Introducción
La violencia escolar es considerada en la actualidad una problemática que aparece de manera cotidiana en el contexto educativo (Pacheco, 2018), a través de distintas formas e implicados (Andino, 2018), y es considerada como un fenómeno que ocurre a nivel mundial con enormes consecuencias sociales (Cascales y Prieto, 2019).
Es en el periodo comprendido entre las décadas de 1960 y 1970 en Suecia, cuando Olweus (1978) delimita tanto a este concepto como a los implicados en el mismo, por primera vez (Ruiz, Riuró, y Tesouro, 2015; Podestá, 2019).
De tal manera, se entiende por violencia escolar una serie de acciones que son realizadas de forma intencionada, con una finalidad dañina, continuas y repetidas en el tiempo, y provocan un desequilibrio de poder, por parte de una persona más fuerte (el agresor) hacia otra persona más débil (la víctima) (Olweus, 1991). Correspondiéndose con una de las definiciones más admitida y afianzada sobre esta temática (Del Rey y Ortega, 2007) y apoyada por autores como Serrano y Pérez (2011), Del Moral, Suárez, y Musitu (2013), Cerezo, Sánchez, Ruiz, y Arense (2015), o Medina y Villarreal (2019).
Sin embargo, como mencionábamos con anterioridad, estas acciones pueden presentarse a través de distintas formas o maneras (Salazar y González, 2019), las cuales han progresado desde las agresiones verbales o físicas, hacia manera de agredir más novedosas (Garaigordobil, 2013). Reflejo de esta variedad son también las clasificaciones de la misma, encontrando desde la clasificación realizada por Olweus (1998), quien distingue entre violencia verbal, violencia física, violencia psicológica y violencia social. Hasta clasificaciones más recientes, que incluyen a la violencia física directa e indirecta, la violencia verbal, la violencia social, la violencia psicológica, el cyberbullying y el dating violence (Garaigordobil y Oñederra, 2010). O, la clasificación aportada por Álvarez et al. (2011), que identifican como tipos de violencia escolar a la violencia física, la violencia verbal, la exclusión social, la violencia a través de las TIC y las conductas disruptivas en el aula.
En cuanto a cada una de ellas, la violencia física se ejerce tanto de manera directa (mediante golpes, empujones, patadas…) o indirecta (esconder, robar, romper objetos…), por medio del contacto material, con la finalidad de provocar daño (Valle et al., 2019). Este tipo de violencia posee la peculiaridad de ser cíclica, en la que se identifican periodos en los que ocurre y periodos en los que no, o aparecer de manera cotidiana (Armero, Bernardino, y Bonet, 2011).
Al igual que ocurre con la violencia verbal, que puede ejercerse de manera directa (insultos, gritos…) o indirecta (que sucede a espaldas de la víctima, mediante críticas, rumores…) (Armero et al., 2011). Siendo uno de los tipos de violencia escolar que más prevalencia posee en la actualidad (Calmaestra et al., 2016).
La exclusión social, tiene por finalidad aislar a las víctimas mediante la exclusión y el rechazo de la misma respecto al resto de compañeros (Etxeberría y Elosegui, 2010). Dentro de la misma se encuentran dos subtipos, referidos al acoso relacional (relational victimization) y acoso social (social victimization) (Calderero, Salazar, y Caballo, 2011). En los que, mientras que, en el primer tipo, el agresor actúa de manera directa (Storch, Masia, Crisp, y Klein, 2005), en el segundo tipo, el agresor puede actuar de manera directa o a través de terceras personas (Loukas, Paulos, y Robinson, 2005).
En cualquier caso, la violencia a través de las TIC es reflejo de la gran trascendencia y auge de las tecnologías de la información y la comunicación (Casas, Pedreira, y Romero, 2018), que en este caso han derivado en una reciente y desconocida presentación de la violencia escolar, denominada cyberbullying (Polo, León del Barco, Felipe, y Gómez, 2014). Con una serie de características inherentes que hacen alusión a su forma de presentación de manera simultánea, el anonimato del agresor, la gran difusión que posee, o el sometimiento continuo en el que se encuentra la víctima (Cerezo, 2012; Olweus, 2012; Resett, 2019; Smith, 2015). Pudiendo aparecer en forma de insultos, la difusión de rumores, la suplantación de la identidad de la víctima, la exclusión de determinados sitios webs o redes sociales, o incluso la denominada “paliza feliz” (Kowalski, Limber, y Agatston, 2010; Willard, 2007).
