Introducción
La proteína de origen animal es esencial, pero escasa en la dieta de los mexicanos (Cruz y García, 2014). Las fuentes proteicas consumidas en México son de pollo, porcino y bovino, principalmente. En 2014 se registró un consumo nacional aparente de 3.18, 1.88 y 1.80 millones de toneladas de carne de pollo, bovino y porcino, respectivamente. El consumo per cápita anual de estos tres alimentos en el mismo orden fue de 25.37 kg, 15.05 kg y 14.34 kg, respectivamente (SIAP, 2015; AMEG, 2016).
La producción total de carne para México de 1980 a 2014 se desarrolló a una tasa de crecimiento media anual (TCMA) de 2.4 %, al pasar de 2.76 a 6.11 millones de toneladas, donde las más importantes fueron carne de pollo, bovino y porcino, que registraron una TCMA de 6.0 %, 1.6 %, 0.1 %, respectivamente. En 2014 se produjeron 6.11 millones de toneladas de carne, de las que 47.1 %, 29.9 % y 21.1 % corresponden a pollo, bovino y porcino. La carne de bovino ocupó el segundo lugar a nivel nacional (SIAP, 2015) y el octavo a nivel internacional (FAO, 2015). Aunque la ganadería bovina se localiza en todo el país, los principales estados productores en México son Veracruz, Jalisco, Chiapas, Sinaloa, Baja California, San Luis Potosí, Michoacán, Sonora, Chihuahua y Tabasco que aportan 62.8 % de la producción nacional (SIAP, 2015).
En las negociaciones del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLC), la producción de bovino, ovino y caprino obtuvo menor protección, las importaciones de carne de bovino quedaron libres de arancel y los despojos comestibles de bovino obtuvieron una desgravación por 10 años (Márquez et al., 2004).
A partir de la entrada en operación del TLCAN los volúmenes de importación de carne y despojos comestibles de bovino se incrementaron, y hasta el año 2002 se registraron las mayores importaciones desde 1980 con una TCMA de 14.7 %. Después de ese año las importaciones del país se redujeron a raíz de los casos de Encefalopatía Espongiforme (EEB) o enfermedad de las vacas locas en Canadá, que provocó una recomposición del flujo comercial en Estados Unidos, principal origen de las importaciones mexicanas de carne de bovino (Gallardo y Villamar, 2014), y en 2012 se registró la TCMA de -8.2 %, más baja en los últimos diecinueve años (SIAP, 2015). Una posible explicación de esta disminución es que el tipo de cambio peso-dólar estuvo subvaluado, lo que desestimuló importaciones en 2012. En 2014, las importaciones fueron de 203 mil toneladas y las exportaciones de 144 mil toneladas; esto significa una balanza comercial deficitaria de este producto.
Los precios de los productos bovinos han tenido una tendencia creciente en los últimos años tanto a nivel nacional como internacional, debido en buena medida al incremento en el precio de los granos, que son utilizados como insumo para producir alimento balanceado. Asimismo, la sequía que se presentó en el país ocasionó la disminución del hato y contribuyó a la alza de los precios (FND, 2014).
La producción de carne de bovino de engorda en confinamiento es un sector altamente consumidor de granos; la alimentación juega un papel fundamental en los costos de producción, dado que representa de 75 % a 80 % de esta (Koeslag y Orozco, 2010). Esta alimentación conlleva al consumo de granos forrajeros, concentrados, sales minerales, complementos y forrajes. Este tipo de alimentación es uno de los factores que más afectan la rentabilidad de una explotación de bovino para carne y, desde luego, a la oferta del producto.
La producción de alimentos balanceados en México para 2014 fue de alrededor de 30.5 millones de toneladas anuales y ocupó el cuarto lugar a nivel mundial; de este total, 50 % fue destinado al sector avícola, 15.9 % al porcícola, 15.7 % al ganado lechero, 11.5 % al ganado de engorda, y 3 % a mascotas; el resto se distribuye en acuacultura y otros (SIAP, 2015), siendo autosuficientes en la producción de alimentos balanceados, pero no en los insumos utilizados en su producción.
México es uno de los principales países consumidores de maíz a nivel mundial, ya que este es la base de la alimentación de los mexicanos. El maíz grano representa 85 % del volumen nacional de cereales y 2.8 % de la producción mundial, ocupando el cuarto lugar como productor en el mundo (González y Ávila, 2014). A partir de la entrada en operación del TLCAN, las importaciones de este grano se han incrementado hasta 238 %, con 10 millones de toneladas en 2014 (SIAP, 2015) con balanza comercial deficitaria.
El sorgo, parecido al maíz en la composición química, posee una gran cantidad de hidratos de carbono y cuenta con otros nutrientes importantes como el aminoácido lisina. Con base en lo anterior, el maíz y el sorgo son granos forrajeros que compiten como sustitutos, sobre todo en la elaboración de alimentos para los animales. No obstante, el maíz cuenta con ventajas en calidad, que en condiciones de igual precio se le prefiere sobre el sorgo; sin embargo, como es industria muy competida y, por ello, de bajos márgenes de utilidad, la tendencia es minimizar los costos de las fórmulas alimenticias y utilizar las materias primas que optimicen el costo de producción.
