ANTECEDENTES
La disfunción eréctil se definió como “La incapacidad para obtener y mantener una erección suficiente como para realizar el coito”. El panel sobre la Impotencia del Consenso de los Institutos Nacionales de Salud, por sus siglas en inglés NIH, recomendó que el término de disfunción eréctil fuera usado en reemplazo de impotencia sexual.1 Actualmente la disfunción eréctil es la incapacidad persistente de lograr o mantener una erección lo suficiente persistente, con suficiente rigidez que permita una relación sexual satisfactoria;2, 3 definida también como la inhabilidad constante o recurrente para obtener y/o mantener una erección peneana suficiente para la actividad sexual durante al menos 3 meses, y que permita una relación que llegue hasta el orgasmo, salvo en los casos de trauma o cirugía.4, 5, 6, 7 A nivel mundial los estudios reportan una prevalencia amplia de DE en pacientes diabéticos de 35% a 90%17,18,19 esto debido a la metodología de la investigación y las características de la población, en México existe poca información sobre la prevalencia de la DE, un estudio realizado por Morley se obtuvo una prevalencia de 25, 55 y 65%, para hombres de 65, 75 y 80 años respectivamente.9 En el Estado de Sonora se estudiaron pacientes entre 30 y 60 años de edad con diabetes mellitus tipo 2. Se informó una prevalencia general del 55%, de los cuales 28.3% presentaron disfunción leve, 19.2% disfunción moderada y 7.5% cursaron con disfunción eréctil grave.10
Si bien se desconoce la patogénesis exacta de la disfunción eréctil en pacientes con diabetes mellitus se presume que es multifactorial. Algunos autores han reportado que la etiología de la disfunción eréctil es un 80% de causa orgánica, 20% de causa psicológica.8,11 Se han intentado dilucidar diferentes mecanismos que explican el desarrollo de disfunción eréctil en el paciente diabético, entre ellos los neurológicos, vasculares, musculares, psicógenos, hormonales, bioquímicos, entre otros.10 Indudablemente los productos finales de la glicosilación, el incremento de los radicales libres de oxigeno, alteración en la síntesis de oxido nítrico, el incremento en la sinstesis de endotelina B y la alteración del GMP cíclico dependiente de la Protein kinasa tipo 1 (PK1) son el mecanismo mejor aceptado.12-16 La diabetes mellitus tipo 2, que es causante de la disminución de los niveles de testosterona, lo es a su vez, de manera indirecta, de disminución de la libido.17-20 En cualquier caso, el origen de las alteraciones es en principio la hiperglucemia.11
Existen diferentes cuestionarios para valorar la función sexual, entre ellos, el Índice Internacional de la Función Eréctil (IIFE), en versiones extendida y abreviada el IIFE-5 es la versión abreviada (IIFE-5), con ambos se consigue establecer rápidamente el diagnóstico de disfunción eréctil. Sin duda, también son útiles en estudios epidemiológicos, ensayos clínicos y para valorar objetivamente la eficacia de los diferentes tratamientos.3
El IIFE 5 clasifica la disfunción eréctil en 5 categorías: disfunción eréctil severa (puntuación de 5-7), disfunción eréctil moderada (8-11), disfunción eréctil media a moderada o leve a moderada (12-16), disfunción eréctil media o leve (17-21) y sin disfunción eréctil (22-25)13. Definitivamente en el ámbito institucional la realización de este tipo de encuestas puede llevar mas tiempo y retrasar la atención a otros pacientes, un parámetro clínico que ha mostrado significancia estadística asociado a disfunción eréctil y diabetes mellitus tipo 2 es la nicturia, así lo demostró el estudio Dogo realizado a población Japonesa.21 El medico de primer contacto y cualquier médico que trata la diabetes no debe dejar de lado el aspecto sexual del paciente, ya que de esta forma se obtendrá mejor apego terapéutico y mejores resultados a largo plazo para el paciente. El tratamiento es multimodal, controlando los niveles de glucosa y comorbilidades logramos disminuir en 50% la progresión de la disfunción eréctil, los inhibidores de la 5 fosfodiesterasa son los fármacos de primera elección, los cuales si a pesar de llevarse a dosis tope o estar contraindicados, la 2da opción sería aplicación transuretral de prostaglandinas o inyección intracavernosa. Como última opción se tienen los implantes.20,22 El objetivo de este ensayo es: determinar la asociación entre el control glucémico y la disfunción eréctil en pacientes diabéticos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional, transversal y analítico efectuado en pacientes de 20 a 80 años de edad, derechohabientes de la Unidad de Medicina Familiar 21 Francisco del Paso y Troncoso de la Ciudad de México (IMSS), atendidos entre los meses de septiembre de 2014 y diciembre de 2015. A todos se les aplicó el cuestionario IIFE-5 y los que resultaron con disfunción eréctil se agruparon según el grado de severidad. Se midieron las concentraciones de: glucosa y hemoglobina glicada (HbA1c) y se aceptaron quienes tuvieron resultados menores a tres meses. Los datos se procesaron en el programa STATA, versión 12, para determinar la razón de momios y poder asociar los resultados entre las concentraciones de HBA1c y la disfunción eréctil.
