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Problemas del desarrollo

versión impresa ISSN 0301-7036

Prob. Des vol.49 no.192 Ciudad de México ene./mar. 2018

 

Artículos

Gasto público, índice de competitividad y política social en México

Dépenses publiques, indice de compétitivité et politique sociale au Mexique

Despesa pública, índice de competitividade e política social no México

墨西哥的公共支出、竞争力指数和社会政策 艾萨克•桑切斯•华雷斯

Isaac Sánchez-Juárez1 

1Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Correo electrónico: isaac.sanchez@uacj.mx.


Resumen

Para la realización de este artículo se usó el Índice de Competitividad Social (ICS) construido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-México), para analizar los avances y/o retrocesos en los temas de salud, educación e ingreso laboral de las 32 entidades federativas de la República mexicana en el periodo de 2005-2014. Además, se evaluó mediante técnicas basadas en panel de datos la relación existente entre el ICS y el gasto público. Hallándose que el gasto público en materia social mantuvo una relación negativa con el ICS (la elasticidad fue -0.5764%). Asociado a lo anterior, se demostró que prevaleció la incompetencia social junto al crecimiento del gasto público, por lo que se concluyó que la política social presentó fallas que se sumaron a una política económica que favoreció el bajo crecimiento de la producción.

Palabras clave: Índice de Competitividad Social; Índice de Desarrollo Humano; gasto público social; política social; modelo econométrico

Clasificación JEL: C33; H5; I38; O15

Résumé

L’indice de compétitivité sociale (ICS), crée par le programme de nations unis pour le développement (PNUD-Mexique), est utilisé pour l’analyse des avances et/ou des régressions en matière de santé, éducation et revenue du travail des 32 états de la République mexicaine dans la période 2005-2014. En outre, la relation entre le SCI et les dépenses publiques a été évaluée à l’aide de techniques basées sur un panneau de données. Constatant que les dépenses publiques en matière sociale entretiennent une relation négative avec l’ICS (l’élasticité était de -0,5764%). Associé à ce qui précède, il a été démontré que l’incompétence sociale prévalait avec la croissance des dépenses publiques, il a donc été conclu que la politique sociale présentait des échecs qui s’ajoutaient à une politique économique favorisant la faible croissance de la production.

Mots clés: Indice de compétitivité sociale; indice de développement humain; dépenses publiques sociales; politique sociale; modèle économétrique

Resumo

Para a realização deste artigo, se usou o Índice de Competitividade Social (ICS) construído pelo Programa das Nações Unidas para o Desenvolvimento (PNUD-México) para analisar os avanços e/ou retrocessos nas questões de saúde, educação e renda do trabalho dos 32 estados da República Mexicana no período 2005-2014. Além disso, se avaliou a relação entre o ICS e a despesa pública usando técnicas baseadas em um panel de dados. O resultado encontrado foi que o gasto público em questões sociais manteve uma relação negativa com o ICS (a elasticidade foi de -0,5764%). Associado ao exposto anteriormente, se demonstrou que prevaleceu a incompetência social junto com o crescimento do gasto público, por isso se concluiu que a política social apresentou falhas que se somaram a uma política econômica que favoreceu o baixo crescimento da produção.

Palavras-chave: índice de competitividade social; índice de desenvolvimento humano; despesa pública social; política social; modelo econométrico

摘要

本文使用由联合国开发计划署(UNDP-墨西哥)建立的社会竞争力索引(ICS)分析2005-2014年间墨西哥32个州在健康、教育和收入领域的进展或后退。此外,本文通过数据面板评估了ICS和公共支出之间的关系。研究发现,在社会事务上的公共支出与ICS保持负相关(弹性为-0.5764%),即随着公共支出的增长,社会竞争力降低,由此可以得出以下结论:社会政策的失误导致经济政策所引起的低生产增长。.

关键词: 社会竞争力指数; 人类发展指数; 社会公共支出; 社会政策; 计量经济模型

Abstract

This paper was drafted using the Social Competitiveness Index (SCI) compiled by the United Nations Development Program (UNDP-Mexico) to analyze progress and/or backsliding in the areas of healthcare, education, and job income in the Mexican Republic’s 32 states over the time period 2005-2014. The aim was also to use panel data techniques to evaluate the relationship between the SCI and public spending, finding that public spending on social issues was negatively related to the SCI (elasticity was -0.5764%). In conjunction with that, it was demonstrated that a lack of social competitiveness existed alongside growth in public spending, leading to the conclusion that the social policy was ineffective, on top of an economic policy that only drove scant growth in production.

Keywords: Social Competitiveness Index; Human Development Index; social public spending; econometric model

INTRODUCCIÓN2

En el año 2012, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, publicó su Índice de Competitividad Social (ICS) que complementa a su tradicional Índice de Desarrollo Humano (IDH). Entonces su objetivo era simple: medir el bienestar a través del comportamiento del mercado de trabajo. El ICS permite evaluar la evolución seguida por las entidades federativas del país en tres rubros relacionados con la población que se encuentra ocupada: salud, educación e ingreso del trabajo. Es una medida que ayuda a entender si existe conexión entre los resultados económicos y sociales. El índice toma un valor máximo de uno, por lo que las entidades que se acercan a este valor en el tiempo se dice son competitivas socialmente, mientras que las que se aproximan a cero son incompetentes socialmente.

Por su construcción, el ICS facilita la evaluación de la política social, gracias a él es posible conocer si los incrementos anuales en el gasto público anunciados por el gobierno cumplen con su objetivo de mejorar el bienestar social. Mediante su uso puede responderse el siguiente cuestionamiento: ¿Un mayor gasto público social se corresponde con mejoras en el ICS? La hipótesis de trabajo propuesta aquí es que la política social implementada no ha cumplido su objetivo de mejorar sustancialmente las condiciones de salud, educación e ingreso del trabajo. Por lo tanto, se sugiere que la política social debe replantearse para centrarse en la creación de una auténtica riqueza material y humana para una amplia mayoría.

