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Tzintzun. Revista de estudios históricos

versión On-line ISSN 2007-963Xversión impresa ISSN 1870-719X

Tzintzun. Rev. estud. históricos  no.76 Michoacán jul./dic. 2022  Epub 06-Feb-2023

 

Reseñas

IBARRA, Antonio, Álvaro ALCÁNTARA y Fernando JUMAR (coords.), Actores sociales, redes de negocios y corporaciones en Hispanoamérica, siglos XVII-XIX, México, Bonilla Artigas Editores/Universidad Nacional Autónoma de México, Pública Histórica 12, 2018, 344 pp.

1Facultad de Historia Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Ibarra, Antonio; Alcántara, Álvaro; Jumar, Fernando. (coords.), Actores sociales, redes de negocios y corporaciones en Hispanoamérica, siglos XVII-XIX. 2018. Bonilla Artigas Editores/Universidad Nacional Autónoma de México, Pública Histórica 12, México: 344p.


El libro que se presenta ha sido fruto de un proyecto de investigación de varios años, y como en todo proceso de esta índole, es resultado de investigaciones particulares, reuniones y presentaciones; el esfuerzo ha sido enorme, la participación abundante, tanto en colaboradores como en los espacios a investigar y presentar. La edición fue conjunta con Bonilla Artigas Editores, Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México y el CONACYT, esfuerzos ahora necesarios ante la carencia de recursos y escasez de apoyo para la difusión de los trabajos de investigación, por lo que saludamos con gusto la edición de estos textos.

El tema que se aborda ha tenido una atención especial en la historiografía reciente. La novedad señalada en los estudios de actores sociales y las redes establecidas, ha sido una constante en varios trabajos realizados en diversos espacios académicos, en este caso, los coordinadores han reunido a diferentes instituciones para presentar resultados de las investigaciones en el espacio americano, concretamente desde México hasta Argentina entre los siglos XVII y XIX. Parten de hacer una recuperación de algunos de los trabajos que se han realizado sobre el tema, rescatando los planteamientos de los modelos de interpretación de las redes y actores, dando una referencia de los textos publicados.

Bajo el argumento de la “renovación historiográfica general”, señalan la importancia que tiene para ellos el estudio de las corporaciones y el análisis relacional de los actores sociales que integraron estas formas de participación en diversos espacios. Así, regresamos a los estudios de las corporaciones y sus integrantes, mismos que han tenido una historia larga en estudios clásicos que nos han legado anteriores profesores. Bajo los conceptos de agencia, mediación, sociabilización, globalización, historia global, transiciones, se hace un esfuerzo por explicar la integración de los espacios desde la sociología italiana, el microanálisis francés y la novísima historia económica norteamericana. Se presentan los trabajos con el objetivo de dar elementos de análisis sobre la integración americana al mundo globalizado en los cambios del siglo XVIII.

Un giro que señalan desde la introducción, y que en algunos de los textos se aborda, es el cambio de análisis realizado, según los coordinadores, de la interpretación general del Estado, a la explicación de los actores y sus formas de relacionarse y conectarse con el mundo a través de la sociabilidad que posibilitó la agencia de la red social, sin reducirlo a las cuestiones familiares de parentesco, una propuesta que se ha trabajado ya en otros textos y espacios. La intención será entonces ampliar el radio de acción de estos actores que han sido abordados —incluso por algunos de los participantes de este texto— para darles una explicación mayor, según indican en la introducción.

Los escritos que integran el libro —resultado de investigaciones en diferentes dimensiones— los podemos agrupar en tres vertientes, todas interesantes, principalmente las de los jóvenes investigadores, lo que nos permite suponer que hay una renovación en esta especialidad. Esta clasificación, que es enteramente mía, podría servir de exposición de estos, con la reserva y el respeto hacia los colegas y sus trabajos.

Una de estas es la referida a resultados de investigaciones para la obtención —casi todos— de un grado académico, donde abordan espacios como San Luis Potosí, Acayucan, Veracruz, Guadalajara, Río de la Plata y Montevideo; hay que señalar que sus resultados se aprecian interesantes y prometedores por el análisis y reflexión que presentan. En ellos, abordan desde su óptica aspectos señalados por el modelo de interpretación de la Global History, algunos con los parámetros indicados por la historiografía, otros con la promesa de realizarlo en otro momento, pero con la intención de explicar las características de los “actores sociales” que estudian.

