Introducción
En el estado de Guanajuato se reportó por primera vez en 1984, la existencia de una enfermedad denominada "permanente del tomate" (PT), que _I causó 60% de daños en la producción del cultivo (Garzón, 1984); posteriormente, Secor & Rivera (2004) la relacionaron con una bacteria no cultivable, identificada como Candidatus Liberibacter solanacearum (CLso) en papa (Solanum tuberosum), como el principal agente causal de la enfermedad "zebra chip" (ZC) (en conjunto con algunos fitoplasmas) (Rubio, et al., 2006; Munyaneza, Crosslin & Upton, 2007a) y del "variegado del chile" (Capsicum annuum) en el centro de México (Munyaneza, Sengoda, Garzón & Cárdenas, 2009b). Las infecciones ocasionadas por CLso reducen drásticamente la calidad del producto y su valor comercial en el mercado. Los costos por el manejo de la enfermedad y su vector han causado pérdidas millonarias en la compra de ingredientes activos y su aplicación (Gudmestad & Secor, 2007; Greenway & Rondon, 2018).
Ravindran, Lévy, Pierson & Gross, (2015) reportan que la resistencia genética a ZC no había sido identificada en cultivos de papa comerciales, por lo que el manejo de la enfermedad y el desarrollo de materiales resistentes depende de la detección temprana y confiable del agente patógeno, dentro del insecto vector y los tejidos vegetales infectados; sin embargo, la detección de CLso en plantas inmediatamente después de la infección representa un problema debido a los bajos niveles de concentración de este patógeno, lo que dificulta no sólo una eficiente detección por técnicas moleculares, sino que además su aparición se observa varias semanas después (Lévy et al., 2015). CLso se ha reportado en diversas partes del mundo, principalmente en las zonas productoras de papa y en México, los principales cultivos que se han visto afectados son papa, chile y tomate (Solanum lycopersicum); por lo anterior, la presente revisión se centra en la situación actual de su distribución en México, los métodos de diagnóstico de CLso y las estrategias para el manejo integrado de la enfermedad y el vector.
Descripción de Candidatus Liberibacter solanacearum
CLso es una bacteria Gram-negativa, parásita obligada del floema no cultivable in vitro (Jagoueix, Bové & Garnier, 1994; Bové, 2006). La morfología del género Candidatus Liberibacter es de un bacilo visto bajo el microscopio electrónico (Tanaka et al., 2007), mide aproximadamente de 2-3μπι de largo y 0.2-0.3μπι de ancho. Al igual que otras bacterias del género Liberibacter, se puede transmitir por injerto, semilla e insectos vectores (Liefting et al., 2009a; Secor et al., 2009; Crosslin & Munyaneza, 2009; Camacho-Tapia et al., 2011; Bertolini et al., 2015). Estudios con metagenómica revelaron que el genoma de CLso es un cromosoma circular de 1, 258, 278 pb, cuya función de sus genes se estableció por comparación de genes ortólogos. Dentro del genoma se encuentran tres operones completos de rRNA (16s, 23s y 5s), 45 genes que codifican tRNA y alrededor de 35 pseudogenes (Lin et al., 2011).
Distribución de Candidatus Liberibacter solanacearum
La distribución geográfica de CLso se basa esencialmente en la presencia de síntomas de ZC, cuyos reportes datan desde 1984 (Secor & Rivera, 2004), la detección de este patógeno ha sido confirmada en México, EE.UU., Guatemala, Honduras (reporte en Solanum melongena y Nicotiana tabacum), Nicaragua y Nueva Zelanda (Munyaneza, 2012; Munyaneza, Sengoda, Aguilar, Bextine & McCue, 2013; Aguilar, Sengoda, Bextine, McCue & Munyaneza, 2013 a, 2013b; EPPO, 2013); en México, es considerado como uno de los agentes causales de la enfermedad PT, "punta morada de la papa" (ZC) y daños en chile (Munyaneza, Crosslin & Upton, 2007a, 2009a, 2009b; Santos-Cervantes, Chávez-Medina, Méndez-Lozano & Leyva-López, 2008; Camacho-Tapia et al., 2016). Recientemente se reportó la presencia de CLso en muestras de tomate, chile y papa en los estados de Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Edo. de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Zacatecas (Melgoza et al., 2018).
