El amor es un fenómeno de naturaleza afectiva que es esencial para el desarrollo psicológico. Su abordaje empero, ha sido históricamente más filosófico que científico (Marías, 1980). En especial, el amor ha sido el foco axiológico y teológico de la Iglesia católica, ya que Dios crea el mundo por amor, envía a su único hijo para la salvación del hombre por amor, y Jesús mismo dijo que nos amemos los unos a los otros, y que no hay amor más grande que el dar la vida por un amigo. De este modo, como señala Wojtyla (2009), el amor es una comunión de personas que implica una donación mutua en la que se antepone la felicidad de la otra persona a la propia.
Durante la edad moderna, pensadores como Blaise Pascal ubicaron el amor como fenómeno interpersonal distinto del placer, que despierta cualidades insospechadas en quienes lo experimentan, enfatizando que las personas "sin buen corazón" son incapaces de amar (Pascal, 1653/2012); mientras que Adam Smith definió el amor como un sentimiento moral (Smith, 1759/2004). Desde el racionalismo, Spinoza le analiza como un afecto ético (Spinoza, 1677/2005), y ya en el siglo XIX Max Scheler esboza un análisis fenomenológico del amor al que no contrapone a la razón (Scheler, 2010); en tanto que Richard von Krafft-Ebing identificó cinco tipos de amor: el amor verdadero, el amor sentimental, el amor platónico, amor sensual y la amistad; y ya reportaba que un desamor podría ocasionar estados de melancolía (García, 2019).
Con el surgimiento de la psicología científica, Franz Brentano planteó que el odio y el amor son dos caras de la misma moneda, pero mientras el primero es una emoción negativa y el segundo es una emoción positiva (Brentano, 2013). William James por su parte, se refirió al amor a sí mismo (lo que hoy podría entenderse como autoestima), como un elemento básico de la conciencia (James, 1996). Mientras que, con una visión positivista, John Watson ubicó al amor, junto con la ira y el miedo, como el núcleo de las emociones innatas de los recién nacidos (Watson, & Morgan, 1965).
Los psicoanalistas también se han referido profusamente al amor. Freud, por ejemplo, entendía el amor como una sublimación de las pulsiones eróticas y los instintos sexuales (Freud, 2001). Karen Horney distinguió entre el amor saludable y el amor neurótico (Horney, 1945), y Erich Fromm señala que el amor puede expresarse pasivamente a través de la sumisión (masoquismo) y activamente a través del poder (sadismo), como formas de amor neurótico; pues el verdadero amor es un acto de descubrimiento y valoración mutua. Fromm también diferenció entre el amor de pareja, el amor parental, el amor fraternal y el amor a sí mismo (Fromm, 1963). Desde la psicología humanista, Abraham Maslow estableció las características del amor maduro y lo concibió como una vía hacia la autorrealización (Maslow, 1968).
Con el advenimiento de la Psicología Positiva, el amor ha pasado a ser un foco de atención importante (Seligman, 2006), ya que está fuertemente asociado con la felicidad y otras emociones positivas (Csikszentmihalyi, 2013) con la salud y el bienestar de las personas (Lyubomirsky, 2010). De este modo, Barbara Fredrickson (2009) indica que el amor es una forma multifacética de positividad que se construye a través de la confianza y la intimidad. Rocha et al. (2017) definen el amor como un sentimiento complejo que implica el apego y la inclinación hacia una persona, aunque se reconoce que pueden existir diversos tipos de amor, y que éste puede dirigirse incluso hacia animales u objetos. Para la Iglesia católica empero, el amor está dirigido solo hacia las personas, y el espacio ideal para su despliegue es el matrimonio y la familia; pero también reconoce diferentes tipos de amor, como el fraternal, el parental y el amor de pareja (Rodríguez, 2008). De hecho, la forma de amor más estudiada, ha sido el amor romántico (Sánchez, 2012; Sangrador, 1993).
