misma oficina. La conferencia binacional estuvo integrada por doce mesas, por la naturaleza de los trabajos es posible clasificar en estos tres rubros: el primero, trabajos que referían el impacto del Programa de Evaluación de los Acuíferos Transfronterizos (TAAP, por sus siglas en inglés) concluido en 2016; el segundo, el conjunto de evaluaciones hidrogeológicas de la región binacional de Paso del Norte y, el tercero, los paneles de discusión dedicados al análisis de las líneas de acción futuras para la gobernanza conjunta de los recursos de aguas subterráneas transfronterizas.
Del primer rubro de trabajos destacó la importancia otorgada al TAAP, ahí se presentaron avances de la futura publicación sobre los resultados de la evaluación binacional del acuífero Santa Cruz (Sonora-Arizona) en los cuales intervinieron la Universidad de Arizona, el Servicio Geológico de los Estados Unidos, la Universidad de Sonora, la Comisión Nacional del Agua y la CILA. Para estos especialistas, el TAAP ha sentado un precedente histórico a nivel internacional, por la cooperación entre México y Estados Unidos en materia de evaluación científica de aguas subterráneas transfronterizas; destacó la presencia de un grupo de investigadores e investigadoras, encabezados por Sharon B. Megdal, directora del Centro de Investigación de Recursos Hídricos de la Universidad de Arizona.
Los trabajos sobre la evaluación hidrogeológica se integraron por los hallazgos del equipo de investigadores del Instituto de Investigación de Recursos Hídricos de NMSU, así como del Servicio Geológico Estadounidense. Ahí resaltó la caracterización de los sistemas de flujo de agua subterránea en el acuífero transfronterizo Bolsón de la Mesilla, con la incorporación de los datos del lado mexicano. Los estudios reiteraron la marcada asimetría en los conceptos y metodologías científicas empleadas entre Nuevo México y México en torno a los trabajos hidrogeológicos, aspecto del que hemos expresado preocupaciones en trabajos previos (Hatch-Kuri et al., 2019). Un trabajo que merece mención, porque parecía desconectado de los temas de la gestión del agua subterránea, fue la presentación de una investigación sobre las acequias de Paso del Norte; canales derivadores del río Bravo/Grande destinados al riego agrícola local y que muestran un deterioro ambiental, sobre todo en el lado mexicano, de acuerdo con la abogada ambientalista Denise I. Perales. Su ponencia rompió con la lógica técnica del foro. Con un perfil geográfico, presentó sus planteamientos teóricos con base en el ciclo hidrosocial para estudiar el problema de la gestión de las acequias vistas, desde esta perspectiva, como formas hidrosociales.
El último día, la conferencia cerró con un panel de discusión enfocado en los elementos clave para lograr en el futuro una gobernanza conjunta de las aguas subterráneas transfronterizas México-Estados Unidos. Resaltó la presencia de exfuncionarios del sector hídrico mexicano y especialistas mexicanos con sólidas y prestigiosas carreras desarrolladas en Norteamérica. En conjunto, los invitados respondieron tres cuestionamientos puntuales sobre los principales retos para la administración de esta agua en el espacio fronterizo binacional. Estos, en sus reflexiones, indicaron que las asimetrías en la relación binacional sobre este tema debieran convertirse, primero que nada, en una oportunidad para mejorar la cooperación, aunque esto contrastó marcadamente cuando se reconoció que la forma de gestionar y evaluar el agua subterránea entre ambos países impide la posesión clara del objeto de la gobernanza o gestión a futuro, es decir, el agua subterránea como cauce compartido. Si bien se habló del papel e importancia de los comités técnicos de agua subterránea en los consejos de cuenca en México para fortalecer la gobernanza, quedó fuera de la discusión la propuesta del expresidente de la Comisión de Agua Potable y Saneamiento de la Cámara de Diputados, diputado Kamel Athie, quien el primer día presentó una propuesta de integración en la Ley de Aguas Nacionales bajo la figura de “Comités Técnicos de Sostenibilidad”, a semejanza de las Agencias Sustentables del Agua Subterránea del estado de California, el gran ausente en esta reunión. Tampoco se habló de controles precisos para el manejo de derechos de agua subterránea en ambos países.
Se concluyó que el tema central de la conferencia es aún difícil de comprender por los tomadores de decisión quienes, a menudo, carecen de educación previa sobre el agua, por lo que se acordó considerar las sugerencias de la comisionada de la CILA estadounidense para integrar un informe derivado de esta conferencia que sirva como instrumento para concientizar a comunidades locales y políticos en los Estados Unidos.