En la actualidad, se han reportado seis haplotipos (Lso) Lso A, Lso B, Lso C, Lso D, Lso E, Lso U, identificados en diferentes cultivos infectados (Munyaneza, Fisher, Sengoda & Garczynski, 2010; Alfaro-Fernández, Siverio, Cebrián, Villaescusa & Font, 2012; Lin et al., 2012; Teresani et al., 2014; Haapalainen et al., 2018). Lso A y Lso B se transmiten por el psílido Bactericera cockerelli (Bc), y se asocian con ZC en papa y a otras enfermedades en solanáceas en América, mientras que en Nueva Zelanda sólo se ha registrado la presencia de Lso A. Los haplotipos Lso C y Lso D se transmiten por los psílidos de la zanahoria (Daucus carota) Trioza apicalis y Bactericera trigonica reportadas en Europa, el haplotipo E se identificó recientemente en España afectando apio y zanahorias (Munyaneza, Fisher, Sengoda & Garczynski, 2010; Liefting, Pérez Clover & Anderson, 2008, 2009a, 2009b; Camacho-Tapia et al., 2016; Alfaro-Fernández et al., 2012; Teresani et al., 2014; Rojas-Martínez et al.,2016) e igual sucedió con el haplotipo Lso U, detectado en Trioza urticae y en la planta Urtica dioica, este haplotipo está estrechamente relacionado a los haplotipos Lso A y D (Haapalainen et al., 2018).
En México, se han reportado infecciones con los haplotipos Lso A en plantas de chile y tomate colectadas en el estado de Sinaloa, Lso B en papa en los estados de Chihuahua y Coahuila (Nelson, Tonja, Fisher & Munyaneza, 2011), Toluca, Edo. de México además de chile e insectos (Rojas-Martínez et al.,2016). Ambos haplotipos, se han registrado en la Región Centro del país, en los estados de Michoacán y en el Estado de México en muestras de plantas de chile e insectos de Bc.
Vector Bactericera cockerelli
El psílido de la papa y/o del tomate Bc, también llamada paratrioza o salerillo, es una plaga de importancia económica que daña a las plantas cuando se alimenta, a través del aparato bucal tipo picador-chupador, que está armado con un estilete formado por dos conductos. En la planta, las ninfas y/o adultos introducen el estilete hasta el floema; por uno de los conductos el insecto succiona la savia y por el otro inyecta saliva a la planta. El daño directo por la alimentación de éste, induce el amarillamiento de las hojas, entrenudos cortos y engrosados, retraso del crecimiento de las plantas y reducción en el tamaño del fruto; además de los daños indirectos por la transmisión de los fitopatógenos (Garzón, Velarde, Marín & Cárdenas, 2005; Nachappa, Lévy & Tamborindeguy, 2012; Swisher, Munyaneza, Velásquez-Valle & Mena-Covarrrubias, 2018); uno de los principales patógenos que transmite Bc es CLso (Secor et al.,2009; Liefting, Weir, Pennycook & Clover, 2009b), lo cual contribuye a incrementar la severidad de los síntomas por la alimentación del insecto debido al consumo de nutrientes de la planta, la multiplicación de la bacteria y la expresión de factores de virulencia del patógeno. Tanto el psílido (Bc) como la bacteria (CLso) tienen el rango de hospederos, siendo los principales las solanáceas (Liefting, Weir, Pennycook & Clover, 2009b).
La transmisión de CLso por Bc es de forma vertical (Casteel, Hansen, Walling & Paine, 2012) y horizontal en camote (Ipomoea batatas) y enredadera silvestre (Convolvulus arvensis) (Torres et al., 2015), con período de incubación de hasta 24 h y tiempo de transmisión promedio de 15 min, no requiere de un hospedante silvestre para multiplicarse, como es el caso de algunos virus fitopatógenos. La edad fisiológica del vector no influye en la capacidad para transmitir la bacteria; sin embargo, con Bc las ninfas requieren menor tiempo (15 min) que los adultos (30 min) para adquirir CLso (Garzón et al., 2009), todos los estadios de Bc transmiten CLso y la transmisión vertical por las hembras adulto puede ser variable de 46.7- 87.5% (Casteel, Hansen, Walling & Paine, 2012).