Los precios de ambos granos son fundamentales para la determinación de su uso (CEDRSSA, 2014). México importa sorgo para consumo forrajero, lo cual se incrementó 11.6 % con la entrada en operación del TLCAN, por lo cual se tienen requerimientos de importación de 0.3 millones de toneladas anuales.
Como consecuencia de la firma del TLCAN se eliminó la tasa arancelaria a la importación de carne de bovino, favoreciendo las importaciones de este alimento, principalmente de Estados Unidos. Esto incrementó el consumo de carne y despojos comestibles a menor precio, las cuales han tenido un impacto negativo sobre el mercado de la carne de bovino en México, afectando la industria nacional de este alimento.
Se espera que el impacto negativo de las importaciones de carne de bovino tenga un efecto mayor que las de maíz amarillo y sorgo sobre el mercado de la carne de bovino en México.
Por lo anterior, para esta investigación se plantearon como objetivos primordiales medir el efecto: a) de los precios de importación de carne de bovino sobre la oferta, la demanda y el saldo de comercio exterior; así como b) el impacto del precio de importación de maíz y sorgo en el alimento balanceado para la engorda del ganado bovino para carne y en la oferta de este alimento.
Materiales y métodos
Para estimar el efecto de las importaciones de carne de bovino y de granos forrajeros sobre el mercado de la carne de bovino en México se estableció un modelo econométrico de ecuaciones simultáneas con datos de 1980 al 2014 para determinar las funciones de oferta, demanda, las transmisiones de precios de importación de carne de bovino, de maíz y sorgo sobre los precios al mayoreo, al productor, al consumidor de carne, así como sobre los precios al mayoreo del maíz y del sorgo, precio del alimento balanceado y una función de identidad determinada por el saldo de comercio exterior. Para estimar los parámetros econométricos y estadísticos que validen los datos se utilizó el método de mínimos cuadrados en dos etapas (MC2E) de SAS (Statistical Analysis System V. 0.9). La coherencia estadística del modelo se validó a través del coeficiente de determinación (R2) que indica la bondad de ajuste de cada una de las ecuaciones estimadas; la significancia global de los coeficientes de cada ecuación se observó con la prueba de F y la de cada coeficiente con la t de Student o la razón de t (Gujarati y Porter, 2010). Se utilizó la prueba de Dickey Fuller aumentada para probar si los datos son estacionarios y se comprobó que las variables utilizadas en el modelo no son estacionarias, lo que resulta en estimaciones de parámetros falsos acerca de las relaciones entre variables. Las estimaciones de regresiones con variables no estacionarias son espurias, salvo que estén cointegradas. Dos variables no estacionarias cointegradas son aquellas cuyos residuos son estacionarios, lo que implica que la regresión no es espuria. Para probar que los datos no estacionarios utilizados en el modelo no son espurios se aplicó la prueba de cointegración de Johansen (Montero, 2013). El modelo se validó con base en la teoría económica, de acuerdo con los signos de los coeficientes de cada ecuación y con la magnitud de las elasticidades.
Se usaron series de tiempo de 1980 a 2014; los datos para las variables explicativas de la oferta de carne de bovino en canal, como lo son los precios al productor de esta carne, carne de cerdo y leche de bovino fueron obtenidos del Sistema de Información Agroalimentario de Consulta (SIAP, 2015). El precio interno del becerro para engorda fue tomado de Cruz y García (2014), Márquez et al. (2004) y Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados SNIIM (2015); el precio al mayoreo de carne de bovino, de sorgo y maíz se obtuvieron del SNIIM (2015); la cantidad y el precio de importación de carne de bovino, de maíz amarillo y sorgo fueron obtenidos de United States Department of Agriculture, Global Agricultural Trade System, GATS, (USDA, 2015); el precio al consumidor de carne de bovino, pollo, huevo y arroz, el ingreso nacional bruto fueron obtenidos de Cruz y García (2014) y del Banco de Información Económica del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI-BIE, 2014).
En la forma estadística del modelo econométrico se establecieron ocho ecuaciones y una identidad:
OCBt = β11 + β12PPCBRt + β13PPCCRt + β14PPLBRt + β15PALBARt + β16PBENRt-1 + β17OCBt-1 + β18Dt + ε1t
PALBARt β21 + β22PMMRt + β23PMSRt + ε2t
PMMRt = β31 + β32PIMMRt + β32PMMRt-1 + β33Dt + ε3t
PMSRt = β41 + β42PIMSRt + β43PMSRt-1 + β44Dt + ε4t
PPCBRt = β51 + β52PMCBRt + β53PPCBRt-1 + β54Dt + ε5t
PMCBRt = β61 + β62PICBRt + β63Dt + ε6t
PCCBRt = β71 + β72PMCBRt + β73PCCBRt-1 + ε7t
DCBt = β81 + β82PCCBRt + β83YPERRt + β84PCCPRt + β85PCHVRt + β86PCARRt + ε8t
SCEBt = 1.3237 x DCBt - OCBt
εit: término de error aleatorio. El término de perturbación o error representa todos los factores que afectan a la variable endógena, pero no fue considerada en el modelo (Gujarati y Porter, 2010).
