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Convergencia
versión On-line ISSN 2448-5799versión impresa ISSN 1405-1435
Convergencia vol.18 no.57 Toluca sep./dic. 2011
Reseñas
Liberalismo Social
Social Liberalism
Juan Carlos Montero-Bagatella
Salinas de Gortari, Carlos (2010), Democracia Republicana. Ni Estado ni mercado: una alternativa ciudadana, México: Debate, 954 pp. ISBN: 9786074295979.
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México / Correo electrónico: juancarlosmonterob@gmail.com
El ex presidente de México regresa al debate político con esta obra, en la que expresa fuertes críticas a las gestiones de los presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, así como a la gestión de Andrés Manuel López Obrador como jefe de gobierno del Distrito Federal. El libro continúa el trabajo desarrollado por el autor en sus dos obras anteriores, México: un paso difícil a la modernidad y La década perdida: 1995-2006, postulando al "liberalismo social" y a la participación ciudadana como alternativas al neoliberalismo y al neopopulismo de los gobiernos que critica.
El libro se estructura con un prólogo, que resume significativamente el resto del trabajo; tres grandes apartados titulados: "¿A dónde ir?", "¿Dónde estamos?" y "¿Qué hacer?", los cuales se articulan en 19 capítulos y tres anexos que emplea para sustentar su exposición.
El autor comienza con identificar una situación de crisis en México, ocasionada por las facilidades que los gobiernos "neoliberales" dieron al capital especulativo, y a una desintegración del capital social originada por la implementación de programas sociales que no impulsan la participación comunitaria y fomentan el culto a la personalidad de los gobernantes, en un escenario en donde los capitales especulativos someten a la economía mexicana y generan mayores niveles de pobreza y desigualdad. Frente a este escenario, esboza una propuesta alternativa desarrollada teóricamente sobre el "liberalismo social" y la "democracia republicana", representada en lo que fue el Programa Nacional de Solidaridad.
La obra señala que México vive una "época de zozobra y ansiedad" debido a la pobreza y la desigualdad, mismas que desde su punto de vista han sido alentadas por el Estado, que no ha buscado promover el progreso social sino sólo administrar el deterioro nacional. Explica que el desarrollo social depende de un desarrollo económico sostenible, para lo cual debe impulsarse la educación, la salud y el empleo; sin embargo, argumenta que las políticas implementadas durante el periodo de 1995 a 2006 han conducido a un estancamiento de la economía, a impulsar la migración a tasas "sin precedentes en tiempos de paz" y a incrementar la pobreza.
Al abordar el tema del narcotráfico y el crimen organizado, afirma que el problema se dejó crecer al dejar aumentar la pobreza, permitiendo que pasara de ser un asunto policial a ser un asunto político y social. Considera que la pobreza es la peor expresión de la violencia, a la que también suma la pérdida de legitimidad del Estado frente al avance del crimen organizado y, en particular, del narcotráfico que ha logrado penetrar a las instituciones estatales encargadas de combatirlo.
A partir del escenario descrito, el autor señala que el problema gubernamental más importante es una "debilidad institucional" derivada de "la falta de certidumbre de nuestro estado de derecho", los cuales se agravan con la focalización de los programas sociales impulsada por los gobiernos neoliberales y el clientelismo de los gobiernos neopopulistas de la Ciudad de México. Como consecuencia, en México se tiene una democracia disminuida en la que la sociedad no es capaz de resolver sus problemas o exigir al Estado que lo haga.
Como alternativa, el autor señala que es necesario fortalecer la ciudadanía a través del liberalismo social. El objetivo es la construcción de una ciudadanía que sea capaz de gobernarse a sí misma, de manera similar a lo que se ha definido como "democracia deliberativa". Para ello, señala la necesidad de impulsar políticas que fomenten la participación y el autogobierno, en contra de las acciones neoliberales y neopopulistas que han convertido al "pueblo organizado" en "la gente", entendiéndolos como "masas disponibles" en vez de considerar la posibilidad de organizar a la sociedad a través de la participación.
En la primera parte, se expone que el Estado y el mercado son necesarios para lograr el desarrollo social, garantizar el Estado de Derecho, la seguridad y la justicia. Sin embargo, a partir de la crisis económica internacional de 2008, se ha privilegiado el papel del Estado para proteger el libre mercado, al nivel de proteger los capitales especulativos en vez de las inversiones productivas, sacrificando a los trabajadores y a los consumidores, beneficiando a los grandes especuladores y a ciertas empresas.
