El estudio de la conducta prosocial es un tema de gran importancia dentro de la psicología social, podría decirse que de especial importancia cuando se habla de la convivencia humana en sociedad, y no solo porque esta conducta puede ser usada como promotora de una sana convivencia, como factor protector ante conductas disruptivas, como modulador necesario para la adaptación social, mediadora y precursora de una comunidad positiva, sino también porque supone una alternativa en las vías de acción que ayuden a disminuir las conductas antisociales que proliferan en la actualidad y causan conflicto dentro del sistema sociocultural de una comunidad (Auné et al., 2014; Correa, 2017; Mar, 2010; Richaud & Mesurado, 2016).
La prosocialidad está vinculada a aspectos positivos de la personalidad y puede ser entendida de manera general como un concepto multidimensional en donde se busca favorecer al otro a través de los comportamientos voluntarios de ayudar, compartir y consolar, existe un componente empático y además dicho comportamiento puede no solo beneficiar a quien lo recibe, sino a quien lo realiza (Correa, 2017; Dunfield, 2014; Olivar, 1998).
Por lo anterior a lo largo de los años se han elaborado diversas escalas que intentan medir este constructo de la manera más adecuada, y en diversas poblaciones (Auné et al, 2016; Auné & Attorresi, 2017; Caprara et al., 2005; Carlo & Randall, 2002; Martí-Vilar et al., 2020), predominando las escalas de prosocialidad en niños y adolescentes, pues los investigadores se han enfocado de manera más frecuente a la conducta prosocial en edades tempranas (Balabanian & Lemos, 2018; Contreras & Reyes, 2009; Rodríguez et al., 2017).
En México el estudio de la prosocialidad ha sido prolifero y se ha estudiado desde múltiples perspectivas, que involucran diversas variables relacionadas con esta, tales como; practicas parentales, bienestar adolescente, ambiente escolar entre otros temas (Cruz, 2021; González-González & Betancourt-Ocampo, 2021; Ocampo et al., 2020). En cuanto a la métrica de la prosocialidad en nuestro país también encontramos diversas escalas (De la Cruz Pérez et al., 2021; Méndez et al., 2015; Tovar et al., 2017), sin embargo de manera general y no solo en México, la conducta prosocial ha sido mayormente estudiada sin considerar el receptor de dicho comportamiento por lo que una profundización al respecto ayudaría abrir camino a nuevas investigaciones que permitan encontrar aplicaciones útiles y que estas sirvan como factores de protección o para mejorar las relaciones sociales, por lo que se presume que una escala adecuada a la población guanajuatense en edad adulta permitiría ampliar los datos para poder medir este constructo.
Dado que las personas muestran comportamientos en base a los momentos y situaciones que viven, cabe la posibilidad de encontrar diferencias en la conducta prosocial que ofrecen hacía las personas cercanas y las que no lo son, Mesurado (2014) y Balabanian (2020) coinciden en que es importante ampliar la investigación respecto al receptor de la conducta prosocial y no solo a las motivaciones, rasgos de personalidad, situaciones o la infinidad de variables que pudieran estar asociadas, ya que esta consideración podría ser de mucha importancia en las aplicaciones posteriores que se pudieran tener sobre la prosocialidad.
Según la teoría sobre el determinismo genético, Wilson (1978) quien enfatiza el estudio del comportamiento humano en base a su biología, menciona que existe una contraposición de las conductas prosociales con la supervivencia de las especies, pues muchas veces una conducta de este tipo sugiere un coste que atenta incluso con la supervivencia de quien la ofrece, por ejemplo; cuando voluntarios rescatan victimas en edificios a punto de colapsar después de un terremoto, por lo que fue un problema que se trató de explicar argumentando la teoría de relación de parentesco o de familia, la cual sencillamente postula que los organismos presentan comportamientos altruistas debido a la proximidad genética con sus especies, habiendo una mayor probabilidad de que en este caso una persona ayude a alguien de su familia antes que aún desconocido, y así asegurar que al menos una parte de su material genético será trasmitido para conservar la especie. Formalmente la teoría de la relación de parentesco fue publicada por William Donald Hamilton en 1964.