Y por último, en cuanto a las conductas disruptivas, se refiere a determinadas acciones llevadas a cabo por el alumnado que impiden el desarrollo de la labor del docente de manera óptima. No son en sí mismas un tipo de agresión, pero, sin embargo, se consideran un tipo de violencia escolar ya que alteran el clima de convivencia del aula (Álvarez, Núñez, y Dobarro, 2013).
La hipótesis de partida de este trabajo se corresponde con que los tipos de violencia escolar que los educadores en formación identifican en mayor medida se relacionan con la violencia a través de las tecnologías de la información y la comunicación, y la violencia verbal.
Por tanto, el objetivo de este trabajo es definir e identificar cuáles son los tipos de violencia escolar que los educadores en formación identifican en mayor medida, según su propia percepción, en el contexto escolar. Así cómo delimitar las posibles diferencias existentes en cuanto a estos tipos de violencia en función del sexo, la experiencia, o la titulación de procedencia.
Método: Participantes, instrumento, procedimiento
Tipo de investigación
El método empleado es correlacional, correspondiente a un diseño ex post facto, de carácter retrospectivo y comparativo, ya que mediante el mismo se comparan dos o más grupos según una determinada característica (titulación…) con una variable dependiente, que, en este caso, se corresponden con las puntuaciones obtenidas en cada uno de los tipos de violencia escolar (violencia física, verbal, la exclusión social, la disrupción en el aula y la violencia a través de las TIC).
Participantes
A través del muestreo aleatorio simple, la muestra la componen 759 educadores en formación. Atendiendo a las titulaciones de procedencia, el 40,2% (N=298) son alumnos del Grado de educación infantil, el 36,2% (N=268) del Grado de educación primaria, y el 23,6% (N=175) del Grado de educación social de la Universidad de Almería.
De los que el 22,7% (N=168) eran hombres, y el 77,3% (N=573) eran mujeres. Y la edad media de la muestra es de 23,85 años, con una desviación típica DT= 5,28.
En cuanto al tipo de centro en que han realizado sus prácticas, el 76,9% (N=570) ha realizado sus prácticas en un centro público, el 17% (N=126) en un centro concertado, y el 6,1% (N=45) en un centro privado.
Instrumentos
Los instrumentos empleados son el Cuestionario de Violencia Escolar Revisado (CUVE-R) (Álvarez et al., 2011), el cual está compuesto por 31 ítems, organizados en ocho factores, que se relacionan con la violencia física, verbal, la exclusión social, la disrupción en el aula y la violencia a través de las TIC. Aportando todos ellos la singularidad de evaluar todos esos tipos de violencia desde dos vertientes, que se corresponden con la que es ejercida por parte del profesorado al alumnado, y la que es ejercida por parte del alumnado hacia el profesorado, o entre el propio alumnado. El Alfa de Cronbach para este instrumento es de .92 (Álvarez et al., 2011). En el caso de nuestro trabajo alpha de Cronbach =.95.
También se empleó un instrumento elaborado “ad hoc” en el que se solicita a la muestra datos de carácter sociodemográfico relacionados con la edad, sexo, titulación, o el tipo de centro en que había realizado sus prácticas.
Procedimiento
La complementación de los cuestionarios por parte de la muestra fue realizada (previo acuerdo con el profesor) mediante la visita a la clase de referencia de cada titulación y curso, en los primeros o últimos veinte minutos. Ofreciendo una breve explicación sobre la complementación de este, y la confidencialidad de los datos. Además, se ofreció a los participantes una breve explicación sobre la finalidad de esta investigación, en cuanto a los objetivos que se pretendían y la importancia de su participación.
Además, también se facilitó al alumnado mediante el aula virtual de distintas asignaturas, un enlace en el que podían acceder a la información y realización del mismo, disponible a través de la plataforma de encuestas “Lime Survey”.
La recolección de los datos fue realizada durante el curso 2017/2018 y fue llevada a cabo por el investigador principal de este trabajo. Previamente a ello, dicha persona fue la encargada tanto de la elección del instrumento escogido, previo análisis bibliográfico de los distintos instrumentos existentes, como del estudio de las características del mismo, en cuanto a factores evaluables, análisis del propio cuestionario y criterios para su aplicación y evaluación de los resultados.