Atendiendo a lo anterior, este artículo tiene como objetivo principal exponer la competitividad (o incompetencia) social estatal en México, durante el periodo 2005-2014; además, se investiga la relación entre el gasto público social (como un indicador aproximado de la política social) y el ICS, controlando por variables que también se considera afectan a este último indicador, como son: población, producción de bienes y servicios, inversión pública, gasto público en servicios personales, participaciones federales y formación bruta de capital fijo (como indicadores de las condiciones de la economía y la política económica).

De esta manera, en la primera sección del artículo se define el ICS y se explica la forma en la que fue construido por el PNUD. También en esta sección se indica cómo complementa al IDH y las razones por las cuales resulta adecuado utilizar el ICS para medir los alcances de la política social. La segunda sección, tras aclarar el origen de los datos, expone la evolución agregada y en los estados del ICS e incluye un breve análisis de la evolución del gasto público asociado con las tres dimensiones del índice. La tercera sección presenta el método econométrico elegido y los resultados de las estimaciones. Al final, se discuten los hallazgos y presentan algunas conclusiones tomando como base el diagnóstico.

1. COMPETITIVIDAD O INCOMPETENCIA SOCIAL, ¿CÓMO SE MIDE?

Como se ha hecho mención anteriormente, el ICS complementa el IDH, al considerar el desarrollo de las personas desde el punto de vista del trabajo. El ICS revela el potencial que tiene una sociedad para generar bienestar a sus integrantes a través de ciertas condiciones del mercado de trabajo asociadas a la formación de capacidades básicas (PNUD, 2012, p. 8). De acuerdo con el PNUD (2012, p. 3) “(…) las capacidades esenciales para el desarrollo de un individuo deben ser las siguientes: poder disfrutar de una vida prolongada y saludable, tener acceso a la obtención de conocimientos individual y socialmente valiosos, y contar con la posibilidad de lograr un nivel de vida digno mediante los recursos necesarios, así como poder participar activamente en la vida de la comunidad”.

El ICS se compone de tres subíndices:31) índice de acceso a servicios de salud (ISL), 2) índice de educación y ausencia de trabajo infantil (IEL), y 3) índice de ingreso y prestaciones laborales (IIL). El indicador del ISL es el acceso a servicios de salud (proporción de la población ocupada total que cuenta con algún tipo de atención médica, ya sea pública o privada por parte de su trabajo. Capta el impacto del empleo sobre la salud del trabajador y su familia). Los indicadores del IEL son los años promedio de educación (revela la capacidad de preparación de los individuos para afrontar los requerimientos del mercado laboral) y la ausencia de trabajo infantil (proporción de la población ocupada entre 12 y 15 años de edad; muestra a aquellos individuos en la edad típica de atender el nivel de educación básica cuyas posibilidades de estudio deben ser combinadas con el tiempo dedicado al trabajo). Con respecto a los indicadores del IIL se refiere al ingreso laboral (medido por el ingreso laboral per cápita en términos de la paridad del poder de compra en dólares americanos) y las prestaciones laborales (proporción de la población ocupada total que cuenta con algún tipo de prestación laboral).

El ICS tiene un valor máximo de uno y un valor mínimo de cero. Su construcción se basa en la siguiente ecuación fundamental:

Construcción del índice=valor efectivo-valor mínimoValor máximo-valor mínimo

Tres anotaciones. La primera, en el caso del IEL los años promedio de escolaridad se ponderan con dos tercios y la ausencia de trabajo infantil con un tercio. La segunda, en el caso del IIL, tanto los ingresos laborales como las prestaciones del trabajo se ponderan con un medio. Tercera, en el caso del IIL, se toman logaritmos del ingreso laboral per cápita.

Los valores máximos y mínimos considerados para cada componente son:

Cuadro 1 Valores considerados para cada componente del ICS 

Fuente: elaboración del (PNUD (2012, p. 81).

Aclarado lo anterior, el ISL se calcula conforme a la ecuación fundamental, considerando el indicador de acceso a los servicios de salud. El IEL se calcula así: 1) se usa la ecuación fundamental, agregando el número promedio de años de escolaridad (se denomina le); 2) se construye el indicador de ausencia de trabajo infantil de la siguiente forma:

Tli= 1- Zi

Donde Tl i es la ausencia de trabajo infantil para la unidad de análisis i y Zi es la participación relativa de la población ocupada entre 12 y 15 años de edad para la unidad de análisis i; 3) finalmente se aplica la siguiente ecuación para obtener el IEL:

IEL=23le+ 1 3 (Tl)

El IIL se calcula aplicando la ecuación fundamental con el indicador de ingreso laboral per cápita anual ajustado (IL) y el índice de prestaciones laborales (PL). La ecuación que se aplica es:

IIL=12IL+ 1 3 (Pl)

Calculados los componentes ISL, IEL e IIL se calcula el ICS como una suma ponderada, utilizando la siguiente expresión:

ICS0.35ISL+0.45IEL+(0.20)IIL

Observe que se da una mayor ponderación a la educación y a la salud, ya que el ICS se centra más en lo social. Al final, se tiene una buena aproximación del bienestar estatal.

En la presente investigación se decidió utilizar el ICS en lugar del IDH, ya que el (PNUD (2012, p. 11) aclara que el primero es un complemento del segundo, en virtud de que aporta información sobre cómo las condiciones laborales contribuyen al bienestar. Además, el ICS se publicó de forma anualizada y trimestral para todas las entidades federativas del país y 32 ciudades (aunque en este estudio, por razones econométricas, no se usó toda la información disponible, básicamente porque no se contaba con información trimestral para las variables que se supone explican los avances o retrocesos en el ICS).