Archer (1981), explica cómo es que las características conductuales se basan en la genética y deben su relevancia al éxito reproductivo por lo que estas conductas prosociales ayudan a vivir dentro de una comunidad y obtener beneficios encaminados a la transmisión genética de la especie. En 1993, Richard Dawkins, escribió uno de los libros más conocidos sobre determinismo genético: El Gen Egoísta; en dicho libro Dawkins explicó como el comportamiento de los organismos están totalmente encaminados a la preservación de la especie, los genes están vistos como unidades de selección natural. Los organismos muestran comportamientos altruistas que, aunque pudieran representar un riesgo aparente esconden tras de sí un fin único de perpetuación genética.
Ahora, tomando en cuenta que la prosocialidad no solo está compuesta por factores biológicos o genéticos, la perspectiva sociocultural integra aspectos relacionados a la necesidad de filiación de las personas y al contexto sociocultural que permea el comportamiento humano. El modelo llamado de "Selección grupal" por Wilson y Kniffin (1999) argumenta que el comportamiento prosocial de las personas también se puede ver en base a la organización de las diferentes estructuras sociales en las que participa el ser humano, entre ellas; el grupo, siendo de esta manera la premisa principal que las personas van actuar a favor de su grupo de pertenecía porque estas conductas de ayuda aseguran una mayor permanencia y eficacia del funcionamiento ante otros grupos, de tal forma que los grupos más altruistas entre sí pueden organizarse de una mejor manera y obtener beneficios individuales que a su vez se reflejen en beneficios grupales (Smuts, 1999; Wilson & Kniffin, 1999; Wilson et al., 2008), siendo así que nuestros grupos primarios (familia y amigos) tendrían que verse mayormente beneficiados de la conducta prosocial.
Ampliando está teoría se encuentra la que incluye la cultura como variable determinante en el proceso de la evolución del ser humano y su comportamiento prosocial, pues menciona que en la medida en la que el individuo incluye prácticas culturales en su haber y hacer diario, estas van modificando genética y comportamentalmente a las personas, de tal manera que la conducta prosocial surge como una incorporación cultural que busca la cooperación entre semejantes y que se ve reforzada por las normas y mandatos socio-culturales de los grupos a los que se pertenece (Boyd & Richerson, 2009; Henrich & Henrich, 2007).
No hay una escala para población mexicana hasta el momento que permita diferenciar el comportamiento prosocial acorde a la cercanía de las personas, siendo esta una aportación de importancia dentro del estudio de la prosocialidad.
Por lo anterior el objetivo del presente trabajo fue desarrollar una escala de autoadministración que pudiera medir la prosocialidad en población guanajuatense mayor de edad, y que además fuera capaz de distinguir entre la prosocialidad que se presta a familiares y amigos y la que se da de manera general a las personas que no son cercanas o conocidas, así como sus propiedades psicométricas tales como: confiabilidad, evidencias de validez de contenido, de criterio y de constructo, y demás datos paramétricos de la escala.
Método
Tipo de estudio
Estudio de las características psicométricas de la Escala de Prosocialidad, diseñada para evaluar la conducta prosocial según el nivel de cercanía en población mayor de edad en la ciudad de León, Guanajuato.
Participantes
Se determinó una muestra de 322 participantes los cuales fueron clasificados en base a su categoría sociodemográfica según la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI, 2022), dicha clasificación evalúa el bienestar económico y social de las familias, y está ordenada de mayor a menor rango según los siguientes niveles: A/B, C+, C, C-, D+, D y E.
Los criterios de inclusión según la conveniencia para la investigación fueron los siguientes; personas (hombres y mujeres) de 18 a 60 años, que residieran en la ciudad de León, Guanajuato, como criterios de exclusión y eliminación se tuvieron; personas fuera de los rangos de edad mencionado, personas que por voluntad decidan no continuar en el estudio, así como personas que no respondan el instrumento de manera completa o adecuada.