Los primeros dos capítulos del texto contienen un análisis sobre el desarrollo y las consecuencias de la crisis económica internacional, en el que destaca cómo los gobiernos permitieron que se subestimara el riesgo en las inversiones especulativas y cómo se permitió que este tipo de inversiones crecieran sin control y sin verdadera información sobre el riesgo que implicaban. En el análisis se presenta la forma como los bancos incrementaron rápidamente sus utilidades a través de la especulación y de alianzas estratégicas con los gobiernos, mediante funcionarios gubernamentales que también fueron importantes funcionarios dentro de las empresas financieras, teniendo como consecuencias la caída en el nivel de vida de los trabajadores y el fortalecimiento del poder del Estado ante la exigencia de acciones frente a la crisis.
La alternativa del autor busca mantener un equilibrio entre el Estado y el mercado, sin privilegiar a uno u otro. Explica que el neoliberalismo que ha fomentado al mercado ha generado un incremento en la pobreza, la desigualdad, ha favorecido a los especuladores y ha debilitado las instituciones políticas y la democracia; en el mismo sentido, el neopopulismo se ha convertido en una alternativa que propone más Estado para resolver los problemas generados por el mercado, pero al mismo tiempo ha generado clientelismo, ha destruido la participación social y debilitado la ciudadanía, contribuyendo al debilitamiento de las instituciones.
Frente a las propuestas neoliberal y neopopulista, que favorecen al mercado y al Estado, el autor dice que es necesario lograr la justicia social sin sacrificar la libertad, para lo cual se requiere la participación organizada de los ciudadanos a través de su propuesta de "liberalismo social", que permitiría recuperar la soberanía en un contexto globalizado, además de consolidar a la democracia y, con ella, a la República a través de la interacción entre gobernantes y gobernados.
La necesidad de resolver problemas como la pobreza y la desigualdad, sin sacrificar la libertad, retomando la idea de "justicia social en libertad", lleva al autor a encontrar un argumento teórico del liberalismo social en las ideas republicanas básicas que consideraban la libertad y la ciudadanía como valores y condiciones básicas. En ese sentido, la propuesta es la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas relativas a la atención de los asuntos públicos. Para ello, señala la importancia de la participación y el contexto en el que puede desarrollarse mediante foros y asambleas.
El autor fundamenta teóricamente su propuesta de "liberalismo social", a través de la articulación que hace entre conceptos como justicia social, progreso, libertad, democracia, república, soberanía, seguridad, entre otros; considera que es una corriente de pensamiento que ha evolucionado a lo largo de la historia de México y que contiene en la democracia republicana una nueva etapa de desarrollo. La característica particular es la exaltación de la dignidad humana como valor central, a diferencia del individualismo propuesto por el neoliberalismo o el culto a la personalidad promovida por el neopopulismo. El fundamento teórico e histórico de la propuesta se hace a través de una revisión de la historia de las ideas alrededor de la democracia republicana.
Desde el enfoque del autor, el ciudadano contribuye al reconocer la necesidad de la solidaridad, el apoyo mutuo, la identidad compartida y la lealtad duradera, para lo cual es necesaria la implementación de incentivos para la participación. Considera que la participación individual aislada es insuficiente y a ello ha contribuido la acción de los gobiernos neoliberales y neopopulistas, al destruir la participación social y construyendo una democracia disminuida, la cual se caracteriza por limitarse a la participación electoral, misma que ha disminuido ante un avance de la apatía y el desinterés de los ciudadanos hacia la política. En contraste, sostiene la viabilidad de su propuesta al exponer diferentes ejemplos de participación ciudadana; presenta casos en los que la participación ciudadana se ha impulsado desde el gobierno, lo cual ha tenido como consecuencia el fracaso de la acción colectiva.
La segunda parte del trabajo contiene un diagnóstico sobre la situación actual de México, cuyo análisis se encuentra actualizado hasta 2010; realiza una exposición sobre lo perjudicial que ha sido la acción abrumadora del Estado, ejercida por un populismo económico caracterizado por la implementación de políticas asistencialistas; y señala que el crecimiento del Estado, a través de las nacionalizaciones, la regulación excesiva y el crecimiento de la burocracia, ha socavado la libertad, restringido el crecimiento de la economía y el desarrollo social, y ha construido una clase política que se ha beneficiado constantemente de esta situación. Las consecuencias de la preponderancia del Estado se hicieron evidentes en el excesivo endeudamiento, el elevado déficit, el crecimiento de la inflación, la concentración de la riqueza en favor de grupos protegidos por la regulación; y, a pesar de que en el discurso se hablaba de proteger a los más pobres, en realidad se les perjudicó al verse reducidos constantemente los salarios reales, el surgimiento de monopolios, la escasez de bienes de primera necesidad, productos de baja calidad y altos niveles de corrupción.
