Editor asociado: Miguel Angel Martínez Morales
Los estudios sobre biodiversidad, entre ellos datos sobre riqueza de especies, abundancia y distribución, son importantes para establecer objetivos de conservación en el ámbito global (Moreno et al. 2016). Aunque las aves son uno de los grupos de vertebrados más conocidos (Sekercioglu 2006, Larsen 2016), aún se carece de datos sobre su distribución y abundancia en muchas áreas. Como ocurre en diferentes regiones de México, la avifauna del estado de Zacatecas aún no ha sido estudiada suficientemente, como se puede apreciar por los recientes registros (e.g., Pérez-Valadez 2016, Rivera-López et al. 2016, Ruiz et al. 2016). Para determinar la avifauna local, realizamos observaciones en tres localidades en los municipios de El Teúl de González Ortega (21°22’13”N, 103°27’21”O), García de la Cadena (21°11’11”N, 103°26’52”O) y Mezquital del Oro (21°10’26”N, 103°23’12”O), del 19 al 25 de marzo de 2004. Los sitios explorados, ubicados en la región biogeográfica Sierra Madre Occidental (CONABIO 1997), a elevaciones de 1,500 hasta 1,800 msnm, presentan bosque de encino (Quercus spp.) relativamente uniforme, mezclado con pastizales (Rzedowski 2006). Para detectar las especies presentes empleamos, por cada localidad, una combinación de 20 puntos de conteo de distancia ilimitada y dos eventos de observación desde puntos elevados (Ralph et al. 1993, Bibby et al. 2000), por periodos de 4 h; comenzamos alrededor de 30 min antes del amanecer, y utilizamos binoculares y telescopios. Posteriormente, para determinar si las observaciones constituían primeros registros para el estado, consultamos publicaciones arbitradas (utilizando en español e inglés como criterios de búsqueda los nombres comunes y científicos de las especies, sitios y estado), reportes de proyectos de investigación, colecciones científicas y registros con grado de investigación (generados por investigadores establecidos en instituciones de enseñanza superior e investigación, véase iNaturalist 2017) en bases de datos electrónicas (Avibase, CONABIO, eBird/aVerAves, GBIF, iNaturalist, UNAM, VertNet).
Reportamos cinco especies de aves para el estado de Zacatecas; las cuales fueron Ortalis poliocephala (chachalaca pálida), Progne sinaloae (golondrina sinaloense), Peucaea carpalis (zacatonero ala rufa), Melospiza melodia (gorrión cantor) y Cyanocompsa parellina (colorín azul negro). Ortalis poliocephala constituye además el primer registro para la región biogeográfica Sierra Madre Occidental (véase Sánchez-González 2013).
Ortalis poliocephala (Galliformes: Cracidae), Figura 1A. Observamos tres adultos el 20 de marzo de 2004 en García de la Cadena. Los individuos presentaban coloración clara en el vientre, con extremos color crema en las plumas rectrices, lo cual permitió diferenciarlos de la chachalaca vientre castaño (O. wagleri), que como su nombre indica presenta vientre color castaño y rectrices con bordes rojizos (Howell y Webb 1995). La especie se distribuye en la vertiente del Pacífico, desde Jalisco hasta el suroeste de Chiapas (Howell y Webb 1995). Los registros más cercanos a nuestras observaciones se encuentran 55 km al sur, en Jalisco y 115 km al oeste, en Nayarit (eBird 2016). La recolección más cercana, una hembra colectada en Nayarit en 1938 (153 km al oeste de nuestros registros), está depositada en el Moore Laboratory of Zoology (VertNet 2016). Esta especie es residente y endémica en el occidente de México (Howell y Webb 1995, González García y Gómez de Silva 2003, Berlanga et al. 2015). Se le considera con vulnerabilidad de moderada a alta, está catalogada por la IUCN como especie de preocupación menor (Berlanga et al. 2010, IUCN 2016).
Progne sinaloae (Passeriformes: Hirundinidae), Figura 1B. Observamos un individuo el 20 de marzo en El Teúl. Esta especie, migratoria de verano, se reproduce en los bosques de pino-encino de la Sierra Madre Occidental y el Eje Neovolcánico, donde conforma colonias reproductoras desde el sur de Sonora hasta el interior de Michoacán (Howell y Webb 1995, Lethaby y King 2010). Se desconoce el área de estancia migratoria, la cual probablemente esté en América del Sur (Emerson y Schulenberg 2010). Aunque esta especie se ha listado para Zacatecas en Avibase (Lepage 2017), no existen datos asociados a este registro en la base de datos o en otras fuentes utilizadas (D. Lepage, com. pers.), por lo que lo consideramos como un nuevo registro para el estado. Un macho adulto, el ejemplar colectado más cercano a nuestros registros (150 km al oeste, en Nayarit, en 1956), se encuentra en el Delaware Museum of Natural History (VertNet 2016). La golondrina sinaloense es semiendémica y con muy alta a severa vulnerabilidad (González-García y Gómez de Silva 2003, Berlanga et al. 2010). En México se le clasifica bajo la categoría sujeta a protección especial y a nivel global como vulnerable (SEMARNAT 2010, IUCN 2016).