Las características de la muestra se presentan en la sección de anexos al final del documento en la Tabla 1.
Característica | n | % |
---|---|---|
Sexo | ||
Hombre | 134 | 41.5 |
Mujer | 182 | 56.3 |
Prefirió no decirlo | 3 | .9 |
No binario | 4 | 1.2 |
Nivel Socioeconómico | ||
D | 9 | 2.8 |
D+ | 52 | 16.1 |
C- | 55 | 17 |
C | 103 | 31.9 |
C+ | 100 | 31 |
A/B | 4 | 1.2 |
Escolaridad | ||
Primaria | 22 | 6.8 |
Secundaria | 57 | 17.6 |
Preparatoria | 130 | 40.2 |
Universidad | 96 | 29.7 |
Posgrado | 18 | 5.6 |
Edad | ||
18-30 | 164 | 50.8 |
31-40 | 75 | 23.2 |
41-50 | 53 | 16.4 |
51-60 | 31 | 9.6 |
Instrumento
La Escala de Prosocialidad Según Nivel de Cercanía (EPSNC). Constó de 64 ítems iniciales; el nivel de cercanía se evalúo por medio de preguntas enfocadas a la realización de diversas conductas prosociales, pero distinguiendo al receptor de las mismas conductas, por ejemplo; "Ayudo económicamente a un familiar o amigo cuando veo que lo necesita" o "Puedo abrazar para consolar a una persona desconocida si veo que se encuentra en una situación de emergencia o crisis". Se responde mediante una escala tipo Likert, con 5 opciones de respuesta: Nunca, Pocas veces, De vez en cuando, Casi siempre y Siempre.
Procedimiento
Se realizó la versión del instrumento, para la selección de los reactivos se tomaron como base instrumentos de prosocialidad elaborados con anterioridad (Auné & Attorresi, 2017; De la Cruz et al., 2021; Méndez et al., 2015).
Enseguida se realizó un pilotaje del instrumento, con una versión corta de 30 ítems, el cual se aplicó a una muestra de 174 personas, de manera virtual, en un rango de edad de 18 a 60 años durante el mes de mayo del año 2021, Se obtuvieron los siguientes valores: Alfa de Cronbach (α) de .904, KMO de .895 y una varianza total explicada del 48.22%, los cuales son buenos indicadores de la versión inicial del instrumento.
Una vez aprobado el instrumento resultante del pilotaje, se procedió a la elaboración del instrumento en su versión completa, el cual resultó en 64 ítems iniciales, se procedió al vaciado del cuestionario en la plataforma de Google Forms, de donde se obtuvo una liga que permitió compartir el instrumento y la carta de consentimiento informado.
La distribución se realizó por medio de redes sociales de manera virtual y de manera presencial asistiendo a lugares concurridos como plazas comerciales o peatonales, cabe mencionar que en su mayoría la muestra se recolectó de manera presencial y que solo el 7% aproximadamente del total se obtuvo virtualmente, una vez completada la muestra, se procedió al vaciado de la información en el paquete estadístico SPSS en su versión número 24 para su análisis y validación.
Análisis estadísticos
Los análisis estadísticos que se llevaron a cabo con la finalidad de obtener las propiedades psicométricas del instrumento fueron; análisis de frecuencias, medidas de tendencia central y de dispersión por cada reactivo, así como el sesgo, para verificar la normalidad y direccionalidad de los reactivos; la discriminación de los reactivos se evaluó a través de la prueba t de Student y la consistencia interna a través de Alpha de Cronbach, pasos propuestos para el análisis psicométrico basados en Reyes-Lagunes y García-y-Barragán (2008). A continuación, y buscando evidencias de la validez de constructo, se realizó un análisis factorial exploratorio para la verificación de la estructura interna de la escala, y un análisis factorial de segundo orden para corroborar la correlación entre los factores, dichos análisis fueron trabajados con el paquete estadístico de SPSS como ya se mencionó anteriormente.