Análisis de datos
El análisis de datos se ha realizado a través del programa estadístico SPSS.23. En un primer momento calcularon tanto la media como la desviación típica de cada uno de los factores. A continuación, se analizaron las frecuencias y porcentajes de cada uno de los ítems relacionados con el factor que con mayor prevalencia ha sido identificado por la muestra. Para después, con la finalidad de analizar la relación entre cada uno de los factores con otras cuestiones, como el sexo, se analizaron las diferencias medias mediante la prueba t de Student y el cálculo de la d de Cohen. Así como el cálculo de correlaciones bivariadas y el coeficiente de correlación de Pearson, y del ANOVA en el caso de analizar la relación entre cada uno de los factores relacionados con los tipos de violencia con variables como la titulación de procedencia.
Resultados
El tipo de violencia identificado en mayor medida por los educadores en formación hace alusión a la violencia del profesorado hacia el alumnado (M=23,99; DT=6,36). Seguida por orden de ocurrencia, por la violencia a través de las TIC (M=19,07; DT=4,90), la Violencia verbal del alumnado hacia compañeros (M=14,56; DT=2,46), la disrupción en el aula (M=10,97; DT=2,31), la exclusión social (M=10,40; DT=2,17), la violencia directa entre el alumnado (M=10,34; DT=2,40), la violencia física indirecta entre el alumnado (M=9,47; DT=2,25), y la menos ocurrente, la disrupción en el aula (M=6,42; DT=1,72).
La violencia del profesorado hacia el alumnado
Como se puede observar en la tabla anterior (Tabla 1), el tipo de violencia identificado en mayor medida por parte de los educadores en formación hace alusión a la que se ejerce por parte del profesorado hacia el alumnado. Por ello, se analizó la frecuencia y los porcentajes de cada una de las conductas agrupadas dentro de este factor (Tabla 2), las cuales se muestran en la siguiente tabla.
Factor | M | DT |
---|---|---|
Factor 1. Violencia de profesorado hacia alumnado | 23,99 | 6,36 |
Factor 2. Violencia física indirecta por parte del alumnado | 9,47 | 2,25 |
Factor 3. Violencia física directa entre alumnado | 10,34 | 2,40 |
Factor 4. Violencia verbal del alumnado hacia compañeros | 14,56 | 2,46 |
Factor 5. Violencia verbal del alumnado hacia el profesorado | 6,42 | 1,72 |
Factor 6. Exclusión social | 10,40 | 2,17 |
Factor 7. Disrupción en el aula | 10,97 | 2,31 |
Factor 8. Violencia a través de las TIC | 19,07 | 4,90 |
Nota: M= Media; DT= Desviación Típica.
N | PV | AV | MV | S | ||
---|---|---|---|---|---|---|
El profesorado tiene manía a algunos alumnos | N | 38 | 162 | 296 | 152 | 82 |
% | 5,2% | 22,2% | 40,5% | 20,8% | 11,2% | |
El profesorado ridiculiza al alumnado | N | 79 | 231 | 277 | 56 | 92 |
% | 10,7% | 31,4% | 37,7% | 7,6% | 12,5% | |
El profesorado ignora a ciertos alumnos | N | 75 | 139 | 268 | 189 | 62 |
% | 10,2% | 19% | 36,6% | 25,8% | 8,4% | |
El profesorado castiga injustamente | N | 60 | 241 | 263 | 94 | 75 |
% | 8,2% | 32,9% | 35,9% | 12,8% | 10,2% | |
El profesorado baja la nota a algún estudiante como castigo | N | 76 | 183 | 219 | 190 | 65 |
% | 10,4% | 25% | 29,9% | 25,9% | 8,9% | |
El profesorado insulta al alumnado | N | 173 | 255 | 131 | 106 | 55 |
% | 24% | 35,4% | 18,2% | 14,7% | 7,6% | |
El profesorado no escucha a su alumnado | N | 76 | 194 | 251 | 136 | 73 |
% | 10,4% | 26,6% | 34,4% | 18,6% | 10% |
Nota: N=Nunca; PV=Pocas veces; AV=Algunas veces; MV=Muchas veces; S=Siempre.