Es necesario señalar que algunos textos hacen un “estudio relacional” a partir de las herramientas llamadas grafos, que muestran las relaciones e intensidades de los actores sociales y hacen la explicación de manera más tradicional a partir de evidencias empíricas, lo que no es menor. Sin embargo, la discusión sobre los conceptos no queda del todo analizada en los textos, las interpretaciones son diversas y no siempre con el objetivo planteado al inicio del volumen. Los trabajos tienen niveles diversos, unos más complejos y bajo la égida modélica, como el estudio de San Luis Potosí (p. 61) que, por cierto, hay que llamar la atención sobre la escasez de fuentes de referencia y documentales que no presenta el autor, un asunto que desmerece el trabajo.

Los demás capítulos se refieren a los comerciantes y familiares que establecieron relaciones con semejantes, dentro y fuera de su “espacio relacional”, datos sin duda interesantes que demuestran la integración de estos en las actividades económicas, políticas y sociales, como se había demostrado en trabajos anteriores, ya clásicos en algunos casos; sin embargo, los resultados son bienvenidos. Es necesario señalar que estos estudios se basaron en el principio de la corporación, ya fuera la ubicada con los comerciantes, o con otras instancias propias del periodo, sin que por esto se reduzca solo a ello, sino que se nota el intento de dar la explicación en sentido inverso, aunque una variable presente en estos es el parentesco, señalado antes como un acercamiento que no permite conocer las dimensiones del espacio relacional. Los mismos autores señalan que, sin abordar plenamente los planteamientos marcados, su intención es acercarse a ellos a través de sus evidencias, por lo que nos quedarán a deber la parte de ese estudio, como lo señalan al final de sus textos.

Uno de los autores hace un estudio del Consulado de Montevideo (p. 299), asunto poco abordado en la historiografía contemporánea. Los resultados demuestran el dinamismo de la llamada Banda Oriental y su integración al mundo; el autor relaciona la actividad comercial con las diversas medidas estatales establecidas, como la justicia, el fisco y demás, señalando la importancia que tuvieron estos espacios y su ejercicio “relacional” para consolidar en el periodo estas redes al interior del espacio.

El siguiente nivel de trabajos lo hemos agrupado con los estudios de profesores ya consolidados y que tienen publicaciones elaboradas sobre esta problemática y otros asuntos. Los autores abordan los espacios de Río de la Plata, Guadalajara, Puebla, Xalapa y Cuba. Estos textos, con mayor soltura y experiencia, nos indican los resultados del proyecto de investigación al que estuvieron adscritos, unos con mayor acercamiento y discusión sobre los conceptos, otros en menor medida, un asunto que es complejo equilibrar. Con esto, no es mi intención minimizar los textos de nadie, solo señalar los que han aceptado y enfrentado la propuesta inicial, y diferenciarlos de aquellos que por otras razones se han quedado con un compromiso de avanzar en esta discusión, asunto también señalado por cada uno de ellos.

El estudio que trata sobre Guadalajara intenta realizar el “análisis relacional” entre los comerciantes de ese espacio integrados en el Consulado, y nos presenta varios de los resultados de los grafos, que es menester señalar que su elaboración es un proceso que requiere de mucha información interrelacionada para lograrlo. Revisar estos datos hace que uno empiece a reflexionar sobre la evidencia y capacidad de esos personajes que mantuvieron relaciones parentales, de amistad y compadrazgo como parte sustantiva. El texto es resultado del proyecto conjunto, aunque el análisis se queda en un acercamiento inicial.

Los siguientes trabajos, mantienen el análisis señalado por los autores del primer nivel, vamos, sus trabajos abordan desde los actores sociales las relaciones que establecieron de manera intra, inter y extrarregional, a la propuesta ya definida por los estudios clásicos, claro, haciendo énfasis en las relaciones con el exterior bajo la perspectiva de la Global History ya señalada. El caso de Puebla y Xalapa (p. 215), señala la importancia que tuvo este circuito comercial como nodo de integración de regiones locales e internacionales, con el territorio sustentado en la ubicación espacial. El trabajo es interesante, aunque la idea ya había sido propuesta hace tiempo; lo novedoso del texto está referido al eje de estos dos centros urbanos.

El texto sobre Cuba (p. 321) nos permite acercarnos a la “isla mayor de las Antillas” como un centro de comercio y de relación importante, de cambios y controles que asumieron los actores al establecer el Consulado, nuevamente la institución como centro integrador de estos y del establecimiento de sus relaciones. El texto resulta novedoso por el estudio de la transición política que se vivió en esos años y las respuestas ante los cambios de los cubanos y su necesidad de incorporarse al comercio global.

El texto que habla sobre el Río de la Plata (p. 275) —que no es el mismo que señalamos en el primer grupo—, presenta de manera más precisa los resultados del grupo de investigación coordinados por el autor y la importancia del trabajo en conjunto, un aspecto que hay que resaltar. Ahí rescata varios asuntos que han servido para guiar la investigación, como la región en cuestión, producción regional, interacción con la población y comportamiento económico, para establecer como modelo de estudio el espacio económico rioplatense, recordando y aplicando los conceptos establecidos por C. S. Assadourian, como bien lo indica y utiliza el autor. Cierra este texto con el intento de establecer y explicar el espacio económico, las redes relacionales y los circuitos globales, bajo el principio rector de no verlos solo hacia adentro, sino también hacia afuera.