La oferta de carne de bovino en canal (OCBt) está determinada por la producción de carne de bovino en canal expresada en toneladas (t); esta se define en forma directa por el precio real al productor de carne de bovino (PPCBRt) en ($/t); y una relación inversa con el precio real al productor de carne de cerdo (PPCCRt) en ($/t); precio real al productor de leche de bovino (PPLBRt) en ($/1000 l); precio real que paga el productor de ganado bovino por el alimento balanceado (PALBARt) en ($/t); precio interno real del becerro para engorda con una año de rezago (PBENRt-1) en ($/t); el productor de ganado bovino conoce el comportamiento de la cantidad ofrecida en los períodos pasados y elabora expectativas de la producción esperada, definida por la oferta de carne de bovino en canal rezagada un período (OCBt-1) en (t) en relación directa y la variable de clasificación o dummy (Dt), que expresa la apertura comercial con Estados Unidos y Canadá a través del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), dividiendo este análisis en dos períodos: de 1980 a 1993, antes de la entrada en vigor del TLCAN, y de 1994 al 2014, período en que entra en operación este Tratado, expresando una relación directa.
El precio real del alimento balanceado (PALBARt) en ($/t) está determinado por los precios reales al mayoreo de maíz amarillo (PMMRt) en ($/t) y de sorgo (PMSRt) en ($/t) con una relación directa; a su vez, el precio real al mayoreo de maíz amarillo (PMMRt) en ($/t) está determinado por el precio real de importación de maíz amarillo (PIMMRt) en ($/t). Los mayoristas de maíz amarillo conocen el comportamiento del precio en el mercado para los períodos pasados y elaboran expectativas del precio esperado, definido como el precio corriente del período anterior; esto se conoce como expectativa ingenua (Caldentey y Gómez, 1993), expresado por el precio real al mayoreo rezagado un período PMMRt-1, ($/t) con una relación directa, y una relación inversa con la variable de clasificación o dummy (Dt). El precio real al mayoreo de sorgo (PMSRt) tiene una relación directa con el precio real de importación de sorgo (PIMSRt) en ($/t); el precio real al mayoreo de sorgo rezagado un año (PMSRt-1) como expectativa ingenua. Si el año pasado el precio fue alto, esperan que en este año también lo sea; y una relación inversa con la variable de clasificación Dt que expresa la apertura comercial (TLCAN).
El precio al mayoreo en México de la carne de bovino (PMCBRt) en ($/t) está determinado por el precio real de importación de este alimento (PICBRt) en ($/t), con una relación directa e inversa con la variable de clasificación (Dt). El precio real al productor (PPCBRt) en ($/t) está determinado por el precio real al mayoreo (PMCBRt) ($/t) en conjunto con el precio real al productor rezagado un año (PPCBRt-1) en ($/t) como expectativa de precios; y la variable dicotómica (Dt), todas con una relación directa. Asimismo, el precio al consumidor de esta carne (PCCBRt) en ($/t) está determinado directamente por el precio real al mayoreo (PMCBRt) en ($/t); y el precio real al consumidor de carne de bovino rezagado un año (PCCBRt-1) en ($/t) como expectativa.
Con base en la teoría de la demanda de Tomek y Kaiser (2014), la demanda de carne de bovino doméstica (DCBt) está definida por el consumo nacional aparente obtenido a partir de la producción de carne de bovino más importaciones menos exportaciones, multiplicada por el coeficiente de transformación (Cuadro 1) de carne en canal a cortes (θ = 0.7554), calculado por Cruz y García (2014) y Salazar (2009). El coeficiente calculado varía con los años; sin embargo, la ausencia de datos para cada año obligó a considerar este coeficiente como una constante y el ingreso per cápita se obtuvo dividiendo el ingreso nacional bruto ($) entre la población total de México. La función de demanda (DCBt) está determinada por una relación inversa del precio real al consumidor de carne de bovino (PCCBRt) en ($/t) y el precio real al consumidor de arroz (PCARRt) en ($/t) como complementario, con una relación directa el ingreso per cápita (YPERRt) en ($); y como sustitutos de la carne de bovino el precio real al consumidor de carne de pollo (PCCPRt) en ($/t) y el huevo para plato (PCHVRt) en ($/t).
Autor | (Salazar, 2009) | (Gardea, 2008) | (Arvizu, 2007) | (Bravo et al., 2002) | (Ramírez, 1988) | Ponderación | ||||
(Período) | (2009) | (2000-2005) | (2000-2005) | (2002) | (1970-1985) | |||||
Tipo | Hembras | Machos | Tradicional | Moderno | Tradicional | Tradicional | Integrado | Bajo | Alto | |
Peso Pie (kg) | 399.76 | 427.85 | 493.26 | 449.41 | 505.00 | 458.70 | 458.70 | 313.21 | 366.04 | 430.21 |
Peso Canal (kg) | 221.49 | 225.57 | 244.36 | 243.84 | 258.28 | 231.14 | 248.90 | 166.00 | 194.00 | 225.95 |
Rend. Pie.-canal (%) | 55.41 | 52.72 | 49.54 | 54.26 | 51.14 | 50.39 | 54.26 | 53.00 | 53.00 | 52.64 |
Peso Cortes (kg) | 153.00 | 161.00 | 182.43 | 181.34 | 212.90 | 172.56 | 185.10 | 132.02 | 154.28 | 170.49 |
Rend. Canal - Cortes (%) | 69.03 | 71.32 | 74.66 | 74.37 | 82.43 | 74.66 | 74.37 | 79.53 | 79.53 | 75.54 |
Rend. Pie .- Cortes (%) | 38.25 | 37.60 | 36.98 | 40.35 | 42.16 | 37.62 | 40.35 | 42.15 | 42.15 | 39.74 |
Fuente: elaboración propia con datos de Cruz y García (2014) y Salazar (2009).