Las conductas más identificadas están relacionadas con que el profesorado ridiculice al alumnado, con un 12,5% (N=92), que tenga manía al alumnado con un 11,2% (N=82), o que castigue de manera injusta, con un 10,2% (N=75).
Tipos de violencia escolar en función del sexo
A pesar de ser la violencia del profesorado hacia el alumnado la que mayor prevalencia posee según los educadores en formación, se analizaron también el resto de factores relacionados con los distintos tipos de violencia escolar, y en este caso el sexo.
En la tabla 3, se muestra que no existe correlación entre hombres y mujeres en el factor 1: Violencia de profesorado hacia alumnado (t(759)= -,85; p=,39). Y tampoco con los factores 5: Violencia verbal del alumnado hacia el profesorado (t(759)= -1,55; p=,12), factor 6: Exclusión social (t(759)= -,93; p=,35) y factor 7: Disrupción en el aula (t(759)= -1,63; p=,10).
CUVE-R |
Tipos de violencia |
t |
p |
||||||
Hombre |
Mujer |
D |
|||||||
N |
M |
DT |
N |
M |
DT |
||||
Factor 1 |
159 |
23,61 |
6,86 |
535 |
24,10 |
6,20 |
-,85 |
,39 |
- |
Factor 2 |
165 |
9,08 |
2,39 |
565 |
9,59 |
2,19 |
-2,55* |
,01 |
-,22 |
Factor 3 |
166 |
9,93 |
2,63 |
567 |
10,46 |
2,31 |
-2,50* |
,01 |
-,21 |
Factor 4 |
165 |
14,19 |
2,89 |
563 |
14,67 |
2,32 |
-2,,19* |
,02 |
-,18 |
Factor 5 |
167 |
6,24 |
1,96 |
564 |
6,48 |
1,65 |
-1,55 |
,12 |
- |
Factor 6 |
164 |
10,54 |
2,34 |
568 |
10,36 |
2,12 |
,93 |
,35 |
- |
Factor 7 |
164 |
10,71 |
2,43 |
562 |
11,05 |
2,27 |
-1,63 |
,10 |
- |
Factor 8 |
165 |
17,76 |
5,57 |
558 |
19,46 |
4,61 |
-3,94*** |
,00 |
-,33 |
*p<,05 *** p<,0001
Sin embargo, tales resultados obtenidos a partir de la prueba t para muestras independientes en función del sexo muestran diferencias estadísticamente significativas en el factor 2: Violencia física indirecta por parte del alumnado (t(759)= -2,55; p<,001; d=-,22), en el factor 3: Violencia física directa entre alumnado (t(759)= -2,50; p<,05; d=-,21), en el factor 4: Violencia verbal del alumnado hacia compañeros (t(759)= -2,19; p<,05; d=-,18), y en el factor 8: violencia a través de las TIC (t(759)= -3,94; p<,001; d=-,33). Obteniendo en todos estos factores, las mujeres puntuaciones más altas que los hombres. Concretamente, en el factor 2: Violencia física indirecta por parte del alumnado la puntuación de las mujeres (M= 9,59) mientras que la de los hombres es de (M= 9,08). En el factor 3: Violencia física directa entre alumnado la puntuación de las mujeres (M= 10,46) mientras que la de los hombres es de (M= 9,93). En el factor 4: Violencia verbal del alumnado hacia compañeros la puntuación de las mujeres (M= 14,67) mientras que la de los hombres es de (M= 14,19), y en el caso del factor 8 violencia a través de las TIC, la puntuación de las mujeres (M= 19,46) mientras que la de los hombres es de (M= 17,76). Existiendo en todos los casos poco el tamaño del efecto (d<,20).
Tipos de violencia escolar en función de la titulación de procedencia
En la siguiente tabla (Tabla 4) se presentan los resultados de las medias obtenidas en los distintos factores del CUVE-R (para cada una de las subescalas), comparando entre los educadores en formación perteneciente a las titulaciones de educación infantil, educación primaria y educación social.
Como se observa en la siguiente table (Tabla 4) el análisis de la varianza ANOVA muestra la existencia de diferencias estadísticamente significativas entre los tres grupos que hacen alusión a cada titulación de procedencia, salvo en el caso del factor 7: Disrupción en el aula, en el que no existen tales tipos de diferencias.