Por otra parte, el ICS en el componente de ingresos resulta mucho más atractivo que el IDH para evaluar el impacto de cambios en el PIB (o dinámica de la economía), ya que el primero usa datos de ingreso laboral per cápita, mientras que el segundo usa el PIB per cápita. El (PNUD (2012, p. 16) reconoce que el ICS es un buen instrumento para contar con información de la tendencia del desarrollo humano en el tiempo, permite identificar la posición relativa de las entidades y lo que es más importante, facilita la evaluación de las acciones privadas y de política pública, en la medida en que relaciona aspectos como la atracción de capital y la generación de crecimiento sostenido con indicadores de las características del empleo.4 Finalmente, otra de las razones por las que se optó por no usar el IDH es que ya existen suficientes estudios en México que lo han utilizado, entre los que destacan López et al. (2003), Esquivel et al. (2003), De la Torre (2005), Limas (2011), De la Cruz y Núñez (2013), Urrutia de la Torre y Mejía (2014) y Hernández et al. (2015).

2. INCOMPETENCIA SOCIAL Y GASTO PÚBLICO SOCIAL EN MÉXICO

En esta sección se analiza la evolución del ICS agregado y por entidad federativa (así como sus tres componentes), también se presenta una clasificación tomando como referencia las entidades en función de su crecimiento o decrecimiento en el indicador. Conforme al objetivo general e hipótesis del artículo, se analiza la evolución del gasto público en materia social y se demuestra el tipo de correlación entre éste y el ICS.

Las variables utilizadas en la investigación fueron (a nivel nacional y por entidad federativa): ICS, ISL, IEL, IIL, que fueron definidas en el apartado anterior, se obtuvieron del PNUD (2015). POB (Población), esta variable se obtuvo del Consejo Nacional de Población (Conapo) y es una estimación de la población que prevalecía a mitad de cada año. PIB (producto interno bruto), variable obtenida del Instituto de Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de su Banco de Información Económica (BIE), en millones de pesos de 2008. INV_PUB (Inversión Pública) se obtuvo del INEGI-BIE en miles de pesos de 2008. GSP (gasto público en servicios personales), variable en miles de pesos de 2008, obtenida del INEGI-BIE. INVP (Inversión Privada) es la formación bruta de capital fijo, variable en millones de pesos de 2008, obtenida del INEGI-BIE.

PARTI28 (Participaciones Federales), variable obtenida del INEGI-BIE en millones de pesos de 2008, las participaciones son recursos que le corresponden a las entidades federativas del país en virtud de su pertenencia a la Federación, son transferencias no condicionadas.

APOR33 (Aportaciones Federales), variable obtenida del INEGI-BIE en millones de pesos de 2008, las aportaciones son recursos que la Federación destina a las entidades federativas de forma condicionada, deben dirigirse a los rubros de educación, salud, infraestructura básica, fortalecimiento financiero y seguridad pública, programas alimenticios y de asistencia social, así como infraestructura educativa.

SALUD (Gasto Federalizado en Salud) es uno de los fondos base de las aportaciones federales que debe destinarse a la mejora de los servicios de salud, capturada en millones de pesos de 2008, obtenida del INEGI-BIE.

ESCUELA (Gasto Federalizado en Educación) es uno de los fondos base de las aportaciones federales que debe destinarse a la mejora de los servicios de educación básica y normal, capturada en millones de pesos de 2008, obtenida del INEGI-BIE.

Finalmente, INF_SOCIAL (Gasto Federalizado en Infraestructura Social) es uno de los fondos base de las aportaciones federales que debe destinarse a la creación de infraestructura social, obtenida del INEGI-BIE en millones de pesos de 2008. Respecto a esta última variable, a la Ciudad de México para el periodo 2005-2013 no se le asignaron fondos, por lo que se procedió a asignar la unidad en cada uno de estos años (consúltese base de datos completa en https://www.researchgate.net/profile/Isaac_Sanchez-Juarez).

2.1 Evolución del ICS y sus tres componentes

El primer hecho estilizado es que el ICS en niveles estuvo, en promedio, estancado en México durante los 10 años de estudio. De un valor de 0.5384 en 2005, terminó en 0.5212 en 2014. En cuanto a su tasa media anual crecimiento fue de -0.32%. El valor “máximo” del índice se alcanzó en 2008 (0.5496), en plena crisis económica internacional. En su trayectoria, destaca la caída observada entre 2011 y 2012. En general, se puede asegurar que en el país no ha existido mejoramiento de las condiciones sociales. En ningún año el índice se acercó a la unidad, siempre estuvo lejos de este valor máximo, y se ubicó alrededor de 0.5. El índice sintetiza una situación de ingresos laborales relativamente reducidos, problemas de acceso a los servicios de salud y deficiencias en logro educativo, revelando con ello que algún aspecto no se encuentra bien en relación con la actual política social y económica (respecto a lo anterior, véase Cordera, 2010; Dautrey, 2013 y CEFP, 2015).

El ISL fue el componente del ICS con el peor comportamiento, al promediar un valor de 0.3574 durante el periodo de estudio. EL ISL no observó incrementos sustanciales en el tiempo, confirmando que existen carencias de acceso a la salud. El IIL promedió un valor de 0.6124 con retrocesos en 2008, 2009 y 2010, lo que se corresponde con la crisis económica internacional. El IEL promedió un valor de 0.6944 con lo que es el componente de mejor comportamiento en el periodo de estudio, alcanzó su valor máximo en el 2011 (0.7387), a partir de ese momento redujo su valor, lo que contrajo el ICS en los mismos años, dado que este componente se pondera con 45%. El ISL y el IIL revelan incompetencia social en México, recordar que estos componentes se ponderan con 35 y 20%, respectivamente.5

Ahora bien, en el mapa 1 se divide al país en cuatro categorías, en función de la tasa de crecimiento promedio anual del ICS.6 De esta forma, lo primero que se encontró es que de 32 entidades, 25 están estancadas plenamente, 6 presentaron estancamiento, 1 decreció (Guerrero -0.31%) y ninguna creció cerca o por encima del 2%. Las entidades estancadas fueron: Hidalgo (1.10%), Sinaloa (0.93%), Oaxaca (0.93%), Jalisco (0.90%), Guanajuato (0.67%) y Querétaro (0.66%). Entre las estancadas plenamente destacan: Michoacán (0.11%), Veracruz (0.11%), Ciudad de México (0.13%), Durango (0.14%), Tamaulipas (0.16%) y Colima (0.17%). En el 81% de entidades del país se observó un pobre desempeño en el indicador social que se viene considerando.

