INTRODUCCIÓN
En la última década, la educación se ha transformado a partir de la inclusión de las TIC, sobre todo la educación superior, puesto que el desarrollo de estas herramientas ha sido exponencial. Diversos trabajos que lo han documentado señalan que el uso de estas apoya el proceso de enseñanza-aprendizaje (Cabrera, Sánchez y Rojas, 2016; Briede, Leal, Mora y Pleguezuelos, 2015; Cavazos y Torres, 2016; Pérez y Saker, 2013; Velarde, Dehesa, López y Márquez, 2017); se habla también de experiencias de éxito y fracaso, y se pone de manifiesto la preocupación de cómo incorporarlas de manera permanente para que promuevan el aprendizaje en los estudiantes. En este sentido, las tecnologías se han potenciado y ahora representan no solo uno de los principales objetivos planteados para la educación vía TIC, sino una de las necesidades más apremiantes en la actual sociedad del conocimiento. Los actores educativos exploran las implicaciones que tienen las tecnologías en la educación superior y buscan promover espacios para el diálogo y la reflexión sobre este tema.
En la actualidad, una de las tareas centrales, debido a este escenario de creciente integración de las TIC en el ámbito educativo, tiene que ver con la necesidad de conocer cómo, hasta qué punto y en qué circunstancias y condiciones la incorporación de las TIC a los procesos de enseñanza y aprendizaje modifican las prácticas educativas en las aulas y, sobre todo, saber si afectan positivamente el aprendizaje (Bustos y Román, 2011).
Por su parte, la educación superior sitúa como el centro del proceso de enseñanza al alumno y el pensamiento crítico. En este contexto, las TIC juegan un papel clave al ofrecer nuevos escenarios y posibilidades para el desarrollo de competencias (Esteve, 2009). Una de las competencias que puede fomentar el uso de las TIC es la comprensión lectora del idioma inglés; sin embargo, los datos presentados por el director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan Pardinas Carpizo, muestran un escenario distinto, ya que refiere que solo 5% de los mexicanos habla inglés (Becerril, 2015).
Lo anterior muestra que, a pesar de los esfuerzos de las instituciones educativas, el aprendizaje del inglés es una de las tareas pendientes, pues, como lo mostró un estudio presentado por la organización Mexicanos Primero (O'Donoghue, 2015), la falta de aprendizaje real del inglés en México devela las fallas del sistema educativo en cuanto a la implementación de la política educativa, lo que muestra la imperante necesidad de un cambio en el paradigma de la enseñanza y el aprendizaje de este idioma.
Las instituciones educativas tienen un reto importante en esta materia. Es necesario innovar y aplicar nuevas metodologías y herramientas que faciliten el aprendizaje del idioma inglés, entre estas, las tecnologías, ya que pueden ser elementos que favorezcan el proceso educativo cuando se ponen a disposición de los docentes y alumnos (Morales, Trujillo y Raso, 2015).
Estas herramientas pueden fomentar el aprendizaje del inglés y permitir cambios desde lo personal, como las actitudes y el pensamiento, hasta elementos didáctico-pedagógicos, como los contenidos, el trabajo y sentido de la práctica docente. Para Vera, Torres y Martínez (2014), estas innovaciones generan nuevos ambientes educativos que inciden en las estrategias de enseñanza-aprendizaje y en los modelos didácticos. En particular, la relación entre las TIC y la enseñanza de un segundo idioma se genera por los cambios que pueden producir estas en el aprendizaje de los estudiantes, lo cual significa ir más allá de enseñar con tecnologías, pues debe provocarse una transformación en la mentalidad porque "lo importante no es el exceso de información, sino la habilidad para procesarla" (Vargas, 2015).
Para lograr lo anterior, se han realizado múltiples esfuerzos a través del uso de herramientas que facilitan el acceso a contenidos en inglés, como audios, videos, blogs, redes sociales, entre otras, además de que cada vez son más las instituciones y los docentes que las utilizan e incorporan en su práctica. Hoy se pueden observar aulas preparadas con proyectores y computadoras, pizarra electrónica o, incluso, tabletas con aplicaciones educativas; sin embargo, no siempre se utilizan de manera pedagógica, esto es, no consiguen combinarse las tecnologías con las metodologías de enseñanza y el aprendizaje logrado (Hernández, Casado y Negre, 2016; Cabero y Llorente 2015).