RESULTADOS
El tamaño de la muestra se obtuvo mediante cálculo de poblaciones finitas y fue de 400 pacientes diabéticos, de los que se excluyeron 38 por comorbilidades (10 con enfermedad renal crónica, 12 enfermedad vascular cerebral, 6 hepatopatía, 2 enfermedad de Alzheimer y 8 entre cardiopatía y proceso oncológico) y quedaron 362 con media de edad de 54.99 y límites de 26 y 80 años (Cuadro 1). La escolaridad más prevalente fue secundaria con 30%. El 62% estaban casados y 38% se declararon empleados (Cuadro 2). Resultaron con algún grado de disfunción eréctil 262 (72.3%) pacientes, la mayoría de leve a moderada y 27.6% sin disfunción eréctil.
n= 362 | Media de edad | Desviación estándar | |
---|---|---|---|
Edad | 54.99724 | 11.39313 | |
Frecuencia | Proporción | ||
Escolaridad | Sin primaria | 10 | 2.78% |
Primaria | 104 | 28.89% | |
Secundaria | 109 | 30.28% | |
Técnica | 32 | 8.89% | |
Preparatoria | 56 | 15.56% | |
Licenciatura | 43 | 11.94% | |
Posgrado | 6 | 1.67% | |
Frecuencia | Proporción | ||
Estado civil | Soltero | 16 | 4.42% |
Casado | 226 | 62.43% | |
Divorciado | 36 | 9.94% | |
Viudo | 40 | 11.05% | |
Unión libre | 44 | 12.15% | |
Frecuencia | Proporción | ||
Ocupación | Obrero | 72 | 19.89% |
Campesino | 8 | 2.21% | |
Empleado | 141 | 38.95% | |
Comerciante | 48 | 13.26% | |
Jubilado | 25 | 6.91% | |
Pensionado | 48 | 13.26% | |
Desempleado | 20 | 5.52% |
Fuente: Encuesta aplicada de “Asociación de las concentraciones de hemoglobina glicada y el grado de disfunción eréctil en pacientes diabéticos de la UMF 21 en el año 2014” obtenida en la investigación.
Edad | Sin disfunción eréctil | Disfunción eréctil media (leve) | Disfunción eréctil media a moderada (leve a moderada) | Disfunción eréctil moderada | Disfunción eréctil grave | TOTAL |
---|---|---|---|---|---|---|
20 a 30 años | 2 (0.55%) | 0 (0%) | 0 (0%) | 0 (0%) | 0 (0%) | 2 (0.55%) |
31 a 40 años | 22 (6.07%) | 8 (2.20%) | 2 (0.55%) | 0 (0%) | 0 (0%) | 32 (8.83%) |
41 a 50 años | 46 (12.70%) | 27 (7.45%) | 20 (5.52%) | 0 (0%) | 4 (1.10%) | 97 (26.79%) |
51 a 60 años | 30 (8.28%) | 20 (5.52%) | 52 (14.36%) | 14 (3.86%) | 2 (0.55%) | 118 (32.59%) |
61 a 70 años | 0 (0%) | 4 (1.10%) | 43 (11.87%) | 20 (5.52%) | 4 (1.10%) | 71 (19.61%) |
71 a 80 años | 0 (0%) | 6 (1.65%) | 16 (4.41%) | 16 (4.41%) | 4 (1.10%) | 42 (11.60%) |
Total | 100 (27.62%) | 65 (17.95%) | 133 (36.74%) | 50 (13.81%) | 14 (3.86%) | 362 (100%) |
Fuente: Encuesta aplicada de “Asociación del nivel de hemoglobina glucosilada HbA1c y grado de disfunción eréctil en pacientes diabéticos de la UMF 21 en el año 2014” obtenida en la investigación.
El promedio de HbA1C fue de 8.08% (Cuadro 3), mientras que 70% estaban en descontrol glucémico.
Concentraciones de HbA1C | n= 362 | Media de HbA1C |
8.08453 |
Fuente: Encuesta aplicada de “Asociación del nivel de hemoglobina glucosilada HbA1c y grado de disfunción eréctil en pacientes diabéticos de la UMF 21 en el año 2014" Obtenida de La investigación.
En el grupo de pacientes con algún grado de disfunción eréctil y sin control glucémico se encontraron 212 (58.5%) pacientes y 50 pacientes (13.8%) con disfunción eréctil y control glucémico.