Fuente: elaboración propia usando datos del PNUD (2015).

Mapa 1 Clasificación en función de la tasa de crecimiento (2005-2014) del ICS 

Al analizar la tasa media anual de crecimiento de cada uno de los componentes se encontró que en 10 entidades se registraron decrecimientos en el ISL (Colima, Chiapas, Ciudad de México, Durango, Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán). Para este componente se observó estancamiento en los estados de Hidalgo, Jalisco, Oaxaca y Sinaloa (1.7, 1.1, 1.4, 1.2%, respectivamente). En el resto de estados se observó estancamiento pleno.

En lo que respecta al componente IEL, ninguna entidad retrocedió, pero existió estancamiento en 21 entidades; en el resto de entidades se observó estancamiento pleno. El componente de peor comportamiento fue el IIL, que retrocedió en 16 entidades (Aguascalientes, Colima, Ciudad de México, Durango, Guerrero, México, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas). En el resto se encontró estancamiento pleno (esto, está parcialmente relacionado con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y la flexibilización laboral, para mayores referencias véase Anguiano y Ortiz, 2013 y Mancera, 2015).

En el cuadro 2 se presenta la clasificación de los estados en función del valor absoluto del ICS y sus componentes. Destaca los siguiente: 1) de forma consistente los tres últimos lugares los ocupan los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, localizados en el sureste del país, caracterizados por sus elevados niveles de marginación; 2) los estados de Nuevo León y Coahuila se mantienen en las primeras posiciones, entidades localizadas en la frontera norte; 3) salvo el componente de IEL, la Ciudad de México no se encuentra en las primeras cinco posiciones, se esperaba que al concentrar población, pero sobre todo recursos públicos y privados, estaría siempre en las primeras posiciones.

Cuadro 2 Clasificación de estados en el ICS y sus componentes 2005 y 2014 

Nuevo León (NL), Coahuila (COAH), Chihuahua (CHIH), Baja California (BC), Baja California Sur (BCS), Sonora (SON), Aguascalientes (AGS), Ciudad de México (CDMEX), Tamaulipas (TAMS), Quintana Roo (QR), Querétaro (QR), Sinaloa (SIN), Jalisco (JAL), Durango (DGO), Colima (COL), Estado de México (MÉX), Campeche (CAMP), Guanajuato (GTO), Tabasco (TAB), San Luis Potosí (SLP), Yucatán (YUC), Nayarit (NAY), Morelos (MOR), Zacatecas (ZAC), Veracruz (VER), Hidalgo (HID), Tlaxcala (TLAX), Puebla (PUE), Michoacán (MICH), Guerrero (GRO), Oaxaca (OAX), Chiapas (CHIS).

Fuente: elaboración propia usando datos del PNUD (2015).

En lo que refiere al ICS, tanto en el primer año como en el último, Nuevo León es el mejor posicionado con valores de 0.6820 y 0.7049, respectivamente. El segundo estado fue Coahuila con valores de 0.6749 y 0.7022. El tercer estado más “competitivo” fue Chihuahua con valores de 0.6482 y 0.6791. Es importante remarcar que estos tres estados se encuentran en la frontera norte de México, caracterizada por la presencia de empresas manufactureras de exportación, su apertura al comercio exterior y una fuerte vinculación con la economía norteamericana. Las otras tres entidades de la frontera norte también se han posicionado adecuadamente, Baja California ocupaba la posición cinco en 2005 con un valor de 0.6418 y mejoró en 2014 para ubicarse en la posición cuatro con un valor de 0.6740; Sonora estaba en la posición nueve con un valor de 0.6217 en 2005 y mejoró en 2014 al situarse en la posición seis con un valor de 0.6579. En tanto, Tamaulipas empeoró, al pasar de la posición siete en 2005 con un valor de 0.6278 a la nueve en 2014 con un valor de 0.6377 (entidad que se ha visto afectada por la inseguridad) (para abundar más al respecto consúltese De León Palomo, 2008).

Baja California Sur en el norte y Quintana Roo en el sur son otras dos entidades con un comportamiento relativamente favorable. Se suman la Ciudad de México, Aguascalientes y Querétaro en el centro del país. Las 22 entidades restantes presentaron un comportamiento que refuerza su incompetencia social. Como quiera que sea, incluso la entidad mejor posicionada se encuentra lejos de la unidad, con lo que se confirma el atraso en materia social en México.

2.2 Evolución del gasto público social

En lo que va de 2005 a 2014 las aportaciones federales en materia social para los estados y municipios se incrementaron 1.95% en promedio anual.7 En el 2005 ascendieron a 392 860 millones de pesos, mientras que en 2014 fueron 476 650 millones de pesos, en 10 años el incremento ha sido significativo. Para esta investigación, de los ocho fondos que componen las aportaciones, se utilizaron tres: educación, salud e infraestructura social. Se dejaron fuera los fondos de aportaciones múltiples, fortalecimiento de municipios, educación tecnológica y de adultos, seguridad pública y fortalecimiento de entidades federativas. De los tres fondos considerados por su relación directa con el ICS, el más grande es el referente a la educación, seguido a la distancia por salud e infraestructura social.