El saldo de comercio exterior de mercado de carne de bovino (SCEBt) está definido como la multiplicación de la inversa del coeficiente de transformación (k = 1/θ = 1.3237) por la demanda, menos la oferta; es decir, está determinado por los factores que influyen en estas funciones y constituyen la ecuación de cierre de este modelo que especifica el equilibrio del mercado de este alimento (Cruz y García, 2014). Las variables explicativas en términos monetarios se deflactaron con los índices de precios correspondientes para expresar el valor en términos reales, base 2014 = 100 (INEGI, 2015). En el presente análisis se consideraron las tasas de crecimiento medias anuales (TCMA) del período antes de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) 1980-1993, la entrada en operación del Tratado 1994-2014 y el período completo de estudio 1980-2014.
Resultados y discusión
Análisis estadístico de resultados
Los resultados estadísticos obtenidos en la forma estructural se presentan en el Cuadro 2. Con respecto a la función de oferta (OCB) y demanda (DCB) estimadas de la carne de bovino en México, el coeficiente de determinación (R2) resultó mayor a 0.9 en ambos casos, lo que indica que las variables exógenas incluidas en cada función explican a las variables endógenas en más de 90 %. El resto es explicado por otras variables incluidas en el término de perturbación (
Var. Dep. | Intercepto | Variables Exógenas | R2 | Prob > F | ||||||
PPCBR | PPCCR | PPLBR | PALBAR | PBENRL | OCBL | D | ||||
OCB | 558 215.9 | 10.33206 | -3.9073 | -69.9251 | -52.5122 | -2.51891 | 0.856632 | 46865.05 | 0.95961 | <.0001 |
Razón de t | 3.06 | 3.4 | -1.48 | -2.89 | -2.61 | -1.89 | 12.32 | 1.32 | ||
Error Estándar | 182 267.3 | 3.03531 | 2.636104 | 24.16951 | 20.09247 | 1.330403 | 0.069538 | 35603.54 | ||
PMMR | PMSR | |||||||||
PALBAR | 1884.395 | 0.128901 | 0.457809 | 0.46754 | <.0001 | |||||
Razón de t | 2.98 | 1.85 | 1.89 | |||||||
Error Estándar | 631.653 | 0.06953 | 0.242242 | |||||||
PIMMR | PMMRL | D | ||||||||
PMMR | 2716.047 | 0.716483 | 0.218171 | -1354.62 | 0.81773 | <.0001 | ||||
Razón de t | 2.62 | 4.44 | 1.62 | -2.65 | ||||||
Error Estándar | 1038.076 | 0.16121 | 0.13451 | 511.2656 | ||||||
PIMSR | PMSRL | D | ||||||||
PMSR | 1075.413 | 0.250003 | 0.494901 | -169.082 | 0.68279 | <.0001 | ||||
Razón de t | 2.34 | 3.33 | 3.76 | -1.23 | ||||||
Error Estándar | 459.3236 | 0.075057 | 0.131591 | 137.814 | ||||||
PMCBR | PPCBRL | D | ||||||||
PPCBR | 7265.777 | 0.337368 | 0.368043 | 8479.86 | 0.29688 | 0.0132 | ||||
Razón de t | 13 468.66 | 2.86 | 2.36 | 2.16 | ||||||
Error Estándar | 13 468.66 | 0.117956 | 0.155864 | 3922.475 | ||||||
PICBR | D | |||||||||
PMCBR | 51 777.27 | 0.319769 | -24155.8 | 0.7210 | <.0001 | |||||
Razón de t | 3.66 | 1.74 | -6.19 | |||||||
Error Estándar | 14127.5 | 0.183348 | 3904.743 | |||||||
PMCBR | PCCBRL | |||||||||
PCCBR | 15 203.89 | 0.539955 | 0.565232 | 0.79291 | <.0001 | |||||
Razón de t | 1.62 | 2.93 | 6.31 | |||||||
Error Estándar | 9390.444 | 0.18419 | 0.089541 | |||||||
PCCBR | YPERR | PCHVR | PCCPR | PCARR | ||||||
DCB | 138 9882 | -7.88093 | 4.940005 | 4.601319 | 11.16963 | -19.1897 | 0.90435 | <.0001 | ||
Razón de t | 7.73 | -4.6 | 6.79 | 1.39 | 1.79 | -2.28 | ||||
Error Estándar | 179 762.4 | 1.712631 | 0.727162 | 3.305827 | 6.23099 | 8.415973 |
Fuente: elaboración propia con los resultados obtenidos de la estimación del modelo econométrico.
Con respecto a la prueba de significancia global de los coeficientes o Prueba F (Cuadro 2), para cada función definida, con un nivel de significancia de 5 % se obtuvo un valor p<0.0001, con excepción de la función de transmisión del precio real al productor de carne de bovino (PPCBRt) que presentó un p valor <0.013, pero no dejó de ser significativa, por lo que se concluye que los coeficientes globales son significativamente diferentes a cero y, por consiguiente, en conjunto, las variables exógenas explican satisfactoriamente a las variables endógenas establecidas en el modelo.