Peucaea carpalis (Passeriformes: Emberizidae), Figura 1C. Registramos dos adultos el 21 de marzo en García de la Cadena. La especie reside en la vertiente del Pacífico del sureste de Arizona, EUA, hasta el norte de Sinaloa (Howell y Webb 1995). Los registros más cercanos proceden de 370 km al noroeste de nuestras observaciones, en la región sur de Sinaloa (eBird 2016). La colecta más cercana es una nidada colectada en 1915 (400 km al noroeste de nuestras observaciones, en Sinaloa), depositada en la Western Foundation of Vertebrate Zoology; una hembra adulta, colectada 89 km más al norte, en 1937, se encuentra depositada en el Moore Laboratory of Zoology (VertNet 2016). Es una especie residente, cuasiendémica, con vulnerabilidad de moderada a alta (González-García y Gómez de Silva 2003, Berlanga et al. 2010, 2015).
Melospiza melodia (Passeriformes: Emberizidae), Figura 1D. Registramos cuatro individuos el 27 de marzo en García de la Cadena. Esta especie es residente a lo largo del Eje Neovolcánico, desde Jalisco hasta Veracruz, pero migratoria de invierno en el norte de México, de Sonora a Nuevo León (Howell y Webb 1995). En este último caso, los registros más recientes sugieren que su distribución en México es más extensa de lo que se ha reportado (véase Figura 1D). Los registros más cercanos a nuestras observaciones, proceden de Jalisco, 43 km al oeste (GBIF 2016) y 47 km al sur (eBird 2016). Las colectas más cercanas (dos hembras) se llevaron a cabo 230 km al sureste de nuestras observaciones, cerca de Zacapu, Michoacán, en 1958, y se albergan en el Museo de Zoología Alfonso L. Herrera (UNAM 2016). Se le considera una especie con vulnerabilidad leve (Berlanga et al. 2010). La subespecie M. m. coronatus (gorrión cantor de Coronados), endémica a las islas del mismo nombre, se encuentra en peligro de extinción (SEMARNAT 2010).
Cyanocompsa parellina (Passeriformes: Cardinalidae), Figura 1E. Observamos un adulto el 20 de marzo en García de la Cadena. La forma occidental (C. p. indigotica), se distribuye desde el centro de Sinaloa hasta el istmo de Tehuantepec (Howell y Webb 1995). Los registros más cercanos a nuestras observaciones están aproximadamente a 29 km al sur, en Jalisco (eBird 2016). Las colectas más próximas a nuestros registros, en 1982, de dos machos procedentes de 160 km al oeste (Nayarit), están depositados en el Museo de Zoología Alfonso L. Herrera (UNAM 2016). Es una especie residente con vulnerabilidad de moderada a alta (Berlanga et al. 2010, 2015).
Debido a los esfuerzos por recopilar información sobre la diversidad avifaunística en México, se ha constituido una de las bases de datos más extensas y completas en el mundo (Bertelli et al. 2017). Estas bases de datos presentan miles de observaciones y más de 350,000 registros de especímenes de aves en México, depositadas en instituciones tanto nacionales como extranjeras (Navarro-Sigüenza et al. 2014). Sin embargo, a pesar de esta importante información, aún hay regiones poco exploradas como Zacatecas. La obtención de registros de presencia de las especies sigue siendo importante, ya que permite caracterizar y actualizar patrones de dispersión o distribución -los cuales no son estáticos sino dinámicos, variando en tiempo y espacio-, así como ayudar a entender la historia de vida de los organismos (Villagómez et al. 2017). Estos registros conforman la materia prima para la construcción de modelos enfocados a determinar la distribución potencial de las especies o hábitats potenciales no ocupados (Peterson et al. 2016, Toews 2017). Aun cuando estos registros fueron generados durante un corto periodo de tiempo y no reciente (>10 años), aportan información relevante sobre la avifauna de una región que ha sido poco explorada. Generar registros nuevos en un sitio es un indicativo de que se requieren más estudios de campo para determinar la presencia de otras especies de aves en la región, en este caso, el sur de Zacatecas.