En promedio entre 2005 y 2014, el fondo destinado a la educación representaba 73.5% del total de aportaciones (sin considerar los otros cinco fondos ya indicados arriba), la salud 14.2% y la infraestructura social el restante 12.3%. En cuanto a su tasa media anual de crecimiento para el periodo de estudio, el fondo de infraestructura social fue el que más creció (3.97%), seguido de salud (2.88%) y educación (1.47%). Al igual que ocurre con las aportaciones totales, la tendencia de sus tres series componentes es creciente, aunque existen disminuciones entre el 2008 y 2009. En el caso de la educación pasó de 249 569 a 232 488 millones de pesos; la salud de 47 690 a 47 617 millones de pesos, y la infraestructura social de 38 298 a 38 178 millones de pesos (este componente en 2010 también se redujo para situarse en 38 018 millones de pesos).

Para determinar si el crecimiento del gasto público social es suficiente o no, se considera la tasa de crecimiento promedio anual de la población nacional que fue de 1.06%. Lo que permite concluir que el crecimiento del gasto público social es suficiente, ya que fue 0.9% superior, aunque sería más satisfactorio que fuera al menos 2% superior (esto sí ocurrió en el caso del componente de infraestructura social y se acercó a ello en el caso de la salud). Hasta aquí, lo que se tiene, con datos agregados, es evidencia de incompetencia social y aumento del gasto público social por encima del crecimiento demográfico.

Al igual que se hizo con el ICS, con APOR33 se elaboró una clasificación, tomando como base su crecimiento, el resultado aparece en el mapa 2.8 Se constata que ninguna entidad decreció: el estado de Campeche se clasificó como estancado plenamente (0.05%), Baja California, San Luis Potosí y Tamaulipas se clasificaron como estancados, mientras que las restantes 28 entidades crecieron de forma satisfactoria. Adelantando, que el problema, no pasa necesariamente por recursos financieros. Lo encontrado puede tener varias explicaciones: 1) el gasto público no se usa de forma adecuada en las tareas para las cuales se etiqueta; 2) las cifras de gasto gubernamental en los hechos son menores de lo registrado, existen fugas; 3) hay otros factores que determinan los resultados en el ICS, que son de carácter cualitativo como las instituciones formales e informales.

Fuente: elaboración con información del Banco de Información Económica del INEGI.

Mapa 2 Clasificación en función de la tasa de crecimiento (2005-2014) de APOR33 

Al comparar el mapa 1 con el 2 se encuentran contrastes notables, mientras la mayor parte de estados en el ICS están estancados plenamente (25), en el caso del gasto público social, aproximado mediante las aportaciones, la mayoría de estados muestra crecimiento (28). Por otra parte, en lo que refiere al gasto público social ninguna entidad presenta decrecimiento, mientras que en el ICS al menos una entidad decreció. Al analizar el crecimiento del gasto en salud se encuentran estados con crecimientos notables como Zacatecas con 6.72%, en el caso del gasto en infraestructura social destaca Chiapas con un crecimiento de 8.44%, el gasto educativo es el que menos crece de los tres, destacando Campeche con un decrecimiento de 0.30% y el Estado de México un crecimiento de 3.91%.

En el cuadro 3 se presenta la clasificación de los estados en función de APOR33 y sus componentes. Destaca lo siguiente: 1) los estados que ocupan los últimos lugares son Colima y Baja California Sur; 2) México, Ciudad de México, Veracruz, Chiapas y Jalisco son los estados que de forma constante se mantienen en los primeros lugares; 3) Chiapas es una entidad a la que las autoridades han canalizado una cantidad importante de recursos finan-cieros para la mejora de las condiciones sociales, por ello aparece en los prime-ros lugares; no obstante, esto no se corresponde con mejoras en el ICS; 4) losestados de Guerrero y Oaxaca también se encuentran en los primeros 10 lugares en cuanto a su volumen de recursos y tampoco esto se corresponde con mejoras en el ICS; 5) los estados de la frontera norte de México (Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas), están en posiciones intermedias de recursos y han observado un mejor desempeño en el ICS respecto a quienes reciben más fondos y se encuentran en el sureste.

Cuadro 3 Clasificación en función de APOR33 y sus componentes sociales 2005-2014 

*En 2005 en la Ciudad de México no se reportaron valores en INF_SOC, por lo que para ese año la clasificación es de 31 entidades.

Fuente: elaboración con información del Banco de Información Económica del INEGI.

En cuanto a su monto, la entidad con mayor gasto social fue el Estado deMéxico, 36 819 millones de pesos en 2005 y 50 023 en 2014. La Ciudad de México recibió 30 654 millones de pesos en 2005 y 35 582 en 2014. Esto refleja el centralismo que prevalece en el país. Chiapas en 2005 recibió 20 257 millones de pesos y 28 928 en 2014. Baja California Sur fue la entidad que menos recursos recibió con 3 144 y 3 726 millones de pesos, respectivamente (lo anterior como resultado de la Ley de Coordinación Fiscal y la fórmula diseñada por las autoridades para asignar recursos a las entidades federativas y municipios).

Al comparar las tasas medias anuales de crecimiento del ICS y APOR33 se llegó a la gráfica 3. Entre dichas tasas existe un coeficiente de correlación positivo, pero despreciable, de 0.02. Sobresale Chiapas, ya que registró un crecimiento de 3.63% en APOR33 y 0.35% en el ICS. Hidalgo, Sinaloa, Oaxaca y Jalisco fueron los estados con el mayor crecimiento relativo en el ICS (1.11, 0.93, 0.93 y 0.91%, respectivamente), no así en lo que refiere a las aportaciones federales. El estado de Guerrero observó un decrecimiento en el ICS (-0.31%) y un crecimiento en APOR33 (1.55%). La Ciudad de México, la entidad más importante en términos de economía, infraestructura y servicios sociales registró un crecimiento de 1.50% en APOR33 y 0.13% en el ICS. En Campeche, la tasa de crecimiento de APOR33 fue 0.05% y del ICS 0.49%. La evidencia parece apuntar a una relación negativa entre el gasto público en materia social y el ICS.