Arteaga (2011) menciona que en el proceso de adquisición de una segunda lengua se pueden utilizar las TIC para enriquecer y favorecer el aprendizaje, pues la mayoría de los estudiantes conviven con las tecnologías de una manera natural, han crecido con ellas y las usan en su vida diaria. Las investigaciones muestran que una de las integraciones de estas herramientas en el ámbito educativo se ha dado mayormente en el área de idiomas mediante estrategias de enseñanza que impulsan la interactividad y promueven la motivación, eficiencia y la mejora del conocimiento en un entorno flexible (Arteaga, 2011).
La integración de las TIC y las redes sociales reconfigura los entornos de aprendizaje de los estudiantes al permitir que se formen como futuros egresados y desarrollen nuevas competencias como la participación, el espíritu crítico y la iniciativa. Con ello se puede generar un nuevo modelo de universidad (Esteve, 2009); sin embargo, esto depende, en gran medida, de las circunstancias particulares de cada centro educativo, ya que el uso de las tecnologías puede variar (López de la Madrid, 2007) y, por lo tanto, obtener resultados diferentes.
A partir de las premisas anteriores, consideramos necesario fomentar la discusión sobre la importancia de evaluar, a través de la percepción de los alumnos, la efectividad de los usos pedagógicos de las TIC como apoyo en su aprendizaje del idioma inglés; de esa forma, con base en estas valoraciones se podrán reconocer los procesos y las prácticas que resulten más eficaces para ofrecer herramientas novedosas que ayuden a los alumnos a aprender. Así, resulta ineludible lo que señalan Bustos y Román (2011), "identificar, caracterizar y comprender la potencialidad de las TIC para promover determinadas y necesarias transformaciones en las prácticas educativas" (p. 4).
La investigación que aquí presentamos tuvo como objetivo exponer la percepción de los estudiantes de la carrera de Negocios Internacionales respecto al uso de las TIC como apoyo para el aprendizaje del inglés; esto, debido a que es uno de los idiomas con mayor importancia en el mundo (Excélsior, 2015).
Como parte de la globalización e internacionalización de la educación, el uso de una segunda lengua se ha reconocido como de las necesidades más apremiantes en la educación superior (Moctezuma y Navarro, 2011). La carrera de Negocios Internacionales ha repuntando en los últimos años y se ha convertido en una de las más solicitadas y competitivas a nivel nacional (Vizcaíno, Urzúa y Muñoz, 2010), de ahí la importancia de conocer, desde el punto de vista del estudiantado, qué tanto apoya el uso de las TIC en el aprendizaje del inglés, y si sus profesores utilizan la tecnología, si los motivan y si esto aporta a sus conocimientos. La competencia del dominio básico de este idioma es uno de los requisitos indispensables para que los estudiantes puedan graduarse en esta carrera; ello se convierte en una de las preocupaciones principales tanto de profesores como de los estudiantes.
METODOLOGÍA
El enfoque de la investigación fue cuantitativo y se basó en un diseño no experimental de tipo transversal, con una metodología descriptiva y correlacional. Para tal efecto, diseñamos una encuesta estructurada ad hoc (Bernal, 2000), sometida a juicio de expertos, con la que se valoró la fiabilidad (Fox, 1981) y validez de contenido de este instrumento.
Los objetivos de la investigación fueron analizar la percepción de los estudiantes de la carrera de Negocios Internacionales de una universidad pública mexicana respecto del uso de las tecnologías como herramientas que apoyan el aprendizaje del idioma inglés, identificar los factores que ellos consideran que pueden favorecerlo y conocer cuáles son las tecnologías o herramientas más utilizadas por el docente y cuáles de ellas motivan el aprendizaje de este idioma.