Bc mantiene una relación simbiótica con la CLso, siendo este endosimbionte el que coloniza el intestino del vector y le ayuda a desdoblar carbohidratos para su fácil asimilación. Además, CLso se involucra en el proceso de desarrollo de los psílidos, como la activación de genes implicados en el metabolismo, reproducción, desarrollo, activación de la respuesta al estrés y la respuesta inmune (Nachappa, Lévy & Tamborindeguy, 2012). CLso es un simbionte hereditario en Bc (Baumann, 2005).
Proceso de patogénesis de Candidatus Liberibacter solanacearum
El proceso de patogénesis de CLso ha sido establecido de forma hipotética basado en los componentes encontrados en el genoma de la bacteria. Se ha determinado que CLso utiliza fuentes extracelulares de ADP/ATP mediante un transportador tipo NttA (COG3202) (Lin et al., 2011), que le permite utilizar las moléculas de energía del hospedante, ya que carece de un sistema fosfotranferasa para el transporte de azúcares en la membrana interna, pero codifica un transportador de la familia de las permeasas de fucosa (COG0738), que le permite introducir azúcares desde que la bacteria coloniza los tejidos del floema de la planta, donde tiene acceso a sacarosa, fructosa y glucosa (Viola, 2001; Karley, Douglas & Parker, 2002). El genoma de CLso también codifica un transportador de dicarboxilato (COG1301) de la familia de DctA, los miembros de esta familia transportan una amplia gama de sustratos, incluyendo succinato, oxaloacetato, fumarato y malato (Yurgel & Kahn, 2004; Groeneveld, Oude, Weme, Duurkens & Slotboom, 2010). Estos cuatro compuestos, en particular el malato, pueden ser utilizados por la bacteria en la respiración como fuente primaria de carbono, además de la glucosa durante la colonización de la planta (Lin et al., 2011).
El sistema de secreción Tipo I (T1SS) es utilizado por bacterias patógenas para el transporte de toxinas y otras moléculas. T1SS consta de un transportador tripartito que forma un canal contiguo a través de las membranas interna y externa de la bacteria (Linhartová, et al., 2010; Shrivastava & Miller, 2009). Se han identificado esos tres componentes en el genoma de CLso HlyD (COG0845), PrtD (COG4618) y un pariente lejano de TolC (COG1538). Los genes ortólogos HlyD y PrtD se encuentran juntos dentro del genoma y agrupados con una toxina rtx (COG2931) (Lin et al., 2011); la serralisina junto con algunas proteasas son importantes factores de virulencia, segregadas al medio a través de sistemas de secreción como el Tipo I encontrado en el genoma de CLso (Lin et al., 2011); Ravindran et al. (2017) demostraron que el gen putativo de serrralisina en CLso no expresa su actividad pectolítica en mutantes de Escherichia coli y Serratia liquefaciens, mientras que en la planta de tomate los niveles de serralisina aumentan gradualmente con el avance de la infección, por lo que asociaron este comportamiento a la expresión del gen CKC 02265 que puede estar relacionado a la patogenicidad y a la sobrevivencia de CLso en la planta hospedante. Yao et al. (2016) reportaron la presencia de 16 genes putativos efectores del sistema de secreción tipo IV, cuatro de las cuales codifican para las proteínas de ensamble pilus diferencialmente expresadas por los haplotipos Lso A y Lso B, sistema que se asocia a un factor de virulencia que juega un papel en el reconocimiento; así como su participación en la patogenicidad especifica de los haplotipos.
Otro grupo de genes que participan en el proceso de patogénesis, son los implicados en la absorción y retención de tiamina y hierro como ftr1, asociado con los diversos niveles de virulencia en otros organismos (Nyilasi, 2008). Factores como la ntta y transportadores fr1 podrían estar implicados en el desarrollo de la enfermedad, causando el agotamiento de la energía y deficiencia de nutrientes en la planta (Lin et al., 2011).