Fuente: elaboración propia usando datos del PNUD (2015) para el periodo 2005-2014. Es importante aclarar que esta serie difiere de la presentada antes por el (PNUD (2012) que incluía los años 2005-2011.

Gráfica 1 Evolución del ICS y sus componentes en México, 2005-2014 

Fuente: elaboración con información del Banco de Información Económica del INEGI.

Gráfica 2 Evolución de las aportaciones federales y tres de sus componentes sociales, México, 2005-2014 

Fuente: elaboración propia.

Gráfica 3 Tasas medias anuales de crecimiento del ICS y APOR33, México, 2005-2014 

3. RELACIÓN ESTADÍSTICA ENTRE EL GASTO PÚBLICO SOCIAL Y EL ICS EN MÉXICO

3.1 Especificación econométrica

Para determinar la correlación estadística entre el gasto público social y el ICS se agrupó la información disponible como panel de datos, bajo la idea de controlar por heterogeneidad no observada y lidiar con el sesgo de endogeneidad. Específicamente se realizaron regresiones con efectos aleatorios y efectos fijos estimando con OLS y regresiones dinámicas con el Método Generalizado de Momentos (MGM) (para notas técnicas véase Arellano y Bond, 1991; Islam, 1995; Bazzy y Clemens, 2013).

Se plantearon cinco modelos:

1) ICS = f (APOR33, INV _ PUB, GSP, PARTI28, CRISIS)

2) ICS = f (APOR33, INV _ PUB, GSP, PARTI28, PIB, POB, INVP, CRISIS)

3) ICS = f (SALUD, ESCUELA, INF _ SOC, INV _ PUB, GSP, PARTI28, CRISIS)

4) ICS = f (SALUD, ESCUELA, INF _ SOC, INV _ PUB, GSP, PARTI28, PIB, POB, INVP, CRISIS)

5) ICS = f(APOR33, PARTI28, CRISIS)

En todos los casos se trabajó con los valores absolutos y logaritmos. Para todas las ecuaciones se agregó la variable CRISIS, la cual es una variable ficticia que toma el valor de uno para los años 2007, 2008 y 2009, con ella se captura el efecto de la crisis económica internacional. Se considera que la relación entre la variable dependiente e independientes es positiva, salvo para la población, que se anticipa un signo negativo en virtud de que a mayor población mayores necesidades que deben ser satisfechas en materia de acceso a la salud, provisión de educación e ingresos del trabajo. También se supone que la relación entre el ICS y el gasto público en servicios personales sea negativa, en virtud de que este tipo de gasto puede suponer un desvío para labores realmente sustantivas en la mejora de las condiciones sociales y económicas.

3.2 Resultados de las estimaciones

Al realizar las estimaciones conforme al procedimiento indicado en el diagrama 1, se encontró que las pruebas en las que se usaron logaritmos eran mejores que las que usaban los valores absolutos de las variables, tanto en el panel de efectos fijos, aleatorios y MGM (lo anterior, debido a que el uso de logaritmos reduce la dispersión y el riesgo de observar varianza no constante de la perturbación aleatoria condicionada a los valores de la endógena). Advertir que, una vez determinada cual era la mejor estimación, se procedió a incorporar la variable CRISIS, con el objetivo de evaluar su peso en el comportamiento del ICS. En el cuadro 4 aparecen los resultados de estimar los cinco modelos con el método que ofreció el mejor resultado (el resto de estimaciones no se reportan, pero están a disposición de lector interesado en <https://www.re-searchgate.net/profile/Isaac_Sanchez-Juarez>).9

Fuente: elaboración propia.

Diagrama 1 Método utilizado para evaluar la hipótesis de investigación 

Cuadro 4 Análisis econométrico base Variable dependiente Log ICS 

Notas: entre paréntesis, el estadístico t. Errores estándar son heterocedásticos y consistentes con autocorrelación. * significativo al 1%, ** significancia al 5% y *** significancia al 10%; EAa: Efectos Aleatorios en el periodo. EFa: Efecto Fijos en el periodo.

Fuente: elaboración propia.

Estas son las conclusiones que se obtienen:

  1. En el primer, segundo y quinto modelo, el coeficiente asociado a las aportaciones sociales fue estadísticamente significativo y con signo negativo. En los modelos tres y cuatro se descompuso a las aportaciones en tres ramos relacionados con el ICS, el resultado se mantuvo, con lo que se concluye que los aumentos en el gasto público se corresponden con reducciones en el ICS. Esto indica la posibilidad de fallas en la política social. No basta con incrementar el gasto público social para que existan mejoras en el ICS (véase cuadro 4).

  2. En los modelos uno, dos y cinco, la variable ficticia para considerar el efecto de la crisis resultó estadísticamente significativa y con el signo esperado. Este resultado sirve para dar cuenta de la importancia que tiene la estabilidad económica para lograr avances sociales.

  3. El coeficiente asociado a la población resultó positivo y estadísticamente significativo en los modelos tres y cuatro, esto es contrario a lo esperado. Detrás de este resultado, seguramente se encuentra la presencia de economías externas positivas, producto de la aglomeración. Los aumentos de población juegan a favor del acceso a la educación, salud e ingresos producto del trabajo. Esto se entiende al comparar los logros sociales de las ciudades versus las pequeñas comunidades rurales.