En ese sentido, se han formulado diversas teorías sobre el amor. Una de los primeros modelos teóricos sobre este constructo que ha sido bastante difundido es la teoría de John Allan Lee, quien le define como una expresión subjetiva de los sentimientos, distinguiendo diferentes tipologías (Lee, 1977). Dentro de su teoría de los colores del amor, Lee distingue tres estilos primarios del amor, que metafóricamente compara con los colores primarios, y tres estilos secundarios que se originan de los primeros, y que compara con los colores secundarios. Asimismo, define un estilo de amor como un constructo que se expresa por medio de un patrón conductual constante en la manera de aproximarse y mantener una relación íntima, o sea una ideología de expresión personal en la cual se manifiesta conductualmente el amor (Ojeda, & Díaz-Loving, 2010).
Los estilos básicos son el amor romántico o pasional llamado Eros, que se basa en la atracción física y el deseo sexual; el amor lúdico llamado Ludus, en el que no hay implicación emocional; y el amor amistoso llamado Storge, que tiene carácter emocional y está basado en la lealtad. De la combinación de estos tres estilos primarios surgen tres estilos secundarios: el amor maniático u obsesivo llamado Manía, combina el Eros y el Ludus; el amor pragmático llamado Pragma, combina el Ludus y el Storge; y el amor altruista llamado Ágape, combina el Eros y el Storge (Lee, 1978). Sobre la base de estas ideas, Hendricks y Hendricks (1983), señalan que las relaciones amorosas avanzan del gusto a la atracción, el amor, el amor sexual y el amor comprometido; y han reportado que en las mujeres predominan los estilos de amor Pragma, Storge y Manía, mientras que en los varones predominan los estilos Eros y Ágape (Hendricks, & Hendricks, 2000). Estos autores han construido la Escala de Actitudes del Amor, que cuenta con una versión extendida y otra corta, y que permite identificar los seis estilos de amor de Lee (Hendrick, & Hendrick, 2002).
Por otro lado, Hatfield y Sprecher (1986) plantearon su teoría de los esquemas de amor, según la cual, el amor entre las parejas se da como consecuencia de la previa esquematización de dicha relación; distinguiéndose los esquemas de amor seguro, amor preocupado, amor rechazante, amor ambivalente, amor causal y amor desinteresado. Estos autores mantienen una orientación cognitiva, en torno a los constructos de "esquemas", "estilos" y "componentes"; bajo la premisa de que la gente organiza sus vínculos amorosos en función de sus estructuras cognoscitivas. En ese sentido, el amor también puede ser entendido como una "historia" -con guion, trama y actores- que determina nuestro estado mental en función de los significados y contextos que les son atribuidos en cada relación amorosa (Almeida, 2013). De esta manera, como dice Sternberg (2010) el grado en que experimentamos el amor tiene que ver con el grado en que un miembro de la pareja puede cumplir con las expectativas de su historia. Precisamente, Robert Sternbeng es un autor de orientación cognitiva (Sternberg, 2011) que ha investigado la creatividad, la inteligencia y la sabiduría con aportes teóricos relevantes (Sternberg, 1985, 1997a; Sternberg, & Detterman, 2011; Sternberg et al., 2000); y que más recientemente ha planteado su teoría triangular del amor (Sternberg, 1986).
Según Sternberg (2000), existen tres componentes del amor: la pasión, se refiere a la atracción física, el deseo sexual y es propia de las relaciones románticas; la intimidad alude los sentimientos de cercanía, que aportan calidez a las relaciones de pareja; y el compromiso implica la decisión de mantener una relación amorosa. Además, al combinarse estos componentes dan por resultado ocho tipos de amor. El amor consumado es el que combina los tres componentes, mientras que el amor romántico combina solo pasión e intimidad, el amor sociable combina solo la intimidad y el compromiso, y el amor fatuo combina solo la pasión y el compromiso. Cuando solo se manifiesta la pasión se puede hablar de atracción, cuando solo se manifiesta la intimidad se puede hablar de cariño o gusto, y cuando solo se manifiesta el compromiso, se puede hablar de un amor vacío (Sternberg, 1986). Asimismo, la teoría de Sternberg ha generado diversas investigaciones en las que, en base a la forma de los triángulos amorosos se ha analizado la compatibilidad de las parejas románticas (Serrano, & Carreño, 1993), el grado de compromiso en las relaciones de pareja (Ojeda et al., 2010), la satisfacción sexual (Martínez, & Rodas, 2011), la satisfacción marital (Núñez, 2018) y la violencia de género (Ferrer, & Bosch, 2013). También se han manifestado diferencias culturales en los triángulos de amor de parejas estadounidenses y asiáticas (Acker, & Davis, 2001), y se han asociado ciertas formas de amor con determinados rasgos de personalidad en base al modelo teórico de los Cinco Grandes Factores (Mônego, & Teodoro, 2011).
