Legados

Carmen Castañeda García. In memoriam

Carmen Castañeda García nació el 20 de diciembre de 1941 en la ciudad de Guadalajara. Se recibió en 1960 como maestra en la Escuela Normal de Jalisco. A mediados de 1969 obtuvo la maestría en historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara. En 1974 se doctoró en historia en el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México. De 1970 a 1972 trabajó en la ciudad de México como investigadora para la elaboración de los libros de texto gratuitos en ciencias sociales para los alumnos y maestros del primero al sexto grados en la Secretaría de Educación Pública (SEP). En 1972 dio un curso de paleografía en el Centro de Estudios Históricos de la Universidad Veracruzana. De 1973 a 1975 fue auxiliar de investigación en el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México. En 1975 impartió cursos y talleres de historia en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. De 1975 a 1976 se dedicó a la investigación en archivos y bibliotecas de Madrid y Sevilla. De 1976 a 1978 fue contratada como investigadora en el Centro de Estudios Educativos, dirigido por Pablo Latapí. En 1977 impartió un curso en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. En 1978 fue contratada como bibliógrafa en la Biblioteca Pública del estado de Jalisco, cargo que desempeñó hasta 1983. De 1978 a 1985 fue directora del Archivo Histórico de Jalisco. En la Universidad de Guadalajara impartió innumerables cursos sobre historia desde 1978 hasta 2006. De septiembre de 1981 a marzo de 1982 realizó una estancia académica en la Benson Latin American Collection Library de la Universidad de Texas. De 1983 a 1989 fue investigadora en El Colegio de Jalisco, donde tuvo a su cargo la prestigiada revista Encuentro. De mayo a agosto de 1987 realizó una estancia académica en Berlín. De abril a junio de 1989 tuvo otra estancia académica en l'École des Hautes Études en Sciences Sociales en París. Desde 1989 era investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS)-Occidente, donde fue encargada de la formación de la historia tanto en la maestría como en el doctorado. Gracias a ella se formó la biblioteca del CIESAS-Occidente que hoy lleva su nombre. En abril de 1990 tuvo una estancia académica en la Universidad de Texas. De septiembre a diciembre de 1992 realizó una estancia académica en la John Carter Brown Library. De octubre de 1995 a diciembre de 1995, y de diciembre de 1998 a mayo de 1999 realizó estancias académicas en la Escuela de Estudios Hispanoamericanos en Sevilla. Dirigió a 25 tesistas en licenciatura, cuatro en maestría y ocho en doctorado. En medios académicos arbitrados nacional e internacionalmente publicó 32 artículos, 44 capítulos de libro, dirigió diez libros y publicó como única autora seis libros más. Redactó 39 contribuciones en memorias y escribió 34 reseñas de libros. Sus principales publicaciones fueron La educación en Guadalajara durante la colonia, 1551-1821 (El Colegio de Jalisco, El Colegio de México, 1984); Violación, estupro y sexualidad en la Nueva Galicia, 1792-1821 (Hexágono, 1989); Imprenta, impresores y periódicos en Guadalajara, 1793-1811 (CIESAS, 1999); Círculos de poder en la Nueva España (CIESAS, Miguel Ángel Porrúa, 1998); y La historia del libro en México (CIESAS, Miguel Ángel Porrúa, 2002). Participó en un centenar de eventos académicos nacionales e internacionales. Fue activa en comités editoriales y de evaluación en muchos medios académicos, como el Boletín del Archivo Histórico de Jalisco, Estudios Históricos, Enlace, Entorno urbano y otros. En 1985 recibió el premio Libreros de Guadalajara; en 1991 le otorgaron el premio Quetzacóatl; en 1992 obtuvo el Premio CIESAS; en 2001 le dieron la presea Severo Díaz Galindo. Durante su vida recibió una gran cantidad de reconocimientos por su desempeño como historiadora. De 1985 a 1988 estuvo en el nivel I del Sistema Nacional de Investigadores; de 1988 a 2000 en el nivel II, y desde el año 2000 en el nivel III. Desde 1994 formó parte de la Academia Mexicana de Ciencias. Tuvo dos vocaciones que desempeñó con alegría y entusiasmo: ser maestra y ser historiadora. Su amor por los libros la hizo formar bibliotecas y estudiar el mundo libresco. Supo combinar la historia con la antropología. Estaba al día en los avances teóricos. Fue una colega que irradiaba amabilidad y sabiduría. Amaba la vida, y con dignidad y entereza le peleó muchos años a la muerte. Se apagó el 4 de mayo de 2007.