  4. La economía, medida por el coeficiente obtenido por el PIB, resultó estadísticamente significativa y positiva. El crecimiento económico se traduce en competitividad social. Este resultado es sumamente valioso para el diseño de la política pública, ya que significa que no solamente se trata de dedicar recursos en transferencias condicionadas, gastar en salud, educación e infraestructura. Se debe promover el tener una economía dinámica, que cree oportunidades e ingresos. Si la política económica sigue enfocada en la estabilidad, sin crecimiento, será difícil lograr que se revierta la incompetencia social (para contrastar este resultado véase Campos y Monroy-Gómez-Franco, 2016).

  5. El coeficiente asociado a la inversión pública, en los modelos uno, tres y cuatro resultó positivo y estadísticamente significativo. De esta forma, puede recomendarse, fortalecer la creación de infraestructura, tal como carreteras, hospitales, centros recreativos, aeropuertos, puertos, escuelas, entre otros. El gasto en este renglón debería incrementarse constantemente.

  6. Respecto a las variables de gasto público en servicios personales (GSP) e inversión privada (INVP) no puede obtenerse una conclusión, ya que dependiendo del modelo estimado, presentan un signo negativo o positivo en la relación. Algo similar ocurre con las participaciones, en tres casos presenta signo positivo y fue estadísticamente significativo, pero en uno no, el signo de la relación es negativo, aunque no estadísticamente válido.

  7. Los gastos en salud, educación e infraestructura social reflejan lo mismo que la variable agregada APOR33, que sus incrementos -que los ha habido, como se expone en la segunda sección-, se corresponden con reducciones en el ICS. Más que mayores incrementos del gasto en estos rubros, lo que se ocupa es hacer un buen uso de los recursos disponibles. Es común en la sociedad mexicana observar que los servicios educativos y de salud públicos no son adecuados, no por la falta de presupuesto, sino por su desvío o bien por una falta de compromiso con la calidad por parte de los empleados, administrativos y responsables de éstas importantes tareas.

¿Debe aumentarse más el gasto público para mejorar la educación, salud e ingreso del trabajo en México? La respuesta sobre los resultados, es que sí (por la relación que se encontró entre el ICS y la inversión pública), pero también no necesariamente (por la relación revelada entre el ICS y las aportaciones sociales), sería mejor concentrarse en hacer un uso adecuado de los recursos y en mejorar la calidad de los servicios públicos sociales, así como el compromiso de los agentes involucrados en las instituciones que se encargan de dichas problemáticas. La incompetencia social, no solamente es un problema de recursos, se requiere de focalización de los programas, mejora de los mismos, eficiencia y seguramente cambiar el enfoque asistencialista que actualmente se tiene. La política social no puede concebirse únicamente como un mecanismo de contención de pobres (Gallardo y Martínez, 2012). En cuanto a los salarios y las condiciones del trabajo, la ruta de acción implica basarse en el fomento al crecimiento económico que genera oportunidades y regular eficientemente el mercado laboral para favorecer a los empresarios y a los trabajadores, permitiendo crear un mercado interno sólido.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

En México y sus entidades federativas, durante el periodo de estudio se registró un importante rezago social, ya que el índice de competitividad social en 2014 fue 0.5212 de un máximo de uno; como se indicó en la sección respectiva, en la mayoría de entidades prevaleció la incompetencia social (en salud, educación e ingreso producto del trabajo). Lo anterior, a pesar de que el gasto público destinado a estos rubros de la agenda nacional creció 1.95% en promedio anual. Aún más, el gasto público en salud creció 2.88%, educación 1.47% e infraestructura social 3.97% en promedio anual.

En el artículo se pasó de la descripción al análisis estadístico, para lo cual se plantearon cinco modelos que se estimaron mediante técnicas de panel. Esto fue de ayuda para determinar que el gasto público social (las aportaciones) registraron una correlación negativa con el ICS (-0.4830 en un primer modelo, -0.5764 en un segundo, y -0.4402 en un quinto), resultado que se mantuvo al considerar los ramos de salud, educación e infraestructura social. Por otra parte, la variable referente a la inversión pública se encontró relacionada de forma positiva con el ICS, algo que resulta de utilidad para el diseño de la política pública, ya que sugiere fortalecer la construcción y el mantenimiento de escuelas, hospitales, parques, carreteras y en general infraestructura que dinamiza el entorno tanto económico como social (más evidencias sobre la importancia de la política fiscal para el crecimiento de México en Srithongrung y Sánchez-Juárez, 2015; Sánchez-Juárez et al., 2016).

Respecto a las demás variables, se verificó que el PIB y la población se correlacionaron positivamente con el ICS. Esto implica que debe existir vinculación y sincronización entre la política económica y social. Fomentar el crecimiento económico es una buena forma de mejorar las condiciones sociales, puesto que esto impulsa el empleo, oportunidades e ingresos (véase Torres y Rojas, 2015). El cuidado de las condiciones económicas es vital para la mejora del ICS, esto se refuerza al demostrar que la variable ficticia para capturar el efecto de la crisis de 2007 a 2009, registró un coeficiente negativo y estadísticamente significativo. Las autoridades deben trabajar para atenuar el ciclo económico y garantizar periodos largos de prosperidad, junto a la creación de condiciones para un crecimiento económico elevado y sostenido.

Con información oficial, se ha evaluado y demostrado que existen fallas de la política social, aproximada por el gasto público (también leer Narro et al., 2013; Huesca y Calderón, 2015). En 10 años, no se han observado mejoras significativas en salud, educación y salarios (véase Castillo y Arzate, 2013; CEFP, 2015; Molina y Bracamontes, 2016). Esto se suma a una política económica fallida, que no ha logrado revertir el bajo crecimiento (un promedio de crecimiento del PIB per cápita de 1.2% entre 2005-2014). En esencia el país y sus estados distan de ser competitivos socialmente, se puede afirmar que prevalece la incompetencia, no existe entidad federativa en la que se pueda hablar de éxito en la política social.