Ahora bien, en cuanto a la medición del amor, Rubin fue el primer autor en crear una prueba para medir ducho constructo, al que define como la conjugación de la atracción física, la predisposición a ayudar, desear compartir emociones y experiencias, y el sentimiento de exclusividad y absorción (Rubin, 1970). Otras pruebas que miden el amor, son la Escala de Esquemas de Amor (Hatfield, & Rapson, 1993), la Escala de Actitudes hacia el Amor (Hendrick, & Hendrick, 1986; Hendrick et al., 1998) y la Escala Triangular del Amor de Sternberg (ETAS). Esta escala presentó correlaciones ítem-test por encima de .3, y mediante análisis factorial exploratorio con rotación ortogonal (Varimax) se establecieron tres factores correspondientes a los componentes de pasión, intimidad y compromiso que explicaron el 60% de la varianza total de la prueba. Asimismo, se reportaron correlaciones positivas y significativas entre los puntajes de los componentes del amor de la escala de Sternberg con la escala de amor de Rubin, lo que da cuenta de su validez de criterio (Sternberg, 1997b).
La escala ha sido validada en diversos países como Holanda, donde Overbeek et al. (2006) examinaron las propiedades psicométricas de la escala en una muestra de adolescentes, reportando evidencias de validez convergente y niveles de confiabilidad por encima de .7 para cada uno de los componentes, mediante el método de consistencia interna. En México, Mazadiego y Garcés (2011) aplicaron el ETAS a estudiantes de la Universidad Veracruzana, confirmando la estructura trifactorial de la escala y un índice de confiabilidad adecuado para la versión total del instrumento con a prueba alfa de Cronbach. Brasil, donde Cassepp-Borges y Pasquali (2012) analizaron las propiedades psicométricas del ETAS con adecuados índices de validez y confiabilidad en muestras de estudiantes universitarios, tanto para la versión de 45 ítems como para la versión reducida.
En el caso de Perú, el estudio del amor fue sistemáticamente desarrollado por Carlos Alberto Seguín a través de algunas publicaciones en las que introduce el Eros psicoterapéutico, distinguiéndolo del amor de pareja, el amor filial y el Eros pedagógico (Seguín, 1963), y focalizándose después en el amor erótico en las relaciones de pareja (Seguín, 1976). También se puede mencionar a Leopoldo Chiappo, quien publicó su libro Psicología del amor, y lo abordó desde una perspectiva humanista y fenomenológica (Chiappo, 2002). Por otro lado, no son pocos los estudios que se han abocado al modelo de Lee (Delgado, & Fernández, 2011; Molina, 2018; Monzón, 2011). También se ha creado la Escala sobre la actividad del Amor Concreto, con cuatro componentes: actividad, intimidad, compatibilidad y proyectividad; y adecuados niveles de confiabilidad para cada uno de los factores (Aliaga et al., 2010; Vera, & Molina, 2012). Ramírez (2012) analiza cómo se pueden distinguir el "amor verdadero" de otras formas de amor, basándose en una visión teológica.