Consideraciones éticas
Las consideraciones éticas para la presente investigación, están basadas según la clasificación designada en el reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud vigente dentro del país (ordenamiento federal que regula toda investigación con seres humanos en México); artículo número diecisiete numeral I; que dada la naturaleza de la presente investigación, se cataloga como una investigación sin riesgo, por lo cual se considera la firma de un consentimiento informado (artículos 20, 21 y 22) que es condicionante aceptar para poder participar en la investigación, así como la garantía del buen uso y manejo de datos que serán utilizados únicamente con fines de la investigación de acuerdo a los principios éticos de los psicólogos y el código de conducta mencionado en la American Psychological Association (APA, 2022) en su Sección cuatro, primer párrafo respecto a la Privacidad y Confidencialidad, este último dado que es un referente internacional para las principales revistas científicas; y del código de ética de la Sociedad Mexicana de Psicología en su capítulo número dos (artículos 47, 48 y 49) y en su capítulo número cuatro (118, 122 y 139). El proyecto original cuenta con la aprobación por parte del Comité de Ética para la Investigación de la Universidad de Guanajuato (CEPIUG, 2022), con código asignado al proyecto: CIBIUG-P07-2022, lo cual asegura que la presente investigación ha sido revisada y cumple con los requerimientos éticos para llevarse a cabo.
Resultados
Primero se realizó un análisis de frecuencia de los ítems, que incluían la media, desviación estándar y sesgo, para verificar que el llenado por parte de los participantes fuera correcto, que los ítems tuvieran la direccionalidad correcta y que los datos se comportaran buscando una curva normal, esto con la finalidad de que los reactivos proporcionaran información representativa de los participantes. Los ítems fuera de este rango (-.5 y .5) fueron: R1, R2, R3, R4, R5, R7, R8, R10, R11, R12, R14, R15, R16, R17, R19, R20, R23, R24, R25, R26, R27, R28, R29, R31, R32, R33, R34, R35, R36, R37, R38, R39, R40, R45, R48, R52, R54, R56, R57, R58, R60 y R61. Mismos que se observarán con mayor detalle en los análisis siguientes.
Después al realizar la prueba t de Student con la finalidad de observar si los ítems discriminaban de manera significativa entre los grupos extremos, resultando que todos los ítems discriminaron entre los grupos, por lo cual no hubo la necesidad de eliminar alguno de ellos en este paso.
Se realizó el análisis de consistencia interna mediante el alfa de Cronbach, obteniéndose un valor (α) de .96, con el total de 64 ítems. El criterio para mantener los reactivos y seguir los análisis posteriores fue que tuvieran una correlación mínima de .20 con la correlación total y así, analizar su funcionamiento dentro del análisis factorial, en este caso todos los reactivos pasaron dicho filtro, por lo que se realizó el análisis factorial correspondiente. Las cargas de los reactivos se pueden observar en la tabla 2.
Reactivo | CTEC | CMC | ACsess | Reactivo | CTEC | CMC | ACsess |
---|---|---|---|---|---|---|---|
R33 | 207.826 | 0.649 | 0.895 | R46 | 211.006 | 0.511 | 0.898 |
R17 | 217.787 | 0.511 | 0.899 | R63 | 211.235 | 0.454 | 0.899 |
R35 | 212.752 | 0.556 | 0.897 | R7 | 210.769 | 0.553 | 0.897 |
R36 | 216.097 | 0.521 | 0.898 | R8 | 213.961 | 0.452 | 0.899 |
R19 | 211.455 | 0.559 | 0.897 | R16 | 211.908 | 0.569 | 0.897 |
R25 | 206.166 | 0.601 | 0.896 | R3 | 210.636 | 0.473 | 0.899 |
R28 | 216.891 | 0.549 | 0.898 | R5 | 212.019 | 0.544 | 0.897 |
R58 | 212.857 | 0.386 | 0.901 | R52 | 214.945 | 0.383 | 0.901 |
R55 | 208.699 | 0.47 | 0.899 | R60 | 208.653 | 0.551 | 0.897 |
R41 | 210.275 | 0.451 | 0.900 | R56 | 215.28 | 0.357 | 0.901 |
R51 | 208.293 | 0.487 | 0.899 | R59 | 211.757 | 0.425 | 0.900 |
R49 | 210.962 | 0.536 | 0.898 | R64 | 209.61 | 0.569 | 0.897 |
R50 | 214.564 | 0.452 | 0.899 |
Notas: CTEC (Correlación total de elementos corregida), CMC (Correlación múltiple al cuadrado) y ACsess (Alpha de Cronbach si el elemento se ha suprimido).
