Cystoisospora suis es un protozoario que pertenece al reino Chromista, Infraphylum Apicomplexa, Subclase Coccidea, Orden Eimerida1,2, y es considerado uno de los entero coccidios más importantes que afectan al cerdo, y agente causal de la cystoisosporosis neonatal porcina3,4. Los animales con C. suis desarrollan una diarrea de color amarillenta a partir de la segunda semana de edad, que inicialmente es pastosa para hacerse fluida a los 2 a 3 días3,4. Con respecto a la prevalencia, en granjas porcinas de Alemania se determinó 62.2 y 53.8 % de prevalencia en granjas y camadas, respectivamente5,6, así como 42.5 % de prevalencia en lechones criados en granjas intensivas7. Así mismo, en Polonia se demostró 27.8 % de prevalencia en camadas y 66.7 % en granjas8, mientras que en República Checa se determinó 21.8 % en camadas9. En Venezuela, se determinó que la prevalencia de C. suis en lechones y cerdos de 0 a 13 semanas de edad fue 21.8 y 26 %, respectivamente10, mientras que se encontró 75 % de prevalencia en granjas ubicadas en el estado Carabobo11. Con respecto a la edad, se ha determinado mayor prevalencia en camadas con dos semanas de vida12, mientras que otros autores señalan mayor prevalencia en camadas de tres y cuatro semanas de edad13. Referente a la época del año, algunos autores5,14 no señalaron efecto estadísticamente significativo sobre la presencia de C. suis en lechones; sin embargo, Meyer et al6 demostraron en granjas de Alemania mayor incidencia de diarrea por C. suis en verano y otoño (66.3 y 61 %, respectivamente). Existe un impacto estacional sobre la incidencia de C. suis, ya que la esporulación se favorece en ambientes calientes (32 a 35 °C) que son las condiciones normales de las unidades paritorias13. En Venezuela, se encontraron diferencias significativas entre la presencia del parásito con respecto al mes de muestreo15). Probablemente, los meses de mayor temperatura y humedad favorecen la supervivencia del parásito en las parideras. Con respecto al control sanitario, la higiene y limpieza de las unidades paritorias podría minimizar la propagación del parásito dentro de la camada y por lo tanto disminuir el desarrollo de diarreas16, y probablemente la asociación entre algunos factores higiénicos y sanitarios pueden minimizar la presencia de C. suis en la granjas17. El municipio Carlos Arvelo del estado Carabobo es una región agrícola y pecuaria por excelencia, donde se encuentra aproximadamente el 40 % del total de granjas intensivas del estado Carabobo, lo cual hace una región importante en la producción porcícola Venezolana18. Por ello, en el presente estudio se planteó como objetivo evaluar la dinámica de infección de C. suis en lechones lactantes criados en una granja piloto durante un período de 12 meses.
El estudio se realizó en una granja piloto ubicada en la parroquia Guigue, municipio Carlos Arvelo del estado Carabobo (10°11´35´´N - 67°58´48´´O); ubicada a 500 msnm y con precipitaciones anuales de 1,150 mm, con lluvias de gran intensidad entre junio a octubre, con mayor intensidad entre agosto y octubre, donde comienza a experimentar descenso en los meses de noviembre y diciembre, y a partir de esta fecha se inicia la temporada seca que se extiende hasta finales del mes de mayo19. La granja se caracteriza por ser una explotación intensiva en flujo continuo y con antecedentes de diarrea neonatal en maternidad. Tiene un tamaño de 3,000 madres en producción y un total de 25,000 animales. El tipo de animal observado pertenece a mestizos de líneas mejoradoras, y son alimentados con raciones balanceadas, formuladas en plantas de alimentos próximas a la unidad de producción. El destete se realiza a los 21 días, en promedio. Los lechones son tratados con Toltrazuril al 2.5 y 5% entre los 3 y 5 días de edad; sin embargo, se observó mucha interrupción en el tratamiento anticoccidial durante el tiempo del estudio. Después de cada destete, los pisos de paleta plástica son remojados y tratados con glutaraldehído al 5% durante 2 h.
Previo al estudio, se condujo una prueba piloto para determinar la prevalencia de C. suis en la granja. Se examinó el 15 % (50/325) de camadas de diferentes edades con los métodos descritos abajo, obteniéndose una prevalencia de 80 % (40/50). Con esta cifra obtenida, se determinó el tamaño muestral (n) empleando la fórmula con prevalencia conocida en poblaciones finitas20:
Donde:
N= población (camadas con diarrea);
Zα 2 = 1.962 (nivel de confianza del 95%);
p= prevalencia esperada (80%, según estudio piloto);
q: 1 - p;
d= error máximo admisible (5%).