Técnicas de diagnóstico
Síntomas
Los síntomas causados por CLso en los cultivos que infecta varían según el cultivo y la etapa de crecimiento del hospedante (Khairulmazmi, Kamaruzaman, Habibuddin, Jugah & Syed, 2008). En papa, las plantas infectadas muestran retraso en el crecimiento y clorosis, sobrecrecimiento de los entrenudos, proliferación de yemas axilares, brote de tubérculos aéreos (Figura 1), oscurecimiento del sistema vascular y muerte temprana de la planta (Munyaneza, Crosslin & Upton, 2007a). Se ha estimado en un 20-40% que los tubérculos infectados por ZC generalmente no brotan y si lo hacen producen brotes ahilados y plantas débiles (Henne et al., 2010); además, estos tubérculos muestran lenticelas agrandadas en el tallo subterráneo, colapso de estolones, lesiones color marrón en el anillo vascular, necrosis en los tejidos internos y ocasionalmente rayado color marrón en el tejido medular (Munyaneza, Goolsby, Crosslin & Upton, 2007b).
En tomate, dependiendo de la infección, ya sea por los haplotipos Lso A o Lso B, Mendoza-Herrera et al. (2018) reportan la aparición de síntomas como la reducción del crecimiento, reducción del tamaño y decoloración de las hojas apicales, desarrollo de meristemos axilares, enchinamiento, atrofia, enrollamiento, detención del crecimiento y necrosis de los tejidos hasta el colapso de la planta. Las plantas de chile infectadas con CLso muestran crecimiento apical clorótico o color verde pálido, adelgazamiento del ápice y deformación de las hojas, entrenudos cortos, retraso general del crecimiento y el variegado típico (Figura 2) (Munyaneza, Sengoda, Garzón & Cárdenas, 2009b; Camacho-Tapia et al., 2011).
Diagnóstico Microscópico
La morfología del género de Candidatus Liberibacter se observa en forma de bacilo bajo el microscopio electrónico, de 2-3μηι de largo, 0.2-0.3μηι de ancho, con extremos redondeados y con una superficie exterior suave e indica que no poseen una membrana externa, por lo que la pared de los peptidoglicanos es apenas visible (Tanaka et al., 2007), haciéndola negativa a la tinción de Gram. Cicero, Fisher & Brown (2016), con disecciones y extracción de la bacteria del intestino medio del psílido, determinaron la presencia de pili y flagelos e igual en el genoma de CLso se han observado regiones codificantes para proteínas de ensamble de pili y flagelos (Lin et al., 2011). Su citoplasma es menos denso con respecto a otras bacterias fitopatógenas y con frecuencia muestran plasmólisis (Jagoueix, Bové & Garnier, 1994).
Diagnóstico biológico
Se han logrado aislar y cultivar in vitro las tres especies de Candidatus Liberibacter que infectan cítricos, en el medio "Liber A" sobreviviendo un lapso de 10 a 14 días, preparado con extracto de venas de cítricos, potasio monobásico, fosfato dibásico, NADP, cicloexamida y agar (Sechler et al., 2009). En el caso especial de CLso se han realizado pruebas de patogenicidad y búsqueda de variedades resistentes a ZC, mediante transmisión directa de CLso por insectos adultos de Bc (Munyaneza, Buchman, Sengoda, Fisher & Pearson, 2011; Lévy, Ravindran, Gross, Tambrindeguy & Pierson, 2011; Camacho- Tapia et al., 2016) e injerto de yemas y brotes de crecimiento de plantas cultivadas en campo con síntomas de CLso y a partir de tubérculos sintomáticos, al no contar con un medio sintético para su aislamiento y poder replicar los síntomas de ZC (Secor et al., 2009).
Diagnóstico serológico
Se han obtenido varios anticuerpos monoclonales (AcM) específicos para Huanglongbing (HLB) en cítricos, usando como antígenos cepas asiáticas y africanas (Villechanoux, Garnier & Bové, 1990; Garnier et al., 1991; Gao, & Bové, 1991). La producción de AcM no ha sido eficiente para la detección de las diferentes especies del género Liberibacter debido a su alta especificidad respecto a la cepa contra la que son dirigidos. Es por ello que se requiere de un estudio más profundo para la búsqueda de epítopes comunes a todas las formas conocidas de la bacteria, con el fin de generalizar su aplicación en el diagnóstico (Collazo, Pantoja & Llauger, 2008).