Atendiendo a cada una de las titulaciones, los datos revelan que, en todos los factores, a excepción del factor 4, referido a la violencia verbal del alumnado hacia compañeros, la muestra perteneciente al grado de educación social obtiene puntuaciones más altas. Es decir, el alumnado de grado de educación social percibe unos mayores episodios de violencia escolar relacionados con la violencia por parte del profesorado al alumnado, la violencia física, la violencia verbal hacia el profesorado, la exclusión social, la disrupción en el aula, y la violencia a través de las TIC. Menos en el caso de la violencia verbal entre el alumnado, en cuyo caso se da con mayor puntuación en el grado de educación infantil.
Tipo de violencia |
Titulacin |
N |
Media |
DT |
ANOVA |
|
F |
Sig. |
|||||
Factor 1 |
Infantil (g1) |
271 |
23,63 |
5,10 |
40,83*** |
,00 |
Primaria (g2) |
248 |
22,03 |
5,71 |
|||
Social (g3) |
175 |
27,33 |
7,57 |
|||
Factor 2 |
Infantil (g1) |
292 |
9,44 |
2,06 |
13,24*** |
,00 |
Primaria (g2) |
263 |
9,05 |
2,10 |
|||
Social (g3) |
175 |
10,16 |
2,57 |
|||
Factor 3 |
Infantil (g1) |
291 |
10,30 |
2,11 |
6,67** |
,00 |
Primaria (g2) |
267 |
10,03 |
2,24 |
|||
Social (g3) |
175 |
10,87 |
2,95 |
|||
Factor 4 |
Infantil (g1) |
290 |
15,01 |
2.30 |
12.81*** |
.00 |
Primaria (g2) |
263 |
14.54 |
2.58 |
|||
Social (g3) |
175 |
13.84 |
2.40 |
|||
Factor 5 |
Infantil (g1) |
294 |
6.52 |
1.49 |
11.90*** |
.00 |
Primaria (g2) |
262 |
6.04 |
1.74 |
|||
Social (g3) |
175 |
6.83 |
1.94 |
|||
Factor 6 |
Infantil (g1) |
292 |
10.22 |
1.89 |
7.68** |
.00 |
Primaria (g2) |
265 |
10.24 |
2.09 |
|||
Social (g3) |
175 |
10.96 |
2.59 |
|||
Factor 7 |
Infantil (g1) |
287 |
11.05 |
2.00 |
2.07 |
.12 |
Primaria (g2) |
264 |
10.75 |
2.23 |
|||
Social (g3) |
175 |
11.18 |
2.82 |
|||
Factor 8 |
Infantil (g1) |
286 |
19.40 |
4.34 |
28.65*** |
.00 |
Primaria (g2) |
262 |
17.48 |
5.11 |
|||
Social (g3) |
175 |
20.90 |
4.71 |
Tipos de violencia escolar en función de la experiencia en el contexto educativo
Teniendo como referencia la experiencia en el contexto educativo de toda la muestra, un total de 2.6% (N=19) no ha tenido ningún tipo de experiencia. El 33.9% (N=250) ha tenido una experiencia situada entre el periodo de tiempo comprendido entre los 3 y 6 meses. El 35.4% (N=261), una experiencia entre los 6 y 12 meses. Y, en último lugar, un 28,2% (N=208), una experiencia superior a un año.
En este caso, nos propusimos analizar si esta experiencia tenía influencia en los tipos de violencia escolar observados. De tal manera, se pretendió conocer si a más edad, más violencia se percibía. En este sentido, en cuanto a los factores 2, 3, 4, 6, 7 y 8, no se da correlación entre ambas, es decir, no existe correlación entre la edad y la violencia física, la violencia verbal entre compañeros, la exclusión social, la disrupción en el aula, la violencia a través de las TIC y la edad.
Sin embargo, ocurre el caso contrario con la violencia del profesorado hacia el alumnado, y la violencia verbal del alumnado hacia el profesorado.
O dicho en otras palabras, se da una correlación positiva entre la edad y la violencia del profesorado hacia el alumnado, y la violencia verbal del alumnado hacia el profesorado. Mientras que se da una correlación negativa entre la edad y la violencia física, la violencia verbal entre compañeros, la exclusión social, la disrupción en el aula, y la violencia a través de las TIC (véase tabla 5).