Aplicando la prueba de significancia individual de los coeficientes o Razón de t (Cuadro 2), se rechaza la hipótesis nula, con un nivel de significancia de 5 %, presentando una t>|1|, por lo que para cada ecuación todos los parámetros resultaron significativos.
Con la prueba de Dickey Fuller aumentada y de cointegración de Johansen se comprobó que las variables utilizadas en el modelo no son estacionarias, pero se encuentran cointegradas, obteniendo un valor crítico al 5 %>15.34 para cada relación funcional, por lo que se concluye que las regresiones realizadas no son espurias y se tiene la certeza de haber obtenido parámetros consistentes. Considerando todas las pruebas anteriores, el modelo queda validado estadísticamente.
Análisis económico de los resultados
El análisis se realizó en la forma estructural con la finalidad de estimar las elasticidades relacionadas con las variables endógenas que aparecen también como explicativas en otras ecuaciones y en forma reducida restringida (Cuadro 3) para apreciar el encadenamiento de los efectos de las variables exógenas sobre las endógenas a causa de la simultaneidad del modelo.
Variables Exógenas | Variables Endógenas | ||||||||
OCB | PALBAR | PMMR | PMSR | PPCBR | PMCBR | PCCBR | DCB | SCEB | |
PPCCR | -3.907 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 3.907 |
PPLBR | -69.925 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 69.925 |
PBENRL | -2.519 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 2.519 |
OCBL | 0.857 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | -0.857 |
D | 63 513.540 | -252.019 | -1354.620 | -169.082 | 330.467 | -24 155.80 | -13 043.00 | 102 791.30 | 72 551.340 |
PIMMR | -4.850 | 0.092 | 0.716 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 4.850 |
PMMRL | -1.477 | 0.028 | 0.218 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1.477 |
PIMSR | -6.010 | 0.114 | 0 | 0.250 | 0 | 0 | 0 | 0 | 6.010 |
PMSRL | -11.898 | 0.227 | 0 | 0.495 | 0 | 0 | 0 | 0 | 11.898 |
PPCBRL | 3.803 | 0 | 0 | 0 | 0.368 | 0 | 0 | 0 | -3.803 |
PICBR | 1.115 | 0 | 0 | 0 | 0.108 | 0.32 | 0.173 | -1.361 | -2.916 |
PCCBRL | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0.565 | -4.455 | -5.897 |
YPERR | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 4.940 | 6.539 |
PCCPR | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 11.170 | 14.785 |
PCHVR | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 4.601 | 6.091 |
PCARR | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | -19.190 | -25.401 |
Fuente: elaboración propia con los resultados obtenidos de la estimación del modelo econométrico.
Elasticidades en la forma estructural de la oferta y demanda de carne de bovino
La elasticidad precio propia de la oferta de carne de bovino en el corto plazo resultó inelástica (0.3823) en el promedio del período de estudio 1980-2014; menos inelástica (0.4791) antes de la entrada en vigor del TLCAN (1980-1993) y más inelástica (0.3348) en el período de operación del tratado (1994-2014), debido a que el bovino necesita un largo período de producción para salir al mercado; por consiguiente, se requiere de un largo período para que el productor pueda reaccionar a los cambios de precios. Al respecto, el orden de magnitud del coeficiente de elasticidad de corto plazo estimado en esta investigación concuerda con la teoría de la oferta. Según Tomek y Robinson (1991), la elasticidad precio de los productos que requieren largos periodos para su producción, como el bovino, es inelástica. Además, Plate (1969) indica que cuanto menos productos agrícolas se produzcan, con necesidades parecidas de medios de producción de uso común (tierra, trabajo, alimentos balanceados, medicinas), es probable que la función de oferta sea precio-inelástica para un bien particular. Con respecto a otras investigaciones realizadas para el mercado de la carne de bovino en México, con datos de 1970 al 2001, Márquez et al. (2004) obtuvo elasticidades precio propia de la oferta de carne de bovino de corto y largo plazo de (0.2481) (0.9823), respectivamente; por su parte, para el período 1995-2003, Benítez et al. (2010) reportó una elasticidad de (0.1246) para el corto plazo y (0.2734) para el largo plazo, y Cruz y García (2014) estimaron un coeficiente inelástico de corto plazo de (0.3491) como promedio del período 1970 al 2011, similares a los de esta investigación para el promedio de la serie de 1980 al 2014 (0.3823) para el corto plazo. Considerando el periodo de operación del TLCAN 1994-2014 y con base en la elasticidad precio de la oferta estimada para este periodo 0.3348, se tiene que la disminución promedio anual de 0.39 % del precio al productor de carne de bovino, ceteris paribus, provocó un decremento en la cantidad ofrecida de 0.13 % (2038 t).