El estudio se aplicó a la totalidad de la población que cursa esta carrera, tanto en el turno matutino como el vespertino, y que representa 320 matriculados; sin embargo, al momento de la validación del instrumento, únicamente consideramos aquellos que habían contestado el 100% de las preguntas, que fueron en total 162 encuestados; de estos, 88 son mujeres y 74, hombres. En cuanto al semestre, el número de encuestados se distribuyó de la manera en que se presenta en la tabla.
Semestre | Núm. de estudiantes | Porcentaje válido |
---|---|---|
3º | 23 | 14.2 |
4º | 30 | 18.5 |
5º | 25 | 15.4 |
6º | 27 | 16.7 |
7º | 36 | 22.2 |
8º | 21 | 13.0 |
Total | 162 | 100 |
Fuente: elaboración propia.
Diseñamos un instrumento de acuerdo con los objetivos de la investigación y el contexto en el que se aplicó. Consta de 15 ítems en formato tipo Likert, con cinco puntos de rango, dos en cada polaridad y uno intermedio; se puntúan de 1 (totalmente en desacuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo). Estos fueron redactados en sentido de conformidad con las respuestas concernientes a la percepción de los encuestados sobre el uso de las TIC y el aprendizaje del idioma inglés.
Para aprobar el contenido de las preguntas, recurrimos a la estrategia de validación por tres expertos en el tema de tecnologías para la educación (Hernández, Fernández y Baptista, 2010), y para reconocer la dependencia entre la percepción de los encuestados acerca del uso de las TIC y el aprendizaje del idioma inglés, aplicamos la prueba estadística chi-cuadrada.
RESULTADOS
Como resultado del análisis de los datos del cuestionario aplicado a los estudiantes, destaca que 31% de los encuestados está totalmente de acuerdo y 38% dice estar de acuerdo con que utilizar tecnologías en la clase de inglés puede ayudar en su aprendizaje, lo que significa que 69% de los estudiantes acepta que la tecnología sí apoya en su proceso educativo (ver gráfica 1); sin embargo, 25% no tiene una postura clara, pues no está de acuerdo ni en desacuerdo, solo 5% dice estar en desacuerdo y 1% totalmente en desacuerdo.
Al correlacionar los datos respecto a la edad y la percepción sobre el empleo de tecnologías, existe significatividad entre los estudiantes que tienen mayor edad y que piensan que usar las tecnologías y practicar fuera del aula es necesario para aprender con mayor facilidad el idioma inglés. Sin embargo, al efectuar la correlación entre los estudiantes de los diferentes semestres, constatamos que no existe significatividad.
En cuanto a la pregunta de si se considera que el uso de herramientas colaborativas como Prezy, CmapTools, Google Docs, OneDrive, entre otras, pueden ayudar al aprendizaje del inglés, la mayoría se inclinó por responder que no están de acuerdo ni en desacuerdo (ver gráfica 2).
De igual forma, entre los resultados destaca que 22% de los encuestados está totalmente de acuerdo y 39% dice estar de acuerdo en que utilizar los recursos tecnológicos ofrecidos por su profesor para reforzar el idioma inglés les ayuda en su aprendizaje; solo 10% no está de acuerdo y 1%, totalmente en desacuerdo; el resto, que corresponde a 28% no presenta una opinión definida sobre el tema (ver gráfica 3).
Al preguntar si el uso de las redes sociales podría apoyar su aprendizaje en inglés, de acuerdo con la gráfica 4, las respuestas se tornaron contundentes: 70% está de acuerdo en que utilizar estas herramientas puede ayudarles a mejorar su aprendizaje, mientras que 21%, no está de acuerdo ni en desacuerdo, y solo g% señala que no.
Llama la atención las respuestas contundentes acerca del uso del blog como apoyo en el aprendizaje del inglés, pues 94% de los estudiantes opina que utilizar esta herramienta no les apoya en el proceso, incluso se destacan las respuestas entre totalmente de acuerdo y totalmente en desacuerdo (ver gráfica 5).
