En Zacatecas actualmente se cultivan 7 356 ha con durazno, de las cuales, 9.8% están bajo riego y el resto es cultivado en temporal con rendimientos de 6.8 t ha-1 y 3.1 t ha-1, respectivamente (SIAP, 2019), siendo una de las especies frutícolas más importantes del estado. Por tradición y falta de variedades adaptadas a las condiciones agroecológicas de las diversas zonas productoras del estado, la mayoría de las huertas han sido establecidas con durazno criollo propagado sexualmente. Esto último, ha generado una rica heterogeneidad genética entre e intra huertas que ha sido aprovechada para la selección de genotipos sobresalientes en adaptación y productividad (Zegbe-Domínguez et al., 1999).
Sin embargo, la mayoría de los genotipos presentan una floración temprana y, por ende, se observan daños recurrentes por heladas tardías durante la floración y asentamiento de la fruta. Esto último llevó a la búsqueda exitosa de genotipos con floración tardía (Zegbe-Domínguez y Rumayor-Rodríguez, 1994). Sin embargo, la estacionalidad de la producción afecta significativamente la competitividad de este producto, porque se genera sobreoferta de la fruta durante agosto y septiembre que impacta negativamente en los precios de venta (Sánchez-Toledano et al., 2019).
Al mismo tiempo, la presencia de microrganismos dañinos como la cenicilla polvorienta (Podosphaera pannosa) durante los meses más secos (Pascal et al., 2010) y la pudrición de la fruta ocasionada por Monilinia fructicola durante la época lluviosa, además de incrementar costos de producción, merman la calidad y vida postcosecha de la fruta (Yánez-Mendizábal et al., 2012). El objetivo de este estudio fue caracterizar genotipos de durazno con características sobresalientes en cuanto a épocas de cosecha y calidad de fruto para las zonas productoras del estado de Zacatecas.
Esta investigación se conduce en el Campo Experimental Zacatecas (22º 54’ latitud norte y 102º 39’ longitud oeste, a 2 197 msnm) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). El clima del sitio es semi-árido, con una precipitación media anual de 416 mm, donde 75% de ésta ocurre en los meses de junio a septiembre. La temperatura media anual es de 14.6 ºC y la acumulación media anual de frío de noviembre a febrero es de 600 unidades frío. El suelo es del tipo franco arcilloso. El estudio se llevó al cabo en una población de mejoramiento genético plantada en altas densidades (2.5 m × 4.5 m entre árbol e hileras, respectivamente) en agosto de 2008.
Esta población segregante (n= 403) provino de 40 familias de progenies F2 auto fecundadas y de cruzas, donde la variedad ‘Victoria’ y la selección ‘S66’ fueron utilizadas como hembras (♀). De esta población dispuesta al azar se seleccionaron 89 genotipos sobresalientes y se incluyó como testigos a la variedad ‘Victoria’ y un segregante de ‘Victoria’ denominado ‘VicS’. Asimismo, se registró la ocurrencia de la antesis, ésta se consideró completa cuando cada genotipo alcanzó 90% de esta etapa fenológica, también se registró la fecha en que la fruta mostró el color propio de madurez de consumo de cada genotipo (eg. amarillo, amarillo chapeado, etc.).
La fenotipación físico-química de la fruta se basó en una muestra de 10 frutos por genotipo. La fruta se recolectó al azar, de la parte media y alrededor de los árboles, se procuró que ésta fuese uniforme en tamaño, color, sanidad y en madurez de consumo. En cada fruto se evaluó la dimensión de los diámetros polar y ecuatorial con un vernier digital (Modelo CD-6, CS, Mutituyo Co., Japan). En una balanza analítica (Velab Modelo-VE-303, Clase II) se midió la masa individual de cada fruto fresco. El color del exocarpo (epidermis) y mesocarpio de cada fruto se determinó en dos sitios opuestos en la zona ecuatorial con un espectrofotómetro (X-rite Modelo- SP64, Canadá).
Posteriormente, con penetrómetro equipado con un punzón de 11.1 mm de diámetro (modelo FT 327, Wagner Instruments, Greenwich, CT, USA) se determinó la firmeza en dos sitios opuestos de la parte media de cada fruto. Se tomaron y mezclaron algunas gotas de jugo para cuantificar la concentración de sólidos solubles totales con un refractómetro digital (Modelo PR-32α, Atago, Co. ltd., Tokyo, Japón). Cada fruto fue separado en mesocarpio y endocarpio para determinar la masa fresca de ambas estructuras. La concentración de materia seca se determinó con una muestra de 25 g de mesocarpio fresco (incluyendo la epidermis) por fruto y se llevó a peso seco constante en estufa por ocho días a 60 ºC. La información se analizó multivariadamente por componentes principales con el sistema de análisis estadístico (SAS Institute v. 9.3, 2002-2010, Cary, NC, USA).