La elasticidad de la demanda precio en el corto plazo resultó inelástica -0.7889, elástica -1.2642 y más inelástica -0.5734 para los períodos (1980-2014, 1980-1993 y 1994-2014), respectivamente. El resultado es congruente con la teoría de la demanda y sus elasticidades que indica que, cuanto más numerosos y mejores sean los sustitutos de un bien dado, técnica y económicamente la magnitud de su elasticidad tenderá a ser mayor. Esto implica que si en la escala de preferencias de un consumidor varios productos son igualmente preferidos, cualquiera de ellos tiene varios sustitutos y por tanto mayor elasticidad precio de la demanda (Plate, 1969; Gould y Lazear, 2000). Al respecto, Márquez et al., (2004) para el período 1972-2001, Benítez et al., (2010) para 1995-2003 y, Cruz y García (2014) para 1970-2011 obtuvieron coeficientes elásticos -1.4173, -1.6610 y -1.2138 respectivamente. Por su parte, Huang (1985) y Huang (2013) reportan una elasticidad precio de la demanda de carne de bovino para los EE.UU. de -0.62, como promedio del periodo 1956-1983. Al respecto, Martínez et al. (2016) estimó una elasticidad precio de -0.2969 y para el periodo 1995-2008, Ramírez et al. (2011) obtuvo un coeficiente de -0.74. Según Stammer (1969), la diferencia de la magnitud de las elasticidades estimadas se debe a los distintos periodos y variables incluidas en las estimaciones. Considerando el periodo de operación del TLCAN 1994-2014 y con base en la elasticidad precio de la demanda estimada para este periodo -0.5734 se tiene que la disminución promedio anual de 1.09 % del precio al consumidor de carne de bovino, ceteris paribus, provocó un aumento en la cantidad demandada de 0.63 % (8300 t).
La elasticidad de la demanda con respecto al ingreso per cápita para el promedio del período de estudio fue de 0.3898. Para el período antes de la entrada en vigor del TLCAN resultó de 0.3778 y para el de operación del Tratado resultó de 0.3952, elasticidades que al igual que la de 0.38, estimada por Cruz y García (2014), clasifican a la carne de bovino como un bien normal necesario. Con coeficientes de elasticidad de 1.3583 y 1.3230, Márquez et al. (2004) y Benítez et al. (2010) clasificaron a este alimento como bien de lujo. Al respecto, OCDE-FAO (2014) indican que para todo tipo de carnes, a medida que el ingreso per cápita aumenta y los alimentos representan cada vez menos del gasto total, la elasticidad del ingreso disminuye significativamente. Esto es consistente con la teoría de la demanda que afirma que con un grado de saturación creciente de las necesidades, la elasticidad ingreso disminuye, y si la proporción del gasto en el presupuesto de consumo es grande, dicha elasticidad es baja (Plate, 1969).
En esta investigación se identificaron como productos relacionados con la demanda de carne de bovino al pollo, huevo y arroz, cuyas elasticidades para los periodos 1980-2014,1980-1993 y 1994-2014 resultaron de 0.6162, 0.8691 y 0.5017 para pollo, de 0.0942, 0.1412 y 0.073 para huevo, que clasifican a estos dos productos como sustitutos de la carne de bovino. Para el arroz las elasticidades fueron de -0.2984, -0.3433 y -0.2780, que clasifican a este alimento como complementario de la carne de bovino. La teoría de la demanda indica que las elasticidades de complementarios y sustitutos imperfectos, como los productos mencionados, deben tener magnitudes pequeñas e inferiores a la unidad (Nicholson y Snyder, 2008).
Transmisión de precios
A partir de la entrada en operación del TLCAN (1994) se incrementan las importaciones de carne de bovino (carne fresca, deshuesada y despojos comestibles), pero es hasta 1997 cuando estas son significativas (147 738 t), por lo que el precio real de importación al transmitirse sobre los precios del mercado interno se constituye en un factor importante en la determinación de los precios reales al mayoreo, al productor, al consumidor, y también se transmite su efecto sobre la oferta y a la demanda. La elasticidad de transmisión del precio real de importación de carne de bovino (PICBRt) sobre el precio real al mayoreo interno (PMCBRt) en la forma estructural resultó inelástica 0.3682, 0.3159 y 0.4240 en los tres períodos de estudio (1980-2014; 1980-1993 y 1994-2014); Al respecto, Márquez et al. (2004), Benítez et al. (2010), y Cruz y García (2014) estimaron coeficientes de 0.2499, 0.2390 y 0.3508, similares a los de esta investigación. Considerando el coeficiente de transmisión del precio importación de carne de bovino sobre el de mayoreo interno de dicha carne en el periodo de operación del TLCAN de 0.424, se tiene que el incremento promedio anual de 0.8 de dicho precio ocurrido en el periodo debió hacer que el precio al mayoreo aumentara 0.34 % ($162/t).
Por lo que respecta a la transmisión del precio real al mayoreo de carne de bovino sobre el del productor de este alimento (PPCBRt), la elasticidad de transmisión fue inelástica para los tres períodos analizados 0.3887, 0.4865 y 0.3199; estos coeficientes indican la existencia de una estructura de mercado al mayoreo de competencia imperfecta. Resultados similares a los obtenidos por Márquez et al., (2004), Benítez et al. (2010), y Cruz y García (2014), mismos que reportaron coeficientes de 0.2242, 0.4270 y 0.3459, respectivamente. Considerando el coeficiente de transmisión del precio al mayoreo interno de carne de bovino sobre el del productor en el periodo de operación del TLCAN de 0.3199, se tiene que la disminución promedio anual de 0.81 % de dicho precio ocurrido en el periodo debió hacer que el precio al productor disminuyera 0.26 % ($124/t).