La opinión respecto del uso del video para aprender inglés está dividida, pues 62 estudiantes aseguran que están de acuerdo en que, utilizando esta herramienta, pueden aprender mejor, pero 49 de ellos están en desacuerdo y 51 no ofrecen una respuesta definida (ver gráfica 6).
En relación con la percepción de los estudiantes sobre si consideran que utilizar las TIC les facilita la comprensión del idioma, según se muestra en la gráfica 7, 49% de los encuestados indica estar totalmente de acuerdo y 38%, de acuerdo; 12% no manifiesta una postura clara, pues señaló no estar ni de acuerdo ni en desacuerdo y 1% está en desacuerdo.
De igual forma, se preguntó a los encuestados si consideran que los profesores de inglés fomentan el uso de recursos tecnológicos adecuadamente para mejorar su aprovechamiento y generar aprendizaje; 52 alumnos están totalmente de acuerdo y 18 están de acuerdo, 71 no expresan una postura definida, 14 están en desacuerdo y 7 están totalmente en desacuerdo (ver gráfica 8).
En el caso del uso de plataformas, específicamente el Moodle, 19% de los encuestados señala estar totalmente en desacuerdo y 30% está en desacuerdo respecto a que estas plataformas pueden ayudar en su aprendizaje, lo que significa que casi 50% considera que no son de utilidad; 30% no está de acuerdo ni en desacuerdo; solo 17% percibe que la tecnología apoya su aprendizaje del inglés, pues está de acuerdo y 4% está totalmente de acuerdo (ver gráfica 9).
En relación con la pregunta sobre si utilizar software especializado para aprender inglés fortalece el aprendizaje, la mayoría de los encuestados, que corresponde a 53%, indica que no; aunque 43% se manifestó positivamente (ver gráfica 10).
Los resultados también exponen diferencias entre las percepciones de quienes cursan los semestres avanzados y los que inician, pues estos últimos aseguran que no es necesario utilizar tecnologías fuera del aula para reforzar su aprendizaje del inglés, mientras que quienes estudian en semestres avanzados afirman que es indispensable emplearlas tanto dentro como fuera del salón de clases, ya que consideran que las tecnologías pueden ayudar al desarrollo de habilidades como escuchar, hablar, leer y comprender el idioma.
DISCUSIÓN
La percepción que los estudiantes manifiestan respecto del uso de las tecnologías para aprender inglés es buena, en general, pues la frecuencia indica que más de 60% conviene en que utilizarlas fortalece su aprendizaje. Esto coincide con los trabajos presentados por Ponce y Morán (2017), Tena (2017) y Morales et al. (2015), quienes opinan que las tecnologías posibilitan el aprendizaje de los idiomas y apoyan al desarrollo de sus habilidades prácticas; sin embargo, vale la pena resaltar que otra gran parte de los alumnos encuestados no asume una postura clara sobre si realmente beneficia su aprendizaje; esto se debe, según los resultados de las preguntas subsecuentes, a que los profesores no emplean tecnologías que los motiven a aprender, es decir, además de usarlas en clase, que también sean aprovechadas de manera pedagógica con un enfoque en el aprendizaje.
Los resultados muestran que los alumnos perciben que utilizar las redes sociales ayuda al desarrollo de sus habilidades para el aprendizaje del idioma inglés, y manifiestan que las TIC facilitan en específico la comprensión lectora, situación que evidencia la importancia de utilizar este tipo de herramientas con un enfoque pedagógico. Lo anterior coincide con la postura de Morales et al. (2015), Vera et al. (2014) y Arteaga (2011), quienes señalan que en la actualidad las TIC son importantes para el proceso de enseñanza-aprendizaje, puesto que, al valorarlas positivamente y ponerlas a disposición de profesores y alumnos, serían elementos fundamentales para vencer la barrera entre aprender y practicar el inglés.