Con respecto a la teoría triangular del amor de Sternberg, en Lima se han publicado algunos trabajos de corte teórico, como por ejemplo el de García (2018) que incorpora dos componentes al triangulo de Sternberg, afecto e interés, por lo que propone una estructura pentagonal del amor. Además, un estudio de revisión sistemática, reportó que la teoría de Sternberg es una de las más utilizadas en Latinoamérica (Panez, & Vallejos, 2020). Asimismo, Roman-Evangelista (2017) aplicó la ETAS a 34 parejas de la Escuela de Psicología de una universidad privada de Lima, encontrando niveles de amor moderados en el 50%, mientras que el nivel bajo se registró en el 26% y el alto en el 24% de la muestra. En Arequipa, también se han llevado a cabo varios estudios empíricos tomando como marco teórico la teoría de Sternberg. Así, Salcedo y Laguna (2015) evaluaron a 487 personas casadas, reportando que existe relación positiva y significativa entre el componente Compromiso y la duración del matrimonio. Juárez y Pacheco (2018) reportaron que en 348 personas casadas, los celos se relacionaron positivamente con el Compromiso; y Núñez (2018) encontró que la satisfacción marital predice el amor en parejas casadas y convivientes, siendo los varones quienes obtuvieron medias más altas en intimidad, compromiso y pasión, tras aplicar la Escala Triangular de Amor de Sternberg.
Por otro lado, se han realizado algunos estudios psicométricos sobre la ETAS con muestras de Lima. Ventura y Caycho (2016) validaron la Escala Triangular de Amor de Sternberg en 455 estudiantes universitarios peruanos obteniendo índices de validez y confiabilidad adecuados, a través del análisis factorial exploratorio que confirmaron la estructura interna trifactorial con alfas de Cronbach superiores a .848. Además, más recientemente, Ventura et al. (2020) analizaron las propiedades psicométricas de la versión de 16 ítems del ETAS en 988 personas de entre 16 y 56 años que tenían una relación de pareja al menos un mes, encontrando que, tras aplicar análisis factorial confirmatorio, se obtuvieron adecuados índices de bondad de ajuste, y mediante la prueba Omega de McDonald estimaron la consistencia interna de la prueba que arrojó óptimos niveles de confiabilidad, con valores superiores a .85 en cada una de los tres componentes. Pero concluyen que es necesario realizar nuevas investigaciones psicométricas en otras regiones del país.
De este modo, dado que no existen estudios psicométricos de la ETAS en Arequipa, y debido a que el Perú es un país pluricultural y multirracial, la presente investigación pretende analizar la validez y la confiabilidad de la Escala Triangular del Amor de Sternberg en una muestra de parejas de la ciudad de Arequipa, ubicada al sur del país, a 2335 msnm con una población de un millón de habitantes aproximadamente; una cultura caracterizada por su religiosidad y su fuerte identidad regionalista (Arias et al., 2021).
Método
Diseño de investigación
El presente estudio es de tipo instrumental, ya que se analizan las propiedades psicométricas de validez y confiabilidad (Montero, & León, 2002).
Muestra
La muestra está conformada por 296 personas, de las cuales el 56.1% son mujeres y el 43.9% son varones, con una edad media de 40.7 años entre los 19 y 68 años. Con respecto a su estado civil, el 61.9% son casados y el 38.1% son convivientes. El tiempo de relación de pareja es de 13.24 años como media dentro de un rango de uno a 42 años. En cuanto a su religión, el 92.6% son católicos, 2.7% cristianos y 3.45% ateos. La muestra fue seleccionada mediante métodos no probabilísticos con la técnica de grupos intactos.
Instrumento
Se aplicó la Escala Triangular del Amor de Sternberg (ETAS) que consta de 45 ítems distribuidos en tres factores: Pasión, Intimidad y Compromiso (Sternberg, 1997b), con una escala tipo Likert de nueve alternativas de respuesta, desde "Nada" (1) a "Extremadamente" (9). De acuerdo con el análisis psicométrico de Ventura y Caycho (2016), la ETAS cuenta con validez de constructo para la población peruana calculada mediante análisis factorial exploratorio, e índices de confiabilidad óptimos para cada una de sus componentes mediante la prueba Alfa de Cronbach: Pasión (α = .848), Intimidad (α = .947) y Compromiso (α = .922).
Procedimiento
Los participantes fueron evaluados en una jornada de parejas organizada por un grupo religioso de la ciudad de Arequipa. Todos fueron consultados para participar en la investigación luego de que se les explicó los fines del estudio y se les garantizó la confidencialidad de los datos. Fueron evaluados todos los participantes que accedieron a participar del estudio y formaron el consentimiento informado. Los datos fueron recabados en un solo momento. El estudio contó con la aprobación del Comité de Ética de la Dirección de Investigación de la Universidad Católica San Pablo.