Con base en uno de los objetivos, dentro de la población estudiada, se identificaron 16, 29, 24 y 22 genotipos cuya maduración se presentó en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, respectivamente (Cuadro 1). Los genotipos que maduraron en junio (16 selecciones) y julio (29 selecciones), potencialmente abren una ventana de baja oferta de durazno en el mercado nacional. Con la identificación y cultivo de estos 45 genotipos, en teoría, se terminaría o reduciría la estacionalidad de la oferta del durazno zacatecano y por ende, contribuiría a incrementar la competitividad del mismo en el mercado nacional (Sánchez-Toledano et al., 2019) considerando la norma mexicana para el durazno fresco (NMX-FF-060-SCFI-2009).
Variables de respuesta |
Época de cosecha |
|||
Junio (16) |
Julio (29) |
Agosto (24) |
Septiembre (22) |
|
Diámetro polar (mm) |
45.9 ±5.7 |
56 ±6.7 |
55.8 ± 4.1 |
54.9 ±4.1 |
Diámetro ecuatorial (mm) |
46.8 ±6.2 |
57.3 ±6.4 |
58.1 ± 4.1 |
56.7 ±3.3 |
Masa fresca del fruto (g) |
56.2 ±20.7 |
97.7 ±30.1 |
100.7 ±18.3 |
93.2 ±14.5 |
Masa del mesocarpio (g) |
52.3 ±20.2 |
92.8 ±28.9 |
95 ±17.9 |
88.1 ±14.3 |
Concentración de materia seca del fruto (mg g-1 MFF) |
123.3 ±23.7 |
165.4 ±24.8 |
165.2 ±19.9 |
175.1 ±18.4 |
Firmeza (Newtons) |
5.6 ±1.9 |
6.7 ±2.1 |
7.8 ±1.6 |
7.4 ±2.9 |
Concentración de sólidos solubles totales (%) |
14 ±1.5 |
13.5 ±1.5 |
15.3 ±1.4 |
15.4 ±1.5 |
MFF= es la masa del fruto fresco.
Sin embargo, como parte fundamental del mejoramiento genético del durazno (Zegbe-Domínguez et al., 1999), se observó que algunos atributos de calidad tendieron a incrementarse de junio a agosto, para después disminuir durante septiembre (Cuadro 1). Lo anterior, se notó claramente en las dimensiones de la fruta, lo cual sugiere que, en genotipos con un periodo de desarrollo del fruto entre 90 y 100 días, la disponibilidad de carbohidratos, no fue suficiente para exportarlo hacia la fruta (Génard et al., 2003). En consecuencia, los genotipos con fruta de maduración temprana tuvieron, en promedio, las menores dimensiones de fruto, menos concentración de materia seca, firmeza y concentración sólidos solubles totales que aquellos que maduraron en agosto y septiembre (Cuadro 1). No obstante, que la fruta de maduración temprana presentó deficiencias en tamaño, mantuvo las características organolépticas que identifican al durazno zacatecano.
El análisis multivariado por componentes principales reveló que colectivamente las variables físico-químicas de la fruta de los 91 genotipos mostraran particular relevancia en los tres primeros componentes principales (CP) y en conjunto explicaran 72.3% de la variabilidad (Cuadro 2).
Variables de respuesta |
X̅ ±DE |
Componentes principales (CP) |
|||||||
|
|
||||||||
Vr |
r |
|
Vr |
r |
|
Vr |
r |
||
Diámetro polar (DP) |
54.3 ±5.7 (mm) |
0.42 |
0.93 |
|
-0.18 |
-0.26 |
|
-0.06 |
-0.07 |
Diámetro ecuatorial (DE) |
55.9 ±6 (mm) |
0.43 |
0.95 |
|
-0.18 |
-0.25 |
|
0.02 |
0.03 |
Relación DE/DP |
1 ±0.1 |
0.03 |
0.57 |
|
-0.14 |
-0.2 |
|
0.37 |
0.4 |
Masa fresca del fruto |
92.3 ±25.2 (g) |
0.44 |
0.96 |
|
-0.18 |
-0.26 |
|
0.02 |
0.02 |
Masa del endocarpio |
5.1 ±1.2 (g) |
0.37 |
0.8 |
|
0.08 |
0.12 |
|
0.08 |
0.09 |
Masa del mesocarpio |
87.1 ±24.3 (g) |
0.43 |
0.95 |
|
-0.19 |
-0.27 |
|
0.02 |
0.02 |
Concentración de la materia seca del fruto |
167.5 ±17.8 (m g-1 MFF) |
0.02 |
0.05 |
|
0.122 |
0.17 |
|
0.82 |
0.88 |
Color de la epidermis |
72.5 ±8.7 (ºHue) |
0.26 |
0.57 |
|
0.421 |
0.59 |
|
-0.16 |
-0.17 |
Color del mesocarpio |
75 ±6.3 (ºHue) |
0.12 |
0.26 |
|
0.495 |
0.7 |
|
-0.11 |
-0.11 |
Firmeza |
68.6 ±16.9 (N) |
0.17 |
0.38 |
|
0.385 |
0.54 |
|
-0.21 |
-0.23 |
Concentración de sólidos solubles totales |
14.6 ±1.5 (%) |
0.11 |
0.24 |
|
0.5 |
0.7 |
|
0.29 |
0.31 |
Valor raíz |
|
4.8 |
|
|
2 |
|
|
1.1 |
|
Varianza explicada (%) |
|
43.8 |
|
|
18.1 |
|
|
10.4 |
CP I= representa ‘dimensiones del fruto’; CP II= representa ‘dulzor, firmeza y color de epidermis’; CP III= representa ‘la concentración de materia seca del fruto’.