Edad |
||
Factor 1 |
Correlación Pearson |
.07* |
Sig. |
.04 |
|
N |
692 |
|
Factor 2 |
Correlación Pearson |
.04 |
Sig. |
.24 |
|
N |
728 |
|
Factor 3 |
Correlación Pearson |
.01 |
Sig. |
.61 |
|
N |
731 |
|
Factor 4 |
Correlación Pearson |
.04 |
Sig. |
.28 |
|
N |
726 |
|
Factor 5 |
Correlación Pearson |
.08* |
Sig. |
.01 |
|
N |
729 |
|
Factor 6 |
Correlación Pearson |
.02 |
Sig. |
.48 |
|
N |
730 |
|
Factor 7 |
Correlación Pearson |
.04 |
Sig. |
.20 |
|
N |
724 |
|
Factor 8 |
Correlación Pearson |
.02 |
Sig. |
.49 |
|
N |
722 |
Tal y como se puede comprobar en la tabla 6, el análisis de la varianza pone de manifiesto la existencia de diferencias estadísticamente significativas entre los distintos periodos de tiempo relacionados con la formación en todas las variables que se corresponden con cada uno de los tipos de violencia que mide el CUVE-R. En este caso, con todos, menos con el factor 7: Disrupción en el aula.
Al respecto, si nos centramos en las diferencias entre los distintos grupos (periodos de tiempo) se comprueba la existencia de diferencias estadísticamente significativas en el caso del grupo cuya experiencia se sitúa en un periodo de tiempo entre los 6 y los 12 meses, que encuentra unos mayores índices de violencia del profesorado hacia alumnado (F= 20.08; Sig= .00), física indirecta (F= 6.67; Sig= .00), y directa por parte del alumnado (F= 3.95; Sig= .00), verbal del alumnado hacia el profesorado (F= 6.54; Sig= .00), exclusión social (F= 4.82; Sig= .00) y violencia a través de las TIC (F= 7.39; Sig= .00).
El grupo perteneciente a un periodo de tiempo de formación mayor de un año, en este caso obtuvo diferencias estadísticamente significativas ante la violencia verbal entre el alumnado (F= 3.14; Sig= .02).
El resto de los grupos correspondientes con otros periodos de tiempo destinados a la formación no obtuvo diferencias estadísticamente significativas con ningún tipo de violencia. (Hemos de aclarar al respecto, que no se hicieron pruebas post hoc).
Tipo de violencia |
Experiencia |
N |
Media |
DT |
ANOVA |
|
F |
Sig. |
|||||
Factor 1 |
Sin experiencia |
17 |
22.29 |
6.14 |
20.08 |
.00 |
De 3 a 6 meses |
227 |
22.27 |
5.58 |
|||
De 6 a 12 meses |
255 |
26.32 |
7.05 |
|||
Más de un año |
193 |
23.11 |
5.31 |
|||
Factor 2 |
Sin experiencia |
19 |
8.73 |
2.49 |
6.67 |
.00 |
De 3 a 6 meses |
246 |
9.19 |
2.10 |
|||
De 6 a 12 meses |
261 |
9.96 |
2.42 |
|||
Más de un año |
202 |
9.28 |
2.04 |
|||
Factor 3 |
Sin experiencia |
18 |
9.38 |
2.27 |
3.95 |
.00 |
De 3 a 6 meses |
248 |
10.20 |
2.15 |
|||
De 6 a 12 meses |
261 |
10.72 |
2.70 |
|||
Más de un año |
204 |
10.13 |
2.21 |
|||
Factor 4 |
Sin experiencia |
19 |
14.00 |
2.88 |
3.14 |
.02 |
De 3 a 6 meses |
246 |
14.68 |
2.50 |
|||
De 6 a 12 meses |
260 |
14.25 |
2.44 |
|||
Más de un año |
201 |
14.89 |
2.34 |
|||
Factor 5 |
Sin experiencia |
19 |
6.26 |
1.79 |
6.54 |
.00 |
De 3 a 6 meses |
248 |
6.09 |
1.69 |
|||
De 6 a 12 meses |
260 |
6.76 |
1.82 |
|||
Más de un año |
202 |
6.44 |
1.55 |
|||
Factor 6 |
Sin experiencia |
18 |
9.83 |
2.72 |
4.82 |
.00 |
De 3 a 6 meses |
247 |
10.20 |
1.89 |
|||
De 6 a 12 meses |
261 |
10.81 |
2.86 |
|||
Más de un año |
204 |
10.22 |
2.10 |
|||
Factor 7 |
Sin experiencia |
18 |
10.66 |
2.00 |
.78 |
.50 |
De 3 a 6 meses |
242 |
10.83 |
2.11 |
|||
De 6 a 12 meses |
261 |
11.10 |
2.58 |
|||
Más de un año |
203 |
11.06 |
2.15 |
|||
Factor 8 |
Sin experiencia |
18 |
18.27 |
4.98 |
7.39 |
.00 |
De 3 a 6 meses |
241 |
18.40 |
4.97 |
|||
De 6 a 12 meses |
261 |
20.20 |
4.71 |
|||
Más de un año |
202 |
18.50 |
4.79 |
Discusión/Conclusiones