El autor señala que la crisis económica generada por el neoliberalismo ha llevado a líderes populistas como Andrés Manuel López Obrador, a postular al Estado como única alternativa, sin considerar las consecuencias que tiene su crecimiento, configurando lo que denomina como "neopopulismo autoritario". Caracteriza el neopopulismo autoritario por la falta de rendición de cuentas, el uso discrecional del presupuesto y del discurso de "auxilio" hacia los grupos vulnerables, en particular hacia las personas de la tercera edad. Argumenta que López Obrador tomó ideas de verdaderos líderes de izquierda, pero las mezcló con una actitud similar al fascismo italiano al debilitar a las instituciones políticas y suplantarlas con decretos adecuados a sus ambiciones, así como el uso de la intimidación de sus adversarios mediante movilizaciones masivas. Para demostrarlo, el autor recupera declaraciones de López Obrador contra las instituciones electorales, el desarrollo del proceso de desafuero, las movilizaciones y discursos posteriores al proceso electoral de 2006, la corrupción en el gobierno del Distrito Federal durante su gestión, el uso político de los programas sociales de carácter asistencialista, el desorden fiscal de su gobierno y finalmente, los malos resultados de la economía y empleo durante su gestión.
Carlos Salinas continúa su exposición apuntando que a partir de 1995 se inició la "década perdida" al implantarse el neoliberalismo a través de las gestiones de los presidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Presenta los orígenes del neoliberalismo como corriente de pensamiento, entre las cuales destaca el señalamiento hacia el "Consenso de Washington" y sus repercusiones en México, lo cual representó una expresión del "fundamentalismo de mercado" que condujo a una pérdida de soberanía al poner en manos de extranjeros la banca y el sistema de pagos.
Dice que durante las gestiones neoliberales y neopopulistas se debilitó a las instituciones al desarticular los esfuerzos para impulsar la autodeterminación popular, conduciendo a una "atomización" de la ciudadanía, lo cual se tradujo en una insatisfacción hacia la democracia. De acuerdo con el autor, se redujo la calidad educativa y se incrementó la pobreza, sobre todo por la crisis ocasionada por el error de diciembre de 1994, aumentando la migración a niveles similares a los de un país en guerra; se debilitaron las finanzas y se estancó la economía debido a que el gobierno apoyó a las instituciones bancarias a incrementar sus niveles de utilidad, en vez de incentivar el crédito y la economía doméstica, por lo que se ha conducido a incrementar el déficit fiscal y la deuda por encima de lo que afirma el gobierno federal. Adicionalmente, señala que durante este periodo el gobierno federal erró en diferentes ocasiones al cometer diversas violaciones a la Constitución y al ejercer la justicia de manera discrecional, tomando como ejemplos la renovación de la Suprema Corte de Justicia, la renovación de los titulares de la Procuraduría General de la República por ser objeto de diferentes escándalos, el uso de chivos expiatorios al abordar el caso de la matanza de indígenas en Acteal, Chiapas, y la negociación que hizo el gobierno federal con Andrés Manuel López Obrador cuando enfrentaba órdenes de aprehensión por la toma de diversos pozos petroleros de Petróleos Mexicanos (Pemex) durante diferentes manifestaciones en Tabasco. Salinas dice que a pesar de la diferencia en sus discursos, existió una alianza tácita entre Andrés Manuel López Obrador y Ernesto Zedillo, que les permitió protegerse mutuamente y desarticular el proyecto del liberalismo social. Para ejemplificar la existencia de dicha alianza, el autor señala que Zedillo protegió a López Obrador después de las manifestaciones en contra de los resultados electorales en Tabasco; mientras que, por otro lado, López Obrador apoyó a Ernesto Zedillo cuando se impulsó el rescate bancario a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro.
Al discutir el papel hegemónico de los grupos neoliberal y neopopulista, el autor expone la importancia de los intelectuales que han apoyado para garantizar el control ideológico. Para ello, comienza con una exposición sobre la definición que hace Gramsci sobre los intelectuales orgánicos y la relación que tienen para garantizar la hegemonía del grupo en el poder, permitiendo alcanzar consensos sin coerción. Entre los autores que el autor relaciona como intelectuales orgánicos del neoliberalismo se encuentran Enrique Krauze y Jorge Castañeda, mientras que identifica como intelectuales orgánicos del neopopulismo a Lorenzo Meyer y a Sergio Aguayo. El análisis señala que los intelectuales han publicado diferentes análisis buscando favorecer a los gobernantes en turno, con interpretaciones parciales sobre la historia o fenómenos políticos determinados y que han recibido financiamiento de grupos extranjeros que han pretendido perjudicar al país.