El primer componente (CPI) absorbió la mayor variabilidad (43.8%). Este CP se denominó como ‘dimensiones del fruto’ porque se asoció con el diámetro polar, diámetro ecuatorial, masa fresca del fruto (MFF), masa del endocarpio (ME) y mesocarpio (MM). El segundo CP explicó 18.1% del total de la variabilidad y se asoció con el color de la epidermis (CE), color del mesocarpio (CM), firmeza de fruto (FF) y la concentración de sólidos solubles totales (CSST); por lo tanto, se denominó como ‘dulzor, firmeza y color de epidermis’. El tercer CP explicó 10.4% de la variabilidad, la cual fue atribuida a la concentración de materia seca del fruto (CMSF).
Entre los genotipos de durazno (GD) que maduraron en el mes de junio, considerando los tres primeros CP, los genotipos de importancia fueron: GD1, GD3, GD5 y GD7. Este último genotipo fue seleccionado por producir fruta relativamente grande, pero desafortunadamente mostró, en promedio, valores bajos en CMSF, CSST, FF y epidermis de color rojizo (Figura 1, cuadrante II), características opuestas a los tres primeros genotipos (Figura 1, cuadrante IV).
El genotipo GD43 maduró en julio y produjo fruta grande con CMSF arriba del promedio, color rojizo de epidermis, pero la CSST y la FF se encontraron por debajo del promedio (Figura 1, cuadrante II). Los genotipos GD45, GD47 y GD68 maduraron en agosto. Los dos primeros produjeron frutos grandes con CMSF arriba del promedio, con color rojizo en la epidermis, pero la CSST y FF se ubicaron por debajo del promedio (Figura 1, cuadrante II). El genotipo GD68 produjo fruta más pequeña que los dos primeros genotipos, pero con alta CSST, FF, CMSF y con epidermis amarilla (Figura 1, cuadrante I).
En la maduración de septiembre sobresalieron los genotipos GD70, GD77 y GD87, donde el GD77 produjo fruta con alta CSST, FF, color amarillo de epidermis y CMSF, pero las dimensiones de fruta fueron menores al promedio (Figura 1, cuadrante IV). En contraste, los genotipos GD70 y GD87 produjeron fruta de dimensiones similares a los testigos (‘Victoria’ y ‘VicS’), pero con mayor CSST, FF, CMSF y color amarillo de epidermis (Figura 1, cuadrante I). ‘VicS’ y ‘Victoria’ se ubicaron con características de fruto promedio al criollo zacatecano. Sin embargo, ‘Victoria’ registró los valores más bajos de CMSF que el resto de los genotipos incluidos en este estudio (Figura 1, cuadrante I).
Después de siete años de conducir esta población de mejoramiento de durazno compuesta por segregantes F2 e híbridos de la variedad ‘Victoria’ (♀) se encontró la variabilidad deseada para ampliar la ventana de oferta de durazno con distintas características fisco-químicas de fruto (Rodríguez-A et al., 1986). Aun cuando los genotipos que maduraron en junio no tuvieron las dimensiones de fruto deseadas en el mercado fresco (NMX-FF-060-SCFI-2009), excepto por el GD7, las características fisicoquímicas de su fruta son un atractivo económicamente importante en una época de nula oferta de este producto fresco (Sánchez-Toledano et al., 2019).
Como en otros cultivos frutícolas, como el mismo durazno (Rodríguez-A et al., 1986), cerezo (Iezzoni y Pritts, 1991) o manzano (Posadas-Herrera et al., 2018), los genotipos posicionados en el Cuadrante I (Figura 1) sugieren un claro avance en la mejora genética en las dimensiones de fruto, FF, CE, CSST y CMSF en relación a los testigos ‘Victoria’ y ‘VicS’ (Figura 1). Por lo tanto, como el mejoramiento genético es dinámico y necesariamente tiene que ser útil, todos aquellos genotipos que se posicionen en la parte inferior izquierda del cuadrante I (Figura 1), sugerirán una mejora genética significativa e importancia económica para el productor de durazno.
Conclusiones
La fenotipación de los genotipos de durazno por atributos de calidad permitió encontrar individuos sobresalientes cuya fruta madura en junio y julio, en consecuencia, esto abre la posibilidad de ampliar la ventana de comercialización en fresco. Las características fisco-químicas del fruto de los genotipos GD70, GD77 y GD87 que maduraron en septiembre fueron superiores a los testigos ‘Victoria’ y ‘VicS’; mientras que los genotipos GD7, GD43, y GD45 y GD47 que maduraron en junio, julio y agosto, respectivamente, produjeron fruta de mayores dimensiones que los testigos. Los once genotipos seleccionados podrán ser validados en huertas uniformes con productores cooperantes zacatecanos o en otras regiones del país con características agroecológicas similares.