Durante los meses de septiembre de 2015 hasta agosto de 2016 se colectaron 480 muestras fecales de lechones lactantes, con un promedio de 40 muestras mensuales distribuidas en cuatro grupos de edades resultantes del estudio piloto: grupo 1 (1-7 días de edad, 20 %), grupo 2 (8-14 días, 47 %), grupo 3 (15-21 días, 23 %) y grupo 4 (22-28 días, 10 %). De cada camada seleccionada se tomaron de 4 a 5 lechones con la finalidad de hacer un pool de la muestra. A cada lechón se le introdujo un hisopo por vía rectal con el propósito de estimular la defecación y colectar las deyecciones en tubos de ensayo previamente identificados. Las muestras se introdujeron en una cava refrigerada a 10 °C para ser trasladadas a la unidad de investigación en parasitología de la Universidad “Rómulo Gallegos”, estado Guárico, Venezuela, donde se conservaron en refrigeración a 9 °C hasta su procesamiento.
En cada muestreo se aplicó una encuesta al propietario de la granja con la finalidad de obtener información referente a la asistencia veterinaria, protocolos de limpieza y desinfección, así como tratamientos anticoccidiales empleados, entre otros.
Con respecto a la asistencia veterinaria, se categorizó en ausente (1) y presente (2). Los protocolos de limpieza de las jaulas paritorias se clasificaron en tres tipos: lavado o remojado con agua de chorro (1), lavado con agua de chorro más desinfección con solución de glutaraldehído al 5%, empleando una bomba de espalda de 20 L (2), y lavado con agua de chorro más empleo de bomba de hidrojet (bomba para expulsión de agua a 70°C y presión de 3.300 lbs/pulg2) más desinfección con solución de glutaraldehído al 5% (3). Con relación al uso de anticoccidiales por vía oral como tratamiento preventivo, se clasificaron en: no emplea (1), emplea 2 ml/lechón de Baycox al 2.5% (2) y emplea 1 ml/lechón de Baycox al 5% (3).
Los datos meteorológicos (temperaturas, humedad relativa y precipitaciones) se tomaron de los registros del anuario de la estación Meteorológica El Pao - Valencia, estado Carabobo, Venezuela19. La estación se encuentra en latitud: 10.16, longitud: - 67.93. altitud: 430 m.
Todas las muestras se cultivaron a temperatura ambiente en cápsulas de Petri utilizando 20 ml de una solución de dicromato de potasio al 2.5% durante 24 h (pool de cada camada)21. Transcurrido ese tiempo, se empleó una técnica de centrifugación - flotación y McMaster, utilizando una solución saturada de NaCl enriquecida con solución azucarada a temperatura ambiente y gravedad específica de 1.28 (1 L de solución saturada de NaCl + 500 g de azúcar)22. En aquellas muestras donde la grasa dificultaba observar ooquistes de C. suis, se empleó una técnica de sedimentación con PBS- éter23. La visualización de ooquistes se hizo con microscopio óptico de luz utilizando magnificación de 10 y 40X.
Los resultados obtenidos se analizaron mediante estadísticos descriptivos y test de Ji cuadrada para determinar diferencias estadísticas. Se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson para determinar asociaciones entre prevalencia y constantes meteorológicas. Para los cálculos se utilizó el programa estadístico Statistix24.
Se determinó 52.08 % (250/480) de prevalencia en lechones lactantes durante el período de estudio. En la Figura 1, se muestra la dinámica de infección de Cystoisospora suis en lechones lactantes durante todo el año. Estos resultados se analizaron mediante un test de asociación (Ji - cuadrada de Pearson), donde se encontró asociación estadística (X2: 81.36; P<0.05) entre la prevalencia de C. suis con respecto al mes de muestreo, lo que supone un efecto estacional sobre la presencia del protozoario. Los resultados de prevalencia durante el periodo de estudio coinciden con lo publicado por otros investigadores5,6,7quienes determinaron valores altos de prevalencia en lechones lactantes; sin embargo, los resultados difieren con lo señalado en otros estudios8-11) donde determinaron valores inferiores de prevalencia. Probablemente, las condiciones de manejo y salubridad de la granja favorecen los mecanismos de sobrevivencia y proliferación del parásito.