Para la transmisión del precio real al mayoreo de carne de bovino sobre el del consumidor de este alimento (PCCBRt) en la forma estructural resultó inelástica para los tres períodos analizados con coeficientes de 0.2797, 0.2893 y 0.2701, respectivamente. Al respecto, en sus investigaciones, Márquez et al. (2004), Benítez et al. (2010), y Cruz y García (2014) obtuvieron elasticidades de 0.3182, 1.9290 y 0.7294, respectivamente, mayores a esta investigación. Considerando el coeficiente de transmisión del precio al mayoreo interno de carme de bovino sobre el del consumidor en el periodo de operación del TLCAN, de 0.2701, se tiene que la disminución promedio anual de 0.81 % de dicho precio ocurrido en el periodo debió hacer que el precio al consumidor disminuyera 0.22 % ($105/t).
En la forma estructural, la transmisión de los precios reales de importación de maíz y de sorgo sobre los de mayoreo interno de ambos insumos forrajeros resultaron inelásticos para los tres períodos. Estos fueron de 0.4317, 0.3999, 0.4682 para el maíz y para el sorgo de 0.2271, 0.2127, 0.2382, respectivamente. Al respecto, en el corto plazo, Cruz y García (2014) obtuvieron elasticidades de transmisión inelásticas de 0.7074 y 0.3825 para maíz y sorgo, respectivamente.
En los tres periodos de análisis, las elasticidades de transmisión del precio real al mayoreo de maíz amarillo y de sorgo sobre el precio real que paga el productor de ganado bovino por el alimento balanceado resultaron inelásticas, con coeficientes de 0.1691, 0.2035, 0.1415 para maíz y de 0.3800, 0.3727, 0.3859 para el sorgo. En su investigación, Cruz y García (2014) obtuvieron elasticidades de transmisión de 0.1615 para el maíz y 0.7564 para el sorgo.
Con respecto al maíz, en el período de operación del TLCAN (1994-2014) el precio real de importación se incrementó a una TCMA de 1.55 % (44 $/t), ceteris paribus. Esto ocasionó que este precio se transmitiera sobre el real al mayoreo interno, haciéndolo aumentar 0.73 % (31.64 $/t) y el del alimento balanceado, 0.1 % (4.1 $/t), lo que provocó un aumento en los costos de producción; esto desalentó la producción ganadera de este alimento, 0.013 % (209 t) en promedio anual. En el caso del sorgo, para el mismo período, el precio real de importación se incrementó a una TCMA de 1.85 % (59 $/t), ceteris paribus; esto ocasionó que este precio se transmitiera sobre el real al mayoreo interno, haciéndolo aumentar 0.44 % (14.75 $/t) y el del alimento balanceado, 0.17 % (6.74 $/t). El incremento del precio del alimento balanceado ocasionado por el de mayoreo del maíz y el sorgo desalentó la producción de este alimento, 0.013 % (209 t) y 0.023 % (354.48 t) en promedio anual, lo cual origina que las importaciones de carne de bovino aumenten.
De 1994 a 2014, los precios reales de importación de carne de bovino (PICBRt) aumentaron a una TCMA de 0.8 % (506 $/t), ceteris paribus, lo cual provocó un aumento en el precio real al mayoreo (PMCBRt) de 0.34 % (163 $/t); esto generó un incremento en el precio real al productor de este alimento (PPCBRt) de 0.10 % (52 $/t) y en la cantidad ofrecida (OCBt) de 0.03 % (523 t). El aumento del PICBRt provocó que disminuyeran las importaciones en 0.8 % (1484 t). El mismo incremento en el PICBRt originó que el precio al consumidor de carne de bovino (PCCBRt) subiera 0.09 % (44 $/t), lo que provocó una disminución de 0.05 % (680 t) en la cantidad demandada. En este caso el incremento en el PICBRt originó que las importaciones disminuyeran 0.81 % (1500 t).
Efecto de las variables exógenas sobre el saldo de comercio exterior
La forma reducida del modelo hace posible conocer los efectos de las variables exógenas sobre las importaciones de carne de bovino. Las que más influyen en el saldo de comercio exterior de carne de bovino (SCEBt) con respecto a la oferta de esta carne (OCBt) son de manera inversa y elástica, la cantidad ofrecida de carne de bovino rezagada un año, para la que se obtuvo un coeficiente de elasticidad del SCEBt de -7.1632 (Cuadro 4); respecto al precio real al productor de leche de bovino, dicho coeficiente resultó directo y elástico: 2.2722; las correspondientes a los precios reales al productor de carne de cerdo: 0.9484; y del becerro para engorda rezagado un año: 0.4433 resultaron directas e inelásticas, respectivamente.