El tipo de violencia identificado en mayor medida por los educadores en formación hace alusión a la violencia del profesorado hacia el alumnado. Son diversos los estudios que ponen de manifiesto la presencia de este tipo de violencia en el contexto educativo (Cerezo, 2009; Perren, Dooley, Shaw y Cross, 2010; Sánchez y Cerezo, 2011; Sánchez y Cerezo, 2010). Siendo dentro de la misma, en este caso las conductas que más se dan las que hacen alusión al hecho de que el alumnado sea ridiculizado por el profesorado, que estos tengan manía a determinados alumnos, o que castiguen de manera injusta.
Además, estos resultados coinciden con los aportados por el trabajo realizado por Garaigordobil, Martínez, y Machimbarrena (2017) en los que a través del empleo de este mismo cuestionario se identifica a la violencia del profesorado al alumnado como la más prevalente. No obstante, hemos de destacar que se trata de un estudio de caso único, y, por lo tanto, hemos de ser cautelosos en cuanto a los mismos.
No obstante, si tomamos como referencia otros trabajos, realizados a nivel nacional y relativamente actuales, los resultados señalan que el tipo de violencia que se da en mayor medida se corresponde con la violencia a través de las TIC (Calmaestra et al., 2016; Liébana, Deu del Olmo, y Real, 2015; Defensor del Pueblo, 1999, 2007).
Referido a cada uno de los tipos de violencia que se han analizado en este trabajo, ateniendo al sexo, existieron diferencias en cuanto a la percepción de la violencia física indirecta, la violencia verbal entre los compañeros, y en cuanto a la violencia a través de las TIC, en la que las mujeres obtuvieron puntuaciones significativamente más altas. Resultados que coinciden con los aportados por Álvarez et al. (2011).
Sin embargo, si atendemos a la titulación de procedencia, el alumnado perteneciente a la titulación de educación social obtiene puntuaciones significativamente más altas en violencia por parte del profesorado al alumnado, violencia física, violencia verbal hacia el profesorado, exclusión social, disrupción en el aula, y violencia a través de las TIC. Menos en el caso de la violencia verbal entre el alumnado, en cuyo caso se da con mayor puntuación en el grado de educación infantil. Estos últimos se encuentran en la misma línea de las aportaciones de otros trabajos, como el elaborado por Benítez, Berbén, y Fernández (2006) en el que el profesorado señala un mayor número de episodios de bullying en la etapa de educación infantil y por lo tanto un mayor número de alumnos que se ven implicados como víctimas, que en la etapa de educación primaria y de secundaria.
Por último, en cuanto a la experiencia en el contexto educativo, los educadores en formación que poseen una experiencia situada en un periodo de tiempo que oscila entre los 6 y los 12 meses percibe unos mayores índices de violencia del profesorado hacia alumnado, violencia física indirecta y directa por parte del alumnado, violencia verbal del alumnado hacia el profesorado, exclusión social y violencia a través de las TIC.
Menos en el caso de la violencia verbal entre el alumnado, que en este caso es más percibida por los educadores en formación cuya experiencia en el terreno educativo es superior a un año.
Al hilo de estos resultados relacionados con la influencia de haber tenido más o menos experiencia en el ámbito educativo, algunos autores consideran que una elevada experiencia conduce al profesorado hacia el mantenimiento de actitudes tolerantes hacia los agresores, y la asignación de menos importancia a la problemática del bullying (Borg y Falzon, 1990; Ramasut y Papatheodorou, 1994).