Durante el primer semestre del estudio, los valores de prevalencia se encontraron por encima de la media anual (52.08 %), mientras que en el segundo semestre se registró un descenso hasta 22.2 % en el mes de marzo, y un aumento a 48 % en abril, para finalmente mantener niveles constantes de 40 % en los últimos cuatro meses del estudio. Probablemente, la prevalencia aumenta en aquellos meses donde las condiciones climatológicas favorecen la esporulación de ooquistes. Estos resultados difieren con lo señalado por otros autores, quienes no encontraron efecto estacional5,14; sin embargo, otros autores reportaron diferencias estadísticas estacionales6,13,15, sobre todo en aquellos meses con altas temperaturas.
En la Figura 2, se muestra la dinámica de prevalencia por grupo de edad. El grupo 2 (8 a 14 días), mostró los mayores valores de prevalencia durante el período de estudio. El valor más alto se registró en octubre (55 %) y el más bajo en marzo (9.1 %), mientras que el grupo 4 (camadas > 22 días) resultó ser el menos prevalente a C. suis. Los grupos 1 y 3 mostraron diversos valores de prevalencia durante todo el estudio; sin embargo, los grupos 3 y 4 no mostraron excreción de ooquistes en los últimos cuatro meses del estudio.
Los resultados obtenidos coinciden con lo señalado por otros autores, quienes determinaron mayores valores de prevalencia en las dos primeras semanas de vida, y podría deberse a la falta de un adecuado programa de profilaxis y control en la granja, lo que trae consigo mayor presión de infección en esta edad9,12; sin embargo, en otros estudios se determinó mayores tasas de prevalencia en camadas de 3 y 4 semanas de vida5,7,14. Dado que los lechones nacen con un sistema inmune inmaduro, la transferencia calostral de anticuerpos y células inmunes parece ser un factor esencial para controlar las infecciones a esa edad. Sin embargo, aún no se entiende el papel de los anticuerpos específicos contra C. suis transferidos de las madres a los lechones y las posibles correlaciones entre los niveles de anticuerpos y la Cystoisosporosis25. Shrestha et al26 demostraron la presencia de anticuerpos en el calostro y la leche de cerdas infectadas experimentalmente antes del parto, ya que el efecto protector estuvo altamente correlacionado con los títulos de anticuerpos durante las primeras dos semanas de vida, lo que explicaría la baja prevalencia de C. suis en lechones con menos de una semana de edad.
En la Figura 3, se muestran los valores de temperatura, humedad y prevalencia durante los doce meses de estudio. La temperatura media anual fue de 26.3 °C, con lecturas muy bajas (20.2 °C) en el mes de diciembre, mientras que la lectura más alta se registró en abril (34.2 °C). La humedad relativa registró una media anual de 68.2 %, siendo marzo el que menor porcentaje de humedad mostró (55.8 %), mientras que septiembre y octubre mostraron los mayores porcentajes de humedad. En relación a las precipitaciones, se registraron 552 mm en promedio, siendo noviembre y diciembre los de menor precipitación, mientras que enero a julio comprendió el período de mayor precipitación. Según los resultados obtenidos, la prevalencia disminuyó en los meses con menor humedad relativa; sin embargo, la curva de temperatura fue inversamente proporcional a los valores de prevalencia. Se podría inferir que a mayor precipitación y humedad, mayor sería la presencia del protozoario; sin embargo, los resultados no reflejan esto, ya que en los meses de menor precipitación (primeros cuatro meses del estudio) hubo mayor presencia de C. suis, lo que podría indicar que otros factores diferentes al clima estarían involucrados en el comportamiento del parásito. En Venezuela no existen altas variaciones climatológicas como en otras regiones del mundo, donde existen fluctuaciones estacionales muy marcadas que afectan la dinámica parasitaria; sin embargo, las constantes meteorológicas registradas en nuestro medio son óptimas para que ocurra el proceso de esporulación, y por tanto, mantener viables ooquistes de C. suis durante todo el año, y especialmente hasta la llegada de nuevos hospederos, quienes se encargarán de multiplicar y perpetuar el parásito dentro de la explotación, sobre todo cuando se encuentren vulnerables los mecanismos de bioseguridad.
Fuente: Estación Meteorológica El Pao-Valencia (804720) SVVA. Latitud: 10.16. Longitud: - 67.93. Altitud: 430 m.
En el Cuadro 1, se muestran los coeficientes de correlación de Pearson (r) entre las constantes meteorológicas con los valores de prevalencia y nivel de infección obtenidos durante los doce meses. Según estos resultados, no se determinó significancia (P>0.05), lo que indica que no hubo asociación entre las variables estudiadas, y por tal motivo se infiere que los factores ambientales no tuvieron ningún efecto sobre los valores de prevalencia y niveles de infección obtenidos en la granja piloto.