Para obtener evidencia de validez de constructo del instrumento se realizó el análisis factorial exploratorio, utilizando el método de extracción de máxima verosimilitud y rotación ortogonal (varimax), fijando como criterio de extracción un valor propio menor que 1. Se obtuvo un KMO de .888 y la prueba de esfericidad de Bartlett con un valor de 3278.753, p < 0,000 lo cual nos dice que la matriz de relaciones tiene suficiente varianza común para extraer factores. La estructura resultante fue una matriz de 4 factores, la cual se muestra en la tabla número 3, junto con los datos estadísticos de la escala. La varianza total explicada fue del 46.012%.
Como resultado se obtuvo una matriz de factor rotado de 4 factores, con 25 ítems finales, los ítems restantes fueron eliminados en base a los criterios siguientes: cargas menores a .4 en todos los factores o cargas iguales o mayores a .4 en más de un factor. Los cuatro factores obtenidos miden distintos aspectos de la conducta prosocial, además de que distinguen entre el nivel de cercanía con las personas para llevar a cabo esta conducta: El primer factor fue nombrado Ayuda a personas cercanas (APC), y los reactivos que lo componen tratan sobre ayuda de tipo asistencial ya sea física, verbal o de solidaridad que se otorga a personas cercanas como puede ser amigos y familiares. El segundo factor se nombró Ayuda a personas no cercanas (APNC), y los reactivos que lo componen son sobre la ayuda de tipo asistencial, física, económica, en especie, de solidaridad y ayuda virtual, entendida esta última como la que se realiza por medios electrónicos. El tercer factor se nombró Empatía y consuelo a personas cercanas (EyCPC) y los reactivos que lo componen hablan acerca de acciones con una carga empática y encaminadas a consolar a las personas cercanas; por último, el factor Empatía y consuelo a personas no cercanas (EyCPNC) fue nombrado de esa manera porque incluye reactivos que hablan sobre la empatía y el consuelo, pero otorgadas a personas que no son cercanas.
Ítems | APC | APNC | EyCPC | EyCPNC |
---|---|---|---|---|
R33. Si yo no puedo ayudar a un familiar trato de facilitarle el contacto de quien probablemente pueda hacerlo. |
0.705 | 0.246 | 0.177 | 0.216 |
R17. Defiendo a mi familia cuando veo que están siendo atacados o molestados. | 0.678 | 0.096 | 0.084 | 0.165 |
R36. Me preocupan las condiciones de mi familia cuando los veo en problemas. | 0.653 | 0.203 | 0.063 | 0.142 |
R35. Escucho a alguien de mi familia cuando necesitan decir algo importante para el (ella). |
0.638 | 0.181 | 0.19 | 0.16 |
R19. Trato de mejorar el estado de ánimo de algún familiar cuando veo que está triste. | 0.612 | 0.083 | 0.374 | 0.1 |
R25. Me ofrezco a realizar consultas, tramites o pagos cuando alguien de mi familia no sabe o no puede hacerlo. |
0.585 | 0.232 | 0.203 | 0.221 |
R28. Me causa alegría si veo que algún familiar cumple un propósito importante para él (ella). |
0.513 | 0.131 | 0.267 | 0.194 |
R58. Dono dinero a instituciones públicas con causas sociales (por ejemplo, orfanatos, asociaciones civiles). |
-0.032 | 0.703 | 0.247 | -0.083 |