Por último, tenemos un tercer nivel que sirve para dar entrada a los tres capítulos que conjugan los textos antes referidos, y que a mi entender sirven de entrada al plantear desde la óptica de la Global History, asuntos que dan pie a cada una de las secciones en que está dividido el libro. El primero de ellos reflexiona sobre el “análisis relacional y la Global history”, donde pretende explicar la posibilidad de la transición entre ambas, resaltando la importancia del trabajo micro de los actores sociales, más allá de las relaciones familiares, consanguíneas y de parentesco, como parte de la reconsideración y de una necesidad de explicar la integración y conceptualización de sus herramientas, que buscan no quedar en “una historia nacional y el relato tradicional de la modernidad occidental”, sino que pretenda establecer los vasos comunicantes entre estas y la globalidad, buscar explicar “un enfoque mundial que observe los fenómenos transnacionales en todos los órdenes, económicos, políticos, culturales, tecnológicos”, es decir, se plantea el estudio desde los actores y sus prácticas sociales.

Los siguientes trabajos, desde un estudio particular y con las herramientas de este análisis, buscan explicar casos particulares en América colonial: Río de la Plata y Puebla (pp. 183 y 215 respectivamente), de nueva cuenta, ya abordados en el libro. En ambos casos se plantea la disertación de las redes sociales a partir de las instituciones como parte de lo señalado desde el principio, así el consulado, el cabildo municipal y el eclesiástico, serán parte integrante de los estudios, con resultados evidentes, como la no existencia de una uniformidad y consistencia de sus integrantes, observándose más bien, diferencias y actitudes de participación en las actividades económicas, como se presenta en ambos espacios. La evidencia demostrada es que las redes responden a las condiciones particulares de los actores, “como contrapunto entre dispositivos institucionales y espacios relacionales” —indica uno de los autores—, para rematar con la mediación que posibilita la autonomía entre ambas.

Mientras que en el capítulo “Negocios, comerciantes y redes entre Puebla”, el autor introduce al cabildo como la institución donde se presentan contradicciones en su participación, de un “ámbito abierto”, pero “estrechamente controlada por la oligarquía”, donde la relación de parentesco permitió un manejo más acorde con los intereses particulares de los actores sociales poblanos. Así, para este autor, los “sistemas relacionales”, a partir de los cabildos señalados, son complementarios y posibilitan una presencia de los “linajes poblanos” en ambas instituciones, para plantear la interrogante de la primacía de uno de ellos como una nueva posibilidad de estudio.

Para cerrar este recorrido sobre los resultados de investigación presentados, me interesa señalar, además, otros asuntos que me parecen importantes. Por ejemplo, un par de señalamientos básicos de los estudios clásicos que han dado pie a muchos análisis e interpretaciones, el primero, ya mencionado, sobre los trabajos de C. S. Assadourian que han marcado desde la década de 1970 la problemática en los espacios señalados, así como la evidencia y conclusiones de la integración espacial en los niveles indicados por los autores del texto. Otro se refiere al trabajo presentado, en la misma década, por D. A. Brading que abordó, analizó y presentó los resultados de las redes establecidas por actores sociales en un espacio económico importante de Nueva España, donde una de las características que le permitieron hacer su estudio, fueron los lazos de parentesco establecidos para la formación de sus redes relacionales —por utilizar los conceptos presentados en este trabajo—. Resultado señalado también por uno de los autores reseñados, enhorabuena por el reconocimiento de estos historiadores.

Un aspecto que me preocupó al revisar y leer el texto, fue que en algunos trabajos noté una carencia de referencias en las redacciones; leí páginas enteras con información original, pero sin el señalamiento a las fuentes documentales y/o historiográficas respectivas. Este asunto es importante ya que si enseñamos y formamos a historiadores (científicos en general), debemos ser cuidadosos de la recuperación y reconocimiento del trabajo de los colegas, o bien, en su caso, de las fuentes documentales trabajadas para ello.

Los textos presentados en Actores sociales, redes de negocios y corporaciones en Hispanoamérica, siglos XVII-XIX, abordan espacios y tiempos comunes, por lo que hubiera sido más interesante realizar un ejercicio de integración, lo que daría un mayor realce a los trabajos presentados, que de por sí ya son importantes.

Por último, invito a leer y a discutir estos planteamientos que abordan una parte de la historia económica y las propuestas que explican la globalización y su origen.

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