Temperatura | Humedad | Precipitación | |
---|---|---|---|
Prevalencia | - 0.4 | 0.34 | - 0.5 |
Nivel de infección | - 0.34 | 0.5 | - 0.1 |
(P>0.05).
En el Cuadro 2 se muestran los datos recogidos de la encuesta aplicada (atención veterinaria, protocolos de lavado y desinfección, y tratamientos anticoccidiales). Esta información se analizó mediante una prueba de correlación con rangos de Spearman, y se determinó correlación negativa (rho= -0.9; P<0.05) entre la prevalencia y los protocolos de desinfección, lo que indica que la prevalencia disminuyó en la medida que se aplicó el protocolo N° 3 (lavado + bomba de hidrojet + desinfección). Igualmente, se determinó correlación negativa (rho= -0.65; P<0.05) entre prevalencia y empleo de Baycox al 5%, lo que sugiere que la prevalencia disminuyó cuando se empleó este fármaco. Con respecto a la asistencia veterinaria, se encontró correlación negativa (rho= -0.7; P<0.05), lo que sugiere que la prevalencia tendió a disminuir con la presencia del veterinario en la granja. El protocolo N° 3 (lavado normal + bomba de hidrojet + desinfección) aplicado a unidades paritorias con pisos de paleta plástica, así como la permanencia del Veterinario en la granja, y tratamiento con Baycox al 5%, son modalidades que estuvieron asociadas entre ellas y a su vez con el grupo de granjas que resultaron negativas a C. suis17. La asistencia veterinaria en la granja garantiza que se lleven a cabo efectivos programas sanitarios en granjas grandes, y de esta manera se controlan las enfermedades infecciosas del rebaño. El mecanismo de acción que tiene el glutaraldehído sobre formas evolutivas de C. suis no ha sido señalado, al menos en la literatura consultada. Sotiraki et al16 señalaron que el empleo de este desinfectante con buenos programas sanitarios pueden disminuir considerablemente el número de coccidias presentes en una explotación. Por otro lado, el empleo de agua caliente a presión sobre los pisos plásticos y su posterior remojo en soluciones desinfectantes, podrían disminuir considerablemente la presencia de ooquistes esporulados, para que cuando lleguen nuevas camadas, éstas encuentren un ambiente limpio y sin la presencia de ooquistes que puedan permanecer viables en la maternidad. En los programas de control y prevención de la cystoisosporosis en granjas porcinas venezolanas se debe considerar el empleo de buenas normas de higiene combinadas con un programa de saneamiento y desinfección con glutaraldehído que involucre el empleo de alta presión con agua caliente, así como remojo y desinfección de paletas plásticas. De esta manera se minimizan las posibilidades de proliferación y diseminación del parásito dentro de las parideras, y por tanto disminuirían las diarreas asociadas a C. suis.
Mes | Asistencia veterinaria | Protocolos | Anticoccidial | Prevalencia (%) |
---|---|---|---|---|
Sep-15 | 1 | 1 | 2 | 61.5 |
Oct-15 | 1 | 1 | 1 | 80.0 |
Nov-15 | 1 | 1 | 1 | 71.4 |
Dic-15 | 1 | 2 | 1 | 59.3 |
Ene-16 | 2 | 1 | 2 | 69.5 |
Feb-16 | 2 | 2 | 2 | 52.6 |
Mar-16 | 2 | 3 | 3 | 22.2 |
Abr-16 | 2 | 2 | 2 | 48.0 |
May-16 | 2 | 2 | 2 | 20.0 |
Jun-16 | 2 | 2 | 2 | 20.0 |
Jul-16 | 2 | 2 | 2 | 20.0 |
Ago-16 | 2 | 2 | 2 | 20.0 |
Rho | -0.7 P<0.05 | -0.9 P<0.05 | -0.65 P<0.05 | - |
P<0.05 (asociación estadísticamente significativa).
Asistencia veterinaria: (1) ausente; (2) presente.
Protocolos: (1) lavado; (2) lavado + desinfección; (3) lavado + hidrojet + desinfección.
Anticoccidiales: (1) no emplea; (2) Baycox al 2.5%; (3) Baycox al 5%.
Los resultados obtenidos indicaron que C. suis se encontró presente durante todo el año, por tanto las condiciones climatológicas registradas son óptimas para que ocurra el proceso de esporulación, y por tanto, mantener viables ooquistes del protozoario en cerdos e instalaciones.