Análisis de datos
La estructura interna de la Escala de Amor de Stenberg fue analizada por medio de un análisis factorial confirmatorio (AFC) utilizando el paquete lavaan (Rossel, 2012) implementado en el programa estadístico R (R Core Team, 2017). Utilizamos para su análisis el método de mínimos cuadrados diagonalmente ponderados robustos (RDWLS, Muthén et a., 1997) sobre una base de matrices policóricas (Lee et al., 1995) debido a que los ítems están formulados en una escala tipo Likert lo que los posiciona como variables ordinales. Fue evaluada la estructura propuesta por Ventura y Caycho (2016), la cual mostró la presencia de tres factores: intimidad, compromiso y pasión en una muestra de universitarios de la ciudad de Lima.
Para la evaluación del modelo fueron utilizados diversos índices de bondad de ajuste: la prueba Chi-cuadrado de bondad de ajuste robusto, la que si presenta con un nivel de significancia menor de .05 nos indica que se debe rechazar el modelo; pero debido a que el valor χ2 tiende a llevarnos rechazar los modelos propuestos (Jöreskog, 1969). Las conclusiones se sustentaron en otros criterios como la razón entre la χ2 sobre sus grados de libertad la cual debe ser menor de 3 para indicar que el modelo es adecuado. Además, utilizamos el índice de bondad de ajuste (GFI), el índice de ajuste comparativo (CFI) los cuales deben tener valores mayores de .90. Asimismo, la raíz cuadrada de la media de los residuos (RMR) y la raíz cuadrada de media del error de aproximación (RMSEA) deben ser menores de .08 (Byrne, 2010). También fueron obtenidas evidencias internas de validez convergente a partir del análisis de la varianza promedio extraída del factor (AVE; Average Variance Extracted) considerando valores por encima de .50 como satisfactorios (Fornell, & Larcker, 1981).
Finalmente, estimamos la fiabilidad del ETAS por medio del coeficiente Alfa ordinal (Elosua, & Zumbo, 2008) haciendo uso de un aplicativo en Excel creado específicamente para dicho calculo (Domínguez, 2012).
Resultados
Para el análisis de la Escala Triangular de Amor de Sternberg en su versión peruana, se realizó primeramente el análisis univariado, el cual nos refiere que la mayoría de los ítems evaluados tienen una asimetría y curtosis que están dentro del intervalo [-1, 1]. Asimismo, todos los ítems tienen un SSI menor de |.25| ambos índices nos indican que los ítems se acercan a presentar una distribución normal (ver Tabla 1); aunque teniendo en cuenta que los ítems son ordinales y el tamaño de la muestra procederemos a analizar los datos con estadísticos robustos sobre la base de correlaciones policóricas (Muthén, & Kaplan, 1985, 1992).
M | DE | g1 | SSI | g2 | M | DE | g1 | SSI | g2 | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Ítem 1 | 4.81 | 3.019 | 0.005 | 0.00 | -1.483 | Ítem 24 | 6.47 | 2.522 | -0.889 | -0.07 | -0.285 |
Ítem 2 | 6.33 | 2.334 | -0.886 | -0.08 | -0.062 | Ítem 25 | 6.38 | 2.585 | -0.916 | -0.07 | -0.404 |
Ítem 3 | 6.15 | 2.354 | -0.893 | -0.08 | 0.019 | Ítem 26 | 6.35 | 2.478 | -0.931 | -0.08 | -0.226 |