R55. Respondo a publicaciones con palabras de aliento aun cuando no conozca a quien las publica. |
0.156 | 0.663 | 0.081 | 0.026 |
R41. Realizo actividades de voluntariado para alguna asociación o causa. | 0.164 | 0.563 | 0.173 | 0.002 |
R49. Si veo a una persona en problemas (aunque no la conozca) trato de intervenir para ayudarla. |
0.311 | 0.526 | 0.081 | 0.141 |
R50. Doy u ofrezco dinero cuando alguien necesitado me lo pide. | 0.045 | 0.48 | 0.108 | 0.312 |
R51. Posteo imágenes o textos que sé pueden ayudar a sentirse mejor a quienes los vean. | 0.175 | 0.515 | 0.024 | 0.257 |
R46. Reparto alimentos o insumos cuando veo a alguien necesitado (a). | 0.296 | 0.495 | 0.138 | 0.071 |
R63. Puedo mantener conversaciones con personas que no conozco solo porque las veo afligidas. |
0.198 | 0.458 | 0.062 | 0.143 |
R7. Aunque sea complicado busco consolar a mis amigos cuando les pasa algo malo. | 0.144 | 0.198 | 0.728 | 0.167 |
R8. Me siento mal cuando alguien de mis amigos se encuentra en una mala situación. | 0.101 | 0.112 | 0.641 | 0.174 |
R3. Aunque sea complicado busco consolar a mis familiares cuando les pasa algo malo. | 0.344 | 0.129 | 0.562 | 0.011 |
R16. Me conmuevo si un amigo me cuenta una situación por la cual se siente triste. | 0.289 | 0.16 | 0.559 | 0.256 |
R5. Pregunto si puedo cooperar en realizar alguna acción cuando algún amigo se muestra necesitado. |
0.205 | 0.325 | 0.438 | 0.2 |
R60. Puedo ponerme en el lugar de otra persona para tratar de entender su situación a pesar de que no la conozca. |
0.256 | 0.158 | 0.174 | 0.66 |
R52. Puedo comprender las emociones de las personas. | 0.132 | 0.052 | 0.084 | 0.648 |
R56. Me molesta presenciar situaciones en donde las personas se sienten afectadas de alguna manera. |
0.28 | -0.079 | 0.063 | 0.557 |
R59. Puedo consolar a una persona desconocida si veo que se encuentra en una situación de emergencia o crisis. |
0.067 | 0.11 | 0.233 | 0.552 |
R64. Trato de comprender las acciones de las personas, aun cuando no esté de acuerdo con estas. |
0.208 | 0.345 | 0.174 | 0.511 |
Media | 4.23 | 2.976 | 3.846 | 3.51 |
Desviación Estándar | 0.924 | 1.214 | 1.062 | 1.17 |
Alfa de Cronbach | 0.861 | 0.811 | 0.799 | 0.774 |
Varianza explicada por factor | 14.696 | 11.902 | 9.749 | 9.664 |
Auto valores iniciales | 7.682 | 2.147 | 1.742 | 1.582 |
Notas: APC (Ayuda a personas cercanas), APNC (Ayuda a personas no cercanas), EyCPC (Empatía y consuelo a personas cercanas) y EyCPNC (Empatía y consuelo a personas no cercanas).
Se procedió a la realización del análisis de consistencia interna con los ítems resultantes en los factores, se obtuvo un alfa de Cronbach (α) de .902, lo cual nos habla de una alta confiabilidad.
Para finalizar se realizó un análisis factorial de segundo orden con los cuatro factores mencionados, con el objetivo de verificar la estructura interna del instrumento, se obtuvo un solo factor a manera de agrupación, que explica el 47.43% de la varianza siendo este un buen indicador respecto a que los factores en conjunto logran medir de manera adecuada la conducta prosocial, se utilizó el método de extracción de máxima verosimilitud y la rotación ortogonal (varimax).