Tomando en cuenta lo anterior, lo que México requiere es sincronizar su política económica y social, plantear un desarrollo integral, con respeto a derechos humanos claves, donde de forma permanente se evalué su ejecución y alcance. Resulta urgente reducir la desprotección en todos los ámbitos de la vida individual y colectiva. Debe transitarse a la creación de un sistema de protección social que incluya a todos y sea universal. Ya que la tarea no implica sólo atender a los más necesitados, también debe fortalecerse la clase media para generar condiciones de equidad en cada uno de los estados del país.

Normalmente se insiste que la política social solamente supone aumentar el gasto, particularmente al nivel de países desarrollados, pues se argumenta que dicho gasto ha caído como resultado de las reformas liberales en materia económica impulsadas desde principios de los años ochenta (Flores y Nieto, 2014). Aunque es cierto que con respecto al periodo 1940-1981 el gasto social ha caído, aquí se ha demostrado que sigue creciendo, aunque a una tasa menor y que su relación con el ICS es negativa, por lo que el gasto social (aportaciones) no necesariamente es el problema. Dautrey (2013, p. 28) encuentra que efectivamente aumentar el gasto no es suficiente, ya que de 1995 al 2000 se consiguieron mejores resultados con un gasto menor que de 2001 a 2006, esto debido a que en el primer periodo las condiciones económicas eran más favorables. También debe considerarse que los responsables de la política económica se han concentrado en la estabilidad de precios y el equilibrio fiscal dejando en segundo lugar la redistribución del ingreso y el Estado de bienestar, los ascensos y descensos del bienestar social dependen más del ciclo económico que de una estrategia social (Dautrey, 2013, p. 35).

En materia de política macroeconómica, es necesario plantear reformas, ya que al menos la fiscal y monetaria se han centrado exclusivamente en la austeridad presupuestaria y el control de la inflación, lo que ha reducido las posibilidades de crecimiento económico y empleo en el país, obstaculizando de forma importante el desarrollo social (respecto a la política fiscal para el crecimiento véase Ros, 2013 y Moreno-Brid, 2016; para la parte monetaria véase Mántey de Anguiano, 2007 y Romero, 2014, y para una discusión sobre los cambios necesarios en materia macroeconómica véase a Ortiz, 2007 y Sánchez-Juárez y Moreno-Brid, 2016).

Finalmente, a lo anterior, se suma la inefectividad de los diferentes gobiernos como resultado de la corrupción rampante, la incompetencia, el clientelismo y el burocratismo; sin olvidar que, en materia social, como en otros tantos renglones de la vida pública en México, se carece de una política de Estado que por definición supere los estancos sexenales.

AGRADECIMIENTOS

El autor agradece los comentarios vertidos por los dictaminadores anónimos que permitieron mejorar el documento.

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2La presente investigación se realizó gracias al financiamiento otorgado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México. ……(AQUÍ HAY QUE PONER UN PÁRRAFO) La tesis de maestría en Ciencias Sociales “Política y competitividad subnacional en México, 2005-2014”, de la maestra Claudia Abril Ronquillo, y que el autor dirigió, es un subproducto de la investigación aquí vertida.

3La exposición que sigue se basa en las notas técnicas del (PNUD (2012, pp. 80-84).

4Algunos trabajos que destacan la importancia del empleo para el bienestar humano son Doyal y Gough (1991), Narayan et al. (2000) y Nussbaum (2000) (citados por el (PNUD, 2012). ILO (2016) apunta lo siguiente: “(...) el trabajo permite a los hogares de bajos recursos superar la pobreza, ya que la expansión del empleo productivo y decente es la vía hacia el crecimiento y la diversificación de las economías. Para todos los países, cualquiera que sea su nivel de desarrollo, la base para impulsar la prosperidad, la inclusión y la cohesión social de manera sostenible y creciente es contar con una oferta suficiente de empleos. Cuando la escasez de empleos o medios de vida disponibles mantienen a los hogares en la pobreza, hay menos crecimiento, menos seguridad y menos desarrollo humano y económico”.

5Para los fines de esta investigación se decidió que, en función de la construcción y ponderación del ICS, un valor por debajo de 0.65 es indicativo de incompetencia social. La incompetencia también se revela a nivel nacional por la tasa de decrecimiento promedio anual del indicador.

6Las categorías creadas obedecen a los siguientes principios: 1) decrecimiento, cuando las variaciones promedio anual del ICS son negativas; 2) crecimiento, cuando el registro es más de 2%, ya eso puede hacer que una entidad incremente en el tiempo su competitividad social; 3) estancamiento, cuando la variación se encuentra entre 0.6 y 1.11%, la última cifra fue la tasa máxima registrada por un estado; y 4) estancamiento pleno cuando las variaciones están entre 0 y 0.59%.

7En México, la dependencia fiscal de las entidades federativas era de 83.1% en promedio en 2014. De hecho, las aportaciones representan 78% en promedio de los presupuestos de los estados (García e Illades, 2016). De esta forma en el artículo se está considerando la mayor parte del gasto social que una entidad federativa puede realizar.

8Se crearon cuatro categorías, como antes: crecimiento (cuando la tasa de crecimiento del gasto social medido por APOR33 es superior a 1.06% que fue la tasa promedio de crecimiento de la población en México), decrecimiento (cuando las variaciones fueron negativas), estancamiento (cuando el crecimiento fue inferior a 1.06%, pero mayor a 0.3%) y estancamiento pleno (cuando el crecimiento estuvo entre 0 y 0.2%).

9Al utilizar el MGM, el signo para la relación entre las aportaciones y el índice de competitividad social era positivo. Resultado que fue descartado por no mostrar sincronía con la evidencia preliminar de carácter descriptivo. Siendo una decisión personal como investigador el optar por los resultados de las estimaciones con efectos aleatorios y fijos.

Recibido: 22 de Marzo de 2017; Aprobado: 04 de Agosto de 2017

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