Ítem 4 | 6.30 | 2.389 | -1.100 | -0.10 | 0.438 | Ítem 27 | 6.66 | 2.419 | -1.131 | -0.10 | 0.361 |
Ítem 5 | 6.40 | 2.513 | -1.021 | -0.08 | -0.130 | Ítem 28 | 6.28 | 2.484 | -0.829 | -0.07 | -0.286 |
Ítem 6 | 6.64 | 2.582 | -1.044 | -0.08 | -0.101 | Ítem 29 | 6.33 | 2.504 | -0.895 | -0.07 | -0.243 |
Ítem 7 | 6.88 | 2.524 | -1.343 | -0.11 | 0.744 | Ítem 30 | 6.76 | 2.560 | -1.159 | -0.09 | 0.253 |
Ítem 8 | 6.47 | 2.547 | -0.966 | -0.07 | -0.165 | Ítem 31 | 6.65 | 2.486 | -1.107 | -0.09 | 0.135 |
Ítem 9 | 6.02 | 2.335 | -0.802 | -0.07 | -0.328 | Ítem 32 | 6.08 | 2.311 | -0.711 | -0.07 | -0.302 |
Ítem 10 | 6.26 | 2.642 | -0.880 | -0.06 | -0.432 | Ítem 33 | 6.11 | 2.365 | -0.839 | -0.08 | -0.198 |
Ítem 11 | 6.11 | 2.416 | -0.681 | -0.06 | -0.492 | Ítem 34 | 6.26 | 2.333 | -0.984 | -0.09 | 0.135 |
Ítem 12 | 6.09 | 2.469 | -0.837 | -0.07 | -0.345 | Ítem 35 | 5.70 | 2.454 | -0.614 | -0.05 | -0.666 |
Ítem 13 | 6.01 | 2.513 | -0.790 | -0.06 | -0.398 | Ítem 36 | 6.15 | 2.460 | -0.740 | -0.06 | -0.436 |
Ítem 14 | 6.46 | 2.575 | -0.935 | -0.07 | -0.209 | Ítem 37 | 5.79 | 2.620 | -0.537 | -0.04 | -0.902 |
Ítem 15 | 5.76 | 2.649 | -0.548 | -0.04 | -0.858 | Ítem 38 | 6.18 | 2.580 | -0.765 | -0.06 | -0.552 |
Ítem 16 | 6.24 | 2.575 | -0.795 | -0.06 | -0.505 | Ítem 39 | 6.42 | 2.484 | -0.901 | -0.07 | -0.172 |
Ítem 17 | 6.24 | 2.374 | -0.900 | -0.08 | -0.040 | Ítem 40 | 6.20 | 2.413 | -0.835 | -0.07 | -0.241 |
Ítem 18 | 5.98 | 2.357 | -0.821 | -0.07 | -0.214 | Ítem 41 | 6.10 | 2.439 | -0.796 | -0.07 | -0.338 |
Ítem 19 | 6.31 | 2.547 | -0.889 | -0.07 | -0.267 | Ítem 42 | 6.36 | 2.434 | -0.942 | -0.08 | -0.075 |
Ítem 20 | 6.65 | 2.582 | -0.973 | -0.07 | -0.275 | Ítem 43 | 6.40 | 2.432 | -0.893 | -0.08 | -0.121 |
Ítem 21 | 6.47 | 2.522 | -0.889 | -0.07 | -0.285 | Ítem 44 | 6.55 | 2.535 | -1.074 | -0.08 | 0.040 |
Ítem 22 | 6.38 | 2.585 | -0.916 | -0.07 | -0.404 | Ítem 45 | 6.85 | 2.460 | -1.261 | -0.10 | 0.511 |
Ítem 23 | 6.65 | 2.582 | -0.973 | -0.07 | -0.275 |
Nota: n=296; M: media; DE: desviación estándar; SSI: índice estandarizado de asimetría; g1: asimetría; g2: curtosis
En la Tabla 2, se aprecia que la escala de amor de Sternberg presenta tres factores: intimidad, compromiso y pasión. En todos los casos los ítems tienen cargas factoriales mayores de .7, lo que nos indica que la prueba tiene una estructura factorial bien constituida. Se puede observar que el factor 1 (Intimidad) está conformado por los ítems 2, 3, 4, 9, 12, 14, 17, 18, 22, 30, 31, 34, 38, 41, 43 y 45; mientras que se eliminaron los ítems 11, 16, 25, 29 y 36 ya que saturaban en varios factores a la vez. El factor 2 (Compromiso) está conformado por los ítems 5, 6, 7, 8, 10, 19, 23, 24, 27, 33, 39 y 44; mientras que se eliminaron los ítems 1 y 20 por saturar en más de un factor a la vez. El factor 3 (Pasión) está conformado por los ítems 13, 15, 28, 32, 37 y 40; mientras que se eliminaron los ítems 26, 35 y 42 por saturar en varios factores a la vez. Los valores del AVE son adecuados para los tres factores: Intimidad (.664), Compromiso (.720) y Pasión (.709).