Contrario a lo anterior, la percepción que tienen los estudiantes acerca del uso específico de los blogs y la plataforma Moodle es que estas herramientas no les aportan nada para su aprendizaje. Este resultado se debe a que los consideran monótonos y que, desde su punto de vista, no permiten una dinámica constante de comunicación y, sobre todo, son poco interactivos. Esto se contrapone a lo expuesto en trabajos en los que se describen los beneficios de esta plataforma y del uso de blogs para motivar y apoyar el aprendizaje de los estudiantes, como Pérez y Barba (2010), Marínez de Lahidalga (2008), Valdez, Ávila y Olivares (2014), y Yugsán y Sani (2017), quienes manifiestan en sus investigaciones que los alumnos muestran interés para aprender cuando trabajan con este tipo de recursos, además de que los contenidos expuestos pueden ser dinámicos e interactivos y sirven para aumentar la motivación y aprender el idioma inglés. Sin embargo, también coinciden en que todavía falta más capacitación y desarrollo de competencias digitales por parte de los docentes para utilizar estos recursos, ya que aún no se logran los resultados esperados.
Lo anterior resalta que las instituciones de educación superior no han ofrecido la suficiente capacitación pedagógica a los profesores en el uso de tecnologías, pues siguen preocupadas por la adquisición de las mejores aplicaciones y equipos para ser utilizados en las prácticas educativas. Sin embargo, dejan de lado las estrategias de enseñanza que, a través de las TIC, deberían aprovechar los profesores para que se logre el cometido final del proceso de enseñanza-aprendizaje. De igual manera, la falta de capacitación de los docentes influye en el funcionamiento y las actividades en los blogs o plataformas educativas, al presentarles solamente las actividades en un repositorio de datos, desmotiva a quienes utilizan estas tecnologías y limita el aprendizaje de los estudiantes.
Además, resalta la coincidencia en la indecisión de los estudiantes, quienes se mostraron dudosos respecto de si el uso de videos y aplicaciones como Prezy, Cmaps, Google Drive y software educativos apoyan el aprendizaje del inglés; esto se debe a que los alumnos y profesores no conocen el uso pedagógico que se les puede dar, sobre todo porque no se ha logrado incorporarlas a todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo que coincide con lo expuesto por Martínez, Villareal y Dávila (2016), quienes plantean la necesidad de continuar la preparación de los profesores para que desarrollen competencias digitales y pedagógicas con la intención de que incorporen las TIC a su práctica docente y, con ello, motivar a los estudiantes en su uso (Sanabria y Hernández, 2011; Morales et al., 2015).
El uso de las TIC facilita el aprendizaje autónomo del estudiante, ya que le permite aprender a su propio ritmo y fomentar la participación activa. Se debe resaltar que todavía falta camino por recorrer, en el cual las instituciones educativas tienen como tarea optimizar las condiciones que les permitan incluir en su currículo programas pedagógicos didácticos para la enseñanza del inglés; además, los docentes deben incorporar en sus estrategias didácticas estos recursos a fin de enriquecer la mediación pedagógica y respaldar las subjetividades mediáticas de los estudiantes. Estos son parte de los desafíos pedagógicos frente a un mundo digital.
En particular, este trabajo aporta datos sobre las tecnologías que los estudiantes perciben que son útiles para aprender mejor, lo que resulta benéfico para las instituciones de educación superior que están preocupadas por innovar y fomentar el aprendizaje de un segundo idioma a través del uso de las tecnologías como herramientas que refuerzan el desarrollo de competencias y habilidades para comprender, escribir, escuchar y leer en inglés.
Nuestro estudio aporta información sobre cómo, hasta qué punto y en qué circunstancias y condiciones estas herramientas se convierten en recursos básicos para incorporarlas con efectividad en las aulas. Los resultados de las percepciones son un acercamiento a lo que los estudiantes creen respecto de si las tecnologías les pueden ayudar. También, evidencia la falta de estrategias de enseñanza por parte de los profesores en las que demuestren un uso eficaz de tecnologías diseñadas para apoyar el aprendizaje, por ejemplo, las plataformas y software educativos; es decir, para posibilitar un aprendizaje real con apoyo en las TIC, deben presentarse cambios en las metodologías de enseñanza por parte del profesor, al valerse de estrategias respondan mejor a las características de la situación de aprendizaje.