Discusión
El objetivo del presente estudio fue mostrar las propiedades psicométricas de la validación de la Escala de Prosocialidad Según el Nivel de Cercanía (EPNC), escala para medir la conducta prosocial diferenciada en base a la cercanía de las personas, esto en población mayor de edad de la ciudad de León Guanajuato. Los cuatro factores encontrados coinciden con la literatura revisada (Auné et al., 2016; Correa, 2017; Caprara et al., 2005; Rodrigues et al., 2017) respecto a las conductas prosociales que muestran la mayoría de las personas; acciones de ayuda instrumental y material, acciones encaminadas a compartir y acciones realizadas para consolar, y adicionalmente se incluyen reactivos con el objetivo de medir el factor de empatía que autores como Olivar (1998) y Dunfield (2014) proponen como necesario para la realización de este tipo de comportamiento. Los análisis mostraron una confiabilidad adecuada para cada uno de los factores y para la totalidad de la escala.
Los ítems se distribuyeron como ya se mencionó en cuatro factores. Dentro de esta distribución resultó que el instrumento sí discrimina entre la conducta prosocial con personas cercanas y con personas que no lo son, ya que dos de los factores corresponden a la conducta prosocial con las personas cercanas y los otros dos a la conducta prosocial mostrada a las personas que no lo son, por lo que el instrumento puede ser usado o dividido en dos categorías según los objetivos que se quieran alcanzar.
En cuanto al nivel de cercanía visto como factor que influye en la prosocialidad según el determinismo genético (Archer, 1981; Dawkins, 1993; Hamilton, 1964) se esperaba que existieran diferencias entre los comportamientos prosociales y por lo tanto que la escala discriminara respecto al receptor; pues acorde a la teoría, las personas deberían de mostrar un comportamiento prosocial mayor con familiares y amigos en comparación al que mostrarían con personas que no son cercanas. El modelo de selección grupal también nos habla de conductas dependientes de los grupos en los que está inmerso el ser humano (Smuts,1999; Wilson et al., 2008; Wilson & Kniffin, 1999) y como es que se benefician unos de otros. Si tomamos en cuenta la perspectiva cultural (Boyd & Richerson, 2009; Henrich, N. & Henrich, J.P., 2007) aunada a las dos perspectivas anteriores tiene mucho sentido tratar de establecer que nuestro comportamiento no es el mismo con amigos y familiares que con personas que no conocemos. Tomando en cuenta que nuestro país es considerado principalmente colectivista, Arreguin en 2019 hace una evaluación cultural según la Teoría de las Dimensiones Culturales desarrollada por Hofstede (1980), y puntúa a nuestro país como "una sociedad colectivista en donde esta fomenta relaciones sólidas que dan paso a una responsabilidad social compartida", por lo que la prosocialidad tendría más sentido considerando la cercanía del receptor quien de manera arraigada tendería actuar de forma más prosocial conforme más cercanos sean, pensando en la familia como núcleo central de aprendizaje vicario de la prosocialidad y de ahí extendido a las escalas siguientes dando como resultado los rasgos prioritariamente colectivistas de los mexicanos que autores como Díaz-Guerrero (2003) incorporan en su análisis de la etnopsicología mexicana.
Balabanian (2020) encontró que los adolescentes ayudan más a un amigo versus a un conocido o un desconocido, Mesurado (2014) propone que un análisis más amplio de la conducta prosocial dirigida así como el tipo de motivación que subyace a la conducta ayudaría a dar un mayor peso explicativo a la investigación en este campo, por lo que los resultados obtenidos se pueden considerar pertinentes y relevantes ya que contribuyen al estudio de la prosocialidad dirigida según el nivel de cercanía del receptor en un ámbito poco considerado hasta el momento en la métrica de la prosocialidad, esto permitirá establecer nuevas líneas de investigación. Se recomienda ampliar los análisis con un Análisis Factorial Confirmatorio que permita comprobar la estructura interna del instrumento.
Se concluye que el instrumento resultante muestra características psicométricas adecuadas y es culturalmente relevante para la medición de la conducta prosocial en personas mayores de edad Guanajuatenses.
Fondos
Ninguno
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no tienen conflicto de intereses.