Diagnóstico molecular
La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es la técnica más utilizada debido a la especificidad y rapidez con que se realiza, la detección mediante PCR de Candidatus Liberibacter está dirigida a la amplificación de la región 16S rDNA de su genoma (Jagoueix, Bové & Garnier, 1994; Texeira et al., 2005). En la Tabla I se muestran los principales iniciadores para el género Candidatus Liberibacter y específicos para la detección de CLso.
Primer | Secuencia | Organismo | Referencia |
---|---|---|---|
*OI2c/ Cli.po.F / LsoF/ OA2 /ZCf | GCCTCGCGACTTCGCAACCCAT/ TACGCCCTGAGAAGGGGAAAGATT/ GTCGAGCGCTTATTTTTAATAGGA/ GCGCTTATTTTTAATAGGAGCGGCA/ CGAGCGCTTATTTTTATTAGGAGC |
Candidatus Liberibacter |
Jagoueix, Bové & Garnier,1994; Secor et al., 2009; Li et al., 2009; Liefting et al., 2009; |
LG774F/ LG1463R | GTAAACGATGAGTGCTAGCTGTTGGG/ CTGACCRTACCGTGGCCGG |
Candidatus Liberibacter |
Morris et al., 2017 |
Lso adkF/ Lso adk R | GCGCCACACTAACATCTCCTTCC/ CGCAGCAGTATGAGGGCC |
CLso | Ravindran et al., 2011 |
Lso TX 16/23 F/Lso TX 16/23 R | AATTTTAGCAAGTTCTAAGGG/ GGTACCTCCCATATCGC |
CLso | Ravindran et al., 2011 |
OMB 1482 F /OMB 2086 R CLZC-F/ CLZC-R | GGCGTGGTTATAAGCAGAGT/ ATCTACACGCGGACCTATAC/ TCGGATTTAGGAGTGGGTAAGTGG/ ACCCTGAACCTCAATTTTACTGAC |
CLso (Proteína de la membrana externa de Liberibacter) | Crosslin, Lin & Munyaneza, 2011 |
CL514F/ CL514R | CTCTAAGATTTCGGTTGGTT/ TATATCTATCGTTGCACCAG |
Candidatus Liberibacter |
Munyaneza, Sengoda, Crosslin, De la Rosa & Sánchez, 2009c |
Lp Frag4-1611F/LP Frag 4-480R | GGTTGATGGGGTCATTTGAG/ CACGGTACTGGTTCACTATCGGTC |
Candidatus Liberibacter psyllaurous |
Hansen, Trumble, Stouthamer & Paine, 2008 |
* Complementarios OI2c/ Cli.po.F; OI2c / LsoF; OI2c /OA2; OI2c /ZCf.
Loop-mediated isothermal amplification procedure (LAMP)
La técnica LAMP para CLso fue desarrollada por Ravindran, Lévy, Pierson & Gross (2015), quienes refieren que la técnica muestra la misma sensibilidad que una PCR convencional en pruebas de detección en campo; cabe destacar que es una técnica de rápida detección y con un requerimiento mínimo de equipo; la técnica se basa en la síntesis de DNA de desplazamiento de cadena por autociclado favorecida por la DNA polimerasa de Bacillus stearothermophilus (Bst) y la integración de los iniciadores: LsoTX16SLamp-F3 (CTGCATGGCTGTCGTCA), LsoTX16SLamp-B3c (GTAACCACCATTGTAGC), LsoTX16SLamp-FIP (F1c-F2) (TAGAGGTAGGGGTTGC/ GTGTCGTGAGATGTTGGG), LsoTX16SLamp-BIP (B1-B2c) (GGGTACTTTATAGGGA/CCATGAGGACTTGACG), LsoTX16SLamp-LF (GCTCGTTGCGGGACTTA), LsoTX16SLamp-LB (GGAGGAAGGTGGGGATG). Las reacciones con resultados positivos se tornan de color verde fluorescentes bajo iluminación de luz UV, mientras que las muestras negativas mantendrán esa falta de fluorescencias; este efecto se debe a la formación de un pirofosfato de magnesio durante la síntesis de DNA que genera una turbidez fácilmente distinguible en los tubos.