El autor expone la importancia de la lucha internacional por garantizar el papel de los energéticos, destacando el papel de los Estados Unidos a quienes señala como "la nueva Roma". De acuerdo con el autor, el interés de los Estados Unidos ha tendido a presionar al grupo neoliberal en México para debilitar a Pemex, además de que este grupo ha desaprovechado los flujos de capital derivados del petróleo para realizar inversiones productivas. La conclusión a la que llega es la consideración de que el petróleo es un elemento estratégico para los Estados Unidos. Esta situación genera un riesgo y una oportunidad para México que resiente la influencia y la demanda del petróleo, y puede aprovecharlo para impulsar el desarrollo o puede resentirlo con el daño a Pemex.
En la tercera parte del trabajo, el ex presidente Salinas concluye señalando el conjunto de estrategias que cree necesarias para resolver los principales problemas nacionales. Para ello, retoma las consideraciones sobre la importancia de la participación ciudadana, sin descuidar el análisis geopolítico y la situación interna del país. Entre los elementos más interesantes del libro, resalta cómo los análisis previos se concluyen con las estrategias propuestas en este apartado.
Considera que la sociedad y los gobiernos tienen posibilidades de acción que pueden derivar en la resolución de dichos problemas. Para ello, enfatiza el papel de la educación, la salud, la generación de empleos y la participación. Desde su punto de vista, se trata de una propuesta republicana para enfrentar los problemas complejos; piensa que es una batalla difícil y que, en la actualidad, cuenta con poca fuerza por lo que debe hacer una lucha constante frente a la posición hegemónica de los neoliberales y neopopulistas.
La importancia de la participación es destacada por el autor para la resolución de los problemas sociales. En particular, señala que la participación ha destacado en la resolución de problemas laborales a través de los sindicatos y también en la atención de problemas públicos locales; sin embargo, reconoce la dificultad de resolver problemas a nivel nacional, para lo cual propone una unión de uniones que, apoyada con un gobierno descentralizado, articule la participación local a un nivel nacional.
La obra presenta propuestas para mejorar la economía, el medio ambiente, las condiciones laborales, la política social, la política educativa y la seguridad. Resulta una interesante lectura para cualquier estudio de las políticas públicas, pues constituye una alternativa vanguardista en la que se articula la participación y el desarrollo sustentable con el desarrollo económico. Destaca también el papel que asigna a los sindicatos, como articuladores de las demandas y necesidades laborales, sin que se conviertan en cotos de poder para los líderes. Finalmente, concluye destacando el papel de las mujeres y de los jóvenes para convertirse en ejes de la participación y las políticas que puedan resolver los grandes problemas nacionales, a través de la participación y el debate de ideas.
La gran diferencia del análisis que realiza en comparación con los publicados en sus textos anteriores, son los anexos de la Gaceta del Senado de la República No. 120, correspondiente al 16 de abril de 2010 y sus documentos de apoyo, en el que se analiza la crisis iniciada en 1994 y sus consecuencias posteriores. Derivado del estudio de dichos documentos, el ex presidente señala que la crisis fue ocasionada por haber informado a empresarios nacionales sobre la decisión de devaluar, y entre las principales consecuencias se encuentra el haber cancelado el crecimiento económico que se había tenido en años anteriores, duplicar la deuda externa, incrementar la pobreza y la desigualdad que se habían reducido en el periodo anterior y eliminar el programa Solidaridad que contribuyó a la autodeterminación popular. En particular, se destaca el sometimiento del país ante los intereses norteamericanos debido a la presión norteamericana para otorgar el apoyo y la asesoría al gobierno mexicano, que exigió elevar las tasas de interés al doble beneficiando a los especuladores norteamericanos; sin embargo, el ex presidente Salinas discute si existían otras alternativas que no hubieran conducido a la quiebra del sistema bancario, agotando las posibilidades de financiamiento para el mercado interno.
Información sobre el autor
Juan Carlos Montero Bagatella. Maestro en Gestión Pública Aplicada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, donde actualmente realiza estudios de doctorado en Política Pública. Sus líneas de investigación giran alrededor de los temas de gobernabilidad y estudios electorales a nivel subnacional. Entre sus publicaciones se encuentran los artículos "Fundamentos organizacionales del gobierno eficiente", en el número 75 de la Revista de Administración Pública del Estado de México y "El Sistema de Universidad Abierta de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales", en el número 48 de la revista Acta Sociológica.