Variables | Variables Endógenas | ||||||||
OCB | PALBAR | PMMR | PMSR | PPCBR | PMCBR | PCCBR | DCB | SCEB | |
PPCBR | 0.3348† | ||||||||
PPCCR | -0.1115† | 0.9484 | |||||||
PPLBR | -0.2670† | 2.2722 | |||||||
PALBAR | -0.1336† | ||||||||
PBENRL | -0.0521† | 0.4433 | |||||||
OCBL | 0.8417† | -7.1623 | |||||||
D | 0.0465† | 25.8856¶ | -0.3107† | -0.0505† | 0.1677† | -0.5037† | -0.1360¶ | 0.0780¶ | 0.3955 |
PMMR | 0.1415† | ||||||||
PMMRL | -0.0042¶ | 0.0311¶ | 0.2195† | 0.0353 | |||||
PIMMR | -0.0089¶ | 0.0663¶ | 0.4682† | 0.0753 | |||||
PMSR | 0.3859† | ||||||||
PIMSR | -0.0123¶ | 0.0919¶ | 0.2382† | 0.1045 | |||||
PMSRL | -0.0253¶ | 0.1895¶ | 0.4910† | 0.2154 | |||||
PPCBRL | 0.1234¶ | 0.3687† | -1.0504 | ||||||
PMCBR | 0.3199† | 0.2701† | |||||||
PICBR | 0.0454¶ | 0.1357¶ | 0.4240† | 0.1145¶ | -0.0657¶ | -1.0110 | |||
PCCBRL | 0.5652† | -0.3241¶ | -3.0816 | ||||||
PCCBR | -0.5734† | ||||||||
YPERR | 0.3952† | 3.7577 | |||||||
PCCPR | 0.5017† | 4.7703 | |||||||
PCHVR | 0.0730† | 0.6940 | |||||||
PCARR | -0.2780† | -2.6436 |
†Elasticidades anuales en forma estructural. ¶Elasticidades anuales en forma reducida.
El aumento medio anual de 1.8 % de la oferta de carne de bovino rezagada un año ocasionó que las importaciones de este alimento disminuyeran 12.89 % (23650 t).
La producción de leche de bovino y carne de cerdo son actividades que compiten por el uso de los mismos recursos. De 1994 a 2014 los precios reales de estos productos competitivos disminuyeron a una TCMA de 0.49 % (7.79 $/1000 l) y 0.68 % (33.4 $/t), respectivamente. Esta disminución, ceteris paribus, hizo que la oferta de carne de bovino se desplazara a la derecha, con lo que la cantidad ofrecida aumentó en 0.2 % (3225 t), provocando que las importaciones disminuyeran 1.75 % (3225 t) en promedio anual.
De 1994 a 2014 el becerro para engorda fue el insumo más importante para este sistema de producción, de manera que una disminución promedio anual de su precio real interno de 0.12 % (38.74 $/t), ceteris paribus, hizo que la oferta se desplaza a la derecha, y que la cantidad ofrecida aumentara 0.0063 % (98 t), provocando una disminución en el saldo de comercio exterior de carne de bovino (importaciones) de 0.05 % (97.57 t) en promedio anual.
De 1994 a 2014, las variables que más influyeron en el Saldo de Comercio Exterior (SCEBt) con respecto a la demanda de carne de bovino (DCBt) fueron el precio real al consumidor de pollo y el ingreso per cápita, cuyas elasticidades resultaron directas y elásticas con valores de 4.7703 y 3.7577, respectivamente, mientras que la correspondiente al precio real al consumidor de arroz resultó inversa y elástica con un coeficiente de -2.6436 y la del precio real al consumidor de huevo para plato fue directa e inelástica 0.6940 (Cuadro 4).
En el período de 1994 a 2014 el ingreso per cápita se incrementó a una TCMA de 3.95 % (4163 $/persona), ceteris paribus, lo que desplazó a la derecha la demanda de carne de bovino, haciendo que la cantidad demandada aumentara en promedio anual en 1.56 % (20 568 t) y las importaciones, 14.84 % (27 225 t).
Durante el periodo que se viene analizando, el huevo para plato y el pollo se comportaron como sustitutos de la carne de bovino. Los precios reales al consumidor de estos dos alimentos disminuyeron a una TCMA de 0.16 % (33.44 $/t) y 0.75 % (592 $/t), respectivamente, ceteris paribus, originando en conjunto que el consumo de carne de bovino disminuyera 0.38 % (5112 t), desplazando la función de demanda hacia la izquierda, lo que provocó que las importaciones netas de esta carne disminuyeran a una TCMA de 3.68 % (6766 t).
En esta investigación el arroz resultó un bien complementario de la carne de bovino, de manera que en el periodo que se viene analizando el precio real al consumidor de arroz aumentó a una TCMA de 0.68 % (130 $/t), desplazando a la curva de demanda de carne de bovino a la izquierda, haciendo disminuir el consumo de dicha carne, 0.18 % (2898 t); esto provocó que el saldo de comercio exterior disminuyera 1.8 % (3297 t).
Conclusiones
Derivado del análisis estadístico realizado y conforme a la teoría económica, el modelo econométrico propuesto para el mercado de la carne de bovino en México describe adecuadamente la evolución de datos reales observados en el período de estudio; por consiguiente, puede usarse para predecir el comportamiento de la demanda, la oferta y las importaciones.
Con la entrada en operación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), las importaciones de maíz amarillo se incrementaron a una TCMA de 4.78 % y las de sorgo disminuyeron 4.75 %, provocando una baja en el precio real del alimento balanceado para la engorda del ganado bovino de 0.45 %, lo que abarató los costos de producción, favoreciendo a la industria nacional de carne de bovino con un crecimiento similar de la oferta y la demanda de 1.8 %. En este periodo, las importaciones disminuyeron 2.25 % en promedio anualmente; aun así, afectan negativamente a la producción de carne de bovino en México y benefician al consumidor nacional, ya que llegan al mercado nacional a menor precio que el interno.