Intimidad | Compromiso | Pasión | .h2 | Intimidad | Compromiso | Pasión | .h2 | ||
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Ítem 1 | eliminado | - | Ítem 24 | .813 | .661 | ||||
Ítem 2 | .777 | .604 | Ítem 25 | eliminado | — | ||||
Ítem 3 | .734 | .539 | Ítem 26 | eliminado | — | ||||
Ítem 4 | .761 | .579 | Ítem 27 | .866 | .750 | ||||
Ítem 5 | .828 | .686 | Ítem 28 | .912 | .832 | ||||
Ítem 6 | .850 | .723 | Ítem 29 | eliminado | — | ||||
Ítem 7 | .849 | .721 | Ítem 30 | .882 | .778 | ||||
Ítem 8 | .886 | .785 | Ítem 31 | .861 | .741 | ||||
Ítem 9 | .814 | .663 | Ítem 32 | .846 | .716 | ||||
Ítem 10 | .783 | .613 | Ítem 33 | .792 | .627 | ||||
Ítem 11 | eliminado | - | Ítem 34 | .778 | .605 | ||||
Ítem 12 | .797 | .635 | Ítem 35 | eliminado | — | ||||
Ítem 13 | .841 | .707 | Ítem 36 | eliminado | — | ||||
Ítem 14 | .829 | .687 | Ítem 37 | .815 | .664 | ||||
Ítem 15 | .786 | .618 | Ítem 38 | .816 | .666 | ||||
Ítem 16 | eliminado | - | Ítem 39 | .883 | .780 | ||||
Ítem 17 | .824 | .679 | Ítem 40 | .848 | .719 | ||||
Ítem 18 | .803 | .645 | Ítem 41 | .795 | .632 | ||||
Ítem 19 | .829 | .687 | Ítem 42 | eliminado | — | ||||
Ítem 20 | eliminado | - | Ítem 43 | .895 | .801 | ||||
Ítem 21 | eliminado | - | Ítem 44 | .895 | .801 | ||||
Ítem 22 | .856 | .733 | Ítem 45 | .799 | .638 | ||||
Ítem 23 | .897 | .805 | |||||||
Intimidad | 1 | .991 | .879 | ||||||
Compromiso | 1 | .864 | |||||||
Pasión | 1 | ||||||||
AVE | .664 | .720 | .709 | ||||||
α ordinal | .969 | .968 | .936 |
Nota: h2: Comunalidades; AVE: varianza promedio explicada
Los índices de ajuste fueron adecuados para validar el modelo; ratio entre la χ2 de Satorra Bentler (1509.35; p < .001) y los grados de libertad (557) (χ2/gl = 2.710), índice de bondad de ajuste (GFI = .996), índice de ajuste incremental (CFI = .997), error cuadrático medio de aproximación (RMSEA = .077; IC 90% [.072 ; .081]) y la raíz residual estandarizada cuadrática media (SRMR= .047). Por último, se puede apreciar en la Tabla 2 que la escala es confiable ya que sus tres factores tienen un coeficiente αordinal mayor de .9.
Discusión
El estudio científico del amor es reciente, gracias a las contribuciones teóricas de Robert Sternberg (Sternberg, 1986; Sternberg, & Grajek, 1984), y es más reciente aún en los países de habla hispana (Carreño-Meléndez, et al., 2011). De hecho, en el Perú, si bien se tienen algunos autores que han publicado libros sobre el amor y sus diversas tipologías (Chiappo, 2002; Seguín, 1963, 1976), es con la emergencia de la Psicología Positiva que el estudio del amor se ha diversificado desde el año 2000 (Arias et al., 2017). A pesar de ello, son pocos los estudios psicométricos que se han llevado a cabo en el país, dentro de los cuales podemos destacar los artículos de Ventura y Caycho (2016; Ventura et al., 2020) que han reportado una adecuada validez de constructo de la Escala Triangular de Amor de Sternberg, uno de los instrumentos más utilizados en todo el mundo para evaluar el amor.