Lo antes expuesto refuerza la necesidad de hacer mayor hincapié en aspectos pedagógicos que ayuden al estudiante a aprender. Coll (2010) y Díaz-Barriga (2010) insisten en la importancia de aplicar estrategias de enseñanza con apoyo en las TIC que favorezcan el aprendizaje; sin embargo, como resultado de esta investigación puede asegurarse esa necesidad en quienes utilizan las tecnologías para enseñar y aprender, y son conscientes de que este será el punto de partida para alentar y apoyar al estudiante en su proceso educativo.
Asimismo, con este trabajo constatamos la insuficiente información que existe en relación con el uso de las TIC para el aprendizaje del idioma inglés. Ante estas condiciones, conviene seguir indagando sobre la relación que guardan las tecnologías respecto al aprendizaje de los estudiantes, en particular para un segundo idioma; sin embargo, no existen suficientes investigaciones que corroboren estas acciones. De lo anterior se derivan retos para la adopción de estas tecnologías, ya que los profesores no las utilizan como herramientas de apoyo para generar aprendizajes significativos en los estudiantes, situación que debe considerarse como un foco de atención para las instituciones educativas.
No obstante, los resultados expuestos se interpretan en forma parcial, debido a que solo indagamos la perspectiva desde el punto de vista general de los estudiantes; por ello, es necesario profundizar en el impacto de las TIC en el aprendizaje de idiomas a través de estudios cualitativos que permitan darles cualidad a los datos que aquí presentamos. Es necesario, por ende, promover estudios que aborden la significatividad que tiene utilizar tecnologías para aprender inglés y, a su vez, llevar a cabo estudios comparativos entre las clases tradicionales y aquellas en las que se empleen de manera efectiva las herramientas tecnológicas.
CONCLUSIONES
De acuerdo con los datos mostrados en este trabajo, los estudiantes están sumergidos en las tecnologías y para ellos representan un apoyo importante en su aprendizaje; también son conscientes de cómo estas herramientas pueden ayudarlos a adquirir habilidades para dominar un segundo idioma; de igual modo, consideran que las redes sociales, los juegos y los videos fomentan su aprendizaje; lo anterior puede deberse a que estas son las tecnologías con las que guardan mayor relación y mejor dominio. No obstante, hay que reconocer que aún no han logrado interiorizar el uso de las TIC, principalmente las dirigidas exclusivamente al proceso educativo; muestra de ello es el número de respuestas en las que los estudiantes expresan indecisión o señalan que no tienen una postura definida. Ellos reconocen que aprender inglés con tecnologías sí es posible, pero consideran que sus profesores aún no encuentran la estrategia didáctica adecuada para vincular las herramientas y los contenidos, pues las tecnologías por sí solas no contribuyen a obtener aprendizajes significativos, pero sí los contenidos (saberes y conocimientos) que se enseñan con apoyo en estas.
Finalmente, concluimos que aprovechar los medios tecnológicos para aprender no es suficiente; estos deben ser interactivos y permitir la participación de los estudiantes para que los motiven a seguir aprendiendo. También es de notar que aplicar las TIC para la enseñanza del idioma inglés no es una tarea sencilla y que se requiere innovación constante, enfocada al desarrollo intelectual del estudiante. Es un hecho que las tecnologías cada vez tendrán mayor presencia, pero solo un sentido didáctico de su uso podrá fortalecer su empleo en el aprendizaje y la formación de los alumnos. Por lo tanto, es conveniente continuar con investigaciones que revelen si utilizar con mayor frecuencia las redes sociales, los videos, los juegos y software con los que los alumnos ya están familiarizados y combinarlos con actividades y estrategias de enseñanza establecidas por el profesor, fomenta en realidad la práctica y la obtención de destrezas en el aprendizaje del inglés. De igual modo, es conveniente repensar el uso de las plataformas y convertirlas en espacios dinámicos que faciliten la participación de los estudiantes en su administración y configuración.