Estrategias de control
Control cultural
Se recomienda eliminar focos de infección como cultivos abandonados; los residuos del cultivo inmediatamente después de la cosecha y la eliminación de plantas hospederas del vector, plantas enfermas en los márgenes del cultivo y lotes adyacentes (Bujanos, Garzón & Marín, 2005). El uso de acolchados plásticos de colores aluminio y blanco favorecen la disminución de la densidad de poblaciones de Bc en áreas cultivadas con tomate (Demirel & Cranshaw, 2006).
Control genético
El desarrollo de variedades vegetales resistentes o tolerantes, mediante métodos de mejoramiento genético tradicional o ingeniería genética, representan una estrategia de control eficaz y sostenible para el manejo de ZC (Munyaneza, Buchman, Sengoda, Fisher & Pearson, 2011). Curtis, Tantravahi & Mirkov, (2010) insertaron un gen anti-insectos y dos genes antimicrobianos en papa, reduciendo el inóculo bacteriano y retardando la aparición de los síntomas por la alimentación del psílido y de CLso sin mostrar niveles de tolerancia con significancia en el control de la enfermedad entre los materiales transgénicos. Recientemente Hernández-Deheza et al. (2018) evaluaron dos clones experimentales de papa (T05-20-11 y Bajío143) y un cultivo comercial (Real 14) contra variedades altamente susceptibles (Milagros y Atlantic); dichos cultivos fueron inoculados con el haplotipo Lso B y una combinación entre los haplotipos Lso A y Lso B; los resultados indicaron que el cultivo Real 14 fue el que mostró un menor porcentaje de decoloración del tubérculo que otros cultivos probados después de la inoculación con la mezcla de haplotipos y Lso B. Mientras el clon T05-20-11 mostró menor decoloración del tubérculo que el Atlantic, después de la inoculación con los haplotipos; así como menor severidad (síntomas foliares) que los cultivos Atlantic y Bajío 143. Sin embargo, en 2017 Rubio-Covarrubias et al. evaluaron cuatro líneas avanzadas (246, 865, 510 y NAU) que fueron expuestas a la infección de CLso; donde las líneas 246, 865 y 510 mostraron una menor selección por Bc y una menor oviposición de Bc en las líneas 510 y 865; así como un menor índice de decoloración en los tubérculos infectados con CLso de los cuatro genotipos experimentales, siendo que el genotipo 510 ha sido plantado a nivel comercial debido a sus buenas características agronómicas y comerciales. Se ha identificado germoplasma de papas silvestres (Solanum tuberosum, S. berthaultii, S. raphanifolium, S. chacoense y S. guerreroense con características de antixenosis a Bc (Machida, 2015), de las cuales algunas no muestran infección por CLso en ensayos de no elección, pero que no cumplen con las características agronómicas requeridas para su comercialización; por lo que es necesario el estudio sobre la utilidad de estas variedades en programas de mejoramiento genético, destacando la importancia de que el efecto de antixenosis no garantiza que las variedades tengan la capacidad de no infectarse con CLso (Wang et al., 2017). Lo anterior difiere del trabajo de Lévy & Tamborindeguy, (2014) quienes evaluaron los mecanismos de antibiosis y antixenosis de S. habrochaites y concluyeron que la resistencia de la planta no podría ser suficiente para proteger las plantas solanáceas contra la transmisión de CLso, pero podría ayudar a minimizar el riesgo general de transmisión bacteriana al reducir la alimentación o afectar el desarrollo de la población de vectores.