Por lo que se refiere a los pacientes sin disfunción eréctil, 38 tenían descontrol glucémico y 62 estaban satisfactoriamente controlados (Cuadro 4). Se encontró asociación entre el descontrol glucémico y algún grado de disfunción eréctil, con razón de momios de 6.92 (IC 95%).
Factor de riesgo | Enfermedad | Total | |
---|---|---|---|
Con disfunción eréctil | Sin disfunción eréctil | ||
Con descontrol glucémico | 212 (58.56%) | 38 (10.49%) | 250 (69.06%) |
Sin control glucémico | 50 (13.81%) | 62 (17.12%) | 112 (30.94%) |
Total | 262 (72.37%) | 100 (27.61%) | 362 (100%) |
Fuente: Encuesta aplicada de “Asociación del nivel de hemoglobina glucosilada HbA1c y grado de disfunción eréctil en pacientes diabéticos de la UMF 21 en el año 2014" Obtenida de la investigación.
En la población diabética, en general, existe una razón demomios de 7:1 de padecer disfunción eréctil en función del grado de descontrol glucémico. El grupo de pacientes con disfunción eréctil moderada fue el que tuvo mayor asociación (Cuadro 5).
Disfunción eréctil | RM | IC (95%) |
---|---|---|
En general | 6.92 | 4.16 a 11.50 |
Leve | 8.97 | 4.09 a 19.68 |
Leve a moderada | 5.6 | 3.16 a 9.94 |
Moderada | 11.96 | 4.66 a 30.74 |
Severa | 4.08 | 1.19 a 13.93 |
Fuente: Encuesta aplicada de “Asociación del nivel de Hemoglobina glucosilada HbA1c y grado de disfunción eréctil en pacientes diabéticos de la UMF 21 en el año 2014" Obtenida de la investigación.
De los pacientes con adecuado control de las concentraciones de glucosa y disfunción eréctil (13.8% n=50), la mitad se trataba con biguanidainsulina: metformina-insulina NPH, el resto fue la combinación biguanida-sulfonilurea o tiazolidinediona (metformina-glibenclamida o pioglitazona).
DISCUSIÓN
De acuerdo con Lascano, Rodríguez y Guerrero (1993), de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2, el 69% permanecen en descontrol metabólico y, según la ENSANUT 2012 esta cifra se eleva incluso a 75%, resultados similares a los de nuestro estudio con 69.06%.12,13 La prevalencia de disfunción eréctil en la población diabética de este estudio fue de 72.3%, porcentaje parecido al reportado en población mexicana por Vargas y Chaparro,14 con 67 y a la reportada por Cruz M y su grupo15 con 75%.
Otro aspecto que es importante comentares el grado de disfunción eréctil en la población mexicana en general, que es de 17.9% de grado leve, 36.7% de tipo leve a moderada, 13.8% moderada y solo un 3.8% grave, cifras contrastantes a las reportadas en el año 2013 por Cruz y su grupo15 en donde 28.3% tuvieron disfunción leve, 19.2% disfunción moderada y 7.5% cursaron con disfunción eréctil grave. La relación entre disfunción eréctil y su grado de severidad está influida por el control glucémico, en ambas investigaciones se aprecia mayor frecuencia y grado de severidad de la disfunción eréctil cuando existe descontrol de la diabetes (HbA1c: > 7 %). Esta prevalencia y su grado de severidad aumentan no solo conforme avanza la edad, sino cuanto mayores son las concentraciones de HbA1c. En la población estudiada se encontró que más de dos terceras partes de los pacientes estaban en descontrol glucémico, con Hba1C de 8.08%. Esto último como resultado del aumento en la susceptibilidad a esta complicación o alguna otra micro o macrovascular de la diabetes.
La prevalencia de disfunción eréctil fue de 72.3% y la forma más frecuente de severidad fue la de tipo leve a moderada con 36.7%. De esta manera, podemos determinar que en este estudio se encontró una asociación entre el descrontrol glucémico (Hba1C >7%) y algún grado de disfunción eréctil, con una razón de momios de 6.92. Si bien hay estudios en donde se analizan los síntomas asociados con disfunción eréctil, como el estudio Dogo, ellos no mencionan si los pacientes tenían alguna comorbilidad, como hiperplasia prostática, ya que no comentan estudios de extensión con ultrasonido o la determinación del antígeno prostático a sus pacientes. El objetivo del estudio no fue el tratamiento farmacológico de la disfunción eréctil per se; sin embargo, hay estudios que demuestran que agregar un inhibidor de fosfodiesterasa 5 mejora la función sexual en este tipo de pacientes, como el realizado por Santi D y col. publicado en Eur J Endocrinol 2016.