Nuestro estudio analizó las propiedades psicométricas de esta escala en una muestra de personas de la ciudad de Arequipa, encontrándose que tiene una estructura interna de tres factores, pero fue necesario eliminar 11 ítems debido a que saturaban en dos o más factores. De este modo, la escala quedó reducida a 34 ítems de los 45 que se sometieron al análisis factorial confirmatorio. Luego de la eliminación de ítems, los índices de bondad de ajuste fueron adecuados, y las correlaciones interfactoriales fueron superiores a .86, lo que sugiere que todos los componentes se encuentran relacionados pues miden el mismo constructo teórico. En cuanto a la confiabilidad, los valores de la prueba alfa ordinal fueron superiores a .93, lo que da cuenta de la consistencia interna de la escala (Livia, & Ortiz, 2014). Estos resultados se suman a muchos otros que han reportado que la ETAS tiene adecuadas propiedades psicométricas en muestras de Holanda (Overbeek et al., 2006), México (Mazadiego, & Garcés, 2011), Brasil (Cassepp-Borges, & Pasquali, 2012) y Perú (Ventura, & Caycho, 2016); aunque en este último caso se tomó una muestra de la ciudad de Lima.
En ese sentido, el presente estudio se justifica debido a que el Perú es un país con una amplia variedad racial y cultural, por lo que se torna necesario analizar las propiedades psicométricas del ETAS en diversas regiones del país (Ventura et al., 2020). Precisamente, las diferencias reportadas el presente estudio, con respecto al análisis psicométrico de Ventura y Caycho (2016), pueden explicarse en base a los métodos psicométricos empleados, ya que en dicho trabajo se aplicó el análisis factorial exploratorio para calcular la validez y la prueba alfa de Cronbach para estimar la confiabilidad, mientras que en esta investigación se utilizó el análisis factorial confirmatorio y la prueba alfa ordinal, que es más precisa (Domínguez, 2012). Además, se puede aludir la edad de la muestra, que para el caso del estudio de Ventura y Caycho (2016), se trabajó con una muestra de personas de menor edad, ya que se ha señalado que la edad puede ser un factor diferencial en las expresiones de amor (Cooper, & Pinto, 2008); pero más aún, cobran mayor peso los factores culturales, pues como ya se dijo, el Perú es un país pluricultural.
De este modo, es posible que el hecho de que la muestra del presente estudio proceda de una ciudad culturalmente diferente en términos relativos a la de Lima, que se empleó en el estudio de Ventura y Caycho (2016); se expliquen los resultandos diferentes, que suponen la eliminación de 11 ítems, a pesar de que su obtuvieron adecuados índices de validez y confiabilidad. Sin embargo, una reducción de ítems no tiene porqué resultar problemática en base a la teoría psicométrica (Livia, & Ortiz, 2014), ya que la ETAS cuenta con una versión corta de 15 ítems que también ha sido validada en Perú, con adecuados índices de bondad de ajuste, confiabilidad y evidencias de invarianza factorial en función del sexo (Ventura et al., 2020).
Entre las limitaciones de este estudio se puede resaltar que la muestra fue seleccionada mediante métodos no probabilísticos, por tanto, se hace imposible generalizar los resultados. En tal sentido, sería conveniente realizar nuevos estudios psicométricos del ETAS en muestras más representativas de la ciudad de Arequipa, pero también con muestras que comprendan pobladores de otras regiones del país. Asimismo, es importante analizar otras propiedades psicométricas del ETAS, como la invarianza factorial, la validez convergente con respecto a otras variables como la satisfacción sexual, la comunicación, el apego, etc.; y la validez discriminante en función de diversas variables sociodemográficas como el estado civil, el tiempo de relación, la edad, el sexo, etc. (Ventura et al., 2020).
Se puede afirmar por tanto que la ETAS cuenta con evidencias de validez y confiabilidad para nuestra muestra de la ciudad de Arequipa, pero es necesario un escrutinio más minucioso para llegar a resultados más concluyentes sobre las propiedades psicométricas de este instrumento.