Control biológico
El uso de hongos entomopatógenos, insectos depredadores y parasitoides, representa una alternativa para el manejo integrado del Bc en sus diferentes instares. Los hongos Metarhizium anisopliae, Beauveria bassiana e Isaria fumosorosea probados solos o en conjunto con otros insecticidas (Lacey, de la Rosa & Horton, 2009; 2010) y Paecilomyces fumosoroseus (Bujanos, Garzón & Marín, 2005) han demostrado ser útiles en el control de Bc causando mortalidad de un 78-99% en condiciones de laboratorio y campo, siendo eficaces en cualquier fase de desarrollo del insecto (Lacey, de la Rosa & Horton, 2009; 2010). Entre los enemigos naturales más eficientes se incluyen larvas de crisopa, coccinélidos, geocóridos, anthocóridos, míridos, nábidos y larvas de sírfidos, así como los insectos parasitoides Tamarixia triozae y Metaphycus psyllidis (Compere, 1943; Pletsch, 1947). Algunos productos biorracionales en el manejo de Bc, son kaolín, aceites minerales y de plantas, que han demostrado reducir la alimentación del psílido y la oviposición (Gharalari et al., 2009; Yang et al., 2010; Peng, Trumble, Munyaneza & Liu, 2011; Butler, Byrne, Keremane, Lee & Trumble, 2011). Productos comerciales como Sun Spray (aceites esenciales) o Requiem (extracto de Chenopodium ambrosioides) repelen significativamente de (77.2- 95.4 %) adultos del Bc y disminuye la ovoposición (Yang et al., 2010). A nivel de laboratorio se ha implementado la aplicación del extracto Heliopsis longipes para evaluar su actividad insecticida sobre ninfas de Bc, demostrando eficiencia en la mortalidad de las ninfas que oscilan de un 30-100% a las 24 h de haberse realizado la aplicación del extracto etanólico (Beltrán, Cerna, Delgado & Ochoa, 2015).
Control químico
El control de CLso se ha enfocado a la reducción de las fuentes de inóculo, como el uso de plantas libres, remoción de plantas sintomáticas y el control químico del insecto para reducir la transmisión de la bacteria (Camacho-Tapia et al., 2016). De acuerdo a estudios realizados por Zhang et al. (2011) la combinación de penicilina G y estreptomicina tiene efecto antimicrobial contra CLso, la penicilina G potásica es asimilada rápidamente por las plantas y posee bajos niveles de fitotoxicidad; cabe destacar que el tratamiento mencionado fue suministrado con intervalos de aplicación cortos y durante periodos de tiempo prolongados, según el autor este mismo tratamiento puede ser viable para el control de CLso en plantas de papa y tomate.
Los insecticidas más comunes para el control de Bc, son thiametoxam, permetrina, esfenvalerato, imidacloprid, cyfluthrin, methamidophos, endosulfan, imidacloprid, disulfoton, phorato, spiromesifen, ciflutrin, omeotato, aldicarb y thiacloprid (Pavlista, 2002). Pyrioproxyfen, pymetrozine y spinosad también son de utilidad en programas de manejo integrado de plagas para Bc (Liu & Trumble, 2004). La aplicación de azufre en polvo y sales potásicas de ácidos grasos (jabones insecticidas al 2%) pueden ser útiles contra ninfas, pero el control es poco confiable (Bujanos, Garzón & Marín, 2005; Cranshaw, 2007). Sin embargo, Cerna, Hernández, Landeros, Aguirre & Ochoa, (2015), reportaron tasas de resistencia a los insecticidas, endosulfan e imidacloprid en las poblaciones de Bc de las zonas productoras de chile de San Luis Potosí, Aguascalientes y la zona productora de papa en Coahuila y Nuevo León, México. Mientras que, la población de Bc procedente de San Luis Potosí manifestó la mayor tasa de resistencia a la abamectina.
Conclusiones
Debido a las características biológicas de la bacteria Candidatus Liberibacter solanacearum y su relevancia como plaga de importancia económica, es transcendental implementar estrategias de detección con una alta efectividad y confiabilidad, así como el utilizar todas las herramientas para el desarrollo de programas de manejo de Candidatus Liberibacter solanacearum y su vector. Esta revisión muestra el panorama actual de la distribución de esta bacteria en México, así como una perspectiva de los métodos de diagnóstico y estrategias de manejo disponibles para el control de la enfermedad.